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FABULAS DE DUSS El métoda de las fabulas en psicoandlisis infantil LOUISA DOSS Prefacio Si bien los tests de aptitudes o de inteligencia global han Ilegado @ ser actualmente ins teumentos de investigacién cuya utilidad nadie trata de negar, no ocurre Jo mismo con las prue- bas experimentales destinadas a informar sobre la estractura y el desarrollo afectivos. La misma multiplicidad de los «tests afectivoss, surgidos casi por todas partes en el antigue y el nuevo snun- do, y el entusiasmio, frecuentemente un poco ciego, de stis autores no han hecho més que reforzar la fidelidad de muchos psigquiatras hacia el viejo método conocido de la exploracién clinica, ba- sado en la entrevista dirigida y ka observacién empirica, Hay que convenir, sin embargo, en que la préctica de la psiquiatria, de la psicoterapia y de la psicometrfa necesitan Frecuentemente investigaciones rapidas, capaces de summistrar, desde el primer contacto con el sujeto, las bases de un diagndstico o, al menos, de una hipsiesis diagnds- tica; por otra parte, incluso en ccasiones en que no existe premura de tiempo, es preciso con firmar, profundizar o matizar, por medio de pruebas experimentales, ol diagnéstico alcanzado mediante la exploracién clinica. El test de Rorschach —cuyas cualidades, universalmente reconocidas, es imitil destacar aqui— constituye un instrumento de primer orden para responder 2 esta necesidad. Pero su misma naturaleza impone ciertos limites a su empleo: su utilizacion en nifios menores de ocho © nueve aflos resulta casi ineficaz. Por otra parte, y sobre todo, aunque permite revelaroos Is existencia de un conllicto neurético e un sujeto y detectar los rasgos caracterolsicos manifies- tos que resuiltan del mismo, no puede, frecuectemente, decirnos ada preciso sobre la génesis y la estructura de la neurosis en cuanto tal. Ahora bien, este es un punto sobre el cual es importante poscer una informacion rapide, sobre todo en psiguiatria infantil, en que_a menudo resulta provechoso poder establecer una ac cién terapéutica de conjunto sobre el conflicto particular propio de un nifio determinado. Las «historias incompletas» de Madeleine Thomas vinieron a respoader parcialmente a esta necesided. Pero parecen fundamentalmente destinadas a informar sobre la naturaleza de los con- flictos actuales y conscientes del nifio, sobre las consecuencias de sus perturbaciones neuréticas sin poner de manifesto sus conflictos inconscienies y los mecanismos mis © menos «neurotiza dos» que condicfonan su comportamiento. Las fébulas de Louisa Diiss constituyen, desde este punto de vista, un instrumento nuevo. Nuevo, porque permite precisamente proyectar cierta luz sobre la estructura y la naturaleza de las bases ocultas © inconscientes de tal comportamiento anormal manifiesto. Louisa Diss es. psico- analista; ha centrado sus pruebas sobre la deteccién de los wcomplejos» mas clasicos de la psicologia freudi ra algunos, esta adapiacién de un test a una teoria psicolégica definida constituira una limitacién inadecuada. Podrie contestarseles que las condiciones mismus de toda teoria sistematica de'la vida afectiva y dela estructura-de-la- personalidad implican, nevesariamen- te Ia adopcién de un esquema estructural general, segin el cual se admitc que se leva a cabo el desarrollo de la afectividad. Sobre este esquema se podrén proyectar Iuego los perfiles de cada uno de los «casos» particulares. La estructura concreta del alma humana y sus innumerables mo- dalidades, normales 0 patolégicas; no pueden ser inielectualmente captadas como tales; la com- prensin intelectual de la afectividad no puode Ilevarse a cabo més que il precio de abstraccio- nes més o menos forzadas, y tales abstracciones son necesariamente arbitratias. Se puede, por supuesio, estar 0 no de acuerdo con el esquema psicoanalitico, pero no es posible negar Ja nece- sidad de'un esquema, cualquiera que éste ea, ‘Nosotros, que hemos aplicado la psicologia psicoanalitica desde ta fundacién de nuestro ser- vicio de consulta de psiquiatria infantil, hemos encontrado en el test de Diiss un auxiliar precioso, del que hoy no podriamos prescindir. “Aplicado Rasta ahora aproximadamente en un millar de casos, nos ha ofrecido frecuente- mente —desde la primera toma de contacto con el nifio— informaciones precisas y seguras que m ite interpretedas nos han permitido asegurer nuestro diagndstico y centrar muestra ae sobre objetivos que, sin la ayuda del test, hubisran permanecido durante largo ignorados o meramente hipotéticos. A Ia exposicion de su método, tal como ya lo habia ofrecido en los Archivos de Psicologia, IL. Diss afiade en Ia presente obra un complemento cuyo gran interés conviene subrayat: estu- diando, con Ia ayuda de sus Fabelas, los fenémenos de resistencia en él nifo, la autora nos aporta, ‘en primer luger, una serie de hechos psicoldgicos interesantes; luego se arriesga a bosquejar un Considerar los fenémenos afectivos bajo un angulo semejante al utilizado. por Piaget para cstudiar los estadios genéticos de la inteligencia. Después —y quizd es lo més destacable— la au- tora intenta aplicar a un sector importante de Ja teorfa psicoanalitica un método experimental: Greando tn fenémeno de resistencia que puede captar inmediatamente y disecar en estado na- fGiente, ega casi a producir una experiencia quimica in vitro, Ciertamenie, no bay que engafiatse, las ciencias hiolégicas —y la psicologia muy particularmente— no podian jamés llegar a ciencias experimentales, del mismo modo que las ciencins Fisicas. Pero trabajos semejantes al de Louise Diiss son extremadamente estimulantes y fértiles, y sefialan una via nueva a toda uma serie de investigaciones que podrian inspirarse en un método andlogo. Saludamos, pues, la aparicién del presente yolumen con un placer tanto més vivo cuanto gue nos aporta aia vez elementos que estimulan, e espirituy que sirven para bacet progress nue tros conocimientos: un instrumento simple, util y seguro se ha hecho més accesible al psiquiatra y_al psicdlogo practico. Pero al mismo tiempo se nos demuestra cémo cste instrumento puede ser- vir también a fines tedricos nuevos. ;Qué més nos haria falta para agradecer a le autora In aportacion original que ha hecho al avance de nuestra discipline, y para degramos de las que hard aun cn ef futuro? Doctor Lucres Boxer de curso de la Universidad de Lausana, Medicovefe del Gabinete médicopedagédico de Vaud PRIMERA PARTE Las Fabulas, nuevo método de diagnéstico de los complejos y de las resistencias en psicoandalisis Introduccion Cuando uno empieza a ocuparse de la psico- terapia, y mas en concreto del psicoandlisis, gueda sorprendido al ver la influencia del diag nstico en la manera de llevar a cabo el trata- miento. No hablamos del diagndstico de le enfermedad (histeria, neurosis obsesiva, etc.), sino del diagnéstico del complejo. ¢Cual es 0 eudles son los complejos que juegan un papel