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vu 2 i cy a S C4 s 3 cy = vo A] J| = cc 7 ra c ) (v) (era (ee Ree =e We le(ee Reale) aw Bae a) y Ce un biodiversidad — | eoncepto actual {60 dlversidad biol6- gica es relativa- mente reciente. Tu: 10 Su origen en los ‘wabajos de E. Nor se en 1980. Era una epoca de ‘gan conciencia ecol6gica. Habla tuna amplia aiarma social por la (eforestacion brutal y sin control ‘que suftian ~y lamentablemente ‘iguen sufriendo- las selvas tro- picales, es decir los pulmones del mundo, ademas de otras partes de nuestro planeta. La contraccion de este término en € vocablo biodlversidad lo verif- 6 W. Rose durante el desarolio de una Convencion celebrada en 4985, cuyas conclusiones se pu blicaron tres afios después. E1 concepto llegé a tener alcance Universal a partir de la Cumbre e Rio de Janeiro de 1902. Pero ha sido una palabra usada con tanta frecuencia en los sitimos ‘afios, con tan variada utlizacin, que ha tenido notable desgaste or su propio manejo. Tratemos de expresar lo que es biodiversidad. Pero no nos conformemas con una definicion ‘sin mas. Aceptemos la complej- ad de la vision para acercamos 2 su comprensién. La vida es d versificacion: hay en ella varie dad, desemejanza, diferencia: ‘abundancia de cosas distntas, Ese nimero de especies varia as coinciden en algin punto 0 bajo Ia misma conaicion, Hay di ferencia, si, en las formas Vivien- tes, pero dentro de fa unidad. La sintesis nos lleva al clico axio- ma ecolégjco: todo esta relacio- nado con todo. En un segundo escalin vamos a tratar de ex presario con ejemplos. Para ello tamamos pars ‘Ggmas de las dos culturas: del humanismo y 2 la ciencia, ¥ no queremos dlsimular nuestra satisfaccon al enhebrarios con el petexto de la Dodiversidad. Aprovechamos para decir que la clave de la autentica cultura, del verdadero pro- ‘50, es la conjuncion de ambas. ‘Ala biodiversidad nos lleva el acercamiento a la ciencia. En El origen de las especies, Darwin ‘esoribi6 que “plantas y animales muy remotos en la escala de la naturaleza, sin embargo es- ‘tan unidos por relaciones complejas”. Hay un hecho que ejemplifica sus palabras. Darwin des- ‘bio que los abejoros, en razén de sus largas ‘uompas chupadoras, evan los Gnicos insectos ‘capaces de acceder’al polon deo las profundas influorescencias del trébol rojo. Patiendo de es- La Biodiversidad Visiones de la biodiversidad Las dos culturas y una mirada al porvenir ta evidencia, Darwin argument6 que el éxito evo- lutivo del trébol rojo en Gran Bretafia era debico a la profusion de abejoros en el pais. Un ento- méiogo dlo a conocer que abundaban mas los nidos de dichos Insectos en las cercanias de las ciudades; Ia causa era la ausencia de rato- nes campestres, depredadores de panales y lar- vas de abejoros. Darwin consider6 que la men: {ua de ratones era debida a la gran cantidad de gatos que habia en los entomos urbanos obser vvados por el entomélogo. En fin, un cientifco alemén de la é90ca razoné que, en resumidas. ‘cuentas, los gatos eran los responsables de la abundancia del trébol ojo en los campos ingle- ' la biodiversidad nos lleva el humanism. Recordemos este pasaje del capitulo 50 de la primera parte de! Quite, cuando el caballero manchego expone su vehemente discurso ante ‘el candnigo: “Ofrécesele a los ojos tuna apacible floresta de tan verdes y frondosos &rboles compuesta, ‘que alegra la vista su verdura, y en- twetiene los oldes el dulce y no ‘aprendido canto de los pequerios, infinitos y pintados pajariios que or los inrincados ramos van ru Zzando. Agu! descubve un aroyuelo, ‘cuyas frescas aguas, que liquidos ‘istales parecen, corren sobre me- rnudas arenas y blancas pedrezue- las, que 010 cemido y perias puras semejan”. Evoquemos estos ver- 508 de Garcilaso de la Vega, que en la Egloga I, pone en boca de Al bnio: “Las flores, a los ojos ofre clendo /dversidad eatrafa de pint ra/diversamente asi estaban olen do". Rememoremos esta estrofa de Cristobal de Castilejo: “Los pes- cados de la mar,/atboles, hierbas y plantas,/con diversidades tantas/que no se pueden contar/en presenciai/ porque aque: la diferencia/ y dversidad de co- as/ las hace muy mas hermo- 5/y de mayor