INES

ARREDONDO

BIOGRAFA
"...No escrib por
oficio, sino por la
literatura misma
(...) La literatura
es un juego vital,
una
bsqueda
intensa en la que
el
escritor
se
juega el alma.
(1979)

OBRA
No es tan extensa l a
obra literaria de Ins
Arredondo, sin embargo
sus tres libros, donde
nicamente
trabaj
cuento,
poseen
una
calidad
literaria
invaluable. Sus libros son:
La Seal (1965)
Ro subterrneo (19791)
con l obtiene el Premio
Xavier Villaurrutia.
Los espejos(1988).

CUENTO
Detrs de lo que
dices, adems de
la
historia
que
cuentas, tienes que
decir algo que no
se puede decir,
como poesa, en
palabras

Julio Cortzar, por

ejemplo, equipara
la creacin de un
cuento a la tarea
de modelar una
esfera de arcilla.

Charles
May,
define la visin
cuentstica
diciendo que el
cuentista ve las
cosas a la luz de un
flash

LA PERVERSIN EN INS
ARREDONDO
La perversin es un
desvo del sentido
correcto
de
las
cosas. La palabra
latina vertere da,
en espaol, verter:
hacer girar, dar
vuelta,
derribar,
cambiar, convertir
(Corominas, 1983:
790)

Perversiones
de objeto

Sexualidad
Perversiones
de fin

mbitos de
la
perversin
Jurdico

Violacin,
pedofilia,
crimen

Pedofilia,
incesto,
autoerotismo,
homosexualidad
Exhibicionismo,
voyerismo,
sadismo,
masoquismo

APUNTE GTICO

 Cuando abr los

ojos vi que tena
los suyos fijos en
m.
Mansos.
Continu igual, sin
moverlos, sin que
cambiaran
de
expresin, a pesar
de que me haba
despertado

Relacin visual.
No
hay
agresividad, ni
dominio en la
mirada.
Contemplaci
n

 Su
cuerpo
desnudo,
medio
cubierto por la sbana, se vea
inmenso sobre la cama. La vela
permaneca encendida encima de
la mesita de noche del lado
donde l estaba, y su luz haca
difusos los cabellos de la cabeza
vuelta hacia m, pero a pesar de
la sombra sus ojos resplandecan
en
la
cara.
La
claridad
amarillenta acariciaba el vello de
la cncava axila y la suave piel
del costado izquierdo; tambin
haca salir ominosamente el bulto
de los pies envueltos en la tela
blanca, como si fueran los de un
cadver

La voz que narra

decide observar el
cuerpo y apreciar
cmo la llama de la
vela