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De la Conduceion Tactica (Superior e Inferior) Teniente Coronel PEDRO HORACIO LAVAYSSE, ie INTRODUCCION del trabajo que hoy presentamos a nuestros lec- tores es el de definir con la mayor precision posible la conduc- cién tactica superior y la conduccién tactica inferior y expre~ sar los conceptos generales que corresponden a cada nivel para permitir establecer su diferencia con claridad, exponiendo los argumentos doctrinarios que justifican la necesidad de su exis- tencia. Nos ha parecido prudente encarar el tratamiento de este tema con cierta profundidad porque hemos comprobado que la ausencia de definiciones claras y completas sobre el mismo, pro- duce frecuentes confusiones que evan en. ese caso, casi invaria- plemente, a la adopcién de dos actitudes: una que consiste en soslayar el tema y hacerlo transcurrir en igualdad de condicio- nes para uno y otro nivel, y la otra, que consiste en la lisa y la- na negaci6n de la validez de una conduccién diferenciada para cada nivel y que, por extension, aboga por la desaparicién del elemento que materializa la existencia de la tactica superior (el Cpo Ej/FFTT) JUL= SET 89 a 54 TACTICA La primera actitud, la de soslayar el problema y aplicar el mismo sistema de conduccién en ambos niveles tacticos, no ata- ca ni cuestiona la existencia de niveles diferenciados, pero por errénea y falta de explicaciones termina dando paso a la se- gunda actitud. La segunda, si cuestiona de plano que haya una diferencia de niveles y tiene su fundamentacién en un pufiado de ideas motoras que, de mds en més, toman cuerpo en algo que Mega casi a ser corriente de opinion. Es asi como frecuentemente escuchamos decir: “Es casi im- posible establecer doctrinariamente y con claridad la diferen- cia entre las conducciones tacticas superior e inferior. Sostener que son dos conducciones distintas s6lo porque una se hace en el nivel GUB y la otra se hace en el nivel GUC e inferiores, no tiene mucho sentido y aplica”. Esta idea de base, segtin la cual todo se conduce igual, apo- ya ideolégicamente a la segunda afirmacién que dice: “La GUB (Cpo Ej) no tiene razén de existir en nuestra realidad opera- Ej. Ademés, si en la practica un Cpo Ej empefia todas las bri- gadas asignadas (y en caso de formar alguna iri: = ), ni contando con posibilidades ciertas de poder emplear acertadamente la reserva que pudiese formar, dada la separacién de sus brigadas, es preferible supri- mir este scale dsacrmne ue lo Unico que harfa seria esi ¥ esa segunda idea permite una tercera, que es la materia lizacion de la solucién del caso: “Habria que mantener s6lo uno, tal vez dos, Cpo Bj para uno, tal vez dos, TO y crear divisiones para el resto de los TO de las cuales dependan agrupaciones fuer- tes, 0 dejar simplemente una brigada actuando en el teatro. REVISTA ESG DE LA CONDUCCION 55 Disolvamos los Cpo Ej, repartamos sus medios, y de ese modo tendremos brigadas y agrupaciones muy fuertes, operativas y con gran autonomia”. Creemos, como ya lo dijimos, que lo que ha venido a confun- dir este tema y ha dado lugar a semejante controversia y cuestionamiento, ha sido la ausencia de precisiones doctrinarias, ausencia que tiene su origen en la derogacién de reglamentos, en la impracticabilidad de muchisimos conceptos existentes en los reglamentos vigentes (resultado de la copia textual de una doctrina aplicable a un ejército sustancialmente diferente para enfrentar situaciones también sustancialmente diferentes), en definiciones absolutamente simplificadas sobre temas que son complejos, en vacios doctrinarios que nunca fueron cubiertos ni aun con la doctrina que se tomé como modelo y, por qué no, en el mal empleo que se hace a veces de los medios en las ejerci- taciones como consecuencia de esa confusién, lo que alimenta y recicla el problema. Pensamos también que en el origen de este cuestionamien- to a la tactica superior, se encuentra el hecho de que no hace~ mos el esfuerzo de pensar en la conduccién como un todo y me- cAnicamente la pensamos fraccionada en campos de interés, lo que tal vez nos ocurre porque como oficiales de estado mayor nos pasamos mucho tiempo sumergidos en uno u otro de esos campos sin hacer algo que debiera instituirse como una regla de oro, el pensar diariamente unos minutos en est nos parece crucial: s Una vision. compartimentada produce en ciertas ocasiones los errores tan conocidos de pretender el privilegio de algtin campo, o la falta de preocupacion e interés de quien se desempefia como coman- dante con respecto a lo que ocurre en otros determinados cam- pos, o la superficialidad, y a veces ausencia, de los estudios que el comandante hace sobre algunos de los campos de interés du- rante sus apreciaciones. Como ejemplo de esto podemos citar el repetido caso de las ejercitaciones académicas donde seria casi una herejia el desempefio de un comandante que se abocara de leno al estudio de un problema de los SPAC durante su apreciacién. JUL - SET 89 56 TACTICA Por todo ello, la finalidad Ultima de nuestro trabajo es la de aportar una base de ideas que contribuya a la formacion de los oficiales de estado mayor y futuros conductores de elemen- tos de todo nivel. 2. DEFINICIONES DE LA DOCTRINA VIGENTE En este punto vamos a presentar las definiciones que, so- bre los temas que estamos tratando, existen en la doctrina que esté en vigencia, remarcando lo esencial, mostrando las diferen- cias, relacionando los sujetos y utilizando las prescripciones que completan 0 aclaran las definiciones, con el objeto de determi- nar si todo ello es suficiente o no para explicar las diferencias que existen entre los niveles de conduccién de la tactica. 2.1. En primer término veamos qué es conduccién téetica. Seguin el Reglamento “Terminologia castrense de uso en las fuerzas terrestres” (RV-117-1), conduccién tactica “es la que se realiza en todos los niveles de co- mando inferiores al del comandante del TO”. Diciéndolo de otra manera, el Reglamento “Conduccién para las Fuerzas Terrestres” (RC-2-2) expresa que “es la que se realiza en todos los niveles de comando a partir del co- mandante de las fuerzas terrestres hacia los escalones in- feriores”. Sobre ambas definiciones sélo podemos comentar que ellas definen la conduccién tactica como Ia conduccién que se hace en un , sin ninguna otra consideracién ni precision. No obstante, si se habla de conduccién tactica es Iégico suponer que es porque ella es diferente del otro tipo de conduccién que conocemos, que es la estratégica. Y aunque no esté taxa- tivamente explicado en los reglamentos, nosotros cree- mos que son diferentes formas de conduccién, es decir que més alla del nivel donde se aplique el comando para resolver el problema, son diferentes porque Ia forma de conducir . Aqui encontramos un vacio en las explicaciones de los reglamentos, en el sen- tido de que no estan expresadas esas diferencias. REVISTA ESG DE LA CONDUCCION 57 ee En segundo término veamos qué significa conduccién ‘tactiea superior. El RV-117-1 la define asf: “Corresponde a la conduc- cién que se realiza desde el nivel grandes unidades de ‘batalla hasta el comando de Jas fuerzas terrestres de un TO”. A esta breve definicién en la que sélo se menciona, nuevamente, nada mas que el nivel donde se aplica la conduccién, el RC-2-2 agrega algunos conceptos en el Nro 202 a, aiclondo: “ EateunivalsseuaveMeatareapSCTaas El empleo de fuerzas de gran magnitud. Un planeamiento que abarcaré lapsos prolongados. La trascendencia de los objetivos a lograr. Una gran libertad de accién, que estaré en relacién directa con las mayores 0 menores limitaciones que impongan el plan de campafia y el ambiente opera- cional. La necesidad de contar con suficiente capacidad y para afrontar problemas de resolucién inmediata, enfrentar situaciones fluidas y efectuar los cambios necesarios con rapidez, teniendo en cuen- ta el nivel y los normalmente prolongados lapsos en- tre el planeamiento y Ia ejecucién. La necesidad de contemplar soluctones de alternati- va para hacer frente a contingencias futuras por cuanto la situacién no siempre evolucionara confor- me con lo previsto”. De todos estos aspectos retendremos para nuestro es- tudio, como propios y distintivos dela conduccién téctica superior, los siguientes: — Conduecion que se réaliza a nivel GUB y FFTTTO. — Conduecion capacitada para librar la batalla. — Empleo de fuerzas de gran magnitud. — Planeamiento para, lapsos prolongades. — Trascendencia de los objetivos a lograr. Decimos que sélo retendremos estos aspectos como propios y distintivos, porque los otros —“4)”, “5)” y JUL- SET 89 58 TACTICA “6)"— son conceptos que, en mayor o menor medida, son de aplicacion en todos los niveles de la conduccién. 