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Parte 3 Construccién socio-historica de la infancia 3.1, Modos de comprender Ia infancia La idea de infancia o nifiez es cominmente asociada a un estadio o lapso temporal en la trayectoria vital de los sujetos, inaugurado al racer y extensible aproximadamente hasta e! umbral de la adolescencia, Esta visi6n mas bien cronolégica sobre la vida humana es acompafiada, sin embargo, por costumbtes aprehendidas y reproducidas como tales en relacién a la infancia. Costumbres que configuran en realidad rituales, entendidos como actos simbélicos relativos a una misma etapa en la trayectoria vital, y donde cada acto expresa un significado especial. ‘A manera de ejemplo podriamos mencionar: entregar la criatura recién nacida @ su madre ni bien finaliza la atencién en el parto, marcar su hombro con la primera vacuna, vestir u ormamentar el cuerpo infantil de acuerdo al sexo que testimonia, plasmar el pulgar derecho del niffo 0 nifia en el Documento Nacional de Identidad, entre otras. Cada ejemplo da cuenta de significados que no se corresponden con Un orden natural o evolutive, aunque tiendan a naturalizarsealreiterarelactoqueoportunamente los gesté. De hecho, las epidemias diezmaron en forma inconmensurable las filas infantiles antes que la préctica de la inoculacién cobrase un ignificado de prevencién en el siglo XVIll, con el descubrimiento de la primera vacuna contra la viuela. Confiar las criaturas recién nacidas al cuidado matemo 0 ataviarlas en forma diferenciada, tampoco constituyen invariantes a través de las épocas y de las diferentes clases sociales. Mucho menos identiicar su filiacién familiar y territorial, mediante un documento de carécter publico-estatal. El tema de la edad y sus correspondientes co- rrelatos deja de ser en esta perspectiva un cues- tién ascendente y fundamentalmente numérica, para instituirse en cambio como un modo de produccién socio-histérico atravesado por fac- tores de etnia, religién, clase social y/o género. “Nifios, adolescentes y jvenes, han sido natura- lizados a partir de una concepcién evolucionista unilateral del desarrollo y la socializacion. La realidad segin esta perspectiva remonta a esta- dios pre-saciales, poco diferenciados y de pen- samiento magica, y evoluciona hasta alcanzar estadios complejos de desarrollo, en los cuales impera la razén y se hace posible una verdade- 1ra integracién social. Los nifios y jévenes pasan, entonces, a incorporarse a la sociedad, como si reviamente se encontrasen suspendidos en la estratesfera, o en una tierra de nadie, en un lim- ‘60 imaginado entre naturaleza y cultura...) Res- ecto alas edades que nos permiten diferenciar Jas categorias de niioy joven, es necesari inss- tir en que la infancia, adolescencia o juventud, no pueden ser sustantivizadas ni naturalizadas. A pesar del peso que tiene en su configuracién el tema del tiempo y su correlato en las edades, ‘estamos hablando propiamente de una tempo- ralidad, de un tiempo socialmente configurado. Es decir, de un tiempo significado por los sujetos y las imdgenes culturales con las cuales coexis- ten, y de un tiempo ritualizado y objetivado en Jas précticas sociales que giran en torno alos su- Jjetos y las instituciones.” (VERGARA DEL SOLAR, 2007221). 3.2. La mirada de Ariés en la investigacion historica .n han existido nifias y nifios desde el ini Cio de la humanidad, tanto la nocién de infancia © nifiez, como las dreas de conocimiento, inst tuciones y profesiones que se ocupan de ésta son creadas en un lento proceso histérico que registra grandes variaciones en el ultimo siglo. (FERNANDEZ, 2009) Proceso heterogéneo y no ecesariamente homologable entre territorios geogrsficos, pertenencias de clase o de género. Este historiador da cuenta incluso del infanti dio como una préctica social frecuente yen gran parte tolerada hasta fines del siglo XVil, donde ese a constituir un crimen, la muerte de cria~ turas era ejercida en secreto y en el trajin de lo domeéstico bajo la forma de accidentes casuales. Su afirmacion sobre la ausencia de un “senti- Imiento de infancia” en le sociedad medieval, generé diversas polémicas entre los historiado- res. Algunos de ellos objetaron incluso, que las épocas anteriores fueran mucho mas peligrosas © dafiinas para nifios y nifias en comparacion con la actual Seguin Fernéndez (2008), Ariés no pretendio de decir que nitfos y nifias no fuesen _queridos © que estuviesen abandonados. Marcé, en cambio, a necesidad de diferenciar el afecto, de tuna conciencia sobre la particularidad infantil en tanto tal Logue no existia era precisamente esa conciencia que permite diferenciar hoy nifios/as j6venes. Apartirde quelascriaturaspodiandesempefarse sin la asistencia constante de madres o nodrizas, pertenecian a la sociedad de los adultos y no se los distinguia de estos uitimos. No existian Juegos, vestimentas, ceremonias ni instituciones propias de la infancia, Permitié asociarla también con la organizacién escolar, como resultado de practicas sociales inherentes a la Modernidad, enlazadas 2 la cconsolidacién del capitalismo y a los modelos hegeménicoscon quelaburguesiasedistanciaba de las clases populares. (GIBERTI, 1997) Es mas, su estudio sobre el proceso de configu- racién de la infancia desde la Edad Media hasta la Modernidad (a través de las representaciones cen el arte, los juegos y a vestimenta como indi- cadores sociales) testimonia que la particulariza-

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