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“AÑO DE LAS CUMBRES MUNDIALES EN EL PERU”

XIV CONCURSO LITERARIO


“HASTA QUEMAR EL ULTIMO CARTUCHO”

TITULO DEL ENSAYO:

“BOLOGNESI Y LA NUEVA MORAL PARA UN NUEVO PERU”

CATEGORIA PARTICIPANTE:

“A”

SEUDONIMO:

Amadeus
“BOLOGNESI Y LA NUEVA MORAL PARA UN NUEVO PERU”

¿Amas al Perú?
Simple y fundamental interrogante qué, con seguridad, alguna vez nos la
hicieron o la hicimos, pero que, sin duda alguna, nunca llegamos a reflexionar sino,
simplemente, a plantearla -o responderla- de manera muy breve, tajante e irresoluta.
Pues, no nos sintamos culpables por ello; este mundo del siglo XXI, tan ajetreado,
vertiginoso y voraz, donde cada vez es menos probable hallar momentos o espacios
para meditar, donde es casi imposible encontrar modelos o ejemplos de vida, no nos
permite otra cotidiana actitud, sino el ser simplemente esquivos o emotivos, actitudes
éstas que sólo sirven para salvar –de manera momentánea- escollos, para “salir del
paso” dirían otros. Es que los valores que otrora guiaran a nuestra nación, los
principios morales que se aprendían en casa; hoy, ya no son los mismos, han
modificado rotundamente en sus criterios y esquemas.
Uno de los pocos paradigmas que la historia universal nos ha mostrado y en el
cual, les aseguro, podemos confiar, fue el construido por Jesús de Nazaret. En su
legado, existe una frase que trasciende épocas y latitudes: “No hay amor más grande
que el de aquel que da la vida por sus amigos”. Así fueron dichas y así rezan entre
sus páginas, las Sagradas Escrituras (Jn 15, 13). Se daba así un enfoque
revolucionario a un sentimiento tan humano como es el amor, que ninguna cultura,
ideología ni nacionalidad han podido soslayar.
Y cuando, personalmente también, se revisan detenidamente otras páginas,
aquellas en las que figuran los hechos más relevantes de nuestra historia nacional,
destacan, sin ninguna duda, los que tuvieron como protagonista al insigne coronel
Francisco Bolognesi Cervantes. De él y su experiencia personal, podemos afirmar con
total seguridad que no hay patriotismo –léase, amor a la patria- más grande que el
de aquel peruano que ofrece su vida al servicio de la nación
Ayer, en la segunda mitad del siglo XIX, el Bolognesi militar, el especialista en
artillería, durante el gobierno de don Ramón Castilla, mostró en cuanta misión le
encomendaron, el fiel cumplimiento de sus funciones, sea aquí mismo en el Perú,
defendiendo el orden constitucional, o en el extranjero, como cuando se le encargó la
adquisición de armamento en Europa. Aún enfrentando críticas y ataques arteros a
través de la prensa escrita de aquellos tiempos, supo demostrar en la acción y en los
escritos, sus principios, su integridad moral, su ética profesional. Principios, moral y
ética que llegada la circunstancia crucial, la de junio de 1880, reclamaron de él y de sus
subalternos la decisión acertada, aquella que redundara en el beneficio de la nación,
decisión que sirviera de ejemplo dentro del contexto que, a pesar de la entrega y
sacrificio de muchos peruanos, -hombres, mujeres y niños-, sólo habían significado, en
su mayoría, derrotas frente al invasor.
Hoy, en el contexto actual, cuando nuestro país está ad portas de entrar en una
nueva etapa de desarrollo social y económico, cuando la globalización nos une y
confunde con otras tantas nacionalidades, cuando el neoliberalismo económico arrecia
y motiva políticas de estado enmarcadas en acuerdos y en la apertura hacia los
capitales externos, cuando las inversiones extranjeras son discutibles por cuanto
ocupan sectores estratégicos o ponen en riesgo el equilibrio medioambiental de varias
regiones; hoy, cuando grandes sectores de la población, aún, no aprecian en sus
