Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DE ORO
Pulse para añadir texto
EL TEATRO CASTELLANO MEDIEVAL
El teatro medieval castellano cuenta con testimonios confusos, escasos e irregulares, hasta el punto
de haberse puesto en duda su existencia hasta finales del siglo XV.
Entre las hipótesis lanzadas para explicar esta ausencia del Teatro Medieval en España, está la que la
atribuye a la ocupación árabe y a la implantación del rito mozárabe en Castilla. Es probable que en la
península se hayan perdido más textos de representaciones teatrales que de otros géneros literarios.
Sólo se conserva un breve fragmento que se conoce con el título de Auto o Misterio de los Reyes
Magos, descubierto en el Siglo XVIII en la Catedral de Toledo por uno de sus canónigos. Compuesto
en versos polimétricos, data de finales del Siglo XII o de principios del Siglo XIII y es la única pieza
dramática que poseemos de un período que llega al Siglo XV
En España el Teatro Medieval nació en los templos, como el de otros países, y consistió en la
escenificación de hechos tomados de la historia sagrada católica que eran representados en la
Navidad, Semana Santa, Fiestas de Corpus, etc. Estas primitivas formas del teatro español se
realizaban dentro de la iglesia y muchos clérigos interpretaban los distintos personajes bíblicos de la
representación, aunque también se contrataba a bailarines y juglares.
Pronto escenas principales cayeron en lo zafio y grotesco, por lo que dichas
representaciones tuvieron que salir del templo y realizarse fuera, en el atrio, para que el
pueblo las presenciara desde la plaza o la calle. En España las primeras obras religiosas
se llamaron autos ("acciones" o "actos"). Los primeros dramas sacros parecen haber sido
reconstrucciones de los relatos bíblicos o de la vida de los santos.
A fines del siglo XV, Carlos II prohibió las llamadas comedias de santos.
Los actores del teatro profano iban de lugar en lugar y repetían sus interpretaciones. Viajaban en
carros donde llevaban sus decorados. Precisamente su actuación al aire libre se llamaba la fiesta
de los carros. En cada parada, los carros eran llevados frente a una plataforma sobre la cual los
actores interpretaban las escenas más importantes. Había otra clase de escenario que sólo se
utilizaba en los desfiles, llamado la roca. Era ésta una especie de plataforma llevada por doce
hombres y sobre la cual iban de pie Jesús, María y diversos evangelistas y santos.
A pesar de que algunas obras eran repetitivas y demasiado extensas, interpolaban música y
acción y explotaban las posibilidades cómicas en muchos de los papeles asociados a los vicios y
al demonio, creando así una fórmula dramática popular menos agobiante.
Algunos a menudo casi fallecían al representar crucifixiones excesivamente realistas y otros al
figurar de demonios sufrían gravísimas quemaduras
El pueblo español amaba el teatro en todas sus formas, y a todas con el mismo
entusiasmo. El canto y el baile, los monólogos y los cuadros cómicos, hasta la juglaría,
introducían lo que se suponía que debía ser la atracción principal: la obra en sí.
En Italia y en Inglaterra, al igual que en España, algunas obras seguían a los clásicos y se
las representaba en los palacios y universidades. Ciertas universidades exigían a los
estudiantes y al cuerpo docente la producción de dos obras clásicas cada año. Así
tuvieron cabida por primera vez en la corte las maravillas escénicas de Italia.
Representación teatral en Lovaina
(1494) sobre un tablado desmontable.
Tipos de representaciones:
Dentro del teatro religioso encontramos diferentes clases de representaciones:
Alegorías:
Tropos
Los tropos eran textos breves que se interpolaban dentro de uno litúrgico. Su desarrollo
dialogado dio lugar al drama litúrgico.
Dentro del teatro profano encontramos otros tipos de representaciones:
entremeses (piezas dramáticas de comedia, baile y canto de un solo acto, que solían
representarse entre una y otra jornada de la comedia);
Siguiendo la tradición de la Celestina, aparecen varias comedias en las que se potencia, sobre
todo, la parte obscena y el inframundo de la prostitución. Muchas de ellas tenían finales
felices.
Destaca La lozana andaluza, de Francisco Delicado. Por su realismo puede verse como un
antecedente de la novela picaresca. Practica la intertextualidad.
Juan del
Pulse para
Encina,
añadirGil
texto
Vicente,
Lucas Fernández y Bartolomé
de Torres Naharro
Juan Del Encina
Nació muy cerca de Salamanca, hacia el año de 1468. Poco se conoce de su vida, pero se
sabe que fue poeta y músico de gran prestigio en la corte. Realizó varios viajes a Roma -
tuvo amistad de Papas y reyes-; realizó una peregrinación a Jerusalén, donde se ordenó
sacerdote. Murió en 1529.
Sus obras dramáticas son lo más importante de cuanto realizó, y por ello se le ha llamado
«El padre del teatro español». Su teatro trata de temas religiosos y profanos. En ellos unos
pocos personajes -pastores, casi siempre- dialogan sobre cuestiones de amor en un
marco de rústica belleza. En dichos ensayos dramáticos están mezclados los elementos
de la poesía pastoril -Virgilio- con los de la primitiva representación litúrgica de la Edad
Media, arrancando de aquí la doble corriente, profana y religiosa, que caracterizó luego al
teatro español del Siglo de Oro. Estas piezas se representaron en el Palacio del Duque de
Alba, y son llamadas por su autor, indistintamente, «eglogas, representaciones o autos».
