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Etchegaray de Añon Suárez, Martha M.V.

Aspectos de la campaña del doctor


Adolfo Alsina de 1876 a través de la
prensa de la época

Trabajos y Comunicaciones

1978, vol. 23, p. 75-86

Etchegaray de Añon Suárez, M. (1978). Aspectos de la campaña del doctor Adolfo Alsina de 1876 a
través de la prensa de la época. Trabajos y Comunicaciones, 23, 75-86. En Memoria Académica.
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ASPECTOS DE LA CAMPA ÑA DEL DOCTOR ADOLFO ALSINA DE 18 76
A TRAVES DE LA PRENSA DE LA EPOCA ( *)

Luego de pacificar el, pa ís, tras la co nmoc ión poi ítico-tn ilitar prov ocada
por la revolu ción nacionalista de setiem b re de 1874 , el doct or Adolfo Alsina ,
Mini stro de Guerra y Marina de la Nación , co menzó a elaborar un original
p lan de oc upació n perm an ent e del desiert o . En la Provincia de Buen os Aires
la nueva l ínea de fron te ra se ubica ría al exte rior de la ya existen te y en
S anta Fe se suprimir ía la co rrespondien te al Sur de dicha Provincia .
A fines de j ulio de 187 5, despu és de haber estudiado los antecedentes de
la cuestión y los mapas existentes, el doctor Alsina comisionó al Sargento
Mayor de Ingenieros Federic o Me\chert pa ra que leva ntara los pl an os de los
parajes den ominados Pu án, Carhué y Guamín í, luego de efectuar un recono-
cimiento de la zona . Esta comisión fracasó porque lamuncurá destacó parti-
das en t odos lo pasos para tratar de apoderarse del nombrado militar , pero a
pesar dt esa dificu ltad Me\chert . logró trazar un plano con los datos del
camino que conducía a Guaminí, com ple tá ndolos con el Diario del piloto de
la Real Armada Pablo Zizu rí ' ).
A trav és de los Mensajes al Co ngreso solic itando fondos para construccio-
nes en la nueva fro nte ra y establecimiento de líneas telegráficas , se puede
conocer el proyecto del doctor Alsina . Se pedían doscientos mil pesos fuer-
t es para fundar pu eblos, abrir seme nte ras, realizar plan tacion es de á rbo les y
levantar fortines fuera de las líneas exis ten tes.
El Po der Ejecuti vo co nside raba q ue tod o gasto qu e se hicier a sería pro -
ducti vo y econó mico, ya que se incorporarían al trabajo grandes ex tensiones
de campo - dos mil leguas- pa ra el pas to reo .

( *) U presente t rabajo h a sido redacta do con pa rte d c la doc ume n taci ón qu e por
ini ciativa del Dire ct or d cl Institut o dc Hist oria Ar ucntina " Do c tor Ricardo Levcnc "
de la Facu ltad, pro fe sor Andr és R. A lle nde, reu n ieran en 19 76 las profesores IIcbc J.
Hlasi , O Iga D. G ambo n i y la a utora. sec u ndadas por las a lum nas Mar cel a ln cha usti y
Ma rcel a Gin cs tc t. co n mo tiv o d e c um p lirse es e ario el cen t e na rio del gran ava nce de
la s fro n te ras de Bue nos Aires rea lizado por el Ministro de Cucrra y Marina dc la
nci ón doctor Adolfo Alvina.

e) S ánchez, Enriq ue, Biografía del Dr. Adolf o A lsina, Bs, As., La Tribuna,
18 78. Cap. IV . P ágina C IX.