2.3. Veamos enseguida qué encontramos sobre la conduccién tactica inferior. El RV-117-1 expresa que “Corresponde a la conduc- cién que se realiza a nivel de las GUC e inferiores”. El RC- a su vez, repite la misma definicion y agrega en el Nro 2.021, b.: “La conduccién tactica inferior se moveré dentro de espacios menores, planearé y operaré para y en tiempos mas cortos y deberd estar capacitada para li- brar el combate”. Siguiendo la misma metodologia vamos a retener, co- mo propios y distintivos de la tactica inferior, los siguien- tes aspectos: — Conduccién que se realiza a nivel GUC e inferiores. — Conduecién capacitada para librar el combate. — Se mueve dentro de espacios menores. — Empleo de fuerzas de relativa importancia (1) — Planeamiento y operaciones para y en tiempos mas cortos. — Resultado de las acciones (en busca de sus objetivos) que puede o no ser decisivo (2). 2.4. Hasta aqui hemos visto lo que esta escrito y en vigencia sobre ambos niveles de conduccién y haciendo una com- paracién grafica en paralelo que ayude a ver mejor las diferencias, vamos a presentarlo asf: TACTICA SUPERIOR TACTICA INFERIOR Conduccién que se realiza a | Conduccién que se realiza a nivel GUB y FFTTTO nivel GUC e inferiores Capacitada para librar la ba- | Capacitada para librar el talla combate (2) Bxtrafdo de ts definiclén de combate (RO-2-2 Nro 2.026, @) Idem ay. REVISTA ESG DE LA CONDUCCION Se mueve en grandes espa- cios (3) 59 Se mueve en espacios meno- res Empleo de fuerzas de gran magnitud Empleo de fuerzas de relati- va importancia Planeamiento prolongados para lapsos Planeamiento para tiempos més cortos ‘Trascendencia de los objeti- vos a lograr Resultados que pueden ser o no decisivos en la biisqueda de sus objetivos Como podemos observar en lo establecido en los re- glamentos, si existen diferencias de todo tipo entre am- bos niveles y, sintéticamente, esas diferencias residen en dos aspectos: 1) Nivel sobre el que se aplica la conduccién. 2) Magnitud de: — Fuerzas y espacios — Accién — Lapsos — Objetivos y resultados. Pero ahora cabe preguntarnos si esto que dicen los reglamentos en sus definiciones es suficiente para carac- terizar y diferenciar a ambos tipos de conduccién. Cree- mos que no y que ése es uno de los origenes de la cuestién, porque la simple diferencia de niveles y magnitudes no es suficiente para establecer las esenciales diferencias que si existen entre ambas conducciones tacticas, ya que si comparamos la conduccién del nivel brigada con aquella del nivel seccién también encontramos una enorme desi- gualdad de niveles y magnitudes, no obstante lo cual a ambas las agrupamos bajo esa especie que se da en Ia~ mar tActica inferior y que pone dentro de la misma. cate- (8) Deducido de la afirmacién det, RC-2-2 Nro 2.021. b. de aie Ia conducatén Udctien tnforlor “se movers dentro de espacios menores”. JUL - SET 89 60 3. TACTICA goria la conduccién de un teniente jefe de seccién con la de un general comandante de brigada. Pero por qué si los reglamentos tampoco dan una idea acabada de la diferencia esencial que hay entre 1a, conduccién estratégica y la conduccién tactica, no hay dificultad para diferenciarlas netamente y nadie pone en duda su diferencia? Porque bien podriamos aplicar aqui los mismos razonamientos cuestionantes y afirmar que s6- Jo es un problema del nivel donde se aplica la conduc- cién y de las magnitudes con que uno y otro se manejan A continuacién ensayaremos abordar paso por paso este tema para esclarecer cada uno de los conceptos. CONSIDERACIONES GENERALES Hemos estimado que es conveniente establecer, en primer término, qué es la conduceién téctica como paso imprescindi- ble para continuar el desarrollo de nuestro problema que es ef de diferenciar la tactica superior de la inferior. 3.1. La conduccién tactica La conduccién tactiea es la que se realiza en todos los niveles de comando a partir del comandante de las fuerzas terrestres hacia los escalones inferiores (RC-2-2 Nro 2.019, tltimo parrafo). Esta es la sola definicion que sobre el punto existe y ademas es toda la descripeién que podemos encontrar sobre tan vasto espacio de la conduc- cién, salvo la mencion de las influencias que el ambien- te ejerce sobre la conduccién tactica, lo que no contri- buye en nada a esclarecer el tema. Por ello nos vamos a permitir reunir los también pocos datos dispersos que existen sobre las tdcticas superior e inferior y, comple- tandolos con otros aspectos, ensayaremos arribar a una idea global sobre la conduccion tactica en general. En principio, la conduceién tactica superior es la que pacitada para librar la batalla y, en consecuencia, En segundo lugar, la conduccién ta tica inferior es la que esté capacitada para librar el com- bate y, en consecuencia, conduce el combate. ¥ tanto la ta REVISTA ESG De LA CONDUCCION 61 batalla como el combate son actos tactics, dominios ex- clusivos de la tactica. ¥ como la batalla es una combinar cién de operaciones técticas que incluyen, ademas del combate, otras actividades de las tropas en campafia y las maniobras necesarias (RC-2-2 Nro 2.023), podemos decir que: la batalla abarca los combates que libra la conduccién tActica inferior, los que en su suma, mas la ;, dan como re- sultado la dicha batalla, que se concreta cuando se logra la modi : Resumiendo, la conduccién tactica es aquella que es- ta capacitada para conducir las operaciones tActicas par- ticulares de los elementos, incluyendo todas las activida- des y maniobras accesorias de ese nivel, y conducir el con- junto global de ellas que constituye la batalla; y como corolario, la tactica ejecuta las operaciones técticas, in- cluidas todas las actividades y maniobras accesorias de Jos elementos ejecutantes y ejecuta, de ese modo, el acto tactico integral que es la batalla. Sintetizando, la conduccién tctica es la que reali- zan los niveles de comando que conducen la batalla y las operaciones tacticas que la integran y la posibilitan. Porque la batalla es el episodio mas importante de la campafia. ¢Y si su conduccién es dominio de la tactica, entonces qué conduce Ia estrategia operacional? Segun el RC-2-2, en el Anexo 1 Nro 22., la estrategia operacional “es el arte de disposicién del comandante del teatro de operaciones pa- ra el cumplimiento de una mi . Por Io tanto, la conduccién estratégica operacional es la conduccién de las fuerzas del TO, Una definicién tan general como ésta del reglamento, creemos que no aleanza para definir el problema porque en cualquier nivel de conduceién se da mbién, el arte de conducir las fuerzas que dicho nivel dispone para cumplir con su misién. Seguimos compro- JUL SET 89 62 TACTICA bando asi que la confusién proviene, como lo afirméra~ mos antes, en gran medida de la insuficiencia de las de- finiciones. Veamos entonces qué hace la estrategia operacional con respecto a la batalla y, a ese efecto, nos remitiremos al RC-2-2 Nro 4.001., que dice: “la estrategia operacional concebiré la batalla...”, y en el 4to parrafo de ese mis- mo numero se precisa que “...la maniobra concebida por un nivel de conducci6n sera ejecutada por los niveles que inmediatamente le dependan...”