Está en la página 1de 4

LA LENGUA CRISTIANA

Para aclara esta afirmación las sagradas escrituras testifican que todas aquellas personas que han
recibido el Espíritu Santo, están llenas del poder de lo alto y esto se ve reflejado en su forma de vida.
Viviendo de la misma manera de Jesucristo, obedientes a su palabra: "como hijos obedientes, no os
conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os
llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed
santos, porque yo soy santo." (1 Pedro 1:14-16). Ahora somos hijos obedientes, ya no estamos en esa
vida de ignorancia, por lo tanto nuestras palabras deben ser llenas de amor, palabras edifiquen, y que
sea de agrado para todas aquellas personas que nos escuchen:

• "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes". (Efesios 4:29).
No seas como las serpientes, me refiero al veneno que transmiten cuando intentan defenderse, ya sea
porque se sienten atrapadas o molestas, se han convertido en unos animales temidos por muchos.
Este recelo se ha generalizado estrepitosamente, sin tener en consideración que, por un lado, no
todas las serpientes son venenosas y que, por otro, dependiendo de la composición de esta toxina,
será mortal o, simplemente, ocasionará daños superficiales. Esto es referente a las serpientes, pero
las sagradas escrituras dicen que la lengua del hombre está llena de veneno mortal y nos enseña que
la lengua puede constituirse en una fuente de maldición o de bendición, conforme al uso que se le dé.
Como se expresa la persona tiene mucho que ver con su victoria o derrota espiritual. Existe un
tremendo poder latente en la lengua. El sabio Salmón dijo; La muerte y la vida están en poder de la
lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. (Proverbios 18:20).

• "La lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. Este pequeño fuego es capaz de
incendiar un bosque grande ningún hombre puede domar la lengua y lo peor de todo es que está llena
de veneno mortal". (Santiago 3:8).

Solamente el creyente sometido al Espíritu Santo es capaz de dominar su lengua. Sabemos que esto
es posible porque David dijo: Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua;
guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí. (Salmos 39:1). Qué bueno es
frenar nuestra lengua cuando le queremos decir tantas cosas a una persona que posiblemente lo
merece, gracias a Dios por llenarnos con su Espíritu Santo.

Job a pesar de sus muchas aflicciones dijo: Mis labios no hablaran iniquidad, ni mi lengua
pronunciará engaño (Job 27:4). Muchas personas hablan cosas necias cuando están acosadas por
problemas y como las serpientes cuando se sienten atrapadas o molestas intentan defenderse y
sueltan toda esa cantidad de veneno mortal contra su prójimo.

El creyente debe limpiarse de todos los pecados relacionados a la lengua, la mentira, la exageración,
la vanagloria, la calumnia, el chisme, las palabras obscenas, las palabras ofensivas, etc. Debe
cuidarse de tomar el Nombre de Dios en Vano, de palabras obscenas, de chistes vulgares, de frases
con doble sentido, etc.

• "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea para la necesaria edificación, a
fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios4:29)

• "Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira enojo, Malicia, blasfemia palabras
deshonestas de vuestra boca". (Colosenses 3:8)

• "No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres". (1 Corintios 15:33).
• "Porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto" (Efesios 5:12).

Debe cuidarse de gritería, blasfemia, maledicencia, contiendas de palabras, etc.

• "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia" (Efesios
4:31).

• "...Nos maldicen, y bendecimos..." (1 Corintios 4:12).

• "...Ni los maldicientes... heredarán el reino de Dios" (1 Corintios 6:10).

• "El hombre deslenguado no será firme en la tierra" (Salmos 140:11).

• "Hermanos nos os murmuréis los unos de los otros..." (Santiago 4:11).

• "Pero estos, hablando mal de las cosas que no entienden......." (2 Pedro 2:12).

• "Que a nadie difamen…" (Tito 3:2).

• "...Sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran" (1 Timoteo 5:13).

• "Sin leña se apaga el fuego. Y donde no hay chismoso, cesa la contienda" (Proverbios 26:20 con
v.22).

• "No andarás chismeando entre tu pueblo" (Levíticos 19:16).

• "El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo". (Proverbios
11:13).

• "Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas". (Proverbios
18:8).

• "...Y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego" (Apocalipsis 21:8).