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La finalidad era conquis ta r el desie rto en etapas sucesivas, has ta alcanzar
la línea del Río Negro.
La expedición que se realizaría ocuparía lugares est ratégicos con elementos
de población, estaría pronta a-agredir si era agredida, obligando de este
modo a las t ribu s a ret irarse más a llá del Río Negro, o a imp lorar la paz t").
Para la instalación de tres líneas telegráficas que unieran a Buenos Aires
con las cinco Comandancias de Fronteras y éstas entre s í se pedían, además,
dosciento s mil pesos fue rtes í" ).
El 6 de oc tub re, el Ministro Alsina escribía una larga ca rta al General
J ulio A. Ro ca, Comandante de la frontera de Río IV . Entre otras cosa s, le
expresaba estar convencido de que se debía avanzar la línea del Río V, y a
tal fin , enviaba al ingeniero Wysoc ki para estudiar esa po sibilidad y llegar
hasta El Cuero; a mediados de 'febrero, quería adelantar las líneas de Buenos
Aires por el sur hasta Carhué , por el centro hasta Laguna del Monte y por el
oeste hasta Las Tunas o Trenque Lauquenr").
El General Roca, el 19 de octubre , en cart a a Alsina , expon ía sus conside -
raciones sobre el avance de la frontera hasta El Cue ro . Este punt o o cual-
quie r otro hacia el sur, significaba el aislamiento y el desierto ; habría mucha
distancia entre los pueblos y la nueva 1ínea 'y se romperían las buenas rela-
ciones con los ranqueles que estaban establ ecid os en dicho lu gar.
Con claridad , mostraba su perspectiva : " . . .A mi j uicio, el m ejor sistema
de co ncl uir con los indios ya sea extinguiéndolos o arrollándolos al ot ro lad o
del Río Negro , es el de la guer ra ofensiva . .."
" ...Gana r zonas al" desierto, alejá ndose más de las po bla cion es, tiene para
mí todos los inconvenientes de la guerra defensiva acrecentados por el enemi-
go que deja a la espalda el desierto que quedaría ent re las nu evas líneas y las
poblaciones . .."
" Lo s fuerte s fijos en medio de un desierto ma tan la disciplina , diezman
las t ropas, y poco o ningún espac io dom inan. Para m í, el mayor fue rte, la
mejor muralla para guerrear co n t ra los indi os de la Pampa y reduc irlos de
una vez, es un regim ien to o una fracción de t ropas de las dos armas, bien
montados, que anden consta n te me n te recorri end o las gua ridas de los ind ios y
apareciéndose les por donde menos lo píensan'{").
En nueva ca rta del Minist ro de Guerra al General Roca , del 4 de diciem -
bre , aquél comunicaba que se proponía realizar un avan ce simultá neo en las
fro nte ras de Buenos Aires, que daría como resultado la unión de Bah ía
Blanca con Río V, por medio de un a recta .
Por otra parte , ha cía notar al Comandante , qu e si significaba una declara-
ción de guerra tomar las tierras de los ranqueles, tambi én o curría lo mismo
con aque llo de "operar ofensivamente y de una manera incesante" com o
Ro ca le proponía . .
No dejaba de recon ocer los inco nveni entes del esta blec im ien to de una

(') Ministerio de Guerra , Mem oria Especial, presentada al Congreso Nacional,


correspo ndiente al a ño 18 77. Bs. As.. Eud eb a , 19 77 . página s 19 a 25.
(') Op. cit. ., página s 25 a 29.
(4) Olascoaga, Manuel J ., Estudio Topogr áfi co de la Pampa y R lo Negro. Bs.
As.. Comis ión Nacional Mon umento al Tte. General Ro ca, 19 39 , pág. 19 Y 20.
( ') Ibídem , página s 24 y 25.

