MIEDO
Autora: Karen Gould
Habja una vez una Mujer que vivia con Miedo. Como se comprenderd no lo
habia planeado asi, lo que pasé es que el Miedo se mudé a vivir con ella desde
que era muy pequefia y ahi habia vivido desde entonces. Ella se acostumbré a
su presencia a pesar de lo desagradable que era convivir con él, pues era un
Personaje muy grande y muy fuerte con unos colmillas largos y venenosos que a
ella, cada vez que la mordia, le paralizaban el corazén y le debilitaban los
midsculos, Sin embargo solamente la mordia cuando ella hacia algo que a él le
molestaba.
Un dia, la mujer decidié hacer algo que anhelaba: algo novedoso, algo
para ella misma... aunque no estaba segura de poder lograrlo. Al Miedo no. le
agradé esta idea y la amenazo: si lo intentaba él la morderia con més fuerza,
mucho més fuerte de como lo habia hecho antes. Pero la mujer estaba decidida,
y dijo que de todas maneras iba a tratar. Asi que el Miedo la mordié, tal como
le habia advertido. Ella sintié que su corazén dejaba de latir y que sus misculos
se debilitaban, pero no abandoné la lucha para lograr algo nuevo. Entonces el
Miedo la agarré, la tiré al piso y se senté sobre su pecho. Ella se defendié pero
el Miedo era més pesado, demasiado fuerte y grande. Ella siguié luchando tode
el dia pero al caer la noche se dio por vencida y exhausta, se durmié:.
Al dia siguiente la mujer comenzé nuevamente a tratar de hacer algo
nuevo, y como el dia anterior, el Miedo la alcanzé... pero antes de que la tirara,
ella le metié una zancadilla y él perdié el equilibrio cayendo al suelo. Enfurecido
se levanté y la embistié con mds fuerza, pelearon y pelearon. El Miedo trataba
de morderla mientras ella trataba de detenerlo para que no lo lograra, pero por
supuesto eventualmente la mordié. Asi, una vez més, su corazén se paralizé y
sus musculos se debilitaron; ella dejé de luchar y rendida se durmié,
La batalla se reanudé al dia siguiente y asi por muchos dias més. La
mujer siempre resultaba derrotada, pero sus miisculos fueron fortaleciéndose.
y pudo descubrir los trucos que el Miedo usaba en los pleitos y encontré sus
puntos débiles; su cuerpo también aprendié a reconocer el veneno y a fabricar
antidotes para protegerse. Ahora su corazén respondia latiendo con més
rapidez y fuerza y sus misculos se hacian més poderesos; a pesar de que el
Miedo la mordia mds y més, ella no caja y seguia luchando contra él.
Un hermoso dia de cielo azul y aire transparente, después de haber
luchado todo el dia, por fin la mujer pudo sujetarlo en el piso y ponerle el pie
en la espalda. Inclindndose hacia él le dijo: “Te he vencido, asi que ahora vete.”Y el Miedo desaparecié, quedando ella tan perpleja que perdié el equilibrio y
cayé, pero se levanté enseguida y el resto del dia se dedicé a hacer cosas
nuevas mientras canturreaba alegremente pudiendo disfrutar su casa sin la
Presencia del Miedo. Antes de dormir hizo planes de todo lo que haria al dia
siguiente, ahora que ya no tendria que pasar su tiempo peleando. iEstaba tan
entusiasmada que casi no podia dormir!
Su primer pensamiento al despertar fue el recuerdo de que ayer habia
vencido al Miedo y con una sonrisa se levanté de la cama. Cual no seria su
sorpresa al ver al Miedo sentado en una esquina del cuarto, tan grande, fuerte
y feo como de costumbre. “iQué haces aqui!" “iSi yo te he vencido!" grité ella
“Ah, pero eso fue ayer" respondié el Miedo haciendo una mueca, “Si quieres que
hoy me vaya tendrds que vencerme nuevamente." y acto seguido, se levanté
acercéndose para reanudar la batalla. Pero mientras peleaban la mujer noté que
hoy el Miedo parecia més pequefio en comparacién con el dia anterior. Si,
estaba segura, ayer él era mds alto que ella y hoy eran de la misma estatura.
