LOS DERECHOS UNIVERSALES

Los derechos universales son los derechos inalienables de todos los seres
humanos, independientemente de su nacionalidad, lugar de residencia, género,
origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición.
Todos tenemos derecho a ejercer nuestros derechos humanos sin
discriminación y en pie de igualdad.
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la ONU establece los
fundamentos para garantizar la justicia, la libertad y la paz para todo ser
humano. Estos derechos se definen como universales, interdependientes e
indivisibles. Esto significa que se reconocen a todos los seres humanos sin
exclusión alguna, y si nos privan el acceso a uno de estos derechos, el resto
también se verán perjudicados. Los derechos humanos no solo son una
garantía para la igualdad y la no discriminación, sino también una obligación
para los Estados. Los Estados deben velar por el respeto de estos derechos, no
pueden limitarlos y deben luchar activamente por protegerlos y prevenir
cualquier abuso.
Algunos de los derechos universales que debemos recordar incluyen:
Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales.
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida.
Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre.
Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles.
Artículo 18: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento,
conciencia y religión.
Artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión.
Artículo 23: Toda persona tiene derecho al trabajo.
Artículo 26: Todo individuo tiene derecho a la educación.
A pesar de estos derechos, la realidad que nos rodea no siempre corresponde
con la pretensión de mejorar la vida de las personas. La vulneración de los
derechos universales es evidente en muchos lugares, incluso en situaciones de
conflictos armados. Es fundamental seguir luchando por su cumplimiento y
promover la conciencia sobre la importancia de estos derechos para toda la
humanidad.