13 de marzo del año 2009, Moratalaz, se recibe una llamada al SUMMA 112 (Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid), pidiendo una unidad de emergencias para atender a un hombre de 57 años hallado sobre la cama en situación crítica. Lamentablemente, fallecería minutos después resultado de un edema pulmonar producido por una depresión del sistema nervioso, probablemente por la ingesta de algún tipo de fármaco que se determinaría en el informe posterior a la primera autopsia.

La escena no muestra signos de forcejeo, pero si denota que se ha realizado un registro con aparente intención de robo, se inicia la investigación de un presunto delito de homicidio por parte del grupo 5 de homicidios de Madrid, pero cual será su sorpresa, que al indagar datos sobre el principal sospechoso se topan con que el caso se cruza con otra investigación abierta de la policía judicial por homicidio. Éste, producido el 22 de abril del 2007 con idéntico modus operandi, se situa a la misma persona investigada, por lo que el cerco se estrecha para su detención y la imputación de sendos delitos, más incluso de los que el equipo de investigación podría esperar en un primer acercamiento.