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Día Cuatro: “El Bien Inherente”

Aunque ciertamente hay algunos que, debido a su forma de pensar,


lo rebatirían, la verdad es que vivimos en un Universo muy benéfico.
El bien inherente en todo es mayor y poderoso que las fallas que
podemos percibir. Y cuando elegimos reconocer que el bien está
presente, aún en esos momentos en los que no se puede percibir a
primera vista, las imperfecciones se disuelven.

Imagínate por un momento que te despiertas en un cuarto sin


ventanas, totalmente obscuro. Sabes que en ese cuarto, en algún
lado, hay un interruptor de luz y aunque no lo puedes ver, andas a
tientas en la obscuridad, tocando las paredes hasta que, por fin, tu
mano lo encuentra.

Tampoco puedes ver la corriente eléctrica que fluirá en el momento


en el que enciendas el interruptor, pero basándote en experiencias
anteriores, sabes que ahí está. Sin dudar, enciendes la luz y respiras
con alivio al ver que la luz ilumina el cuarto. Se disuelve la obscuridad
instantáneamente.

Lo mismo sucede cuando elegimos bendecir a la gente y a las


circunstancias a nuestro alrededor. Así como la luz elimina la
obscuridad cuando permitimos que fluya la electricidad, así fluye el
bien inherente en una situación para eliminar nuestras limitadas
percepciones del mal.

A medida que bendecimos a todos y a todo, permitimos que esta


verdad superior de la Bondad Universal fluya hacia todos los
aspectos de nuestra vida, poniendo inmediatamente nuestra mente
y nuestra alma en contacto consciente con lo Divino. Como
resultado, lo bueno se incrementa y lo que pensábamos que eran
fallas empiezan a disolverse.
Entre mayores bendiciones brindemos, mayor es la corriente de bien
inherente que comienza a fluir, derramando luz en cada esquina
que antes se encontraba obscurecida por nuestra percepción.
Cada mal o falla percibida desaparece, cada limitante se
desvanece y cada situación, mejora. A través de nuestras
bendiciones, asumimos nuestro poder. Y cuando nos sentimos
poderosos ante cualquier mal al que nos enfrentemos, el mal, como
la obscuridad al toparse con la luz, no tiene otra opción que
desaparecer.

Para aquéllos de nosotros que elijamos seguir el Camino de las


Bendiciones hacia la Prosperidad, es muy importante que
recordemos frecuentemente que el bien está presente aún cuando
no podamos verlo. Requerimos ver todos los obstáculos en el
camino como peldaños, y entender que cada condición externa,
sin importar que tan permanente e imposible parezca, puede
cambiar y cambiará hacia lo positivo, siempre y cuando busquemos
todo lo bueno. Bendecir es pedir que el bien llegue.

La Acción del Día:

1. Enciende la luz. Sin importar lo que ocurra, sin importar las


situaciones que se te presenten, sin importar qué tanto miedo te
cause algo o alguien, deja que la luz de una bendición fluya hacia
la situación. Permítete reconocer que aunque puede ser que no lo
reconozcas inmediatamente, el bien está presente.

2. Continúa bendiciendo a aquéllos a quienes elegiste en tu Acción


Anterior.
El Pensamiento del Día:
"Vivir en constante contacto espiritual con el bien mayor que existe
en todos, es abrir la mente a una fuerza y felicidad que no pueden
ser medidas."

-- Christian D. Larson de The Pathway of Roses


(El Camino de las Rosas)

La Afirmación del Día:


"Siempre estoy dispuesto a ver el bien inherente en todo y en todos."

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