. Quiere decir, con- firmando lo que extrajéramos de las definiciones para uta la batalla y las operaciones y actividades, quedand para la estrategia operacional sélo el i éPero entonces la estrategia operacional (EO) es un nivel donde s6lo se imagina o idea la batalla? ¢Nada se ejecuta en este nivel? ,Es que el Cdo TO no tiene que conducir acciones que se ejecutan bajo su responsabili- dad directa? Todo queda en el plano de las ideas en la EO? el Cdo TO también conduce la ejecucién de ciertas acciones. Este es un punto crucial en la comprensién de este problema. La EO se detiene en la concepcién de Ia bata- Ila; de alli en adelante, la batalla, en su conduccién y eje- cucién, es dominio de la tactica y no es propio que la EO baje de nivel por el slo afan de querer conducir algo, 0 de conducir aquello que leva mas seguramente a la glo- ria, 0 a lo espectacular, que es la batalla y las operacio- nes. Este es uno de los vicios més comunes en las ejerci- taciones y en el planeamiento, el querer ir ms alld de la concepcién, Hegando a la determinacién y resolucién de aspectos que son responsabilidad de los comandos depen- dientes. ( Una vez concebida la batalla, la EO lo que hace es prepararla, para lo cual establece una oportunidad, un REVISTA ESG DE LA CONDUGCION 63 (SERENE y tos aspoctos no zon mera.) imaginacién en la conduccién. estratégica operacional, son cosas tangibles que debe establecer y poner en acto la EO. El RV-117-1 en la definicién de conduccién estraté- gica operacional dice que la misma “se basa en la aplica- ‘de la conduccién”, siendo esto una generalidad que cree- mos que es aplicable a cualquier nivel. Pero en un segun- do parrafo la definicién precisa que es la que “realiza el comandante del teatro de operaciones para lograr la in- tegracién de las actividades de las fuerzas puestas a dis- posicion... Se sintetiza en la gestacién, conduccién y ex- plotacién de la campafia”. Este parrafo si es aclaratorio y es coincidente con todo lo hasta aqui dicho. Creemos que el nivel EO tiene suficientes cosas para entretenerse ademas de la concepcién, porque el solo he- cho de establecer una s6lida retaguardia es ya, de por si, una tarea enorme y dificil y de una gravitacién ini- maginable para el desarrollo de la batalla que conduce Ja tactica, sin mencionar la otra tarea aquella que decia- mos de debilitar la retaguardia enemiga. Aqui nos deten- dremos en el estudio de la estrategia operacional porque con lo dicho pensamos que basta a los fines de comparar y diferenciar y, en todo caso, porque también pensamos que el tema EO, por sf solo, merece un detallado estudio aparte. Vamos a establecer entonces en un cuadro compara- tivo, un resumen de las diferencias entre la conducci6n. estratégica operacional y la conduccién tactica. CONDUCCION CONDUCCION ESTRATEGICA TACTICA OPERACIONAL La realiza el CTO Se realiza en todos los nive- les de conduccién a partir del CFFTT hacia los escalo- JUL - SET 89 64 TACTICA nes inferiores (por exten- sién es la que realizan los otros comandos de compo- nente y cualquier otro co- mando subordinado al CTO) Concibe, prepara y hace po- sible la batalla integrando Jas actividades de las fuer- zas puestas a disposicién (es decir los componentes, los Cdo Conj Subord, las reser- vas, las fuerzas y organiza- ciones de la Retg, etc.) Gesta, conduce y explota la campafia (sucesion de ba- tallas si la decision se obtie- ne con mas de una) Conduce y ejecuta la batalla y los combates (operaciones taeticas y otras actividades) 3. La conduccién tactica superior iS 2ele 3.2.2 La conduccién tactica superior es aquella parte de la conduccién tactica que se realiza a nivel GUB y FF ‘TTTO y, para no ser repetitivos, vamos a remitir a los lectores a io ya dicho en 2.4. Pero como al res- pecto concluimos que todo ello no resultaba suficien- te para caracterizar y diferenciar este nivel del infe- rior, vamos a procuzar ahora establecer otras cues- tiones inherentes a la tactica superior que creemos son vitales para su identificacion. Ante todo vamos a convenir que seria totalmente irreal pensar que, en nuestro caso, podriamos Negar a organizar teatros de operaciones donde el comando de componente terrestre dispusiera de varios cuerpos de ejéreito. Nosotros pensamos que un. esta- ra destinado, normalmente, a ser el , es tanta, Seamer pore tanto, su REVISTA ESG DE LA conDUccION 65 3.2.3, 3.2.4 3.2.5. Una GUB dispondré entonces de dos o mas brigadas para librar la batalla que es el acto de su responsal lidad. La conduccién de la batalla es, a nuestro juicio, el punto esencialmente diferente de la tactica superior con respecto a la inferior ya que la batalla no se con- duce como una operaci6n tactica. La conduccién de la batalla esté signada por la magnitud de ciertos pro- blemas a resolver, que no existen en la conduccién tac- tica inferior. Para resolver el problema de la batalla terrestre, la GUB efectuara el planeamiento de las operaciones ne- cesarias para Megar a ese episodio fundamental y ha- cerlo ejecutar; de ahi que el planeamiento de este ni- vel se materialice en un documento que se llama plan de operaciones, plan que sirve a Japsos prolongados y que, por lo tanto, debe ser lo suficientemente como para permitir raciones. Es decir, la GUB planifica las operacio- nes necesarias que ordenaré ejecutar a sus ele- mentos dependientes, las brigadas. Veamos entonces qué tiene de diferente este planeamiento con respecto al otro que se plasma en un plan tactico, ademas del Japso y de la sucesién y variedad de operaciones que contempla. Una GUB es un elemento que, por sus caracterfsticas de_organizacion (orden de batalla), medios que posee y situacién que implicaria que sea a la vez comando de componente terrestre, debe estar capacitado para atender todas las direcciones estratégicas de un TO so- bre las cuales el CTO haya decidido aplicar sus esfuer- zos. Para ello el Cte Cpo Ej (CFFTTTO) determinard el | poder de combate necesario para _satisfacer cada es- fuerzo estratégico operacional (EEO), y como estos es- fuerzos, sobre todo en nuestro caso, se aplicardn sobre direcciones muy diferentes y con gran separacién en- tre si, el gran problema de un Cte Cpo Ej sera la arti- culacién de todo el sistema de apoyo necéesario para sostener las operaciones que sus elementos dependien- tes (las GUC) ejecutaran sobre cada direccién. Y den- tro del sistema de apoyo a articular cobra vida, en su JUL - SET 89 66 2 Se TACTICA verdadera dimensién, el apoyo SPAC, de tal suerte que casi podriamos llegar a decir, i mente correcto como terminologia, como idea figurativa; correctamente hablando, el Cpo Ej articula armoniosamente medios de SPAC de gran diversidad para sostener continuamente las operacio- nes tActicas de las brigadas. Lo que acabamos de afirmar esté apoyado doctri- nariamente en lo que expresa el Reglamento “Conduc- cién de las grandes unidades de batalla” (RC-2-45), un reglamento cuya primera edicién es de 1964, que esté basado en la doctrina de un ejército esencialmente di- ferente al que esta es- tructurado para = nee eee 0 se concebia en. aquel ejército hace més de 30 afios, que estuvo derogado por algiin tiempo y luego vuelto a la vigencia y que, a causa de todos estos defectos, en