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Cuento minsculo Cuentculo
Orgenes
Caractersticas
Pirueta de agudeza. Para diferenciarlos de los aforismos, las frases lapidarias o los miniensayos, deben cumplir los principios bsicos de la narratividad.
Mxima concentracin.
Ejercicios de reescritura, minsculo laboratorio de experimentacin del lenguaje, ambiciosa pretensin de encerrar en unas lneas una visin trascendente del mundo. No habr en todo esto un poco de pereza? Augusto Monterroso parece sembrar la duda cuando escribe: "Lo cierto es que el escritor de brevedades nada anhela ms en el mundo que escribir interminablemente largos textos en que la imaginacin no tenga que trabajar, en que hechos, cosas, animales y hombres se crucen, se busquen o se huyan, vivan, convivan, se amen o derramen libremente su sangre sin sujecin al punto y coma, al punto".
Sancho Panza, que por lo dems nunca se jact de ello, logr, con el correr de los aos, mediante la composicin de una cantidad de novelas de caballera y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de s a su demonio, al que luego dio el nombre de Don Quijote, que ste se lanz irrefrenablemente a las ms locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron dao a nadie. Sancho Panza, hombre libre, sigui impasible, quizs en razn de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y til esparcimiento.
Kafka
El drama del desencantado que se arroj a la calle desde el dcimo piso, y a medida que caa iba viendo a travs de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeas tragedias domsticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no haban llegado nunca hasta la escalera comn, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle haba cambiado por completo su concepcin del mundo, y haba llegado a la conclusin de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa vala la pena de ser vivida. Gabriel Garca Mrquez
Cuento que me cont una vez mi hija Adriana fastidiada de que le pidiera un cuento: HABA UNA VEZ UN COLORN COLORADO