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Soy Jesús Estoy Vivo
Soy Jesús Estoy Vivo
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Te espero en el Sagrario porque te amo
100 milagros de la Adoración en Postración
Ilustración portada:
© Laura Sofía Páez Aranguren (12 años) y © Juan Nicolás Páez Aranguren
Editado e impreso:
en Colombia por
© Marcela Aranguren Riaño y © Biografías Personalizadas
en México por
María Corredentora Editorial - Israel Meza
Promotores y Fotografías
Roger José Parra Chávez
Apostolado de Grupos de Adoración en Postración Eucarística
¡Soy Jesús,
Estoy Vivo!
Te espero en el Sagrario porque te amo
100 milagros
de la Adoración en Postración
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dedicatoria
A Dios,
a la Santísima Virgen,
al alma de mi padre Hectícor,
a mi santa Madre Marujita,
a mis hijitos Laura Sofía y Juan Nicolás,
a mi amado e incondicional esposo Juanchito,
a mi hermano Diego Mauricio
a mis sinceros amigos, creyentes y no creyentes,
al apostolado ÁGAPE
a toda la Comunidad Católica.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Agradecimientos
A Dios Padre y a la Virgencita, en primer lugar, por haberme encomendado esta misión
para la cual me prepararon desde siempre. Espero que la tarea esté bien hecha y to-
que el corazón de muchas personas.
A Roger Parra: por haber confiado en mi cuando yo era una total desconocida para él;
por permitirme contar su vida a través de estas páginas, por su apoyo, su orientación,
sus oraciones, por cada persona con la cual me contactó y cada testmonio que puso
a mi disposición, facilitándome el insumo para este libro.
A todos y cada uno de los testigos: por abrir sus corazones y contar sus historias más
íntimas, permitiéndome darlas a conocer, quiera Dios a miles de personas en el mundo
entero. Que sus vivencias sean fuente de inspiración y motivo de fe para muchas almas
que buscan a Cristo.
A AGAPE: a todos y cada uno de los miembros del Apostolado que de una u otra ma-
nera me facilitaron el acceso a las personas, los testimonios, el material audiovisual y
gráfico, aprovechado en este compendio.
A los lectores: por permitirme llegar a sus vidas con este libro que ojalá les deje algo
valioso en la búsqueda de su fe.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
A los cinco años de edad tuve mi primera conexión consciente con Dios, a tra-
vés de un sueño que marcó mi vida para siempre, al punto que casi todos los
días lo recuerdo tan vívido como cuando era una pequeñita: vi su rostro que
cubría absolutamente todo el cielo, enmarcado por un firmamento nocturno
lleno de estrellas; estaba adolorido y martirizado por la corona de espinas que
le hacía gotear sangre por sus mejillas; sus ojos entristecidos, llenos de lágrimas,
miraban hacia arriba, como suplicando clemencia al Padre Celestial.
Desde esa corta edad también anhelaba ser periodista, deseo que la Provi-
dencia Divina me concedió a los 22 años cuando obtuve mi título profesional.
Luego, abrigué otro sueño más ambicioso: ser biógrafa… inicialmente de los
famosos… claro, típico pensamiento juvenil de quien se deja deslumbrar por las
figuras mediáticas y de moda.
El tiempo me ayudó a madurar esa idea y un día comprendí, que los famosos no
necesitan biógrafos, pues ya tienen demasiados seguidores y “paparazzi” que
hasta pueden vender su alma al diablo para escribir la historia, real o falsa, de
una “celebridad”.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Una tarde de julio de 2022, mientras adelantaba mis quehaceres típicos de una
periodista que también se pone a diario la camiseta de “madre de familia”,
busqué en YouTube las novedades del canal Mundo Católico, conducido por
Cecilia Valderrama, acompañada ese día por el predicador Pablo Vivas.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
… respondió Pablo Vivas, así dio la bienvenida y presentó al invitado quien delei-
taría a la audiencia con “La Palabra de Dios y el poder de las postraciones” (así
bautizaron el programa en esa ocasión).
Con esa “sed de Dios” y esas ganas de “devorar” los interesantes temas que se
tratan a diario en Mundo Católico, no me despegué de mis audífonos para se-
guir la transmisión completa durante 1 hora y 32 minutos. Cada palabra, cada
frase, cada episodio narrado por Roger y el desglose del mensaje que la Santa
Virgen le dio a través de una vidente vietnamita (el miércoles 5 de julio de 2017,
en la Iglesia Santo Tomás de Aquino, Sugarland, Texas, Estados Unidos), me de-
jaron impactada.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Buenos días Marcela. Soy Roger Parra. Quiero darle las gracias por ha-
berme escrito. Qué bendición tan grande de Dios son todas las dulces
palabras que utiliza para escribirme lo que el Señor le ha inspirado; no
tengo ninguna duda de eso. No puedo negar que aún estoy conmo-
vido por lo que he leído. Qué le puedo decir: si el Señor la ha inspirado
para que escriba algo sobre mí, solo le puedo decir que mi vida no
tiene tantas cosas que resaltar, ha sido una vida normal, de mucho
pecado. No sé ni qué decirle. Estoy tan gratamente sorprendido y solo
se me ocurre decir, ¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué grandes son sus
obras! ¡Qué inescrutables sus caminos!
Y tal como dijo Roger en su mensaje, ¡Dios nos fue guiando a los dos! …y así lo
hizo a lo largo de un año entero, pues desde ese agosto de 2022 hasta agosto
de 2023, no hubo un día de esos 365, que este libro haya dejado de llamar mi
atención, se convirtió en la misión, la visión, la ruta y el fin.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Y así, día tras día, entre una y otra entrevista, vía zoom, video llamada, teléfono,
audios de WhatsApp, correos electrónicos, desgrabación de audios de YouTu-
be, conversaciones (muchas de ellas con más pinta de confesiones que de se-
siones periodísticas), transcurrieron los meses, recopilando cientos y cientos de
páginas y archivos.
Hoy, entrego esta obra a mi Señor Jesús, esta tarea que me encomendó, la
cual espero sea de su agrado y para el beneficio de muchas personas. Ha sido
una labor realizada con altibajos y seguramente con varias imperfecciones pero
honestamente con el mayor amor y agradecimiento al Creador, que hoy me
brinda la oportunidad de cumplir esta promesa.
¡Gracias, Padre. Este libro es Tuyo. Bendícelo y permite que toque miles
de corazones (empezando por el mío), para que nos acerquemos al
Sagrario, a alabarte y glorificarte. Solo allí encontramos la respuesta a
todas nuestras preguntas, la solución a todos nuestros problemas, la
cura a toda enfermedad, la paz, la protección, la esperanza, la ale-
gría para seguir adelante, el consuelo y el amor verdadero!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Quise dejar estas cuatro entrevistas en este capítulo, teniendo en cuenta que
la transmisión del primer programa de Mundo Católico con la intervención de
Roger Parra, marcó sin duda un antes y un después en la misión del apostolado.
A partir de dicho programa (destacando obviamente la ingente labor realizada
los cinco años anteriores por Roger y sus primeros seguidores), se empezaron a
conocer y a difundir las postraciones en todo el mundo de manera providencial,
tocando miles de almas y cambiando muchas vidas.
