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David Bushnell 886.04 BStr ES coals nes El régimen de Santander en la Gran Colombia Traduccién de Jorge Orlando Melo i EL ANCORA EDITORES aDen4y 4 Titulo original: The Santander Regime in Gran Colombia Primera edicién: University of Delaware Press Newark, Delaware, 1954 Segunda edici6n: Ediciones Tercer Mundo Bogoté, 1966 fn: El Ancora Editores Bogotd, 1985 (2.000 ejemplares) TSBN-#489209 Tercera edi Portada: disefio de Felipe Valencia © Derechos reservados: 1984, David Bushnell EI Ancora Editores Apartado 035832 . Bogota, Colombia PreparaciOn litogréfica: Servigraphic Ltda., Bogoté Impreso en los talleres de Editorial Bedout, Medellin. Printed in Colombia itroguccign ota preliminar a a teeera edicign PAPITULO L ‘APITULO I. [APITULO IIL f EAPITULO IV. CAPITULO V: CAPITULO VI. (CAPITULO VIL. CAPITULO VII VENEZUELA, NUEVA GRANADA Y QUITO LA CREACION DE LA GRAN COLOMBIA EL REGIMEN DE SANTANDER: REFORMA POLITICA Y PROBLEMAS ADMINISTRATIVOS ET desarrollo de las innovaciones EL uso de las facultades extraordinarias Dificultades précticas.de la administracién. Las realizaciones de Santander: LOS PODERES LEGISLATIVO Y JUDICIAL Tribunales:deito y ttigios La preparacién del’ Congreso: LOS CONFLICTOS PERSONALES Y PARTIDISTAS ENTRE 1821 y 1826 ... La enemistad de Narifio y Santander y-el nuevo federalismo La historia posterior del grupo de Narino Friceiones entre Bolivar y Santander LA CRISIS FISCAL (1): EL SISTEMA DE RENTAS La reforma del sistema tributario nacional Problemas de la administraci6n fiscal La guerra, el monopolio de tabaco y Is casas dde moneda, LA CRISIS FISCAL (I); Deus, deficits y El creciente deficit ¢.... El crecimiento de la deuda interna El impacto politico de la ersis fiscal. LA DEUDA EXTERNA COMO EXPEDIENTE FISCAL Y COMO CONTROVERSIA POLITICA Las negociaciones en Londres de 1820 a 1824 Repercusiones del empréstito de 1824 6 David Bushnell CAPITULO IX. CAPITULO X. CAPITULO XI. CAPITULO XII. CAPITULO XII CAPITULO XIV. CAPITULO XY. CAPITULO XVI. CAPITULO XVII. El empleo del empréstito de 1824 z La historia posterior del erédito extemno colombiano RECONSTRUCCION Y DESARROLLO ECONOMICOS ".... : Los progresos del laissez faire Inversiones de capital y mejoras piblicas - Inmigracién y poblamiento ..... POLITICA Y PRACTICA DEL COMERCIO. EXTERIOR . Impuestos y regulaciones de importacién Exportaciones y derechos de exportacién ‘Los patrones del comercio exterior LOS LIBERALES Y LAS MASAS; LA. ESCLAVITUD Y EL PROBLEMA INDIGENA\ ! El declinamiento de la esclavitud y problemas conexos El liberalismo y los indios . LA EDUCACION EN EL REGIMEN DE SANTANDER . EL PROBLEMA RELIGIOSO (1); CLERICALES Y ANTICLERICALES El clero durante la guerra y'en la post guerra Anticlericalismo, “‘catolicismo liberal” y francmasoneria EL PROBLEMA RELIGIOSO (11): LAS REFORMAS ANTICLERICALES 1821-1826. . Las primeras reformas importantes: los progresos de Ia tolerancia y el declinamiento de los monasterios Limitaciones de los privilegios y de los ingresos del clero : : Manos muertas y censos : EL PROBLEMA RELIGIOSO {II}: LA IGLESIA Y EL ESTADO EN LA GRAN COLOMBIA ‘La lucha por el patronato La politica de Santander con fespecto fa la Ieesia El contraataque clerical ..... EL BJERCITO COLOMBIANO EN LA GUERRA Y EN LA POLITICA Naturaleza del ejército de liberacién Reduccién del ejército y medios alternativos de defensa Reforma del sistema militar. DEMANDAS MILITARES Y DESCONTENTO DE LOS VETERANOS . El tratamiento de las demandas militares El problema de los veteranos en los Llanos El caso Infante 208 237 237 248 258 258 264 268 25 215 284 292 297 297 306 317 326 327 331 334 > CAPITULO XXL. EL REGRESO DE SIMON BOLIVAR ¥ El régimen de Santander en la Gran Colombia CAPITULO XVIILEL PROBLEMA VENEZOLANO: Liveratsmo y federalism en Cartas La jerarquia oficial. Pace, Pena, Guzman: ei origen de una temiblealianza Los otros departamentos venezolanos . CAPITULO XIX. LA DIFICIL SITUACION DEL ECUADOR CAPITULO XX. EL ANO DE LA CRISIS; 1826 La reeleccién de Bolivar y Santander La rebeli6n de Péez ...