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nu eva lín ea en la Provincia de Buenos Aires, pero era imperi osa la necesidad
de ganar nuevos campos para la producción . Por otra part e, aseguraba que su
plan no era defen ivo, Al ocuparse Carhué , Trenque Lauquen y Laguna del
Cuero, se haría imposible la permanencia de los indios en Salinas, Choiquel ó
y Leu vu c ú, pues no podrían vivir cerca del enemigo. Ocupad a esa línea ,
pod ría luego ocuparse el Río Negrots ),
Para cump lir con todos los aspectos de su proyecto, el Dr. Alsina enco -
m endó al Co ronel Levalle en ju lio de 1875, propusie ra alCac ique C atriel, que
co n su tribu ocupaba el Arroyo de las Nievas, cerca dé Azul, un convenio
mediante el cual la tribu abandonaría esas tierr as y sería organizada como
Guardia Nacional.
A tal fin y luego de aprobado el convenio, el Ingeniero Ebelot se traslada-
ría a los campos inmediatos ent re Bl anca Grande y San Quilcó , co n el objet o
de ubicar las tierras y delinear el puebl o al exterior de la línea de fron -
terasí" ).
l.a Nación , con respecto a la actitud de los indios luego de la firma del
Tratado , decía: " El espíritu que reina en esa tribu nos aseguran que es muy
halagador y sólo anhelan que llegue el d ía en que puedan levantar sus toldos
del Azul ... Es falso pues, todas las voces que se han hecho correr respecto
a esta tri bu í" }
Pero, desafortunadamente, la tr ibu de Catr iel se sublevó a fines de diciem-
bre, con el au xilio de las tri bus ranq uelinas, Namuncurá y su indiada reforza-
da con mil indios chilen os, y el Cacique Pincén con más de tres mil lan-
zasí? ).
l.a Tribuna, comentaba con indignac ión el acontecimiento: " ... ¡Helo a
Cat riel en campaña! . . . ¿Y el Gobierno? ¡Oh! El Gobierno . .. no esperaba
que Catriel se sublevara con todas las tr ibus amigas y diera el últ imo gran
golpe a la riqueza pública" .
" Ya está. Ahora sí que va a resolver la cuestión fronteras . ¡Ya no quiere
saber nada de est udios hidrográficos de la pampa! Ahora manda al Batallón
8 de línea y el' Batallón Guardia Provincial que volverán como fuero n y
deja rán las fro nferas como estaba n".
Impaciente por la invasión, proponía para resolver la cuestión fronteras,
realizar una expedición al fondo del desierto , obligando a la indiada a capitu -
lar sin condicionesf' O).
Cabe reflexionar que si esto comentaba l.a Tribuna, que no era opositor
al Gobierno, qué no dirían aque llos órganos que no desperdiciaban ninguna
ocasión para criticar sistemáticamente todo lo que se refiriera al proyect o del
Ministro de Guerra. Ent re éstos, La Prensa , con el título de su art ículo ya lo
decía todo : "Prim er paso. Primer descalab ro" . Recalcaba que era la prueba
que daba el Ministro de su pericia militar, de su conoc im iento del enem igo
que trataba .. . Se había cometido el error de querer sacar a los indios de sus
anti guas posesiones . . . los Jefes de fr ont eras no estaban en sus puestos . . .

(6) Ibid em, página s 31 a 33.


(") La Trib una, 5 de oct ubre de 1876 , N° 750 5, pá¡:. 1, co l. 6.
( 8) La ación , 5 de octubre de 18 75. 1'0 1563. p,íg. 1. col. !l.
(9) Ministerio de Guerra , o p, cito, página 54.
(' o ) La Tribuna , 30 de d iciem bre d e 18 75, N° 75!l6 . p,ígina 1. co l. 1.

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El Corone l Levalle luego del tra tado no hab ía tomado precauciones con los
nuevos aliad os y había abandonado su cam pamen t o.
Más adelante agregaba : " Parece imposible que Jea ta n fecu nda la incapa-
cidad .. ." " Es un hombre verdaderamente fat al el tal Alsina " " Do nde quiera
que va . lleva el trastorno" . . . "Ahora sale de nu evo a campaña y esta salida
debe mirarse co mo un presagio de ma yores desgracias para sus habi-
tantes'Tt ' ).
La Nación, an alizando los motivos del probl em a, afirmaba: " . ..La causa
de la sublevación de las indiadas de Catriel es el haberlas obligado el Ministro
Alsina por el tratado . . . a abando nar las po blaciones que años at rás ocupa.
ban e l Azul . .. siendo por consigu ien te esta gran sublevación , el único resul-
tado positiv o que ha produ cid o el viaje del Dr. Alsina a la fro n te rat ' 2).
En tant o , El Nacional aseguraba qu e desde hacía tre s meses, y mientras
Alsina ce lebra ba co n lo, indi os los tratados , agentes mitristas se hab ían tras.
ladado a la frontera para azuzar a las tribust ' " ).
Para Alsina, lo oc urrido era el "prim er co n tra t iem po de la ex pe d ición" ya
que la indiada había au me n ta do co ns iderab leme nte sus fue rzas y la tribu de
Catriel no coope raría en la segunda lín ea de defen sa( 14 ) .
Los in dios invasor es llegaron hasta Azul , Tand il, Tap alqu é, Tres Arro yos y
Alvear. La represión a ca rgo de los Coronel es Levalle , Wint er , Villegas, Mal.
donado y F rei re, se ba tió con los indígenas tres meses has ta lograr la victoria
de Para güil. Los venc idos se retiraron al desierto , instalándose en nu evas
aguadas.
En tanto , el Ministro de Guerra no había po dido co me nz ar con la exped í-
ció n pr oyectada pa ra mar zo , por no haber rec ibido a t iem po eleme ntos neceo
sarios para la misma( 1 S).
Los diarios no disimulaban su impaciencia con respecto a la co nc reción de
la expedición a la frontera . Era evidente que tem ían nuevas invasiones y no
comprendían la demora del Ministro.
Largos art ícul os titul ad os "La Cues tió n Fro n te ras" fueron apareciendo en
El Nacional. Se basaban en el análisis de experiencias anteriores y se hacía
not ar que la mayor ía de las veces . el indio pod ía escapar a ca usa de las
gra ndes distancias que debían recorrerse en su persecución . Era forzoso red u-
cirlas , procu rando ocupar atinados puntos estratégicos . Estos eran, a no du o
darl o . mu y ce rca de donde los indios ten ían sus told os.
Se propon ía el establecimiento de do s divisione s en las cercanías de las
tr ib us de Nam uncu rá y de los ranqu eles y la co ns trucc ión de cam pos atrin-
cher ados para que la ca ba llada pud iera pace r. To do esto se ten dr ía que hacer
en invierno para poder comenzar la ex pe dición en primavera. Co n respecto a
las marchas, se recomendaba co nserva r el bu en estado de la caballadatt e ) .
E! Eco de AZIII propon ía el establec im ien to de la línea en Carhué y