excelencia”. La Diodversidad nos lleva hacia el porvenir. En la pagina de Internet de la ONG Greenpeace, en el apar- tado “Biodiversidad", encontramos. entre otros conceptos clarividentes, este que citamos: la necesidad de ‘mantener un eoosistema diverso y proteger a los demas seres vivos e este planets va mas all de ra zones meramente “roménticas"; Su fnaidad es la de asegurar que ca- dda ecosistera dispondré en el futu- ro de los medios necesarios para haver frente a las eventualidades {que se le presenten y asegurar Su supervivencia. En el nimero 244 de la revista Integral aparece Luna entrevista del periodista Carlos Fresneda con Julia Hil, 1a admirable eoologista que ha permanecido durante dos afios encaremada a luna secuoya gigante para salvatla de ser tala- da. Queremos transeriir una de sus respues- tas: *Si algo he aprendido del rool han sido precisamente dos lecciones magistales, La pr- mera es el valor de la dversidad, el respeto ala increible rqueza de las formas de vida. La se- funda es la conexi6n: todos dependemos de to- dos, y la destruccién del medio ambiente no es ‘mas que un reflejo de la destruccion misma del hombre. Esa es la razén ditima por la que estoy ‘aqui: para hacer refeslonar a la gente sobre la dindmica destructva de nuestra sociedad. Sila Naturaleza muere, morimos nosotros" ll | | i i i i | | i i 1 i ‘2 Juan J0s6 Lopez Pérez | Proyecto Agenda Sistematica 2000 ($4-2000), presentado en 11994 por la Society of Systema. tic Biologists, la American So- ciety of Plan Taxonomists y 1a Wi- Mi Hennig Society, se inicia con €l siguiente relato: “Imaginemos por un mo- mento que et hombre ~gracias a los grandes vances tecnologicos de este final de siglo escubre un planeta con vida, en donde exis- te gran diversidad de formas biologicas des- cconacidas para él, Atraidos por las posiblida: des de aquellas ignoradas formas de vida, los cientifcos de la Tierra desicarian un gran es- fuerzo para registrar la diversidad de aquel ‘nuevo planeta milagroso”. IGnicamente este relato no es de cienciaticcién, Duesto que tan codiciados bienes se encuentran en nuestro planeta, La Sistemtica Biolog a, a pesar de sus 2000 aftos e historia, ain esta muy lejos {de cumplir su principal objet vo: describir, inventariar y cartografiar toda la diversi ‘dad biolégica del planeta. En ‘esta linea, la sistematica bioldgica ha tenido tres gran- des momentos, muy vincula- dos a periodos concretos de la humanidad. La Imprenta y los ‘vances en Néutica constituyeron hhechos definitivos para generar durante el Renacimiento una vi sin mucho mas amplia de! mun do. Los grandes descubrimientos .geograffcos sirvieron sobre todo ‘ara el reconocimiento de nuevas floras y faunas, que abrieron nue vas esperanzas panacticas a un vieJo mundo anquilosado por un medievo estéril Los imperos rv: lizaron por encontrar nuevos. ant males, plantas y minerales tiles, dando un gran apoyo financiero alos naturalis- tas que paticiparon en numerosas expedicio- nes. Los bestiarios y herbolarios eran las Gn ‘cas obras -maravilosamente magicas~ que re- Cogan el acervo de conocimientos sobre zoolo- ia y botanica. La difusion gracias a laimprenta de estas obras carentes del minimo rigor, ob aron a los editores a solicitarrevisiones con Cardcter cientfico en estas materas, I Renacimiento supuso incrementar diez veces e! mundo natural conocido. Asi de las Poco més de tres mil plantas descritas hasta entonces se pasara en casi un siglo hasta las treinta mil. La expectacién suscitada por las codiciadas panaceas era tan grande, que al ho encontrarse se produjeron grandes decep- ciones, y en consecuencia muchos proyectos y expediciones se abandonaron. En [a llustracion, ante una Europa nueva: ame La Biodiversidad mente en crisis parecia logico que aquel mo- Vimiento depositara en la ciencia una gran esperanza, La ciencia se hace pablica y el ‘afn por aportar nuevos conacimientos supe- faa la fiebre panaceica rene: centista, Linneo se consti- ‘tuyo en el maximo expo- nente de la sistemsti ca biologica. El boté- nico sueco, ade. mas de atianzar el sistema bi nomial de nomencla- tura y de proponer un siste- Aun no conocemos nuestro mundo ma de clasificacién mecénico de