+ La reacei6n de Santander y de Bolivar [La subversién del Ecuador y el peregrinaje de Guzman LA CAIDA DE SANTANDER ...... De Guayaquil a la Nueva Granada... El arreglo de Venezuela y el rompimiento final con Santander f El fin del régimen de Santander. ‘Apéndice: Una nota sobre las estalisticas fiscales colombianas Bibliografia .. Indice Analitico 340 343 348 353 361 315 375 381 387 392 404 23 425 435 PREFACIO Este volunien no pretende ser unr estudio definitive de wi pertado completo de la historia de Colombia, ni de toda la administracién del vicepresidente Santander. Dadas la gran escasez de estudios de investigacién relativos alos aspectos particulares de este pertado y la magnitud del volumen de fuentes documentales atin no. trabajadas, no es probable que la actual generacién Hegue a ver un trabajo semejante. Sin embargo, espero qué este volumen, ain dentro de unos objetivos mds limitados, cumpla un fin iil. Por el solo hecho de presentar un andlisis razonablemente amplio, aunque detallado, del escé= nario interno de la Gran Colombia, qué ha sido hasta ahora descuidado en ‘favor de los acontecimientos militares y diplomdticos, puede siugerir numero- ‘sos temas pard investigaciones més amplias y puede servir como obra dé referencia que facilite la labor investigativa, Dicha referencia es especialmen- te necesaria, ya que las tendencias politicas, econdmicas y religiosas del | periodo estan entrelazadas tan compleramente que es imposible entenderlas ‘| sin wna constante reldcién ‘de'unas con otras. Ademés, el estudio presenta algtin material nuevo’ y afrece (aunque en ocasiones en forma mds bien tentativa) cierto.niimero de interpretaciones nuevas. Dos puntos de método requieren una breve explicacién. En primer lugar, el | término Régimen de Santander utilizado,en el titulo tiéne primariamente un sentido cronolégico que limita la parte de la historia de la Gran Colombia durante la cual Francisco de Paula Santander y sus principales colaborado- res, tuvieron un papel doriiante en los asuntos internos. En un sentido estricto este perfodo va desde fines de 1821: cuando Santander llegé a actuar | por primera vez, como jefe del poder Ejecutive de toda la Repiblica, hasta septiembre de.1827, cuando fue reemplazado permanentemente por Bolivar. Por muchas razones, sin embargo, es mejor comenzar en agosio de 1819, | cuando. Santander fue encargado provisionalmente de, ta. administracién patriota de la Nueva Granada, inmediatamente después de 1a Batalla de Boyacd. Es verdad que en ese. momento no tenia autoridad legal sobre 3. Venezuela y Ecuador, pero los partidos patriotas de Venezuela dependian * financiera y, hasta cierto punto, militarmente de Bogotd, y puede hacerse 10 David Bushnell caso omiso de! Ecuador, ya que éste vino a ser parte integrante dé la Gran Colombia inicamente en 1822. Por lo tanto, el perfedo en estudio serd el de 1815-27 y el objeto del trabajo serd el andlisisde todos los aspectos importa. tes del desarrolto interno durante esos afios. Ast, pues, no se intentard revisar {a guerra con Espatia o las relaciones exteriores de Colombia, salvo en cuanto elles afecten la situacién interna. Tampoco se imitard el estudio del perfodoa un andlisis de la politica especifica de la administracién de Santander, aunque sus realizaciones y fallas suministrardn naturalmenteel principal tema unifi- cador de un capitulo a otro, Elotro punto que requiere aclaracién es el de la aplicacién dela cronologla 4 cada capitulo en particular. Cuando un trabajo histérico se reflere aun tema tan amplio. un método estrictamente cronoldgico, desde el principio al fin, esd obviamente fuera de lugar: de ahi que la organizacién del material se Hevd a cabo de acuerdo con los temas tratados en la mayor parte de las veces, Per otra parte, a evolucién politica de la Gran Colombia hasta la promulga cin de ta Constitucién de Ciieuta y también la crisis politica que comensé en 1820 y condujo posteriormente a la cakla de. Santander, se presian a un tratamiento puramente narrative y en esta forma han sido’ presentados Algunas repeticiones son inevitables: algunas disposiciones de la Constituctén liberacién de Caracas y Quito y aiin la posterior independencia de Perd y Bolivia, constituyeron esiabones de uria cadena Logica de acontecimientos que tuvo su origen en Boyaca. | & "| | | | ee fe ks * Capitulo IT ‘LA CREACION DE LA GRAN COLOMBIA Elresto de la hicha militar con Espatia, desde la batalla de Boyacé hasta a expulsin del virreinato de las diltimas tropas éspafiolas, no concierne directamente al tema de este volumen. En dltimo andlisis, las realizaciones militares