la realidad su aplica- cién ha perdido credibilidad. No obstante ello, nosotros queremos preservar de él lo que debe estar fuera de cuestionamiento y que permanece vigente por ser algo as{ como principios que no son afectados por aquellos efectos de la obra. Asi, y en relacién a la dimensién de los SPAC a ni- vel GUB que estamos tratando, vamos a, citar el Nro 3.041, Inc 2) del RC-2-45 donde leemos: “Los servicios para apoyo de combate, a cualquier nivel de comando, serén un aspecto importante a tener en cuenta al pla- near las operaciones tacticas. Al hacerlo (es decir, al tenerlos en cuenta al planificar) para las grandes uni- dades de batalla, la capacidad para apoyar logistica- mente un curso de accién particular podré —junto con otros aspectos de igual gravitacién— eonstiutimmtac- tor preponderante en la resolucién del comandante. De ah{ que los servicios para apoyo de combate tam- de'gravedad, como Io hacen los otros elementos del po- der de combate”. Decidimos rescatar esta afirmacién por su severidad, por su trascendencia y porque esti- REVISTA ESG DE LA cONDUCCION 67 mamos que a su alrededor gira gran parte de la cues- tion de la conduccién tactica superior, y porque, ade- més, su aplicacién es de una vigencia absoluta para nuestra realidad operacional, mucho mas que para el ejército para el cual fue escrita. Imaginemos un Cpo Kj que emplea 2 6 3 brigadas para satisfacer dos direcciones diferentes; es muy pro- bable que las brigadas, siempre en nuestro caso, se en- cuentren separadas por cientos de kilémetros, lo que descarta toda posibilidad de sostener las mismas a par- tir de una sola instalacion (no importa de qué tipo sea) y, més atin, descarta un sistema que consistiera en que la brigada concurriese a buscar ella su sostén hacia las instalaciones del comando superior, y con mas énfasis descartamos toda idea que consista en dar a la brigada todo Io que ella necesita para todo el lapso que duren las operaciones (después volveremos sobre el tema). La, solucién consiste en que haya alguien que articule! el | sistema de apoyo necesario para que la brigada pueda operar, aun a gran distancia y aun separada exagera~ damente de sus vecinos, y ese alguien es el Cpo Ej. Por »/ ello las GUI onforman con érdenes de batalla en los cuales se introducen los medios necéesarios para po-| der articular una maniobra tactica compleja y un sis- tema de apoyo mas complejo, mientras que las briga- das e inferiores tienen estructuras fijadas en los CO, | son similares y tienen capacidades y limitaciones fijas para operar. 3.2.6. El Cpo Ej (GUB y Cdo FFTTTO a la vez) es entonces: la entidad que planifica las operaciones necesarias que constituyen los actos que finalizan en una batalla te- rrestre y articula y conduce un sistema de apoyo, es- pecialmente de apoyo de SPAC, durante la ejecucién de las operaciones que Ievan a cabo las brigadas. Las adas planifican en detalle cada operacién que les fue ordenada (cada una sobre la direccién particular en que es empleada). Pero las’brigadasnovarticulan un sistema de"apoyo que pueda constituir en los estudios eso que pomposamente lamamos curso de accién lo- JUL - SET 89 68 ae TACTICA gistico (o de personal), porque Ja brigada no tiene més que un. B Log con capacidades fijas, lo que hace que tenga una autonom{a que también es fija (o al menos muy poco elstica), porque sus capacidades de conduc- cién (medios de comando y control) ya estan satura- das con lo que tiene y, finalmente, porque una» briga- da ‘no planifica mas que la operacién siguiente a la que esté ejecutando (ya volveremos también sobre el te- ma) Io que equivale decir que es un planeamiento cor- to para una ejecucién rapida y corta que atiende la so- lucién instantanea de la evolucién de la situacién pre- sente. Es decir, una brigada ejecuta el apoyo logistico de sus elementos a través de un sistema fijo y norma- lizado que es el que permiten las capacidades fijas de un B Log, las que no admiten en la realidad la con- cepcién de cursos de accién logisticos verdaderamente diferentes. De ahi que estas maquinas de operar que son las brigadas necesiten forzosamente de la existencia de una maquina de alimentar que es el Cpo Ej. En el planeamiento de una GUB si €xiStem)cursos de accién logisticos (0 de personal, 0 de asuntos civiles) con verdadero peso especifico de cursos de accién como tal, porque a ese nivel se pueden conformar acciones diferentes para apoyar la accién téctica, con los medios disponibles 0 con los que se requeriran al comando su- perior para que sean asignados al orden de batalla (aun desde el planeamiento en tiempo de paz). Debemos imaginar ademas, que el Cpo Ej (GUB y Cdo FFTTTO a Ja vez) es la necesaria, imprescindible, au- toridad terrestre que maneja la batalla terrestre (que operan, ya lo dijimos, las brigadas) dependiendo de la autoridad de un comando que es, por lo general, con- junto. Aqui vamos a detenernos para decir algo que no esta escrito en ninguna publicacién, pero que es forzoso decir y establecer, porque no nos cansamos de hablar de Ja guerra tridimensional, o bien de Ia nece- saria contemplacién integral de los espacios (terres tres, marftimos y aéreos), pero sin embargo seguimos REVISTA ESG DE LA cONDUCCION 6 escribiendo, concibiendo y operando como si no exis- tiera ms que la maniobra terrestre. Todo ello porque, cierto es, el acto final de la guerra es 1a conquisia de un adversario por el otro —uno es conquistador y. el otro es conquistado— y este acto se hace por una fuer- za terrestre en un ambiente terrestre. Entonces es conveniente desarrollar, aunque sea brevemente, el te- ma de las batallas en un TO. En el parrafo anterior hemos hablado de batalla terrestre porque en un TO es seguro que habra una batalla terrestre, o mas, pero también es muy proba- ble que exista una batalla aérea y, gpor qué no?, de- pendiendo de las caracteristicas del teatro, una bata- a naval. Pero, sin demasiado pensar, estamos segu- ros de que coexistirén, por lo menos, una o mas bata~ llas terrestres y una o més batallas aéreas. Esto mere- ce una aclaracién, a su vez, para evitar deformacio- nes tanto en los operadores terrestres como en los aé- reos. La batalla terrestre es dominio de la conduccién tactica de las fuerzas terrestres del teatro y, por lo tanto, la batalla aérea es dominio de la conduccién tactica de la fuerza aérea asignada a tn TO. Pero du- rante la batalla terrestre, que es la batalla dirigida contra las fuerzas terrestres del enemigo, participa 1a fuerza aérea del teatro con operaciones aéreas desti- nadas a apoyar a las fuerzas terrestres, operaciones aéreas que no son parte de Ia batalla aérea, sino par- te de la batalla terrestre como integrantes de ese sis- tema de apoyo que debe articularse detras de las ope- raciones terrestres. La batalla aérea -esté compuesta por las operaciones aéreas dirigidas contra las fuerzas aéreas del enemigo. También es necesario decir que la EO concibe la existencia de una batalla aérea por la necesidad de librar a sus FFTT de esa amenaza que es la aviacién enemiga, que puede legar a dificultar costosamente el acto final de la conquista, y por la necesidad de preservar, también de aquella amenaza, centros vitales, no necesariamente militares, cuya des- truccién 0 dafio podrian conmocionar de tal suerte la JUL - SET 89 70 TACTICA estabilidad del TO (estabilidad que no es solamente militar) qué pusiera en peligro el resultado de la cam- pafia. En consecuencia, en este complejo mundo de re- laciones e interrelaciones que es un TO, no podemos imaginar la ausencia de la conduccién tactica supe- rior, porque no podemos imaginar que los operadores terrestres (las brigadas) operen en relacién de depen- dencia