Está en la página 1de 1

Me encontraba sentada admirando mi humanidad.

Contemplaba cada detalle expresado


frente a mí; pero no podía percibir mi color natural, mi propia imagen parecía haberse
desvanecido sin yo haberlo presenciado. Ya no me encontraba admirándome, ¿cómo podría?
Me tumbe contra el suelo sosteniendo mi rostro creyendo que así sería de nuevo de mi
propiedad. Pero conforme pasaba el tiempo mi propio espíritu ya no se sentía y mi cabeza solo
daba vueltas, buscando una respuesta entre todos mis errores mundanos.

Decidí enfrentar mis miedos y me atreví con mucho valor a verme de nuevo y, en ese instante
sentí demasiado frío, no podía entender lo que sucedía, pero me conmovía una explosión de
color amarillo brillante, deleitándome sobre una catarsis la cual me liberaba de mis miedos
más profundos y me hacía esclavo de una nueva droga. Hubo un segundo donde pude sonreír
y ahí estaba la esencia que brinda mi sentido de vivir. No recuerdo nada más...me encontraba
de nuevo en la comodidad de una habitación y procuré mantener esa calma que deleitaba mi
sentir. Así que baile junto a mí.

Pensaba que todo había concluido y me salvaría de un destino peor que olvidar quién era; pero
todo se derrumbó cuando mi reflejo no se encontraba en la misma sintonía junto a mi cuerpo y
descubrí una sustancia diferente en mi ser pero esta solo huyo de mí. No pude detenerla
porque se fragmento en mil pedazos al ser descubierta y desde ese instante me siento muy
sola gracias a un reflejo de mí que nunca pude conocer en su esplendor y me abandonó con
nostalgia.

También podría gustarte