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EL MODELO NEOLIBERAL: CARACTERISTICAS Y LIMITACIONES

El neoliberalismo es una corriente político-económica que propugna la reducción de la intervención del Estado al mínimo.
Hace referencia a la política económica con énfasis tecnocrático y macroeconómico, pretendiendo reducir al mínimo la intervención
estatal tanto en materia económica como social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio
institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado.

El término se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de
la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador, a través de incentivos empresariales que, según sus
críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos y financieros más que a la economía de mercado propiamente
dicha

El nuevo liberalismo es caracterizado por muy amplias posibilidades de intervención aunque la gran pregunta sin respuesta-
es cómo se lleva a cabo esta intervención. Porque intervenir sobre los precios además de sus causas y efectos- es un mecanismo
inflacionario y que está condicionado a los mismos factores de oferta y demanda. En otro sentido, la intervención legal parecería el
autor no lo señala claramente- descansar en el cobro de impuesto, aunque en realidad tiene que ver con aspectos legislativos
correspondientes a los factores de la producción (v.g. la jornada de 8 horas, el trabajo del menor y las mujeres, etcétera) corresponde
más a la tercera intervención según Rueff.

Este liberalismo intervencionista contaba con el Estado propiciador, interventor y facilitador; o el Estado de Bienestar para
atender vía diferentes políticas públicas: pobreza y marginación. También ese Estado encaraba requerimientos permanentes de
servicios, infraestructura urbana y transporte.

Así que el Estado se convierte en manos de los neoliberales en un mecanismo que más que minimizar los conflictos de clase;
facilita mediante su intervención- el libre juego de los precios. Esto no le impide reconocer al autor que sólo hay escasas diferencias
entre los fines susceptibles de alcanzarse mediante una intervención liberal y los que permite persigue la intervención autoritaria. Es
evidente, entre ambas modalidades del Estado -liberal léase burgués- y el autoritario es decir, el socialista o de planificación
económica- no existe gran diferencia en sus objetivos porque se persigue el bien común.

Los cambios radicales en las políticas globales de la burguesía y el Estado, llevados a cabo durante las dos últimas décadas en
la mayoría de los países latinoamericanos, tendientes a "superar" la onda larga recesiva y reestructurar las economías y los regímenes
políticos, imponen una profunda reflexión teórica, que no puede ser resuelta mediante el método simplista de decretar, sin expediente
ni juicio objetivo, la crisis de una u otra teoría! general o aplicada a la cuestión territorial y urbana, su abandono vergonzoso y su
sustitución por las ideologías hegemónicas, o por viejas "teorías" vestidas con nuevos ropajes.

La realidad misma nos abre una primera puerta de entrada a esta reflexión. La crisis económica de larga duración y las políticas
para superarla y reestructurar duraderamente el capitalismo en América Latina (y en todo el mundo capitalista), han colocado
nuevamente en primer plano, como determinantes, a los procesos económicos en su relación dialéctica con el Estado y la política. Al
mismo tiempo, ha puesto en evidencia una de las fallas fundamentales de la teoría y la investigación sobre la denominada cuestión
regional y urbana, en sus dos vertientes opuestas fundamentales, la idealista burguesa y la materialista histórica en sus múltiples
variantes: la importancia secundaria concedida a esta relación, como consecuencia de la sobrevaloración de otros procesos políticos,
sociales y culturales, analizados sin tener en cuenta sus relaciones con los procesos económicos de producción, intercambio y
distribución social y las políticas estatales en estos ámbitos2• Es decir, el análisis de partes de la realidad, sin tener en cuenta su
relación con la totalidad, y las partes dominantes y determinantes en ella.

Otro de los ejes ideológicos y prácticos del neoliberalismo en América Latina, ha sido la reducción de la intervención del Estado
en la vida social, particularmente en la economía, su "redimensionamiento", y el "retorno a la economía de libre mercado", expresada
en la reducción acelerada del sector paraestatal de la economía, la contracción del gasto público, sobretodo en el sector social para dar
paso en el Estado al capital privado, nacional y extranjero.