(") La Pre nsa, 30 de dici embre d e 187 5. N° 1693 . pá gina l . c ol. 1.


(" ) La Nació n . 29 de d iciemb re de 18 75 . N° 1632, página 1, co l. 7.
(' 3) El Na ci o nal. 30 de d iciembre de 18 75 . N° 88 46. página 1, co l. 1.
(' 4 ) Minist erio de Gu err a . Ofl. cit.. p:ígina 56 .
(' ' ) Ih íUC'III, p áginu 5R.
( ' 6 ) El Naciona l. 15 d e ener o d e I H76. N° 8 858. págin a l . co l, 2 y I S de e ne ro
de 1R76. N" RR60. p:ígina I co l. 2

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Guaminí; de este modo las tolderías sólo quedarían a unas veinte o trei nta
leguas. Tales puntos estratégicos contaban con buenas aguadas y pastos y allí
los indios hadan invernar las caballadas par a luego invadir. De allí la impor-
tancia que tenía la ocupación de esos 'lugares.
El diario azuleño anunciaba que la expedición se realizaría en marzo , que
ya estaban llegando los elementos necesarios para efectuar la misma y que
para la fecha estimada , también se podrfa co ntar con el tel égrafof- ").
La Nación , por su parte , comentaba con escepticismo : " Los diarios del Go-
bierno vienen . anunciando qu e Alsina va a realiz ar mu y pronto la ex pedición
al desierto y con tal motivo, entonan en coro himnos de alabanza en honor
al hidrográfico Ministro".
"Todo' esto no pasa de ser una gran farsa . Alsina no ha pensado ni piensa
en semejante expedición y cuando alguien le habla de ella , se limita a contes-
t ar como las zorras: est án verdes ! " .
" Ya lo verem os y nos convence remo s todos . ¿A qu e no la realiza? "(1 8).
Sólo seis días después, admitía la realiz ación. de la empresa, pero no
aband onaba su ironía al afirmar : " . ..El Ministro de la Guerra con tinúa en su
empresa hi drográfica de llevar adelante la expedición al desierto ..."(19)
La Prensa, a su turno, trataba de demost rar los trastornos que ocasionaba
el proye cto de .Alsina en la cam paña, al comentar la nueva movilizació n de la
G ua rdia Nacio nal y la hui da de los gauchos ante esa posi bili dad con la
consiguiente despoblación de aquélla .. . los ancianos recordaban las privacio-
n es sufridas .en époc a de Rosa s y consider aban a Alsin a, 'una segunda edi ción
de aquél corregida y aumentadarv ? ).
Este periódico, además, no dejaba de destacar en varios artículos el pro-
blema que causaba la exp ropiación de caballos necesaria para la' cam paña.
Hablaba de "invasión cristiana militar" cuando aludía a las Comisiones encar-
gadas de juntar caballos y las acusaba de arrebatar lo poco que habían
dejado los indios y de no entregar recibo ni constancia del despojo.
Exigía fueran verdad las garantías constítuc íonalesfs ' ).
Esta oportunidad para criticar al Ministro no podía ser desaprovechada por
La Nacion, quien también publicaéa su opinión al respecto: " . •. Esta expro-
piación, en la forma en que se la verifica, es la iniquidad mayor que podía
cometerse. No se expropia 'en el sentido legal de la palabra, lo que se hace es
quitar caballos a sus dueños, sin miramientos de ningún género .. ."(22).
En otro artículo que direc tame nte titulaba " Depredaciones en la Campa-
ña" habl aba de la " expedición al desierto del Dr. Alsina, que a fin de
prepararse con -tanto bom bo amen aza ser ridícula si no funesta " , e insistía
sobre los atr dpe llos que se cometían en la campaña con to da ímn un ídadt? 3).

