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“LA EXPLOTACIÓN INFANTIL EN EL PERÚ”

La explotación infantil en el Perú, como también la indiferencia ante el abuso a


los niños trabajadores en el país, es un problema social que día a día va
creciendo, trayendo consigo consecuencias muy graves, las cuales son uno de
los tantos factores por el cual no nos permite surgir como sociedad. Es de gran
importancia tocar este tema, ya que es un problema que nos compete a todos
los ciudadanos, debido a que es un fenómeno que se ha ido generalizando a lo
largo del tiempo ocasionando daños irreparables a los niños que se ven
inmersos ante esta situación. Por ello, no debemos sentirnos ajenos a ello.

Hoy en día en el Perú la explotación infantil constituye uno de los problemas


mas notorios, y no podemos ni debemos permitir que siga sucediendo, por ello
apelamos a las autoridades, las cuales juegan un papel fundamental en este
tema. Ya es hora de tomar conciencia de las consecuencias irreparables y
dañinas que conlleva este problema.

Casi un cuarto de millón de niños, es decir, 16 de cada cien niños en todo el


mundo, son explotados en su trabajo, lo que ocasiona una violación de la
Convención sobre los Derechos del Niño y de las normas internacionales del
trabajo. Casi tres cuartas partes de ellos trabajan en entornos peligrosos, como
minas y fábricas, o manipulan sustancias peligrosas, por ejemplo químicas.

La mayoría de los trabajadores infantiles son "invisibles", es decir se los


mantiene apartados de la vista y fuera del alcance de la ley. A muchos de estos
niños no solo se los explota, sino que se les niega la educación, los cuidados
básicos de salud, una nutrición adecuada, el tiempo libre y la seguridad de sus
familias y comunidades. En general, el trabajo doméstico de las niñas es el
más invisible de todos, y algunos datos indican que ellas forman el grupo
mayor entre los trabajadores infantiles

La pobreza y la explotación hacen víctimas a quienes deberían ser los


privilegiados del mundo. En América Latina y el Caribe suman 17 millones los
menores de 17 años que trabajan. Reciben hasta un 80 por ciento menos de
salario que los adultos, aunque muchas veces son explotados sin recibir
remuneración alguna. Muchos realizan tareas peligrosas sin condiciones
elementales de seguridad y con frecuencia deben cumplir jornadas de 12 horas
de labor.
Nosotros muchas veces somos los principales personajes que hacen que esta
lacra humana siga prevaleciendo en la sociedad, ya que son los mismos
ciudadanos quienes compran golosinas a niños menores de edad, los contratan
para que realicen trabajos domésticos, o peor trabajos donde interviene fuerza
mayor, lo cual hace que estos niños se vean afectado tanto física como
emocionalmente.

Tal como opina la Ministra de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), la Dra.
Susana Pinilla Cisneros, el grado de civilización de una sociedad, su estado
moral, su proyección de futuro, su capacidad de regenerarse, radica en la
protección y atención a los niños y adolescentes.
Sociedades como la tailandesa, en donde la prostitución infantil está a la orden
del día, nos habla de una sociedad podrida hasta sus cimientos.
También el Presidente Alan García muestra su preocupación ante esta
problemática, y en muchos de sus discursos se ha comprometido a ponerle un
alto a esta situación; a su parecer los niños son el futuro de nuestra sociedad,
es por eso que se le debe otorgar la debida importación a su educación y
bienestar básicamente; como principal autoridad, trabaja para que se vaya
erradicando, lamentablemente, notros los ciudadanos, no percibimos estos
cambios.

¿Hasta cuando va a continuar este problema en nuestra sociedad?; ¿Las


autoridades seguirán preocupándose por sueldos y temas sin importancia?
¿Seguiremos siendo indiferentes ante esta lacra humana? ¿Buscaremos
nosotros mismos una situación radical, o nos seguiremos esperanzando en el
Gobierno y las autoridades? Este problema me aqueja día a día, ver a niños
sacrificando sus vidas y sus expectativas de un futuro mejor, es algo que no
lograre concebir jamás, ya es hora que tomemos realmente conciencia, y no
dejemos que se pisoteen las vidas de seres inocentes, y capaces de surgir.
Estamos en al obligación de tomar cartas en el asunto ante este tema, el cual
es de gran importancia tanto para ostros como sociedad, como también
debería serlo para las autoridades.

Ante todo lo expuesto, consideramos que estamos en la obligación de


intervenir ante esta `problemática, no siendo cómplices de ello, ni dejando que
se sigua pisoteando y pasando por alto los derechos de los niños. Ellos son el
futuro del país y merecen el apoyo de todos nosotros. Ya han pasado muchos
años y todavía no se logra una solución radical, no seamos indiferentes ante el
dolor ajeno, y unamos a salvaguardas las vidas de estos seres inocentes, que
tienen sueños y expectativas de un mejor futuro. No sigamos dejando que se
vean truncados.

GRACIAS

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