Historia

En teoría, el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, aunque sus
alineamientos políticos y su implicación con ideas posteriores, hace de él una doctrina diferente de dicho liberalismo clásico.

Entre las cuestiones ampliamente promovidas por el neoliberalismo están la extensión de la iniciativa privada a todas las áreas
de la actividad económica o la limitación del papel del Estado. Entre las ideas y los principios introducidos por el neoliberalismo y
ausentes en el liberalismo clásico, están el principio de subsidiariedad del Estado (desarrollado por los ordoliberales alemanes, que
habían puesto en marcha algunas de sus propuestas en el denominado Milagro alemán de posguerra), y en especial, el monetarismo
de la Escuela de Chicago que, desde mediados de los años 50, se convirtió en crítico opositor de las políticas de intervención económica
que se adoptaban en todo el mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano.
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A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al
fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación inversa entre inflación y
empleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton Friedman había señalado que esa relación no era necesaria, como
quedó demostrado por el fenómeno de la estanflación. El nuevo escenario antinflacionario desafiaba los postulados keynesianos, en
esas circunstancias, las ideas monetaristas revivieron audiencia y credibilidad, como consecuencia se implementaron nuevas medidas
antikeynesianas como simultanear acciones antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres vertientes:
 Discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada, recomendando mantener
fija dicha magnitud;
 Desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el
multiplicador keynesiano; y
 Recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.

La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo tenía
en la mayoría de las escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Ronald
Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño
del sector público que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio un gran
dinamismo al sector productivo. En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista
del entorno de Reagan, por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron pero
no las de control del gasto social o del gasto militar, que eran las principales partidas del gasto público).

Se aprecia en el régimen militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos rasgos keynesianos,
siendo estos manejados por su equipo de economistas, los Chicago Boys. Estos serían vitales para la reestructuración económica de
Chile marcada por las crisis mundiales y la nacionalización del cobre realizada durante el gobierno popular de Salvador Allende en el
año 1971, siendo llamado este proceso el Milagro de Chile.

De estas experiencias y de las dificultades para aplicar esas políticas a países en desarrollo, surge una versión keynesiana con
inclinación monetarista, que incorporaba la aversión al déficit presupuestario y a la fabricación de dinero, pero no al concepto de
intervención pública en la economía (ejemplo Consenso de Washington, término acuñado en 1989 por el economista John Williamson,
para referirse al tipo de políticas fiscales y monetarias recomendadas para los países en desarrollo por los organismos con sede en
Washington, léase Banco Mundial, FMI, y Tesoro estadounidense, entre otros). Por ello se lo relaciona con la tecnocracia de los
organismos públicos internacionales, debido a que sus políticas son principalmente impulsadas desde el Banco Mundial, la
Organización Mundial del Comercio, y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que no dependen de las Naciones Unidas
y están por ello exentos del control directo de la comunidad internacional de países y a los que en ocasiones se acusa de ejercer presión
política y extorsión. En la práctica, estas políticas toman como modelo de economía (salvo en lo referente al proteccionismo) a la
estadounidense.

El neoliberalismo, como política tecnocrática y macroeconómica (y no propiamente filosófica), tiene una dimensión
geopolítica mercantilista ajena en la práctica al liberalismo económico propiamente dicho, es decir el neoliberalismo no es
necesariamente sinónimo de mercado libre -sin trabas burocráticas ni privilegios sectoriales-, razón que explicaría que sea asociado
al corporativismo internacional.