(' 7) La Tribuna, 21 de enero de 1876 , N" 7606 , página 1, col. 6.


e 8) La Nación, 12 de enero de 1876, N° 1642, página 1, col. S.
(' ' )
La Nación, 18 de enero de 1876, N" 164 7, página 1, col. 8.
e o) La Prensa, 6 de febrero de 1876 , N° 1728, página 1, col. 4.
(21) La Prensa, 20, 21 Y 23 de enero de 1876 , N" 1714 , 1715 Y 1717 , página 1,
co l. 2; página 1, col. 1 y página 1, col. 1, respectiv amente.
( 22) La Nación, 14 de enero de 1876, N" 1644 , página 1, col. 7.
(23) La Nación, 21 de ener o de 1876 , N" 1650, página 1, col. 1.

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En otro de sus escritos , afirmaba qu e la prop iedad rural carecía de garan-
tías, "nada más que porque así cua dra a las aspiraciones de un Ministro que
ha soñado disput ar a Rosas el envidiado t ít ulo del Héroe del De-
sierto . . ." ( 4 ) .
Luego de las operaciones que culmi naro n en Paragüil, las divisiones que -
daron escasísimas de caballos en mom ent os en que ésto s eran imprescindibles
para llevar a cabo la expe dición. Pero un proyecto "s alvador" según expre-
sió n del mismo Alsina, se hizo ley, y la Provincia con tribuyó co n tres millo -
nes de pesos, que significaron cuatro mil quinientos caballos para la cam-
paña(2 S).
Reflexionando sobre esto, La Prensa, en diálogo con La Tribuna, decía:
" ... ¿No es ineptitud , la de un Jefe ex pediciona rio al desierto que se aper ci-
be que le faltan caballos, la primera arma de su ejércit o recién en el momen-
to de partir ? Esto es ineptitud y es estupidez . . ....
y a propósito de lo dispuesto por el Senado para la comp ra de caballos,
afirmaba que ésto s iban a estar en la frontera en el invierno, cuando ya serí a
impos ible internarse en el desiert o.
Más adelant e, agregaba: " . ..Una cabeza organizada, un Ministro que no
fuer a un necio de pacotilla ya habría ordenado suspender la marcha al de-
"e
sierto . . . 6)
La Tribuna, se quejaba de las opinio nes vertidas po r la prensa opositora .
Con acierto observaba que el Ministr o hab ía sido criticado por ella cuando
demoraba en ocup arse de la cuest ión fron te ras y con asombro veía que se lo
seguía atacando ahora, en el preciso mo mento en que éste decidía efectuar la
expedición y se lo acusaba de buscar prestigio poi ítico, como Rosas, o de
malgastar el dinero nacional . O sea y dicho con los términos utilizados por el
"e
periódi co : " . . .Palo porque bogas y palo porque no bogas . . . 7).
El Ministro de Guerra, en su Memoria Especial, dejaba perfectamente
aclarad o qué hab ía suce dido con los caballos y explicaba que era una " supo.
sición rid ícula" hablar de olvido de los mismos en su ex pe dic ión í ? II ) .
El Eco de A zul, le decía a la oposi ción : " . . .Si no queré is ofrecer coope-
ración a la realización de la grandiosa obra que va a emprenderse, escuchadla
que no os ha bréis hecho acreedores más que al calificado de egoístas y poco
patriotas ; pero ento rpecer la marcha de los que tra ta n de realizarla con su
prédica desleal y exacerbada , enajenándoles las voluntades y tratando de
divorciarlos con el pueblo, eso es un crimen de lesa patria que no puede
atenuarlo el partidismo más intransi gent e .. ."(29 ).
Una vez lograda la provisión de las columnas y ya listas para realizar la
ex pedició n, el 16 de marzo, el Ministro de Guerra explicaba su Plan de
Campaña persona lmente y por escrito a los Jefes de las Divisiones Expedicio-
naria s. Según este document o, la División Oeste partiría de San Carlos para
llegar a Laguna del Mont e; la del Norte saldría de Lavalle para ocupa r Tren -

( 24) La Nación, 23 de enero de 1876, N" 165 2, página 1, col. 3.