las plantas segiin los caracteres sexuales, centro sus esfuerzos en registrar toda la creacién, gra ‘las al apoyo incondicional de su monarca que le permitio contar con un amplio equipo Ge corresponsales distribuidos por todo el mundo. Nunca en la historia de la sistemat: ca biologica se describieron tantos taxones fen tan paco tiempo, lo que obligé a sentar las bases fundamentales de los juegos de sistematizacion modernos. En cualquier ca- so, la Sistematica, al igual que las demas Ciencias biol6gicas, tendra su periodo de ms- ximo esplendor durante el ditimo medio si- lo, ciertamente a remolque de los grandes avances tecnolégicos, Sin embargo, como dectamos al principio, el cconacimianto de la dversidad biolégica del pla- neta es atin muy deficiente: quedan por ident ficar la mayoria de las especies (la estimacién aceptada hoy es de alrededor de 5.000.000 y 60 se han descrito 1.500.000); se descono- ‘ce en gran parte el papel de las distintas espe. cies en el mantenimiento de los sistemas na turales; y la mayor parte de ellas no se sabe fen qué medida estén amenazadas. Sabido (es que la pércida de biodiverst dad tiene repercur siones globales fen los sistemas naturales y econémices; asi, pues, la preocupacion por ella debe tener una dimension universal Alritme actual de inversiones que las nacio- nes dedican a los estudis sistemiéticos y ta- xonémicos, hasta bien avanzado el siglo XXIl no se podré contar con un registro apropiado de todos los organismos que pue- blan nuestro planeta, y en con: ssecuencia no se podré dispo- ner toda la informacion bast ca para el desarrollo de las de- ‘mas disciplinas biol6gicas. Este déficit de conoci mientos no supon. dria una preocupa cin sino fuera por ‘que, de mantener: $e los niveles de agresion de la acti vidad humana sobre la biosfera, las posibilidades de tuna extincion masiva de espe- cies son cada vez mas reales. Algunos autores estiman una éfdida de 60.000 especies de plantas antes del afo 2025, en ‘su gran mayoria de bosques tro picales. La urgencia es por tanto ‘obvia. En consecuencia, es prio- ‘itario aflanzar los compromisos del Tratado sobre Biodiversidad que surgié en la Cumbre de Rio de Janeiro, Para descubilr, des crbiry clasficar todas las espe cies vivientes se requiere una inversion inter nacional de tres mil millones de dolares anua- les durante los préximos quince afios. Por to- do ell, la Sistematica Bioléglca, al igual que fen el Renacimiento y la llustracion, revive y se situa en una posicion preeminente de fa Cien- cia, surgida en esta ocasion desde una situa clon de crisis. Es claro que an no conocemos nuestro mundo. Es menester un incansable esfuerzo para intentar concerlo, para tratar de com Prenderlo ° Enrique Salvo Tierra 1 rabao sobre ol que esta basado ol arulo que resentamos aparecié en la pubicaion de Unversidad de Malaga Ercuentos on la Biologia 1737, con el tuo “La Sistemstca Boges, ‘lena wa La Biodiversidad Labiodiversic Diversidad Desde la aparicion ae la biologica y __ vida en los oceanos prt biodiversidad — mitivos de nuestro pla- neta, comenz6 a esceni- ficarse sin solucion de continuidad Io que po- dria describirse con algo de imaginacién como el “teatro de Ia vida". Los distintos actores que han venido patticipando en el mismo re- resentarian a las especies de seres vivos, que se adaptan a ambientes cambiantes (los mialtiples escenarios de la obra teatral), en un Contexto 0 trama que varia con el tiempo (el propio desarrollo de la obra es la evolucién bioldgica). Con este simil puede entenderse el tratamiento que ha recibido el estudio de a iversidad biolégica por la ciencia ecol6- ica a lo largo de las altimas tres cuartas partes de este sigio la ecologia se ha interesado por la “drama: turgia” en Su con: 12 Pinan gatas plana), 12.200; ry Nemitda (cians ena) 12.000: otis (ambces) 32.000 10.5, 9.040 $4 Chaos yconstoos (corals y made, 9.000 12 Ports (copes), $000 15 Rept, 8.300, ‘Te Eginozomon (estos yoo de may), 6100 15 Mleropwsimon pocorn (Gactrin y slnoboctonas), $800 Junto: las especies (y los especimenes 0 nt mero de individuos que integran cada espe- Cie), sus interelaciones y las relaciones de es- tas seres vivos con su medio. Este