Fumaroli La República de Las Letras

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-.. DE LA HOGUR: ; mucho el compromiso del ambicioso. Y Por un libro anterior consagrado a | BEAM Dice, que no hace sino acrecentas mds at ppego interior de los fieles sibditos del rey hacia su via ambicin y de la corte en la que se ejerce de forma natural yleal. La piedad que recomienda Fortin, indemne a rsticién, al celo devoto, al litigio teolégico, abar- ‘respetuosamente las formas del culto catélico. Pero es ‘una religio laict, evang élica y erasmiana, superponible a la ‘edad de Sécrates y de los fildsofos antiguos, y tanto mas -elosamente garante de la autonomfa interior de un yo, de “una «trastienda mental» en la que la libertad de juicio es absoluta. ¢Como un sabio semejante se dejaba embaucar, en unos tiempos incluso en que sigue la vida de la corte y uuci6n sus asuntos, por las ilusiones, las intri- lleva con precat | gasylas pasiones serviles dela cortesania? Fortin noes, sin | embargo, Baltasar Gracian, y no propone a sus «hijos» la tensién solipsista del «Héroe» © del «Discreto» espafioles. Aunque quiere la libertad, hasta en los vinculos mundanos, | también quiere que ella sea compartida por sus hermanos | de alma, La lectura, la meditaci6n, Ja oracidn sostienen en lasoledad al que toma parte de la vida de Ja corte sin po- otras ayudas. «La dis nersu corazon en ella. Pero necesita al y mas honesta dela traccién (divertissement) mas habitu: __ vida es la conversaci6n». 4 — no tiene aqui el sentido que Je dara Pascal. stega i adeteesla en el sentido valorizador de la scholé la abide os ncurm dignitate romano. Lejos de distraer de enel mundo. ? una de las vias para el alma que se expone vaen el siglo xv ea? a conversacion, la palabra conset- Sespecialias yo} 3 sentido del latin, conversatio, aunque bealmente la, 0 €s, pues, tan s6lo «charla», sino mas Amigos eee amistosa y privada en la que unos sus costumbres, sus maneras, SU estilo. ( 7) Escaneado con CamScanner A REPUBLICA DE LAS LETRAS L ién sinéni cietas o de Civitas, Es también sindnimo de so ctvita ido al sentido de «puerto de paz». E] prim tringido e . de esta conversacién, para Fortin, es = dio entre dos males, el uno eventual ye berarse del mundo, de la sociedad en ge efecto el retiro; éste tendria, a los Ojos nista, «algo de demasiado €spantoso», a pleta soledad al hombre por naturalez, labra, por tanto, ala s, Pero te. CF mériy Upar el juste otro real. Para |i, neral, se Ofrece en de nuestro h bocando ala com. a llamado a Ja cenobitica, ¢ incly. dicién de humani. te, el mundo, bajo sy forma m4 cuya agitacion «! aleja de si, La vida Public ; + imitémonos p Manic p,. le 1655 8 Histos 85) 77 Cargo de cH re liver, a re pi TESTIMONTO PE FORTIN DE LA HoGuE py RTT Todos éstos son grupos de hombres, laicos Ono, al reine” Jaam stad y las letras sepiin clideal puramens que tiguo> el de las «islas de los bienaventurados», de tae an. habla Aristételes en su Politica, el de los didlogos d ne sas de recreo segtin Cicerén, en el tiempo del otium dl a Banquete de los siete sabios segin Plutarco, «| ane d Ja discusi6n» segtin Montaigne es otro modelo para ce tas confraternidades. Pero Fortin las celebra oponiéndolas ala experiencia de la multitud, ruinosa para la autonomia del sabio: «Los rostros que alli encontramos nos causan tan poca impresién como los que vemos en sueiios. El soni- do de sus palabras apenas estd a menudo mejor articulado que el ruido que hace la caida de un torrente. El alma en medio de este tumulto no encuentra nada que la sostenga». Fortin sugiere con un vigor de estilo comparable (que re- vela profundas lecturas latinas, entre otros, de Séneca) el alservicio de los principes, de los magistrados, de los eclesiisticos, de- batian en ella de «historia, de politica y de moral», dentro de un espl- titu de libertad y de ecuanimidad que no padece el compromiso po- litico de varios de ellos. Sobre las investigaciones histéricas actuales relativas a estas formas sociales, intermediarias entre Ja familia, por una parte, y por la otra, el Estado y a Iglesia, remitimos a la reco ilacion Sociabilité, pouvoirs et société, edicién de F, Thélamon, Publ dela Universidad de Run, n°10, 1987, , desde una dptica di la Universidad, a Accademie e Societa scientifiche in Italia ¢ in Germa- nia, al cuidado de Laetitia Boehm y Ezio Raimondi, Bolonia, I Muli- no, 1981. ‘ “ariatoteles, Politica, Vl, 14,3,ed.