Terminan casi todas en villancicos dialogados.
Gil Vicente
Fue un auténtico poeta lírico. Sus comedias son de carácter popular y, al igual que las de
Juan del Encina, se representaron en las casas señoriales.
Sus obras:
La Rubena (en portugués y castellano); Amadis de Gaula; Don Durados; La Comedia del
Viudo.
Lucas Fernández; (1474?-1542)
Compañero, rival y admirador de Juan del Encina sería el salmantino Lucas Fernández
(1474-1542), cuya obra resulta difícil de fechar, aunque se supone realizada hacia 1500.
La vida de Lucas Fernández transcurrió en Salamanca, donde estuvo al servicio de la
catedral.
En sus obras religiosas hay a veces más parodia que exaltación. Entre ellas: Diálogo del
nacimiento, Adición del diálogo.
Es el verdadero padre del teatro español: definió los temas del teatro, la división en 5
jornadas y un número razonable de personajes.
Sigue habiendo teatro religioso. Códice de autos viejos. Obras de Timoneda. Obras de
jesuítas (en latín y castellano).
En los pasos, los asuntos, ambientes y personajes son de raíz popular. La figura del bobo
anticipa la del gracioso de la comedia barroca. Los pasos se hallan en el origen del
género del entremés, que tanto éxito tendrá en el s.XVII con Cervantes y Quiñones de
Benavente. El valenciano Juan de Timoneda, creador del término "entremés", ofrece en
La Turiana una interesante colección de piezas breves en las que sigue la estela de los
pasos de Lope de Rueda.
Fray Jerónimo Bermúdez, Andrés Rey de Artieda, Cristóbal de Virúes y Lupercio
Leonardo de Argensola son algunos de los dramaturgos que cultivaron en la 2ª mitad del
XVI el teatro humanístico.
Fue el fundador de la primera compañía teatral española. No sólo escribía las obras:
también las dirigía y hasta las representaba. Recorrió toda España con sus compañeros.
En Semana Santa les contrataban para representar autos sacramentales (obras
religiosas). El resto del tiempo recorrían ciudades y pueblos con su propio repertorio.
Su teatro está influido por la commedia dell’arte italiana. Lo que hizo fue adaptarla a los
gustos españoles. Es fundamental señalar que Lope de Rueda se dirigía al pueblo llao,
con obras ágiles y divertidas.
La mayor parte de sus composiciones teatrales se basaron en aventuras, situaciones
límite o ridículas y enredos que se aclaran al final, en las que el autor captó el interés,
sostenido por la amenidad y la viveza de los diálogos. Los temas se inspiraron en los
clásicos y en la transmisión oral popular. Pero por lo que Lope de Rueda es famoso y
pionero en el teatro español fue por los pasos que son escenas casi autónomas dentro de
las comedias.
Inventó los pasos, pequeñas piezas cómicas que se representaban en los entreactos de
las comedias. Se trataba de breves sketches (como los llamaríamos hoy) humorísticos en
los que se jugaba con el lenguaje: habla coloquial, equívocos, expresiones eróticas...
Son piezas breves en prosa de tono cómico y de ambiente popular que se representan al
principio, durante o incluso dentro de los actos de las comedias, esto es, se intercalan en
la acción principal en muchas comedias. Es simplemente una evolución de los juegos de
escarnio o de los villancicos.
Lope de Rueda creó personajes fijos, típicos: el bobo, el pastor, el vizcaíno, la negra, el
labrador etc. Estos personajes nos recuerdan a los personajes de la comedia del arte. En
sí estas piezas pequeñas son escenas costumbristas y no poseen argumento. Tienen
diálogos muy rápidos, vivos. Por este motivo Lope de Rueda es considerado creador del
teatro realista en prosa.
Más adelante, los entremeses tendrán una ironía e incluso sátira, crítica social.
La evolución con respecto a los pasos es que Cervantes hace personajes menos planos.
Provoca en el espectador una risa pensativa, lo lleva a cuestionarse sobre un asunto
social.
Su saber teatral fue fruto de la experiencia de cómico ambulante, de autor-actor. Puede
decirse que fue el creador del teatro español, pues trajo, fuera de moldes clásicos y
fórmulas eruditas o de moda, la gracia y la vida basada en la observación de lo popular. Si
literariamente podría parecer irrelevante su aportación, es de primerísima línea, en
cambio, su concepción del teatro como espectáculo.
-Pasos: Las aceitunas, La ciudad de Jauja, La carátula, Cornudo y contento (pudo basarse en
El cornudo consolado, de Boccaccio).
La inclusión del paso en una obra de superior entidad literaria le impone un inmediato
condicionamiento. La extensión material del paso resulta, obligatoriamente, de corta
duración.
Facilitan al espectador la sensación del transcurso del tiempo entre los distintos
acontecimientos o episodios de una trama complicada que se desarrolla bajo el
supuesto de unas horas o unos días.
Las fuentes de las que nace la comicidad de los pasos determinan sus
características. La carcajada brota de observar la desgracia, la ignorancia o las
necesidades elementales de una persona dramática, con la que el público se
identifica.
Personajes
La corta duración del paso afecta también a los personajes, reduciendo el número de
los mismos y su complejidad. Son meros tipos.
Discípulos de Lope de Rueda
Timoneda
Autores: destacan Juan de la Cueva (teatro experimental) y Cervantes (El trato de Argel y
El cerco de Numancia).