de la Independencia constituyeron solamen Sacaron de Ia escena politica a Femando VIL y a sus agentes, pero por rmismas no podian determinar las instituciones de la nueva repiiblica. Se dificil hasta encontrar un nombre para el pafsenel que tuvo lugar la batalla é Solamente una de las provincias de la Nueva Granada habia permanecido independiente después de 1816: la de Casanare: y ro se intent6 seriamente establecer un gobierno én el exilio, para toda la Nueva Granada, en los llanos orientales. De hecho, Casanare, bajo el manéo de Santander, habia aceptado la subordinacidn al gobiemo provisional vene- zolano establecido por Bolivar en Angostura, en la provincia de Guayana. ‘También habia numerosos granadinos que servian a dicho gobierno, entre ellos cl intelectual antioquefio Francisco Antonio Zea, quien tenia el cargo de vicepresidente de Venezuela. Todo esto, no hay necesidad de decir o, s¢ acomodaba admirablemente al suefio de Bolivar de unir posteriormenteen tuna sola repéblica a Venezuela y la Nueva Grahiada. Pero en el campo de Boyacd, Bolivar era tinicamente un general de los llanos venezolanos, y el régimen preciso de la Nueva Granada permanecfa atin oscuro. Bolivar no aclaré mayormente el asunto al declarar que el Congreso que habia improvisado en Angostura era el depositario de Ia soberania de ambos paises, pero, al mismo tiempo, que su unién debia ser verdaderamente voluntaria, sujeta a la ratificacién de una asamblea granadina’ De Boyacé a Ciicuta: el gobierno provisional Por el momento podian dejarse de lado pequefias incongruencias, y2 que el problema inmediato era el de continuar la guerra. Con respecto a la pb Arch, Sant. 1, p. 263. 28 David Bushnell organizaci6n politica, Bolivar se limité a ordenar que no se hicieran Cambios en el sistema administrativo espafiol y, antes de dejar.a Bogotd, Solocé el regimen bajo el mando de Santander en calidad de vicepresidente de la Nueva Granada. Santander y el vicepresidente de Venezuela debfan manejar la administracién de todo el territorio patriota, mientras Bolivar toordinaria la guerra comin. El Libertador establecié igualmente un tribunal supremo en lugar de la Audiencia de Santa Fe, reservandose él tnismo la solucién de las apelaciones concernientes a las decisiones de dicho tribunal. Decreté que cada provincia tuviera un gobierno civil y otro tar, que gozaria de superioridad sobre el primero, por raz6n de las ecesidades de la guerra’, Desde luego, el cardcter real del gobierno era decididamente personalista. Santander declaraba, con ligera exagetacion, {que no habia “tenido otra regla de proceder que as instrucciones y conduc- dee de Bolivar’, y los otros oficiales recibian instrucciones de uno u otro 5, Jefe. A veces estas éréenes eran contradictorias, como cuando Bolivar y Santander nombraron, cada uno por su cuenta, un gobernador distinto para las secciones recign liberadas dela provincia de Cartagena’, pero estas venfusiones eran inevitables, dado que los dos hombres no estaban siem- pre en el mismo lugar y no se habian establecido los limites exactos de sus Rinciones respectivas. Es también verdad que no veian siempre del mismo mnodo los problemas especificos y Santander recomendaba un mayor tacto gn Ia exigencia de suministros y en el reclutamiento de granadinos y servia Gomo un freno para algunos de los proyectos més grandiosos de Bolivar. ‘Sin embargo, este timo no vacilaba en agradecer al vicepresidente por sus ““mpertinencias”®, y no hay razin para dudar de que, en general, los dos hombres formaban una combinacién extraordinariamente feliz ‘Santander contaba con la colaboracién de dos ministros nombrados por Bolivara insinuacién suya: Alejandro Osorio y Estanislao Vergara, patrio- las veteranos de la Patria Boba que habjan conseguido sobrevivir, por influencia personal y por soborno tespectivamente, durante el perfodo de ia Pacificacion, Santander pudo utilizar también los servicios de dos hombres que més tarde fueron sus més conspicuos defensores politicos. los, Francisco Soto, fue enviado como gobernador a su nativa tro, Vicente Azuero, desempeité un cargo judicial en Bogo- 1. Vale la pena anotar que ambos, al igual que el mismo Santander. eran hhaturales de las provincias orientales, region que gozaba de una organiza- 2 La Gazeta de Santa Fe de Bogotd, agosto 29 y octubre 31, 1819: enero 16, 1820; ‘Alejandro Osorio y Estanslao Vergara, Memoria correspondiente al afio de 1820, Bogoté, 1821, pp. 61-62 3. Santander a Bolivar, 19 de mayo de 1820, Corresp. p. 181 Himold A., Bierck, Je., Vida Piblica de don Pedro Gual, Caracas, 1947, pp. 172-190. 