Oskar Schindler nace el 28 de abril de 1.908 en Zwittau, zona de los Sudetes Checoslovacos. De familia adinerada, estudió ingeniería y sirvió en el ejército hasta que, una vez licenciado, se incorporó al negocio de los productos eléctricos. Con la llegada de Hitler al poder, actuó como espía del régimen nazi en Polonia. Sus múltiples relaciones con los oficiales alemanes le dan la oportunidad de establecerse en Cracovia, en donde adquiere una vieja fábrica metalúrgica que había sido requisada a una familia hebrea. Los nazis le proporcionan mano de obra barata reclutada entre los miles de personas que sufren el Holocausto. Oportunista, vividor y mujeriego, Schindler se enriquece a costa del sufrimiento ajeno hasta que presencia el horror del campo de concentración instalado en Cracovia. A partir de ese momento inicia su labor humanitaria en favor de los judíos que trabajan en su fábrica, consiguiendo evitar, mediante sobornos a oficiales de la SS, el traslado de más de mil de ellos al campo de concentración de Auschwitz. Después de la guerra y tras pasar unos años en Argentina, recibió la Cruz del Mérito del Estado de Israel. Murió en 1974.