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Psicología de la sexualidad

capítulo 3
páginas 55 - 74
Jainy Guzmán
Unad
Marzo
2018
CAPITULO 3: IDENTIDAD SEXUAL
Introducción
la sexualidad es todo lo relacionado con la sexuación, referente a las especies que eligieron
el sistema de reproducción sexual.
Según Katchadourian el concepto de sexualidad humana, se divide en dos partes:
La identidad: como teoría acerca de sí mismo, que es inevitablemente sexuada.
La motivación sexual: generadora de la búsqueda de placer erótico.
Los postulados conservadores respecto a la sexualidad mantienen la idea de que la
sexuación produce dos tipos claramente definidos, hombres y mujeres, que funcionan
conforme a los estereotipos establecidos. La variabilidad tolerada por esta idea es mínima,
por ello cualquier diferencia física o psicológica respecto al tipo sexual se considera
anormal o una desviación, y tiende a estigmatizarse.
La idea del desdoblamiento significa que, lejos de considerar la masculinidad y la
feminidad como compartimentos estancos incomunicados entre sí, como polos opuestos, los
seres humanos partimos de estructuras sexuales comunes. Ya desde las bases biológicas
podemos comprobar cómo cada sexo tiene representado en sí mismo elementos atribuibles
al otro. La biología, por tanto, aporta conocimientos esenciales para comprender la
diversidad sexual humana.
Cada ser humano desarrolla su propio proceso que es único e irrepetible. El cuerpo
es la base en la que se asienta el concepto de sí mismo que es inexorablemente
sexuado.
La cultura ha ido generando prescripciones acerca del modo adecuado de ser mujer
u hombre y de lo que se espera de cada grupo sexual. «género», Las diferencias
forjadas por el proceso de diferenciación sexual se convierten en desigualdad.
Un concepto clave para la Psicología de la sexualidad es la «integración ». Resulta
particularmente interesante la experiencia personal del modo de ser mujer u
hombre en toda su diversidad, el autoconcepto que las personas desarrollan, las
variables que intervienen, las dificultades que acontecen. es decir la valoración
subjetiva en sentido positivo o negativo, en relación con la aceptación y la
adecuación al modo personal de sexuación.
Todo ello con el fin de poder comprender en qué consiste el desarrollo de la
sexualidad humana y sus implicaciones personales, interpersonales y
socioculturales. En definitiva, desde la perspectiva de la Psicología de la
sexualidad, lo que nos interesa es el bienestar de las personas en relación a su
sexuación, lo cual no resulta sencillo.
Sexo y género. Algunas aclaraciones conceptuales
 los herederos de la «Escuela de Berlín »: defendió la sexología como una ciencia
autónoma, compendio de otras afines, cuyo objeto es el estudio del «hecho
sexual humano» (Amezúa, 1979).
 Money: la identidad sexual no depende solo de la constitución biológica, sino
fundamentalmente del efecto del tratamiento que se le dé al bebé en función de
la rotulación que se haga a partir del sexo atribuido. Es por esto por lo que
utilizó el concepto género (gender) puesto que, según este autor, son las
atribuciones culturales al sexo las que explican la adquisición de la identidad
sexual, lo denominó «sexo de crianza».
 LeVay, 1993: El sexo constituye la base biofisiológica de sexuación que tiene una
influencia evidente en la constitución de la identidad individual, relacionada con
la imagen corporal y con lo que podemos denominar la sexualización cerebral.
 Martínez Benlloch (1999): considera al género como una categoría de relación.
Hace referencia a la especificidad de rasgos y características psicosociales
asociados a la dicotomía sexual.
 Juan Fernández (1988): se refiere a «sexo» como la variable compleja, implica
unos procesos de sexuación prenatales de tipo fundamentalmente biológico
(niveles genético, endocrino y neurológico) a la par que un desarrollo a lo largo
del ciclo vital de carácter eminentemente psicosocial en su doble vertiente de
la consideración del sexo como «variable estímulo» la interacción
comportamental en función del estímulo «sexo» y de su consideración como
«variable sujeto»: las variables de personalidad, aptitudinales, etc., y el
desarrollo sexual en cuanto tal.
 Juan Fernández (1988): indica que el «género» hace referencia a una realidad
compleja fundamentalmente psicosocial, que se asienta, en un comienzo, en la
variable sexo y que interactúa continuamente con ella a lo largo de todo el ciclo
vital. El estudio de roles, estereotipos, masculinidad y feminidad, etc., se
encuadrarían dentro de esta realidad de género.