5, Bolivar a Santander, 18 de abril de 1820, Corresp., p-78. e | a ey % El régimen de Santander en la Gran Colombia 29 cién social ligeramente més progresista que el resto de Nueva Granada y (que vendria a ser un reducto liberal a lo largo del siglo XIX®, Sin embargo, ra atin muy pronto para pensar en términos de diferencias regionales 0 partidistas. Por el momento, todos los patriotas responsables estaban Unidos para servir a Ia causa comiin y, para utilizar las palabras de José Manuel Restrepo, fue este “el periodo més glorioso de Ia vida publica del general Santander”. Fue deslucido solamente por su decisién, tomada a Sangre fria, de ordenar la matanza de los oficiales apresados en Boyacd, bajo cargos vagos de conspiracién. Incluso esta medida, que ha sido enfaiticamente condenada por muchas de las mismas personas que defien- den la Guerra a Muerte de Bolivar, por lo menos sirvié como un ejemplo suficiente para evitar cualquier conspiracidn realista seria en el futuro y tiempo, fueron resueltos con éxito considerable. Inclusive mientras esto se estaba llevando a cabo, se habia organizado ica de Colombia, al menos sobre el papel. Bolivar fue llamado de regreso a Afigostura en diciembre de 1819 para hacer frente a una nada por Factores tales como la propia preeminencia de Bolivar y el gobierno ineficaz del vicepresidente Zea. Ya fuera por causa ‘del magnetismo personal del Libertador. o por las noticias de Boyaca. 0 por las perspectivas de compartir los tesoros dejados en Bogota por el vVirrey fugitive, la revuelta fue liquidada pactficamente tan pronto como Bolivar lleg6 ala escena de los acontecimientos. Luego, como una adectia- a culminacién de su triunfo, el Congreso de Venezuela proclamé formal- mente, en una breve Ley Fundamental, la unién de Venezuela, Nueva Granada y Quito, en la Repiblica de Colombia, Sinembargo. nose adopt6 una organizaci6n permanente. Actuanclo entonces como supremo cuerpo legislativo de toda “Colombia”, el Congreso nombré a Bolivar y a Zea como presidente y vicepresidente, respectivamente de la Repiblica,y cred dos vicepresidentes adicionales, uno con especial responsabilidad Venezuela y el otro para la Nueva Granada o Cundinamarca, como debia lamarse todo este estado en adelante. Desde luego se dio a Santander esta ima posicién, que era en esencia la misma que ya ocupaba. Se previ6 que una tercera vicepresidencia regional seria creada mas tarde en Quito, cuando éste fuera liberado de los espafioles. Ademés de esto solo se ‘esbozaron los lineamientos més generales del gobiemo y se dejé la tarea de redactar una constitucién permanente a una asamblea que debia reunirse 6, Eduardo Acevedo Latorre, Colaboradores de Santander en la Or a a . fores de Santander en fa Organizaci6n de ta Repiiblica, Bogota. 1944, pp. 24, 35, 45-86, 229. 7, Restrepo, V. p. 245. B. Restrepo, V., pp. 172-174. 30 David Bushnell en Catcuta, cerca del limite de Nueva Granada y Venezuela, el lo. de enero de 1821, La fundacién de la Gran Coloribia* se remonta comiinmente’a la decisién de Angostura y el principio de la unidad no fue seriamente amenazado hasta 1826. De hecho, la aceptacién del gobierno personal de Bolivar por las dos secciones del antiguo virreinato, el patriotismo conjun- to inspirado por un esfuerzo militar comtin yel sentimiento compartido de mantener un frente unido contra Espafia, probablemente habrian hecho casi inevitable la unién, en todo caso. Ciertamente los efectos practicos inmediatos de la Ley Fundamental y de la mayor parte de las otras leyes promulgadas por el Congreso fueron débiles, salvo en las vecindades inmediatas del Congreso, e incluso alli, Bolivar, asumiendo poderes de emergencia por razén de ia guerra, pudo pasar por encima de sus decisio- nes, a voluntad. Bolivar envi6 drdenes a Bogoté en el sentido de que la ley de unién deberia “ser publicada solemnemente en los pueblos y en los ejércitos, inscrita en todas las municipalidades y ejecutada en el departa- mento de Cundinamarca, como previene el Congreso". Sin embargo, Santander no actué sobre la base de que todo lo dispuesto en Angostura obligaba