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TITULO PRIMERO LA PERSONA EN PAREJA® Captruto I LA RELACION DE PAREIA 1. La persona en pareja. Las formas de comvivencia segin el predominio de distintas vsiones y valoraciones sociales: 2. Las formas de convivencla segtin l predominio de distinas visiones y valoraciones sociales, 1. La PERSONA EN PAREIA El ser humano tiende naturalmente @ unirse en pareja, hecho que se remonta al origen de la humanidad, Si en la actualidad dicha unién podria también entenderse como una opeién abierta a la voluntad de un individuo, Jo cierto es que antropolégicamente ia naturalidad de la unién no admite prueba en contrario, aun si su base es exclusivamente la atraceién sexual ¥ la propensin instintiva a la mantencidn de la especie, A través de la historia, se han sucedido diversas motivaciones pibli- camente predominantes como fundamento de la unién de pareja, las que discurren desde la primaria atraccién sexual hasta las mAs sofisticadas teorias ancladas en Ia necesidad de alianza, la pasién, el sentimiento roméntico, las creencias religiosas, la biisqueda de seguridad, el interés econdmico y ofras tantas causas, muchas de ellas concurrentes unas con otras. 36 once pet Pied Rusio Laatraccién sexual ha tenido una importancia fundamental en la forma- cién primaria de la pareja, pues se la considera no solo como un simple factor bioldgico que insta a su satisfaccion, sino un acontecimiento personalista cesencial para la condicién de ser humano, aun cuando Ja biisqueda de una adecuada armonizacién de la vida sexual de la pareja con la institueién ‘matrimonial ha deparado més desencuentros que coincidencias en el debate doctrinario. Juridicamente, se ha avanzado en la inclusién de la sexualidad enel dtmbito privado de Ja persona humana, determinando la primacia de la autonomia personal y la garantia constitucional de la libertad sexual como manifestacién de la libertad humana”, En la actualidad, junto a la atraccién sexual en su origen, se ha buscado el fundamento de su duracién en el afecto entendido en su expresién difusa como amor y en la voluntad compartida que da origen al compromiso de mantener dicha uni6n a través del tiempo vital, incluso cuando la atraccién fisica se atentia o derechamente se extingue. 2. LAS FORMAS DE CONVIVENCIA SEGUN EL PREDOMINIO DE DISTINTAS VISIONES Y VALORACIONES SOCIALES La unién de pareja, a través del tiempo y en todas las culturas, ha teni- do una reconocida importancia social y un significado diferente que varia segiin la perspectiva desde la cual se aprecia, especialmente si se atiende a suexpresi6n socialmente mds valorada: el matrimonio. Asi, en una primera aproximacién general, la unién de pareja sobre la cual se concentra el interés del derecho, es una relacién estable de cohabitacién sexual y domiciliar o territorialmente establecida, entre un hombre y una mujer, la cual es re~ conocida por la sociedad como una institucién domiciliary educativa de la prole que eventualmente pueda surgir. En una mirada sociolégicamente més analitica, la unién de pareja matrimonial es una estructura social fuer- temente influida por las visiones de los grupos de poder predominantes, y cuya pretensién es la organizacién de la sexualidad de varones y mujeres © Ci. 5, Souro Paz, Derecho matrimonial, Maérid 2002, Marcial Pons, p. 40. Deascio De Fas 37 en fimcién de 1a crianza de los hijos e hijas que pudieran nacer de esa convivencia social. La unién de pareja también admite otras lecturas. En perspectiva fi- loséfica, puede ser apreciada por algunas personas como un accidente en el camino de sus vidas, mientras que para otras constituye una parte fundamental del plan de vida que voluntariamente se han trazado, y al cual responden sus decisiones més sentidas, En una mirada econdmica, se ddestaca su impacto positivo en la conformacién