Identidad sexual y de género en el seno de la identidad
globalmente considerada
La fecundación del óvulo inicia el proceso de sexuación en la primera de sus etapas que se desarrolla
a lo largo del periodo intrauterino. Al final de este periodo el organismo ha sido sexuado en sus
diferentes niveles, genético, gonadal, gonofórico, hipotalámico hipofisario, etcétera.
Desde el punto de vista psicológico se abren todos los procesos de desarrollo evolutivo como el
cognitivo, el socio-afectivo y la socialización entre otros.
El elemento más crucial del desarrollo personal es la génesis del «yo», la conciencia de uno mismo,
la identidad personal. La conciencia de sí mismo no es algo que exista desde el principio. Es una
realidad que, aunque inicie su formación de manera muy temprana, requerirá de un largo proceso
para su consolidación.
 El psicoanálisis explicó el yo como la instancia psíquica que debe
resolver el conflicto entre los deseos y las normas externas, entre
el ello y el superyó.
 Wallon: consideraba al yo como una «bipartición íntima» de las
relaciones con los otros.
 Vygotski: pensaba que la individualidad se refracta a través del prisma de las relaciones
con otras personas.
 Palacios (1999): el estudio del yo estuvo poco menos que vedado por la aparición del
predominio del conductismo, al cual no le interesaban los procesos internos sino la
conducta observable, es decir, la relación estímulo-respuesta y sus consecuencias.
 Piaget: consideraba al niño como un ser fundamentalmente egocéntrico centrado en la
construcción del pensamiento.
 a teoría del apego propuesta y desarrollada a lo largo de las cuatro últimas décadas del
siglo xx ofrece un marco teórico de gran solvencia para la comprensión del desarrollo
del yo y sus interacciones socioafectivas.
 La génesis del yo ocurriría en el proceso de vinculación afectiva con la persona
cuidadora. En esta relación surge el modelo interno (internal working model)
que está compuesto por el modelo de sí mismo y el modelo de los otros (Bowlby,
1969).
 La identidad Se basa, en el desarrollo cognitivo pero tiene una naturaleza
mucho más psicosocial. Se trata de la integración en un todo razonablemente
coherente, del pasado, del presente, y de los deseos y aspiraciones de futuro
(Palacios, 1999). La identidad es la teoría de sí mismo que la persona desarrolla
a través de su experiencia, especialmente en la relación con otras personas.
«identidad existencial» que se refiere al yo en cuanto sujeto, la conciencia del sí
mismo distinto de los demás, una entidad propia que permanece a través del
tiempo.
«identidad categorial » que, en cuanto objeto, se refiere a las categorías por las
cuales uno puede definirse a sí mismo.
 la identidad sexual es una categoría permanente del yo (López, 1988).
 La autoestima: Los teóricos e investigadores de la autoestima debaten sobre si debe
considerarse como una dimensión global o esta está compuesta por dimensiones
diferentes.
 Desde el punto de vista del desarrollo psicosexual, la autoestima en relación con la
identidad sexual y de género es una cuestión sumamente relevante para el bienestar
personal, se trata de una valoración de nuestro modo de ser mujeres u hombres que
puede tener signo positivo o negativo, la sociedad es extremadamente exigente respecto
a los modelos sexuales.
 La identidad sexual es un juicio (soy mujer, soy hombre) sobre la propia figura corporal,
basado en las características biológicas (genitales, figura corporal).
 La identidad de género es un juicio de autoclasificación como hombre o como mujer, en
base a las atribuciones que las diversas culturas han ido aplicando a los sexos biológicos.
Los elementos de la identidad de género provienen de los roles atribuidos a cada sexo.
 La socialización la «obliga» de algún modo a interiorizar las prescripciones (contenidos de
género) que la sociedad le marca en función de su sexo.
 Respecto a la identidad, globalmente considerada, es la síntesis de ambas que no pueden
excluirse mutuamente. Lo que realmente nos interesa es el «modo» en que uno se
percibe a sí mismo o a sí misma, como mujer u hombre, más allá de los estereotipos.
Los roles de género
rol de género: se refiere al papel (en el sentido del actor o actriz) que desempeñan
las personas respecto a su identidad sexual y de género. Se trata de la expresión
comportamental de la propia identidad de género del modo en que cada persona se
sitúa como mujer u hombre.