en la Nueva Granada. Mostré simpatia a la idea de la uni6n pero antes de proclamarla obtuvo Ia aprobacién de una junta de notables de Bogota. Ademés, con el consentimiento de Bolivar, prefirié no poner en vigencia en su propio territorio algunas de las leyes menores del Congreso de Angostura!!. Ciertamente, parece que no siempre le agrad6 la idea de reconocer su autoridad superior. Esto puede verse claramente en el aire de persecucién que él y la corte superior de Bogoté asumieron anté una ley pasada en el Congreso de Angostura en la que se autorizaba ala Alta Corte Venezolana para actuar tanto como tribunal de apelacién local como én. calidad de corte suprema de la nueva reptiblica. Santander y los jueces de! tribunal bogotano, que no fueron mencionados en la ley, prefirieron creer que este tiltimo habia sido abolido implicitamente; el tribunal suspendié sus actividades y el presidente protest6, en gran escala, de la ingratitud de Venezuela. Bolivar demostré entonces que la interpretacion dada en Bogo- ta la ley habia sido err6nea por completo, ye! tribunal volvié a funcionar, pero el incidente habia servido para subrayar una vez mas la excesi 9, Restrepo, V. pp. 177-180, 376-379, * La""Gran” Colombia es un térming inventado por historiadores posteriores para distinguir la creacién de Bolivar, que comprendia todo el virreinato, dela moderna Colombia que es apenas la Nueva Granada. En esa época, desde uego, se lamaba simplemente Colombia y en el curso de este estudio los dos términos se emplearan indistimament Lecuna, C. L.. Il, pp. 126-128, Groot, pp. 55-55. Corresp., pp. 178-179, 197. EI régimen de Santander en la Gran Colombia 31 vaguedad de las relaciones politicas dentro del régimen provisional", Hubo también alguna tirantez entre venezolanos y granadinos con respec- toa Ia eleccién de diputados para el préximo Congreso de Cicuta. Er vista de la falta de estadisticas fidedignas se habia decidido que cada provincia enviarfa exactamente tres diputados y esto dio lugar a reclamosen la Nueva Granada en el sentido de que las provincias escasamente habitadas.de Venezuela estaban indebidamente favorecidas®. Los venezolanos, a:su vez, no dejaron de anotar prontamente que una buena parte de su patria, icluyendo a Caracas, estaba atin en poder de los espafioles en la épcca de elecci6n, y, por lo tanto, sus habitantes no podian participar en manera alguna en ella. Pero, afortunadamente, las elecciones se v forma tranquila, en general, y fueron en.determinados aspectos, democréticas de las realizadas en la Gran Colombia, ya que pt ‘y6tar no solamente quienes tenfan una propiedad raiz de $500*( pesos) o practicaban una profesién liberal, cientifica 0 mecénica, sino también [os soldados, que fueron declarados votantes ex officio. Esta iiltima provision aumenté considerablemente el electorado, aunque apa~ rentemente muchos soldados no sacaron ventajas de ella. Esta m=dida extendié el derecho de sufragio a los extranjeros, en el caso de que fueran voluntarios del ¢jército colombiano, y a un nimero cuantioso de gente analfabcta, incluyendo a varios oficiales del ejército. Tampoco hay prue- idades importantes. El resultado final de las elecciones fue, en Ciicuta un grupo de hombres de excepcional cardcter y habilidad. Incluia el congreso hombres de leyes y hacendados ya 41 fubieran asistido también numerosos generales y coronelessi la mayoria, de los elegidos no hubieran tenido que estar ausentes por causa de lo que se consideraba asuntos mas urgentes. El grupo estaba integrado, en general, por gente joven, merced en gran partea laalta mortalidad de jefes patriotas durante la Pacificacién; muchos de los diputados granadinos, especial- srmanecido cautamente silenciosos, o aun habian sido publicamente realistas apenas unos afios antes, pero esto habia sido princi- palmente el resultado del terrorismo espafiol y no de otra causa’ 12, Blanco, VII, p. 172, Correp., pp. 181, 191-196; A. C., Senado, 7, pp. 14. 13. CE. Lecuna, C. L., Il, p. 150, Enesta obra el signo § se refiere siempre a pesos colombianos, cuyo valoren el period considerado era en realidad igual al del délar de los Estados Unidos. Id. Datos detallados de la votacin en Venezuela pueden hallarse en A. H. N., Congreso, XXIV, pp. 36-403, y A. C., Senado, 8, pp. 3-61. La manfiesta fausencia de presién indebida sobre los electores puede deducirse del caso del ‘propio distrito del general Paez, en Achaguas, por ejemplo. El jefe llanero apenas consiguié ocupar el quinto puesto entre los elegidos por el colegio electoral que debia proceder a la elecci6n final de diputados. 