Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Destapando La Olla Informe
Destapando La Olla Informe
la olla:
Informe sombra
sobre la intervención
en el Bronx
2017
Destapando
la olla:
Informe Sombra
sobre la intervención
en el Bronx
2017
Destapando la olla: informe sombra
sobre la intervención en el Bronx
© Centro de Pensamiento y Acción para la Transición - CPAT
© Pares en Acción Reacción Contra la Exclusión Social - Parces ONG
ISBN
Bogota, 2017
9 Prólogo
10 Introducción
13 Antecedentes
22 La Intervención
32 Reflexiones en materia de seguridad
42 Derechos humanos: visiones
y voces desde el caño
59 Análisis de contexto:
transformaciones en la
política pública frente a los
habitantes de la calle
80 Renovación urbana y
derecho a la ciudad
93 Reflexiones Finales
97 Recomendaciones
103 Bibliografía
109 Anexos
Centro de Pensamiento y Acción para la Transición -CPAT es una organiza-
ción sin ánimo de lucro, fundada por economistas y filósofos, que busca contribuir
desde las prácticas de las diferentes comunidades y territorios, y con metodologías
rigurosas la construcción de un país que tenga las condiciones necesarias para la
materialización de la paz. El CPAT crea herramientas para enfrentar los siguientes
retos para fortalecer la democracia, en un contexto de transición: 1) Acordar, im-
pulsar y acompañar la implementación de planes y proyectos que contribuyan al
desarrollo territorial y a la disminución de la segregación social y espacial a través
de la línea de “desarrollo territorial” 2) Acordar e impulsar colectivamente procesos
educativos que fortalezcan la cultura política, en especial la cultura de paz a través
de la línea de “educación para la paz” 3) Acordar e impulsar colectivamente estra-
tegias y políticas de drogas que garanticen el respeto a los Derechos Humanos y la
participación real de las víctimas de la guerra contra las drogas a través de la línea
“política de drogas con enfoque participativo y de DDHH”
6
La estrategia desde CPAT, pretende construir creativa y colectivamente los mensa-
jes, pedagogías y herramientas que permiten poner en común la naturaleza, sentido
y propuesta de la organización, así como el qué hacer de la misma, buscando con
ello la dinamización de diálogos entre los actores estratégicos de los diferentes terri-
torios. Las estrategias consisten en una escuela de ciudadanía para el desarrollo y la
paz, laboratorios para construcción de metodologías, incidencia en política pública
y una clara estrategia de comunicación con impacto político y pedagógico.
Parces ONG es una organización sin ánimo de lucro de derechos humanos que constru-
ye sus iniciativas desde la energía catalizadora de las personas que han sido históri-
camente marginalizadas y vulneradas en la sociedad. Su objetivo principal consiste
en identificar y luchar en contra de la discriminación, la exclusión y las violaciones
de los derechos humanos a poblaciones1 y personas que han sido históricamente
vulneradas. Durante los últimos 3 años Parces ONG ha trabajado en conjunto con
la comunidad LGBTI, mujeres y hombres trabajadores sexuales, usuarios de sustan-
cias psicoactivas, vendedores informales, habitantes de calle y personas privadas de
la libertad. Parces trabaja en el marco de la Investigación Acción Participativa (IAP)
para crear contextos de auto-empoderamiento de las comunidades y personas con
las que trabaja. A partir de una perspectiva basada en la comunidad y el trabajo
colectivo, busca generar un impacto local, así como un impacto público a partir de
las recomendaciones de política pública y la incidencia en la transformación estruc-
1
Cuando se habla de problemáticas
tural de la sociedad. La misión de Parces consiste en tener incidencia política, social
7 o fenómenos en la sociedad, las y cultural en la protección y promoción de los derechos humanos de poblaciones
personas generalmente son con- que han sido históricamente vulneradas. Las líneas de acción de Parces se organi-
ceptualizadas como ‘poblaciones’,
‘comunidades’, ‘en situación de
zan en la siguiente estructura no jerárquica, es decir, en una estructura donde cada
vulnerabilidad’, etc. por cierta línea de trabajo tiene intersecciones con las otras, se complementan y se generan
característica de su identidad o de procesos de toma de decisión colectivos: 1) Observatorio de Trabajo Sexual, 2) Ob-
su contexto. Es importante aclarar
que, al utilizar estos términos, que
servatorio de Violencia Policial, 3) Centro de Formación a Formadores, 4) Centro
muchas veces se vuelven vacíos de Salud Comunitaria y Reducción del Daño, 5) Comité Legal, 6) Comité de Comu-
o ambiguos, no pretendemos nicaciones y Asuntos Públicos, 7) Área de Relaciones Comunitarias, y 8) Área de
reducir a las personas a su poten-
cial vulnerabilidad ni asumimos
Investigación Comunitaria y Ética Participativa. El objetivo de estas líneas de acción
que todas viven exactamente las es crear contextos en las que cada individuo se auto-empodere y se impulse hacia
mismas experiencias. Hemos una realidad más justa que vaya acorde a su visión de vida. Parces defiende y pro-
observado a través de los años de
mueve la búsqueda de una justicia social colectiva que en su definición se construye
nuestro trabajo en la calle que la
creación de contextos de auto-em- desde abajo y desde las diferentes visiones de lo que es la justicia en cada lucha.
poderamiento, donde las personas
se auto-empoderan con campañas
de información, plantones, actos
de denuncia jurídica y denuncia
simbólica, talleres y espacio de
discusión, que el empoderamiento
surge desde el individuo, desde
sus experiencias particulares, y
desde el respeto a las posturas de
cada persona que está vinculada
con redes y contextos particulares
en su vida, que van más allá de la
problemática que se quiere abor-
dar. El uso de estas categorías es
inevitable por no contar con otra
forma de nombrar a estos grupos
de personas textualmente.
Dedicamos este informe a todos aquellos que están
desaparecidos y a quienes fallecieron.
E
n horas de la madrugada del 28 de mayo de 2016, con un equipo de cerca
de dos mil agentes estatales, el alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa,
llevó a cabo una intervención de carácter represivo y policivo en la zona co-
nocida en la capital de Colombia como el Bronx. Se trata de una zona dete-
riorada en la que confluían dinámicas ilegales asociadas con el tráfico y consumo de
drogas: control territorial, tráfico de armas, explotación sexual de menores de edad,
trata de personas, entre otras, que configuraban al Bronx o la L, como era conocida
por sus ocupantes, como la principal olla del centro de Bogotá y, probablemente, de
toda la ciudad. Paradójicamente, este espacio de pugna urbana se ubica a escasos
metros de los principales centros de poder: a una cuadra del batallón XIII del Ejér-
cito, a pocas del comando central de la Policía Nacional y a menos de un kilómetro
de la Casa de Nariño, las oficinas de la Alcaldía Mayor, el Palacio de Justicia y el
10 Congreso de la República, entre otras instituciones del estado.
Del cartucho al Escribir sobre el surgimiento de las ollas en Bogotá es escribir un acápite de la histo-
Bronx ¿Cómo ria de la ciudad. El nombre de olla se utiliza fundamentalmente para designar luga-
emergen/surgen las res donde se distribuyen y consumen sustancias psicoactivas ilegales, en los cuales
ollas?: el Cartucho lo habitual es que, a la par con las actividades de tráfico, se desarrolle otro tipo de
actividades ilícitas, como porte y tráfico de armas, trata de personas, explotación
sexual e, incluso, haya lesiones personales y homicidios, entre otros.
El barrio Santa Inés, un barrio bogotano que surgió desde la colonia, fue durante
el siglo diecinueve y la primera mitad del veinte un barrio residencial que gozaba
de alto prestigio, pues allí residían familias de clase media y alta e importantes per-
sonalidades de la vida política y social. Construido entre dos ríos, el San Francisco
(avenida Jiménez) y el San Agustín (avenida calle Sexta), el barrio albergaba gran
parte del patrimonio arquitectónico del centro de la ciudad, contaba entre otras
edificaciones de importancia con la iglesia Santa Inés, el palacio de la Higiene, el
colegio Santa Inés y la plaza de mercado. Además, su cercanía a la estación (de tren)
de la Sabana, permitía al sector combinar su tradición residencial con una impor-
tante actividad comercial.
A mitad del siglo veinte, con el estallido del Bogotazo, el barrio Santa Inés, como
buena parte del centro de la ciudad, comenzó a sufrir un proceso de transformación
14 debido a la migración de las familias de clase media y alta hacia el norte de la ciudad
y su remplazo paulatino por parte de nuevos residentes, mayoritariamente migrantes
desplazados de otros lugares del país, en un periodo de alta agitación política y social,
pasando a predominar las ocupaciones en inquilinatos y hostales, a establecerse co-
mercios de menor categoría y con ello, al surgimiento de chicherías1: sitios de diver-
sión y encuentro, en donde el consumo de alcohol hacía parte de la dinámica comer-
cial, barrial y lúdica del Santa Inés. Por otro lado, y como refuerzo de esta dinámica,
durante los años cincuenta se construyeron dos importantes vías arteriales: la carrera
10 y la avenida Caracas, que pasan sobre el límite norte y sur del sector (Santa Inés),
con lo cual el barrio sufrió un proceso de desconexión en su estructura urbana ence-
rrada entre grandes vías y, en consecuencia, quedó aislado del resto del centro de la
ciudad. De esta manera, el paisaje urbano empezó a estar dominado por la presencia
de pequeños comerciantes independientes, desempleados, vendedores y mendigos.
Para finales de los noventa las familias dedicadas al expendio de basuco y marihua-
na en el Cartucho eran historia. Poco a poco y de manera violenta, las estructuras
del narcotráfico se fueron transformando en los llamados ganchos: estructuras de-
lictivas armadas y atrincheradas en casas desde donde ejercían el control del tráfico
y del territorio, para lo cual era ideal la condición de aislamiento de la estructura
urbana propia del sector.
El programa El sector del Cartucho alcanzó triste renombre internacional como uno de los lugares
distrital de más peligrosos de Latinoamérica, de acuerdo con el informe de la Organización Mun-
renovación urbana dial de la Salud de 1998 (Morris Rincón, 2011). Ese mismo año, la administración del
y migración de alcalde Enrique Peñalosa expidió el decreto 880, por el cual se adopta el programa de
población habitante renovación urbana para la recuperación del sector comprendido por los barrios San
de la calle Bernardo y Santa Inés y su área de influencia y se establecen normas específicas para
algunos de los sectores dentro del área de renovación urbana (mapa 2).
D e s ta pa n d o l a o l l a
Los objetivos del plan de renovación urbana están incluidos en el artículo 3° del
decreto, así:
Recuperación y mejoramiento del sector, mediante las acciones y proyectos que le de-
vuelvan la vitalidad urbana, la habitabilidad social, el equilibrio de usos, la protección
del espacio público y la arquitectura y el sentido simbólico del centro de la ciudad como
patrimonio cultural, social y económico.
Como se observa, entre los objetivos del programa no está la reubicación de los
residentes del sector ni la atención a la población vulnerable residente y flotante de
la zona. Se trató, como lo plantea Morris Rincón (2011), de “una solución estricta-
mente estética (...) a un problema eminentemente social” (Morris Rincón, 2011).
16
En principio, el Plan de renovación urbana iba más allá del sector conocido como el
Cartucho, puesto que contemplaba el desarrollo de proyectos de renovación en siete
sectores: San Bernardo, Santa Inés (el Cartucho), la Capuchina, Eduardo Santos, la
Estanzuela, Voto Nacional y San Victorino. El ámbito de desarrollo del plan puede
observarse en el plano oficial del decreto 880 de 1998 (mapa 2).
Del contenido del decreto 880 y sus motivaciones se desprende un plan de renova-
ción en varias etapas, en las cuales los primeros pasos consistirían en:
La propuesta de renovación así planteada sigue una lógica de acuerdo con la cual el
gobierno distrital, sector público, interviene y desarrolla los componentes urbanos
correspondientes al espacio público, y así, crea las condiciones para el desarrollo de
los espacios privados (comercio y vivienda) por parte del sector privado.
ANTECEDENTES
Mapa 2
Zonas de intervención urbanística,
decreto 880 de 1998
Fuente: decreto distrital 880 de 1998,
elaboración propia.
Para efectos del análisis en el mapa se han incluido colores, que muestran el caso
17 particular del barrio Santa Inés (el Cartucho), sobre el cual se hizo una fuerte inter-
vención urbanística de “recuperación del territorio” por medio de la fuerza pública,
con el desalojo y la demolición del sector, el cual posteriormente pasó a llamarse
parque Tercer Milenio, integrado por dos sectores uno público y uno privado: en
el sector 1, público (color verde) la construcción de espacio público representado
en un gran parque, y en el sector 2, privado (color rosa), el desarrollo de usos co-
merciales. Ambos se constituirían en la punta de lanza de la transformación inmo-
biliaria de toda el área, según las normas de usos y edificabilidades autorizadas por
el mencionado decreto 880, transformación inmobiliaria que, salvo el componente
público y una manzana del componente privado del parque Tercer Milenio, sigue
pendiente de materializarse.
Sin embargo, aun cuando el plan de renovación se estancó dado que, entre otras
razones no fluyó la inversión que se esperaba iba a desarrollar usos de comercio y
vivienda, la intervención del Cartucho sí fue muy exitosa en materia de valorización
del suelo, pues, de acuerdo con testimonios de pobladores del sector, la compra de
D e s ta pa n d o l a o l l a
Foto 1 Foto 2:
Plaza san Victorino antes de la Plaza san Victorino después de la
intervención Intervención
Foto http://www.semana.com/nacion/ Foto tomada de http://www.
articulo/bogota-el-deplorable-estado- rutasbogota.com/sitio/39
de-la-plaza-de-san-victorino/429566-3
predios que se dio a partir del año 1998, necesaria para la intervención urbanística
de la zona, se realizó a un valor de entre $120.000 y $150.000 por metro cuadrado
18 de suelo (es decir, menos de $400.000 en pesos de hoy)3. Mientras que si se obser-
van los valores de referencia del suelo, obtenidos de la base de datos de la Unidad
Administrativa Especial de Catastro Distrital (UAECD), el suelo que hace parte del
componente privado del parque Tercer Milenio (sector 2) alcanzaba en 2016 un va-
lor de $4’700.000 por metro cuadrado en la zona que aún está sin desarrollar4, y de
$10’500.000 por metro cuadrado en la zona comercial construida sobre la carrera
105 (mapa 3).
