Cuando crees ciegamente en lo que estás haciendo, y trabajas inquebrantablemente con la misión de aportar valor a los demás, a veces es mejor no ser primero. La mentalidad del emprendedor nos lleva a perseguir la primera posición en todo lo que hacemos, y esto de por sí no es malo (siempre y cuando no pierdas de vista tu propósito motivador único, o lo que te empuja a hacer lo que haces). Cuando uno no ocupa la primera posición es más fácil seguir una trayectoria ascendente. Sin embargo, cuando eres primero, es fácil descuidarse y pensar que ya has conseguido tu objetivo… Más recursos útiles sobre marketing online y negocios en Internet en www.OscarFeito.com.