15, Joaquin Tamayo, La Gran Colombia, Bogoti, 1941, p. 78. 32 David Bushnell EI Congreso de Cicuta Cuando, finalmente, se reunié el Congreso, varios meses mas tarde, inicamente se levanté una voz en contra de la unin permanente de Venezuela y la Nueva Granada. Fue la voz del excéntrico doctor Manuel Bafios, quien deseaba que su nativa Nueva Granada se organizara como ‘un principado teocratico”, unido apenas en una eldstica alianza militar con Venezuela'®. Es sorprendente que no hubiera habido més voces que plantearan el problema de la inclusi6n unilateral del Ecuador en la nueva epublica, pues la Gnica parte de la presidencia de Quito que hasta el? momento habia obtenido la independencia era Guayaquil y ninguna sec ion de ese pais estuvo representada en Ciicuta. Sin embargo, solo unos. pocos espiritus independientes, tales como el Catén colombiano, el Di- Pélix Restrepo, tuvieron algiin escriipulo de conciencia a ese respecto. El resto nego frecuentemente cualquier idea de pretender hablar a nombre de Tos ecuatorianos, pero esto fue precisamente lo que hicieron". Se planted un debate mas serio cuando se llegé al punto de decidir cual seria el tipo de unin de Colombia: sna unién centralzada con un slo poder ejecutivo y un solo cuerpo legislativo, o una federacién de estados Eoberanos. De parte y parte se expusieron casi los mismos argumentos que se emplearon de un extremo a otro de la América Latina cuando se debati6 este problema, Los centralistas afirmaban que Colombia no tenia “ni la dlustracién ni las costumbres" necesarias para una federacién; ya era bastante dificil conseguir el ntimero de ciudadanos inteligentes y de espiri- tueivico para integrar un solo cuerpo en las ramas ejecutiva, legisativa y judicial, para agregar a este cuerpo nacional otras tantas corporaciones para todos los estados soberanos. De acuerdo con este razonamiento se Suponia que ni los empleados locales el pueblo mismo podrianentender y acatar las complejas reglas que separaban las funciones nacionales y fstatales bajo un régimen federal, y se citaban los desastres-de la Patria Boba como una prueba més, que se presumia irrefutable, de lo inadectiado del federalismo. Luego, se observaba también que un fuerte gobierno Central eausaria buena impresién en Europa, Sin embargo, el més apre- miante de todos los argumentos era'el de que Ia centralizaciémeonstituia, Gon mucho, el método més practico para continuar la guerracon Espafia y apresurar su conclusién favorable. La causa federalista fue defendida, en su mayor parte, en un plano més tedrico. Sus sostenedores ponian énfasis en el principio generalmente admitido de que cl federalismo estaba mas de acuerdo con la teoria del puro republicanismo, sefialaban su éxito en los Estados Unidos, y alegaban, por supuesto, que los estados soberanos Actas, Cécuta, pp. 124-779. 17, Ibid, pp. 44, 70, 800-801. El régimen de Santander en la Gran Colombia 33 constituirian una barrera cohita la tiranfa del ejecutivo. Agregaban, entre otras cosas, que “la federacién esun arcade perfumes". Ellado practico de Ia argumentacién federalista se mostraba en consideraciones tales como la de que el gobierno centralizado podria descargar las deudas de otros departamentes sobre Cundinamarca y de que convertiria a la Nueva Granada en una colonia venezolana'® Las dos'titimas opiniones revelan la fuente princi mien federalist, No lo cre Venezuca, que mis ide ayud6 a desmtegar Colombia bajo la bandera federalista; aparentemente los venezolanos que fueron a Céicuta sentian la necesidad de una unin central para terminar su tarea de libertar a su patria y, al mismo tiempo, habfan sentido més profundamente la influencia del vehemente antifederalisino de Bolivar. En -sambio, el fueré federalista estaba en el interior de la Nueva Granada, et rea més alejada de Venezuela y del exterior, lo mismo que delescenariode la guerra en ese momento. EI federalismo fue abrazado sobre todo por aquellos quie nabian tenido un importante papel en la Patria Boba y, para el modo de pensar de los centralistas, no habian aprovechado la leccién. Reflejaba tambin el temor