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¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo? James Robinson, english version
¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo? James Robinson, english version
valoraciones:
Longitud:
42 minutos
Publicado:
30 oct 2020
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
El 29 de octubre de 2020, la Fundación Rafael del Pino organizó la conferencia “¿Por qué en algunos países florece la libertad y en otros el autoritarismo?”, impartida por James E. Robinson, Reverend Dr. Richard L. Pearson Professor of Global Conflict Studies, University Professor y director del Pearson Institute de la Universidad de Chicago, con motivo de la presentación de su libro “El pasillo estrecho”.
Según el profesor Robinson, los seres humanos quieren vivir en libertad. John Locke entiende que la liberad es un estado en el que las personas pueden actuar y disponer de sus posesiones sin tener para ello que depender de otras personas o pedirles permiso. Vivir en libertad es una aspiración del ser humano. La libertad, sin embargo, se define de una forma u otra dependiendo del lugar del mundo en el que viva una persona.
Si todo el mundo aspira a vivir en libertad, ¿por qué falta tanta libertad en el mundo? La libertad escasea cuando un estado muy poderoso domina a la sociedad, por ejemplo, China en la actualidad. Allí, el gobierno ha colocado miles de cámaras por las calles, en un sistema tremendo de control de la sociedad que nos recuerda al Gran Hermano de Orwell que nos está observando. El estado chino es un estado que no tiene que rendir cuentas ante la sociedad con la capacidad tecnológica que tiene para erradicar la libertad.
En otras partes del mundo, el estado no tiene ese tipo de presencia mayúscula. Su presencia es mínima, pero eso no garantiza la libertad. Es el caso de Yemen. El estado casi no existe allí, ni domina a la sociedad, que está organizada en sus tribus, clanes y redes. El estado no controla Yemen, pero allí tampoco hay libertad.
El sociólogo Max Weber define al estado como la comunidad humana que se hace con el monopolio de la violencia en un territorio concreto. En China tiene ese monopolio y lo ejerce, pero en Yemen el monopolio de la violencia está en manos de la sociedad. Esa situación yemení tampoco da lugar a la existencia de libertad, por dos razones. La primera tiene que ver con lo que dice Hobbes en ‘Leviatán’, esto es, que una sociedad sin un estado quiebra porque se producirá una situación de guerra. La guerra es un temor continuo, un peligro de perder la vida, una vida que resulta solitaria, desagradable y corta. Esto no permite que la libertad florezca. En este contexto, en Yemen y en otras sociedades parecidas, surgen normas para impedir que haya guerras, pero esas normas también obstaculizan la libertad, constituyen la segunda razón que impide su surgimiento.
Lo que permite que aparezca la libertad y que florezca es la existencia de un equilibrio entre estado y sociedad. En Yemen hay una sociedad fuerte y un estado débil, con lo que no hay libertad. En China hay un estado fuerte y una sociedad débil, con lo que tampoco hay libertad. En medio de este pasillo estrecho emerge un equilibrio entre estado y sociedad, que compiten entre sí y, al hacerlo, esa competencia impulsa a ambos para que sean fuertes y estén en equilibrio. La libertad surge en ese pasillo gracias al equilibrio entre estado y sociedad. Fuera de él se restringe la libertad. Cuando hay equilibrio entre estado y sociedad emerge el Leviatán encadenado con grilletes.
