con la privacin tena cuatro alternativas. En primer lugar poda embrutecerse hasta ser efectivamente un ser determinado. O poda, en segundo trmino, aceptar los hbitos predominantes en la sociedad capitalista, y entrar en la guerra de todos contra todos. En tercer lugar, el trabajador podra robar la riqueza del rico. Su mente no alcanzaba a comprender por qu l que, sin embargo, haca ms por la sociedad que un rico holgazn, deba sufrir en tales condiciones. La miseria venca su natural respeto por la propiedad; y robaba el robo era la ms incivil e inconsciente forma de protesta. Engels sostena que el trabajador podra luchar por el socialismo. El delito puede ser producto del completo embrutecimiento por fuerzas sociales que golpean al agente, puede derivarse del voluntarismo del individualismo competitivo, o bien puede representar una forma primitiva de conciencia, fcilmente quebrada por la reaccin social de la clase dominante. La determinacin de la criminalidad es ms bien cosa derivada de la INDIGNACIN MORAL Los integrantes de la clase trabajadora tambin tienen un considerable inters en la nocin de la justicia social; quieren una retribucin equitativa de su trabajo, y estn en contra de quienes obtienen dinero fcil parasitariamente mediante el esfuerzo ajeno. La indignacin moral de los desposedos contra quienes alcanzan la opulencia en tales condiciones surge de un sentimiento completamente correcto de desazn, una interpretacin ajustada de sus propias posibilidades en semejante sociedad. El delincuente es un utilsimo chivo expiatorio que se enva como blanco de la sensacin de injusticia de los oprimidos- y constituye un blanco realista, en el sentido de que a menudo acta efectivamente contra los intereses de la clase. La gente trata de creer en una justicia final, por ms que su experiencia cotidiana la desmienta.