interés por a diversidad de os seres v os no es, por tanto, algo nuevo, pero si ha co- brado en ia actualidad un nuevo auge y expec tacion, y ademas también ha adquindo nuevos ‘matices. Bésicamente los ecblogos han tratado la diversidad bioligica como expresion de la or senizacion de los ecosistemas, mientras el ter ‘mine “biodiversidad", posterior al de diversidad bioldgica y popularizado a partir de los aos ‘ochenta, ain refiiéndose en esencia al mismo contenido conceptual, pese 8 sus distintas in- terpretaciones, fa quedado restringjdo frecuer- temente al registro e inventario de las especies de seres vivos (el plantel de actores de las ‘obras teatrales de cada tiempo). Durante la celebracion de la Cumbre de Rio de Janeiro en 1992 y como consecuencia de la redacci6n del Convenio sobre la Diversidad Biologica, fue suficientemente debatido el con- ‘cepto de “diversidad biolégica”, que acabé en- tendiéndose como la variabilidad de organis- mos vivos de cualquier fuente, inciuidos los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuaticos y los complejos. fecologicos de los que forman parte; ccomprende la dversidad dentro de cada especie, entre las espe- cies y de ls ecosistemas. La Biodiversidad adimaginada El éxito del término “biodiversidad”, fa prof. sion de textos que ha protagonizado en los dit mos afios y la afortunada acoglda que ha teni- o tanto en el mundo conservacionista, como entre los polticos o entre distintos sectores so ciales vinculados con el medio ambiente, incl yendo e! econémico y empresarial, ha conduc o a una identificacion cada vez mas estrecha entre biodiversidad y diversidad biologica, Solo habia que buscar aquelias publicacio- nes cuyo contenido estuviese identiicado por la palabra clave “biodversidad” o utilizar cual {uier buscador en Internet de sitios web dedi ccadas a la “biadiversidad” o “biodivesity’, pa- ra dimensionar en su justa medida la enorme Implantacion social de este concepto. ee) Hacia la Tradiclonaimente, el biodiversidad — Principal vehiculo para desconocida _&! conocimiento de la biodversidad ha sido el constituida por la taxonomia y la sistematica biologica, es deci: la ordenacion en un siste- rma jerarquizado de los distintos tipos de se Fes vivos en grupos o taxones y la clasifica- clén de los mismos atendiendo a su origen fi logenstico Estas ciencias bioldgicas suelen ser, para ‘quienes se adentran en su conocimiento, po- C0 entencidas y no deseadas en exceso, bien or su carécter eminentemente descriptivo y Ccompilstorio, 0 lo que es peor, por su trata miento memorstice, cuando es necesatio en- arte cun adapts de ancl (2997), 20 axa uso ppl oto de stu de Nedved, entndaon su ‘capa mas ample epi (conte eins ae ona tums sapecagve viet on un mama tga detains), ome sobre vi conven ania send gonten, como taxonomies Say Te = frentarse a su estudio. Esto debimos pensar mas de un estudiante de biologia promocion tras promocién en pleno baile mental de nom: bies latinos de especies, géneros, familias, Ordenes, clases, y divisions yfilos. La amplitud de vision de las cosas que per mite el paso del tiempo, junto a las experien clas tanto vitales como ias relacionadas con el desarrollo de una determinada actividad, ‘acaban poniendo muchas de esas cosas en su sitlo. Algo de eso debi6 sucederme en mi forma de entender la taxonomia y sistematica biodgica, y la trascendencia que tienen en la ‘comprensién de la importancia de la Biosfera la necesidad de su conservaci6n. S6lo a tra és de ellas y su relacién directa con la histo- fia fllogenética de los seres vivos, hemos po- dido acercamos al concepto de dversidad bio léglea 0 biodiversidad. Y parece que esto es cierto, que sélo nos hemos acercado, porque «1 1.800.000 especies conocidas y descritas cientificamente -unido al grupo de especies {ésiles, unas 300.000-, con gran probabilidad no representa mas que la punta del gran “ice berg” de la biodiversidad. Ademas ese “Ice berg” est construld no séla con un buen ni ‘mero de especies distintas, sino también con la variablidad genética y molecular intrinseca de las mismas y con ot’os valores propios de elias, como los recursos que ofrecen al ser humano (aprovechamientos, oportunidades