directa de un Cdo TO que es conjunto y que por su nivel EO no conduce Ia batalla. Si no existe la GUB haciendo conduccién tactica superior en el TO, nos preguntamos: gquién conduce la batalla terres- tre? Nadie. Para acabar nuestra idea, la GUB es de existencia im- prescindible. Es ella la que posibilita la ejecucién de las operaciones tActicas de las brigadas en un TO a tra- vés de la articulacién viviente de un sistema de apoyo particular, montado sobre el esquema de las direccio- nes en que emplea las brigadas. Podria argumentarse en contra, que los medios con que cuenta un Cpo Ej no son suficientes para arti- cular un sistema de apoyo de esa naturaleza (de don- de la idea de repartir las existencias para reforzar las brigadas). Nosotros pensamos (no es nuevo ni nos per- tenece) que en las estructuras de tiempos de paz, los elementos que son conducidos por el nivel tActico in- ferior (brigadas y sus elementos dependientes) deben existir completos segtin los CO respectivos, no debien- do haber, idealmente, cosas a completar en caso de operaciones; por el contrario, en-el nivel GUB, en tiem- po de paz, s6lo debe existir un érgano de comando reducido (el indispensable para mantener vivo el pla- neamiento) y las formaciones necesarias para efectuar el apoyo de SPAC de un despliegue estAtico como es el de paz, y el resto de los elementos y medios necesarios para operar el sistema de campafia deberia constituir- se a través de la movilizacién para alcanzar el orden de batalla previsto para ejecutar un determinado plan. Si bien estamos de acuerdo con Ja idea de que a la gue- REVISTA ESG DE LA CONDUCCION al 3.2.9. 3.3. 3.3.1 rra se va con lo que hoy tenemos (por eso mismo abo- gamos por la existencia a CO de las brigadas), quere- mos recordar que los medios que son “a movilizar” tam- pién. deben contabilizarse entre lo que existe realmente porque la movilizacién debe ser de ejecucién inmedia- ta, como es en casi todas partes, para lo cual debemos hacer funcionar en permanencia el planeamiento, la coordinacién y la instruccién de las reservas. Hay una ultima razén, de sentido comin nos parece, que indica la necesidad de la existencia de la GUB/Cdo FFTT, y es la de ser el nexo entre la concepcién (EO) y la accion pura (tactica inferior) y porque los opera- dores de la accién pura necesitan de una autoridad te- rrestre que dé solucién a los problemas terrestres, fren- te a una autoridad conjunta que opera medios conjun- tos. ¥, por fin, cuanto més extenso es el espacio y mas escasos son los medios, mas ciertos resultan estos cri- terios. a conduccién tactica inferior Es la que se realiza a nivel GUC e inferiores de acuer- do a las prescripciones reglamentarias que condensa- mos en el cuadro presentado en 2.4. Como dijéramos en otra parte de este trabajo, es el nivel de conduccién que abarca desde 1a conduccion que hace un general co- mandante de una division hasta la que hace un cabo jefe de la menor fraceién. g¥ por qué semejante dispa- ridad de dimensiones (en espacio, efectivos, armas, sis- temas, etc.) se engloba bajo una misma categoria o ni- vel de conduccién? Esto es asi porque lo que se conduce y cémo se conduce, desde la division al grupo, responde a situaciones normalizadas operando bajo criterios nor- malizados, bajo formas normalizadas, todo ello segun el elemento de que se irate. ¥ no importando de qué ele- mento se trate, en la tActica inferior lo que ocurre es la accién pura, porque en este nivel de conduccién quienes ejercen el comando, desde el general al cabo, y quienes ejecutan, son todos parte de la accién y todos inter- vienen en la accién misma. JUL - SET 89 72 3.3.2. TACTICA La expresién de que “todos intervienen en la accién misma” no significa, de ninguna manera, que quienes ejerzan el comando deban distraerse de esta funcién esencial para tomar un arma y empezar a batir blancos como un ejecutor més. Esta expresién si significa que, en este nivel, el comando se ejerce en primera linea y asi como el cabo de un grupo asalta situado en 1a mis- ma linea que sus hombres un jefe de tanque esté metido dentro del mismo tanque, un teniente jefe de seccion comanda ubicado entre los grupos que accionan, y un J Sec I Mec esta dentro de uno de los cuatro VCI de su sec- cion, y un J Sec Tan esta dentro de uno de los cuatro Tan de su seccién; un J Ca I Mec esta dentro de un VCI ubicado entre sus secciones, y un J Ese Tan esté en un Tan que se ubica con alguna de sus secciones; un J RI Mec est4 en un VCI junto a alguna de sus compa- filas que desarrollan la accién, y un J R Tan va en un Tan con alguno de sus escuadrones; un Cte Br I Mec esta dentro de un VCPC que, junto con los otros me- dios de comando que conforman el PC Pr Br, est ubi- cado en la inmediata vecindad de los RI Mee o del RC Tan que ejecutan la operacién de su brigada (cuando no en su VCPC adelantado con los medios del PC Tac hasta la misma primera linea), y un Cte Br C BI pro- cedera de la misma forma; y no slo con los elementos de combate cercano pasa esto, lo mismo sucede con el apoyo de fuego, donde quien comanda el GA esta en su PC ubicado en la misma zona que las baterias de ti- ro, y asf con todo el resto. No importa si los elementos son de montafia, 0 aeroméviles, 0 de monte, 0 aero- transportados, 0 motorizados, esto se da normalmente asi. Esta explicacién, a pesar de lo repetitiva, nos pa- rece de toda necesidad para desterrar una imagen es- tereotipada que frecuentemente imagina los PC ubica- dos en las retaguardias; la misma imagen que, al trans- formar al comando en una cosa estdtica y alejada de la accion, tiende a volver estatica toda la accion misma y termina por condenar a la inmovilidad absoluta a la tactica inferior, imagen cuya mejor demostracién en- REVISTA ESG DE LA CONDUCCION.. 73 3.3.3. contramos en originales soluciones como la de otorgar- le a una brigada quince dias de nivel de abastecimien- tos, por ejemplo, solucién producto de esa mentalidad estitica. Para coneretar el punto vamos a insistir en aquello de la “accién pura”, como uno de los elementos distinti- vos de la tdctica inferior, en todo su alcance. La ac- cién pura se da en los elementos y fracciones que eje- cutan la accién en la primera linea; pero ademas hay accién pura en los érganos de comando, porque ellos comandan ubicados entre los elementos, fracciones, ve- hiculos u hombres que ejecutan la accién esencial de la operacién; y también hay accién pura, finalmente, en todo el sistema de apoyo de las acciones, apoyo que es directo, inmediato e instantdneo (no importa de qué apoyo —si de fuego, si de combate, si de servicios— se trate). Aqui encontramos otro notable punto de distin- cion entre la conduccién tactica inferior y la superior, porque mientras la tactica inferior es “accién pura” globalmente en la forma que est explicada, la tactica superior no lo es més que en el sostén, En Ia tactica su- perior el comando no esté mezclado directamente en Ia - accién; por el contrario, el comando esta mas bien ale- jado y preservado de Ja accién directa porque en este nivel se planifican las operaciones para un perfodo re- lativamente prolongado y una vez que el nivel tactico inferior comienza su ejecucién, el nivel superior hace la supervision de las acciones, mas el planeamiento pa- ra un nuevo periodo prolongado (planeamiento que mantiene en constante evolucién a causa de la evolu- cién de las acciones presentes proyectadas al futuro), més el sostén de las operaciones que ejecutan las bri- gadas. Es por ello que el comando se ejerce en la reta- guardia, alejado de las zonas de las brigadas, ya que en esa retaguardia esta articulado ese sistema viviente que conduce el Cpo Ej que es el sistema de apoyo con