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ACCIONISMO VIENES Arte o Violencia Real
ACCIONISMO VIENES Arte o Violencia Real
Círculo Hermenéutico
ENSAYO
ACCIONISMO VIENÉS:
¿Arte o violencia real?
• NOEMÍ SANZ MERINO 1 Y JOSÉ AMEZCUA BRAVO
DOCTORANDOS DEL DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA, UNIVERSIDAD DE OVIEDO
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que además reproducen cier- reducto de la misma realidad las siguientes palabras de
ta forma de contextualización fragmentada, como el lugar Baudrillard tengan razón con
del cuerpo. Más allá del ero- del «no- arte», donde la vio- respecto al porno: «La irreali-
tismo, de la barbarie, inclusi- lencia como vehículo de mitifi- dad moderna no es del or-
ve de la por nografía y el cación ha crecido dentro del den de lo imaginario, es del
snuf f (como lo conocemos arte, pero sin estar encarna- orden del máximo de referen-
ahora), donde la forma de ex- da: es que sólo eso le falta- cia, del máximo de verdad,
presión sale del paso entre el ba. Esto hace el Aktionen. La del máximo de exactitud
arte y el no–arte, se ponía en referencia al cuerpo obtura- –consiste en hacerlo pasar
tela de juicio el mismo juicio do, concluido y reabsorbido por la evidencia absoluta de
de la representación, así co- por el espectador, es lo que lo real» 4. ¿Qué necesitaría-
mo del soporte en el que ésta quiere producir el Aktionen, mos entonces para tener de
queda como marca indeleble. la concatenación de que ese nuevo el Aktionen? Un cuer-
El Accionismo Vienés es real cuerpo violentado y devalua- po, ¿y qué más? Violencia,
precisamente ahí donde el ar- do (por sí mismo, que incluye cor tes, sangre y animales
te exige una realidad que va- el «somos todos» de la épo- muer tos. No más. Quizás
ya más allá de la oferta de la ca) es parte de lo que el mis- también sería necesario ha-
obra de arte, o sea más allá mo arte, a pesar de todas sus cernos eco de las críticas al
de la misma idea de valor es- excepciones, ha querido miti- poder, de la realidad como
tético, entendiendo este como ficar: el cuerpo erótico. sistema de mercancías y del
mercancía. El Accionismo es, De esta forma la cuestión arte degenerado para tener
en este caso, un paso más de por el orden de lo real se toda la escenificación como
lo real al arte, pero también transfiere a un hecho real, nueva. Lo curioso precisa-
una vehiculización de la vio-
lencia en lo que le queda- Esto es precisamente el valor intensificado del Ac-
ba por mostrar al arte: la
cionismo, el ritual como forma de arte no posible
trasgresión exacerbada,
el más allá del límite, de capturar y que escapa a su vez del consumo y
mostrando, como diría de la oferta/demanda.
Bataille, que «ahora el
hombre normal sabe que su porque todas las imágenes mente es esto, que mientras
conciencia tenía que abrirse que nos quedan del Accionis- la ironía del Pop se mantiene
a lo que más violentamente le mo son impresiones reales de y mantiene su propia ironía,
había sublevado: lo que más algo que realmente sucedió. para recrear la expresión del
violentamente nos subleva es- Es como si quisiéramos hacer Accionismo necesitaríamos
tá dentro de nosotros»3. El Ac- patente una nueva realidad. algo más: una víctima, una
cionismo tiene dos caras, a ¿Qué diríamos? ¿Es irreal? forma más de atisbo y de re-
nuestro parecer: por un lado, No, precisamente lo que nos celo contra las prácticas
la exaltación de la violencia y queda como Aktionen, no es apropiacionistas y sobre to-
el recrudecimiento de lo real su posibilidad de reproduc- do, un vínculo con lo que po-
en la pornografía y el snuff; y ción sino su posibilidad de dríamos llamar no-arte.