Mapa 3
Valores de Referencia del suelo
2016, Santa Inés
Fuente: Uaecd, elaboración propia
19
Mapa 4
Antiguo Cartucho y Actual Bronx
Fuente: Elaboración propia
D e s ta pa n d o l a o l l a
Política de En abril de 2013, la administración del alcalde Gustavo Petro (2012-2015) expidió
renovación urbana el decreto 145 de 2013, por medio del cual se anuncia la puesta en marcha del com-
en el Bronx ponente urbanístico del proyecto de iniciativa pública denominado el Bronx (mapa
5), y se dictan otras disposiciones. Se trata de una herramienta de gestión de suelo
que tiene el Distrito: el anuncio de proyecto, cuyo efecto principal es, en la práctica,
el de congelar los valores del suelo previo al desarrollo del proyecto de renovación
urbana, con dos objetivos principalmente: 1) evitar la especulación con el suelo dada
la expectativa de valorización que generan las acciones de renovación urbana; y 2)
activar otras herramientas de gestión de suelo que tiene el Distrito como el derecho de
preferencia8 para la adquisición de los predios y la expropiación por vía administrativa9
como mecanismo para la adquisición de los predios en los casos que no haya voluntad
de negociación por parte de los propietarios. Finalizada la administración Petro, no se
había hecho público el proyecto de renovación urbana para el sector.
20
7 Un plan parcial de renovación El 28 de mayo de 2016, la segunda administración del alcalde Enrique Peñalosa
urbana es un instrumento de
planeación territorial existente en
intervino e implementó acciones de desalojo en todo el sector del Bronx; el sector
la legislación colombiana, cuyo tiene con un área total aproximada de 9.500 metros cuadrados, de los cuales cerca
objetivo es concretar en el territo- de 7.000 corresponden al área lotes privados; cuenta con sesenta y cuatro unidades
rio los determinantes de carácter
técnico, jurídico y económico
prediales pertenece a la Unidad de Planeamiento Zonal 102, La Sabana, y si se com-
del ordenamiento territorial. Así, para con la delimitación inicial propuesta por el decreto 880 de 1998 se encuentra
por ejemplo, el plan parcial fija en el sector Voto Nacional subsector 1.
directrices acerca de los usos que
pueden ser desarrollados, las edifi-
cabilidades máximas autorizadas, Los usos de suelo en el área de influencia del Bronx son predominantemente de vo-
las cantidades de espacio público cación comercial, con una marcada diferencia entre los sectores arriba de la avenida
(parques, andenes, alamedas,
Caracas, que en 2016 alcanzaban valores de suelo de hasta $12’600.000 por metro
plazas, etcétera) y el suelo para la
construcción de equipamientos cuadrado, y abajo de la misma (área de influencia inmediata del Bronx), que ese
(escuelas, centros de salud, biblio- mismo año tenía valores de suelo cercanos a $1’300.000 por metro cuadrado, con
tecas, etcétera) que debe tener el excepción de la zona intervenida del Bronx, con un valor de $650.000, producto del
territorio a intervenir.
8 Instrumento de gestión del suelo anuncio de proyecto que se realizó por medio del decreto 145 de 2013.
que obliga a los propietarios que
quieran comercializarlo, a ofre- El mapa 6 muestra los valores del suelo de toda el área cercana al Bronx al momento
cérselo en primera instancia a la
administración distrital, es decir, el de la intervención, incluida la delimitación de los dos planes parciales de renovación
Distrito tiene preferencia sobre otros urbana: San Victorino y San Bernardo. Como se observa, la consolidación de la
posibles compradores de suelo. vocación comercial del sector Voto Nacional, donde se ubica el Bronx, tiene un gran
9 Instrumento que tiene la admi-
nistración distrital para expropiar potencial de valorización del suelo si se compara con los niveles alcanzados por el área
a los propietarios de suelo que no comercial ubicada arriba de la avenida Caracas.
quieran venderlo voluntariamente
cuando existe una declaratoria
de interés público, sin tener que
acudir a la vía judicial.
ANTECEDENTES
Mapa 5
Delimitación de El Bronx, Decreto
145 de 2013
Fuente: Decreto 145 de 2013,
elaboración propia
21
Mapa 6
Valores de referencia del suelo
2016, Bronx y área de influencia
Fuente: Decreto 145 de 2013,
elaboración propia
LA
INTER-
VENCIÓN
C
oordinado por la Subsecretaría de Asuntos para la Convivencia y Seguridad
(en adelante Subsecretaría de Seguridad) de la Secretaría de Gobierno, hoy
Secretaría de Seguridad, y en medio de un despliegue policial de fuerzas
especiales y de seguridad de varias agencias del estado, el sábado 28 de
mayo de 2016, a partir de las 4:00 a.m., se inició la intervención en el sector del
Bronx (foto 3).
De acuerdo con las respuestas oficiales entregadas por distintas entidades de la ad-
ministración distrital, a derechos de petición y proposiciones de control político
formuladas desde el Concejo Distrital y el Congreso de la República10, la operación
se desarrolló en las siguientes condiciones:
1. Restablecer los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes y los habitantes
de la calle, procurando prevenir nuevas vulneraciones en esta zona de la ciudad.
23 2. Desarticular organizaciones criminales que operaban y controlaban esta zona de
la ciudad.
Foto 3
Noticia de Intervención en El
Bronx, Alcaldía de Bogotá
foto tomada de http://www.bogota.
gov.co/content/temas-de-ciudad/
seguridad/la-alcaldia-lidera-
operativo-sin-precedentes-en-la-
zona-del-bronx#main-content
• La Secretaría Distrital de Salud atendió doce caninos, diecisiete felinos y dos tortugas.
• Veinte capturas.
El día sábado 28 de mayo del presente año, la Alcaldía Mayor de Bogotá en conjunto con
la fuerza pública, la Fiscalía General de la Nación y el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar adelantó un operativo para retomar el control del Bronx, al que la Personería
de Bogotá fue convocada por el director de Seguridad de la Secretaría de Gobierno, Dr.
Jairo García Guerrero, quien nos manifestó que requerían la presencia del Ministerio
Público como garante de derechos humanos del distrito (...).
Como se lee, la Personería hizo presencia solo a partir de las 10:30 a.m., cuando
el operativo había iniciado desde las 4:00 a.m., como se evidencia de reportes de
prensa y de la respuesta de la Secretaría Distrital de Salud a la proposición 355 del
Concejo de Bogotá, en la que incluye entre los objetivos específicos de su partici-
pación los de:
–– Activar desde las 04:00 horas del sábado 28 de mayo hasta las 09:00 horas, la red de urgencias
26 distrital pública según sectores de intervención, con el propósito que las instituciones realicen
el alistamiento necesario para la atención de pacientes originados en el evento.
–– Concentrar, desde la hora arriba señalada, en la Secretaría Distrital de Salud dos ambulancias
medicalizadas, tres ambulancias básicas, un vehículo comando de acciones en salud a fin de
desplazarlas a la zona de operación18.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo en comunicación del 14 de junio de 2016
sostiene haber recibido veinticinco denuncias formales de presuntos atropellos con-
tra los derechos humanos en la intervención del Bronx:
En este sentido, además de las denuncias presentadas ante la Defensoría del Pueblo,
existen testimonios de ciudadanos habitantes de la calle, que relatan hechos como
27 los siguientes:
(...) ya venía un escuadrón de la policía y empezaron a rodear cada salida y pues enton-
ces ya todo estaba, ya todo mundo estaba cerrando tiendas y todo, cuando es que en
momentos eso parecía un ejército, por detrás, por delante, por un lado, por todo lado
y cogiendo de una vez, eso no dejaban pasar, al primero de una vez lo iban cogiendo y
UPJ, UPJ, UPJ, UPJ,UPJ, usted delito, delito, UPJ, UPJ, delito, delito, delito, delito, UPJ,
y empezaron, uy eso cogiendo a mucha gente (testimonio de CHC1)20.
A propósito de este testimonio, un hecho notorio fue el traslado de una gran can-
tidad de personas a la UPJ a riesgo de desbordar la capacidad de albergue de este
sitio, y sin que hasta ahora haya sido posible determinar, a partir de las respuestas
oficiales, la legalidad de ese traslado, pues de acuerdo con el decreto distrital 235 de
2006 y en atención a la sentencia C-593 de 2005, este sitio de detención no debe ser
usado a discreción por las autoridades de policía, sino que debe cumplirse alguna
de las condiciones del artículo 1º del decreto 235 en mención:
Artículo 1°. La medida de conducción contemplada en los artículos 146 y siguientes del
19
http://www.defensoria.gov.
co/es/nube/noticias/5372/ Código distrital de policía, procede de conformidad con lo ordenado en dicho estatuto
Defensor%C3%ADa-acumu- y en los numerales 2° y 3° del artículo 207 del Código Nacional de Policía; hasta veinti-
la-25-quejas-por-posibles-violacio- cuatro (24) horas; únicamente contra quien:
nes-a-los-derechos-humanos-du-
rante-intervenci%C3%B3n-de-au- 1. Deambule en estado de embriaguez y no consienta en ser acompañado a su domicilio.
toridades-al-Bronx-Bronx-Defen- 2. Deambule en estado de grave excitación con peligro para su integridad o la de otras
sor%C3%ADa-del-Pueblo-Bogot%- personas.
C3%A1-derechos-humanos-Dere-
chos-Humanos.htm Parágrafo. La medida de retención transitoria del Código nacional de policía o con-
20
Nombre ficticio. ducción en los términos del Código distrital de policía, únicamente será aplicada en
D e s ta pa n d o l a o l l a
Horrible, fue horrible. Me cogió del cabello y me arrastró como cuadra y media. Yo
estaba, yo estaba con los muchachos, los cogen y los encienden a bolillo, entonces yo
también quería pelear por ellos, yo no quería dejarlos a ellos solos, y el señor llega y me
coge del cabello y me arrastra, me jala, que porque si entonces yo trato de darle patadas,
puños, pero es un hombre y tiene muchas más fuerzas que yo. Los demás también ven
esos actos, y yo veía que todo el mundo estaba, quemados, otros estaban alebrestados,
otros lloraban, gritaban o sea era tanta la presión que no, no sabía ni qué hacer (testi-
monio de Sindy)21.
¿El día que se metieron al Bronx? ¡Uy, dios santo! Ese día fue terrible: gases lacrimó-
genos, bombas aturdidoras, palo venteado, todos para el camión, duramos tres días en
la UPJ, tres días (…) que eso por lo general son veinticuatro horas. Claro que los otros
habitantes de la calle nos dieron comida, pero hombre eso fue mucho la leñera, esos
28 gases lacrimógenos, hombre eso lo hacía a uno hasta revolcar en el piso, varias nenas
ahogadas; sí, también, pues muchas peleas con los policías ese día; claro (testimonio
de Julián)22.
Una de las posibles razones para obviar el acompañamiento del Ministerio Público
y otras entidades en la planificación del operativo fue la necesidad de reserva para
evitar filtraciones de información, tal como lo manifiesta la Secretaría de Integra-
ción Social en respuesta a un derecho de petición:
Los datos base para tomar la decisión de la intervención fueron consolidados a partir de
un proceso de inteligencia realizado en la zona, a cargo de la Policía Metropolitana y la
Secretaría Distrital de Gobierno, esta información en ningún momento fue compartida
con los demás sectores de la administración distrital, teniendo en cuenta la importancia
de la reserva para evitar que se filtrara la información sobre la intervención a realizar, lo
cual ponía en riesgo la efectividad del operativo23.
Pues entonces a nosotros, pues es que la verdad, la verdad es que así como hay personas
infiltradas de la policía adentro, también hay policías que también que le cantan a la
olla, ¿si me entiende?, le dicen va a pasar tal cosa, va a pasar tal cosa, eso estuvo avisado
como medio día antes de que lo hicieran (…) definitivamente pues ya los verdaderos de
las ollas se habían salido una hora antes, por eso es que no cayó así casi bandas grandes,
no cayeron por ese sentido, porque todo ya estaba avisado (testimonio CHC1).
Hay otro aspecto de gran importancia que es necesario documentar respecto a las
consecuencias inmediatas de la intervención en el Bronx, referente al desborda-
miento de la capacidad institucional para prestar la atención adecuada a la pobla-
ción intervenida, en materia de salud y protección social.
Sobre este aspecto, la Secretaría de Integración Social reconoce que dos centros de
atención a población de habitantes de la calle estuvieron cerrados durante la inter-
vención y días siguientes a la misma: el centro de formación La Academia estuvo ce-
rrado hasta el 13 de junio, y el hogar de paso Liberia fue cerrado definitivamente25,
con lo cual la oferta de atención en protección social para la población habitante de
la calle, ya en sí limitada, se vio reducida. Así lo relata el testimonio de un ciudadano
habitante de la calle entrevistado:
29 Oasis: fueron unas personas de Oasis en un bus, pero eso eran personas de 23 años
para abajo, pero yo ya tengo 33, entonces yo no pude irme para allá (...) es que éramos
tantos habitantes de la calle que no. O sea, esos calabozos de esa UPJ eso era re lleno,
re lleno (…) entonces se le cumple a uno los tres días y ya mucho hacinamiento (tes-
timonio de Julián)26.
Nosotros valoramos todos los que salieron, algunos tuvimos que hacerle su historia
clínica y hacerles remisión a otro hospital. Pero la gran mayoría no ameritaba eso,
estaban consumidos pero no era una situación de consumo que no permitiera a ellos
asistir a un centro de Bienestar Familiar, pero los funcionarios eran renuentes a eso.
A veces optaban por dejar que estos muchachos más bien se fueran que tenerlos y
25 Respuesta de la Secretaría de
Integración Social a derecho de llevarlos al Bienestar27.
petición de la H. R. Ángela María
Robledo, con radicado SAL-57336, En el mismo testimonio, Meléndez relata las condiciones en que se prestaron los
p. 2.
26 Nombre ficticio. servicios de salud y la negación de servicios:
27 Entrevista realizada al doctor
Meléndez en el marco del proyecto Sacaron muchas personas que yo conocía porque tenían enfermedades crónicas, eran
After Bronx, segunda fase. 12 de
diciembre de 2016 diabéticos y eran que llevaban seis, ocho y hasta diez horas haciendo una fila sin alimen-
tación, sin absolutamente nada.
D e s ta pa n d o l a o l l a
Me sacaron de la fila por el problema de mis piernas. Las heridas cogen un olor fuerte,
entonces me sacaron diciéndome pata picha, largo de acá, hueles a muerto, un día de
estos le vamos a hacer el favor. Y me pegaron par bolillazos, me pegaron una patada.
No nos dejaban acercar antes de dos cuadras, no nos dejaban acercar. Los mismos, los
antimotines le dan muy duro a la indigencia. No pudimos acercarnos al Bronx y enton-
ces con el parche que yo andaba tomamos la decisión de bajarnos para el puente de la
30. Ahí ya estaban vendiendo la droga, eso siguen vendiendo la droga por todo lado.
Por todo lado. Pues sí, los jibaros no van a dejar de vender, así hayan cerrado el Bronx.