Desde esta perspectiva, ¿por qué hay más libertad en Europa del norte y en Norteamérica? Para responder a esta cuestión hay que acudir a la historia y remontarse mucho tiempo atrás hasta el imperio romano. El historiador romano Tácito intentó comprender por qué los romanos nunca consiguieron conquistar a los pueblos germanos, y la respuesta la halló en las instituciones germanas. Entre ellos, los asuntos menos importantes los debatían sus jefes y los resolvían ellos mismos, pero los asuntos importantes se debatían en la asamblea de la tribu. Este es un modelo muy participativo de gobernanza. Cuando se produce la caída del imperio romano, los germanos y los francos fusionan este sistema con las instituciones romanas, es decir, el derecho, la iglesia, etc., pero
Según el profesor Robinson, los seres humanos quieren vivir en libertad. John Locke entiende que la liberad es un estado en el que las personas pueden actuar y disponer de sus posesiones sin tener para ello que depender de otras personas o pedirles permiso. Vivir en libertad es una aspiración del ser humano. La libertad, sin embargo, se define de una forma u otra dependiendo del lugar del mundo en el que viva una persona.
Si todo el mundo aspira a vivir en libertad, ¿por qué falta tanta libertad en el mundo? La libertad escasea cuando un estado muy poderoso domina a la sociedad, por ejemplo, China en la actualidad. Allí, el gobierno ha colocado miles de cámaras por las calles, en un sistema tremendo de control de la sociedad que nos recuerda al Gran Hermano de Orwell que nos está observando. El estado chino es un estado que no tiene que rendir cuentas ante la sociedad con la capacidad tecnológica que tiene para erradicar la libertad.
En otras partes del mundo, el estado no tiene ese tipo de presencia mayúscula. Su presencia es mínima, pero eso no garantiza la libertad. Es el caso de Yemen. El estado casi no existe allí, ni domina a la sociedad, que está organizada en sus tribus, clanes y redes. El estado no controla Yemen, pero allí tampoco hay libertad.
El sociólogo Max Weber define al estado como la comunidad humana que se hace con el monopolio de la violencia en un territorio concreto. En China tiene ese monopolio y lo ejerce, pero en Yemen el monopolio de la violencia está en manos de la sociedad. Esa situación yemení tampoco da lugar a la existencia de libertad, por dos razones. La primera tiene que ver con lo que dice Hobbes en ‘Leviatán’, esto es, que una sociedad sin un estado quiebra porque se producirá una situación de guerra. La guerra es un temor continuo, un peligro de perder la vida, una vida que resulta solitaria, desagradable y corta. Esto no permite que la libertad florezca. En este contexto, en Yemen y en otras sociedades parecidas, surgen normas para impedir que haya guerras, pero esas normas también obstaculizan la libertad, constituyen la segunda razón que impide su surgimiento.
Lo que permite que aparezca la libertad y que florezca es la existencia de un equilibrio entre estado y sociedad. En Yemen hay una sociedad fuerte y un estado débil, con lo que no hay libertad. En China hay un estado fuerte y una sociedad débil, con lo que tampoco hay libertad. En medio de este pasillo estrecho emerge un equilibrio entre estado y sociedad, que compiten entre sí y, al hacerlo, esa competencia impulsa a ambos para que sean fuertes y estén en equilibrio. La libertad surge en ese pasillo gracias al equilibrio entre estado y sociedad. Fuera de él se restringe la libertad. Cuando hay equilibrio entre estado y sociedad emerge el Leviatán encadenado con grilletes.
Desde esta perspectiva, ¿por qué hay más libertad en Europa del norte y en Norteamérica? Para responder a esta cuestión hay que acudir a la historia y remontarse mucho tiempo atrás hasta el imperio romano. El historiador romano Tácito intentó comprender por qué los romanos nunca consiguieron conquistar a los pueblos germanos, y la respuesta la halló en las instituciones germanas. Entre ellos, los asuntos menos importantes los debatían sus jefes y los resolvían ellos mismos, pero los asuntos importantes se debatían en la asamblea de la tribu. Este es un modelo muy participativo de gobernanza. Cuando se produce la caída del imperio romano, los germanos y los francos fusionan este sistema con las instituciones romanas, es decir, el derecho, la iglesia, etc., pero
Publicado:
30 oct 2020
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (40)
Progreso. 10 razones para mirar al futuro con optimismo. Johan Norberg, english de Conferencias Magistrales Fundación Rafael del Pino