determinante en a neurosis? Frecuentemente, el psicoanalista consume varias sesiones antes de aclarar cl conflicto de que se trata. Se han ensayado varios métodos de investi- gacion psicoldgica que se han revelado iitiles € interesantes, Por ejemplo, los juegos de nitios de Melanie Klein y de Anna Freud, el método del dibujo en psicoandlisis infantil de la doc- tora 5. Morgenstern, los guéfioles de M. Ram- bert, las historias incompietas de M. Thomas que detectan, sobre todo, los conflicts famitin- res y escolares', el test de Rorschach que al- gunos emplean para saber si est indicado el andlisis 0 son més convenientes otras terapias, el test de asociaciones de palabras de Tung que no puede ser empleado en todos Jos. sujetos. Pero no existe, que sepamos, un medio de in- vestigacion que sea suficientemente preciso pa- ta descubrir otros tipos de complejos como el de destete, el de Edipo, ete. Esta es la razdn de que hayamos tratado de preparar un test para uso especial de los psi- coanalistas infantiles. Los resultados cbtenidos Y Mélanie Klein, «Les principes psychologic rancaise de psychanalyse, Yala gots Revue TROIS An Freed "ction & la Bo. chinalyse des enfants, Revue francaise de psychani= fpse AW HBB Sophie Monge tne de zs tismie piyehogenes (gueri pac ia methods du dessin) Revue francaise de peschanalyse, 1, 192h; Madeleine Rambert, «Une nouvelle techie itantte, le Jou des Guignolss, Revue franpzise de peychanalyse, %, 1938; Madeleine Thomas, «Mtcthode “des bisteires © com! Plélers, Archives de povehologte, RXV, 197 iques. de durante nuestra encuesta parecieron satisfac- torios desde varios puntos de vista, sobre todo en cuanto a la rapidez y evidencia con que el complejo se ponia de manifiesto. Nos hemos fendado, para verificar la validez de este test psicoanalitico, en nuestro conoci- miento de los sujetos que han dado respuestas relacionadas con sus complejos. Bs, pues, un test destinado a los analistas de nifios y a los pedagogos instruidos en el psicoandlisis, por- que exige del examinador el conocimicnto del inconsciente, de su estructura, de sus modos de reaccién, de la comprensién del simbolo (puesto que’ el test se ha construido sobre el simbolo) y de una técnica psicoanalitica de in- terrogatorio, Por muestra parte, nos hemos atenido a una actitud de observacion y de pru- dencia y no hemos formulado preguntas mis que para intentar precisar las respuestas que parecian particularmente significativas. En cier- tos casos, hemos lamentado prescindir del de- recho de dar explicaciones al sujeto, lo que hubiera podido aliviarle: pero esto no entraba en el contenido de nuestra tarea. Nos parece, pues, que en manos de un psicoanalista stento, nuestras fabulas constituirian un medio de de- tectar rapidamente el complejo y su grado de gravedad y podrfan servir de punto de partida para un anélisis. ‘Hemos imaginado, pues, pequefias fibulas en que un héroe —un Aifio o un animal— se ex cuentra en tna sifvacién determinada represen- tativa de un estadio-de-la-evolucién del incons- ciente (estadio oral, edfpico, etc.) en el que tiene varios caminos a elegir. Hemos partido para nuestra investigacion de esta hipétesis: si el sujeto se siente afectado por una de las historias y da una respuesta simbélica 0, al contratio, manifiesta una cierta resistencla a responder, es que la situacién del héree de la fabula determina en él una cadena de asocia- 7 clones que revela el complejo al que esta f+ Se juzgaron indispensables algunas condicio- nes para quc cl test cumpliese su objetivo: era preciso que la fabula fuera facil de compren- der pera un nifio de tres afios y, no obstante, capaz de interesar a los nifios mayores, incluso, a veces, adolescentes, Solo posteriormente he: mos hecho un intento con adultos y, con gran sorpresa nuestra, hemos obtenido, en ciertos asos, Tespucstas espontincas y’ simbdlicas, que recuerdan Jas de los nifios. Se trataba de adultos todavia jévenes, de veinte a treinta afi, inteligentes, pero n0 intelectuales (artis: tas y artesanos) que presentaban perturbacio- nes neuroticas. Es preciso hacer excepcion de Jos adultos cultivados que no teaccionan direc. tamente y hacen reflexiones abjetivas y razo- nadas en sus respuestas. Por otra parte, el test no ha sido creado para los adultos, sino para los nifos y sélo a titulo de interés tecrico cits. remos algunos casos de adultos, Es preciso, en la elaboracion de las fabulas, tratar de eliminar situaciones familiares 0 escolares demasiado particulares en las que el nio correria el riesgo fis dutiacoaee en Gceateiaty oicta inter venir el temor de ser juzgado. Por eso, en tres de las historias hemos elegido como herve un animal y en las otras hemos colocado al héroe en situaciones absolutamente banales: una fies. ta de familia, un entierro que pasa, un objeto de tierra que el hévoe ha fabricado, un pasco con uno de los padres, ete, Esto permite dar la maxima importancia a los sentimjentos del hé- roe. En la fabula del mal stefio se intenta poner de manifiesto un estado emotivo mediante una pregunta y hemos considerado util tomaria co- mo medio de control para este test, clinico, Hemos encontrado algunas dificultades para poner a punto les fabulas destinadas al com- plejo de castracién y al cardcter posesivo y obstinado. Se trataba de encontrar una idea simbélica no susceptible de incorporar clemen- tos debidos a la educatién. Por ejemplo, para el cardcier posesivo y obstinado habiamos pen-. sado, naturalmente, scrvirnos del dinero o del repatte. Pero después de la experimentacién hemos renuniciado a esta idea, porque los nifios Pequefios no conceden una gran importancia al diners y, ademas, alguaos nifos han sido acosturnl por sus padres a guardar el dinero que reciben en sus huchas. Por otra parte, la resistencia al reparto puede derivarse de causas distinias al carécter posesivo y obs- tinado, en conereto, de la hostilidad. Era preciso, también, disfrazar bastante los conflictos para no despertar la culpabilidad del sujeto, facilitando asi Ie identificacién con el héroe de la fibula, xa indifesente presentar las preguntas en un orden cualquiera. Convenia comenzar primero por las historias que se reficren a los jos menos ligados oS I. FABULA DEL PAJARO (Para descubrir la fijacién del nifo a uno de Ios padres o su grado de Independencia) Un papd y una mamé pdjaros y su hijito pequento duermen en el nido, sobre una rama. Pero de repente empieza un viento fuerte, mueve ef drboi y et nido cae a tierra. Los tres pdjaros se despiertan bruscariente, El papd vuela inmediatamente hasta un abeto y la mamd hasta olro. ¢Qué hhard el pajariio pequeno? Sabe ya volar un poco. Il. FABULA DEL ANIVERSARIO DEL MATRIMONIO (Para verificar si el sujeto ha tenido un ‘shocks en Ia habitaciin de los padres; envidia de la reunién de los padres) Es el aniversario de Ja boda entre vapd y mamd. Se quieren mucho y han hecho una gran fiesta, Durante la fiesta el nifio se levanta y va solo al fondo del jardin. ¢Par que? IM, FABULA DEL CORDERO (Para explorar el complejo de desicte y el complejo de los her- manos y hermanas) Estdn una mamd oveja y_su_pequetio corderita en unepradera—El corderito-brinca todo. el dia cerca de la mamd. Todas las iardes la marmd le da buena leche caliente que a él le gusta mucho, Pero él come ya hierba. Un dia llevan « Ia miamd oveja otro corderita muy peguefio, que tenia hambre, para que la mamd oveja le dé leche. Pero la mamd oveja no tiene bastante leche para los dos y le dice a su hijo: «No tengo bastante lache para los dos; tu vete a comer hierba Fresca.» ¢Qué hard el cordero? Para juzgar solamente el complejo de destete se suprime Ja Hegada del corderito pequefio y se dice que la oveja no tiene ya leche y que el cordero debe comencar a comer hierba. 