que sostiene la accién de las brigadas. La conduccién tactica superior no conduce directamente la accién de las brigadas, mientras que en la conduccién tactica in- JUL~ SET 89 74 3.3.4. my 1986; y Notice provisoire sur Memploi de.la Division d’infanterie (TTA 906), 1 1985, TACTICA ferior cada escalén de comando conduce directamente Ja accién de sus elementos dependientes. Nos parece oportuno citar algo que al respecto encon- tramos en la doctrina francesa actual. No queremos copiar la doctrina francesa (que de nada nos serviria como tal), ni queremos dejarnos influenciar por sus modalidades, s6lo que a fuerza de hallar las razones, vamos a buscar en otras doctrinas la explicacién de lo que no esta explicado en la nuestra, dejando librada a nuestra imaginaci6n y criterio la solucién de solamen- te aquellos interrogantes sobre los cuales no encontra- mos respuesta en ningtn lado. En los reglanmentos de conduccién de las divisio- nes de infanterfa y blindada, podemos encontrar con- ceptos como los siguientes (4) “La division de infanteria (0 la blindada) se em- pefia normalmente en el cuadro de un cuerpo de ejér- cito blindado”. (En el Bjército Francés no existen las brigadas ni los batallones, la unidad tactica es, como para nosotros, el regimiento y la GUC es la division. A pesar de que sus divisiones son mucho més potentes que nuestras brigadas, no las conciben aisladamente; en tanto que hacen conduccién tactica inferior normal- mente estarén encuadradas en un Cpo Ej). “El general comandante de la division conduce di- rectamente la accién de sus regimientos”. “El comando se ejerce a partir de un PC, en el cual Jos cambios de posicién son facilitados por un preposi- cionamiento de medios en reserva y por un movimiento basculante (si a en escalones) del equipo de co- mando y enlace. Estos cambios de posicién dependen del ritmo de la maniobra y tienen en cuenta los riesgos ligados a la guerra electronica. Ellos tienen lugar de dos a cuatro veces en 24 horas”. Notice provisoire sur l'emploi de la Division “Blindée (TTA 905), Ed. Mars REVISTA ESG DE LA CONDUCCION 75 Patética descripcién de con qué vitalidad se ejer- ce el comando en el mas grande elemento que conduce la tactica inferior, y més patética resulta aun la expre- sién utilizada en ese ejército cuando para caracterizar la forma de ejercer el comando de una division se dice que “el general comanda su division a la voz”, lo que significa un comando que se ejerce en forma directa, instantanea y verbalmente por su propio comandante. Un ejército con medios abrumadores (3ra potencia mi- litar del mundo) hace esta descripcién simple y Nana que nos recuerda tantos rumbos perdidos en el ejerci- cio del comando. Para no ser parciales en las citas que hacemos, he- mos pensado que seria prudente también recurrir a la doctrina norteamericana que, con otras palabras, dice algo mas 0 menos similar. Hacer una cita completa alar- garia enormemente este articulo, por eso creemos mas conveniente recomendar a los lectores preocupados la lectura de un reglamento argentino derogado, el ex RC- 2-21 “La division”, copia casi textual de la doctrina nor- teamericana, en el Nro 2.003, Inc 2), tiltimo parrafo, y en el Nro 2.007 completo, donde se toca el tema del ejercicio del comando. Solo vamos a citar aqui el Nro 2.013, 3), f), donde refiriéndose a la ubicacién del PC Pr de la divi- sion, leemos: “Que favorezca la defensa de la instalacion (considerando su proximidad a los objetivos que pro- bablemente el enemigo bata con sus fuegos), incluyen- do la defensa contra ataques por infiltracion de guerri. llas y contra los fuegos de la artilleria y aéreos”. Pode- mos ver en este parrafo, fiel transcripcién de la doc- trina norteamericana, la descripcion de un PC en el medio mismo de la accién y bajo el fuego enemigo, lo que refrenda aquello que deciamos de que en el nivel tActico inferior (aun en la division) todo es accién pu- ra porque atin el comando y el apoyo se ejercen y se ejecutan desde dentro mismo de Ia accién. Nos gustarfa citar también la doctrina soviética, pero creemos que no es ya necesario y nos limitaremos JUL - SET 89 7 3.3.5 TACTICA a decir que no encontraremos alli nada diferente a lo hasta aqui probado. Liegados a este punto y recordando aquello que decia- mos de los rumbos perdidos, es necesario abordar aho- ra otro de los aspectos diferenciadores de ambos niveles de conduccién tactica. Este aspecto es el del empleo de las fuerzas, Los elementos en los cuales se ejerce la conduccién tactica inferior se emplean reunidos. Hay muchas ra- zones para sostener esta norma de la conduccién a me- nudo olvidada, tanto mas por aquellos que son los mas afectados por la disociacion de los medios. ¢Qué signi- fica y qué aleance tiene esta norma que indica emplear Jos elementos reunidos? Significa que cada escalén de comando emplea sus elementos dependientes dentro de las distancias en las cuales puede extender sus medios de comando y control, y dentro de las cuales se ejecu- tan eficazmente las funciones de su propio sistema de apoyo. En cuanto a la extensién de los medios de coman- do y control, ello significa que cada escalon no puede emplear sus elementos mas alla de donde: 1) los me- dios de enlace le permitan comunicarse instantanea- mente con seguridad (por ejemplo, si el medio de en- lace es el medio radioeléctrico, la distancia de empleo maxima seré la distancia de aleance de ese medio) y 2) pueda hacerse efectiva la presencia del comandante 9 jefe con los medios de su PC Tac en breve tiempo (es- to por el ya explicado principio de que en la conduc- cién tactica inferior se ejerce el comando de los elemen- tos dependientes directamente). En cuanto a la extension de la ejecucién de las fun- ciones del propio sistema de apoyo en forma eficaz, sig- nifica que los elementos dependientes se emplean den- tro de las distancias a las cuales se puede extender el apoyo de fuego, el apoyo de combate y el apoyo logis- tico. Vamos a un ejemplo. Una brigada se emplea reu- nida. Ello significa que sus regimientos no son emplea- REVISTA ESG DE LA CONDUCCION 7 dos mas lejos que la distancia que los medios del PC Tac Br pueden cubrir en muy corto tiempo para ase- gurar la répida presencia del Cte en cualquier lugar de la accién que él conduce en forma directa; significa ademas que los regimientos no son empleados més le- jos que la distancia a la cual aleanzan eficazmente las facilidades de comunicaciones para asegurar el enlace instantaneo; significa también que no son empleados mas lejos que Ja distancia a la cual Megan con eficacia los fuegos de apoyo orgénicos de la brigada, o agrega- dos a ella; significa, por tltimo, que esos. regimientos no accionan més alla de la distancia que los medios del B Log pueden cubrir diariamente (tiempo que se re- duce normalmente a las horas de oscuridad) para abas- tecer, también diariamente, los trenes de campafia, y éstos a los de combate, 0 para mantener o evacuar un equipo, o para evacuar a tiempo un paciente. Podria- mos luego hacer todas las disquisiciones pertinententes para ejemplificar como emplea un regimiento sus sub- unidades, 0 cémo emplea una subunidad sus sec- ciones, 0 como emplea una seccién sus grupos, armas © vehiculos, pero creemos que no es necesario porque el sistema es el mismo y no harfamos mas que repetir un mismo procedimiento bajando un escalén cada vez. Para dar una idea acabada de lo que sostenemos sobre el empleo reunido de las fuerzas en el nivel tée- tico inferior, vamos a materializar en cifras algunas de las afirmeciones que hicimos en el ejemplo precedente de la brigada que se empleaba reunida. Coneretamente, los elementos se emplean en los frentes y profundida- des