El libro cierra con el capítulo de “La Adoración en Postración bajo la óptica sa-
cerdotal”, con los testimonios de 12 sacerdotes convencidos (como todos los
testigos de este libro), que: JESÚS ESTÁ VIVO Y REAL EN LA SANTA EUCARISTÍA,
CON SU CUERPO, SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cada uno de los 100 testimonios se puede concebir como una “cápsula mi-
lagrosa”, hablando en sentido figurado, que se puede consumir (leer), por lo
menos una (1) diaria.
Luego, el lector podrá deleitarse con los milagros y frutos que ha venido dando
la Adoración Eucarística en Postración, a través de los testimonios que confor-
man la centena, los cuales están ordenados alfabéticamente, pues ninguno es
más importante que el otro, todos son igual de valiosos; tal vez unos más exten-
sos, otros más breves, pero sin duda todos con su belleza y esplendor.
Pues bien, es tan extraordinaria la curación física de un paciente con una en-
fermedad terminal, una patología crónica, una adicción o un diagnóstico “in-
curable” a los ojos de la ciencia, como la liberación de una obsesión diabólica,
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El solo hecho de pensar en Dios, recurrir a Él, pedirle perdón y entregarnos en sus
brazos, ese es ya el mayor milagro; reconocer su grandeza, nuestra pequeñez
postrándonos a sus pies y ser conscientes que Él realmente está vivo en el pe-
dacito de pan que se convierte en su carne viva, en ese sorbo de vino que es
su sangre del tipo AB (confirmado por la propia ciencia a través de los milagros
eucarísticos), ese ya es un milagro. No lo digo yo, eso lo reiteran los 100 testigos
que lo cuentan en este libro.
Su corazón palpita de amor por nosotros y nos espera allí cada día,
anhela nuestra visita, espera que nos postremos con humildad a sus
pies. Maravilloso si podemos hacerlo físicamente, pero principalmente,
postrémonos con el corazón.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Índice
# Testimonio Página
4 Testigos y Apóstoles..........................................................................79
2 Cecilia María Valderrama Saldívar................................................. 80
3 Mauricio Alfonso Guízar.................................................................... 84
4 Pablo José Vivas Díaz...................................................................... 103
5 Ysnaldo José López González........................................................ 115
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Roger José
Parra Chávez
El elegido por Dios para difundir
la Adoración Eucarística en Postración
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cincuenta años antes de su nacimiento, en Santa Cruz del Zulia, pueblito natal
de su papá, ocurrió un suceso milagroso: el 11 de noviembre de 1911 (11/11/11)
unos pescadores estaban en peligro de morir ahogados, y temiendo por sus vi-
das, cortaron el tronco de un árbol dentro de la embarcación donde viajaban,
con el fin de darle más fuerza al vapor de la nave; cuando abrieron el tronco,
se encontraron una cruz estampada en alto relieve en uno de los lados, y en el
lado opuesto en bajo relieve. De allí nació el nombre de la población.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Abandono paternal
Su papá, Ramón Antonio Parra Fernández, dejó abandonada a su mamá, Les-
via Graciela Chávez de Parra, el mismo día de la boda, en plena luna de miel.
… y esa noche no volvió… regresó varios días después. Eso se convirtió en una
constante, porque su papá muchas veces se iba y volvía a la semana, al mes,
era un frecuente ir y venir. Los dejaba solos, primero a su mamá y, después, a
sus cuatro hijos. Roger recuerda escenas de cierta violencia doméstica porque
cuando su papá tomaba, se tornaba violento y los hacía sufrir.
Él también tuvo una historia triste (el padre de Roger), no conoció a ninguno
de sus padres. Al parecer, su papá murió antes de que él naciera y su mamá lo
abandonó, quedando al cuidado de unos familiares despiadados que lo ama-
rraban de uno de sus piecitos a un árbol en una finca; lo torturaban con la excu-
sa de que no se escapara, porque no hacía sino llorar y pensaba en irse a buscar
a su mamá. Tuvo una infancia muy dura y terrible, por falta de amor y ese vacío
lo buscó -como después lo haría también Roger- por caminos equivocados.
Su papá tuvo dos fincas pequeñas en los alrededores del pueblo de El Gua-
yabo, pero las vendió y despilfarró el dinero. En consecuencia, desde su niñez,
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Roger y su familia sufrieron una infancia muy pobre. Cuando Roger tenía tal vez
cuatro o cinco años de edad, su papá se fue definitivamente y sólo volvió unos
cuarenta años después, poco tiempo antes de morir en la casa de su esposa a
quien había abandonado.
Roger jamás recuerda que su mamá hubiese reunido a sus hijos para hablarles
del abandono de su padre, de sus difíciles problemas, o de otros asuntos fami-
liares en particular, tampoco para rezar el Rosario, ni para llevarlos a Misa, pero
siempre ha sido una muy buena mujer que los educó, en medio de sus limitacio-
nes, con su ejemplo de vida.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Lo usual era que las familias humildes compraran un juego de sillitas de mimbre
muy sencillas que traía una frágil mesita de cristal, como lo hizo su mamá. Un día
en que su mamá se fue a trabajar a La Quesera, Roger se quedó solo, estaba
jugando en la sala, y dando vueltas a su alrededor, tropezó con la mesita, tum-
bándola y rompiendo el cristal. Se llenó de vergüenza y preso del temor, esperó
hasta la noche a que su mamá regresara del trabajo. Se paró en la puerta, es-
condiendo en su espalda una correa y cuando ella llegó, le dijo:
En alguna oportunidad, cuando tenía unos cinco años, sintió atracción hacia el
sacerdocio por un jeep que transitaba con dificultad sobre los vestigios de los
antiguos rieles del ferrocarril, por el centro del pueblo, con un megáfono ruidoso
que repetía una canción cuya letra no olvida: “Misionero, misionero, mensajero
del amor, que pasas por aquí, difundiendo vas así en el nombre del Señor, el
mensaje del Amor…” En ese momento sintió en su corazón una atracción espe-
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cial por las cosas de Dios. Y aunque la vocación sacerdotal no fue su elección,
como lo narra más adelante, su amor por Jesús fue creciendo o, a veces decre-
ciendo, como lo reconoce con dolor.
El solitario autodidacta
que no quiso ser sacerdote
Por esa época, Iralis Chiquinquirá, su hermana mayor, ya iba a la escuelita pri-
maria; Roger todavía no tenía edad para estudiar porque era muy pequeñito.
Desde que tuvo uso de razón, recuerda verse como un niño solitario la mayor
parte del tiempo. Las reuniones para la formación en familia, nunca hicieron
parte de sus costumbres.
Por aquellos días se dio la visita del Obispo al pueblo y eso fue todo un aconte-
cimiento. Ya su mamá se había percatado que había empezado a leer por su
cuenta y se fue donde el Obispo con “su pequeñito”, quien, además de bajito
de estatura, tenía en esa época escasos 5 años. Su mamá se acercó al Obispo
cuando terminó la Misa y muy orgullosa le dijo:
Entonces, ella abrió un libro que llevaba y puso al niño a leer. Leyó bien, pero el
Obispo no quedó convencido y dijo:
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Roger le contestó:
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“Mama Delia” llegó a la hacienda del bisabuelo de Roger, un hombre muy rico
que hasta tenía un pequeño pueblo, una capilla, una pulpería y hasta una cár-
cel en su hacienda; y cuando los obreros se portaban mal, ella misma, distin-
guida por ser autoritaria y de carácter fuerte, los mandaba al “cepo”, como le
decían a esa prisión.
