Nora es una mujer que demuestra con hechos que no hay imposibles. A los 4 años le diagnosticaron una distrofia muscular poco común llamada Miopatía Nemalínica, una enfermedad congénita que afecta los músculos del cuerpo, la cual se desarrolló principalmente en sus piernas, manos, gestos faciales y sistema respiratorio. Es un padecimiento muy raro que se estima le pasa a 1 en 50,000 personas. Pasó por biopsias, tratamientos, rehabilitaciones y por una operación a los 14 años para corregir sus pies ya que le era muy difícil poder caminar. Para este punto, Nora ya tenía conciencia de su enfermedad y entró en una depresión que le provocó tristeza, cansancio, pena y enojo haciéndola sentir fea e insegura, aunado a las limitaciones físicas que le provocaba la enfermedad. Conforme fue creciendo y aceptando su realidad, tomó la decisión de salirse de su ciudad natal para irse a estudiar fuera lo cual fue un gran acierto, pues ahí empezó su sanación emocional. Inició un proceso de apoyo psicológico que la hizo darse cuenta de que su físico era lo de menos y que lo realmente importante era lo que reflejaba desde su interior. Hoy ella está consciente de que, en efecto, la enfermedad física te pone obstáculos, pero también sabe que la mente es mucho más poderosa. Nora ha vencido todos los pronósticos y está convencida de que somos lo que elegimos ser. Una historia de transformación, determinación, fe y valentía.

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