Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
'No conozco
ningún país desarrollado donde
los capitales extranjeros
comandan la economía', expone
Un estudioso del poder Francisco Durand en
controvertido libro, donde analiza
Por David Hidalgo Vega el lado menos divulgado del
neoliberalismo en el Perú.
Francisco Durand suele estar atento a los escándalos políticos, los juicios y las disputas
corporativas más graves, los destapes del periodismo y los conflictos menos mediáticos.
Los llama "rayos de luz", porque le permiten conocer detalles de un tema que suele estar
cerrado al escrutinio de los académicos: la estructura del poder económico. Lleva en este
tema unas tres décadas. Una línea de trabajo que lo ha vuelto un personaje incómodo para
ciertos sectores y muy respetado en el ámbito académico. Es catedrático de Ciencia Política
en la Universidad de Texas, cuyo decano lo ha llamado "uno de los investigadores más
reconocidos internacionalmente" de su plana docente. Hace unos días la Universidad
Católica lo invitó a dar una charla cuyo título es de una vigencia tremenda de cara a las
elecciones: "Estado, empresarios y política en el Perú".
Usted empieza sus estudios en los años setenta. Su análisis del poder económico ha
pasado por varias etapas.
Así es. En los años setenta y ochenta los investigadores estaban especialmente interesados
en los industriales. Al principio porque creían que iban a ser la vanguardia del desarrollo
económico. A fines del gobierno militar empiezan los períodos de crisis sucesivas y la
discusión pasa a ser si el industrial sería víctima de las políticas económicas porque se
quiere abrir el mercado, entrar a un período de competencia abierta. Fue un cambio muy
interesante. En los años 80 y 90 se pasó al estudio de los grupos de poder económico (GPE)
porque había grupos financieros industriales que estaban en distintos sectores y
comandaban la estructura económica. Y uno se hacía la misma pregunta: ¿Serán capaces de
liderar el desarrollo o tienen limitaciones?
Usted ha planteado ese dilema en términos de una teoría adaptativa y una teoría
jurásica.
Exacto. Cuando vino el proceso de cambio de 1990, los grupos de poder tienen que
competir con dos sectores: las empresas multinacionales que empiezan a entrar lentamente
en el Perú y los GPE de países vecinos. La tesis jurásica sostenía que, ante el cambio
climático, esos gigantes empresariales iban a sucumbir. Según la otra teoría, que me parecía
más justa, sobrevivirían aquellos que eran más firmes gerencialmente, que entendieron el
proceso con mayor rapidez y tomaron las medidas necesarias. Habría que ver en el largo
plazo, porque, por ejemplo, los grupos de poder económico que en la época de Alan García
fueron llamados "Los doce apóstoles" han ido desapareciendo rápidamente. Demostraron,
salvo cuatro o cinco excepciones, ser débiles. Y, por el contrario, hay grupos nuevos que
han emergido bajo ese modelo, como los Añaños y otros grupos medianos, aunque todavía
no están en las grandes ligas.
Sus trabajos son bastante críticos, usted debe tener varias puertas cerradas.
Bueno, desde que publiqué mi primer libro me di cuenta de que había dos tipos de
empresarios. El primero es el que se molesta mucho cuando uno escribe algo que lo
menciona críticamente. Recuerdo que una vez en el local de la SNI, le pedí una entrevista a
Gabriel Lanatta Piaggio. Me dijo: "¿Tú eres sociólogo, no? Yo no hablo con sociólogos. Y,
además, aféitate esa barbita". Me trató como un muchacho malcriado con el cual él no tenía
por qué hablar. Al mismo tiempo existe el empresario que tiene formación académica, que
conoce la complejidad del mundo político y valora lo importante que es la reputación que
no se basa en la propaganda, sino en la buena empresa, que tiene una visión de país y le
gusta conversar.
Esta percepción negativa llegó a su punto álgido en lo que usted ha definido como la
relación del régimen cleptocrático de Fujimori y un sector del empresariado.
Así es. Hay un sector del empresariado que se acomodó al régimen y se benefició. Y allí se
les salvó de la quiebra y han mantenido su patrimonio gracias a la generosidad del Estado,
o lograron una serie de normas que yo llamo "legislación sastre", hechas a la medida de los
intereses económicos.
Fuente: http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/Html/2006-03-21/impCronicas0475865.html