Él no recuerda gestos de cariño ni buenos tratos. En verdad la suya era una fa-
milia desordenada por todos lados, donde primaban el materialismo, la insensi-
bilidad y la discriminación.
Con “Mama Delia” vivió solo un poco menos de un año y allí estudió tercer
grado de primaria en el Colegio Parroquial Sucre. Durante esa época se sintió
muy solo. Su mamá seguía trabajando en El Guayabo como secretaria, luego
se mudó a Colón, donde alquiló una casita cerca de la abuela, y nuevamente
Roger se fue a vivir con ella.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Pero, ¿de dónde viene esa inspiración cuando se es tan solitario y no se cuenta
con el apoyo de los seres cercanos? Pues, aunque de niño y de joven él no lo
sabía, ahora comprende que esas inspiraciones le venían, -sin duda- del Padre
Nuestro que está en el Cielo y también en la Eucaristía.
Sinsabores y desafíos
para graduarse de bachiller
Cuando terminó su tercer año de bachillerato, tuvo que despedirse de su ama-
do “Colegio de las Monjas”, pues éste sólo impartía educación gratuita hasta
el tercer año de secundaria. Por tal motivo se fue a la ciudad de Maracaibo,
Estado Zulia, en la costa noroccidental del país, cerca de la Guajira colombo-
venezolana. Allí estudió un año completo: el cuarto de bachillerato en el Cole-
gio Fátima, al cual solo asistían hijos de familias de clase alta.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ese año para Roger fue maravilloso, uno de los mejores de toda su vida. Le pi-
dió a Dios discernimiento sobre su futuro y finalmente comprendió que no tenía
vocación sacerdotal. Recordaba la anécdota de cuando tenía cinco años y le
preguntó al obispo si los sacerdotes se podían casar, y al igual que en aquella
oportunidad cuando el religioso le respondió que no, el joven prematuro en-
tendió en el Seminario que Dios lo llamaba a la vida matrimonial y no para ser
sacerdote. Además, desde su inolvidable 17 de septiembre de 1978 se había
hecho novio de su amada María Eugenia Villasmil Paz, quien sería su esposa y la
madre de sus cuatro hijos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
A partir del segundo año, consiguió un mejor empleo que le permitió pagar
una residencia cerca de la Universidad y sus estudios. Así no tuvo necesidad de
seguir viajando “pidiendo colita” de Colón a San Cristóbal. También pudo con-
seguir una beca que le cubría parte del valor de la matrícula. Con esta beca y
el sueldo que ganaba, le fue posible costear sus propios estudios. Los cinco años
de su carrera trabajó con abogados honorables que le tendieron la mano, entre
ellos recuerda con corazón agradecido a los doctores Darío Jaimes Vanegas,
Francisco Fontiveros, Héctor Armando Jaime, y Freddy Vivas Sivoli, su padrino de
promoción.
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María Eugenia ha sido una esposa buena, dulce, linda, paciente, comprensiva,
prudente y reconciliadora, le ha perdonado sus muchas infidelidades. Ella es la
persona que más ha amado a Roger y él reconoce con tristeza que no ha sabi-
do valorar tan grande tesoro del Cielo.
Del fruto de su amor nacieron cuatro hijos: María Verónica, María Graciela, Ro-
ger Luis y Roger José. Tienen tres nietos, dos de su hija mayor y uno de su hijo me-
nor. Cuando se casaron comenzaron los problemas de Roger por su egoísmo,
especialmente en el consumo de alcohol y el adulterio. Él pensaba que tenía
derecho a ser feliz recibiendo en otros brazos el amor que le fue negado desde
su infancia. Confiesa avergonzado que el mundo, satanás y su propia debili-
dad lo sedujeron. Acepta que sus culpas no se dieron durante el noviazgo, sino
después de casado. Cometió muchos errores, fue un gran pecador, aún lo es,
pero ahora lucha por no pecar tanto y le duele cuánto ha ofendido a Dios. Se
encuentra en un proceso de conversión interior.
Con otra esposa sin duda su matrimonio se hubiese acabado, pero María Euge-
nia siempre lo ha amado mucho, ha sido paciente, bondadosa, y le ha perdo-
nado sus infidelidades.
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Cuando llegó a la curva de los cafetales, que es muy larga, vio a la orilla del
puente una pequeña luz, muy bajita, pero sobresaliente en la oscuridad y en
medio del torrencial aguacero; parecía esos “mechurrios” (llamas) que ponen
los conductores de tractomulas cuando hay un accidente. Se extrañó que no
se apagara, a pesar de la fuerte lluvia y llamó poderosamente su atención ver
cómo esa pequeña luz iba creciendo cada vez más. De repente, tomó la figura
de una mujer, totalmente desnuda, hermosísima, de piel morena clara y rostro
precioso; por la piel le bajaban las gotas de lluvia. Roger solo se preguntaba de
dónde había salido esa mujer. Se sorprendió, sintió miedo y cuando se aproximó
a ella, la mujer se acercó a la camioneta con la intención de que la atropellara.
Él se fui orillando hacia el costado izquierdo con el fin de no arrollarla, pero el ce-
rro que limita la vía no le permitió alejarse más. La mujer ya estaba justo al lado
de la puerta de la camioneta y tan pronto vio al hijo de Roger dormidito, se puso
tan furiosa que hizo un gesto muy horrible y su cara se convirtió en un demonio.
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vidrio, que quedó marcado en la camioneta. Cuando ella hizo eso, Roger ace-
leró y alcanzó a escapar del sitio. La describe como una experiencia aterradora.
Hace tal vez tres años, Ricardo Moncada, amigo de Roger, lo llamó llorando, lo
cual es muy extraño en él, pues no es muy sentimental (… Roger sí se considera
muy llorón). Él estaba muy impactado y le preguntó:
“Sí, pero no es como usted lo está contando. Era una mujer hermosísi-
ma”, le dijo.
Ricardo le replicó:
Roger le explicó que el golpe lo había dado con un mecate, pero él le refutó:
Usted vio un mecate, pero en realidad era una barra de hierro con
púas.
Roger aclara que Ricardo no es ningún profeta ni tiene visiones… nada de eso.
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Entonces, esa noche, escuchó con mucha claridad una voz fuerte que le
dijo:
“Apaga el televisor”
Presuroso apagó la televisión con el control remoto. Luego, la misma voz le dijo:
“Enciende la luz”
Su hijo Roger José estaba dormido en un sueño profundo, y con los ojos cerrados
se levantó, se acercó a su papá y le dio un poderoso abrazo, prolongado, fuer-
te, como el de un hombre grande y lo sostuvo un largo rato entre sus bracitos.
Luego se volvió a acostar y siguió durmiendo. De esta vivencia Roger escribió un
breve poema el cual tituló: “La noche de aquel abrazo”.
Después que su niño se acostó, se puso de rodillas a llorar, pero no con lágrimas
de dolor sino de alegría y sorpresa… ese abrazo le dio una paz que hasta ese
momento nunca había experimentado.