para la economia), actividades tradicionales = sobre su uso y gestion o las im- plicaciones culturales y socia- les relacionadas con la propia biodiversidad, La biodiversidad catalogada (la punta del “iceberg") es la que conocemos, pero es algo més seguro que una mera intul On, el Recho de que la diversidad de vida en el planeta Tierra es much ‘simo mayor que esa blodiversidad cataloga- a. Para colmo, no solo desconocemos el nt: mero de especies que existen en el planeta, s: ro también el rango de las mismas: gsabemos realmente si el nimero de especies Se corres- onde con algtin que otro millon, decenas de millones o quizé centenas de millones? Que [a biadiversidad es aun una gran desoo rocida parece una realidad irrefutable, pero no lo es menos Ia certeza de que al actualizar el Catalogo de especies a lo largo de los citimos Veinte af, en determinados grupos el ingreso ce nuevas especies ha sido escaso 0 nulo; en cambio en otis se ha producido un espectacy- lar incremento. Se deduce de aqut que la pro fundizacion en la investigacion de determinados ‘lupos de seres vivos no nos debe aportar nin: una sorpresa, por tratarse de grupos muy bien Conocides, estudiados y por tanto descritos y censatos; en cambio en otros grupos, es de es- perar que el numero de especies incorporadas ‘sea proporcional al grado de la Investigacion re- alizada sobre el mismo. Esta situacion deja traslucr la verdadera limitacion del conocimien- to de la biodiversidad por el ser humano: su in terés por ella y su capacidad de acceso, estudio. Investigacion Las aves han despertado la curlosidad del hombre desde antiguo y muchas personas se Diente y Desaroto. Enel seno de dis 29 de diciembre es celebrado eet peereetnentee Estrategia do Ged age8, 2004) 990 Blan de Accion (1999- En inalciase.han vendo de sarotondo ls vobalos priming. fez para le redaceon ea Eats. {gla Andaca pa ‘lan y Uso Soatenible do la Diver ‘Sidad Botogiea a Instaneas do ia Consejerta‘da Maio Ambient para cortinuar su moduracén con faves posteeres de parcipacion debate retexon po seas tom EW ered La Biodiversidad eescacreeat ta ee eer eee es cee ee Sree aeaee eect niare aiisicmeel oases eed pea ease eee ‘mado por mas de 250 paises, Gaga Parte Gontrotante paises tue raiicron el mises; quedo Gomprometca al desarol does: trates 0 panes cue venperan Estrategia Espaiots para ta ‘proceso a lo largo dl ano 200¢ SS naldades ce esta Estrategia [Andaluza sobre Biodveridnd 2) ome ae fe Estrategia Andaiuza {de Educacion Ambiental ue he Basos de 30 laboracén muy re lntemonie, an ago considers. dss en's "Agenda 24 Andaue Sue consti Ta basa aol Pacto Andis pr ol Meaio Ambiente t Desarlo Sostenbie 2792 frenco'sn Andaucia tendre gar tstmiso Quran el 30 2000 m cles de animales invertabrados artr6podos, lo que demuestra el gran éxito evolutivo del grupo Yu capacidad de colonizacion de los medios 26100 y acuélico. Artpodos son las arafas, los clempiés, los cangreos y os insectos; éstos Gl ‘mos abarcan précticamente 800.000 espe- cies -que muy posiblemente no constituyan mas que el 10% de los insectos del planeta-, {Ge las que unas 300.000 son escarabajos. Se in esto, no nos deberia causar extrafieza esa “inmoderada afcion de Dios por los escaraba- 40s" que tan irénica pero nada descabellada- ‘mente apuntara J.B.S. Haldane (18921964), al ‘analzar objetivamente los resultados de lo que debi ser a creacion divin. Los escarabajos son animales relativamen- te pequefios, @ menudo infimos, ocupan habi- tats frecuentemente inaccesibles -como la copa de los grandes érboles de las pluvisivas tropicales- y aunque también han despertado interés y la curiosidad de muchos natura. listas, su caso no es comparable al de las ‘aves. Teniendo en cuenta el ritmo al que se han Ido incorporando nuevas espe- cies a este grupo, cabria esperar que en los préximos afios el niimero fuera ore- ciendo progresivamente de una forma acelerada, tanto por los avances en la tecnologia de la investigacion cientfica co- mo en las posibilidades de acceso a los ha bitats de estos seres vivos, La estimacion establece que la proporcién actualmente conocida de artr6podos respecto a otras especies de seres vivos se queda bastante