(' .) Sánchez, Enriq ue, op. cit., página e X I I.
( 26) La Prensa , 24 de marzo de 1876 , N° 1766 , página 1, columnas I y 2.
(") La Tri buna , 24 de febr ero de 1876, N" 763 9, página 1, col. 2.
( 28) Ministerio de Guerra, op. cit., páginas 58 y 59.
(H) El Nacional, 29 de marzo de 1876, N" 89 17, página 1, col. 3.

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que Lauquen y la del Sur de Santa Fe, arrancando de Gainza debería tomar
Haló .
El movimiento de las fuerzas no se realizaría simultáneamente por razones
estratégicas, retardando la salida las Divisiones Sur y Costa Sur .
Se debía tener presente que la operación combinada que se llevaría :1
cabo dife ría de las an terio res ex pediciones pu es se tr ataba de t om ar
po siciones avanzadas y puntos estratégicos para el establecimiento de la
nueva lí nea .
Se excavarían jagüeles para asegurar presuntas retiradas ; los ingenieros
ratificarían o rectificarían los planos de la pampa , pues para ello contaban
con los mejores instrumentos.
Apenas tomados los puntos señalados , se zanjearían los potreros. Uno
de sus frent es se ut ilizaría como línea de defensa . Se ordenaba también el
estudio de las casi desconocidas zonas intermedias.
Una vez concluidos los po treros y las cons t rucc iones más necesarias,
comenzaría el zanjeo y para ello el Gobierno no escatimaría gast os, ofre-
ciendo los Jefes de División a la tropa, la propiedad de lo zanjeado por un a
legua de fondo . 4

Para mayor seguridad en la lucha , se ordena ba a los soldados el uso de


co raza t" O).
El 10 de abril el corres ponsal de La Tribuna, escribía desde la Laguna
del Monte, " . ..de donde correspo nsal alguno lo ha hecho hasta ho y . . ." ,
narrando cómo se había realizado la marcha de la división a las órdenes del
Coronel Freire, que saliendo de San Carlos el 19 de marzo y luego de
reco rre r 36 leguas, había llegado hasta ese lugar sin contrat iempos, el 29
de ese mes.
Con gran entusiasmo, afirmaba : " . ..y nos radi caremos aqu í .. . Freire
es lo más apto para dirigir esta expedición ... los trabajos se han comen-
zado con vigor, nada se nos ha perdido y puedo garantirle que en pocos
días las caballadas y haciendas estarán aseguradas en grandes potreros í" I ).
La División Sur de Santa Fe al mando del Coronel Leopoldo Nelson ,
había partido el 20 de marzo desde el Fuerte Gainza , para llegar a Haló el
25 del mismo.
La correspondiente al Norte , encabezada por el Coronel ' Camada Ville-
gas, partió desde el Fuer te Lavalle el 22 de marzo , llegand o el 12 de abril
a Tre nque Lauquen(3 2).
Ante la prueba evidente de que se iba concretando el plan, la aposición
volvía a la carga con sus escri tos.
La Nación, aseguraba que "la opinión en masa" condenaba al Ministr o,
que a la empresa siempre se la Había consi derado funesta, y que a pesar
de que la prensa ind ependiente hab ía adverti do los erro res, la obstinación
había triunfado y en vez de prever los peligros reforzando las líneas de
defensa y proveyendo a las fuerzas de elementos de movilidad, el Ministro
hab ía hecho todo lo contrario, alejando a aquéllas de los puntos estra tégi.-

e O) Ministerio d5 Guerra, op . cit.. paginas 48 a 53.


(' I (La Tribuna, 8 de abril de 1876, W 7.679, página 1, col. 3.
( 32) Ministerio de Guerra , op . cit., páginas 225, 235 Y 271.