8 IV, FABULA DEL ENTIERRO (Para explorar Ia agresividad, los deseos de muerte, la culpabilidad, Ia autopunicién) Un entierro pasa por la calle del pueblo y ta gente pregunta: «zQuién es el que ha muerto?» Responden: «Es uno de la familia que habita en aguella casa.» ¢Quién es? Para los nifios que no conocen la muerte, contar la fabula asi: «Uno de la familia ha to mado el tren y se ha marchado muy lejos, muy lejos, para no volver mds a la casa, ¢Quién es? (Se pueden enumerar los miembros de la Familia.) V. FABULA DEL MIEDO (Para apreciar fa angustia y la autopunicién) Un nifio dice en vor baja: «Qué miedo tengoln ¢De qué tiene miedo? VI. FABULA DEL ELEFANTE (Para el examen del complejo de castractén) Un nifto tiene un pequefio elefante al que quiere mucho: 2s muy bonito y tiene una larga trompa. Un dia al volver de un paseo, el nino entra en su habitaciin y encuenira que su elefante ha cambiada mucho. ¢Qué es io que ha cambiado? y, ¢Por qué ha cambiado? VIL. FABULA DEL OBJETO FABRICADO (Para detectar el cardcter obstinado y posesivo. Com- plejo anal) Un nitio ha conseguido fabricar una cosa de barro (una torre) gute le parece muy, muy bonita. 2Qué hard? Su madre le pide que se la dé, pero no le obliga c hacerlo: es libre para dér- sela 0 ro. cQué hard? VIII. FABULA DEL PASEO CON EL PADRE © LA MADRE (Para descubrir el complejo de Edipo) Un chico (o una chica) ha dado un paseo agradable por et bosque con su marmd, los dos solos (0 con su papi, si se trata de una nifia). Lo han pasado muy bien juntos. Cuando vuelven a entrar en casa, el nifio se da cuenta de que el papd o tiene 2a cara de Siempre, ¢Por qué? (Para la nifia: cuando vuelven a entrar en casa, la nifta se da cuenta de que la mama no tiene ta cara de siempre. gPor qué?) IX. FABULA DE LA NOTICIA (Para conocer Jos deseos 0 los temores del sujeto) Un nitio yuelve de la escuela (0 de paseo) y su mamdé le dice: «No comiences ahora mismo @ preparar tus lecciones; tengo que darte una noticis.r Qué es lo que la mamd va a decirle? X, FABULA DEL MAL SUENO (Para el control de las fabulas anteriores) Un nino se despierta por la manana muy fatigado y dice: «jQué sueto mas malo he te- nido!n ¢Qué es lo que ha sofiado? Il Metodo El examen se lleva a cabo de la manera si guiente: decimos al nifio que vamos a contarle equefias historias y que él debe adivinar como contintian. Puede decir todo lo que piense por- que lo que él piense es lo que pasar, Para los mayores presentemos las fabulas como un test de immaginacin, Pueden responder lo que espon- taneamente se les ecurra, porque las preguntas no son de inteligencia, sino de imaginacién. Y cada uno puede tener ideas diferentes sobre un mismo asunto, Se cuenta Ja historia de forma scta_y se pone mucho entusiasmo y ealor en los detalles, pero es preciso evitar cualquier entonacién que pueda influir en el nina, Esto es muy importante. Hay que manejar Jas fabulas con mucho tien- to y evitar toda dramatizacion de Io esencial de la historia, porque se sugestionaria al nino y. se iria contra la finalidad intentada. Por ejemplo, en la Fabula del péjaro no convendria decir que ha caido un rayo sobre el nido, por- que la atencién del nifio serfa arrastrada hacia el traumatismo y no hacia Ja eleccion de los padres que debe hacer. De la misma mancra en Ia Fébula del cordero no seria conveniente decir que el nuevo corderito est4 a punto de morir de hambre, porque si el niffo tiene buen corazén, al mismo tiempo que un complejo con sus hermanos o hermanas, se sentira obligado a responder: «Le deja su leche y va a comer hierba.» Y si se train de un sujeto que posee una fuer. te hostilidad contra el nuevo recién Hegado 0 fue-tiene tna fuerte Ajacion tx matre,-cl peligro es ain més grande, porque el hecho de ver que la vida del pequefio corderito de- pende de su actitud (ir a comer hierba 0 no) puede crear una tensién entre el yo que queria desembarazarse del intruso y el super yo que le prohfbe satisfacer su deseo, Esta tensién entre el yo y el super yo se revelaré por uma mayor angustia en el sujeto. Por otra parte, transformando la fabula como acabamos de sefilar, se falsearia el problema porque, en realidad, la vida del nuevo bebé no depende del todo del agradable placer del mayor. El in- couveniente de dramatizar 2s el mismo para todas las fabulas. Estos dos ejemplos de trans- formacién de las mismas, asi como las reac- ciones del sujeto nos han sido transmitidas por Personas que habian creido conveniente modi fear asi las historias para ‘mpresionar mas al Frecuentemente la respuesta del nifio es de- masiado breve y tras su trivialidad se esconde un conflicto inexpresado. Es preciso, pues, ahondar en el interrogatorio y profundizar Ja respuesta para obtener asi todos los datos con- densados en la contestacién inicial (véase més adelante el caso de Renato), De una manera general, todos los sujetos se presian de buena gana al examen, incluso los més pequefios comprenden las instcucciones y se atienen a ellas. Uno s¢ pregunta a veces c6- mo nifios tan pequefios han podido responder a2 las fabulas sin titubeos. Suponemos que esto se debe a que hemos hecho intervenir el prin- cipio cel placer en la mayor parte de nuestras historias (a excepcién de las fAbulas del en- ferro y del mal suefio) ¥ que esto despierta la sensibilidad y mantiene la atencitin del su: jeto. En Is fabula némero 3, el mio pequefio puede comprender ¢ interesarse por el corde- Tito que bebe leche caliente todas las tardes ¥ come ya un poco de hierba. En la fabula del seo con el padre, la nifia disfruta con la feroina de este pasco que ha ido sola con el padre come una nifia mayor. Por otra parte, nuesiras fabulas no evocan ninguna situacién singular que pueda distraer al nifio del sim- bolo. No hemos encontrado respuestas desvia- das ms que en un solo caso, el de un nifio de cuatro afios y medio que su institutriz nos pre- senté como retrasado y que estaba afectado un por un defecto de lenguaje, Pudo responder correctamente a clgunas de las fabulas, pero en otras introdujo recuerdos de cuentos de hadas. Por ejemplo, para el pdjara respondi6: «Echard pequefies pledrecitas que despues se convertiran en