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Cuando alimentamos
rencores por heridas
pasadas. La amargu-
ra trae consigo ce-
los, disensiones e
inmoralidad. Cuando
desacuerdos el Espíritu Santo lle-
na nuestra vida, pue-
de sanar la herida
resentimiento que causa la amar-
gura.
La amargura hace olvidar toda buena obra que Dios y
las personas hayan hecho en nosotros. Es un semi-
llero fértil del enemigo.
RESENTIMIENTO
LA AMARGURA
ODIO FÁCILMENTE
IRA LA VEMOS EN
LAS DEMÁS,
PERO SE NOS
CELOS HACE DIFÍCIL
IDENTIFICAR-
LA EN
NOSOTROS.
Efesios 4:30-32.
Y no contristéis al
Espíri-tu Santo de Dios,
con el cual fuisteis
sellados pa-ra el día de
la redención. Quítense
de vosotros to-da
amargura, enojo, ira,
gritería y maledicencia, y
toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros,
misericordiosos, perdo-
nándoos unos a otros,
como Dios también os
perdonó a vosotros en
Cristo.
CAUSAS DE LA AMARGURA
1.Cuando se nos ha sido quitado algo o hemos perdido
a alguien.
•Queja y murmura-
ción continua de las
circunstancia de la
vida en contra de
otras personas.
c. La ceguera no
nos permite ver a
otros como son en
realidad.
2. Las relaciones rotas causan insensibilidad.
a. La vida
se centra
alrededor
de uno
mismo.