Fase superior del Capitalismo

El neoliberalismo es, simplemente, el capitalismo hoy por hoy realmente existente. Desde una visión cronológica, se trata de
la fase ulterior en este modo de producción social.
Sin embargo, se trata también del período en el cual se verifica la exacerbación cuantitativa y cualitativa de las lógicas y
contradicciones inherentes a la acumulación incesante del capital.
La expansión de los mercados (“globalización”) a nivel mundial, por un lado y, por el otro, los niveles de explotación económica,
dominación política, opresión social y alienación ideológica que ello supone, ilustran las dimensiones: espacial, temporal y social del
neoliberalismo como fase superior del capitalismo. La caracterización de la crisis actual del capitalismo neoliberal como crisis
civilizatoria despeja cualquier duda al respecto.
Desde la década de 1970 y hasta el día de hoy, el neoliberalismo es, por antonomasia, la estrategia ofensiva y
contrarrevolucionaria del Capital (contra el Trabajo). Por ello, el neoliberalismo debe concebirse igualmente como una “reacción”
(también: “salida” y “solución” para las élites económicas y políticas mundiales) con el fin de afrontar la crisis estructural y global del
capitalismo tardío.

Ante todo, el neoliberalismo es un proyecto económico-político transnacional de clase (capitalista). Sus manifestaciones
concretas y reales se han sentido más puntualmente al nivel de la instalación de una estrategia de acumulación específica, llamada
común y colonialmente: de “Desarrollo” (Puello-Socarrás 2015). Esta se basa en la idea según la cual la producción y la reproducción
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de las relaciones sociales en el capitalismo contemporáneo deben sujetarse al poder y al (libre) juego de las fuerzas de mercado (ver
Birdsall et al., 2011:6).

La dimensión estratégica en el neoliberalismo, posterior- mente se ha materializado en diferentes programas de políticas


(sobre todo, de tipo económico aunque no exclusivamente), tal y como lo evidencia el Consenso de Washington y sus variantes, los
cuales representan –insistimos– su dimensión táctica y coyuntural. Hay que llamar la atención que observar cambios al nivel de las
políticas públicas (incluyendo, “alejamientos” o “críticas” hacia los programas neoliberales establecidos tanto a nivel transnacional
como doméstico), sin evidenciar transformaciones en la matriz de desarrollo, podrían significar exclusivamente reacomodos tácticos
“en” el neoliberalismo, nunca necesariamente la superación “del” mismo.

Políticas neoliberales

El neoliberalismo propone que se deje en manos de los particulares o empresas privadas el mayor número de actividades
posible. Igualmente propone una limitación del papel del Estado en la economía; la privatización de empresas públicas y la reducción
del tamaño del Estado, es decir, una reducción del porcentaje del PBI controlado o administrado directamente por el Estado. Respecto
al derecho laboral, mercantil y las regulaciones económicas generales el neoliberalismo propugna la "flexibilización" laboral, la
eliminación de restricciones y regulaciones a la actividad económica, la apertura de fronteras para mercancías, capitales y flujos
financieros y se reduce el tamaño del Estado.

Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos o ideólogos neoliberales (en principio recomendaciones a países
tanto industrializados, como en desarrollo) incluyen:

a) Políticas monetarias restrictivas: Aumentar tasas de interés o reducir la oferta de dinero hasta logar una inflación cercana a cero
y evitar el riesgo de devaluaciones de la moneda. Los partidarios del neoliberalismo creen que estas medidas, evitan los llamados
ciclos del mercado.
b) Políticas fiscales restrictivas: Aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los impuestos sobre la producción, la renta
personal y los beneficios empresariales. También proponen eliminar regímenes especiales y disminuir el gasto público.
c) P. Desregulación: Los partidarios de políticas neoliberales defienden la liberalización para el comercio como para las inversiones
por considerarlas positivas para el crecimiento económico. Igualmente se considera positiva la eliminación de muchas reglas y
restricciones, reduciéndolas a un mínimo necesario (sobre todo la garantización del régimen de propiedad y de la seguridad). En
particular abogan por aumentar la movilidad de capitales y la flexibilidad laboral.
d) P. Privatización: Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y eficientes que los públicos y que el Estado
debe adelgazarse para ser más eficiente y permitir que el sector privado sea el encargado de la generación de riqueza.

En todos los casos, los teóricos denominados neoliberales afirman que la mejor manera de alcanzar la distribución de la
riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento total del producto, que por su propia dinámica permea al total de
los integrantes de la sociedad (la llamada trickle down policy); como liberales prompueven «mediante el beneficio individual, alcanzar
el beneficio de toda la sociedad».