Estando de rodillas llorando, de repente vio en una visión muy fugaz que del Cie-
lo salió una luz grande y brillante, parecía un meteorito descendiendo a la Tierra,
a la cual vio de color azul con sus continentes y océanos, como se ve en las fo-
tografías espaciales. Esta brillante luz bajó, entró al globo terráqueo, descendió
a América, después a Venezuela, pasó al Estado Táchira, luego a San Cristóbal
y finalmente llegó a su casa. Esta visión ocurrió en fracción de segundos, muy
fugaz. Él sólo pensaba:
Entonces comprendió que era una luz celestial, la misma que le había dado esas
órdenes, la que entró en el cuerpo de su hijo, y la que le dio el abrazo a través
de él… supo sin duda que había sido Dios, y se dijo a sí mismo que ese viaje tan
largo del Señor que fue a su casa solo para darle un abrazo debía significar que
Dios tenía alguna misión para él. Ese pensamiento también fue fugaz. Todavía
no salía de su asombro y no paraba de llorar.
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“No sé cómo será, pero sé que usted va a estar al lado de una ca-
rretera. Creo que se desinfla una llanta de su carro o sufre una avería
mecánica. Usted se hace a un lado de la vía y está como inclinado al
lado de su carro, tal vez está cambiando la llanta o algo así… ahí lo
van a matar”
Él le preguntó:
Ella le respondió:
Sólo hay tres cosas que usted tiene que hacer: vaya a Misa, confiésese
y comulgue. Con eso es suficiente. Eso le va a salvar la vida.
Ella le dijo:
Mi amor, quiero que sepas que están saliendo sapos en la casa; pri-
mero yo veía muchos sapos muertos, pero ahora están saliendo sapos
vivos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
ta. Él les dijo varias veces que no estaba interesado en ese juego, pero ellos se le
fueron acercando, lo rodearon y lo acorralaron justo en su carro, hasta que ya
no pudo moverse.
En ese preciso instante a la estación de servicio, que estaba desolada, llegó una
vieja camioneta tipo pick up color celeste y el señor que la conducía pegó un
fuerte grito, diciéndole a Roger:
Con esa sola voz, estos tres hombres que lo rodeaban y cuatro más que estaban
vigilando, siete personas en total, salieron corriendo despavoridos, atravesaron
la carretera y se escondieron en la maleza que había del otro lado. Inmediata-
mente se acordó de las palabras de la vidente católica de Puerto Rico:
Inmediatamente se dio la vuelta para darle las gracias al señor que con su grito
lo había salvado, pero allí no había nadie: ni el señor ni la camioneta.
Un amigo de Roger que conoce de estas cosas, le dijo que definitivamente era
su ángel de la guarda.
Transcurrido tal vez un mes de ese incidente, Roger estaba leyendo la prensa, en
su país y se encontró con la noticia de que en una estación de servicio cercana
a la de su incidente, desconocidos habían asesinado a una persona mientras
surtía de gasolina su vehículo, engañándolo con el juego de la tapita.
Dos veces fue apuntado con un arma de fuego por problemas entre clientes
de un restaurante que él tenía a las afueras de Colón. En la segunda de estas
ocasiones se interpuso entre dos hombres que estaban armados, enfrentados
el uno contra el otro y se amenazaban de muerte; gracias a la Divina Misericor-
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
dia, los hombres bajaron y guardaron sus armas cuando él les habló. Después
supo que uno era policía y el otro militar, y de tiempo atrás tenían problemas
personales.
“Rooogggeeerr”
Ambos quedaron fríos. Los maullidos eran horribles, pero fue más impactante
cuando el gato pronunció su nombre en son de burla.
Algo similar le ocurrió cuando iba a fallecer el primero de sus cuñados, Grego-
rio Morales: vio que le cortaban una pierna y que nunca más se pararía de la
cama. Luego le cortaban la segunda pierna y después de cortársela, fallecería.
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Así ocurrió, excepto que solo le amputaron una de las piernas. No volvió a levan-
tarse y al poco tiempo murió.
Una de las experiencias más fuertes fue el caso de su yerno Freddy Finol: un día,
Roger presintió que alguien muy querido iba a morir ese mismo día y, sentado a
la mesa a la hora del desayuno, se lo dijo a su esposa muy preocupado:
Hoy a las 4:30 de la tarde va a pasar algo muy feo, muy grave, no sé
qué es, pero así lo presiento.
Ante ese presentimiento, le dijo a María Eugenia que a las dos de la tarde iba
a empezar a rezar para que Dios le diera luces de lo que podría ser. Increíble-
mente, ese día, un señor que nunca los visitaba, llegó a la casa sobre las 12:30
pm, en compañía de su hija, para pedirle consejos pues la joven enfrentaba
una crisis existencial. Accedió a atenderlos rápido con la firme intención de
desocuparse pronto de ese compromiso para no posponer su oración prevista
para las 2:00 pm.
Sin embargo, estas personas se demoraron más de lo esperado. Ya sobre las 4:00
pm les pedía que se retiraran, pero ellos, sobretodo la joven, no querían irse. Lo
distrajeron y no le fue posible orar ni preguntarle al Señor qué iba a ocurrir ese
día. Cerca de las cinco de la tarde, estando todavía atendiendo al hombre y a
su hija, sonó el teléfono; al otro lado de la línea les informaban de una trágica
noticia sobre su yerno Freddy, el esposo de María Graciela: había sufrido un ac-
cidente, un choque siniestro, terrible, contra una gandola (tractomula, o trailer
de gran tamaño). Allí murió su yerno tan querido y su carro quedó totalmente
destrozado. Destrozados también quedaron los corazones de ambas familias. El
accidente ocurrió exactamente a las 4:30 pm.
Su hija y Freddy llevaban un año y medio de casados; los dos estaban muy ena-
morados; del matrimonio no quedaron hijos. Ya han pasado casi nueve años de
ese penoso suceso y aún lo lloran.
Eso fue como una cosa del demonio, porque ese señor nunca los visitaba y llegó
con la hija a pedirle consejo; extrañamente, a todo lo que les aconsejaba reci-
bía una negativa, entonces, Roger no entiende a qué fueron a su casa, ninguna
de sus propuestas les sirvió y solo se empeñaron en alargar la conversación.
Algo muy curioso es que, esa mañana, horas antes del siniestro, su esposa se
había aplicado unas gotas para refrescar los ojos. Cuando se las aplicó, el ros-
tro se le marcó como una careta de risa burlesca: desde sus ojos bajaban unas
lágrimas rojas, como de sangre, que llegaban a la comisura de sus labios, como
cuando alguien llora demasiado… ¡algo impresionante! Entonces, su esposa fue
a donde una vecina que trabajaba con un oftalmólogo para comentarle lo
ocurrido. Cuando su vecina la vio, le dijo:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El mensaje de la Virgen
que cambió su vida para siempre
La relación de Roger con Dios siempre ha tenido muchos altibajos: por momen-
tos, se ha sentido cercano a Él y en otras ocasiones, ha estado totalmente apar-
tado. Ésa ha sido su eterna lucha, durante muchos años.
Sin embargo, aunque no era ajeno a las cosas de Dios, reconoce que era un
“católico light”, hoy día él prefiere decir que era un “católico hipócrita”, de
apariencias, superficial, poco comprometido. Pero en 2017, su vida cambió
para siempre.