Tienen sus carritos por ahí vendiendo por las calles, por los barrios (...) El señor alcalde
(…) hubiera pensado mejor las cosas, ¿él nos saca del Bronx y ya tiene los centros de re-
habilitación para meternos a nosotros? Pero ya entonces se forma un grupo de limpieza
en el centro y después de las 8, 9 de la noche ya no pueden ver indigentes ahí. Ya pasan
le toman la foto y ya corre usted peligro, ya la segunda vez que lo vean le dan su leñera y
ya la tercera vez lo suben a la camioneta y lo desaparecen (testimonio de Julián).
de los barrios, yo creo que haber quitado la L fue como un desplazamiento de las ollas
(testimonio de CHC1, diciembre de 2016).
Pues ese día repartieron todo, ¿cierto? Entonces todo lo que había en la L lo repartieron
para lo que fue la 22, en el Santa Fe hay dos ollas que todavía están, una de ellas se llama
Panadería y la otra se llama Fortaleza, que todavía en este momento pueden estar pues
produciendo y que todo lo repartieron y que todos los gamines se repartieron por el
centro y que algunos de mis compañeros se vinieron para sitios como este y otros están
todavía guerreando en la calle (testimonio de Jason).
31
Reflexio-
nes en
materia de
seguridad
E
n marzo de 2016, el subsecretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía Lon-
doño, en entrevista con la revista Semana planteaba uno de los pilares funda-
mentales de la política pública en materia de seguridad de su administración,
en las siguientes palabras:
En la ciudad, el orden y la belleza van de la mano y generan seguridad. Si las calles es-
tán alumbradas y limpias, no tienen grafitis, no tienen basuras, hay menos vendedores
ambulantes y están más ordenadas, la gente se siente más segura, sale a la calle y hay
menos delitos.
Siguiendo la lógica planteada en los años ochenta por George Kelling y James Wil-
son con la teoría de las ventanas rotas en el campo académico, y en el campo polí-
33 tico, la experiencia de la alcaldía de Nueva York entre 1993 y 2013, el Plan de desa-
rrollo “Bogotá mejor para todos” propone, como uno de sus pilares, la recuperación
del espacio público, que está íntimamente ligado a la mejora de la percepción de
seguridad. Esta recuperación del espacio público está concebida como la posibilidad
de que todos puedan hacer uso de un determinado espacio que le pertenece a la
29 http://www.semana.com/nacion/
articulo/bogota-secretario-de-se-
ciudad y que no esté vedado para nadie. Por ello, la estrategia de “recuperación”
guridad-daniel-mejia-habla-de-or- del Bronx es emblemática para la Alcaldía: se trataba de un espacio controlado por
den-y-espacio-publico/465018 organizaciones criminales. Adicionalmente, este uso del espacio público está atra-
http://www.eltiempo.com/bogota/
vesado por un componente de las demás políticas de la actual administración, el de
campana-pedagogica-contra-cola-
dos-en-transmilenio-79950 “cultura ciudadana”, entendida como aquellas estrategias que promueven “el cum-
http://www.elespectador.com/noti- plimiento de la ley”.
cias/bogota/penalosa-cree-el-gra-
fiti-una-plaga-diario-the-guar-
dian-articulo-621247 De acuerdo con lo anterior, la administración distrital se concentró desde los primeros
http://www.elespectador.com/ días de gobierno en “limpiar las calles”, de manera literal y figurada: esto es, perseguir
noticias/bogota/sin-prostitutas-ca-
colados en el transporte público, limpiar las paredes de grafiti, desalojar vendedores
lles-de-bogota-articulo-612930
30 http://www.npr.org/2016/11/01/ ambulantes, fortalecer el pie de fuerza policial, “recuperar” el espacio público, entre
500104506/broken- windows- otras acciones de tipo aséptico –agua y jabón– y policivo29. Un aspecto que requiere
policing-and-the-origins-of-stop- un análisis desde el punto de vista conceptual, dado que está íntimamente ligado con
and-frisk-and-how-it-went-wrong.
La traducción de las citas fue la estrategia que subyace a la intervención en el Bronx. Para ello nos hemos basado en
realizada por los autores de este el artículo de Shankar Vendatam, publicado en el portal Hidden Brain: “How a theory
texto, se dejará en nota a pie de of crime an policing was born, and went terribly wrong”30, que habla precisamente de
página la versión en inglés.
Sabemos que la visión de Vendatam la imposibilidad de atribuirle una relación directa a la teoría de las ventanas rotas con
es una particular, frente a otras los resultados en materia de seguridad cuando se aplicó en Nueva York, así como de
tantas que hay sobre la teoría de las la situación de alta estigmatización de las comunidades más pobres y vulnerables que
ventanas rotas. No pretendemos
afirmar que en esta se agota el se generó (tampoco atribuible de manera causal a las ventanas rotas) y el aumento en
análisis. las denuncias de los abusos de la policía.
D e s ta pa n d o l a o l l a
En 1993, el alcalde de Nueva York Rudy Giuliani adoptó la política de las ventanas
rotas: Giuliani llegó al poder prometiendo la reducción de crimen y “limpiar” y
“recuperar” las calles. Se trataba de una estrategia, como bien lo define Kelling, para
“restaurar el orden” que convencía a los conservadores pero que también tenía eco
en los liberales, pues de alguna manera prevenía el crimen. Como dice Bernard
Harcourt, profesor de derecho en Columbia University, quien le ha hecho segui-
miento a la teoría de las ventanas rotas:
Era como una solución mágica. Le permitía a todos encontrar una manera, en su propia
mente, de deshacerse del mendigo, del que duerme en la calle, de la prostituta, de las
drogas, la basura, y les permitía a los liberales hacerlo, al mismo tiempo que se sentían
justos y buenos consigo mismos32.
Cuando, durante los años noventa, leía ocasionalmente en el periódico algo como un
nuevo jefe (de policía) que entraba y decía ‘Voy a implementar las ventanas rotas ma-
ñana’, escuchaba esto con consternación porque se trata de una actividad altamente
discrecional para la policía, que necesita capacitación amplia, lineamientos formales,
monitoreo constante y vigilancia. Entonces, ¿que si me preocupa la implementación de
las ventanas rotas? Muchísimo, porque se puede hacer muy mal (subrayado nuestro)33.
3. Cinco localidades, que contienen las zonas de influencia inmediata del Bronx,
correspondientes a Los Mártires, Santa Fe, Puente Aranda, Antonio Nariño y
Rafael Uribe.
Esto con el propósito de observar y comparar el comportamiento de los datos para los
meses posteriores a mayo de 2016 en relación con los datos de 2015 y 2014, y también,
observar posibles cambios de comportamiento de los delitos entre la escala de ciudad
y escalas más localizadas alrededor del el Bronx durante los mismos meses.
Para las seis localidades del área de influencia del Bronx, durante los meses pos-
teriores a la intervención hay comportamientos heterogéneos respecto a 2014 y
2015, así: en junio hubo menos homicidios que en 2014 y más que en 2015; en
julio hubo menos homicidios que en 2015 e igual que en 2014; en agosto los ho-
micidios se redujeron notablemente respecto a 2015 y 2014, pero en septiembre
aumentaron también notablemente respecto a los mismos años; mientras que en
los meses de octubre y noviembre también se observan niveles por encima y por
debajo, respectivamente, pero con diferencias menos importantes respecto a los
años anteriores.
Comportamiento del Se observa que, en general (en todas las escalas), durante el primer semestre del año
hurto a personas el nivel de hurtos fue más bajo en 2016 respecto a 2015 y 2014; mientras que durante
el segundo semestre, posterior a la intervención, estuvo por encima de lo observado
durante 2015, aunque aún por debajo de lo observado durante 2014 (gráfica 2).
En este punto es interesante observar que aún para la escala más pequeña de análisis
(seis localidades del área de influencia del Bronx), el comportamiento del hurto a
personas sigue un comportamiento equivalente al de toda la ciudad, es decir no hay
D e s ta pa n d o l a o l l a
160
140
120
100
Grafica 1 80
Homicidios en diferentes escalas
territoriales, 2014-2016 60
Fuente: Policía Nacional, Sistema de
información estadístico, delincuencial, Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
contravencional y operativo (Siedco),
reportado por Secretaría de Seguridad.
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
40
38 35
30
25
20
15
10
5
0
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
ruptura en escala, y además, los niveles de comisión del delito son mayores a los
presentados en el año anterior, con lo cual no sería posible concluir que después de
la intervención en el Bronx este delito disminuyó.
Comportamiento Durante la mayor parte de 2016 (abril a noviembre), el hurto a vehículos muestra
del hurto a niveles superiores a los registrados en 2015 y 2014, tendencia que se mantiene al li-
vehículos mitar el análisis a las once localidades de mayor presencia de ciudadanos habitantes
de la calle (gráfica 3). Al observar el comportamiento en las localidades correspon-
dientes al área de influencia del Bronx, los niveles de hurto a vehículos durante 2016
son, con excepción de marzo y agosto, superiores a los registrados durante 2015;
mientras que respecto a 2014, durante el primer semestre se encuentra por debajo,
con excepción de enero, y durante el segundo por encima, con excepción de agosto.
R efle x i o nes en m ateria de se g uridad
3400
3000
2600
2200
1800
Grafica 2
Hurto a personas en diferentes 1400
escalas territoriales, 2014-2016
1000
Fuente: Policía Nacional, Sistema de
información estadístico, delincuencial, Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
contravencional y operativo (Siedco),
reportado por Secretaría de Seguridad.
2200
2000
1800
1600
1400
1200
1000
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
800
39 700
600
500
400
300
200
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
Más allá de los resultados puntuales, y entendiendo que el lapso para documentar
tendencias con significancia estadística (en un sentido u otro) aún es corto, se trata
de tener una idea del efecto de la intervención respecto a la comisión de delitos de
alto impacto, donde si bien no es posible esperar que el impacto de esa intervención
se extienda por toda la ciudad, al revisar la escala local se observa que ni en el área
de influencia del Bronx ni en las zonas de más alta presencia de habitantes de la calle
se observan cambios evidentes en los niveles delictivos a partir de mayo de 2016
respecto a los años anteriores.
D e s ta pa n d o l a o l l a
280
260
240
220
200
180
160
Grafica 3 140
Hurto a vehículos en diferentes 120
escalas territoriales, 2014-2016
100
Fuente: Policía Nacional, Sistema de
información estadístico, delincuencial, Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
contravencional y operativo (Siedco),
reportado por Secretaría de Seguridad.
210
190
170
150
130
110
90
70
50
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
70
40 60
50
40
30
20
10
Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.
Percepción De acuerdo con la encuesta “Bogotá cómo Vamos”, de 2015 a 2016 la percepción de
ciudadana inseguridad en la ciudad disminuyo de 59% a 45%; sin embargo, a una escala más
local, como la del barrio, durante el mismo periodo la percepción de inseguridad
aumentó de 28% a 30% (gráfica 4). Asimismo, entre 2015 y 2016 la proporción de
personas que manifestaron haber sido víctimas de algún delito aumentó de 20% a
32%. Es de anotar que esta encuesta se hace en términos de ciudad, por lo cual no es
posible a partir de ella valorar el impacto sobre la percepción de seguridad derivado
directamente de la intervención en el Bronx.
Grafica 4
Percepción ciudadana sobre
seguridad en Bogotá, 2016 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Fuente: “Bogotá cómo Vamos”, Encuesta
de percepción ciudadana 2016.
Se siente inseguro en su barrio
41
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
E
n el centro de Bogotá, históricamente, los habitantes de la calle, usuarios de
basuco, pegante y otras sustancias consumidas en las calles latinoamericanas,
han sido víctimas de violencia sistemática por parte de agentes del Estado, así
como de desplazamiento urbano. El caso del Bronx es el más reciente de este
fenómeno de limpieza urbana y social, en su sentido clásico, y debe ser situado en
el panorama de un esfuerzo sistemático por desparecer a esta población y todos los
espacios asociados a ella, en ocasiones con la participación del Estado.
La comunidad que ocupaba este espacio entre las calles novena y décima y entre
carreras 15 y 17 del centro de la ciudad se referían a este espacio, su hogar por más
de una década, como la L.
Como una apuesta política de Parces ONG, en lo que sigue a lo largo del capítulo,
al espacio urbano sujeto de este informe se denomina como la L, y no el Bronx,
para respetar cómo vivieron sus habitantes la historia y la memoria urbana de
este espacio, y no por un nombre que le fue asignado por agentes externos y por
personas que desconocen las dinámicas humanas de este lugar después de la eli-
minación del Cartucho.
D e s ta pa n d o l a o l l a
Foto 4
Parque Tercer Milenio, Bogotá
Fuente: foto tomada por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG (2010).
La asignación del nombre el Bronx a este espacio, puede ser leída de múltiples for-
mas, pero cualquier perspectiva analítica apuntaría a un proceso socioespacial de
perfilamiento discriminatorio, racializado, clasista (comparando este espacio con
los burough o guetos de Nueva York con mayor población afroamericano e inmi-
grante) y demonizante. Mencionamos este proceso de violencia discursiva como
preludio a la evidencia empírica, porque pensamos que estas prácticas de represen-
tación de este espacio urbano también se reflejan en el trato hacia las personas que
ocupan este territorio. El primer paso era nombrar el espacio utilizando analogías
racistas de marginación y criminalidad importadas de imaginarios del contexto ur-
bano estadounidense, y el segundo buscar la manera de eliminar este espacio y a las
44 personas que ocupaban el lugar.
Ubicando el Cruzando este parque y la avenida Caracas, se llega al batallón del Ejército que está
territorio de ubicado como un muro que tapa las calles de la L de la visibilidad y conciencia pública.
ollas en el centro
de Bogotá
Foto 5
‘La olla amurallada’ (por el estado
militar)
Fuente: foto tomada por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG (2010).
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
Foto 6
La L desde afuera (2010)
Fuente: foto tomada por el equipo
multidisciplinario de PARCES ONG
(2010)
45
Foto 7
Caño en la calle 6 (2016)
Fuente: fotos tomadas por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG (2016).
Foto 8
Caño en la calle 6 (2016)
Fuente: foto tomada por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG (2016).
D e s ta pa n d o l a o l l a
Foto 9
Caño calle 6 (2016)
Foto tomada por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG.
46
Foto 10
Caño en la calle 6 (2016)
Fuente: foto tomada por el equipo
multidisciplinario de Parces ONG (2016).