• "No mintáis los unos a los otros..." (Colosenses 3:9).

• "...Para que mintiesen al Espíritu Santo..." (Hechos 5:3).

• "El testigo verdadero no mentira..." (Proverbios 14:5)

• "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso..." (1 Juan 4:20)

• "Seis cosas aborrece Jehová...la lengua mentirosa... el testigo falso... Y el que siembra discordia
entre hermanos". (Proverbios 6:16, 17,18).

Abraham es un ejemplo clásico del peligro que corremos por medio de la


deshonestidad. No reveló toda la verdad en cuanto a su relación a Sara.
No mintió, pero simplemente no dijo todo lo que sabía. La deshonestidad tiene graves consecuencias
"Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco
que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán
a mí, y a ti te reservarán la vida. Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por
causa tuya, y viva mi alma por causa de ti. Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los
egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera. También la vieron los príncipes de
Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. E hizo bien a Abram por
causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Más Jehová hirió a
Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a
Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues,
he aquí tu mujer; tómala, y vete." (Génesis 12:11-19).

Isaac siguió el mismo ejemplo de su padre "Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de
su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal
vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.
Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una
ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí
ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije:
Quizá moriré por causa de ella. Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera
dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. Entonces
Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto
morirá." (Génesis 26:7-11).

Después vemos esta misma cualidad brotándose en la vida de Jacob al engañar a su padre Isaac. La
mentira se aprende por el modelo de los
padres.

Ananías y Safira se murieron por su falta de honestidad: "Pero cierto hombre llamado Ananías, con
Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo
sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola,
¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No
has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran
temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo
sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que
había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en
tanto.
Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de
los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y
cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido".
(Hechos 5:1-10).
El cristiano debe ser honesto en su trato con el gobierno. Debe
pagar sus impuestos. No debe robar luz y agua, tratando de justificarse
porque otros lo hacen.

• Debe cuidarse de la Vanagloria, o de la Auto-Exaltación.

• Vanagloria habla de alabarse, jactarse, arrogancia y presunción.

• Alábate el extraño, y no tu propia boca "Alábete el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los
labios tuyos." (Proverbios 27:2).

• Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos...
"Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero
ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos." (2
Corintios 10:12).

• Porque no es aprobado el que se alaba a si mismo, sino aquel a quien Dios alaba "porque no es
aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba." (2 Corintios 10:18).

Un Cristiano debe tener cuidado al hablar

Las palabras son indicaciones del corazón. Las palabras descuidadas tendrán su justa retribución en
el juicio divino. Por supuesto, las palabras en sí mismas no son buenas ni malas; si no que la clase de
palabras, el significado que se les asigna y la intención del corazón son los elementos que las hacen
buenas o malas. Por lo tanto la palabra del Señor nos enseña a no hablar demás, ante Dios esto es un
pecado grave, esto nos enseña a medir nuestras palabras cuando hablamos:

• "El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad"
(Proverbios 13:3).

• "No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorante. Por qué harás
que Dios se enoje a causa de tu voz, y destruya la obra de tus manos" (Eclesiastés 5:6).

• "Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios" (Salmos 141:3).

• "En las muchas palabras no falta pecado; más el que refrena sus labios es prudente" (Proverbios
10:19).

Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos juicio más riguroso;
porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es hombre cabal,
capaz también de frenar al cuerpo entero. Muchas personas maldicen para asombrar a las personas
que los rodean, para ser viles, para tratar de deshacerse de un complejo de inferioridad o
sencillamente para exhibirse. Pero la Escritura dice: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra
boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios
4:29).

La Biblia enseña que un hombre que pude gobernar su lengua puede gobernar toda su personalidad.
Si usted no puede dominar su lengua en cuanto al maldecir, la Biblia enseña que está usted
esclavizado, y que el maldecir es un pecado del cual usted es culpable ante Dios. Hay lenguajes en el
mundo con riqueza de vocabulario, pero, aun así, hay lisiados verbales que tienen que cojear con
muletas de palabras sospechosas que los lanzan al infierno, según nos dice la Biblia.

Por eso, Dios recomienda que, debamos adoptar un modelo de conducta según lo exige su palabra.
"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira y
maledicencia". (Efesios 4:29-32).

La misericordia, la paz y el amor reinen en tu vida

Fredy Delgado
Teólogo

También podría gustarte