Capitulo 142 Persiguiendo
ala misma chica.
éNo comeras algo?. Mientras se diver-
tian al comer, Lola miré a Jorge, quien
atin no habia tocado nada de su tazon.
Jorge eché un vistazo a la olla y negé con
la cabeza. "No. Tu sigue." El respondid
en voz baja.
Lola tomé un tofu de pescado de la olla
y lo puso dentro de su tazon. "Pruébalo."
Mirando su rostro emocionado, Jorge se
puso el tofu en la boca. El nunca habia
comido eso.
"sCémo sabe? ¢Te gusta?". Ella recordé
que él la llevd a comer fondue chino
hacia varios afios. En ese tiempo, él solo
la vio comer y no comid nada para si
mismo. jElla debia persuadirlo para que
esta vez comiera algo!
Jorge no queria decepcionar a la mujeremocionada. Asi que se tragé el tofu en-
tero y asintid con la cabeza. ¢Qué demo-
nios acababa de comer? El compraria
esta tienda y la reabriria, jen caso de que
le causara mas problemas!
Una vez mas, Lola le otorgé una albon-
diga de mariscos y luego miré a una
chica en la mesa de al lado. Habia no-
tado a la chica, que se volteé para mirar
aJorge una y otra vez en la Ultima media
hora.
Después de comer el fondue chino,
Jorge, que tenia un dolor agudo en el es-
témago, fue de compras con Lola y la
llevé a su casa.
En la puerta de la mansion de la familia
Li.
Lola logré salir del auto después de que
ella lo besé como él lo habia requerido.
Jorge no se dirigié al club nocturno
Storm antes de verla entrar a la man-
sidn.Cuando llegd, todos los demas estaban
en la habitacién privada.
Sin una palabra, Samuel Shao tom6 tres
tazas de licor preparadas de la mesa y se
las entrego.
De buen humor, Jorge rapidamente
bebid el licor destilado.
Leandro Bo vio a Jorge de arriba a abajo.
Jorge no fruncia el cefio como de cos-
tumbre. En cambio, llevaba una sonrisa
extrafia. Entonces Leandro preguntd,
"Jorge, gestuviste hoy con una chica? Es
raro verte de tan buen humor".
Al oir esto, todos se volvieron hacia
Jorge, quien no lo negé, pero asintid con
la cabeza.
jRealmente estaba muy feliz de haberse
quedado con esa mujer!
"Hola, ¢qué esta pasando?" Samuel Shao
palpo el hombro de Jorge y adiviné que
tenia que ver con su exesposa.Jorge comio algunas frutas y echo un
vistazo a Samuel. "Adivina."
éEl era Jorge? ¢Era el Jorge que ellos co-
nocian?
"Jorge, mi Musa te domin4, ¢no es asi?"
Luna Bo nunca olvidaria ese dia, hacia
cuatro afos, cuando una bella mujer
rerifa con el horrible Jorge en la oficina
del Director General de Grupo SL en la
Ciudad D.
Estaba sudando frio de miedo cuando
su Musa no solo rompid cosas, sino que
también le grité a Sanchez por no vigi-
lar a sujefe y dejar que su jefe sedujera a
las chicas jévenes.
Ella buf6 de risa cuando pensé en ello.
Todos, con las cejas levantadas, miraron
ala nica chicaen la habitacién privada.
Sanchez, que estaba sentado al lado de
Chuck Si, estaba despreocupado en esemomento. A él también le recordaba el
pasado. La chica que acababa de men-
cionar Luna, deberia ser Lola.
"sQuieres decir la chica quien me culpd
por no vigilar a mi jefe?". Sanchez mird
con indiferencia el whisky en su vaso.
Luna Bo asintié con la cabeza. Ella no
estaba seduciendo a Jorge deliberada-
mente ese dia. Ella no tuvo alternativa.
Jorge sonrio un poco. ";Ella es tu musa?"
Oh, entonces todos sabian quién era
ella.
Luna Bo asintié felizmente con la ca-
beza. jQué espantoso era Jorge! Su Musa
no le temia, inclusive se atrevié a renir
con él. "jUna super mujer!". Luna real-
mente admiraba a Lola.