Estando en San Cristóbal, por esos días en que Roger y María Eugenia buscaban
diversas maneras de hacer que Chelita saliera un poco de su dolor, recibieron
una invitación para asistir a una Misa con un sacerdote español muy recono-
cido, quien iba a celebrar la Eucaristía y luego a hacer oración de sanación y
liberación con exposición del Santísimo. La Misa se celebró en el estacionamien-
to de la parroquia María de Jerusalén, junto a la iglesia de Cristo Rey las Lomas.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Como la capilla era muy pequeñita, se habían colocado carpas por todo el
estacionamiento para recibir a las muchas personas que asistieron ese día. Al
finalizar la celebración, el sacerdote expuso el Santísimo y luego bajó con Él en
sus manos de la tarima donde se había dispuesto el Altar; fue pasando por me-
dio de todos los asistentes y a medida que pasaba por cada fila de gente con
la Custodia, todos iban cayendo de rodillas… todos menos uno: Roger, quien
hasta ese día estaba convencido que Jesús sí estaba presente en la Eucaristía,
en la Hostia consagrada, pero pensaba que, al finalizar la Misa, Jesús se iba. De
hecho, cada vez que Roger veía exposiciones del Santísimo, pensaba:
Por estar arraigado a ese pensamiento, cuando el Santísimo pasó por su lado,
Roger no se arrodilló. En ese instante, escuchó en voz exterior, al lado de su oreja
derecha, dos palabras:
¡Me despreciaste!
Este episodio fue una preparación de lo que iba a venir para él con la divulga-
ción de la Adoración Eucarística en Postración.
Chelita vivió con sus padres un poco más de un año y luego decidió trasladar-
se a Estados Unidos, con el fin de revalidar su título de médico, e iniciar una
nueva vida. Sus padres la visitaban cuando las circunstancias económicas lo
permitían.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Roger quedó sorprendido con esas palabras y pensó para sus adentros:
Jamás le pasó por su mente que eso pudiese ser verdad. Inicialmente no le cre-
yó a esta mujer.
Cuando le dijo eso, Roger se sorprendió, pues ella no sabía nada de él, no le ha-
bía hablado absolutamente nada de su vida, y ni siquiera le había mencionado
que él era venezolano.
Y pensó que siendo ella vietnamita, que no lo conocía, que no hablaba bien el
inglés y menos el español, que no sabía que él era venezolano, definitivamente
había algo fuera de lo normal. La señora repetía “Kowtows”, una palabra tal vez
de origen chino que significa doblarse y poner la frente en el piso, en señal de
mucho respeto a Jesús Sacramentado. De hecho, estas mujeres siguen refirién-
dose a las postraciones con este término.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cuando ella dijo que Roger debía llevar este mensaje a Venezuela, él aceptó la
invitación de ir con ellas a hacer la adoración y estuvo acompañándolas apro-
ximadamente un mes, en otra iglesia ubicada en el condado de Sugarland,
también en Houston, dos o tres veces por semana. Ellas hacían la Adoración
Eucarística postradas, y Roger hacía la adoración sentado o de rodillas, pero no
se postraba.
Así lo hizo. Al otro día, 5 de julio de 2017, se fue temprano. Estaban haciendo la
adoración en la capilla de la parroquia, cuando ella de repente se levantó, lo
tomó del brazo y le dijo:
Lo llevó hacia el interior del templo principal y se arrodillaron frente a una her-
mosa imagen de la Virgen que hay allí. La señora que le había tocado el hom-
bro en aquel primer encuentro, iba con la líder y se encargaba de grabar el
mensaje.
Cuando la líder empezó a hablar, Roger sintió algo especial. La líder cambió el
tono de la voz, pronunciaba más pausado, no tartamudeaba como era habi-
tual en ella, hablaba con dulzura, pero él no entendía nada porque hablaba en
vietnamita. Eran palabras totalmente incomprensibles para él. Solo comprendía
las varias veces que ella dijo:
“José Roger”
Esto le pareció muy curioso, pues su nombre es Roger José pero la vidente repe-
tía “José Roger”.
Cuando ella comenzó a hablar, él, que estaba de rodillas, sintió como si alguien
hubiese puesto una mano en su espalda y lo empujaba con suavidad, lenta-
mente, a poner su frente sobre el piso. Así lo hizo. Se sintió bien, agradable, al
postrarse rostro en tierra. Allí recibió las palabras de la Virgen, pues ahora no
duda de su veracidad.
Cuando la Virgen terminó de hablar a través de aquella vidente, las dos mujeres
le dijeron que el mensaje lo iban a traducir al inglés y posteriormente él debía
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
traducirlo al español. Que debía esperar algunos días para conocerlo en su to-
talidad.
Antes de las dos semanas, las señoras lo citaron en la misma iglesia para entre-
garle el mensaje ya traducido al inglés. Él se apartó a un rincón del templo para
conocer el contenido y cuando empezó a leerlo, sintió una emoción indescripti-
ble. Lloraba sin cesar. Lloraba al comprender el infinito amor que Dios tiene a la
humanidad entera. Lloraba al conocer la magnitud de la misión que la Virgen le
había confiado. Lloraba porque supo enseguida que ese mensaje cambiaría su
vida para siempre. A partir de ese instante, nada volvió a ser igual.
Por eso, desde ese momento trata de ser una nueva persona, lucha contra sus
muchos defectos, vicios y pecados, se esfuerza para llevar adelante la misión
que la Virgen le encomendó.
Varias veces les sugirió que solicitaran la debida autorización, pero ellas ar-
gumentaban tener el permiso de Dios. Roger no está de acuerdo con eso,
pues Dios ha instituido la iglesia para que seamos obedientes a ella, a pesar
de los errores de algunos de sus miembros. De hecho, en el mensaje dado a
él, la Virgen le menciona la necesidad de que establezca contactos con las
autoridades de la iglesia y les de a conocer sus palabras. Por ahí comenzaron
las diferencias, y vino el distanciamiento, p ero manifiesta cariño y profundo
agradecimiento hacia ellas. Él continúa la labor de difusión que le encomendó
la Virgen, pero pide permiso a las autoridades eclesiásticas, mientras que ellas
insisten en no hacerlo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Discernimiento del
mensaje de la Santa Madre
Este mensaje se dio en la Iglesia Santo Tomás de Aquino en Sugarland Texas,
Estados Unidos, el día miércoles 5 de julio de 2017, a las 8:55 pm. En la recepción
del mensaje, debieron transcurrir entre 45 minutos y una hora, pero Roger no
puede asegurarlo, en verdad perdió la noción del tiempo. Cuando le entrega-
ron el escrito para leerlo, se sentó en las últimas bancas de atrás de la iglesia y el
papel original quedó lleno de lágrimas. Se preguntaba:
¿Por qué yo?
Salió con el escrito que contenía su mensaje. Se fue para el apartamento de su
hija en Houston donde lo aguardaba su esposa. Nuevamente lo leyó para que
ella lo conociese y, entre lágrimas le dijo:
Mi amor, yo voy a cambiar de vida. Quiero que sepas que de ahora
en adelante me voy a dedicar a esto; voy a dedicar todo mi tiempo a
cumplir la misión que la Virgen me ha encomendado.
En efecto, así ha sido. Desde ese 5 de julio de 2017, todos los días de su vida tra-
baja para difundir la Adoración Eucarística en Postración.
