La principal fuerza que motiva al hombre es la lucha por encontrar sentido a su propia vida.
Solo tu pedes encontrar este sentido de
vida, el cual puede cambiar pero nunca deja de existir, debemos buscarlo. La búsqueda del sentido de la vida nace de una tensión y no del equilibrio
Esta tensión se llama frustración o
vacío existencial y es un requisito para la salud mental y un logro humano.
“Lo que el hombre realmente necesita
no es vivir sin tensiones sino esforzarse y luchar por una meta que le merezca la pena.” No sirve de nada huir de la frustración existencial, debemos enfrentarla y encontrar un sentido a nuestra vida.
Cuando los arquitectos quieren
apuntalar un arco que se hunde, aumentan la carga encima de él, para que sus partes se unan con mas firmeza. El vació existencial que presenta la humanidad en la actualidad se debe a dos perdidas importantes: –Instintos animales básicos, que dan seguridad –Tradiciones que nos indicaban que se debía de hacer.
Esto lleva al conformismo o
totalitarismo El vacío existencial se enmascara con deseos de poder (Dinero) o placer (hedonismo)
Debemos tomar responsabilidad
de nuestra existencia y no culpar a otros o a las circunstancias.
Solo tu puedes encontrar un
sentido a tu vida, incluso en las peores situaciones ¿Cuál es el sentido de la vida?
¿Cuál es la mejor jugada del
ajedrez? El sentido de vida se puede descubrir en 3 modos distintos
–Realizar una acción
–Teniendo algún principio –El sufrimiento “Quien tiene un porque puede soportar cualquier como” Logoterapia La logoterapia es un método de tratamiento psicoterapéutico que parte del espíritu y está centrado en la búsqueda del sentido; de allí su nombre: el “logos” Su fundador es Viktor Frankl, Médico, neurólogo y psiquiatra que durante la segunda guerra mundial sobrevive a cuatro campos de concentración. La logoterapia mira hacia el futuro y no busca en el pasado fuerzas deterministas La logoterapia mira más bien al futuro es decir a los cometidos y sentidos que el paciente tiene que realizar en el futuro por eso Frankl afirma que "el hombre es hijo de su pasado pero no esclavo de su pasado y es padre de su porvenir". La logoterapia nos llama, como terapeutas, a ser oftalmólogos y no pintores