migas de pan y las comers; luc- go volverdn el papa y la mamd.» Algunos han manifestado resistencia a res- ponder a determinada historia, pero esta resis- tencia aparecia justamente con ocasion de la historia en la que se ocultaba el conflicto del sujeto. Pere otros, Ia existencia del complejo creaba un verdadero desea de recomenzar el examen como si esperaran de él un alivio, He- mos traiado, para verificar esta impresién, de proponer a los nifios que volvian a hacer «preguntas», algunos de los tests de inieligencia, de Binet adaptados a su edad y siempre se hhan sentido defraudados: «No, Seforita, esas preguntas no; las otras, las verdaderas » Pa- rece que fa afectividad transferida al héroe de Ja fabula les descargaria de alguna manera de un afecto demasiado pesado y que buscaban de manera muy natural este alivio momenta. neo a través del examen. Hemos obtenido asi algunas transferencias interesantes, Sujetos Nuestra encuesta se ha Ievado 2 cabo sobre sesenta y cinco sujetos: cusrenta y tres nifios 12 de tres a cinco afios y veintides adultos de diecisiete a cincuenta afios. Estos sujetos han sido elegidos entre Jos que vivian con su fa- milia_y en residencias infantiles. Ninguno es- taba Hospitalizado ea un asilo 0 on un hospital ni considerado gravemente enfermo. Sin em: bargo, nucve nitios y cinco adultos presentaban un comportamiento neurdtico en Ia vida coti- diane; enuresis, tics, inhibiciones, angustias, obscsiones, crisis de rabia, anomalias de ca: racter. Tres de estos nifios habjan sufrido un nédico neurolégico por estos sintomas an debido seguir um tratamiento Respecta a los otros ocho, sus, ‘¥ maestros) han dado in- sobre st mismo, im. a, ett. Estos calorce ntaban el 21% de examinadas. Este de que hemos ntaban perturba- ez de nuestro test. a ¥ UA sujelus res Ill Observaciones En primer lugar vamos a dar para cada f& bula una lista de respuestas obienidas en st Jetos normales, a fin de que el lector pueda ‘compararlas con 1as respuestas de los sujetos neurdticos. EI pajaro 1. El pajaro volara a una rama proxima a su pequefio nido, 2. Volaré hacia donde esté la madre. 3. Volaré hacia donde esté cl padre, porque es el més fucrte. 4. Se quedara en él suelo y chillaré hasta que los padres vengan a buscarle. El aniversario del matrimonio ‘Va a coger flores para sus padres. Va a divertirse (respuesta frecuent: La conversacién no le interesa. Ha recibido una mala nota en ia escuela y va a esconderse enfadado en el fondo del jardin. Peye cordero Ya a comet la hierba. Va a buscar leche en otra oveja. Se enfada un poco, pero va a comer nombra una persona que ba sientemente en su familia. ma de edad: el abuelo o la 3, Es una persona que estabs enferma desde hecia mucho tiempo. 4, Esalguien imporiante o de fuera del pue~ blo, puesto que ésie sc interesa por él Hl elefante 1, El niffo ha visto otro juguete mas bonita ¥el suyo no le interesa ya. 2. No es el clefante el que ha cambiado, sino el nifio: ha crecida y ya ao le gusta Juzar. 3. No ha cambiado, 4. Ha cambiado de piel 5, Durante la ausencia del nifio, la criada ha derramado un vaso de aguia sobre el elefante. El objeto fabricado 1. Se Jo dard a su mamé. 2. Se divertiré con él y, si su mama se lo pide, se lo dard. 3, Se lo ensefara a todo el mundo. EL miedo Porque la madre le mira con cara de suede Miedo ‘a una paliza, Miedo a tener una mala nota en la es cuela, Miedo @ un animal. Miedo a la guerza Miedo de que se muera el tinico pariente. Miedo a perder su dinero durante la crisis, 3 EI paseo con el padre (o la madre) 1. La mama esta contenta (0 el papa). 2. Ella ha preparado una buena merienda. 3. Blla (o él) ha trabajo demasiado y su rostro esié fatigado. 4. Ella (0 i) se habia puesto una mascara Porque es carnaval. Bilos han vuelto demasiado tarde del pa- seo y el padre (0 la madre) ya estaba descansando. 6. Durante su ausencia, ella o él habian re- cibido quizd una mala noticia. La noticia La madre quiere contarle una historia. Hay una buena metienda o se han reck bido visitas. Ha recibido una buena noticia. La madre quiere hacerle recomendacio- nes pata su trabajo o para su vida, Be ope EI mal suenio 1. No lo s¢, porque no suefio nunca. 2. Ha softado con Ia guerra, 3. Ha sofiado con un animal que le amenaza, Eg ntuy delicado discernir en Jas respuestas a las fabuilas del mal suerio y del miedo las que son ncuréticas. Sin embargo, en casi todos los casos que hemos considerado neurdticos, las respoestas a estas fabulas aluden directamente a la autopunicién, Ia idea de muerte o la rea- lizaciGn disfrazada de un deseo, Mientras que otras respuestas que parecen anormales a pri- mera vista, «Suefia con figuras amenazantess, «Tiene mi¢do de que le coma el lobo», «Teme que un hombre le arrastres, ete, no son free cuentemente més que temores creados por los familiares para hacer obedecer al nifto o in- cluso recomendaciones de los maestros v de los. padres de que no se deje seducir pox los «se- ores en la calle» o, finalmente, reminiscencias de cuentos de hadas. ‘Se puede preguntar por qué estos temores ‘han pasado al inconsciente. Probablemente por- que simbolizan e? miedo al padre y constituyen un residuo de la culpabililad edipica que no afecta directamente a la personalidad del in- dividuo, Desde este punte de vista, deben ser tenidos en cuenta. Si se pregunta'a un nifio normal sobre su miedo al lobo, por ejemplo, responder: «Me comer, porque los lobos co- men a todos los nifios.» Pero si quion determina el miedo al lobo es 1a culpabilidad de un con- Hieto actual, el nifio responderd: «Comeré al chico, porque este chico es malo y ha enfadado al lobo» Por otra parte, las respuestas a la Fibula del méedo son mucho mas variadas © individuales entre los neurdticos que entre los, normales, de donde resulta —y ello parece paradéjico— que las respuestas de «miedo a un animals son dos veces mas numerosas entre os normales que enire Jos neurdticos ¢ Se trata del inconsciente colectivo de Jung? De la misma manera que se ha hecho respecto a las respuestas normales, se podrian dar di- versas especies de respuestas neurdticas, tipicas Bare cads fabula, porque, en Ia mayor parte de los casos, uma sola historia es suficiente pa- ra revelar el complejo. Pero, en ocasiones, el individuo tiene varios complejos 0 extiende su conflicto a varias historias y es més interesante juzgar su caso por el conjunte de sus pre- ‘puntas. He aqui ahora una serie de casos aue presen tan perturbaciones neuréticas: enuresis, tics, suciadad, inhibiciones, angustias, pesadillas, obsesiones, crisis de célera, anomalias de ca- ricter, etc. Los ofrecemos por orden de edad. A. SUJETOS QUE PRESETAN ALGUNAS PERTURBACIONES NEUROTICAS OpseRvaciéx 1. Emima, ntiia de cuatro afios, primogénita: Enuresis y suciedad, caracter dificit y violento, Cordero. Respuesta: «Va a buscar la leche a otra oveja» (¢El corderito irda comer Ia hier- ba?) «Sf, va a comer la hierba y est4 muy en- Eade com i oie emt sxe ellaw Objeto