Los discernimientos del mensaje se han venido sucediendo lentamente, con el
transcurrir de los años. Por ejemplo, respecto de su deseo de que su tercer hijo,
Roger Luis, se ordenase sacerdote, la Virgen le había dicho:
“Debes saber que ese sueño de que tu hijo sea sacerdote, en tres años
más, habrá la respuesta. Recuerda: dentro de tres años tus sueños ten-
drán la respuesta” (Extracto tomado del mensaje de la Santísima Virgen)
Justo tres años después de la recepción del mensaje, es decir, en julio de 2020, su
hijo lo llamó para informarle que había decidido salirse de la institución religiosa
a la cual había ingresado varios años antes. Por tanto, la respuesta fue clarísima:
no se ordenaría de sacerdote. En otro punto del mensaje la Virgen le profetizó:
“Tú cantarás para que yo te escuche” (Extracto tomado del Mensaje
de la Santísima Virgen)
En la Adoración Eucarística en Postración se cantan canciones al terminar cada
oración. Durante los primeros años, Roger siempre debía pedir el favor a alguien
para que lo acompañara con las canciones, tocando la guitarra. Sin embargo,
a veces era un inconveniente porque en algunas ocasiones las personas no po-
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Viajó a Houston, Estados Unidos, con su esposa, con el propósito de visitar a su hija
y fue allí donde recibió el mensaje, el 5 de julio de 2017. A comienzos del mes si-
guiente, regresaron a Venezuela y el 10 de agosto él pidió permiso en una iglesia
para hacer la primera Adoración Eucarística en Postración de toda Venezuela.
El señor Obispo otorgó su visto bueno en forma verbal para que esta forma de
Adoración Eucarística se pudiese practicar en la Parroquia Cristo Rey, sector Las
Lomas, en la ciudad de San Cristóbal, y que desde allí pudiesen difundirse las
postraciones en su diócesis, autorizando a tales efectos a su párroco, el Padre
Laureano Ballesteros.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ataques
Algunos sacerdotes han creído en el apostolado, otros no, pero ha habido quie-
nes, además de no creer, han sido ofensivos.
Varias personas se han burlado de Roger llamándolo loco, fanático, musulmán,
estafador e iluso. Otras han sacado a relucir sus múltiples pecados para criticar
el apostolado:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Algo aún peor le sucedió en Montevideo, Uruguay: pidió hablar con el párroco
de una iglesia, quien accedió a escucharlo. Después de conversar y de ser in-
terrogado rudamente por él, este sacerdote se puso violento, lo ofendió, le dijo
palabras obscenas, lo botó de la iglesia diciéndole varias veces: “¡Te me largas
de aquí!”, se fue vociferando detrás de él hasta la puerta, y al llegar a ella, le dio
una patada en las nalgas, le volvió a vociferar groserías y le tiró la puerta.
En marzo de 2023 realizó una misión en varios lugares de México, desde gran-
des ciudades hasta pequeñas aldeas o “ranchitos” como les dicen allá. Todos
los días, durante 33 días seguidos se hizo la Adoración dentro de alguna iglesia.
Roger dictaba una charla o plática, enseñaba la forma de realizar la Adoración
Eucarística en Postración, luego se realizaba la Adoración en forma presencial,
y se concluía siempre con una Santa Misa. Uno de estos días, en alguna gran
ciudad, Roger y uno de sus compañeros en esa misión, fueron extorsionados por
una banda armada organizada que estuvo muy cerca de secuestrarlos. Logra-
ron escapar milagrosamente del secuestro, solo por la gracia de Dios. Esa misma
tarde en un pequeño pueblo de otro Estado, asistió una de las mayores canti-
dades de personas que él ha visto en una Adoración Eucarística en Postración.
En el pasillo central y en los laterales se habían colocado sillas plásticas pues las
bancas estaban llenas ... a reventar. El espacio reservado al coro en el segundo
piso no albergaba una persona más. Hasta en el acceso externo a la calle ha-
bía gran cantidad de gentes. El mismo cura párroco que autorizó la actividad,
estaba tan emocionado por esta demostración de amor de sus parroquianos
a Jesús Eucaristía, que dijo al terminar la Misa que allí había más de quinientas
personas. Con razón el enemigo infernal quería que él fuese secuestrado ese
mismo día en la mañana.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Frutos en Venezuela
En su país, Roger ha sido testigo de muchas conversiones, y ha visto el renacer
de varias parroquias que estaban en crisis. Recuerda el caso de la Parroquia
Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio La Castra, de San Cristóbal, Venezuela,
cuyo párroco, el Padre Hildebrando Ruiz, nacido en Medellín, Colombia, pero
ordenado de sacerdote y radicado en Venezuela, después de tener buen tiem-
po practicando esta Adoración junto con él y otras personas de su equipo que
lo acompañaban, todos los sábados a las 4:00 pm en el templo, le confió que
su parroquia estaba “caída”, pero cuando se empezaron a hacer las postracio-
nes, eso cambió. Una vez le dijo a Roger:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Estando en Tulsa, se acercó a algunas iglesias para solicitar los permisos respec-
tivos. En una ocasión fue con su esposa, acompañado de su guitarrita, a una
Hora Santa en la capilla de Adoración Perpetua de la Parroquia Santos Pedro y
Pablo, hicieron la Adoración en Postración. Después, una joven señora mexica-
na encargada de aquel turno de adoración le dijo:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Roger habló con ellos, don Lucio Muñoz y doña Silvia, su esposa, un matrimo-
nio encantador. Le permitieron hacer las postraciones las mismas tres horas que
ellos tenían: lunes, martes y sábados a las 8:00 pm. Así lo hizo. Ahí comenzaron
periódicamente las postraciones en Tulsa. Poco a poco empezaron a llegar más
y más personas. En esta capilla y en los otros templos, El Señor ha realizado cosas
extraordinarias.
Se comenzó con dos o tres personas; se fueron poco a poco sumando más feli-
greses y hoy se ha conformado un bonito grupo. A veces hay pocos asistentes,
pero en otras oportunidades se reúnen hasta 40 o más personas. Ahora no es
necesario invitar a los parroquianos. Simplemente la gente llega, se postra, reza,
ora y adora a Jesus Sacramentado, le habla en forma de diálogo franco y tier-
no de hijo a Padre, le canta, le alaba, le agradece, le pide, llora y ríe con Él. Los
devotos se han ido sumando en forma espontánea.
Este Libro le tomó más de un año escribirlo. Hubo días en que le costaba mucho
redactar, no le venían las ideas, pero en otros momentos, parecía que alguien
le hubiese estado dictando, pues la escritura fluía y era cuando más fuerte él
sentía la inspiración del Espíritu Santo. Roger no tiene duda de que fue Él quien
lo inspiró a escribirlo y en los días difíciles lo animaba a esforzarse.
Tulsa tenía dos clínicas abortistas. A los dos años de haberse iniciado las postra-
ciones, Tulsa fue la primera ciudad del Estado de Oklahoma en cerrar misterio-
samente una clínica abortista. Pocos meses después se cerró la otra. El 5 de abril
de 2022, el Congreso del Estado de Oklahoma, con una histórica votación de 70
votos a favor y solo 14 en contra, fue el primer Estado del país norteamericano
en dictar una ley que prohíbe el aborto, y lo considera abiertamente delito gra-
ve. Solo contempla la excepción de salvar la vida de una mujer embarazada
ante una emergencia médica.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ciertamente algunos otros Estados de la Unión como, por ejemplo, Texas, Missisi-
pi, Arizona, Kentucky o Florida, habían tenido intenciones timoratas de condenar
el aborto, pero ninguno lo hizo con la misma fuerza con que lo hizo el Estado de
Oklahoma. Esta ley impone penas de prisión de diez años y multas de hasta 100.000
dólares, en casi todos los casos, pues al aborto intencional lo califica de delito grave.