Antiguamente, los roles se asignaban en relación con las funciones que cada sexo
desarrollaba. Al hombre se le asignaba el rol de trabajador que hace posible el
mantenimiento y defensa del núcleo familiar; a la mujer la crianza y los
comportamientos compatibles con ella.
Masculinidad-feminidad son conceptos contrapuestos, excluyentes entre sí y
fuertemente estereotipados. Lo masculino ha sido socialmente mejor valorado,
ostenta superioridad, dominio y privilegios. Lo femenino ha sido peor valorado se
considera como algo subsidiario, de segundo orden y al servicio de la masculinidad.
 La psicología clásica en realidad no ha hecho mayores aportaciones:
 Parsons (1955) caracteriza la masculinidad como una orientación «instrumental», una forma de conocer
focalizada en resolver problemas, mientras la feminidad era vista como una orientación «expresiva»
tendente a mantener intereses afectivos por los demás y a favorecer la armonía del grupo.
 Bakan asocia masculinidad con una orientación activa más centrada en intereses individuales y la feminidad
como una orientación «comunitaria» más concentrada en la relaciones de uno mismo con los demás.
 Erikson (1968) afirma que las diferencias anatómicas genitales (órganos externos en los hombres e internos
en las mujeres) representan simbólicamente las diferencias psicológicas.
 El hombre inclinado hacia el trabajo, lo que puede hacer construyendo o destruyendo. La mujer con una
orientación más ética, más preocupada por buscar la paz y más inclinada a acoger a los demás.
Modelo de congruencia
La congruencia consiste en que a una sexuación masculina
(un cuerpo de hombre) le corresponde la masculinidad
como rol de género y a una sexuación femenina (un cuerpo de
mujer), la feminidad.
«modelo de congruencia». Para este, masculinidad y feminidad
son dos dimensiones presentadas como polos opuestos en un mismo continuo.
Las personas con mayor congruencia entre su sexo y su género serían las psicológicamente
más «sanas». Algunos inventarios de personalidad mantienen este criterio.
No cabe duda de que estas posiciones en la actualidad son difíciles de mantener porque no
contemplan la diversidad de la sexuación humana, ni los cambios que la modernización y los
avances sociales y tecnológicos están produciendo en las relaciones entre las mujeres y los
hombres.
El gran error del modelo de congruencia latente en los planteamientos ideológicamente más
conservadores ha consistido en identificar la instrumentalidad como lo masculino y la
expresividad como lo femenino.
Modelo actual o de androginia
Este modelo mantiene que la masculinidad y la feminidad no se pueden explicar
como dos polos de un mismo continuo, sino como dos dimensiones independientes.
Estas dimensiones pueden estar presentes en cualquiera de los sexos. Por ello,
este modelo se plantea como ortogonal y bidimensional.
«instrumentalidad»: Interés por lo que uno puede construir o destruir,
impulsividad, independencia, competitividad, predisposición al riesgo, capacidad
para el liderazgo, capacidad de toma de decisiones, iniciativa, etc.
«comunalidad» o «expresividad» se identifica por el interés por el cuidado del
grupo, empatía, dependencia, tendencia a la cooperación, apertura, afectuosidad,
ternura, compasión, sensibilidad hacia las necesidades del otro, etc.
El modelo actual o de androginia mantiene que ambos polos, instrumentalidad y
expresividad, pueden estar presentes en cualquiera de los dos sexos, siendo así
que las personas que mejor integren ambas dimensiones serán psicológicamente
más saludables porque poseerán mayor capacidad de adaptación
La combinación de los distintos modos de sexuación (sexo) y las dimensiones
instrumentalidad y expresividad (género) generan una resultante que constituye el
modo, la manera particular de situarse en el mundo como mujer o como hombre,
considerando que hay tantas formas de serlo como seres humanos.
Ello en definitiva explica la enorme flexibilidad y ductilidad del proceso de
sexuación, el origen de la diversidad sexual humana. Es su estudio lo que interesa a
la Psicología de la sexualidad.
BIBLIOGRAFIA

 Gómez, J.(2014) Psicología de la sexualidad, Difusora Larousse- Alianza


editorial. Recuperado de
http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/detail.action?docID=11038
661&p00=sexualidad

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