Evidencia empírica: Desde las estrategias de documentación de casos y testimonios en territorio, iden-
testimonios tificamos siete formas de violencia vividas por los habitantes de la calle que fueron
de violencia y desplazados desde el territorio de la L, incluyendo: 1) violencia física; 2) verbal; 3)
desplazamiento simbólica; 4) desplazamiento forzoso; 5) utilización de gases lacrimógenos en una
forzoso zona pacífica y con limitada circulación de aire; 6) amenaza de muerte; 7) desnudos
en vía pública. Asimismo, se pudo evidenciar la violación de diferentes derechos
fundamentales (tabla 1).
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
Derecho Normativa
Derecho a la El artículo 13 de la Constitución política dispone que todas las personas re-
igualdad cibirán la misma protección y trato de las autoridades sin discriminación por
razones de raza, sexo, religión u opinión política. De igual forma este artículo
también concibe la posibilidad de otorgar un trato diferenciado a grupos que
hayan sido discriminados o marginados o que se encuentren en un manifiesto
estado de vulnerabilidad.
Ahora bien, el derecho a la igualdad debe ser aplicado en observancia de
varias circunstancias. El estudio de estas circunstancias da lugar a lo que la
jurisprudencia de la Corte Constitucional denomina juicio de igualdad. Este
consiste básicamente en: 1) determinar si es posible hacer una comparación,
2) establecer si en el plano jurídico o fáctico se da un trato igual a desiguales
o desigual a iguales y 3) determinar si el trato desigual se justifica constitucio-
nalmente (C–015, 2014).
Esta última parte del juicio de igualdad se integra con el juicio de propor-
cionalidad para determinar si la actuación de una institución es discriminatoria.
En ese entendido, en el evento en el que exista un trato diferenciado, debe
determinarse si la medida desplegada: 1) sigue un fin constitucionalmente váli-
do, 2) es una medida necesaria para alcanzar dicho fin y 3) un juicio de propor-
cionalidad en sentido estricto en el que se examine si dicho trato diferenciado
implica el menoscabo de derechos fundamentales (T–301, 2004).
• Amenazas y acorralamiento con palos y con los bolillos para obligar a los y las ha-
bitantes de la calle a meterse de nuevo dentro del caño (6 y 7 de septiembre 2016).
El equipo de Parces ONG fue testigo de la forma en que la policía amenazó y
persiguió con palos y bolillos a los habitantes de la calle. Particularmente el 6 de
septiembre, alrededor de las 7:30 de la noche, observamos:
cómo un policía cogía un palo de más o menos un metro y medio de largo y de unos
treinta centímetros de diámetro en la punta y amenazaba a un habitante de la calle para
que volviera al caño. Comenzó a perseguirlo alzando el palo alto con el brazo derecho,
lo persiguió incluso en medio de la calle Sexta mientras pasaban carros, poniendo en
riesgo su vida. Finalmente, el habitante de la calle volvió a entrar al caño.(…)Luego
vimos cuando a otro habitante de la calle que salió del caño, cruzó corriendo la calle
hacia el norte y cogió por la carrera 24, un policía, también con un palo en la mano,
salió corriendo detrás a perseguirlo y otros dos policías, en motos, que estaban en la
otra esquina también arrancaron y se metieron a toda velocidad por el andén en donde
estábamos paradas para perseguirlo. Había unos ocho policías amenazando a los habi-
tantes de la calle y arreándolos con palos o con los bolillos. Pudimos ver que tres policías
48 tenían palos y los demás usaban el bolillo. Fueron siempre muy violentos, golpeando el
piso o las cosas que tenían, rompiéndoles las pipas y los objetos que tuvieran con ellos
(Diario de campo, 6 de septiembre 2016).
• Violencia física con piedras, palos, armas de balines, golpes y gases. En todos los
testimonios y charlas informales hemos identificado que la policía utiliza la fuer-
za física y agrede a la población habitante de la calle de diferentes formas como
patadas, puños, piedrazos, disparos con balas de goma, palazos y gases lacrimó-
genos. Además, de las heridas abiertas (ver foto 11), hablamos con personas que
terminaron con huesos rotos como los brazos o las costillas (ver foto 11).
• Violencia verbal y maltrato simbólico. En todos los testimonios y charlas informa-
les se identificó el maltrato y la violencia verbal por parte de la policía.
• Retenciones arbitrarias y traslados no justificados a la UPJ. Varias personas, tanto
en charlas informales como en entrevistas, hablaron de las retenciones arbitrarias
“por estar en la calle”, y de los traslados injustificados a la UPJ.
• Amenazas de violencia sexual: “(…) una mujer habitante de la calle nos comentó
que la noche anterior un policía la había amenazado con violarla” (Diario de
campo, septiembre 2016).
• Desnudos en vía pública y obligatorios. Se encontraron tres testimonios según los
49 cuales habitantes de la calle afirmaban que miembros de la policía los hicieron
desnudar en medio de las calles. “Yo tengo una compañera que se llama Carolina,
la cual, pues de momento la cogieron, le encontraron $100.000 en efectivo, pero para
encontrárselos primero la hicieron empelotar en la calle, la hicieron hacer cuclillas to-
talmente empelota, delante de todo el mundo” (grupo focal, 18 de noviembre 2016).
• Asesinato de hombre habitante de la calle. El 31 de marzo, un ciudadano habitante
de la calle recibió cuatro tiros por parte de un policía en la carrera 16 con décima
(foto 13). En versiones no oficiales, habitantes de la zona afirman que la situación
es un ejemplo claro del abuso policial, el cual en esta ocasión cobró la vida de este
ciudadano. “Los mismos policías se burlaban al lado del cuerpo del muchacho y
nada que llegaba una ambulancia, no hacían nada para salvarle la vida” (Entre-
vista semiestructurada, 4 de abril 2017)39.
A unos los secuestraron en un camión de Policía, se los llevaron fuera de Bogotá y ma-
taron a diecisiete compañeros de nosotros en una finca (…) Un camión lleno de esos
que llevan la policía a la UPJ, lo llevaron para una finca el mismo día que nos sacaron.
39
Los hechos del asesinato del
habitante de calle aún no se han Que supuestamente nos iban a llevar para un internado, que nos iban a hacer bien, que
esclarecido, el cuerpo permanece
en Medicina Legal y no se ha nos iban a ayudar y pasa y sucede que a mis diecisiete compañeros que se fueron en ese
logrado dar con la identidad de la camión confiados, pues es las palabras de esos hijuep… (me disculpa) de los tombos,
persona. Parces ONG está adelan- con seguridad se subieron y a como suben, a los días nos llega la noticia de que estaban
tando la denuncia y presionando a
las entidades estatales para que se muertos. Nos pusimos a echar cabeza quiénes faltaban y fueron los que se llevaron al
haga justicia. camión, no sabemos dónde es la finca. Nos dijo fue una voz mayor, una cabeza de no-
D e s ta pa n d o l a o l l a
Foto 11
Herida causada por balas de
goma de la policía, septiembre
de 2016
Fuente: foto tomada por el equipo
interdisciplinario de Parces ONG. (2016)
Foto 12
Heridas causadas por violencia
policial física, septiembre de 2016
Fuente: fotos tomadas por el equipo
interdisciplinario de Parces ONG. (2016)
50
Foto 13
Imagen de los hechos ocurridos
el 31 de marzo en la carrera 16
con decima
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
sotros, la voz de ellos la creemos. Pues resulta que hace como un mes por los lados de la
16 nos encerraron los Celta con los del Esmad, nos cerraron en una cuadra Esmad por
arriba, Celtas por abajo. De momento no fue pacíficamente, ellos nos comenzaron fue
a dar balín y nosotros pues aprisionados, cada vez nos iban cerrando más, ya veíamos
los camiones a lado y lado y que nos huían y nos huían como perros. De momento
hubo una reacción de unos, otros miembros y pues pa’ adelante se fue todo. Los que se
dejaron coger, pobrecitos. Les dieron como decimos nosotros, como a perro. Nosotros
también comimos, pero entonces logramos salir (grupo focal, habitantes de calle, 18 de
noviembre 2016).
Pues yo todo el tiempo que he estado en la 15, en el Bronx y hasta el momento aquí que
he estado con la casa, yo siempre he sido campanero. De momento ya sigo a todos (los
policías) y todos me tienen el hambre, ya me ven y ya es “Bueno marico o pierdo el puesto
o le parto las piernas”, me dice el garrotero. Mas de momento no le doy el batazo ni hay
la Barrera. Barrera es el que maneja el camión de la UPJ. Es un caballero entre comillas,
porque después de que se sube al camión pailas (…) pues resulta que tiene un gancho en
la puerta y ese gancho es de acero y eso rompe el cráneo feo y no copea. Como el camión
está todo cerrado, o sea no tiene vista. Ya no es como antes que al menos uno respiraba
y podía ver, no, ya es todo lámina, forrado. Es que ahí es donde aprovecha y pues le da
como perro a uno, abusa. Mas de momento yo no sabía que tomando las placas pues
51 (…) (grupo focal, habitantes de calle, 18 de noviembre 2016).
Me cogió la moto del tombo. Ese día eran aproximadamente 3-4 de la mañana, no
había ni un alma por ahí. Y me cogió en la cuadra del supermercado del Cinco huecos.
Cuando me cogió me dijo,“Venga”, pero bien, o sea me habló normal. “Venga, acér-
quese”. Y a como yo me acerco me va cogiendo del brazo, me bota contra la pared, y si
yo no pongo la mano así me totea lo que se llama cara. Y a lo que yo pongo esta mano
él me tuerce la otra, casi me parte esta mano, si ve. Duré dos días que no me pude
parar, vomitando sangre. Yo estoy en embarazo, duré dos días botando sangre, vomité
sangre. Y con un escalofrío, una fiebre y un malestar en el cuerpo que no me daban pa’
pararme. ¿Por qué? Por causa de la pela que me dio ese tombo ese día, y fuera de eso
me echó la moto encima y me hizo correr hasta la Sexta, desde Cinco huecos hasta la
Sexta. Al trote con la moto casi encima prácticamente. Yo le pasaba de andén en andén
porque de andén en andén no puede pasar la moto (grupo focal, habitantes de calle,
18 de noviembre 2016).
En el último desalojo que nos hicieron ya para salir hacia el caño, uy los del Esmad nos
encerraron de una manera tan fea, tan horrible que al que iba saliendo le iban dando ga-
rrote. De momento yo estaba coja, iba en una piyama de bebé, no podía correr bien. A lo
que yo voy saliendo, por esquivarle el palazo en la cara le pongo el brazo y queda el codo.
El me pega el palazo en el codo, casi me parte el codo, duré aproximadamente, ya voy pa’
mes y medio con el brazo así porque esta es la hora en la que todavía (…) ya lo puedo
estirar pero el hueso sigue ahí afuera. Tras del hecho lo que me pasó hace cuatro días,
con el teniente la Bruja que me pegó en la espalda, que me puso a vomitar sangre que
duré dos días incapacitada (grupo focal, habitantes de calle, 18 de noviembre de 2016).
D e s ta pa n d o l a o l l a
Hace ocho días que nos cogieron con mi compañera, con Cuca, y nos llevan ahí abajito a
la estación. Me pasan a mí de primeras, yo que tenga entendido un tombo a nosotras no
nos puede raquetiar (requisar) ni empelotar. A mí, el comandante, ese pirobo nos llevó
allá, nos hizo quitar todo, todo, todo. Y yo que tenga entendido eso no lo pueden hacer.
A mi compañera también la raquetió, la tocó y todo. Ese man sí nos hizo desnudar, o
sea masque todo a mí me hizo quitar todo, todo, todo y me raquetió toda la ropa y todo
(grupo focal, habitantes de calle, 18 de noviembre 2016).
Aproximadamente hace cuatro días iba bajando yo del Voto Nacional hacia la plaza
España con una compañera de trabajo. Cuando de un momento a otro nos paran dos
52 motos, en la primera iba un señor mono, alto, con otro compañero. En la otra moto iba
una señorita delgada con otro compañero, bueno una becerra (tomba, mujer policía).
Nos cogen contra la pared, nos requisan, me quitan lo que yo llevaba, el señor llega y
me dice las siguientes palabras: “Para los que no me conocen, me empiecen a conocer.
Yo soy el que les pega a las perras, el que azota los pirobos. El que no los va a dejar que
hagan lo que se les dé la gana. Para ustedes soy el teniente la Bruja, que no se les olvide.
Cómo es que me llamo”, nos preguntaba a ella y a mí. “¡Repítalo, repítalo! Cómo es que
es”: teniente la Bruja. Y fuera de eso le dice a uno: “Vaya y le dice a sus patrones que le
sigan surtiendo que yo les sigo quitando. Para que esta semana se vayan enterando que
les voy a hacer el operativo yo mismo”. Entonces de momento yo, ofendida y todo le
contesto: “Pues si es bruja que hace en moto y no en escoba”. Entonces él me dice: “Que
qué, repítalo”. “Pues que si es una bruja qué hace en moto y no en escoba”, y yo me volteo
y sigo caminando. Aproximadamente a los diez pasos míos, siento es que el señor no con
la punta del bolillo sino con el mango del bolillo, me manda un bolillazo en la espalda
el cual me mandó a vomitar sangre, el cual me mandó dos días en cama (grupo focal,
habitantes de calle, 18 de noviembre 2016).
Esa madrugada llegaron, hicieron el desalojo, con un sistema violento, muy violento.
Había más de ochenta policías alrededor del caño. A nuestros compañeros les tiraban
gases. Les hicieron más de veinte tiros de gas lacrimógeno y no los dejaban salir del caño
a pesar de que el caño se estaba creciendo porque estaba lloviendo. Sucedió como la pri-
mera vez cuando ellos se encontraban en el puente de la 30 que según se dice la lluvia no
había crecido el caño, pero se dice que abrieron las compuertas que tiene el caño, allá en
la altura, no se sabe en qué parte y pasaron veinticinco compañeros flotando en el agua.
E incluso que yo tuve que prestar un lazo para sacar a una muchacha, pidiendo ayuda,
que se ahogaba. Esa noche fue una noche increíble, nosotros no sabíamos que el caño
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
tenía compuerta. Vinimos a saber por los medios de comunicación que nos preguntaron
que si nosotros qué sabíamos que si era verdad que habían abierto las compuertas. Eso
es una cosa tan extraña, porque yo que llevo seis años de estar en el caño, yo nunca había
visto una creciente de la 30 a la 32. Cuando comenzaron a construir el puente ese, pa
poder desviar el caño por la primera, hicieron unas compuertas especiales del agua que
viene del chorro de Padilla. Dicen que las mandaron a abrir y venían veinticinco com-
pañeros flotando sobre el agua. Los policías no los dejaba salir del caño, para poder salir
tenían que caminar un kilómetro por el caño para dejarlos salir más adelante (Entrevista
semiestructurada, 3 de septiembre 2016).