CARACTERISTICAS
He aquí, en síntesis, algunas características sobresalientes del neoliberalismo económico:
 Concepción del ser humano como valioso únicamente por su capacidad de generar ingresos y tener éxito en los
mercados.
 Incentivar la carrera por poseer y consumir.
 Exacerbar el individualismo y la competencia llevando al olvido el sentido de comunidad, y produciendo la
destrucción de la integridad humana y ecológica.
 Expresa política de ajuste y apertura.
 Restringe la intervención del Estado hasta despojarlo de la posibilidad de garantizar los bienes comunes mínimos que
se merece todo ciudadano por ser persona.
 Elimina los programas generales de creación de oportunidades para todos y los sustituye por apoyos ocasionales a
grupos focalizados.
 Privatiza empresas bajo la premisa de que la administración privada es mejor que la pública.
 Abre las fronteras para mercancías, capitales y flujos financieros y deja sin suficiente protección a los pequeños
productores.
 Elimina obstáculos que podrían imponer las legislaciones que protegen a los obreros.
 Libera de impuestos y de obligaciones a grupos poderosos.

En su conjunto, las características del neoliberalismo provocan una concentración mayor de la riqueza y del poder económico
en las manos de unos cuantos y dejan sin protección a la mayoría de la población. Los defensores de este sistema afirman que todos
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estos ajustes producirán, a largo plazo, un crecimiento que elevará los niveles de ingreso y resolverá la situación de los desfavorecidos.
Aun cuando se han observado cambios positivos con algunas medidas de ajuste, podemos afirmar que estos efectos no compensan en
nada el desequilibrio y las perturbaciones que causa el neoliberalismo, pues la masa urbana sin trabajo sigue multiplicándose. Al
oponerse a la intervención redistributiva del Estado, la desigualdad socioeconómica tradicional se acrecienta. Con ello se profundizan
los efectos que genera la pobreza: la inequidad o la injusticia en la redistribución del ingreso y la riqueza, el escaso capital social y la
exclusión o desigualdad en las relaciones de intercambio.

La explotación, pobreza, desempleo, marginación, competencia desleal, fuga de capitales son, para el neoliberalismo, episodios
necesarios y positivos de la lucha de los ejemplares más fuertes de la raza humana para conseguir mayor riqueza, mayor prosperidad,
mayor bienestar para la humanidad en general, aunque no necesariamente para todos y cada uno de los miembros de esa raza. Lo cual
no importa pues la humanidad se considera mejorada sólo con que algunos de sus miembros alcancen niveles nunca antes logrados
de riqueza. La generación de la pobreza para el sistema económico neoliberal es señal de que se está marchando por el rumbo correcto.
La pobreza y los padecimientos de las masas tienen un significado promisorio, las fuerzas del mercado están moviéndose sin
interferencias y la reestructuración económica procede, tal cual se esperaba una vez que el Estado se hizo a un lado y el instinto
capitalista se puso en marcha, libre de las artificiales regulaciones caprichosamente establecidas durante décadas por gobernantes
hostiles.

La multiplicación de los pobres y el aumento del sufrimiento humano no son más que dolorosos mensajes situados al comienzo
del camino, indicando que estamos sobre la senda correcta. Pero no hay que desesperar pues “son anuncios transitorios”. No tardarán
en aparecer otros, como el pleno empleo, el bienestar popular y la felicidad individual, siendo las señales de que estamos arribados al
paraíso neoliberal donde se podrán recoger los frutos de tanto esfuerzo.

 ROJAS VILLAGRA, LUIS, (20158). “Neoliberalismo en América Latina”


 PRADILLA COBOS, EMILIO, (1990). LAS POLITICAS NEOLIBERALES Y LA CUESTION TERRITORIAL
 CARDOSO VARGAS, HUGO ARTURO, (2016). “El origen del neoliberalismo: tres perspectivas”
https://www.redalyc.org/pdf/676/67601812.pdf
 Blog de Administración y Gestión
https://sites.google.com/site/admingestionmisionsucre/integracion-economica/comercio-libre/tratado-libre-comercio/neoliberalismo

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