y la desconfianza ante el militarismo venezola- no, tal como estaba representado en los ejércitos de Bolivar", pero cierta~ mente no puede ser dejado de lado, como un simbolo dei liberalismo doctrinario, que si lleg6 a ser en afios posteriores. De-hecho, pocos colomibianos, hubieran negado en 1821 queeranen cierto sentido liberales. Pero, como es necesario establecer algunas distinciones, es mejor reservar el término pera quienes construyeron un liberalismo que implicaba no solamente un gobierno constitucional, sino también un sistema econémi- 0, basado hasta donde fuera posible en el /issez faire, en un ataque a los piivilegios dela Iglesia Catdlica yen una reforma de la sociedad de acuerdo con los diversos principios de ia ilustracién en boga en el occidente de Europa, En este sentido el Jiberalismo estaba mas fielmente representado por los j6veres profesionales que ya habjan ligedo su suerte a Ia de Santander; ylos mas prominentes miembros de ese grupo, FranciscoSotoy Vicente Azuero, fueron ambos firmes defensores del centralismo en Ciicu- td, El mismo Santander, habiendo abandonado las opiniones federalistas Gue habia sostenido durante la Patria Boba, estaba en favor del nuevo sistema yy, casi seguramente, la influencia del Libertador tuvo mucho que 1B. Bid, pp. 4-124, 79-70. Los detensores de federalsmo nolaraonsiempre Squeran que Venezuela, Noa Granada y Quito se organaaron como tes rans eos en una federal, o's deseaban que los elas fedtales Sovetpnran miso mon sr none prov, some os a Pera, de todas manera, Tos argumentor en pro Yen conta eran 19. Id p89, 8182 Sa id pp 83,781.78, Santander aBotvar, septiembre 26,1820, Lecun, Tipp. is, Diego. Crna Snble uni. 1ai Blanco. Vl. 34 David Bushnell El régimen de Santander en la Gran Colombia 35, ver en ese cambio, Del mismo modo, es probable que influyera en Santan- er y sus seguidores el hecho de que él mismo ya se hallaba gobernandoa la Nueva Granada dentro de orientaciones centralistas y era verosimil qué tuviera un papel igualmente importante en cualquier uni6n central que se. © estableciera en toda Colombia. administracién central. Fue mucho més all que el estatuto de unién de Angostira que habia mantenido a Venezuela, la Nueva Granada tialmente Quito, como entidades separadas, bajo el mando in vicepresidentes regionales. Los tres estados fueron ahora divididos en cierto niimero de departamentos de mediano tamaio, todos igualnenté Se ha sostenido, a veces, que el Congreso de Cticuta no tuvo ninguna sujetos a las autoridades centrales y consistentes en dos o més provincias rertad de eleccidn y que fue obligado a aceptar el centralismo:porque coloniales. Se suponia que los nuevos departamentos podian ser gober- ‘tno hubiera admitido otra cosa. No se necesita suponer que hubiera -/ fladdos més convenientemente y, dado que no tenian tradiciones coloniales a asia ieerea ol amenaza dele fuerza paraevitarqueseestableciera." “gf “¢nsu pasado, presentaban menores prababilidades de convertreen 00s ton regimen federal. Teniendo en cuenta su conocido odioal federalismo, al, _ de separatismo. Ast, el departamento.de-Venezuela tenia muy poc> pa- que consideraba la causa fundamental de los primitivos fracasos pe } recido con la antigua Capitania General; era apenas un globo de terreno ka obvio que hubiera tomado como una ofensa directa una con: {25 alrededor de Caracas, que-se hallaba tedricamente en el mismo plano que federal; hubiera podido presentar una de sus innumerables amenazas de - “4”, “ tos departamentos del Zulia cn el oeste y.del Orinoco enel este. Este arreglo renunciar, 0, por lo menos, hubiera cooperado muy poco.con lasautori-. |_|. reéulté en muchos lugares muy impopular, ademas de artificial. Para Gades federales, y pocos diputados deseaban afrontar cualquiera de estas / | ‘4 Equador y Venezuela se considerd necesarfo establecer al principio ua seettualidades. ¥ no era solo a Bolivar a quien temian, pues el ejécito en Jefe Superior” con cierta autoridad general sobre todo el teritorio ante- Conjunto habia mostrado un gran descontento ante Ia sola idea de reem- riormente gobernado desde Quito o Caracas: Solamente cuando el régimen plazar el gobierno existente, cuya naturaleza era esencialmente militar, por “4 republicano se hubiera consolidado un tanto podria suprimirse este puesto. aaa nee constitucional®y tambien es