Desplazamiento forzado
El equipo de Parces observó cómo fueron desplazados los grupos de habitantes de
la calle por diferentes zonas de la ciudad, sin otorgarles un espacio seguro, sano y
digno. La dinámica de desplazamiento que se observó en el caño de la calle Sexta se
generó por las quejas de los residentes y comerciantes de las zonas donde los ubica-
ron. Cuando las quejas se volvieron muy persistentes, la policía no la Alcaldía, de-
cidió desplazarlos unas cuadras más abajo o más arriba del caño, sin dar soluciones
concretas a la situación. En los testimonios recolectados y a partir del seguimiento
54 del equipo se identificó que los habitantes de la calle que ubicaron en el sector del
caño de la sexta eran desplazados más o menos cada dos o tres días:
Ayer, a las 12 de la noche nos volvieron a mover. De un momento a otro todo se llena de
Esmad, nos hacen la encerrona, no nos dejan salir del caño y nos empiezan a tirar gases
para que nos movamos del lugar.Lo único que pedimos es un espacio de la cuidad en
donde podamos reubicarnos (testimonio, 31 de agosto 2016).
En varias ocasiones se perdió el rastro del grupo del caño y en ellas el número de
habitantes de la calle disminuyó drásticamente. El 1 de septiembre el equipo llegó
a la zona del caño con carrera 34:“(…) pero ya no encontramos a nadie, bajamos
tres cuadras y nadie nos daba razón del inmenso grupo que el día anterior estaba
en la misma zona. Era posible percibir como varias personas, ya sean habitantes de
la calle o que frecuentaban el caño también estaban buscando al grupo” (Diario de
campo, 1 de septiembre 2016). En ese momento, el equipo se dirigió a diferentes
instituciones para indagar sobre el paradero del grupo, puesto que nos dijeron que
la noche anterior en el operativo las personas habían sido trasladadas a distintas
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
entidades, en ninguna de las cuales, ni en otro lugar, nos dieron respuesta: hogar de
paso Javier Molina, UPJ, URI, San Andresito.
El desplazamiento forzado fue algo que vivieron todos los habitantes de la calle con
quienes se tuvo contacto, quienes relatan como fueron obligados abandonar sus
hogares40. Según el Ministerio de Justicia:
Un desplazado es alguien que ha sido forzado a emigrar dentro del territorio nacio-
nal, abandonando su lugar de residencia o actividades económicas regulares porque
su vida, seguridad física o libertad personal se han visto seriamente afectadas o están
55 bajo amenaza directa, por alguna de las siguientes situaciones: conflicto armado interno,
disturbios internos y tensión, violencia generalizada, violación masiva de los derechos
humanos, violaciones del derecho internacional humanitario u otras circunstancias que
resultan de las anteriores situaciones, que pueden alterar el orden público drásticamente
(Ministerio de Justicia, 2017).
40
El desplazamiento forzado de ha- Nos metimos pa’ detrás del hospital, pal’ hospital, o sea en el hospital también nos hicie-
bitantes de la calle no fue algo que ron dos encerronas que se fue más de uno en volqueta (…) y de ahí nos mandamos otra
sucedió solo en la intervención del vez pa’ la España, ahí fue la encerrona donde nos gasearon como quisieron, nos dieron
Bronx: fue y es algo sistemático en
la política pública de recuperación pata, de ahí, ya nos mandaron pal’ caño, pa’ la 30, de la 30 para la treinta y dos y más allá
del espacio público. (…) (Entrevista semiestructurada, 8 de septiembre 2016).
D e s ta pa n d o l a o l l a
Por la mañana nos decían que no, que allá, que en la Estanzuela, después por la tarde
que se vinieran pa’ acá, por la noche que se bajaran allá a la cuadra de la droguería de
la 16, después que acá a la 17, y así. Y luego, por la noche venían otra vez, tumbaban
todo, aparte, ¿sí? había personas que venden comida, otros venden cigarrillos, otros (...)
Nada, tumbaban todos los bareques sin avisar, así arbitrariamente, osea cómo engañan,
dañando a la gente ahí de alguna forma, creyéndola estúpida, como que le falta concien-
cia y como que, todo el mundo decía que la orden del alcalde era esa, inclusive algunos
mismos tombos dijeron, algunos policías, que la orden de detenerlos aparte de que los
sacaran era que darles maltrato hasta diciembre supuestamente de este año que pasó,
que para que se aburrieran y se fueran pa’ las casas o yo no sé pa’ donde, o para otro
lado. Pero de maltrato, eso era todos los días, todos los días dos o tres veces al día (...)
(Entrevista semiestructurada, 8 de febrero 2017).
D erec h o s h u m an o s : visi o nes y v o ces desde el ca ñ o
×
Plaza España
El caño ×
× La letra
Mapa 7 × L
Mapa de movilidades
elaborado en grupo focal ×
participativo con habitantes
de calle
Fuente: elaboración propia
× Garrote
Volquetas
Gasear
Desaparecidos
Golpes
España
Santa fe
Cra. 48 Cra. 16
Mapa 8
Mapa de movilidades
57 elaborado en grupo focal
participativo con habitantes Cra. 32
de calle
Caño
Fuente: elaboración propia Bronx
Cra. 30
San Bernardo
Cra. 28
Por su parte, el mapa 8 fue elaborado por un integrante del equipo de Parces ONG
que estuvo en todas las zonas hacia donde fueron obligados a desplazarse los habi-
tantes de la calle sujeto de este estudio.
Mapa 9
Triangulación de testimonios
Fuente: elaboración propia
58
Análisis de
contexto:
transforma-
ciones en la
política pú-
blica frente a
los habitantes
de la calle
D e s ta pa n d o l a o l l a
U
no de los grandes retos después de la intervención en el Bronx es compren-
der, de manera general, en qué consiste la política de la Alcaldía Mayor de
Bogotá frente al fenómeno de habitabilidad de la calle, sobre todo frente
a los habitantes de las calles que consumen drogas. También, identificar
su relación con la política pública vigente y cómo se articula con las estrategias de
seguridad y renovación urbana y la garantía de los derechos humanos.
Bogotá: dos Al inicio de la segunda administración del alcalde Enrique Peñalosa, ejecutándose
modelos aún con recursos del plan de desarrollo anterior, la política de drogas del Distrito
frente a ciudadanos habitantes de la calle que consumen drogas, tenía, además de la
atención que tradicionalmente venía prestándose por parte de la Secretaría de Inte-
gración Social, dos componentes innovadores: los Centros de Atención Móvil a la
Drogadicción (Camad), en funcionamiento, y el Centro de Consumo Supervisado
60 para habitante de calle (sic) en proceso de formulación.
Por su parte, los Camad sí se implementaron y llegaron a ser diecisiete, con diver-
sas estrategias dirigidas a atender a ciudadanos habitantes de la calle y otro tipo de
población, con una estrategia dirigida fundamentalmente a reducir las barreras de
acceso a la atención en salud. Una de las dificultades de este programa, es que no
contó en su diseño inicial con los mecanismos para la evaluación de impacto, con
lo cual, a pesar de tener una gran cantidad de información recolectada, fue difícil
mostrar los resultados, a pesar de que fue seleccionada por el BID (Banco Inte-
ramericano de Desarrollo) como una de las ocho iniciativas exitosas a evaluar en
reducción de daños y riesgos.
p o l í tica p ú blica frente a l o s h abitantes de la calle
Camad: el modelo
61 Los centros de atención móvil a la drogadicción nacen como una idea de la Direc-
ción del Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad (Ceacsc), en su
momento de la Secretaría de Gobierno. Fue, en un comienzo, una estrategia conce-
bida para tener impacto en la seguridad, de acuerdo con la hipótesis según la cual
existiría un lazo entre la abstinencia, el prohibicionismo y la comisión de delitos
para acceder a ciertas sustancias. Evidentemente, en un comienzo se pensó como
una estrategia para habitantes de la calle y que fuera móvil para que pudiera llegar
a los lugares donde esta población se encontraba. Por tratarse de una estrategia
enfocada a usuarios de sustancias psicoactivas, la misma se centró en la Secretaría
Distrital de Salud de Bogotá, que por decreto tiene la Secretaría Técnica del Comité
de Estupefacientes en la ciudad.
Los Camad hicieron parte entonces del área de salud pública de la Secretaría Dis-
trital de Salud, y eran parte del programa Territorios Saludables. Como se dijo, en
la ciudad había diecisiete y tenían tres modalidades: móvil, itinerante y de mediano
umbral. Para efectos de este texto, haremos énfasis en aquellos que centraban sus
actividades en población habitante de la calle, es decir, los móviles. Los Camad te-
nían un equipo conformado por trabajadores sociales, enfermeras médicos y odon-
tólogos, educador físico y terapeuta ocupacional. Un funcionario de la Secretaría
Distrital de Salud, que llamaremos F1, describe así el origen de los Camad:
los consumos más problemáticos, que en ese caso están encarnados en los habitantes
de calle que, como todos sabemos, en su inmensa mayoría tienen adicción a cocaínas
fumables tipo basuco. La intención de la administración anterior fue una estrategia de
reducción de riesgos y mitigación de daños de origen estatal.
Uno de los aspectos que es importante resaltar es que el Camad se erigía como una
estrategia de reducción de daños de iniciativa pública, entendida como del estado.
Ya en Colombia algunas ONG, desde diversas perspectivas, venían trabajando es-
trategias de reducción de riesgos y daños, pero no el estado directamente. También
se trató de la primera estrategia dirigida a usuarios de basuco (crack) en Colombia.
El Camad móvil, como lo define la ficha técnica, tenía entonces los siguientes ob-
jetivos:
Todos los Camad tenían unos promotores que ofertan el servicio e inducen la deanda.
Por ejemplo: oiga, venga, aquí se encuentra el Camad, venga le revisamos esas muelas,
venga que lo revise un médico a ver cómo se encuentra su estado de salud y todo era
a través de demanda inducida. En ese sentido, el aseguramiento no tiene nada que ver.
Entra a tener un juego en el momento en que se canaliza a servicios de mayor comple-
jidad (F1).
La estrategia Camad intentaba entonces dar unos incentivos que volviera atracti-
vo el programa mediante un protocolo muy flexible de atención, con tres tipos de
atención:
Esto era así puesto que los programas de salud mental, que son los que usualmente
se utilizan para atender a usuarios de drogas con estas características, tienen bajos
índices de efectividad por sí solos, pues los usuarios no ven un beneficio en la impo-
sición de abstención que se les pide. En palabras del doctor Meléndez:
No era muy llamativo para una persona que estaba consumiendo sustancias psicoactivas
acercarse a un sitio a que le hablaran y le hicieran una serie de test y le dijeran que tenía
que dejar de consumir porque sí. ¿Y qué me ofrecen? Nada, entonces había que buscar
un anzuelo y ese anzuelo fue la atención de odontología y la atención de medicina.
Los servicios ofrecidos en salud tenían un esquema flexible que reducía las barreras
de acceso que representa la necesidad de autorización por parte de las entidades
promotoras de salud (EPS) para la consulta médica, que en el contexto de habita-
bilidad de la calle es un obstáculo aún más fuerte. Esto se lograba dado que no solo
eran estrategias de remisión, sino que eran resolutivos. Es decir, se hacían tratamien-
tos médicos y todo lo que ello implica.
Como en todo consultorio médico, teníamos un modelo de historia clínica, una historia
clínica de urgencias, porque nosotros todas las atenciones a los habitantes de calle las
D e s ta pa n d o l a o l l a
catalogábamos como urgencias. ¿Por qué urgencias? Por la dimensión que ellos tenían
de su enfermedad. Atención médica, examen físico, como en un consultorio médico
común y corriente. Al paciente se le formulaba un diagnóstico y ese diagnóstico llevaba
consigo o una resolutividad en Camad y dándole sus indicaciones de tratamiento y con-
trol si es necesario, o canalizándolo (Rodrigo Meléndez).
Encontramos una numeración acorde a una serie de prefijos y sus fechas de nacimiento
y de esta manera en una matriz de Excel logramos comenzar a llevar un registro de sus
diagnósticos, de subgrupos étnicos, de subgrupos etarios, de su frecuencia, de su con-
sulta, y así logramos demostrar que también teníamos seguimiento de estrategia. Todo
esto funcionaba bien y créeme que era para el ciudadano habitante de calle la puerta
de entrada al sistema, en circunstancias que nosotros no podemos ser resolutivos pero
contábamos afortunadamente con el acompañamiento del equipo psicosocial.
64
A pesar de que la estrategia era de demanda inducida, parecía que en algunos luga-
res no hacía falta hacerla, pues los mismos habitantes de la calle se acercaban a soli-
citar servicios. Los pasos establecidos en el Camad del Bronx para la atención eran:
Sin embargo, hay que tener en cuenta que uno de los puntos importantes era la
flexibilidad del modelo. Por tanto, los pasos podían variar en otros Camad, según
las necesidades. También el Camad sirvió como puerta de entrada al tratamiento
de enfermedades relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas que des-
bordan la salud mental. Por ejemplo, la tuberculosis relacionada con aspectos de
vivienda y desnutrición, pero también con las dinámicas asociadas al consumo de
basuco en esta población, como compartir la pipa. Meléndez afirma:
Así, el Camad no solo representó una estrategia para tratar problemas asociados al
consumo de sustancias, sino de generación de confianza, y al representar una puerta
de entrada al sistema se llevaron a cabo tratamientos de otras enfermedades de alta
presencia en esta población, que afectan la salud pública. Frente a los tamizajes en
población habitante de la calle, se logró establecer una estrategia frente a enferme-
dades como sífilis, puesto que el sistema obliga a los pacientes a recibir atención en
hospitales, y en el caso de esta población tal obligación representa una barrera muy
fuerte para acceder al tratamiento. De acuerdo con Meléndez:
Frente a la sífilis siempre existió una gran barrera de acceso frente a la consecución de
la penicilina para el tratamiento de los pacientes. El protocolo decía que había que re-
mitirlo al hospital para que iniciara su tratamiento, pero nosotros sabíamos que estos
eran casos perdidos. Entonces opté porque la trabajadora social lo llevara al hospital
para que le hicieran la prueba de sensibilidad a la penicilina y le aplicaran la primera
dosis y nosotros los citábamos a los siete y a los catorce días para la segunda y tercera
dosis de penicilina y así completar el tratamiento como debía ser. Tuvimos un índice
de cumplimiento superior al 80% para estos tratamientos, e infortunadamente con la
toma del Bronx, hubo más de cuarenta personas que se quedaron sin el tratamiento
completo.
El Camad en cifras
Tabla 2
Población atendida en Camad Bicitaxista 212 0,4%
hasta marzo 2016
Fuente: Secretaría Distrital de Salud, Carretero 25 0,0%
cálculos Cesed–Uniandes.
Discapacidad 38 0,1%
41
Por ejemplo, si se aplica la tasa
de crecimiento de esta población
entre 2007 y 2011, la proyección
a 2016 alcanza a 11.407 personas;
o si se asume una proporción de
habitantes de la calle respecto a
la población total equivalente a la
que tenía en 2011 (12,87 por cada
10.000 habitantes), el resultado
para 2016 es cercano a los 10.300.
p o l í tica p ú blica frente a l o s h abitantes de la calle
Educación
Estado civil
67 SR 29 0,3% 509 1,2%
Ocupación
Consumidores de basuco
Género
Población
Bicitaxista 12 0,2%
Carretero 0 0,0%
Discapacidad 3 0,0%
Prostitución 46 0,6%
SR 1155 15,5%
Posgrado 2 0,0%
Es un panorama un poco desalentador en relación a lo que hacía Camad (...) Lo que te-
nemos son centros, se sigue insistiendo en la demanda con promotores, gestores comu-
nitarios que inducen la demanda. Están accediendo muchísimo menos a los servicios,
43
Secretaría Distrital de Salud. Guía entre otras, porque las cosas están como en blanco o negro. Usted decide meterse a un
operativa de espacio público. Plan tratamiento, entra a los albergues con una abstinencia definitiva absoluta, o va a seguir
de intervenciones colectivas, p. 4.
44
Ibídem, p. 10 El destacado es de lxs en los caños, en las calles y tal. El Camad era un mediano umbral que permitía una
autorxs transición entre una cosa y la otra.
45
Secretaría Distrital de Salud. Ane-
xo operativo espacio público. Plan
de intervenciones colectivas, p. 9. Como puede verse en la ficha técnica del Anexo citado, las actividades se centran en
46
Ibídem, p. 9. las acciones colectivas –centros de escucha– y en los tamizajes, como únicas acciones
D e s ta pa n d o l a o l l a
Las intervenciones que hacían los Camad eran tarea de la aseguradora, no de salud
pública. Esto plantea unos retos y unas dificultades en relación con la atención de esa
población. Ahora no se garantiza un médico, un psiquiatra o un psicólogo que le brinde
una atención individualizada.
Tabla 5
Presupuesto para salud pública,
Bogotá, 2012-2020
Bogotá humana $ 1.155.708’785.895
Fuente: respuestas de la SDS a los
radicados 2017EE7221 y 2017EE14174, Bogotá mejor para todos $ 955.835’693.498
cálculos propios.
Variación –17,3%
Tabla 6
Recursos presupuestados
aseguramiento en salud, Bogotá, Proyecto 874, Bogotá humana $3.247.607
2012–2020 (en millones de pesos)
Fuente: respuestas de la SDS al radicado Proyecto 1184, Bogotá mejor $5.434.974
2017EE14174 e informe de empalme para todos
directiva 009 de 2015, cálculos propios.
Variación 67,4%
Tabla 7
Recursos presupuestados para
atención a población pobre no
Proyecto 875, Bogotá humana $1.209.202
asegurada, Bogotá, 2012-2020
(en millones de pesos) Proyecto 1185, Bogotá mejor $842.950
Fuente: respuestas de la SDS al radicado para todos
2017EE14174 e informe de empalme
directiva 009 de 2015, cálculos propios.
Variación –30,3%
Sector de El sector de integración social tiene gran responsabilidad en la atención a los ha-
integración social bitantes de la calle. Cuenta con la Subdirección para la Adultez de la Secretaría de
Integración Social, encargada de los albergues, los comedores y de la política para
habitantes de la calle.
truyó el centro de atención a habitante de calle –día y noche– “Bakatá”, el cual pasó a
hacer el comedor del Bronx, y en los medios, el alcalde del momento, Gustavo Petro,
anunció que sería el lugar donde se abriría el centro de consumo supervisado para
usuarios de basuco.
Con lo cual, es claro que el enfoque actual trata la problemática del consumo de sus-
tancias psicoactivas no desde la reducción de daños, sino desde la abstinencia y la
prevención del consumo, para atender una población que no solo es consumidora,
sino que, además, en un alto porcentaje es consumidora problemática de drogas.
A lo que se agrega que en el plan indicativo de la Subdirección de Adultez, el plan
de acción que se ejecutará en el cuatrienio, no se incluye la reducción de daños de
ninguna manera como estrategia de abordaje.
Vemos así que la idea subyacente es una idea moral, que no se sustenta en ningún tipo
de evidencia para elaborar una política pública: que quien habita en la calle, si la situa-
ción se torna difícil, dejará de hacerlo, lo cual va de la mano con la idea de que quien
consume, si no consigue la sustancia fácilmente, dejará de hacerlo y, por tanto, hay
que atacar las causas de “permanencia”, suponiendo así que la habitabilidad en la calle
no está ligada a múltiples factores personales y sociales que “desplazan” a una persona
hacia allí. Hasta el punto de llamar “confortable” un separador, lo que implica una idea
de crear un amoblamiento urbano y organización urbana que no lo sea con miras a
expulsar a quienes habitan las calles de diversas zonas, con la idea de que retornarán a
sus hogares o se verán obligados a asistir a los servicios del estado.
Una vez más: despojemos al habitante de las calles de todo aquello que le permita la
supervivencia allí. ¿Cuál es la concepción de política pública detrás de esto? ¿Cuál
la estrategia de atención integral detrás de despojar a los habitantes de la calle de un
medio de subsistencia? Parece ser que la condición primordial para acceder a cual-
quier modo de supervivencia es la abstinencia y el abandono de la vida en la calle.
Es a cada individuo a quien corresponde señalar los caminos por los cuales pretende llevar
su existencia, sin afectar los derechos de los demás (...) De este modo, la “mendicidad”
ejercida por una persona de manera autónoma y personal (…) no es un delito ni una
contravención. De hecho, cualquier tipo de reproche jurídico, sea en forma de sanciones
o intervenciones terapéuticas forzadas, resulta inadmisible en tanto cosifica al habitante
de la calle en aras de un supuesto modelo ideal del ciudadano virtuoso o a manera de una
51
Ibídem, p. 18. El destacado es de acción preventiva en contra de un potencial criminal. (El destacado es de lxs autorxs)
lxs autorxs
D e s ta pa n d o l a o l l a
Mediante esta sentencia, la Corte Constitucional dejó claro que, a la luz del estado
de derecho, ni la condición de habitabilidad de la calle ni de mendicidad ni de con-
sumo justifica ni avala la posibilidad de obligar a alguien a ir a tratamiento o ence-
rrarlo por este hecho. Más allá, señala que el estado no puede imponer un modelo
de vida virtuoso, teniendo en cuenta que esto atentaría contra el libre desarrollo de
la personalidad. Tras la intervención en el Bronx, varios fueron los miembros del
gabinete que en reiteradas ocasiones registradas en medios de comunicación mani-
festaron la intención del distrito de pedirle a la Corte modular dicha sentencia que
permitiera declararlos interdictos en algunos casos y llevarlos a tratamiento obli-
gatorio. En respuesta a proposición del Concejo de Bogotá52, la Secretaría Jurídica
afirma, respecto a las pretensiones de algunas autoridades del distrito de modular
la sentencia, que:
En los centros de acogida existen las parejas porque eso es inevitable, pero duermen en
cuartos separados, y en los centros están prohibidas las relaciones sexuales. A los habi-
tantes de calle les toca usar o los potreros o residencias.
Pasé un fosforo a otro y el otro tenía el bareto y no, se les metió que yo se lo pasé. Última
palabra. Entonces, como es el vicioso no hay credibilidad (…) es decir ya estás encasilla-
do: “Ese fue”, ¿se perdió? ¡Ese fue! Imagínate, me sacaron y llevando yo un tratamiento
contra el bacilo de Koch. Es decir, expusieron mi vida a un peligro inminente, porque
estaba recibiendo un tratamiento contra la tuberculosis. No, eliminado del reality.
Es importante preguntarse, en este sentido, por qué desde el estado se busca mo-
dular una sentencia que protege la autonomía de los habitantes de la calle usuarios
de drogas, en lugar, primero, de adaptar sus servicios a las realidades de dichos
usuarios, a no exponerlos a tantas reglas que terminan expulsándolos una vez más
y poniéndolos en contextos de alta vulneración. ¿Por qué, si los expulsan, quieren
tenerlos obligados a estar adentro? Por otro lado, es importante hacer un análisis de
78 los efectos perversos de un avance en el acceso a los derechos que es la cobertura de
la rehabilitación por medio del sistema de aseguramiento.
Pero si (…) no hay un ofrecimiento claro, ¿no? A someterse, a someterse, a no tener uno
(…) es decir a (…) que el tiempo se vaya (…) el televisor no tiene ni volumen, imagínese
eso: cien psiquiátricos viendo una película sin sonido (Gabriel).
Aquí llegaron como treinta. También se fueron para otros lados, para Bakatá y para
otros centros. Aquí, el presidente de aquí, el ¿cómo es que se llama?, el fundador (…)
bravísimo, porque no mandaron todos los quinientos para acá (risas), eso él quería era
que los mandaran todos para acá, quién sabe, por lo que había unos convenios, porque
la Alcaldía bota plata, eso ya es otras cosas, ¿no?
54
El nombre ha sido cambiado para
proteger su identidad.
p o l í tica p ú blica frente a l o s h abitantes de la calle
79
Reno-
vación
urbana y
derecho a
la ciudad
L
as determinantes en materia de renovación urbana para la zona conocida
como el Bronx tienen su origen en el antes mencionado decreto distrital 880
de 1998, en el cual se definieron siete sectores de renovación urbana, entre
los cuales se encuentra uno denominado Voto Nacional, identificado catas-
tralmente con el código 004103 que comprende diecisiete manzanas distribuidas en
dos subsectores; el subsector 1 está compuesto inicialmente por las manzanas 5, 8,
9, 13 y 14 (mapa 10).
Para efectos del análisis, del contenido del decreto 145 de 2013 se destacan los pá-
rrafos 2 y 3 del artículo 1º, en los que se menciona los usos que se pretenden desa-
rrollar en el proyecto de renovación y la intención de implementar un esquema de
gestión concertado con los propietarios:
Mapa 10
Localización sector 1, Voto
Nacional, decreto 880 de 1998
Fuente: decreto 880 de 1998,
elaboración propia.
82
Mapa 11
Localización sector el Bronx
Fuente: decreto 880 e 1998, elaboración
propia
R en o vación urbana y derec h o a la ciudad
En desarrollo del artículo 7º de ese decreto 145, mediante resolución 076 de 2013
se hizo efectiva la declaratoria del derecho de preferencia a favor de Metrovivienda
sobre los inmuebles ubicados en la zona objeto de anuncio del proyecto. Sin embar-
go, antes de la intervención del 28 de mayo de 2016 no hay registro de ofertas de
compra o venta ni de adquisición de predios en el sector.
Con el fin de buscar soluciones a esta zona, se plantea una propuesta urbana que recu-
83 pere y reactive el sector mejorando los perfiles viales, zonas verdes, mezcla de usos en la
que prime la vocación comercial definida en el Plan zonal del centro y con la localiza-
55
El decreto 190 de 2003, Plan
ción de un equipamiento social representativo para la zona. La intervención se plantea
de ordenamiento territorial de
Bogotá, contempla en su numeral por anillos, donde el primero se centra en la pronta actuación y recuperación de las
3, artículo 303, que las entida- manzanas denominadas el Bronx.
des distritales que desarrollen
actividades y proyectos definidos
por el artículo 58 de la ley 388 de El plan de desarrollo distrital fue aprobado finalmente el 9 de junio de 2016, semana
1997 deben formular y ejecutar y media después de la intervención.
planes de gestión social con el fin
de mitigar los impactos generados
por el desplazamiento de pobla- De acuerdo con todo lo anterior, es claro que la política pública distrital respecto
ción, y establecer las acciones y a la zona del Bronx a partir del decreto 880 de 1998 y normas siguientes tiene pro-
actividades de reasentamiento
pósitos de renovación urbana, y como tal, cuenta con los instrumentos necesarios
por obra pública y por cualquier
intervención de reordenamien- para la adquisición y gestión del suelo: el derecho de preferencia, la enajenación
to territorial. En desarrollo de voluntaria y la expropiación por vía administrativa, los cuales inician con oferta
lo cual el decreto 296 de 2003
de compra que debe hacer la entidad pública, en este caso el banco de suelos del
estipula: “Artículo 2°. Acciones
y actividades de reasentamiento Distrito, al titular del derecho de dominio del predio en cuestión. Adicionalmente,
por obra pública y por cualquier en el desarrollo de proyectos de renovación urbana es necesario –como parte inte-
intervención de reordenamiento gral del procedimiento– hacer una caracterización social del sector, con el objeto
territorial. (...) para establecer un
programa de reasentamiento por de determinar qué población habita en el ámbito de desarrollo del proyecto, cuál
obra pública o el que se requiera es su situación socioeconómica, qué actividades económicas se desarrollan, cuáles
para cualquier intervención de son los posibles impactos derivados del proceso de renovación y qué medidas será
reordenamiento territorial se fija-
rán, como mínimo, las siguientes necesario tomar para mitigar esos impactos, entre las que se encuentran actividades
acciones y actividades: Censo y como reubicaciones, arrendamientos transitorios, indemnizaciones, etcétera55.
diagnóstico socioeconómico. Plan
de gestión social. Intervención,
protección y rehabilitación de las Tal como se ha venido viendo, el 28 de mayo de 2016 se llevó a cabo la ya docu-
zonas intervenidas (...)”. mentada intervención en el sector del Bronx, la cual tenía propósitos de seguridad y
D e s ta pa n d o l a o l l a
combate al crimen organizado, pero que arrojó como resultado “colateral” el desalo-
jo de la mayoría de los predios que componen “las tres manzanas de gran deterioro
urbano y social”, en lo que resultó siendo, de facto, la ejecución del “primer anillo”
de implementación del proyecto de renovación urbana previsto por el plan distrital
de desarrollo, una semana y media antes de su aprobación en el Concejo de Bogotá.
Las tres manzanas a las que se refiere el plan de desarrollo son, en efecto, las man-
zanas 7, 8 y 13 del sector catastral 004103, incluidas en el subsector 1 del sector
Voto Nacional del decreto 880 de 1998 y que fueron delimitadas en el anuncio del
proyecto de renovación urbana del decreto 145 de 2013. Esas tres manzanas están
compuestas por treinta y seis lotes que a su vez contienen sesenta y cuatro unidades
prediales, cuya situación jurídica a 28 de mayo de 2016, según se registra en sus
certificados de tradición y libertad, era la siguiente: dieciséis de los sesenta y cuatro
predios se encontraban afectados con medida de extinción de dominio (predios con
medida cautelar o sentencia de extinción de dominio), la mayoría adjudicados en
condición de tenencia a la Secretaría Distrital de Integración Social; los cuarenta y
ocho restantes estaban afectados por derecho de preferencia (varios de los cuales no
tenían inscrita la medida cautelar en el folio de matrícula) y algunos tenían limita-
ción de dominio por embargo judicial, lo cual, para efectos del análisis resulta poco
relevante. En Anexo 3 se relaciona la situación jurídica predial descrita.
