Martín Bianchi repasa los detalles de la pedida de mano de Tamara Falcó, desvela el nivel de cordialidad (bajo) entre consuegras y explica que la presencia de Enrique Iglesias en la boda de su hermana no puede darse por garantizada por su fobia a las exclusivas, por más que no dudemos de que el momento estelar del enlace sería que él cantara "Experiencia religiosa". Además, la sección de Martín coincide con la marcha del emérito de regreso a Abu Dhabi. Nos preguntamos si el mejor dentista de España pudiera estar en Vitoria o hay alguna otra razón para que el rey emérito pase por la ciudad en la que vive Iñaki Urdangarín. Alguna razón relacionada con un divorcio real. No el de los eméritos, claro, porque ellos siguen la antigua tradición borbónica de separarse pero no divorciarse. O sí, porque, al fin y al cabo, las capitulaciones de los matrimonio reales son secretas y su libro de familia es especial, y se guarda en una caja fuerte a la que solo tienen acceso autoridades del estado como el ministro de justicia y notario mayor del reino. Se nos ocurren unas cuantas preguntas para la que no sabemos si tendrá respuesta fácil Pilar Llop.