Esta vez solamente pelearon medio dia ya que la mujer logré derribarlo y
sostenerlo en el suelo mientras le decia: “Te he vencido, ahora vete.”
Nuevamente el Miedo se esfumé pero ella ya no se sorprendié pues estaba
Preparada y no se tambales al verlo desaparecer. La mujer pasé el dia haciendo
cosas nuevas y esa noche se fue a dormir muy complacida.
Al dia siguiente, sentado en la esquina acostumbrada, el Miedo
simplemente hizo una mueca cuando la vio pasar. Al ponerse en pie para la
batalla, la mujer se dio cuenta que el Miedo le Megaba sélo a la barbilla, asi que
devolviéndole la mueca pudo pelear y vencerlo antes de medio dia, con lo que
tuvo més tiempo para disfrutar.
Al siguiente dia el Miedo sélo le Hegaba a la cintura asi que ella le dijo:
“Te guste o no, me voy a recoger moras al monte” y cuando él se le acercéd,
simplemente lo empujé y siguid su camino. Pere llegando al monte se encontré
frente a un oso grande y hambriento que se enfurecié al percatarse de que a
mujer le estaba robando la comida. Cuando el oso le grufié y empezé a
Perseguirla, ella estaba convencida de que moriria ya que el animal corrfa con
mds velocidad.
Afortunadamente, esa maiana la mujer no habia realmente vencido al
Miedo, ni tampoco lo habia corrido (algo muy importante cuando uno sostiene
una pelea con él) asi que en ese momento se le acercé por atrds y la mordié. De
inmediato su cuerpo ya entrenado, produjo el antidoto: la medicina anti-miedo
que aceleré su corazén y dio fuerza a sus musculos, A continuacién el Miedo ia
tomé de la mano, la jalé y los dos corrieron a gran velocidad. La mujer sinsoltar la canasta de moras corrié como nunca lo hubiera imaginado: el oso la
perseguia pero pronto desistié, era demasiado esfuerzo y estaba muy
hambriento. Quedaban suficientes moras, asi que regresé al monte y pudo
comer a satisfaccién,
Cuando la mujer acompatada por el Miedo legs a su casa quiso
agradecerle, pero él estaba furioso y no queria ofr agradecimientos (pues a
pesar de tantos pleitos, en verdad, no queria ver a la mujer lastimada), "Pero
éen qué estabas pensando?” “Si me hubieras hecho caso no te habrias
encontrado frente a un oso en medio del monte." “Pero tampoco tendria estas
deliciosas moras" contesté ella. Al oirla, el Miedo estallé en furia y nuevamente
quiso pelear, pero la mujer que estaba muy cansada por la carrera lo dejé ganar
rdpidamente y esa noche se fue a dormir con una sonrisa de satisfaccién y el
estémago lleno de pastel de moras,
El Miedo vino al dia siguiente y la mujer noté que estaba més alto, le llegaba
nuevamente a la barbilla, Lena de curiosidad le pregunté por la causa y el
Miedo, levantando los hombros le dijo: “Cuando me dejas ganar, me fortalezco,"
Nuevamente pelearon hasta bien entrado el dia hasta que ella lo vencié y le dijo
que se fuera.
La mujer decidié que pelearia todos los dias contra el Miedo para que se
fuera haciendo més pequefto y por fin se fuera para siempre. Pero recordé
cémo él la habia ayudado cuando se topé con el oso, asi que buscé un viejo
pedazo de cuero macizo y resistente con el que confeccioné un morralito del
‘tamafio de su pufio y con un buen cordel se lo até a la cintura,
La mujer decidié que la batalla terminaria cuando el Miedo se encogiera
lo suficiente para meterlo en el morralito y ast lo llevaria siempre consigo para
cuando lo necesitara. Como recordardn, al comienzo de esta historia dije que la
mujer se habia acostumbrado a vivir con el Miedo