fabricado. Respuesta: «Lo guardaré para ella.» (La mama se lo pide, ¢la nifia se lo “4 dard?) «No, porgue ¢s ella, ella, quien Jo ha hecho» > Butierr0. Respuesta—eBs la nina.» —— Flefante, Respuesta: «Tenfa cortada su trom pa» (¢Quién habla hecho eso?) «La sefiora lo habia hecho cambiar; ella es mala.» Para veri- ficar su respuesta a la fdbula del elefante le contamos esta historia: Se pregunta a ura mitia pequetita: cqué animal te gustaria ser? (z¥ qué cosa divertida se puede hacer cuando se esta solo?) «Cuando esis solo puede jugar con los pequefios irenes, autos y aviones.» Citamos el caso de este chico por su respues- ta a la fabula del mal suexio. En ella se expre- san e] miedo y el deseo: tiene miedo de perder- sey desca perderse. Y segin hable de su mie- do o de su deseo, se sirve de un pronombre diferente. Para el deseo, Miguel dira: «él» ha querido estar solo, «él» ¢sté ms contento solo, y cuando expresa el temor emplea el «sen: puede perderse, caerse en un barranco, para volver al eél> cuando exprese de nuevo un de- seo: «él» puede jugar con pequetios trenes, et- eétera. Hemos hecho repetir a Miguel sus res- puestas varias veces y a iniervalos para asegu- rarnos de que ¢! azar no interviene en sus mo- dos de cxpresién y siempre hemos observado el mismo fenémeno. Parece, pues, que para el inconsciente de Miguel, el pronombre eéls esta més definido, determina claramente @ alguien, y en este caso, a alguien que desea una cosa prohibida (probablemente la_masturbacién): no sera, pues, sobre el mismo Miguel, sino so- bre el chico de la historia sobre quien proyec- te su deseo rechazado. Pero para el peligro de perderse, es decir, el castigo, el inconsciente de Miguel es menos severo, puede asumir una ciet~ ta responsabilidad y empleard el pronombre se», que es més impersonal, mds indefinido ¥ con el que puede identificarse. Parece que es Ja culpabilidad inconsciente quien gufa al nifo en la eleccion de estos dos pronombres. Miguel tiene ua fuerte tic en los ojos, por el cual su madre ha consultado al oculista, quien Io ha calificado como de origen psiquico. Des- és de su respuesta 2 la fibula del paseo con la madre, hemos hablado al nifio y le hemos dicho esto: «Te ocurre a ti que quieres a ta madre entera para ti, como le pasa al nifio de Ta historia?» Miguel duds y parpaded rapida- suis ojos, respondiendo luego: «Oh, si; Ja querria entera para mi; no quiero » Hemos explicado entonces al chico sible obtener lo que deseaba, que mucho a cada uno en particular, ‘padie estaba en el servicio mi tar, €l podria reemplazarle justo a su mamé, protegiéndola y trabajando para ella: regando el jardin, cortando madera, !levando las vacas a pastar, y que este trabajo le prepararia para hacerse tan grande y fuerte como su padre. Pero que cra preciso también que él continuara siendo el nifio pequetio de mama, porque a la madre le gustaba mucho tener un nidio peque- io como ¢l. Durante toda la explicacién, el nifio tavo grandes tics sin miramos y sélo, respondié: «Que a él le gustaba trabajar.» Al dia siguiente Te volvimos @ ver nuevamente y observamos con gran extrafieza que el tic habfa desapare- cido completamente; no hemos vuelto ver apa Tecer el tic durante los cinco dias de nuestra estancia en el centro. ¢Pudo ser debida la des- aparicion de este sintoma a nuestra explica- cién? (Esta fue, por otra parte, la dintica expli- cacién que hemos dado durante toda la en- cuesia,) Esperamos que haya sido asi sin atre- vernos a creerlo, OaseRvaciOx 8. Ivana, nia de ocho afios y sels meses, primogénita: ‘Nida retraida, envidiosa y desobediente; glotona. Cordero. Respuesta: «No estaré muy conten- to, pero ir a comer Ta hierba; se enfadard mucho con su madre, daré un golpe al peque- fio ¢ ira a comer la hierba.» Objeto fabsicado, Respuesta: «Va a pasar st. vida dentro, se divertira con él toda su vida.» (Se Jo dard @ su madre?) «No, no se Jo dard nunca porque es demasiado precioso lo que él ha fabricado.» Miedo, Respuesta: Lo que no le impedia prohibir a la pequefia toda clase de juegos con ol pretenta de que era demasiado peqireRa y muy torpe pata comprender, En restsnen, es una ni fia autoritaria, cgoista y testaruda, muy crefda en sf misina. Ademas es glotona; la madre se espanta al comprobar todo lo que Ivana puede comer: esté muy gruesa, Después del examen, la nifa hizo una transfe- rencia sobre nosotros y nos acoss con su solici- ind de xpreguniasy. Cada vez que nos encontra- ba nos suplicaba que le digramos pequelias elec- cones, y no quedabe satisfecha si le proponia- mos tests de inteligencia (céleulo, comparacio- Aes, ctc,), Sin embargo, Ivana es una nista dota- da de un espirity vivo y curioso, Ossaevactox 8. Marlana, de eatoree aiios, con hermanys mayores y menores: Enuresis, repliegue sobre si misma, susceptibilidad Péjaro, Respuesta: «Revolotearé sobre la tie- rma, y si lueve demasiado fuerte, morira, 0 bien su padre y stt madre le escouderan en un matorral, pero moriré.» Aniversario de! matrimonio. Respuesta: eQui- zi ha visto otros nifios més alegres que él. El tenis: una preocupacién.» (;Cuél?) «Le parecia que no tenis gracia que los padres hablasen enire sf v gue él esiuviese solo. Cree gue se festeja demasiado a los padres y poco a tos nilfios.» Cordero, Respuesta: En el momento del examen no hablamos completado nuestra serie de fabulas. Faltaban las del paseo con ef vadve y el elefante. Pero Tas pocas fébulas disponibles bastaron para po- nex de manifiesto todo el conflicto, toda la lucha que existfa en el inconsciente de esta nifi@. Su caso era especialmente interesante porque habfamos propuesto las fabulas 2 sus hermanos y hermanas, que tos habian dado respuestas normales; solo su hermana menor habia dado una respuesta un poco extrafia a la fabula del cordero, pero que no podia, sin em- barge, ser considerada como anormal. Usica- tente Mariana presentaba perturbaciones new- réticas que inquictaban a sus padres. Mientras que respondfa a le fabula del cor dero, Mariana, aparecta vibrate y conmovida, com si reviviera uma escena vivida. Mariana #5 una nifia inteligente, que obtiene cxitos es colares. Sabe musica y tiene talento para Ia danza. Pero, por caracter, tiende a replegarse on si misma; es fria y distamte, Su madre nos manifesta que los contactas con Ia nifia son dificiles. En el comercio de sus padres, Maria a Se muestra poco natural con los comprado- res y rehtisa vender. Por otra pattc, €§ muy sensible a las advertencias. En toda su actitud hay cicrtos rasgos esquizoides, Ademds, moja casi todas las noches su cama, y si eventual mente ticne un pecfodo de «sequla>, una amo nestacién o un enfado durante Ia jornada vuel- ven a reproducit fa misma situacién, ‘Todas sus respucsias estén iinpregnadas de tristeza y de ideas d= muerte. No ha aceptado, clertamente, ol destete al nacimiento de su her ata, cuando olla tenfa dieciocho meses y ps rece jar una regresién a ese estadio, Véa- eae del cordero y a la del miedo. En la primera: estard envidioso y se alejard de su madre; en Ja del miedo: tiene miedo cle marcharse, de ol- vidar a sus padres, aungue ¢lla estarfa feliz sola, es decir, reenogntraria a felicidad que tena antes de’ que la hermana hubiese nacido: ser la tinica amada por la madre: Pero esta Tes- puesta implica también la actitud de odio in- consciente que Mariana siente hacie quienes la rodean, En la respuesta a la fibula de la noti- ia, Ja madre anuncia la muerte del padre y de Jos hermanos y hermanas, mientras que en la del entierro, Mariana piensa, sobre todo, en Ia muerte de un nifio por culpabilidad en relacién con sus deseos de muerte hacia los familiares. Su cnuresis pareve ser una fantasia de retorno ala madre y podria ser puesta en relacién con su respuesta a lg. fabuld del nial suevie: se vela Mevada por las olas dei mar. Hemos descrito con cierta amplitud este ca- so porque es tipico; muestra que las fabulas pueden descubrir también la gravedad de los Conflictos y es preciso destacar claramente el papel de 10 constitucional en la neurosis, Ma rlana ng ha sido educada de modo distinto a sus hermanos y, sin embargo, presenta todos Jos signos de una neurosis, CASOS8 DE ADULTOS OpseavactON 10. Denisa, Joven de diecinueve afigs, hija menor: Inhibicién, incapaz de un trabajo seguido, gran dificultad para adaptarse, Cordero. Respuesta: «Jatentaria, mostrarse més importante y beberia deprisa leche de Ja madre aunque acabara de beberla; dejaria una gota al otro e itia a comer Ia hierba después Aparentaria estar disgustado y marcharse para no enfrentarse con el otto. 8 se enfrenta, le daré golpes con Ia eabexa y le echaré a un ma. torral de espines para que quede alt engan- chado. Aniversario del matrimonio. Respuesta: «Se va porque no se siente a gusto en esta ficsta, ya que antes ha sido malo c insoportable. No quiere ser falso.» Noficia, Respuesta: «Llegaré un pariente que- lo o ellos marchan todos a la orilla del mar.» Las demas respuesta cran normales. Las du- das a las fabulas del paseo con ef padre y el elefante no pueden ser tomadas en considers: cién porque una de las amigas de Denisa, en- terada de nuestro propésito, le habia revelado el contenido, Pero su respuesta a la fébula del cordero es ¢xtratia para una hija menor. Parece tealmen- te que hubiera tenido un «shocks al nacimiento de un hermano més pequefio, Nosotros Ie he- ‘mos vuelto a contar Ia fabula del cordero como Io hacemos para el complejo de destete, es de- cir, suprimiendo la verida del corderite mas Pequetio y diciendo que la oveja no tiene le- che y que el cordero debe comer_hierba He i su tespuesta: «Entonces irs a comer hier- Es, pues, cestamente Ja eavidia hacia un wwiado ‘© una hermana Jo gue le ha sspueste. Le hemos hecho sefialar !o raro mntestacién, ya que es ia hija menor. ees nox coms que habia tenido un que habia muerto al nacer cuando aflo y medio, ¢ Es realmente pos: ble que este acontecimiento haya tenido un al- cance semejante sobre un bebé de ese edad? Dudames de ello. Lo que parece mas probable y més conforme a la realidad es que Denisa tenga una fuerte envidia reprimida hacia sus hermanas mayores. Envidia que se taduce por observaciones frecuentes sobre su suerte de ser la mas pequefia de la familia y sobre los pri vilegios que puede obtener por su situacion y sobre el hecho de que por nada del mundo cederia su ugar a una de sus hermanas mavo- tes. Estas obscrvaciones, un tanto cutiosas, Do: rian muy bien expresar lo contrario, es deci tun sentimiento de inferioridad y el tencor de verse la mds joven, encontrandose asi privada de ciertos derechos concedidos a las mayores Su respuesta es también interesante desde otro punto de vista: describe admirablemente. su caracter. Se podria casi hablar de una respues- ta autorretrato, En Efecto, Denisa es una joven ongullosa y suscepiible que ocalta sn gran sen timiento de infericridad; actiia siempre como si todo le fmportara un bledos. No trabajaba en la escuela, a pesar de estar bien dotada, y aceptaba todas las reprimendas © inchiso las expulsiones con aire desderioso, no cambiando en nada su conducta. Su indiferencia frente a las responsabilidades de la vida, oculta, en ver- dad, sufrimientos y rebeliones. En su infancia, Denisa ha sido insoportable. Reprochaba a st madre el haberla trafdo al mundo y declinaba toda obligacién pretextando que no era ella quien habia pedido nacer_y que, por consi- guiente, tenia el derecho de no obedecer. No soportaba ninguna coaccién ni ninguna nega. liva y entrata en crisis terribles si sc la obli -gaba_por | fuerza_a.ceder. Crisis en que voci~ feraba y lloraba durante horas, golpeando lo que le rodeaba y rompiendo los cristales si se Ja encerraba sola en una habitacién. En el in ternado ers, por el conirario, encantadora y se Ja proponia como ejemplo a otros nifios. Estas crisis han tenido sa origen a la marcha del par dze, coaido ella temfa dos aftos, (Cos padres sist divoreiados.) Desde este momento, co- a da vez que la nifia encontraba en la calle a un sefior con gafas parecido a su padre, corria hace €l, gritando gozosamente: «j Papa, papal » Pero cuando se le indicaba que aquél no era su padre y que era necesario dejar que se fuese el seflor, gritaba y se revoleaba en la tierra. Pare- ce poco probable que Ia nifia —muy viva y desenvuelta— no se diese cuenta de que se tra- taba de un extrafio. Nosotros suponemos que la marcha del padre, ocurrida en pleno estadio edipico, ha provocado una desesperacién de deseo de ser amada por el padre, a quien ella identificaba con los sefiores con gafas. Después Jas crisis se extendieron a todos los rechazos ‘con que se encontraba, Su madre, horrorizada, crey6 que se trataba de epilepsia y consulté a un neurdlogo, que la tranguilizo diciéndole que era algo psiquico. Estas escenas han durado hasta la pubertad. Después, poco a poco, la joven fue haciendose més tranguila, aunque conservando un caracter irascible y mostran- do envidia hacia sus hermanas mayores, Aparte de esto, es servicial para los forasteros y actia muy bien como jefe de exploradores. El movi- miento «scout» le ha sido muy beneficioso e incluso ha mejorado la actitud hostil hacia la madre. Es preciso poner de manifiesto, entre sus restantes respuestas, el sentimiento de su mala conciencia en aquélla a Is fabula del ant versario del matrimonio (cera insoportable) y el deseo de que. venga un pariente amado, tal vez su padre, en la respuesta a la fabula de la noticia. OpservactoN 11. Sonia, joven de veinte afios, con hermanos mayores y menores: Pesadillas, inhibiciones, retraida Cordero. Respuesta: «Pensaré: es muy fas- tidioso y no sabré por qué, pero obedecerd.» Entierro, Respuesta: «El hijo, el mayor.» Noticia. Respuesta (largo silencio, resisten- cig): «Esa no es una pregunta para mi, no es un test adecuado para mi; no responderé. (¥ dado que nosotros insistimos): «Pues bien, su madre le anuncia un hermanito o una her- manita, pero esto no €s para mi.r Las demas