corta, ya ue éstos deten constituir entre el 80 ye! 90 % de todas las especies de organismos vos. Les queda mucho trabajo por delan te a los z06logos en general y a los ento- mélogos en particular para que Ia biod versidad catalogada comience a aprox marse a la dversidad de vida del pla neta. Segiin parece, los (<3 boténicos han cumpli- do bastante bien su tarea y no se sospecha que vaya a aumentarse de masiado el catélogo de las 248.400 es pecies de plantas superiores conocidas. Pues bien, si este es el panocama que afecta a las especies visibles, conspicuas, que viven en ecosistemas relativamente bien estudiados, zqvé decir de los seres mi ‘eroscopicas, 10s organismos unicelulares: y las formas acelulares, virus, que existen en los distintos medios de nuestro planeta, e incluso de Ios recientemente debatidos nano- bios?, zy de aquéllas otras que viven en me dios tan “inaccesibles" como los océanos? El reto para hacer aflorar a la superficie el “iceberg” de la biodiversidad est sobre los hombros de la comunidad cientifica interna ional, pero el conjunto de la sociedad mun dial tiene mucho que aportar en ese reto, ala ditima —Est8 aceptado que la vida ‘extincién? _aparecié on la Tierra hace 3.500 millones de afios, pero tal vez fue hace 4,200 millones, ya que existen f6sllesseliquias de algas verdeazula- das de 3.500 millones de afios de antighe ‘dad, pero la ausencia de un registio {sll de la vida primitva anterior no ha permitide con- cretar con mas exactitud el momento del or ‘gen de las primeras formas vivas. En todo ese tiempo de historia de la vida en el planeta Tie- 11a, la evolucién de los seres vivos no ha sido recisamente regular y homogénea, sino que ha estado salpicada desordenadamente de grandes altibajos, de momentos de esplendor y de tremendos momentos catastioficos, to- dos ellos achacables a causas naturales, fur- ddamentalmente geolbgicas, climaticas y c6s- micas. Las “naturocatéstrofes” dieron lugar a grandes “naturoextinciones” en las que deso- parecieron de forma natural un nmero impor tante de especies que permitieron el origen y ‘expansion de otras nuevas. Cinco han sido las “naturoextinciones” acaecidas en la histo- fia natural, 1a primera hace 440 millones de afios y la “peniiltima” hace 65 millones de ‘fos, con la desaparicion de los dinosaurios, ominantes en el periodo anterior, que favore- 6 la diversificacion de los mamiteros. Esta de hace 65 millones de afos la he- mos sefialado intencionadamente como “pe- naltima” porque cestaré comenzando la que sera la definitiva utima gran extineion, como ‘uguran algunos autores? Se han aportado ra- zonamientos, argumentos y alguna prueba ‘que pretenden apoyar esta idea. Lo cierto es ue existe una diferencia importante entre las cinco anteriores y ésta. Mientras aquéllas fue- ron extinciones que se debieron a causas ‘on un origen en las entrafias de la propia Naturaleze, la que puede ser la sexta extincién tiene un oxigen bien distin- to, en el que el hombre es el prota- gonista principal. Se trata mas bien de una “antrepoextincién” causada por la accién del hombre en la Tierra, cuya ta- ‘8a de extincion podtta legar a ser 400 veces superior a Ja de nuestro pasado geo- V6gico reciente La actividad humana ac- tual arrastra graves amena 2as para la biodiversidad: estruccion de habitats y de- saparicion de ecosistemas, so- breexplotacion de especies y recur 05 naturales en general, contaminacién l/ [4 Sew, pes. | ey fe) y cute mM rales (distintos ‘acentos, habitos, gustos, intereses, ec.) Al final se hace ‘una puesta en comin donde se desta- ‘que la existencia de diferencias entre nosotros y la importancia de estas como r- ‘queza biol6gica y cutural El teatro de ta realidad: diversidad de opiniones La diversidad en el campo de la opinion se tra duce en tolerancia (participacién a través del ‘jrcicio de la conversacién y del respeto hacia las distintas opiniones). Este concepto puede ser trabajado a través de un juego de roles en el que se debate una situacién conflctiva rela- cionada con el uso de un tentorio donde se en: ccuentra un bosque mediterranea, Se pretende, ‘ademss, fomentar el sentimiento

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