por otro, la manifestación de recreación, sólo que a dife-
la misma obra como expre- rencia de un Warhol, que IV
sión ontológica. «El exceso se bien puede volverse a seri-
opone a la razón», de nuevo grafiar o incluso a copiar y Ya dijimos qué es lo que
con Bataille. Y esto es preci- poseería el mismo valor que puede ser equiparado con el
samente el valor intensificado el autor le quiso dar, con el Aktionen, de hecho hemos in-
del Accionismo, el ritual como Aktionen necesitaríamos un tentado reflejar su miseria, su
forma de arte no posible de cuerpo nuevo, un cuerpo fres- grandeza y su elocuencia con
capturar y que escapa a su co, delicioso, listo para man- su forma de reproducción.
vez del consumo y de la ofer- cillar; justamente como lo se- Faltaría un segundo paso, pa-
ta/demanda; el Aktionen de- ría para Sade una Juliette o sar de la imagen del mundo
viene y se deja ver como el una Justine. Quizás por eso al cuerpo como imagen. Qui-
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zás ahí esta la radicalidad, de un arte del pasado. Y no es hombre civilizado, la violencia
en la violencia ejercida, co- que haya muerto el arte, sino es silenciosa»6.
mo se demuestra al más puro que la intensificación máxima Del Accionismo sólo tene-
estilo performance . Justificar de lo que representó el Aktio- mos fotografías y vídeos.
el uso de la violencia estética nen (la violencia como sobera- Donde la pregunta corría por
nos lleva a algunas conside- nía) tenga hoy, que quedar re- el tiempo, y la producción de
raciones de la violencia como ducida a la imaginería de lo la performance, antes, era in-
forma de creación, inclusive que alguna vez fue real: «El de- mediatez, ahora las imáge-
como violencia real. No en seo que tenemos de consumar nes del Aktionen se nos pre-
vano para hablar del erotis- y de arruinar, de hacer una ho- sentan como encapsuladas
mo Bataille en varias ocasio- guera con nuestros recursos y por los vestigios de la repro-
nes recurre al símil de la vio- de forma general la felicidad ducción y de la alegoría.
lencia y de la guerra, no sien- que nos da la consumación, la ¿Quién puede recordar esa
do extraño por tanto que di- hoguera, la ruina, esto es lo forma de arte, de actuación,
ga: «Al igual que la crueldad que nos parece divino, sagra- sino es con un poco de ironía
el erotismo es algo meditado. do y lo que determina en noso- y hasta humor negro? ¿Qué
La crueldad y el erotismo se tros actitudes soberanas, es de- representan estas imágenes?
ordenan en el espíritu poseí- cir, gratuitas, sin utilidad, que Un arte que no está disponi-
do por la resolución de ir más no sirven más que para lo que ble en tiendas, como no ce-
allá de los límites de lo prohi- son, sin subordinarse jamás a jan de anunciar en los televi-
bido». De la misma manera resultados ulteriores»5. De esta sores a primeras horas de la
que lo erótico, la crueldad y forma, con palabras de Batai- mañana. Las imágenes del
la violencia tienen un residuo lle, ponderamos una forma de Accionismo sólo presentan la
de ese oscuro lugar donde ya lenguaje ahí donde quizás nun- luz de su propia luminosidad,
no quedan palabras. Como ca la hubo, un residuo de reali- si es que podemos quedarnos
hubiera dicho Artaud, el ver-
dadero teatro de la cruel-
dad sería aquel donde el Lejos, muy lejos ha quedado la imagen estática
espectador y el actor
quedan como encanta- unitaria que quería derramar un y mil significa-
dos en un lugar donde ya dos.
no hay guión, por tanto au-
tor/dios. Espontaneidad de la dad artística que ha quedado estáticos en un tiempo y en
imagen visitada de nuevo, ac- opacada por nuevas formas de una escena que no es propia-
tuación donde el color ha per- ilusionismo o como dice Baudri- mente la nuestra, o sea, están
dido posibilidades. La ima- llard, de realidad. La observa- cargadas de cierto nihilismo
gen de la violencia es una ción que debemos hacer a la que atañe al cuerpo.