respuestas eran normales. Esta joven ha presentado dos particulari- dades: 1. Cuando tenfa dos afios, al nacimiento de su hermana menor, reaeciond con angustia. En cuanto se alejaba de la casa, temfa estar perdi. da, incluso si estaba acompafiada de su madre Créfa que no volverfa a encontrar la casa en su lugar habitual 2 2. Estaba muy fijada a su hermana mayor, gue la mimaba; pero la hermana mayor se cas y marché al extranjero. Sonia no acepts esta marcha y acuso de ello a su hermana, En las tespuestas, sus seullinientos aparecen con claridad: Ja resistencia, el rechazo a conocer Ia noticia del nacimiento de una hermanita es sor- prendente y muestra bien a las claras que ha sufrido por ello. ¥ en la precisién que intro- duce en su respuesta a Ia fabula del entierro: «el hijo, el mayor», el objeto de su agresividad, apenas esté disimulado, Pero tal ver si se ind: gara mas profundamente, se descubriese que la mayor es quizé ella misma, porque es mayor que la hermanita a quien no ha deseado y se castiga por el deseo inconsciente de su muerte. Esta joven ha presentado en su infancia crisis de sonambulismo. Se levantaba y miraba aten- tamente al suclo como si buscara una aguja Cuando se le preguntaba por el objeto de su Diisqueda, contestaba: «Buscaba a mamé», de Ja misma manera que, durante su infancia, bus caba su casa. Actualmente las crisis han des- aparecido. Osszavact6n 12. Paula, joven de veintitrés afios, con hermanos mayores y menores: Obsesiones, inhibiciones, tinidez, angustia. Cordero, Respuesta: «Ir a comer la hierba en seguida, diciendo: “es asquerosa”, y se en- fadaré con la madre y el pequefio; su corazén estara negro, todo leno de amargura; o bien, se rebelaré, se quedara cerca de Ja madre y cada vez que el pequefio se aproxime a la ma- dre le daré un cornazo para hacerle rabiar.» (Z¥ qué hard él para consolarse?} «Para con- solarse iré siempre 2 comer In hierba antes de que la madre se lo mande para no sentir ver- glienza, Yo obedecfa siempre a mam cuando me mandabe algo fastidioso, no podia oponer- me.» Pajaro. Respuesta: «Revoloteard hacia la Aniversario del matrimonio. Respuesta (si- fencio; =): «Bl nifo se siente solo, me- lancélico, envidioso de gue la madre sea tan amada por el padre, se siente aislado, se siente de mas en este amor.» Entierro. Respuesta: «El padre.» Elefante. Respuesta: «Se ha roto un colmi- lo» Objeto fabricado, Respuesta: «Lo pondra en su habitacidn, pero no lo ensefiaré a todo el mundo, porque la gente es demasiado torpe para apreciarlo.» ‘con ef padre, Respuesta (largo. silen- és): «Tengo una idea tonta que se Te; Ho me sirevo a decicla; pero si dirs.» (La animamos,) «La madre esta ja de que hayan ido al bosque juntos, To que podria pasar.» (zOué es io que podria =2} »Tiene miedo de que el padre haya se- ala hija» Mal suejio, Respuesta: «Un hilo pequeto en [espacio que cro suayemente; hay gue buscar [Este hifo en az montén de paja.» Notice, Respuesta: «La mare euiere pocpe- frarla para cuando tenga sus reglas. La madre espera un paguete, un miso.» La gravedad de los problemas de esta joven queda perfectamente demostrada mediante las fabulas, Tienc una fuerce hostilidad hacia am- ‘bos padres, que se manifiesta, sobre todo, en Jas fabulas del cordero y del éndierro. Sin em- bargo, por sus respuestas a la fabula del ani- versario de? matrinzonio, Pavia confiesa s sen- timiento de no ser amada por el padre como quisiera. ¥ puede ser que en la fabula del pa seo con el padre exprese, mediante el miedo ua deseo inconscientz de jagar el papel de Ja madre junto a sa padre, Lo que la ha ayudado a dar respuestas tan directas es su fe rel oxfordiana, que exige la «transparencia absolu- tae. Panla e una heurdtica en tratamiento re- ligioso, Tiene grandes inhibiciones. Cuando era invitada, rehusaba tomar nada, inchiso cuando estaba acompaliada de personas conocidas.. muy timida, orgullosa y desdefiosa hacia los que Ja rodeaban, Sufria diversas obsesiones, escrnpulos y un fuerte sentimiento de inferio. Fidad que la impedia tomar iniciativas. Bajo la influencia de un director espiritual, en el que parece haber encontrado el buen padre, uma ‘parte de sus sintomas han sido superados. Se encuentra mas segura de si misma y mas fe. liz, La conocemos desde hace varios afios y Siempre nos ha extraiiado verla en un estado Bsiguico tan Inestable sin Neyer guna u una js importante. Lo que sin duda la ha sal- ode un desastre mental es su buena dota- para la pintura, que pone al servicio de esemtacioties religiosas. No pinta mas que iblicas o misticas, con un realismo te. Pero lo que hay de raro es que, de sus piniuras devotas, 110 ha sido mente réligiosa durante muchos afos; io, nos ha confesado que Hegaba interiormente contra Dios y la Vir~ convertido en practicante gra- de Oxford. Existe una notoria ado, como lo testimenia su Ia fabula del cordero, dada Se mherchard buenamente y estara enfadado, sin demostrarlo, durante ai- gunos dias.» ¥ a la fabula del aniversario del matrimonio: «Es un poce envidiaso, no se le tiene en cuenta para nade.» Las oiras respues- tas han sido iguales. ‘OpSFAVACION {3. Clara, joven de veintiséis afios, hija menor: Suspension de las reglas, gran indecision, dificultad para atenerse a. una disciplina. Péjaro, Respuesta (reflexion largamente; despucs): «Ustedes me hacen una pregunta muy dificil; creo que volar hacia Ja madre» (Algunos dias después nos encontré y dijo): «Su pregunta me ha seguide preocupando; he cambiado de idea: volaré hacia el padre, es més seyuro.» (Cierto tiempo después): «Volar hacia la madre.» (Le hicimos notar que se ha- bia decidido por el padre.) «No importa este genbioy porque se transformna et padre en ma tree Aniversario del matrimonio. Respucsta: «Bs muy simple; est fastidiado de que nadie se ceupe deel y que la fiesta sea para los padres.» Cordero, Respuesta: «Se rebelaré y dara gol pes al pequefio.» Flefante, Respuesta (se echa a reir; después «Se le ha cortallo la trompa, veo muy bien el corte. (¢Qué piensa de ello él nifio?) «Se pon- Gra muy palido y se rompers algo en él.» (¢Oué hard para consolarse?) «Su rotura no se Tepa- sari nunca; se da cuenta de que es definitiva. Para consolarse se dedicard al dibujo y a la miisica.x (;Es lo que ella hace realmente! ) Paszo com el padre, Respuesta; eLa madre esta envidiosa.» Mal sueiio, Respuesta: «Ha sofiado que se astixiaba.» Esta joven ha dado una respuesta anormal a la fabala del gdjaro, aunque su situacién far miliar sea excelente y no recuerde en nada a la del pequeno Alfonso. Esta respuesta muestra la ambivalencia que existe cn la joven frente a su padre y su madre: no esté fijeda on el mo- mento en que el pajato debe hacer su eleccién. Por otra parte, las respuestas, en su conjunto, cetdn inpregmadas de ambivalencia y permiten el diagnésticorde-un-fuerte complejo de castra- cidn, situado en el primer plano y en relacion eon el complejo de Edipo. En su respuesta a la fabula del pdjaro, imanifiesta una fuerte