Solo dos meses después, el 24 de junio de 2022, el Tribunal Supremo de los Estados
Unidos, con competencia federal en todos los Estados de la Unión, abandona
50 años de nefastos precedentes por el asesinato de millones de bebés dentro
del vientre de sus madres, y anula la tristemente famosa sentencia del caso Roe
versus Wade que, desde 1973, permitía impune e injustamente la interrupción
del embarazo natural. Esta indignante sentencia consideraba que existía un su-
puesto derecho constitucional al aborto, lo cual no es cierto. La Constitución
norteamericana en realidad jamás consagró ningún derecho al aborto. Ahora
cualquier Estado de los Estados Unidos puede libremente prohibir el aborto y
aplicar sus propias leyes en la materia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
1. De rodillas
En su Carta a los Filipenses (2,10) san Pablo asegura que ante el nombre de Jesús
se doblará toda rodilla en los cielos, en la tierra y en los abismos. Caer de rodillas
ante la Santa Eucaristía ya es una postración.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
5. Postración espiritual
Se hace colocándose la persona en cualquier postura corporal, ya sea sentado,
de pie, de rodillas, pero Adorando a Dios con todo el corazón, en espíritu y en
verdad, como lo dice Juan en su Evangelio (4,23).
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En este segundo mensaje Nuestro Señor le explica que, aunque no era él quien
debía recibir la instrucción sobre cómo se practica esta Adoración, sí es él la
persona encargada de darlo a conocer y difundirlo por muchos países:
Dios conoce todos los problemas y necesidades de sus hijos, pero quiere
escucharlos de sus propios labios:
Cuando recibió este mensaje de Dios Padre, en principio no quiso hacerlo públi-
co. Lo conservó como una especie de fortaleza interior. Mucho tiempo después
lo leyó en privado en la parroquia Cristo Rey, en San Cristóbal, donde se estaban
haciendo las postraciones. Habló con su párroco, el Padre Laureano Ballesteros, y
él accedió gustoso, concedió el permiso para la reunión en su despacho con un
pequeño grupo de personas dentro de los practicantes de la Adoración. Se leyó
el mensaje y todos se llenaron de fortaleza en el espíritu para continuar adelante.
Etapas de la misión
Desde la recepción de los mensajes a la fecha la misión se ha venido desarro-
llando en varias etapas:
1. Venezuela
Roger empezó la primera etapa de su apostolado en Venezuela, entre 2017 y
2019, en su ciudad natal, San Cristóbal, Estado Táchira. Visitó muchas parroquias
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
2. Otros países
Difundiendo el mensaje de la Santísima Virgen y realizando la Adoración Euca-
rística en Postración en las iglesias, hasta ahora, Roger ha visitado los siguientes
países:
1. Venezuela
2. Estados Unidos
3. México
4. Jamaica
5. Islas Grand Cayman
6. Colombia
7. República Dominicana
8. Haití
9. Cuba
10. Nicaragua
11. Ecuador
12. Chile
13. Bolivia
14. Perú
15. Aruba
16. Argentina
17. Uruguay
Todos los países han sido receptivos a la labor del apostolado, aunque, en ho-
nor a la verdad, algunos un poco más que otros. El primer país que manifestó
una adherencia firme a la adoración en postración fue Nicaragua. Allí Roger
encontró un decidido apoyo en el sacerdote Tomás Zamora, cura párroco de la
Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, en la ciudad de León, Diócesis
de León. Él se hospedó en casa de una encantadora señora a quien el mismo
sacerdote le pidió el favor de alojarlo. Estuvo en León y visitó otras comunidades
parroquiales durante una semana, acompañado y apoyado por el sacerdote y
otros devotos de la parroquia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
3. Redes sociales
Se han formado varios grupos de WhatsApp que abarcan diversas funciones
organizativas de difusión, dirección, coordinación, oración y adoración. Hay tres
comunidades de grupos del apostolado llamados Comunidades Ágape 1, 2, y
3, que reúnen los diversos grupos de Suramérica, Norteamérica, y Centroaméri-
ca y el Caribe, respectivamente. Se han formado diversos grupos de coordina-
dores a nivel nacional, estatal, diocesano, local o parroquial, según sea el caso.
Hay un grupo que se dedica a realizar oración al Espíritu Santo por necesidades
especiales del Apostolado o de algunos de sus miembros.
También hay un grupo de WhatsApp destinado al rezo diario del Santo Rosario
en Postración, como fundamento espiritual del apostolado. Otro llamado Pos-
tración Universal se dedica a organizar Adoraciones Eucarísticas a nivel mundial
por redes sociales, con el apoyo de Mundo Católico TV.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Roger estima que por providencia divina en nada afectó la pandemia a las
postraciones. Comenzaron a asistir en Tulsa a varias capillas de Adoración Euca-
rística, y poco a poco la gente se fue sumando. Hubo días en que había mucha
gente y otros, pocos feligreses, pero nunca se supo de alguno de los que asistían
a estas adoraciones que se hubiese enfermado de Covid-19 ni, menos aún, de
alguno que hubiese fallecido por esta pandemia. Fue otro maravilloso regalo de
Jesús Eucaristía.
Así como la maldad hace tanto ruido y difunde las malas noticias por
doquier, las buenas noticias también hay que difundirlas. Ya se cum-
plieron cinco años de los mensajes, entonces, es el momento de ha-
cerlos públicos.
Fue entonces cuando habló con Cecilia Valderrama, Directora del Canal de
YouTube Mundo Católico TV, a quien ya conocía gracias al predicador venezo-
lano Pablo Vivas. Le explicó el contexto del mensaje de la Virgen y, gracias al Es-
píritu Santo, ella accedió a la presentación de un programa especial para darlo
a conocer, dado que ya se cumplían cinco años de la revelación. Una semana
después, la misma Cecilia tuvo la iniciativa de realizar otro programa dedicado
al mensaje de Dios Padre.
En conclusión, los mensajes se hicieron públicos por redes sociales a partir del 5
de julio de 2022. Y, en honor a la verdad, a partir de ese momento ha habido
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sabe que se ha iniciado una nueva etapa, pero aún la obra está comenzando.
La misión no es nada fácil. Así como ha habido aceptación tras la divulgación
pública, también ha aumentado una fuerte oposición, y aunque se ha avanza-
do, porque es una obra del Espíritu Santo, falta mucho trabajo por hacer.
Ruega a Dios que se sigan abriendo puertas en la Iglesia. Así como ya estos dos
obispos han dado su aprobación escrita, espera que algún día se sumen otros.
Anhela que Dios permita que se extienda al mundo entero, pues las Sagradas
Escrituras en muchos de sus pasajes afirman que:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡Así es!
Él siguió diciendo:
Y la voz le contestó:
¡Así será!
¡Así será! ¡Amén! ¡Amén! ¡Bendito sea Dios! ¡Lo importante es que Jesús
sea amado!
Él daba gracias a Dios porque pensaba que había llegado otra persona a acom-
pañar en la Adoración, pero seguía de rodillas orando en voz alta y no quería
voltearse para averiguar quién era. Apenas terminase la oración que hacía, se
voltearía y vería el rostro de la nueva adoradora que había llegado. Tenía cu-
riosidad porque esa voz no la conocía, nunca la había escuchado. Cuando
terminó su oración se dio la vuelta para ver quién era esta mujer, pero, ¡oh
sorpresa!, allí no había nadie.