imagen comprometida con realidad como forma de reali- Lejos, muy lejos ha quedado
eso que precisamente se aleja zación es que la violencia no la imagen estática unitaria
del arte: la representación y está nunca fundada bajo los es- que quería derramar un y mil
la pérdida del aura. Sólo nos pectros ni de la guerra ni de la significados. Lejos también es-
quedan imágenes dirá Nitsch inocencia sino que se enfunda ta la forma de representación
al terminar la acción y ver có- en el guante del deseo y de la que quiere adueñarse de la
mo ha quedado su cuerpo creación como punto focal de imagen para sí y así desmitifi-
magullado por el estilete y la acción, simple y llanamente. El carla o aterrorizarla. La ima-
flagelación. Efectivamente el Accionismo, y esto debemos gen ha jugado con la ventaja
cuerpo como vehículo testimo- pensarlo así, se sostiene por- siempre –desde los años de
nia lo que no podrá volver a que lejos de estar en un mundo la cámara fotográfica– de ser
repetirse, y eso es el paso del donde la violencia es imagen, como un señuelo entre la in-
tiempo. estamos en un mundo donde la terpretación y lo que realmen-
De ahí la imposibilidad de violencia es lenguaje: «O me- te quiere decir. La imagen pa-
captar de nuevo lo sublime del jor dicho, al ser lenguaje por sa a ser un vehículo no sólo
Accionismo, como expresión definición la expresión del artístico sino también funcio-
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nal a partir de su reproduc- dad. En cambio, los artistas có, el arte después de Ausch-
ción temática (y esto lo pro- de «resistencia», como el Ac- witz era imposible. Claro es-
ponemos como un vehículo cionismo Vienés, son los últi- tá, el arte entendido como su-
que saca de la propia ima- mos artistas modernos. Noso- blime. El cinismo del que el
gen significados diversos) tros pensamos que son los Accionismo hace gala no es
quedando ésta reducida a su agónicos coletazos de un arte más que la continuación de la
aspecto netamente funcional que está muriendo, acciones misma voluntad de poder que
y práctico: la imagen ya no desesperadas que intentan es- nos llevó a aquello. Sus per-
está «donde se creía que po- capar al ya mercantilizado formances nos quieren hacer
dría estar» Pero no sucede lo arte de las vanguardias. Si creer que son la auténtica ex-
mismo con todas las imáge- las vanguardias artísticas son periencia estética, pero tanto
nes. Creemos que existe un consideradas por muchos co- la forma como el contenido
poder de las imágenes como mo el tercer romanticismo, es- de estas acciones son para y
datos históricos y estéticos po- tos movimientos artísticos son por la violencia. Ésta es el
tentes; creemos además que su agonía, y con ello su de- verdadero fin y no sólo el me-
hay imágenes que defraudan gradación. De ahí que man- dio, el arte es sólo la excusa,
porque se olvidan radical- tengan muchas de sus actitu- la herramienta que consigue
mente del hic-et-nunc, pierden des y de sus principios y por sublimarla. No se trata de un
su aura, de tal manera que la ello, aún en mayor grado, de arte comprometido política-
fuerza que proponen tendría sus paradojas. «El arte de re- mente, aquel que querría Ben-
más que ver con la imagine- sistencia ya no es ese ‘grito’ jamin, sino de una nueva for-
ría que las sostiene en tanto al límite [reconoce Solans], si- ma de ejercicio de poder vio-
vehículo por el que fueron no el silencio de lo que atra- lento estetizado. Es un perver-
producidas. No todas las vesando el límite, ha vuelto»7. so ejemplo de aplicación de
imágenes están presentes en En este mismo texto la autora la normativa estética al mun-
los libros de arte del siglo XX, les denomina terroristas, pero do real. La acción propuesta,
por lo menos no todas las no compartimos su parecer al romper definitivamente con
que justifican un tipo particu- cuando afirma que lo son en el arte como aurático, consi-
lar de violencia engendrada tanto que intentan desenmas- gue, además, acabar con la
de forma automática y román- carar las ideologías de la rea- idea misma de gusto. Como
tica como culto al cuerpo y a lidad, sino que pensamos pre- consecuencia de ello se redu-
la violencia. cisamente que lo son porque ce la experiencia estética a
De todas formas, la imagen cierran el círculo del poder experiencia «exitosa», logran-
Aktionen tiene que ver con un con más poder: la decisión do llevar al límite la brecha
conato de la realidad, no só- de la acción es la voluntad de abierta por los vanguardistas.