autoridades representativas la voluntad política adecuada, ni experimentan que su
calidad de vida mejore ostensiblemente, cruciales resultan aquellas palabras;
respuesta que, expresada un 5 de junio de 1880 y sellada heroicamente dos días
después; hoy, tras 128 años, en pleno siglo XXI, no deja de resonar en la conciencia
nacional.
¿Cuánto amas al Perú?
Y resuena como un lejano llamado hacia el orden, la disciplina, el servicio, el
esfuerzo, la constancia, el sacrificio que debemos profesar cada peruano, sea adulto,
joven o niño, hombre o mujer, sea cual fuere su credo, ideología, profesión, ocupación
u oficio, en su vida cotidiana, en el ejercicio diario de su rol dentro de la sociedad local,
regional, macro-regional, nacional o fuera de sus fronteras.
Y me parece apreciar, compatriotas, a Bolognesi y su Estado Mayor, atentos a
las incidencias y a las señales que irradian de nuestras acciones, como aquella
mañana del 26 de mayo, cuando en la cima del morro de Arica, con la ayuda de
algunos largavistas o catalejos traídos desde el “Manco Cápac”, seguían -con
indescriptible emoción- con inusitado interés, cada incidencia, cada fogonazo o
polvareda que dejaba translucir, a lo lejos, el fragor de la batalla, en la cima del Intiorco,
allá en Tacna, allá en el Campo de la Alianza. Sabían ellos que allí el ejército aliado
jugaba su última carta, su última gran oportunidad para revertir los –en su mayoría-
nefastos resultados de la Campaña Terrestre. Sabían Bolognesi y sus hombres que de
aquellos resultados dependería finalmente su suerte final. Hasta ayer, como aquel 5 de
junio, día de la respuesta, la patria, Bolognesi y sus hombres, han exigido definiciones,
han soportado en demasía la intransigencia, la indiferencia y la mediocridad, han
exigido de nuestra parte una renovada mentalidad colectiva con el Perú por sobre
todas las cosas.
Y hoy, como aquella mañana del 7 de junio, la patria no exige ya la defensa
territorial ni la entrega de la vida en aras del honor nacional, no; hoy, el Perú entero
exige el rescate de los principios de antaño que hicieron grande a nuestro país y a sus
hombres; el rescate de la moral que guió a Ugarte, Arias Araguez, More, y de todos
quienes identificados en las palabras del anciano coronel ofrendaron su vida en aquel
holocausto; en fin, de nuevos peruanos, de una nueva clase política, donde el Perú, el
bien común y el servicio sean los valores primordiales; una nueva sociedad civil donde
el ejercicio democrático, libre, responsable y solidario sea una constante; una clase
castrense con renovados y fortalecidos principios, donde la defensa de la integridad
territorial y el orden interno sean las constantes; una nueva juventud, aplicada en los
estudios y ambiciosa por un país cada vez mejor; una nueva niñez, educada a su vez,
en esta nueva perspectiva. Quiero decir, nuevos peruanos, con criterios sólidos, con un
nuevo sentido del amor.
¿Qué harás por el Perú?
Compatriotas, hermanos, grandes y pequeños, damas y caballeros,
demostremos que el amor no es solo sentimiento, obnubilación, placer o felicidad,
entendamos que el amor, en toda su magnitud es, sobre todo, entrega total, no sólo a
tu pareja, ni siquiera a los tuyos; no, el amor significa –también- devoción, servicio,
esfuerzo constante, sacrificio, por Tacna, por el Perú; y recuerden que todos tenemos
deberes sagrados que cumplir por la patria, y que los cumpliremos hasta gastar
el último aliento de vida.

Amadeus.
DATOS PERSONALES DEL PARTICIPANTE

NOMBRES Y APELLIDOS:

Amado Jesús ROSALES ROSALES

DIRECCION:

Avenida Industrial Nº 1410

TELEFONOS:

428078 (Domicilio)
314534 – 314512 (Centro de trabajo)

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