armoniosa de la sociedad, especialmente si al matrimonio celebrado se asocia un régimen patrimonial de comunidad o, al menos, de distribucién de los gananciales originados en la empresa comin, Todos los elementos anteriores han permitido confluir en una visidn so- cial contemporanea muy compartida y valorada de la unién de pareja, cuyo sistema ideal de consolidacién es el matrimonio celebrado entre personas iguales a igual nivel, con un niicleo constituido por una relacién personal intima entre los cényuges, a la cual tiende a denominarse de forma muy amplia como afecto o, espectficamente, amor. Junto a esta modalidad ideatizada y privilegiada juridicamente de unidn de la pareja, coexisten otras realidades més o menos formalizadas como las uniones civiles no ‘matrimoniales y las meras uniones de hecho, configurando una diversidad de modelos identitarios de pareja y de familia que exigen un grado mayor de flexibilidad juridica y el reconocimiento a los individuos de la capacidad y la posibilidad legal de elegir entre distintas formas jurfdicas que tutelen la relacién de pareja, que consideren también de un modo més natural las formas familiares emergentes®. Anelizaremos estas distintas modalidades © Cft.S. Grvsnen A. Péxez Duarre, Derecho de Familia, México 1994, Fondo de Cultura Econdmica, p43. © Vide C. Tanso0s, Convivencia enel matrimonio la familia, Buenos Aites 1966, Lohlé, p.137, yr. VaLnés, “,Del deber al placer? Socializacién en sexualidad en familias populares de Santiago”, en X. Vatoes et alii, Familia y vida privada :Transformaciones,tensiones, re- sistencias © muevos sentidos?, Santiago de Chile 2005, FLACSO, pp. 311 y s. Enel texto citado precedentementet. Valdés afrma una esis referida a que, en las itimas décadas, la diversidad de modelos identitarios de pareja y de familia vigentes se he traducido en una propuesta igua- litaria, ue define et vinculo entre esposos como un pacto entre dos individuos que buscan su plena realizacién através del amor, Ibidem, p.312. a Jonce Det Pico Rem de unién de pareja en los cepftulos siguientes, dedicando un titulo separado ai tratamiento del matrimonio. Caeiruto I Las UNIONES DE HECHO |. Aspectos generates; 2. Las uniones libres ante el derecho. 1, ASPECTOS GENERALES Las uniones de pareja no formalizadas juridicamente desde su origen, se denominan habitualmente como uniones concubinatarias, uniones libres © uniones de hecho Pueden ser definidas como la unién duradera, exclusiva y estable de dos personas, del mismo o diferente sexo, que poseen capacidad suficiente, y que con ausencia de toda formalidad y desarrollando un modelo de vida en comunidad como cényuges, cumplen esponténea y voluntariamente los deberes de responsabilidad y solidaridad recfprocos, compartiendo con el matrimonio similitudes en los fines de auxilio mutuo y convivencia, y, cuando se trata de convivientes de distinto sexo, también la finalidad de procreacién ®. El matrimonio y las uniones de hecho, a diferencia de las uniones se- xuales ocasionales o de la mera amistad carente de significaci6n sexual, comparten ciertos elementos comunes como la convivenciao desarrollo de unas vidas juntas, la existencia habitual de relaciones sexuales entre ambos y, eventualmente, la disposicién a enfrentar el efecto procreativo fructifero de las relaciones sexuales, generando sociolégicamente una familia © El concepto toma elementos de la definicién contenida en E. EstabA ALoso, Las uuniones extramatrinianiales en el Derecho Civil espafiol, Madrid 1986, Civitas. Considéres, asimismo, A. Auwés Govzk.22, “La convivencia de las parejas de hecho”, en J. Rootiotyy ALonso et allt, Estudios sobre el Ordenamiento Juridico Aragonés, Zaragoza 2003, E Justicia de Aragén, p. 992. Deco 08 ramiLia 9 ‘Sin embargo, la diferencia entre las uniones de hecho y el matrimonio, radica en la calidad