am- bivalencia frente al padre: desea al hombre y quisicra cambiarle en mujer (padre en madre). Y en la respuesta a la fabula del elefaite, se resigna con pesar a ser «dcfinitivamente iu- Jers. No obstinte, en fa contestacion a la fabu- 23 la del paseo con e? padre, Ia madre se muestra celosa. Aqui aparece al lado edipico de su con- flicto. Ahora bien, esta ambivalencia se encuen- (ra frecuentemente en su vida. Tan pronto ex: erimenta una fuerte transferencia hacia un jombre como hacia una mujer. Ha dudado mu- cho tiempo entre dos religiones y ha terminado por clegir la confesién catdlica debido a la eunion de Dios y de Ia, Virgen, (padre y ma- dre), Su respuesta a la fabula del elefanze se traduce también ena comportamiento: des pués de haber estudiado musica vocal, ha sen- tide la necesidad de consagrar tma parte de su tiempo al dibujo de moda, Nos ha declarado que se sentia como la pequefia sirena de An- dersen, a quien se habia cortado Ja lengua, que buscaba un medio de expresion que enconirs en el dibujo. Habiendo ofdo hablar de los aff sicos, es perfectamente capaz de imaginar que se puede ser un afasico psiquico y que éste podria llegar a ser su caso. Clara ha presentado, hace unos afios, graves siatomas nervioses. Se hx curado espontanea. mente y, en parte, ha sublimado sus conflietos en impulsos religiosos y artisticos. OBSERVACION 14. Sr. Luc, joven de veintiocho anos, casado, hermano mayor: Angustia, inhibicién en el trabajo y en el place depresion. Cordero. Respuesta: Va_a comer la hierba porque los corderos son siempre obedientes, pero le quedari un poco de rencor hacia la madre.» Elefante, Respuesta: «Me hacen ustedes una extrafia pregunta; es dificil de responder.» (Re- flexicna un largo rato y dice, soltando a reir): #Se Je ha cortado la trompa’y e] pequeio mu- chacho wstéi furioso, al mismo tiempo que de- cepcionado y triste.» Cambio ea animal (para controlar la fébula del elefanie). Respuesta: «Querria ser un pa jaro porque es pequefio, puede meterse en los agujeros, Je gusta clevarse recto en el aire y descender sobre las cases para ver lo que hay dentro, porque es curivso, le encanta saber Ie que pasa dentro, Por otra parte, el hombre ha envidiado sicmpre al pdjaro y ha inventado ol avidn para hacer lo mismo que él.» Paseo con la mnadre. Respuesta: «Encuentra que el padre tiene otro aspecto porque ha ido al café, ha jugado a las cartas y ha perdido. Y¥ si yo fuese malo, diria que ha bebido.» Mal suciio, Respuesta: «E! hombre negro que corre detras de ii y yo no puedo corer porque tengo ias piernas tolalmente flojas © porque estoy cercado y no puedo correr ni gritar.x 26 ‘Miedo, Respuesta: «Miedo de una guerra a causa de los sufrimientos infligidos a los de- mas; en cuanto a mf, no temo a las bombas, tengo miedo a les exémenes, Me angustia te: rriblemente ver a un nifio prepararse para los exdmencs.> El resto de las respuestas eran normales. Al preguntarle sobre la fabula del elefante al sefior Luc, estébamos casi seguros de la res- puesta: «No tiene su trompax, porque presenta tados los sintomas de una eviracién psiquica: 8¢ inhibe en el trabajo y en el placer, manifies- ta falta de voluntad, depresin con fuerte sen- Emiento de inferiotidad, mala memoria, etc. Después del interrogatorio, el sefor Luc nos ha hablado espontaneamente de sus temores. Tic- ne el miedo a los exdmenes, que ya conocemos, y otro miedo no menos importante desde stt punto de vista: el de la pérdida completa de ia memoria. Ha oido hablar de la psicosis de KorsakofF y de si cardcter esencial: Ja pertur- bacién profunda de la memoria de fijaciéa. Y¥ ademés esté obsesionado por saber si ¢5 po- sible, sin ser alcoholico, presentar una pérdida’ semejante de memoria, Se imagina que esta proximo a este final. Le indicamos que tal vez Se trata, en su caso, no de una falta real de memoria, sino de desatencion. En esto esta de acuerdo, ‘porque, segin dice, no puede leer ni escuchar la radio; se le va el pensamiento. Pero Dor otra parte, juega perfectamente al ajedrez ¥ gana a todo'el mundo, incluido un profesor de materniticas invicto hasta entonces (relaci nese con el padre que ha jugado y que ha per dido). Y el juego del ajedrez exige una cierta dosis de atencion. Nos cuenta también que no, hay un solo dia en que no piense en Ja muerte, En otra ocasién nos dijo: «Que si casualmente su mujer y su hija pequefia muviesen en un accidente, Se irfa a encerrar en un convento», porque, dice él, «los monjes hacen una vida tranquila y retirada que le viene muy bien a @L» En resumen, se trata de un hombre que no es feliz en su vida y que oftece cl aspecto de un neurético. Cuando desea ser pajaro «porque los pajaros pueden meterse en los agujeros, en las Cases para ver Io que pasa en ellas», se presenta bajo estos simbolos un deseo erético. Estas imAgenes parecen traducir la curiosidad y el amor por la mujer, pero al mismo tiempo el miedo a ser castrado. Es preciso destacar tam- bie Sq miedo a perder la memoria comet alcohdlico y su respuesta a la fabula del paseo cont ta madre: «¥ si yo fuese malo, dirfa que el padre ha bebide.» Juega aqui la ley del talion. '¥ en el juego, el padre ha perdido, mientras él gana contra todo e] mundo, incluso contra un profesor de matematicas (sustituto del padre). Hemos aconsejado este joven hacerse un psicoandlisis SB. CASOS DUDOSSCS Consideramos casos dudosos los de aquellos sujetos que no presentan ningin sintoma neu- rético aparente, pero cuya adaptacion al medio ambiente o al trabajo resulta dificil, Ofrecemos observaciones sobre cuatro niflos y tres adul- tos de entre los dieciséis casos dudosos de que disponemos. OuseevactOw 15, Dolly, nifia de tres afios y tres meses, hija tinica: Carécter un poco salvaje. (Debido a su corta edad, transcribimos todas las respuestas.) Péjaro. Respuesta: «Volard a otra rama, al Jado de su pequefia nido.» Aniversario del matrimonio. Respuesta: «Por que queria columpiarse.» Objeto fabricado. Respuesta: «Se lo guarda- r4 para ella misma.» (Su mama se lo pide, eva a darselo?) «No, no quiere darselo porque ¢s suyo; es bonito. Cordero. Respuesta: «Va a comer la hierba.» Entierro (Alguien ha marchado rauy lejos pa- rano volver mas. ¢Quign es?). Respuesta: «Una sefiora.» (¢Qué seniora?) «La mama.» (¢Por qué Ja mamé se ha ido tan lejos?) «Porque la nifia pequefia no era buena.» Miedo. Respuesta: «El no esté contento.» (gPor qué?) «Porque él tenfa un perro.s Noticia, Respuesta: «Querfa contarle una his- toria, Mal, sueiio, Respuesta: «Ella estaba sola, El otro dia yo lloré, mama se habia ido para le- var mi carta a Chalanda y papa dormfa en la butaca; entonces yo Horé.» Paseo con el padre. Respuesta (fuerte resis- tencia. La nifia repite contimuamente «porque... porque...» bajando la cabeza. Le decimos que ya hemos escrito «porque» y que no podemos escribir lo que sigue si no nos lo dice. Enton: ces, Dolly responde muy deprisa y muy bajo):

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