que la extensién de los medios y sistemas propios permite. Yendo a los ejemplos y a las cifras, cuando la artilleria de brigada, o la agregada, tira a 30 Km, los regimientos normalmente deben accionar dentro de es- te alcance; cuando el PC Tac Br se moviliza en dos 0 tres “jeep”, los regimientos no pueden ser empleados mas alla de la distancia que esos “jeep” pueden cubrir a campo traviesa, en una media hora, en medio de la accion, para llegar desde el PC Pr Br hasta el PC Pr R JUL- SET 89 78 3.3.6 Seoni) o TACTICA mis alejado, lo que por el momento hace una distancia de entre 5 y 10 Km (el plazo de media hora es el tiem- po en que los elementos de maniobra de una brigada deben comenzar a ejecutar una accién distinta, o cam- biar de direccién, a contar desde el momento en que re- ciben Ja orden durante una accion (5)). Y a medida que avanzamos en el tema, comprobamos que en el nivel de conduccién tactico inferior existe to- do un sistema de comando, ejecucién y apoyo que no debe dislocarse modificando caprichosamente alguna de las variables, porque si asi sucede se produce el de- rrumbe, casi siempre irremediable, de esa arquitec- tura. Habiendo ya desarrollado el concepto de que las bri- gadas e inferiores deben emplearse reunidas, es preciso ahora despejar las dudas que podrian caer sobre Ja ex- plicacién dada. El primer cuestionamiento que puede hacerse a estas ideas vendré seguramente montado sobre la tan repetida argumentacién de los amplios espacios en relacién a Ja escasez de medios y fuerzas disponibles, y asi pedra decirse que pese a la rigurosidad del razo- namiento empleado, su aplicacién es imposible en la realidad porque una brigada en nuestro Hjército puede Negar a tener una zona de responsabilidad con un frente de 500 Km y, en consecuencia, no cabe otra solucién que emplearla separerdo notablemente sus elementos dependientes para poder cubrir semejante frente. Bete plazo do media hora como tempo de reacoiGn de los regimientos no fe caprichoso ¥ esta on directa relacién con ta capacidad de apreciar y resolver casi Instantanea de los resitnientos © a 10 mimatos) el tempo que demanda la imparticién de una orden tipo misiin a las sub- lunidades (5 9 10 minutos) la inmedinta puesta en eiecucion de las subuntdades (6 a 19 minutos), el tiompo normal que tardarfa, una acelén inecpemda del enemizo, despla- zandose en forma terrestre a campo traviesa, para influir peligrosamente sobre el dispositive prople, desde el momento en que hubiera aldo detec tada en presencia por los medios de senuridad terrostre destacadas por Ia brigada (nis 0 menos 20 minutos) REVISTA ESG De LA CONDUGCION 79 A esta argumentacién nosotros le preguntariamos: gsi hemos decidido dividir la GUC para cubrir seme- jante frente, hasta donde nos esta permitido dividir las fuerzas para cubrir frentes? Porque en este afan de ha- cerlo, y siguiendo el mismo razonamiento con que se nos contrarfa, un regimiento recibiria un frente de mas de 150 Km y, como no podria cubrirlos estando reuni- do, deberfa disociarse y cada compafiia recibirfa, como minimo, 50 Km; siendo este frente un espacio imposi. ble de cubrir con una subunidad, su jefe deberfa sepa- rarla tanto como fuera necesario y una seccién recibi- ria mas de 15 Km a cubrir, y por el mismo procedimien- to a un grupo se le asignarfan 5 Km, y como ya en este Ultimo escalén un acertado procedimiento es el de ac- tuar por imitacién, el jefe de grupo, imitendo el pro- cedimiento empleado par los escalones superiores, co- locarfa un hombre con un fusil cada 500 m. ¥ asi esta- ria todo bien cubierto. Toda esta progresi6n que hemos hecho del sistema empleado por aquellos que argumentan, basados en la existencia de amplios espacios, la necesidad de dividir las fuerzas, Ievindola nosotros hasta el m&s bajo pel- dafio, no la hacemos con el propésito de poner en ri- diculo una idea contraria. La hacemos porque quere- mos encontrar una respuesta a nuestra pregunta. Si he- mos sido capaces de disociar una brigada, quebrando una estructura de comando, ejecucién y apoyo que es- ta concebida para actuar reunida, si hemos sido ca- paces de eso, ghasta dénde nos esta permitido dividir Jas fuerzas? Si la raz6n es el amplio frente y hubo ne- cesidad de dividir una brigada para cubrirlo, el amplio frente seguira siendo amplio en los escalones inferio- res, los que no tendran entonces otro remedio que divi- dirse indefinidamente. Somos conscientes de la amplitud de los espacios en relacion a los escasos medios y fuerzas, pero contra: riamente a la corriente que puede utilizar esa realidad como argumento para dividir las fuerzas, nosotros sos- tenemos que es justamente ésa la razon que apuntala JUL- SET 89 80 3.3.8, TACTICA nuestra afirmacion de que en el nivel tactico inferior los elementos se emplean reunidos, lo que es exacta- mente igual a cumplir con aquel sabio criterio de no Gividir las fuerzas. Si nos encontramos con un frente de 500 Km y no disponemos més que de una brigada, habr& que selec- cionar una operacién que nos permita resolver el pro- blema sin dividir las fuerzas, porque estamos seguros que con aquella operacién de “cubrir bien el frente”, no s6lo no resolveremos el problema, tampoco cubrire- mos nada. Nosotros creemos que con una brigada en 500 Km, més nos valdria el tenerla toda junta, buscar las fuerzas del enemigo y destruirlas. O tal vez haya otras soluciones a discutir. Pero nos rebelamos contra la aceptacién de dividir los medios de la tactica inferior, porque eso seria como aceptar que la estrategia mi- litar argentina esta perdida, desde el momento que no le alcanzaria todo el ejército de la primera potencia mi- litar del mundo para poder cubrir “decentemente” un frente estratégico militar como el de la Cordillera de los Andes, al s6lo titulo de ejemplo. Un segundo cuestionamiento que podria hacerse a estas ideas es el de pensar que estén influenciadas por tal o cual doctrina extranjera, porque bien podria decirse que esto se sostiene luego de haber consul- tado fuentes que norman el empleo de fuerzas abruma- doras en espacios reducidos y que no prevén su empleo en amplios espacios y, por lo tanto, aun aceptando que fuera correcto el planteo de no dividir las fuerzas, ha- bria que buscar una soluci6n precisa para nuestro pro- blema de amplitud de espacios/escasez de los medios, ya que aquellas doctrinas no abordan ese problema. Si este cuestionamiento se presentara, sdlo nos ca- bria entonces decir dos cosas: 1) No hay necesidad de inventar nuevas soluciones porque cuanto mas grande es el espacio para ope- rar y mAs pequefias son las fuerzas disponibles, menos razones existen para dividirlas. REVISTA ESG DE LA CONDUCCION al 2) Aun aquellos que poseen “abrumadoras fuerzas” tienen el complejo de la amplitud del espacio asig- nado, pero arbitran otras soluciones antes que ocu- rrirseles dividir fuerzas del nivel tactico inferior. Para demostrar esto, una ultima cita de aquel re- glamento derogado de “La divisién” (ex RC-2-21), que ya dijimos es transcripcién de la doctrina norteameri- cana, en la pagina 17: “Nunca se sera suficientemente fuerte como para logrer la decision, Contrariara esta regla fundamental quien pretenda asegurarse en todas partes o distraiga fuerzas para acciones secundarias que no contribuyan directamente al éxito de la accién principal. EI] més débil podré ser el mas fuerte en el lugar decisivo, si logra reunir alli fuerzas superiores median- te una adecuada economia de fuerzas, rapidez, movili- dad, velo y engajfio tactico y sorpresa. EI espacio y el tiempo deberdn ser utilizados con acierto; las situaciones favorables se reconoceran. ré- pidamente y se aprovecharan con decisién. Toda delan- tera ganada al enemigo, lo