lo la propia realidad (la in- un «yo» individual, un «yo re- A través de su intención de
crustación de la imagen), sino sisto», sí, pero también un registrar visualmente sus ac-
que además plantea todo una «yo ataco», un «yo impon- ciones producen la estetiza-
serie de cuestiones referentes go»: «en este sentido la volun- ción de la realidad, esto es,
a la imagen como arte. ¿El tad del artista es una voluntad convierten la realidad en vir-
Aktionen es arte? O mejor di- que se ejerce contra el po- tual. Todo lo contrario que
cho ¿es no-arte? der…, que surge del poder y moralizar la realidad, lo que
que es, a su vez, poder» 8 . se hace así es permitir la ex-
Quizá la paradoja está, co- trapolación a la realidad, no
V mo señala Lluís Álvarez, en sólo de valores estéticos sino
Estamos con Solans cuando que no hay emancipación sin de sus juicios.
afirma, frente a la primera im- violencia: «si alguien se El propio Mühl se dio cuen-
presión de muchos, que no se emancipa de su ‘alienación’ ta de que la incorporación de
trata de un arte postmoderno. lo hace adquiriendo el dere- la cámara fotográfica a la Ak-
Éste se presenta tan sólo co- cho a comportarse igual de tion, más que ampliar las po-
mo testigo del fracaso de los mal, por lo menos, que quie- sibilidades de las acciones,
proyectos revolucionarios del nes le han alienado»9. como creyeron en un inicio,
romanticismo y la moderni- No, Adorno no se equivo- disminuía su sentido de totali-
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dad: «la acción sufre un pro- ciones como las del músico
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ceso de estetización a través Stockhausen cuando dijo que
de la imagen filmada» 10 . el atentado del 11 de sep- La separación del artista del
Querían cambiar la pintura tiembre12, aunque condenable resto de la comunidad a la
por la acción y consiguieron moralmente, fue una gran hora de su valoración ética y
cambiar la acción por la ima- obra de arte contemporáneo. estética es una suerte de elitis-
gen. También el contenido se Ante lo cual sólo podemos es- mo artificial. Muchos artistas
ve neutralizado. La solución tar de acuerdo con la opinión e intelectuales modernos y
que dio Nitsch en su Teatro de Paul Auster: «el asesinato contemporáneos han querido
fue la de filmar de forma que en sí nunca es arte». Y esto a romper con las connotaciones
fuera lo más fiel a la reali- pesar de todo el montaje me- clásicas de arte, con la idea
dad, sin pensar la acción pa- diático que se podría hacer; de belleza o incluso de subli-
ra ser filmada, como lo hicie- en tal caso sólo se lo podría me, pero la verdad es que el
ran anteriormente, pero sin catalogar como snuff movie . artista sigue manteniendo ese
dejar de filmar. Lo que en to- «La violencia mortal junto con aura como ser de una sensibi-
do caso les animó a buscar la opresión y la tiranía, que lidad especial, que es capaz
diferentes formas de «escenifi- son sus armas, sólo poseen de enriquecer el desarrollo
cación». Respecto del tema justificación filosófica en social porque logra, mediante
dijo Nitsch: «como muchas cuanto representaciones esté- su arte, poner de manifiesto
acciones eran demasiado ticas: dadas a nivel existen- las contradicciones del proce-
fuertes para ser realizadas cial no son una questio sino so histórico en el que nació y
ante muchos espectadores y un factum. Como cuestión de vive. Los artistas lo consiguen,
los actos públicos resultaban hecho la violencia real es só- ya que, además, tienen el ta-
muy caros, preferimos reali- lo accidental y sólo puede ser lento para inventar lenguajes
zar nuestras acciones en
privado, en un pequeño
círculo y sólo ante algu- La separación del artista del resto de la comuni-
nos fotógrafos. Lo único dad a la hora de su valoración ética y estética es
que quedó de la acción
fue la documentación grá- una suerte de elitismo artificial.
fica»11.
