Gracias al análisis del ADN antiguo podemos mirar a nuestro pasado remoto con otros ojos. Entre los hallazgamos más recientes, se ha podido determinar que el suroeste de la península ibérica constituyó, muy probablemente, el único refugio en lo más crudo del último máximo glacial,o comprobar que fue hace 9 mil años cuando llegan a Europa los pobladores que acabarían predominando en todo el territorio gracias a sus nuevos hábitos de vida y que hoy conocemos como neolítico. Nos lo cuenta Vanessa Villalba Mouco, investigadora en el Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck