Cuando hablo en conferencias de ministros de jóvenes, la pregunta que más me hacen es "¿Qué debo hacer para que mi grupo crezca?" Aunque esta sea una pregunta ambiciosa, no es la más importante. Yo respondo: "Primero dime, ¿por qué existe tu ministerio con la juventud?" Esa es la pregunta más importante.
La respuesta, o lo que es más común, la falta de respuesta, por lo
general es una buena indicación de la capacidad de crecimiento del grupo. Cualquier ministerio para jóvenes es capaz de crecer cuando se apoya en los propósitos que Dios tiene para la iglesia. Es importante descubrir los cinco propósitos de Dios para un ministerio saludable. Estos propósitos son los componentes esenciales, la piedra angular para construir un ministerio que goce de salud y crecimiento a largo plazo. El proceso para comprender los propósitos de Dios y su aplicación hará calmar la mentalidad de comenzar y hacer funcionar un programa. Mientras que procura reducir la marcha para descubrir los propósitos de Dios, al mismo tiempo mejorará la salud y aumentará más rápido el índice de crecimiento de su ministerio.
Son muchos los obreros de jóvenes que están ocupados haciendo
programas, pero no pueden articular el propósito bíblico detrás de lo que hacen. Solamente hacen.
Hace poco me reuní con un veterano pastor de jóvenes (veinte
años o más) que vergonzosamente admitió que nunca fue capaz de decir por qué hacía lo que hacía. Nunca se detuvo a pensarlo. Sé que él no es el único. Estimo que menos de diez por ciento de los líderes de jóvenes con quienes hablo puede explicar la razón de la existencia del ministerio. Menos aun han podido explicar con claridad su propósito para que otros puedan acogerlo y seguirlo. Y es raro encontrar un ministerio de jóvenes que tenga el liderazgo necesario para manejar y cumplir los propósitos. Debido a la ausencia de propósito y liderazgo bíblico, hay poca oportunidad para desarrollar un ministerio saludable con los jóvenes. Por otra parte, he visto una relación obvia entre el crecimiento espiritual y el crecimiento numérico en los ministerios para jóvenes que han descubierto los siguientes cinco propósitos, los han definido con claridad y han colocado el liderazgo detrás de los propósitos. Cuando haga esto, será capaz de dirigir con pasión, dirección y confianza. Una iglesia con propósito Mi pastor, Rick Warren, escribió un libro llamado "Una Iglesia con propósito", en el que dedica seis capítulos para descubrir los cinco propósitos que Dios tiene para su ministerio: evangelización, adoración, comunión, hacer discípulos y servicio. Rick no creó estos propósitos, estudió las Escrituras y los descubrió. Y al expresarlos, edificó una iglesia saludable. Uno de los más grandes privilegios de mi vida fue trabajar con Rick y ver estos propósitos expresados mediante una estrategia en la iglesia. Rick ayudó a desarrollar mis ideas: me llevó a la Palabra de Dios como la fuente de la existencia de nuestro ministerio. La premisa de Rick en "Una Iglesia con propósito" es que todas las iglesias están guiadas tanto por un énfasis verbal como por uno no verbal. Una iglesia puede guiarse por tradición, personalidad, finanzas, gente, programas, pero nada de esto derivará en una iglesia saludable. Una iglesia saludable debe edificarse en los cinco propósitos del Nuevo Testamento. Rick escribe: "¡Las iglesias fuertes se edifican con propósitos. Al concentrarse igualmente en los cinco propósitos del Nuevo Testamento para la iglesia, esta desarrollará el equilibrio saludable que hace posible el crecimiento duradero. Proverbios 19:21 dice: ‘El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor’. Los planes, programas y personalidades no perduran. Pero los propósitos de Dios permanecerán.
A menos que la fuerza impulsadora detrás de una iglesia sea
bíblica, la salud y el crecimiento de la iglesia nunca serán lo que Dios deseó.
Las iglesias fuertes no se edifican con programas, personalidades
ni trucos. Se fundamentan en los propósitos eternos de Dios". Los ministerios saludables con la juventud se fundamentan en estos mismos propósitos eternos. Afortunadamente, Dios ya nos los dio en la Biblia. Es nuestra tarea descubrirlos, comunicarlos y poner el liderazgo detrás de ellos.
Usted no crea los cinco propósitos, los descubre
A muchos obreros de jóvenes les gusta ser innovadores en su
ministerio. Esta es una cualidad buena y será una gran ventaja cuando usted desarrolle una declaración de propósito. Pero cuando se refiere a los propósitos de Dios para su iglesia, el elemento de la innovación no reposa en nosotros. Ningún propósito que pudiéramos crear por nuestra cuenta sería más completo que los cinco que ya Dios ha creado divinamente para nosotros. Nuestros programas pueden ser negociables pero la evangelización, la adoración, la comunión, el hacer discípulos y el servicio no son negociables. Nuestros programas y estilos pueden reflejar nuestra personalidad y creatividad, pero los propósitos de Dios reflejan su plan y amor para la iglesia. Una iglesia movida con propósito se edifica alrededor de los cinco propósitos que se encuentran en dos pasajes populares, el Gran Mandamiento y la Gran Comisión. Mientras los cinco propósitos se describen en varios versículos del Nuevo Testamento, estos dos pasajes que relatan las palabras de Jesús, resumen todos los otros. El Gran Mandamiento: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente ––le respondió Jesús–. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37- 40). La Gran Comisión: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20). Los cinco propósitos se encuentran en estos dos pasajes: 1. Adoración: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón" 2. Ministerio: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" 3.Evangelización: "Vayan y hagan que se conviertan a Dios" 4. Comunión: "Bautizándolos" 5. Hacer discípulos: "Enseñándoles a obedecer" Estos son los cinco propósitos del Nuevo Testamento que mueven a nuestra iglesia y miles de otras iglesias que los han descubierto. Espero que piense: "Esto no es nuevo: lo he oído antes". Exacto. Hace dos mil años que se conocen. Lo que puede ser nuevo para usted es el incentivo de dirigir un ministerio para jóvenes creado para reflejar y cumplir estos cinco propósitos. Cuando los cinco propósitos forman el fundamento de por qué hacer lo que hace, su ministerio se convertirá en un ministerio de jóvenes con propósito. Usted y yo podemos diferir en cómo procuramos cumplir estos cinco propósitos (con programas), pero nunca debe haber desacuerdo en cuanto a qué Dios nos ha llamado a hacer.
Equilibrio de los cinco propósitos
La mayoría de los ministerios con jóvenes podrían obtener las siguientes calificaciones, del 1 a 10, por los esfuerzos para alcanzar los cinco propósitos:
Estas notas son una generalidad de lo que veo cuando preparo
obreros de jóvenes por todo el país, y puede o no ser un reflejo exacto de su ministerio. ¿Qué calificación le daría a los propósitos en su ministerio para jóvenes? ¿Se ve teniendo un énfasis fuerte de evangelización sin muchos jóvenes maduros porque el hacer discípulos es débil? ¿Qué tal lo opuesto? ¿Tiene usted un ministerio de hacer discípulos fuerte, pero durante años no ha visto ningún cristiano nuevo porque no tiene esfuerzos de evangelización? ¿O su ministerio con la juventud tiene una fuerte adoración, hacer discípulos y comunión y usted se pregunta por qué no crece (no hay evangelización) y por qué los jóvenes son apáticos (no hay ministerio)? La mayoría de los ministerios de jóvenes sobresalen en por lo menos uno de estos propósitos, pero generalmente a costa de los otros. Siga pensando en su ministerio para jóvenes. ¿Encontró equilibrio entre la evangelización, el compañerismo, el hacer discípulos, la adoración y el ministerio? Cuando lo haga, descubrirá una imagen emocionante de la salud bíblica y un ministerio con propósito para jóvenes.
Los cinco propósitos en pocas palabras
Nuestros jóvenes aprenden los cinco propósitos con las siguientes palabras: •Alcanzar es nuestra palabra para la evangelización. •Relacionar es nuestra palabra elegida para la comunión. •Crecer es nuestra palabra para hacer discípulos. •Descubrir es nuestra palabra para el ministerio. •Honrar es nuestra palabra para indicar la adoración. Enfocarse en las cinco palabras le ayudarán a comunicar y reforzar los cinco propósitos para que otros puedan ayudarlo a seguir los planes que Dios tiene para su ministerio con la juventud. Pero si ya tiene una declaración de propósito, la que cree que es eficaz y le gustan las palabras aunque no revelen los cinco que proponemos con claridad, está bien. La prioridad de un ministerio manejado con propósito para la juventud no es identificar cinco palabras mágicas para adornar el membrete, es construir un ministerio con la juventud que refleje claramente la evangelización, la comunión, el hacer discípulos, el ministerio y la adoración..
Tomado de Ministerio de Jóvenes con Propósito, Editorial Vida