84
La situación jurídica de los treinta y seis lotes que componen el sector se puede ver
en el mapa 12.
Mapa 12
Situación jurídica de los lotes del
Bronx a 28 de mayo de 2016
Fuente: Oficina de Registro de
Instrumentos Públicos, elaboración
propia.
Que en razón a lo anterior y en virtud a las órdenes de demolición emitidas por el alcalde
85 local de Los Mártires y la Inspección Distrital de Policía, el secretario distrital de Gobierno
(e), mediante oficio (…) calendado 11 de julio de 2016, solicitó la asignación de recursos al
Fondiger, a fin de adelantar la intervención de los predios que amenazan ruina ubicados en el
sector Voto Nacional en la localidad de Los Mártires, a efecto de garantizar el restablecimien-
to de las condiciones de seguridad y prevenir los posibles riesgos por el estado de las edifi-
caciones de la zona, cuyo concepto técnico por parte del Idiger, fuere amenaza de ruina56.
o al tenedor del respectivo inmueble, dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la
fecha de su expedición.
De acuerdo con lo anterior, del marco normativo sobre el que se basa la orden de de-
molición y que sirve de sustento para el traslado de recursos del Fondiger al Fondo
de Desarrollo Local de Los Mártires se desprenden dos condiciones indispensables:
primero, debe existir una declaratoria de desastre o calamidad pública, y segundo,
que los ocupantes se hayan rehusado a abandonar la zona, lo que presupone un pro-
ceso previo al desalojo que no se llevó a cabo debido al carácter de la intervención.
Por otro lado, en ese mismo marco normativo existen procedimientos de interven-
86 ción más garantistas de los derechos de las comunidades afectadas. En efecto, el
mismo acuerdo 546 de 2013 indica que en situaciones de riesgo el Idiger debe ela-
borar un plan de acción específico para la recuperación del sector, en el marco del
cual puede solicitar la entrega forzosa de los inmuebles en riesgo, los cuales deben
ser adquiridos posteriormente:
Artículo 19. Plan de acción específico para la recuperación. Declarada la situación de ca-
lamidad pública y activadas las estrategias para la respuesta, el Idiger, elaborará los pla-
nes de acción específicos para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas.
El plan de acción específico, en relación con la rehabilitación y la reconstrucción, será
de obligatorio cumplimiento por todas las entidades públicas o privadas que deban con-
tribuir a su ejecución, en los términos señalados en la declaratoria y sus modificaciones.
57
El acuerdo 546 de 2013 toma
como marco la ley 1523 de 2012,
la cual contempla en caso de de- Artículo 25. Declarada una situación de desastre y/o calamidad, el Idiger podrá solicitar de
molición por riesgo de ruina que
manera anticipada a su adquisición, la entrega forzosa de los bienes inmuebles o derechos
la ejecución de la misma debe ser
inmediata como se desprende del reales que generen riesgo público para su entorno y/o sean indispensables para adelantar
artículo 78, que dice: “Ejecución el Plan de acción específico para la recuperación. Posteriormente, tales bienes o derechos
de la demolición. Una vez ejecu- deberán ser adquiridos total o parcialmente por el Idiger o la entidad responsable definida
toriada la resolución que ordene
la demolición, luego de haberse en el Plan de acción específico para la recuperación, por negociación directa con los pro-
agotado el recurso de reposi- pietarios o mediante expropiación por vía administrativa, previa indemnización.
ción, se procederá a la inmediata
demolición del inmueble. Cuando
por circunstancias de especial Parágrafo. El procedimiento para la adquisición predial será el establecido en los artículos
urgencia se haya prescindido del 74, 75 y 76 de la ley 1523 de 2012.
régimen de notificación y recursos
en la vía gubernativa, la autoridad
podrá proceder a la demolición en A su turno, el artículo 74 de la ley 1523 de 2012, plantea que el primer paso para la
forma inmediata”. adquisición es la negociación directa. Como parte del procedimiento de negocia-
R en o vación urbana y derec h o a la ciudad
ción, la entidad debe hacer una oferta al propietario o poseedor del inmueble que
será inscrita “en el folio de matrícula inmobiliaria del inmueble, en la oficina de
registro de instrumentos públicos correspondiente por parte de la entidad adqui-
rente dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a su comunicación” (numeral 5,
artículo 74, ley 1523 de 2012). Como se verá más adelante, en ninguno de los folios
de matrícula de los predios que componen el Bronx se encuentra oferta de compra
motivada por condición de riesgo.
Por otro lado, las facultades que cita la Alcaldía local para ordenar la demolición
(numeral 8, artículo 35, decreto 172 de 2014), se dan en concordancia con el nu-
meral 4 del artículo 56 de la ley 9 de 1989. De la lectura completa de ese artículo se
desprende que tales facultades del alcalde local están precedidas de obligaciones en
materia de prevención, atención a la población y garantía del derecho a la vivienda,
como las acciones de reubicación de las familias afectadas y la compra de predios
en riesgo, mediante los mecanismos de gestión de suelo ya conocidos: enajenación
voluntaria y expropiación por vía administrativa:
Artículo 56. Inciso modificado por el artículo 5°, ley 2 de 1991. Los alcaldes y el inten-
dente de San Andrés y Providencia procederán a levantar, en el término máximo de
seis (6) meses contados a partir de la vigencia de la presente ley, un inventario de los
87 asentamientos humanos que presenten altos riesgos para sus habitantes, en razón a su
ubicación en sitios anegadizos, o sujetos a derrumbes y deslizamientos, o que de otra
forma presenten condiciones insalubres para la vivienda y reubicarán a estos habitantes
en zonas apropiadas, con la participación del Instituto de Crédito Territorial. Además,
tomarán todas las medidas y precauciones necesarias para que el inmueble desocupado
no vuelva a ser usado para vivienda humana.
Se podrán adquirir los inmuebles y mejoras de las personas a ser reubicadas, mediante ena-
jenación voluntaria directa o mediante expropiación, en los términos de la presente ley.
(...)
Si los habitantes de inmuebles ubicados en sitios de alto riesgo rehúsan abandonar el sitio,
corresponderá al alcalde o al intendente de San Andrés y Providencia ordenar la desocu-
pación con el concurso de las autoridades de policía, y la demolición de las edificaciones
afectadas. Esta orden se considerará, para todos los efectos, como una orden policiva en los
términos del Código nacional de Policía (...).
Para atender la situación generada el Idiger (…) Para apoyar la población que habitada
en el sector del Bronx, se realizó la entrega de ayudas humanitarias en especie. Consis-
tentes en:
Carpas ALOJAMIENTO 10
Como producto del desalojo se han presentado múltiples denuncias por parte de la
comunidad que habitaba en el Bronx, muchas de las cuales ya han sido documen-
tadas en capítulos anteriores. Para el propósito de este capítulo, interesa abordar lo
relacionado con los procedimientos y el marco jurídico que soporta la expropiación
88 de los predios, asunto sobre el que también se presentaron denuncias ante la Defen-
soría del Pueblo:
10. ¿Cuál es la situación jurídica de los predios al momento de la intervención del Bronx?
Y ¿cuáles fueron las medidas de mitigación de impacto, reubicaciones, compensaciones,
arriendos, etcétera, a la población según la situación jurídica del predio donde residía?
58
Respuesta del Idiger al dere- Ante lo cual la Secretaría de Seguridad del Distrito, en el momento de la interven-
cho de petición con radicado ción Subsecretaría de Seguridad de la Secretaría de Gobierno, encargada de coor-
2017EE4159. dinarla, se limitó a trasladar las preguntas a la Empresa de Renovación Urbana, sin
59
http://www.elespectador.com/
noticias/bogota/los-otros-despla- dar respuesta alguna. A su turno, la Empresa de Renovación Urbana, respondió lo
zados-del-bronx-articulo-650184 siguiente:
R en o vación urbana y derec h o a la ciudad
A la pregunta 9:
Por lo tanto no es posible para esta Empresa señalar cuantos o cuales predios fueron
intervenidos y/o desalojados y tampoco identificar los inmuebles.
A la pregunta 10:
“R/. Considerando que la Empresa no intervino en las acciones que en materia de segu-
ridad se llevaron a cabo el día 28 de mayo de 2016, no podemos pronunciarnos respecto
de esta solicitud.
Conviene precisar que como resultado de la intervención de la zona conocida como El Bronx
la Empresa pretende en el barrio Voto Nacional que incluye el sector denominado Bronx, la
ejecución de un proyecto urbano integral que garantice la renovación del Centro Histórico
89 de la ciudad, mediante la normalización de un sector amenazado por la marginalidad y el
abandono, que ha perdido funcionalidad y calidad urbanística, y en el que se ha degradado
el espacio público y el espacio edificado por su proceso de deterioro urbanístico y social,
del cual hacen parte los inmuebles que se indican en el decreto 397 del 23 de septiembre
de 2016, que puede ser consultado en la página web de la Alcaldía Mayor de Bogotá (...).
En este orden de ideas nos encontramos ante una mezcla de condiciones particu-
lares alrededor de la intervención en el Bronx. Primero, es una zona objeto de re-
novación urbana, para lo cual desde 2013 estaban dados los elementos normativos
necesarios para la gestión del suelo y la implementación del proyecto urbanístico.
Segundo, se trata de una zona en que efectivamente existía concentración de activi-
dades delictivas que en efecto ameritaba una intervención en materia de seguridad,
pero que llevada a cabo esta fue más allá y terminó en el desalojo –cuya legalidad
convendría revisar–, de la mayoría de los predios, sin tener siquiera una caracteri-
zación social de la zona que permitiera identificar impactos sobre asentamientos
humanos o actividades económicas legales que se estuviesen desarrollando allí en el
momento de la intervención y que fueron afectadas por el desalojo. Tercero, poste-
rior al desalojo, de manera expedita y sin utilizar las garantías incluidas en el marco
normativo, se determina que la mayoría de los predios se encuentran en riesgo de
ruina y se procede a programar la demolición, que, diez meses después del concepto
de riesgo de ruina, no había concluido. En este sentido, a la par de las acciones en
materia de seguridad que eran necesarias, se produjo la afectación grave de una
parte de la comunidad que, aun conviviendo en medio de la “barbarie”, desarrollaba
actividades económicas legales que fueron abruptamente truncadas o gozaban del
derecho a la vivienda mediante propiedad, ocupación o arrendamiento, derecho
que fue seriamente vulnerado, violaciones agravadas por el hecho de ser perpetra-
das por parte del mismo estado que debería garantizar su protección.
R en o vación urbana y derec h o a la ciudad
Artículo 1°. Anuncio del proyecto. Se anuncia a Artículo 1º. Anuncio del proyecto. Se anuncia
los interesados y a la ciudadanía en general, la a los interesados ya la ciudadanía en general la
puesta en marcha del componente urbanístico puesta en marcha del proyecto comprendido
del proyecto de iniciativa pública denominado en la manzana 08 y partes de las manzanas 07
El Bronx, dirigido a promover la transformación y 13. de la zona uno del proyecto Voto Nacional
y recualificación de dicha zona, como parte del de Bogotá D.C. (según el Plano anexo No. 1 que
Tabla 8 proyecto de revitalización del centro tradicional hace parte del presente decreto ), en el marco
Comparativo del artículo 1° de priorizado en el Plan de desarrollo, económico, del desarrollo del “Programa de renovación ur-
los decretos 145 de 2013 y 397 social, ambiental y de obras públicas 2012–2016 bana para la recuperación del sector compren-
de 2016 “Bogotá humana”. dido por los barrios San Bernardo y Santa Inés
El proyecto buscará la dignificación de la vida y su área de influencia y se establecen normas
del habitante de calle y, en general, el mejora- específicas para algunos de los sectores dentro
miento de las condiciones de vida en el sector, del área de renovación urbana”, adoptado me-
a través de distintas actuaciones que incluirán diante el decreto distrital 880 de 1998, la Opera-
vivienda transitoria, localización de dotaciona- ción estratégica del centro de Bogotá y el Plan
les y equipamientos y recuperación de espacios zonal centro, adoptados estos últimos mediante
públicos. el decreto distrital 492 de 2007”.
Sin perjuicio de su carácter de proyecto de ini-
ciativa pública, en la gestión del mismo se bus-
cará concretar acuerdos con los propietarios,
en los términos de la ley 388 de 1997.
91
Mapa 13
Situación física por lotes del
Bronx, a 26 de marzo de 2017
Fuente: Sistema Nacional de Registro y
visita de campo; elaboración propia.
D e s ta pa n d o l a o l l a
92
Fotos 16 a 19
Registro fotográfico de la visita
realizada el 26 de marzo de 2017
al sector el Bronx.
Fuente: elaboración propia
Reflexio-
nes
Finales
D e s ta pa n d o l a o l l a
A
partir de los hallazgos presentados en este informe, a continuación se exa-
mina la intervención desarrollada en el sector del Bronx por medio de dos
escalas de análisis.
Asimismo, como se ha visto, con la puesta en marcha del plan de recuperación ur-
bana y de desarrollo de la ciudad, los procesos de intervención sobre dichas ciuda-
danías indeseables, se han dado no solo mediante el dispositivo de la fuerza pública,
pues en muchas ocasiones ha ocasionado la reproducción e incluso la promoción
discursiva de prácticas de violencia contra las poblaciones habitantes de la calle.
Derechos humanos • La Alcaldía Mayor de Bogotá puede gestionar que el gobierno nacional, desde
el Sistema Nacional de Derechos Humanos y DIH, diseñe, implemente y haga
seguimiento a la política nacional para personas habitantes de la calle, y que sea
incluida en la política integral de derechos humanos y derecho internacional hu-
manitario
• No insistir en la revisión de la sentencia T-043 de 2015, dado que la misma da
garantías a los habitantes de la calle de no ser estigmatizados y obligados a entrar
en un proceso en contra de su voluntad. Esto es, garantiza el libre desarrollo de la
personalidad consagrado en la Constitución.
• La Policía Nacional debe disponer de recursos destinados a la creación de cam-
pañas y estrategias dirigidas a sus funcionarios para la eliminación del prejuicio
y la violencia hacia quienes habitan las calles.
R ec o m endaci o nes
• Crear protocolos de requisa con enfoque diferencial, de tal manera que cuando
se incurra en alguna contravención estos garanticen los derechos de las personas
habitantes de la calle y el no perfilamiento por su elección de vida.