¥ trad, Manuela Garcia ee Madrid, Gredos, 2000: esta cita de Jos poetas ilustra la inact bal sabios en los momentos de ocio. Véase Cicerén, Del Oe ae fo supremo mal, N, 19,53, trad. V.J. Herrero, Madrid, Gi eee ‘evoca los «sabios liberados de toda preocupacién tlt aes wr gan al estudio relativo al conocimiento de Ja natural Hee cag Nate ke neral la filosofia del otium antiguo en los trabajos de dré. 171 Escaneado con CamScanner — LA REPUBLICA DE LAS LETRAS otro vértigo destructor de la ecuanimidad, la soledad; «1: alma se aturde encerrada en si misma». El alma fuerte, independiente, sélo encuentra verdade ramente forma de «aliviarse» (lo que supone en ella un au- téntico eros social) en «presencia de un amigo o de varios», Este alivio es también, como hemos visto, distraccién, La «conversacién de varios amigos» (la amistad a la antigua es el vinculo de estas reuniones desinteresadas y apacibles) «desea—escribe Fortin—un dominio mayor que nuestra alma», y gracias a este «abstraerse de nosotros en ellos», leva a cabo «una mayor distraccion de Nuestros sinsabo- tes». Este remedio contra la melancolia de los solitarios, o de los escarmentados dela vulgar «guerra de las pasiones» es también la grata satisfaccién del deseo natural al alma humana: la apertura confiada al prdjimo, la confidencia, el intercambio de buena fe. Una de las formas, junto con los afectos familiares, de la felicidad, Pero lo que es cierto para los hombres est en curso de serlo también para las mujeres, El Hétel de Rambo uillet les abre su conversacién casi en el mismo momento (1608-1 617) en que el Hétel de Thou se convierte en el albergue de una academia erudita. Los negotia dela vida publica, y sobre todo los de la corte, en ese siglo de religion y de filosofia, pesan y cuestan = to mas cuanto que se adquieren con un sentido muy an do de los deberes, de los officia. Lo que los héroes ee wo neille Mamarén, con mucho desapego, la «polio com” Poco nutritivo para el alma y el corazén que ail id Pensacién de un circulo de intimos, enel oviurt tt Privada, en la amistad, consiguen hacérselo i une alas mujeres de mundo como a los Terrados. Monte, escrito en San Juan de Luz, Mademoiselle eso hae’ "y dird en 1661 a Madame de Motteville: «Pe wp g oder ad ep hablar de pat toda clase de personas para poder hal ro guste? v a tant? oe yuest Cosas en la conversacién, que, pat 172 a Escaneado con CamScanner NO DE FORTIN DE LA HOGUETTE aT mayor de los placeres de Ia vida y casi el tinico le mi agrado».” ate inciso es tanto més significative cuanto que la prin- al participan por aquel entonces en las cesa y su correspons atrimonio de fiestas franco-espaiiolas que acompaiian el m: Luis XIV y de Maria Teresa. Por més preocupada que pue- da estar, por honor y deber de su estado, de figurar en su rango entre esta multitud y tumulto, la Gran Mademoisel- Je se muestra tanto mas convencida de que Ja «verdadera vida est en otra parte», en un circulo més estrecho y esco- gido de mujeres de élite, que llega incluso a sofiar con una sociedad de conversacién lejos ‘del «mundo», en el reti- 10, el reposo, el recogimiento entre va s.'° Su correspon- sal, Madame de Motteville, escribié por lo demas en sus Mémoires pour servir a l'histoire d’Anne d’Autriche, sobre laantitesis entre el circulo intimo que formaba la piadosa | teina con su confidente y unas escasas amigas seguras, m¢- | tidas periédicamente en los claustros femeninos a los que | estaconversacién laica gustaba de retirarse, y la tumultuo- | Seorte en la que la Regente ejercia sus deberes politicos, | be em _ que pedia un respiro a la oracién y | Tent col anzs, 0 para Fortin de la Hoguette, «soldado-filésofo», Como par, Para estas grandes damas, el «placer de la conversa- * Lettres de Mademois i nd nine eins de. Me (ontpensier, de Mesdames de Motteville wet brolongacig, : ‘aris, Léopold Collin, 1806, p. 5. La carta, que i isexpuesta a i conversacién en la que Madame de Motte- Md cristiang ie i de una «vida feliz», «si es posible afiadir a Pastotes del [uta de los fildsofos y la cortesia de los fab da cerca ‘gnon», traza el pl, : Mle Telema fe lease 00 obstany el plano de una abadia de Telema fe- ia lacortey, * Un Convento de carmelitas, pero alejada tha ®t a“ sayy | Autiches, ects ct la reine: Mme de Motte- le des sete i Sciences humaines, XXIV, 1964, Escaneado con CamScanner

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