Al Real Madrid de esta temporada solo le queda un paso más, la guinda, como se quiera llamar, para cerrar una edición irrepetible de la Champions League. Las remontadas en las eliminatorias contra PSG, Chelsea y Manchester City merecen un más que destacado escalón en tan histórica competición. Pero de conseguir la victoria en la final contra el Liverpool de Klopp, Salah y compañía, el hito escalaría cotas que posiblemente no se puedan alcanzar, no solo en el fútbol sino en el deporte de mayor grado competitivo. En esta ocasión no estará el factor Santiago Bernabéu a favor de los de Carlo Ancelotti, pero en una final de Champions League no se necesitan más estímulos. Lo analizamos con Aritz Gabilondo y Luis Nieto.