del compromiso civil, el cual es diferenciado y regulado de modo también diferente por la autoridad, por cuanto el matrimonio se orienta a consagrar social y juridicamente una uni6n perpetua, de por vida, caracterizada por la indisolubilidad del vinculo, que al menos debe ser entendida como indisponibilidad de su término por parte de los cényuges, €n tanto que la unién de hecho y otras formas similares, la unién de la pa- reja tiene por base de sustentacién un compromiso externamente precario. Asimismo, el matrimonio goza de una legitimacién social y juridica que nace en el momento de su celebracién, amparando la realidad conyugal y farniliar que surge de dicho acto, en tanto que la unién de hecho surge en la marginalidad social y juridica y se desarrolla en la desproteccién juridica, Las diferencias indicadas, como consecuencia de la actual liberalizacién del derecho matrimonial han tendido a difuminarse, manteniéndose con algin grado de vigencia sobre la base de la subsistencia de costumbres sociales arraigadas en grupos determinados, sujetos voluntariamente a cédigos mo- rales 0 religiosos, antes que por prescripciGn o tutela de normas juridicas, En cuanto a las causas que provocan o facilitan las uniones de hecho, existe un niimero apreciable de estudios que entregan variados fundamentos para las distintas motivaciones que concurren en quienes se unen fécticamente como pareja. Entre estos factores tienden a ser de cardcter social, como el temor a disgustar al entomo familiar o social inmediato, al elegir pareja en otra clase social, raza 0 grupo religioso; de cardcter legal, por existir matrimonio precedente no disuelto; por razones econémicas, al estimar que el matrimonio implica un compromiso econémico mayor; por razones ideologicas, sostenidas por quienes sustentan la biisqueda del amor libre, 2. LAS UNIONES LIBRES ANTE EL DERECHO Los conceptos de unién de hecho y régimen juridico aparecen como isonantes entre si. Sin embargo, la realidad dice otra cosa y es usual que, © ¥ide, ademis, A. Guan Basto, “La especificidad del matrimonio entre los ottestipos ddo unién sexual”, en A. Vinat Ouvarss, EI muevo Derecho chileno del matrimonio, Santiago de Chile 2006, Editorial Juridica de Chile, p. 25, 60 Jonoe vet Pcb Ruwio muchas veces de modo independiente de la voluntad de los sujetos involu- crados, a sociedad proceda a regular la relacién de hecho, especialmente los fectos que sobrevienen con la ruptura de la relacién o, incluso, la propia relacién desde su origen, Por tanto, son dos las situaciones posibles que es necesario distinguir: la regulacién de los efectos de la uptura de una unién de hecho y el régimen legal de una unién diferente al matrimonio. La primera situacién exige normar los efectos de la ruptura de la vida ‘en comtin de dos personas que viven bajo un mismo techo, cuando no ha ‘mediado un compromiso formal reconocido por el derecho, atendiendo bajo 1a perspectiva del interés social un conjunto de problemas emergentes de diversa naturaleza, como por ejemplo, los que se suscitan a partir del dominio de los bienes adquiridos con base en el esfuerzo comin de los convivientes, Por citar un ejemplo. La ausencia de regulacién puede generar efectos muy hegativos para aquel de los convivientes que pose una situacién econd- mica precaria y depende facultativamente de los recursos que su pareja le proporciona. La desproteccién del conviviente, social y econdmicamente és débil, también se aprecia tras el fallecimiento de uno de ellos, en que las normas de la sucesién intestada no le favorecen en lo absoluto®, La segunda situacién, radicalmente diferente de la anterior, implica considerar la regulacién de las relaciones mutuas en una pareja y de ésta con terceros, constituyéndose formalmente la pareja como tal desde el principio de la uni6n. Juridicamente asume la forma de una