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En enero, informo sucintamente a Claudio de la iniciativa que hemos puesto en marcha: fundar una ciudad.

En junio, tras una breve conversacin con Claudio decido realizar el siguiente ejercicio mental: cmo fundar una ciudad dentro de una crcel? Las ltimas palabras de Marco Polo en Las ciudades invisibles presiden tambin este ejercicio: Fundar una ciudad en una crcel es, en cierto modo, un ejercicio de laboratorio que puede arrojar luz sobre el proceso de fundacin de una ciudad. Pienso inmediatamente que la pretensin no es en absoluto paradjica. La crcel es para los reclusos el mundo, como el mundo es para nosotros una crcel. La diferencia est en la escala. El objetivo de fundar una ciudad es siempre el mismo: constituir un espacio pblico, un espacio de aparicin, un espacio adecuado para la accin concertada, en definitiva, un espacio de libertad poltica. La fundacin de nuestra ciudad est basada en el principio del xodo, aunque todava no est claro en qu puede consistir el xodo. El ejercicio de la fundacin de una ciudad dentro de una crcel puede arrojar luz tambin sobre este aspecto: excluida la posibilidad de la fuga, es posible el xodo?, qu formas puede adoptar? El concepto de xodo remite a una huida pero puede referirse tambin al objetivo de la huida, es decir, a la libertad? La pregunta crucial es: se puede construir la libertad sin necesidad de huir propiamente? La respuesta afirmativa equivaldra a reconocer eficacia constituyente al principio poltico. El xodo en una crcel podra tener la forma de una segregacin, es decir, un grupo de reclusos que constituyen su propia ciudad en medio de la selva que es la crcel. Este proceso tendra plena correspondencia con las palabras apcrifas de Marco Polo. Sin embargo, una de las aparentes ventajas de la crcel sobre el mundo real es la dimensin reducida y controlada de su poblacin. Esta condicin hara posible algo que en el mundo real cada da ms adquiere apariencia de pesadilla: una ciudad universal.

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