cierto que conocidosfederaistas | - Sin embargo, el haber conservado permanentemente las grandes divisiones ‘votaron en favor del centralismo cuando éste fue adoptado finalmente por oniales, habria sido invitar al crecimiento de la nontia regional a Meron dora mayoria de 41 10. Sin embargo, no hay pruebas dequect— * expensas de las autoridades nacionales. El haber abolido las tres en favor resultado fuera debido primordialimente a la intimidaciOn ol temor de los. = de cuatro, como en-un-momento sugirié Bolivar®, hubiera tenido la rade er tactor mgs importante parece haber sido el de la honesta...desventaja de desmembrat las unidadestraicionales sina ventajade-enet Opiniéa de muchos federalistas te6ricos de que el centralismo era mas ‘para gobernar territorios mas pequefios. - spropiado pata el objetivo de continuar la lucha con Espafia y de que. Una vez resuelto el principal problema, se completaron facilmente los podrian adoptarse algunas medidas federalistas més-tarde, cuando. se Elgobierno municipal conserv6 en gran parte la Festableciera la paz. Esta opinion tuvo amplia aceptacién cuando fue forma exterior que habia tenido en el régimen colonial, con sus alcaldes y expresada en Ciicuta, especialmente por Alejandro y puedeconsi- 4° refidores, y fue some erarse como el Gran Compromiso de la convencién constituyentecolom- biana, Esto se revela claramente en la estipulacién de que se reun 5, detalles de la constitu imas estaban representadasen el mado juez politico. En seguida local por un funcionario especial Diana te Sdn en el tsrmino de diez afios para considerar la conve- .” venia la provincia, que fue conservada por deferencis hacia la tradicion, niencia de una reforma constitucional : J. alinique los gobernadores provinciales no tenian funciones claras en ei ‘No puede negarse, ademas, que el grado de centralizacién adoptado en © sistema colombiano: los intendentes encargados de los distintos departa- Ciicuta, iba mas allé de lo que resultaria practicable en tiempos normales. ‘mentos eran en realidad el engranaje basico del nuevo mecanismo del Circa, io es atinosmericanos han sido acusados,con razbn,dehaber yy gobierno regional. Tanto los gobernadores como los intendentes eran roto las divisiones territoriales uni ficadas de la época colonial conel objeto nombrados porel presidente con la aprobacién del Senado. Enel centr2 del de crear “estados soberanos” completamente artificiales. El Congreso de + gobierno, el poder estaba distribuido entre el jefe del Bjecutivo, dos cé- oe creat eal otro extremo al colocar tres colonias, que hablan estado. maras del Congreso, y una Alta Corte, aproximadamente en la msma tunidas débilmente entre cllas, bajo la direccién inmediata-de una.sgla .. - forma que en los Estados Unidos: el veto presidencial era el mismo y los miembros del tribunal supremo de justicia debian ser seleccionados con- 0. Restrepo, V, pp. 345-387. It en Ciuia pp. 68-89, 77,95-99, 111-112: William M, Gibson, The Constiu- ‘Durham, 1948, p. 66. gi 22. Carta de Pedro Briceto Méndez a Diego B. Urbaneja, mayo 24, 1821, A. C. 8 Senadio, 5, p. 132. oe wo 36° David Bushnell juntamente por los otros dos poderes. Habia una decidida tendencia entre los diputados granadinos, especialmente los federalistas, a limitar ths los, poderes del Ejecutivo, pero fueron derrotados por una combinacién de vvenezolanos partidarios de un gobierno fuerte, talescomo Pedro Gual, yde futuros santanderistas como Francisco Soto”. La supremacia teérica, si hhubo, pertenecia a la corporacién legislativa, el Congreso, pero’ en la prdctica, gracias a su control sobre la administraci6n, tanto central como provincial, el presidente era su igial, cuando no, en ciertos casos, su superior. Su poder podia ser robustecido en cualquier émergencia porel procedimiento, tipicamente latinoamericano, de las facultades extraordi- narias, que fue cuidadosamente consignado en el 128 de la Nueva Constitucién. Y, finalmente, los derechos de los colombianos a la vida, la libertad y la propiedad, fueron salvaguardados por garantias convencio- nales, pero especificas*, Definidamente no se crey6 que los derechos individuales implicaban un sistema democratico de elecciones. La misma palabra democracia. fue considerada con desfavor.en.Ciicuta y no solamente para aplacar las

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