61 min de escucha
63. Cicatrices emocionales
valoraciones:
Longitud:
35 minutos
Publicado:
28 oct 2022
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
“No es la absoluta perfección lo que atrae, ni en lo físico ni en lo mental”. Todos tenemos fracturas y el Kintsugi es casi una filosofía de vida que habla de reconciliarse con la imperfección. La belleza del kintsugi no está en la belleza física sino en lo que significa. En una época dominada por el consumismo y la obsolescencia programada, lo más probable es que si se te cae la taza del desayuno, te resignes a recoger sus pedazos y los tires a la basura. Los humanos venimos de fábrica con una OBSOLESCENCIA PROGRAMADA, EL ENVEJECIMIENTO, pero no podemos tirar seres humanos a la basura hoy en día. El poeta Rumi decía: “LA HERIDA ES EL LUGAR POR DONDE ENTRA LA LUZ”. Este concepto de fractura como inicio de cambio, es muy potente según algunos psicólogos, ya que tendemos a recordar mejor los eventos traumáticos. Así que esta técnica se ha convertido en una potente metáfora de la importancia de la resistencia y usar la ruptura para empezar de nuevo: igual que una cicatriz nos ayuda a recordar algo que paso, utilizar las cicatrices emocionales para mejorar y como punto de partida para empezar de nuevo.La filosofía kintsugi nos enseña que todos podemos reconstruirnos y centrarnos en nuestros puntos fuertes. En vez de usar polvo de oro o laca, debemos fomentar nuestra autoestima, descubrir por nosotros nuestras habilidades y ser bondadosos con todos, pero sobre todo con nosotros. Tenemos que ser resilientes y ver cómo aprender del dolor o los errores; esta es la mejor virtud que podemos tener siempre.
Publicado:
28 oct 2022
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (40)
1. Cómo nos enganchamos a la tecnología y herramientas para un uso saludable: ¿Por qué estamos tan enganchados a la tecnología? ¿Qué ocurre realmente en nuestro cerebro cuando navegamos por el mundo digital? Las redes nos aportan un flujo inagotable de información, interacciones con los demás, likes…en definitiva, RECOMPENSAS... de De Piel a Cabeza