• Diseñar rutas para que los ciudadanos habitantes de la calle puedan interponer
denuncias ante la institución por las situaciones de violencia policial. Asimismo,
poner en marcha un plan integral que garantice que las rutas y los protocolos
se adapten a las dinámicas cotidianas de los habitantes de la calle, establecien-
do mecanismos que garanticen el acceso a la información y participación de las
víctimas de violencia policial en los procesos disciplinarios contra los agentes de
policía, como una herramienta de transparencia en las actuaciones de la entidad.
• Destinar una sección dentro de la institución que sea referente para todo lo re-
lacionado con la habitabilidad en la calle y tenga la capacidad operativa para
atender casos de violencia, y que sea punto de enlace con la comunidad.
• El establecimiento de relaciones de poder horizontales: estimular reflexiones
acerca de las prácticas participativas en asuntos que se relacionen los intereses
de los ciudadanos habitantes de la calle y que hayan contribuido a transformar
sus realidades desde un enfoque que promueve relaciones pedagógicas basadas
en la horizontalidad.
• Crear desde la institucionalidad mecanismos de acompañamiento desde la socie-
dad civil, el ministerio público y las entidades a cargo, para garantizar el respeto
99 de los derechos de las personas usuarias de centros de atención para habitantes
de la calle. Tanto servicios sociales como de salud (superación del consumo), a
cargo del Distrito como tercerizados.
• Al ministerio público: la Personería Distrital, la Defensoría del Pueblo y la Pro-
curaduría General de la Nación deberían crear una mesa permanente de segui-
miento al habitante de la calle, con participación de la sociedad civil, sistema-
tizando, compartiendo información entre ellas, documentando las denuncias y
generando alerta a la administración distrital.
Normas
Acuerdo 546 de 2013.
Decreto distrital 145 de 2013.
104
Decreto distrital 172 de 2014.
Decreto distrital 190 de 2003.
Decreto distrital 560 de 2015.
Decreto distrital 691 de 2011.
Decreto distrital 880 de 1998.
Decreto nacional 2729 de 2012.
Ley 1523 de 2012.
Ley 1641 de 2013.
Ley 388 de 1997.
Ley 9 de 1989.
Sentencia T-043 de 2015.
Prensa
Broken windows policing and the origins of stop and frisk and how it went wrong. En NPR,
2016. http://www.npr.org/2016/11/01/500104506/broken-windows-policing-and-the-
origins-of-stop-and-frisk-and-how-it-went-wrong.
El Tiempo. 2016. “Homicidios en Bogotá bajaron siete puntos en diez años”. 27 de julio de
2016. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16655068
El Tiempo. 2017. “El Voto Nacional, sin plata y sin doliente”. http://www.eltiempo.com/archi-
vo/documento-2013/MAM-4007355. Acceso, 7 de abril de 2017.
105 http://www.defensoria.gov.co/es/nube/noticias/5372/Defensor%C3%ADa-acumu-
la-25-quejas-por-posibles-violaciones-a-los-derechos-humanos-durante-intervenci%-
C3%B3n-de-autoridades-al-Bronx-Bronx-Defensor%C3%ADa-del-Pueblo-Bogot%-
C3%A1-derechos-humanos-Derechos-Humanos.htm
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/los-otros-desplazados-del-bronx-articu-
lo-650184
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/penalosa-cree-el-grafiti-una-plaga-dia-
rio-the-guardian-articulo-621247
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/sin-prostitutas-calles-de-bogota-articu-
lo-612930
http://www.eltiempo.com/bogota/campana-pedagogica-contra-colados-en-transmile-
nio-79950
http://www.semana.com/nacion/articulo/bogota-secretario-de-seguridad-daniel-mejia-ha-
bla-de-orden-y-espacio-publico/465018
Literatura referenciada
Amin, Ash y Nigel Thrift. 2002. “Cities and Ethnicities”. Ethnicities. 2 (3).
Anderson, J. 2004. “Talking Whilst Walking: A Geographical Archaeology of Knowledge”.
Area. 36 (3).
Ballard, R. 2013. #Geographies of development II: Cash transfers and the reinvention of
development for the poor”. Progress in Human Geography. 37 (6).
D e s ta pa n d o l a o l l a
Behar, Ruth. 1996. The Vulnerable Observer: Anthropology that Breaks your Heart. Beacon
Press. Boston.
Bonnett, A. y C. Alexander. 2013. “Mobile nostalgias: Connecting visions of the urban past,
present and future amongst ex-residents”. Transactions of the Institute of British Geog-
raphers. 38 (3).
Buitrago, M. C. 2009. “Estado de derecho, seguridad y marginalidad: representaciones en
prensa sobre el fenómeno de la limpieza social en Colombia 1988-1996”. Tesis M.A.
Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.
Cahill, Caitlin. 2004. “Defying gravity? Raising consciousness through collective research”.
Children’s Geographies. 2 (2).
Crang, M. e I. Cook. 2007. Doing Ethnographies. Sage Publications. Thousand Oaks.
Cresswell, T. 1999. “Embodiment, Power and the Politics of Mobility: The Case of Female
Tramps and Hobos” Transactions of the Institute of British Geographers. 24 (2).
Cresswell, T. 2001. “The Production of Mobilities”. New Formations. 43.
----------. 2010. “Towards a Politics of Mobility”. Environment and Planning D: Society and
Space. 28 (1).
Ellis, Carolyn. 2007. “Telling Secrets, Revealing Lives: Relational Ethics in Research With
Intimate Others”. Qualitative Inquiry. 13 (1).
Evans, J. y P. Jones. 2011. “The walking interview: Methodology, mobility and place”. Applied
106 Geography, 31 (2).
Fals Borda, Orlando. 1980. “La ciencia y el pueblo: nuevas reflexiones”. En Maríia Cristina
Salazar (ed.). La investigacion-acción participativa: inicios y desarrollos. Universidad Na-
cional de Colombia. Bogotá.
----------. 2006. “Participatory (Action) Research in Social Theory: Origins and Challenges”.
En Peter Reason e Hilary Bradbury (eds.). Handbook of Action Research: Participative
Inquiry and Practice. Sage Publications. Thousand Oaks. Concise Paperback Edition.
Fals Borda, Orlando y Mohammad Anisur Rahman. 1991. Acción y conocimiento: como rom-
per el monopolio con investigación-acción participativa. Cinep. Bogotá.
Fern, Edward. 2001. Advanced Focus Group Research. Sage Publications. Thousand Oaks.
Flores, R. 1998. “Memory-Place, Meaning, and the Alamo”. American Literary History. 10
(3).
Freire, Paolo. 1970. Pedagogy of the Oppressed. Continuum International Publishing Group.
Nueva York.
García, C. J. 2010. “Renovación urbana en Bogotá. ¿Una respuesta al pánico moral?”. Terri-
torios. 22.
Góngora, A. y C. J. Suárez. 2008. “Por una Bogotá sin mugre: violencia, vida y muerte en la
cloaca urbana”. Universitas Humanística. 66.
Gough, K. y M. Franch. 2005. “Spaces of the Street: Socio-spatial Mobility and Exclusion of
Youth in Recife”. Children’s Geographies. 3 (2).
Hubbard, P. 1999. “Researching female sex work: Reflections on geographical exclusion, crit-
ical methodologies and “useful” knowledge”. Area. 31.
R ec o m endaci o nes
----------. 2004. “Cleansing the metropolis: Sex work and the politics of zero tolerance”. Ur-
ban Studies. 41 (9).
Kwan, M. 2002a. “Feminist Visualization: Re-envisioning GIS as a Method in Feminist Geo-
graphic Research”. Annals of the Association of American Geographers. 92 (4).
----------. 2002b. “Is GIS for Women? Reflections on the Critical Discourse in the 1990s”.
Gender, Place and Culture. 9 (3).
Liggett, Helen. 2003. Urban Encounters. University of Minnesota Press. Minneapolis.
Low, Setha. 2000. On the Plaza: the Politics of Public Space and Culture. University of Texas
Press. Austin.
Low, Setha (ed.). 2005. Theorizing the City: The New Urban Anthropology Reader. Rutgers
University Press. New Jersey.
Lynch, K. 1960. The Image of the City. The MIT Press. Cambridge.
Jon May, J. 2000. “Of Nomads and Vagrants: Single homelessness and narratives of home as
place”. Environment and Planning D: Society and Space. 18 (6).
Martin, G. y Ceballos, M. 2004. Bogotá: Anatomía de una Transformación. Politicas de Segu-
ridad Ciudadana 1995-2003. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.
Mistry, J., A. Berardi, L. Haynes, D. Davis, R. Xavier y J. Andries. 2014. “The role of social
memory in natural resource management: insights from participatory video”. Transac-
tions of the Institute of British Geographers. 39 (1).
107
Mitchell, Don. 1996. “Introduction: Public Space and the City”. Urban Geography. 17 (2).
----------. 2003. The Right to the City: Social Justice and the Fight for Public Space. The Guil-
ford Press. Nueva York.
Morris Rincón, Íngrid. 2011. “En un lugar llamado el Cartucho”. En Colombia 2011. Nuevo
Milenio editores.
Narayan, K. 1993. “How Native is a ‘Native Anthropologist?”. American Anthropologist. 95
(3).
Pavlovskaya, M. y K. St. Martin. 2007. “Feminism and Geographic Information Systems:
From a Missing Object to a Mapping Subject”. Geography Compass. 1 (3).
Pred, A. 2004. The Past is not Dead: Facts, Fictions, and Enduring Racial Stereotypes. Univer-
sity of Minnesota Press. Minneapolis.
Ritterbusch, A. 2012. “Bridging Guidelines and Practice: Toward a Grounded Care Ethics in
Youth Participatory Action Research”. The Professional Geographer. 64 (1).
Ritterbusch, A. 2013. “From Street Girls to ‘VMC’ Girls: Empowering Strategies for Repre-
senting and Overcoming Place-Memories of Violence in Colombia”. Children, Youth
and Environments. 23 (1).
----------. 2015. “Participatory Methodologies in Social Memory: Visualizing Life Histories
for the Right to the City in Bogotá, Colombia”. En David Butler, Perry Carter, Stephen
P. Hanna, E. Arnold Modlin, Amy E. Potter (eds.). Social Memory and Heritage Tourism
Methodologies. Routledge. Nueva York.
----------. 2016a. “Mobilities at Gunpoint: The Geographies of (Im)mobility of Transgender
Sex Workers in Colombia”. Annals of the Association of American Geographers. 106 (2).
D e s ta pa n d o l a o l l a
----------2016b. “Exploring Social Inclusion Strategies for Public Health Research and
Practice: The Use of Participatory Visual Methods to Counter Stigmas Surrounding
Street-Based Substance Abuse in Colombia”. Global Public Health. 11 (5-6).
Sibley, D. 1995a. Geographies of Exclusion: Society and Difference in the West. Routledge.
Nueva York.
Torre, M. E. 2006. “Beyond the Flat: Intergroup contact, intercultural education and the
potential of contact zones for research, growth and development”. Manuscrito no publi-
cado. City University of New York.
----------. 2009. “Participatory Action Research and Critical Race Theory: Fueling Spaces for
Nos-otras to Research”. Urban Rev. 41.
Torre, M. E., M. Fine, con N. Alexander, A. B. Billups, Y. Blanding, E. Genao, E. Marboe, T.
Salah y K. Urdang. 2008. “Participatory action research in the contact Zone”. En J. Cam-
marota y M. Fine (eds.). Revolutionizing Education: Youth Participatory Action Research
in Motion. Routledge. Nueva York.
108
ANEXOS
D e s ta pa n d o l a o l l a
Método utilizado hace referencia al estudio de caso, entendiéndose como “el estudio
de casos” un método de investigación cualitativa que se ha utilizado ampliamente
para comprender en profundidad la realidad social y educativa” (Barrio del Castillo,
González Jiménez, Padín Moreno, Peral Sánchez, Sánchez Mohedano y Tarín López).
carrera 16 con calle 11, barrio Santafe, caño de la Sexta con carreras 43, 42 y 48,
barrios la Estanzuela y San Bernardo), con el objetivo de recolectar datos iniciales
sobre las dinámicas socioespaciales, usando el diario de campo como herramienta
de recolección. Durante estos recorridos se buscó también comenzar a hablar con
las personas que se encontraban en los diferentes espacios para informarles sobre
el proyecto, vincular a quienes estuvieran interesados, comenzar a crear confianza
entre las personas y el equipo y recolectar información inicial.
Grupos focales. Se trabajó con dos grupos focales para discutir las experiencias
colectivas del desplazamiento y la violencia hacia la población de habitantes de la
calle. Desde la literatura se evidencia que la dinámica de grupo genera opiniones
diversas cuando se pone en comparación entre diferentes personas (Fern, 2001).
espacios. Algunas salidas se hicieron durante el día para observar las intervenciones
de las entidades del estado, otras también se hicieron durante el día pero en contex-
tos más privados y protegidos, para poder realizar las entrevistas y grabar sin levan-
tar sospecha de las autoridades. Otras salidas se efectuaron durante la noche, para
documentar y observar las dinámicas de violencia durante los operativos violentos
contra los habitantes de la calle.
Para llevar a cabo el primer contacto con los habitantes de la calle que habían vi-
venciado el desalojo de la L nos acercamos como defensores de derechos humanos,
contando la necesidad de documentar las situaciones de violencia y negación de
derechos que se estaban viviendo. Durante los nueve meses de trabajo continuo
con habitantes de la calle tuvimos contacto61 con al menos setenta personas, en su
mayoría hombres habitantes de la calle, ya que la proporción de hombres y mujeres
es muy desigual: Así, por cada diez hombres había dos mujeres.
113 Por otro lado, la Policía no recibió favorablemente la presencia de la organización, por
lo cual en varias ocasiones los investigadores recibimos amenazas y hostigamientos
que dificultaron el trabajo con los habitantes de la calle. Cuando nos presentábamos
como defensoras de derechos humanos, en el territorio, los policías nos decían, por
ejemplo: “Ustedes es que son drogadictas”, “Por eso es que las violan y después sí salen
llorando” (diario de campo de investigadora social de Parces ONG, 2016).
61
Por ‘contacto’ se hace referencia
a la comunicación directa con
mujeres y hombres habitantes de la
calle, ya sea para testimonios direc-
tos de violencia policial y estatal,
acompañamiento a centros de
salud o para generar lazos de con-
fianza y redes de seguridad. No fue
posible conversar a profundidad
con cada una de las personas que
se conocieron durante el trabajo,
por las dinámicas de la calle misma
y la situación particular, pero
reconocían el trabajo y al equipo.
Anexo 2 Glosario
La calle hablando