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cos ocupados con anterioridad, con el agravante de que carecían de
elementos para el servicio y las necesidades a que deb ían responder(3 3).
La Prensa, en un largo artículo criticaba los primeros pasos de las
columnas que marchaban a ocupar el desierto.
Refiriéndose a las autoridades nacionales, decía : " .. .Hoy comienzan a
asumir nuevas responsabilidades. Cada soldado que sucumba en el desierto
y cada estancia que desaparezca incendiada, 'serán para ellos fuentes inago-
tables de remordimientos .. ." .
Con un dejo de burla , se preguntaban : " ... ¿Dónde está Freire? , al
tiempo qu e respond ían: " ...En el Paraíso , en la . glo ria, en un edén , en la
Laguna del Monte ! .. ." .
0 _ • • • Así lo dicen el Dr. Alsina en su parte oficial, un Sr. Ebelot y una
correspondencia part icular. Este es el lad o de la fa rsa . ¿Y el lado de la
verdad? Freire está a 8 leguas del Carhué. Est á encima de las tolderías de
cuat ro mil in dios de pelea , a los menos .. I',
Aseguraban que los indios querían las caballadas y que a la tropa
vencida por el cansanc io y por el frío le iba a ser imp osible mantener la
vigilancia sobre aqu éllas,
Se planteaban entre otras suposiciones, la de cuá nto tiempo durarían los
caballos que contaba la división y pintaban el más pesimista de los
cu adro s, mostrando la tropa a pie , sin qué co mer y sin recibir refuerzos.
Conjeturaban sobre la suerte corrida por Villegas y su División. Este
marchaba de frente sobre Pincén , "el más bravo, más astuto y sanguinario
de los bárbaros . .." .
No se hacían ilusiones sobre la suerte que podr ía correr Nelson , pues a su
frente ten ía a los ranqueles. Hacían . hincapié en que las fuerzas del Sur
carecían de cabalgaduras.
Terminaban lapi dariame nte : " .. .El Dr. .Alsina, vanidoso y llen o de am o r
propio, se tizn a la fren te él mismo con la marca de la ineptitu d y de la
más exagerada nulidad, cuando do s me ses de spu és de haber salido de
Buenos Aires para atacar al enemigo, se ha dejado sorprender y derrotar
por ést e y aún- está a pie esperando caballos! ".
"C o mo an tes lo dijimos : palurdo! "P 4 ) .
En cambio, El Heraldo de Azul, con no disimulada alegría com ent aba la
partida del ejército expedicionario . El Ministro de Gu erra marchaba al
frente del mismo. Había salido el 14 desde Lavalle y la marcha se , había
reali zado sin problemas hasta el 17.
Entre otras cosas, agregaba : " . . .Espe ramos con toda an siedad que esa
expedición llegue a su término burlando todos los ma los augurios y
realizando las glorias inmarcesibles que se esperan con ella para la pa-
tria ... "(3.5).,
El 28 de abril , El Nacional com entaba que las fuerzas expedicionarias
habían llegado a Carhué el 23 sin obstáculos de ningún género(3 6).

(33) La Nación , 29 de marzo de 1876 , N" 1704 , pagina 1, col. 2.


(34) La Prensa, 11 de abril de 1876, N° 1780, página 1, col. 1.
(3$) El Nacional, 24 de abril de 1876, N° 8937 , página 1, col. 5.
(36) El Nacional , 28 de abril de 1876 , Ñ" 8941 , página 1, col. 6.