mismo que el mantenimien- to de wna actitud ofensiva, permitirén conservar y au- mentar la libertad de accion”. La lectura de estas Iineas nos produce el alivio de encontrar la raz6n en Jas fuentes y nos hace preguntar si uo de los tantos rumbos perdidos de la conduccién tdctica, no ser este de la aplicacién del principio de masa para resolver el empleo de Jas fuerzas que son siempre insuficientes. REDEFINICIONES 4.1. Hemos pensado que, después de todo Io analizado, resul- taria de utilidad presentar las definiciones que, a nuestro criterio, condensen todos los posibles puntos que permi- tan su neta identificacién y diferenciacién. JUL- SET 89 82 4.2. TACTICA Conduccién tactica Es la que se realiza en todos los niveles de comando a partir del CFFTTTO hacia los escaiones inferiores. Es la conduccién que se realiza en los niveles capa- citados para conducir Jas operaciones tacticas particula- res de los elementos, incluyendo todas las actividades y maniobras accesorias de ese nivel, y en aquellos capacita- dos para conducir el conjunto global de ellas que consti- tuye la batalla. Dicho de otra manera, es la que realizan los niveles de comando que conducen Ia batalla y las oporeciones tacticas que la integran y posibilitan. Como que es un nivel de la conduccién militar, es de- cir de la aplicacién del comando para resolver un pro- blema militar, esta conduceién es ejercida por los co- mandantes o jefes para el desarrollo de operaciones y de actividades y maniobras accesorias de mayor o menor complejidad y donde,por Ja diferente gravitacién de los problemas de cada campo de interés y por la diferencia {de magnitud de fuerzas, espacios, acciones, lapsos, objeti- vos y resultados, se ha considerado conveniente distin- guir una conduccién tactica superior de una conduccién tactica inferior. Conduccién tactica superior Es la que se realiza en el nivel GUB y FFTTTO. Esta capacitada para librar ‘la batalla y en ese sen- tido efectiia un planeamiento para lapsos prelongados, con el empleo de fuerzas de gran magnitud, maniobrando en grandes espacios para lograr objetivos trascendentes. La conduccién tactica superior planifica las opera- ciones que son necesarias para Megar a ese episodio fun- damental que es la batalla, operaciones que serdn reali- zadas por los elementos de ejecucién de la tactica inferior (GGUUCC, Un(s) Tae(s), Subun(s) y fracciones). Una de las caracteristicas mas salientes de la con- duccién tactica superior es la de ser el nivel donde se ma- terializa en toda su dimensién el problema de los SPAC para el apoyo a las fuerzas terrestres. La GUB es el primer REVISTA ESG DE LA CONDUCCION 83 4.4. aa JUL - on elemento con verdadera y completa responsabilidad de SPAC, ya que tiene responsabilidad sobre los tres campos (Pers, Log y AC) y tiene capacidad para articular y con- ducir un sistema de apoyo eficiente, aun cuando se den situaciones de gran complejidad. La conduceion tactica superior no conduce en forma directa la accién de los elementos (GGUUCC), pero si conduce en forma directa el sostén de los mismos. En este nivel la conduceién se ejerce sobre situacio- nes de un cardcter que varia entre lo que es normalizado y lo que es seminormalizado (con gran predominio de es- te ultimo caracter), debido a la magnitud de los tiempos, espacios, objetivos y fuerzas que intervienen en la confor- macién de dichas situaciones. Conduccién tactica inferior Es la que se realiza en el nivel GUC e inferiores. En la tActica inferior el comando de Ios elementos de- pendientes se ejerce en medio de la accion misma de esos elementos y la conduccién se ejerce respondiendo a situa- ciones normalizadas y bajo criterios normalizados. Este nivel ejecuta las operaciones planificadas por la tactica superior, es decir, es el nivel capacitado para librar el combate (operaciones y actividades y maniobras accesorias). El desarrollo de las acciones transcurre en es- pacios reducidos y respondiendo a un planeamiento y a 6rdenes para cortos y muy cortos periodos, y se ejecuta por elementos de relativa importancia que normalmente se emplean reunidos. CONCLUSIONES \ kn el nivel tactico existen dos formas de conduccién per- ‘fectamente diferenciadas, la conduccién tactica superior y la conduccién tActica inferior Esta distincién en superior e inferior es debida a la dife- >) rente gravitacion que los problemas de cada campo de / interés tienen sobre cada nivel y, ademas, a la diferencia / de magnitud de fuerzas, espacios, acciones, lapsos, objeti- » SET 89 B4 peo: 5.4. 5.5. TACTICA \ Vos y resultados, lo que significa que el marco referencial | de las situaciones que afectan a uno u otro nivel es tam- bién diferente. Como una ayuda para facilitar la comprensién de la diferente gravitacion que los distintos problemas tienen sobre cada nivel, presentamos, en la siguiente figura, un esquema que intenta comparar algunas de esas diferen- cias, requiriendo de nuestros lectores el esfuerzo de no to- mar esta simplificacion como un modelo determinante. VER GRAFICO SUELTO La existencia del nivel de conduccién tActico superior es imprescindible para el correcto funcionamiento del siste- ma de conduccién y ejecucién de las operaciones en el campo tactico. Este nivel superior cumple las funciones principales de efectuar el planeamiento tactico para lapsos prolonga- dos y de asegurar el sostén de las acciones que ejecuta el nivel inferior, 1o que Io leva a constituirse en el verdade- ro artifice de la armonia entre tiempo y espacio en el nivel tactico. Fe ATER ciertas formaciones y ciertas organi- zaciones de SPAC no constituidas mas que parcialmente, en tiempo de paz, quedando el completamiento de su or- den de batalla a ejecutar en el momento conveniente durante la movilizacion. El nivel tactico inferior debiera tener sus estructuras de comando y ejecucién completas (personal y material) se- guin los CO respectivos, de manera que, idealmente, no fuera necesario hacerle ningiin completamiento durante la movilizaci6n. REVISTA ESG DIRECTOR E SG Y DIRECTOR DE LA REVISTA DE LA ESG Cal Anthal Laifio SECRETARIO DE LA REVISTA Cont (Ry Adotto Pietronave ENCARGADO Y ADMINISTRACION Subot My (R) Miguel Angel Garcia COORDINACION Prot, Nora Inés Adad de Rivaroln DIAGRAMACION Sr. Juan Carlos Leiva CORRECCION ‘Sra, Magdalena C. de Rothar Sta, Verénica Gémez Pola DIRECCION Luls 36 Campos 480 1428 Cap. Federal IMPRESO EN: Buenos Aires en los Talleros Graticos de Ia ESC SUSCRIPCION ANUAL: Deseuonte por MUPDE PROPIEDAD INTELECTUAL 43051 NE A94 1 Jul. - Set 89 REVISTA DE LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA, SUMARIO ¢ TEMAS TACTICOS. UNA GUIA PARA SU PREPARACION, REFLEXIONES TACTI- cas. ° (it Parte) Teniente Coronel Angel Enrique Ledesma Méndez © DE LA CONDUGCION TACTICA (SUPE. RIOR E INFERIOR) 8 Tenlente Coronel Pedro Horacio Lavaysse @ ESENCIA DE LAS DECISIONES 1% (HL Parte) Ingeniero Benjamin Carlos Petrocell © EL “Sap”. UN SISTEMA FORMAL DE. PLANEAMIENTO °2 Mayor Jorge N. Igounet © IDENTIFICACION DE EVENTUALES IN. TERESES ESTRATEGICOS DIVERGEN. TES ENTRE ARGENTINA Y BRASIL ... 111 Capitan de Fragata Heberto Rubattino Vieecomedaro Ricardo Claschini Doctor Juan Carlos Arellano Nasso Teniente Coronel José Luis Betolti @ PERFECCIONANDO LA DOCTRINA OFENSIVA: ATAQUE POR INFILTRA. clon a8 Teniente Coronet Eduardo Carlos Gonzalez Menectier Teniente Coronel Jorge Eduardo Molina ‘eniente Coronel Alberto Américo Lucchess! @ cRONICA ‘7 aabilidad exclusiva de los flrmantes. ‘Todos los derechos reservados. Hecho el depésito que marca la ley 11.728 - Concosién N¢ 222.648, Lot articules flrmados no Implican la opinién de ta Direccién y Io vertido en ellos os ret

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