Hablando de ello, Sanchez levanté su
muneca para mostrar su reloj en frente
de Luna. "jMira, un reloj de tu Musa!".Samuel, Luna, Leandro y Chuck se enfo-
caron en Jorge como si él fuera un cor-
nudo.
Su sonrisa se puso tensa. No lo habia
mencionado porque Sanchez ultima-
mente no llevaba el reloj puesto.
Ahora que lo habia visto, agarré el brazo
de Sanchez, quitd el reloj y lo tird al
cesto de la basura.
"Jorge Si, jese es el regalo mas caro que
he tenido!". Sanchez miré fijamente el
reloj de lujo en la papelera con un pro-
fundo pesar y palmé su pecho con su
mano.
Jorge respondié con indiferencia: ":Te
importaria algo que solo vale decenas
de miles?" Sanchez podria tener una
reunidn con ellos aqui el dia de hoy. El
no era solo el asistente de Jorge.
Viendo la escena dramatica, Leandro
pasé su brazo sobre el hombro de Jorge."Oigan, no pueden estar persiguiendo a
la misma chica, ¢o si?".
Jorge inmediatamente le lanzé una mi-
rada de advertencia a Sanchez. Sanchez
inmediatamente levanté su mano. "Lo
juro, no tengo sentimientos por su exes-
posa. El tinico sentimiento que tengo
hacia ella es admiracion". ¢Se atrevid a
robar a la mujer de Jorge? No, él no que-
ria meterse en problemas.
Jorge lo miré rapidamente y se sintid
satisfecho. "s:Deberiamos ir mas tarde a
comprarte un reloj?"
Sanchez se sorprendid, "Olvidalo. jLo re-
clamaré de ti!". Pensaria en qué reloj de
lujo iba a comprar.
Samuel tomo la botella de whisky y
lleno sus vasos. Era una rara oportuni-
dad para estar juntos. ";Vamos a embo-
rracharnos!".
Propusieron un brindis y bebieron
hasta el fondo. Samuel noté el vino quequedaba en el vaso de Luna y dijo: "Té-
malo con calma. No te emborraches".
Ella asintié con la cabeza. Su rostro es-
taba enrojecido, pero nadie vio eso en la
luz tenue.
Ellos volvieron a los asientos. Leandro
comenz6 a cantar canciones de amor
cuando Samuel se puso de pie, "Voy al
sanitario de hombres".
Al cabo de un rato, una pequenia figura
también se escabullé fuera de la habita-
cin privada.
Afuera del sanitario de hombres.
Un hombre y una mujer, que acababan
de salir de la habitacién privada, se si-
tuaban en la puerta. "Samuel, tengo
algo que decirte". Luna bajé su cabeza
y miré fijamente hacia los dedos de los
pies.
Ella raramente tuvo la oportunidad
de conocerlo. Ahora tenia que hacerlesaber a él lo que pensaba.
Samuel miré fijamente a la chica que
tenia delante, a quien siempre trataba
como a su hermana pequefia. ":Qué
pasa, Luna?".
Ella se puso nerviosa. "Samuel, tu... Ta
me gustas, desde hace muchos afios".
Ni siquiera ella pudo recordar desde
cuando se enamoré de él. Cinco o seis
afios antes, probablemente.
Samuel se quedo en silencio ante sus
palabras. Luna Bo era la hermana de su
amigo. Ella era una nifiatimida, igual de
timida como una liebre. gCémo recha-
zarla?
El silencio durd bastante tiempo, enton-
ces Luna Bo apreté el dobladillo de su
blusa. jFinalmente, ella lo dijo! Pero, ella
se preguntaba si Samuel haria...
Samuel abrid su boca. "Lo siento, Luna".
El sdlo dijo que lo sintiera. La descon-certd.
"Tengo a una chica en mi corazon". El
dijo directamente la verdad, aunque no
estaba con ella en este momento. Pero
no podia aceptar a Luna cuando a él le
gustaba alguien mas.
"Samuel, no me importa...". Pasd
mucho tiempo antes de que ella pudiera
hablarle de nuevo. Su corazén estaba
gravemente herido.
Samuel miré a la palida Luna. El no era
de corazon de piedra, pero aun asi res-
pondid: "Pero a mi me importa". Si él
aceptaba a Luna, eso seria injusto para
cualquiera de ellos.