unién civil no matrimonial, cuyas caracteristicas analizaremos en el apartado siguiente. Carituto IT UNIONES JURIDICAS DE PAREIA NO MATRIMONIALES 1. Uniones de pareja reconocidias por el derecho: Aspectos generales; 2. Breve referencia a experiencias comparadas; 3. Uniones entre personas del mismo “* El articulo 983 del Cédigo Civil prescribe que “son llamados a la sucesién intestada los descendientes del difunto, sus ascendientes, el cSnyuge sobreviviente, sus coleterales, el adoptaco, en su caso, y el Fisco”. Denecno ve asain 6 sexo; referencia al derecho comparado y al debate en doctrina. Jurisprudencia Proyectos de ley en Chile; 4. El Acuerdo de Unidn Civil, Definicién, justificacion social, criticas, caracteristicas ¥ comparacién con el matrimonio en Chile. 1, UNIONES DE PAREJA RECONOCIDAS POR EL DERECHO: ASPECTOS GENERALES. La ordenacién juridica de una futura convivencia, aunque evidentemen- te aparezca como un contrasentido con Ia naturaleza de la situacién que se pretende normar, se traduce en la posibilidad de establecer pactos de regulacién de la convivencia con voluntad de permanencia, que regulen la Vida futura de dos individuos adultos bajo un mismo techo, normando los distintos aspectos de la vida en comiin. En estos casos, se plantea la posibilidad de regular la convivencia de un modo parecido al matrimonio, con la particularidad de que se trata de personas que no desean celebrar este vinculo con la formalidad exigida por el derecho para Ia institucion matrimonial. {Qué situaciones cabe distinguic? En una perspectiva amplia, esta figura Juridica comprende desde parejas heterosexuales que, por razones justifi- cadas en valores y principios particulares, no desean celebrar un matrimo- nio de acuerdo a las normas vigentes en un momento dado, pasando por las parejas heterosexuales impedidas de celebrar matrimonio debido a la existencia de un matrimonio precedente vilido y no disuelto o anulado y, finalmente, las parejas conformadas por personas del mismo sexo. Anal zaremos brevemente las dos situaciones juridicas que se originan a partir de la consideracién de los tres casos indicados. Regulaciénde los efectos de laruptura de una unién de hecho. El primer supuesto considera la situacién de las parejas constituidas al margen del derecho, ya sea por opcién o por imposibilidad legal de su formalizacion. Si bien las situaciones indicadas se diferencian en cuanto a la causa que les da origen, se asimilan en los efectos que genera su término, lo que justifica la dictacién de normas que, abordando los distintos supuestos expuestos, solucionen los problemas de indole patrimonial que se suscitan tras la rup- tura de la convivencia, agotando previamente el examen de la legislacién comin vigente, para despejar la posibilidad que el recurso a estas normas no tome innecesaria una regulacién especial. a Jonce pet Pico Rus Regulacién de las convivencias desde su inicio. Este segundo supues- to considera la ordenacién de la convivencia mediante normas juridicas, presentes desde el inicio de la convivencia o a partir de algiin momento de Ja conviveneia ya iniciada, en ambos casos por voluntad de ambos convi- vientes. Estos casos llevan a la posibilidad de consagrar pactos de unién de pareja civilmente reconocidos, con las caracteristicas definitorias que ya se han conocido en la experiencia comparada, como la francesa, en donde se aprecia una fuerte asimilacién a los contratos, con um eje patrimonial notorio ¥ un correlativo alejamiento de la dimensién familiar que caracteriza al matrimonio ¢ incluso a las uniones de hecho que originan a una familia‘*. Puede ser definida como la vida en comin por un tiempo determinado, razonablemente prolongado y cuyo minimo suele fijarse por la ley, que un hombre y una mujer llevan a cabo sin haber contraido matrimonio, por la que forman una familia, con