Lo que sucede en la actuali- considerada de dos maneras: y formas de comunicación
dad es que este tipo de trans- en cuanto acción irruptiva y nuevos que les permiten ir
gresiones, que han sido usa- constante del simbolismo de más allá de los controles
das y respetadas en el “Ar- lo consabido o en cuanto de- ideológicos y del peso de la
te”, se están extrapolando a cisión absolutamente solipsis- cultura. En cierta forma son
otros medios audiovisuales, ta librada a la responsabili- vistos, intencionalmente o no,
como la publicidad, la moda, dad de un sujeto»13. Entonces, como benefactores de la hu-
la televisión: desde el sexo ¿puede el formato artístico o manidad, supuesto similar del
hasta la enfermedad y la tor- el objetivo político legitimar que disfrutaron los científicos
tura. De tal manera que se es- la violencia real? ¿No se tra- hasta hace bien poco. Es nor-
tá practicando una suerte de tará, más bien, de un ar te mal, pues, que características
legitimación circular de am- que legitima la violencia por como libertad, flexibilidad y
bas manifestaciones: las re- el arte mismo o, incluso, por espontaneidad sean no sólo
conocidas como Arte y las la violencia misma? El espec- deseables, sino necesaria-
que no ¿Por qué está más le- tador se reitera la pregunta: mente respetables en un artis-
gitimado un museo para exhi- ¿Hasta dónde? Justo aquí es ta. Pero este supuesto es un
bir fotografías de un accionis- cuando el Accionismo repre- artificio y una construcción
ta vienés automutilándose que senta o plantea las cuestiones cultural, como tantas otras
un servicio informativo o un éticas por sí mismas: la ima- que ellos mismos critican.
film mostrando imágenes con gen ya no es sacada de la re- Cuando el artista crea no
torturas similares? De esta for- alidad sino que es insertada sólo se presupone él inocente,
ma se hacen posibles afirma- en una realidad. sino que existe una presun-
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ción de inocencia desde la son procesos éticos y lo son nal- como los cristianos –la
sociedad hacia el artista y ha- porque exigen comprender el salvación– no sé si tiene un lí-
cia el arte. Hacia éste último lenguaje y la racionalidad del mite interno»16
porque, mientras no necesita otro. De esta forma, el modo noe-yo@mismail.com
legitimarse como tal desde de actuar dentro de una co- pepin2102@hotmail.com
hace muchas décadas, somos munidad es una cuestión que
el resto los que debemos de- también atañe a la sociedad.
mostrar por qué algo es o no El terreno fronterizo en el que Notas
1 Mi contribución a este trabajo no hu-
es arte; mientras que al artis- se encuentran es peligroso, biera sido posible sin la financiación de la
ta se le presupone inocente no sólo para los artistas, que Fundación para el Fomento en Asturias de
la Investigación Científica Aplicada y la
de intenciones, más allá de acarician o incluso transgre-
Tecnología y la colaboración del Proyecto
las propiamente artísticas, den los límites legales y los de Investigación “La lógica de la creencia”
porque se le presupone cons- presupuestos éticos y políticos (MCT02-BFF01102).
ciente de su situación de ac- respetados por las democra- 2 P. Solans: Accionismo Vienés, Ne-
rea, Madrid 2000, pp. 12-13.
tante en el mundo. En este cias occidentales, sino que, y 3 G. Bataille: El Erotismo, Tusquets Edito-
sentido parecen estar más por esto último, también es res, Barcelona 2000, p. 203.
allá del bien y del mal, de tal peligroso para el público. 4 J. Baudrillard: De la Seducción, Cáte-
dra, Madrid, 2000. p. 34.
manera que pueden abordar En todo caso, no debemos 5 J. Baudrillard: ob. cit.
