Interpretacin del libro de

Apocalipsis
 Propsito del libro
Mostrar que Juan es el autor del libro del
Apocalipsis y que los acontecimientos que le
fueron revelados, le fueron dados en el
contexto del gran conflicto y de la cosmovisin
de la segunda venida de Cristo, del remanente
y del santuario.
 Autor y fecha de composicin
El autor se identifica as mismo como Juan
(Apoc. 1:4,9, 21:2, 22:8). Todos los
estudiosos de las Escrituras estn de acuerdo
que Juan el discpulo amado de Jess, es el
autor del libro y el nico sobreviviente de los
discpulos del Seor. Era tan conocido por las
iglesias cristianas de su tiempo que bastaba
con identificarse con la sencilla declaracin:
Juan vuestro hermano (Apoc. 1:9).
 El testimonio de los primeros escritores cristianos
es casi unnime en el sentido de que el libro de
Apocalipsis fue escrito durante el reinado del
emperador Domiciano (81-96 d.C.).

En 95, Domiciano ejecut a

Flavio Clemente, primo suyo.
La historia acusa a Domiciano
de llevar un rgimen de terror
(persigui a los cristianos y a los
judos).
 El escritor Victoriano que muri cerca al ao
303 d.C. dice: Cuando Juan vio estas cosas en
la isla de Patmos, condenado a la labor de las
minas por el Cesar Domiciano, all vio el
Apocalipsis (Padres Ante nicenos, Tomo VII, pg. 353).
 Eusebio de Cesarea quien vivi
aproximadamente por el 320 d.C., registra que
Juan fue enviado a Patmos por Domiciano y
fue soltado por su sucesor Nerva
(Historia Eclesistica libro III, prrafo 20, vers. 8,9).
Tours por la Isla de Patmos
 Fue aqu alrededor de los aos 95 y 96 de nuestra era, en un
da sbado en el da del Seor (Apoc. 1:10), que Jess visit
a Juan su amigo para mostrarle las cosas que deben suceder
prontoy las que han de ser despus de estas (Apoc. 1:1,
19). Realmente Juan nunca estuvo slo, su amado Maestro
no slo estaba con l, sino tambin con su Iglesia que se
encontraba ante la ms fiera amenaza de la persecucin y
necesitaba de una nueva revelacin de Jesucristo.
 Por lo tanto las visiones reveladas a Juan llenaban una
necesidad especfica de aliento y fortaleza para los cristianos
que se negaban a adorar al emperador y de manera especial
para los cristianos de los ltimos tiempos que tendrn que ser
confrontados con la misma amenaza de muerte por la nueva
Roma.