o sin descendencia y a la vista de la comunidad”, Esta opcién adquiere connotaciones diversas, fuertemente matizadas segiin las visiones morales 0 religiosas. Algunos de sus criticos destacan que su existencia afecta al matrimonio, al erigirse paralelamente una institucion que, por su eventual facilidad para concluirla o por contemplar normas que implican criterios més relajados sobre la seriedad de los compromisos. asumidos, terminara perturbando el ejemplo pedagégico de la institucién en los jévenes, que verén progresivamente desprestigiadas todas aquellas formas de compromiso de carcter duradero y estables. 2. BREVE REFERENCIA A EXPERIENCIAS COMPARADAS El primer pais en regular Ja materia fue el Reino de Dinamarca, cuya legislacién de 1989 instituyé un modelo basado en el sistema de registro de las parejas, acto que produce los mismos efectos juridicos del matrimonio, con la excepcién de la adopcién y la potestad parental. El modelo, seguido luego por Noruega (1993), Suecia (1994), Islandia (1996), Holanda (1998) y Alemania (2001), equiparé a las uniones heterosexuales con las uniones entre homosexuales. Otros paises optaron derechamente por el reconoci- Ci. Barrientos y Novales, siguiendo a Dekeuwer-Défossez, en J. Banntenros Granodx YA. Novates Atquézan, Nuevo Derecho matrimonial... cit, p. 113. Una visién erttica puede sapreciarse en P. Rooiousz Griz, Ley de matrimonio civil. cit, pp- 375 y 376. © Cf J. Dowinauez Manrinex, Derecho Civil... cit, p. 413. Dstscxo De FamiLia 6 miento del matrimonio entre personas del mismo sexo, como la reforma aprobada en Holanda en 2000 y Ia ley N° 13/2005 en Espafia, o por formas de proteccién de tipo sectorial, como los pactos civiles de convivencia y Solidaridad, en Francia. En Latinoamérica cabe destacar tres experiencias legislativas pioneras en la materia, En México, la Ley de Sociedad de Convivencia vigente en el Distrito Federal a contar del 16 de marzo de 2007, que define a esta forma social como “un acto juridico bilateral que se constituye, cuando dos personas fisicas de diferente o del mismo sexo, mayores de edad y con capacidad juridica plena, establecen un hogar comin, con voluntad de permanencia y ayuda mutua™®, Se suman a la experiencia anterior 1a Ley de Uniones Concubinatarias de Uruguay, de 10 de enero de 2008 y, finalmente, en Argentina, la ley N° 26.618 publicada en el Boletin Oficial el 21 de julio de 2010, que suprimié la diferencia de sexos exigida pre- cedentemente por el Cédigo Civil para la celebracién de un matrimonio valido, reemplazando las palabras “hombre” y “mujer” por la palabra “contrayentes”, consagrando asi legalmente la posibilidad de celebracién de un matrimonio valido entre homosexuales, decisién reforzada por el inciso 2° del art. 172, reformado por la ley N° 26.618, que dispone: “El matrimonio tendré los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". 3. UNIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO Un tema que requiere un tratamiento especial al momento de revisar las formas de unién de pareja en nuestro derecho, es el referido a las uniones afectivas y convivencias entre personas del mismo sexo u homosexuales. © Fide art. 2°, Ley de Sociedad de Convivencia, Gaceta Oficial del Gobierno del Distrito Federal de 16 de noviembre de 2006. © Chi. M. Sesta, Derecho de Familia italiano, Colombia 2003, Universidad Externado de Colombia, pp. 30-33; G. Menus, Uniones de hacho. Homosexuales, Buenos Aires 2001, Rubinzal-Culzoni, pp. 61-76, 143-173 y 385-391; J. Doinavez. Maxrivez, Derecho Civil. ct, pp. 433-446; N. Lioveras et alil, E! matrimonio civil argentino, Cérdoba 2014, Nuevo Enfoque Juridico, pp. 25-101 y, M. Géwez ve La Torre (dit), Pargjas homosexuales: gumién chil o matrimonial, Santiago de Chile 2013, AbeledoPerrol Thomson Reuters,

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