con su trabajo también lo mo- olvidar, al menos, que el arte 6 J. Baudrillard: ob cit.
ralmente inaceptable. Ésta li- no es la búsqueda de efectos, 7 P. Solans: «Sobre el carácter ético del
arte», en Lápiz, nº 167, 2002, pp. 21-33,
bertad total sería, al parecer, sino la construcción de senti- cit. p.24.
lo que posibilitaría abrir zo- do. A pesar de que el escán- 8 P. Solans: Accionismo…, ob. cit.
nas nuevas de pensamiento, dalo, la repugnancia o la vio- p.82.
9 Ll. Álvarez: «El mal: perspectivas filo-
visión, sensibilidad, etc. con- lencia supongan una fuerte
sóficas», en Debats , nº 82, 2003, pp.
siguiendo iluminar aquello acción simbólica, no son las 110-115, cit. p. 115.
que está en tinieblas. Así, el únicas maneras que tiene el 10 P. Solans: Accionismo…, ob. cit. p.
arte empuja los límites de lo arte de descubrir zonas nue- 82.
11 Citado en P. Solans: Accionismo…,
establecido pero, con ello, los vas14. Si en la creación el ar- ob. cit. p. 83.
propios artistas trabajan al lí- tista supera la línea de su 12 Tristemente, ahora también podría-
mite de lo socialmente permi- compromiso en cuanto agen- mos preguntarnos si también fue arte lo su-
cedido el 11-M 2004 en Madrid.
tido. te social, su producción deja 13 «La introducción de estos factores es-
El ámbito de la creación-fic- de ser arte. Si el placer se téticos, como es lógico, degradan el mis-
ción está inmerso en una red convierte en el único canon mo concepto de ‘revolución’, a menos que
lo identifiquemos con el de ‘revuelta justa’.
de comunicación cultural ba- para un arte o para un crite-
Pero en todo caso la persistencia del mal
sada en valores concretados rio estético al que no le sirve en cuanto acción interruptiva y mala vo-
en cada época, proceso que ya nada de lo anterior, debe- luntad continúan informando el ‘sentimien-
hace que, al menos, cada ríamos al menos recordar to trágico de la vida’. Ll. Álvarez: «El fin
del fin. Emancipación sin utopía y apuesta
uno de sus agentes sea un ser que «cualquier persona con por el Canon global», en Memorana, nº
ético, porque en ella se esta- sentido común sabe que 4, 2001, pp. 113-122, cit. p.119.
blecen obligaciones y víncu- obrar mal puede producir 14 Un ejemplo, también muy polémico
sería el del director de cine Michael Hane-
los morales en los que final- placer»15. ke, otro vienés, que con su Funny Games
mente la libertad del artista a Nuestra intención no ha si- sí hace una crítica a la violencia: muestra
la hora de la creación exige do la de moralizar, aunque el sinsentido de la misma y hace que el es-
pectador deteste más la violencia que
la consideración y el respeto algunos nos acusen de ello cuando entró en el cine. Él es consciente
al otro. He aquí donde ética por querer cuestionar ética- de que la dicotomía entre realidad y fic-
y estética deben encontrarse mente el arte, sino el intento ción ha desaparecido, es una hibridación,
y así se lo hace patente al público mos-
y dialogar, porque ambos son de tener en cuenta aquello
trándoles que aquello que han elegido pa-
en sociedad. No sólo la ex- que reconoció el pensador ra pasar un buen rato podría ser la graba-
presión ar tística o incluso debole Lluís Álvarez: «Echar ción de un episodio real.
cualquier tentativa está carga- más fuego nihilista a la ho- 15 A. Valcárcel: É t i c a c o n t r a
Estética, 1ª. Edición, Crítica, Barcelona
da de una dimensión moral, guera nihilista que consume a 1998, p. 150.
sino también la percepción, los grandes ideales, tanto los 16 Ll. Álvarez: «El fin del fin ... », ob.
la crítica y la interpretación clásicos –la felicidad perso- cit. p.119. ■
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