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Mientras el Ministro de Guerra recibía calurosas felicitaciones por parte
de las autoridades nacionales y provinciales , La Nación no desperdiciaba
oportunidad de seguir atacándolo con su crítica demoledora : "... La
co nq uista de nu evas zo nas, cuando las antiguas poblaciones se ven amena-
za das por la chuza del indio, es sen cillamente aumentar el mal, sin ofrecer
ve n taja algu na ni para la rique za pública ni para la propiedad o la
industria priv ad a . . ."e 7).
La Prensa, al referirse a la ocupación de Carhu é, después de formular
un a serie de co nsi de rac iones , decía : " ... Este paso del Dr. Alsina , tiene la
más ín tima semeja nza eo n las pruebas de los payasos . . . esos pay asos ' sue len
subirse al trapecio, y una vez all í gritan con toda fu erza de sus pulmones :
p ongan un colchón que me caigo .. . "e 8).
Alsina co nsideraba imprescindible para llevar a cabo con éx ito su plan
de oc upació n de puntos permanentes , contar . co n dos valio sos auxiliares:
tel égra fo y foso . El prim ero , porque significaba suprimir ch asqu es, ahorrar
fu erzas, caballos y tiemp o ; el segu ndo, si bien no era una muralla insalva-
bl e, resultaba un imp ort ante obs tá cu lo para el inv asor.
La línea tel egráfica que part ía de Azul , se había comenzado a construir
el 24 de abril de 1876 ; en novi embre llegab a a Carhu é y Guamin í y en
fe bre ro de l año sigu ien te a Puán.
El foso , siguiendo las instrucci on es de Alsin a , había sid o iniciado por
las mi smas divisiones y a fin de dar impulso a estos trabajos , el Gobierno
había designado un a Comisión Auxiliar, encargada de formalizar los contra-
tos para 'la constru cción de aquél. El ingeniero Ebelot estaba a cargo de la
dirección de las o bras , lográndose excavar 374 kil óm etros de zanja .
En el transcurso del año 1876 y durante la ejecución de las tareas
emprendidas para afirmar las bases en la lí nea exterior, se produjero n tres
invasiones que si bien fueron escarmentadas, dieron a la o posició n nu evas
oportunidades de at aque.
La Nación , decía : " . .. Ahí est án las ventajas de los gran des plan es del
Ministro . .. y sobre todo la nulidad con que se han llevado a cabo . . .",
pa ra agreg ar co n ironía : " ... Pero el Min istro de Guerra ha co n qu istado la
glo ria de oc upa r Carhué; ha ideado ga ran tir las líneas po r zanjas qu e
perpetuarán Sil fama ... se prepara a continuar gastando algu nos 'm illones
de p eSOS" (39).
La Prensa , publicaba : " ...Co m p ren dem os la obstinación asturiana del
Minist ro de Guerra ; nos ha cem os cargo de qu e su inm ensa vanidad no le
pe rmi te co nfesar que sus idea s he ch as er an garrafales disparates, originarios
de incendios , derramamientos de sangre y desgracias que jam ás at enuaré ;
pero tampoco puede ne gar el m ismo señor Alsina , que las fuerzas han sido
aisladas hoy en parajes donde no pueden operar de ninguna manera sobre
los salvajes, limitándose a vivir en cerrados entre fosos, desorganizadas ... y
desbandándose por una deserción sin ejemplo'{" o.)

(' 7 ) La Nación, 7 de mayo de 1876, W 1736, página 1, col. 2.


e 8)
9)
La Prensa, 14 de mayo de U176, N" 1797 , página 1, col. 1.
( La Nación, 10 de agosto de 1876, N° 1813, página 1, col. 2.
(4 o ) La Prensa, 18 de agosto de 1876 , W 1882 , página 1, col. 2.

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Este peri ódico , en octubre , decía entre otras co sas : "Las zanjas son
recur sos para dar salida al oro de los impu est os, un me dio como tantos
ot ros de ocasion ar al fisco gastos inút iles; pero no solu ción de la cuestión
fron teras . . . " Después de la zanja manda rán construi r la muralla china ...
Entretanto, los indi os seguirán conquis tando las estancias y pue-
blos .. ." (4 1).
Y a mediados de noviembre: ... ..Para corona r este Plan los indi os se
p repa ran a pasar las zanjas a pie, degollar las escasas gua rniciones de los
for tines . . . e invadir sin obs táculo"(4 2) .
Así se ensañaba la prensa oposito ra co n tod o lo emprendido por el
Ministro de Guerra.
Pero Alsina, con tenacida d y esfuerzo , ha bía . lograd o hac er realidad
todo aque llo que se había prop ues to al Írazar su plan: se incorporaban
tierr as al proceso productivo , los indios emigra ban o se some tían, las
invasiones se hacían cada vez más difíciles, el telégrafo había llegado a la
fro nte ra, el foso era un a realidad y las nuevas bases posibilitaban la
ofensiva.
Martha M. V. Etchegaray de Añón Suárez

(" ) La Prensa, 10 de octubre de 1876, N" 1918, página 1, co l. 2.


(42) La Prensa, 18 de noviembr e de 1876 . N" 1957 , página 1, col. 2.

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BIBLIOGRAFIA

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PERIODl COS

La Nació n. año s 1875·18 76.


La Tri buna , íde m.
La Prensa , ídem.
El Nacional, ídem.

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