También sucedió que, al terminar las postraciones que se hacían entre la sema-
na, en las horas de la tarde, algunos adoradores empezaron a decirle a Roger
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
que cuando él rezaba en lenguas, es como si una señora estuviese al lado suyo
y a todo lo que él iba diciendo, ella también le contestaba en lenguas, pero
ahí no había nadie. Le manifestaron que eso había pasado varias veces, pero
no habían querido decirle nada porque les daba pena. Entre estas personas se
encontraba Rover Ontiveros, quien le dijo lo mismo:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mensaje de
la Virgencita
Entregado a Roger Parra,
el miércoles 5 de julio de 2017,
a las 8:55 pm, en la Iglesia
Santo Tomás de Aquino,
Sugarland, Texas, Estados Unidos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
José Roger:
Mi paz está contigo. Hoy yo te permito escucharme y recibir las
palabras de una Reina. Hoy tú oficialmente escuchas las palabras
que yo he reservado para ti.
José Roger:
Tu vida ha estado protegida por Dios de una manera especial. Tú
también atravesaste sufrimientos cuando aún eras joven: la falta
del amor de un padre, tiempos de soledad, y ahora vivir en un
país que está dominado, un país sin libertad. También hay muchas
cosas que tú recibiste y que encontraste cuando eras joven, pero
finalmente hoy eres exitoso, a pesar de las dificultades de tu vida.
Dios te ha escogido desde siempre, desde aquellos sufrimientos
hasta los exitosos días de hoy. Así que regocíjate, respeta y
abraza con el corazón que Dios ha puesto en las cosas de tu vida.
También hay días de error, días de imperfección y de descontrol
sobre las cosas que son esenciales en la vida de un hombre.
José Roger:
Hoy yo quise reunirme contigo, y permitirte saber que Dios ha
perdonado tus pecados desde siempre, no te acuerdes tú de ellos.
Y recuerda que en el camino pasado de tu vida fuiste protegido,
refugiado, guardado y perdonado. Dios te perdonó antes de que
tú regresaras. Dios te escogió cuando aún estabas en el pecado,
porque el amor de Dios es más grande que tus pecados. Dios
murió por el mundo entero y murió también por tus pecados.
Así que, la razón por la que Dios te ha escogido y te ha mirado,
aún en aquellos momentos, aunque lo sepas o no, aunque lo
creas o no, es que Él siempre está esperando por los corazones
que Él colocó y creó en sus niños. Esto pertenece al plan que Él ha
organizado de acuerdo a su providencia y que ha reservado para ti.
José Roger:
En verdad, por causa del éxito que ahora tienes, debes pagar un
gran precio. En tu vida ha habido momentos de éxito y también
momentos de fracaso, momentos de luto y de sufrimientos,
momentos de soledad y de vergüenza, pero, al final, Dios no
permitirá que seas desaprobado. No solamente te encontrarás con
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Puedes estar seguro que lo que has visto en tus días pasados y
que te hicieron entristecer es por causa de tus pecados, es por lo
que has hecho. Puedes ver que esas cosas por las que atravesaste
en tu vida algunas veces te hacen arrepentirte, pero en vez de
sentir remordimiento, sé decidido y determinado a no hacer más
las cosas que están en contra de las normas de Dios ni a violar sus
leyes.
Por lo que has encontrado hoy, debes ser de corazón sincero
y debes usarlo para amar a tu familia, para amar también los
trabajos que puedas hacer por Dios, y para amar el alma de tus
amigos y de las personas que conozcas. Ellos tienen talentos,
ellos tienen habilidades, ellos pueden ser ricos, ellos pueden tener
posiciones, pero no tienen amor y no tienen fe. Vive y llévales la fe
a ellos, habla y practica, para que ellos reconozcan que Dios está
en ti y que Dios te usa para que ellos se encuentren con Él a través
de ti.
Esto no termina aquí, sino que continuará para que abraces lo que
has recibido y lo que has conocido. Habrá muchas otras cosas que
Dios permitirá a través de los hermanos y hermanas, así como a
través de ti, en la unidad y la cooperación de hoy.
Dios no te obliga, porque sabe que tú no tienes tiempo para hacer
lo que deseas. Haz lo mejor de tu capacidad, con un alma abierta
y amplia, con un corazón que comprenda la responsabilidad.
Tus niños también necesitan escuchar y necesitan dar un paso más
para que sean capaces de ver la cercanía que Dios ha reservado
y derramado en ti, y para que vean que Dios te ha escogido a
ti y a tu familia. Yo también estaré a tu lado. No seas tímido y
no tengas miedo. Actúa con la verdad, con tu corazón, con un
corazón entusiasta, y testifica lo que has escuchado, lo que has
visto y lo que has conocido. Esto es lo que Dios verdaderamente
desea de ti.
Debes saber que Dios no te usará solamente hoy, sino que te
usará en los días futuros. Él usará tu apasionado corazón, con
las dificultades que estás sufriendo, y habrá días en tu vida en
los cuales encontrarás retos aún más grandes, pero sacrifícate y
acepta, y sé determinado para testificar lo que has presenciado y
oído, a través de la verdad: que Dios está vivo, que es un Dios que
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muchas personas y el afecto será muy grande. Éstas son las cosas
que yo deseo de ti. Encuentra las maneras para que la Iglesia sepa
esto.
Esto es un gran milagro que no terminará aquí. Será un gran
milagro en el futuro para fortalecer la vida de fe en todas las
clases, especialmente en la Iglesia contemporánea, en los rangos
de la jerarquía quienes deben tener sentimientos y un corazón
entusiasta, un corazón puesto en el deber y la responsabilidad, y
un corazón que verdaderamente sepa lo que Dios necesita que
sus niños atestigüen, para que sus vidas se conviertan en más
fervientes, para que sus vidas se conviertan en más santas, y para
que crean más.
Es el tiempo en el cual Dios derrama abundantes gracias sobre sus
hijos, para que ellos reconozcan su intervención a través del regalo
que yo le he dado a la humanidad en general, para lo cual los he
escogido a todos ustedes en la vida de testigos.
Experimenta, carga y practica primero, entonces tú verás la
respuesta que has buscado y experimenta para que compartas
cuando tengas la oportunidad de encontrar la gente para ayudar
a aquellos que tienen necesidades, y para ayudarlos a regresar a
la vida de fe, a la vida del corazón de Dios, para creer, regresar y
comprender lo que es esencial y lo que viene de Dios.
No tengas miedo. No permitas que las cosas materiales, el dinero, o
cualquiera otra cosa los dominen a ellos o a ti en la vida presente.
Agradece a Dios porque tu familia no es como otras familias,
y es una familia que será bendecida, que será protegida. Hay
incontables cosas: todos tus deseos y sueños ciertamente llegarán.
Como ya tú lo sabes, este encuentro de hoy es un nuevo punto
de cambio en tu vida y aún hay muchas cosas en el futuro que
tú recibirás. En tu vida, habrá momentos en los cuales tendrás
dificultades, también cosas en contra de tu voluntad y tiempos en
los cuales atravesarás sufrimientos, porque ésa es la vía de la Cruz
que Jesús siguió, y que Él mismo escogió para sus seguidores, los
discípulos oficiales, y no es diferente del camino que tú sigues, estás
siguiendo y seguirás.
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Testigos
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Apóstoles
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Cecilia María 2
Valderrama Saldívar
Soy Cecilia María Valderrama Zaldívar, nacida en ciudad de México, provenien-
te de una familia católica de nueve hijos. Soy abogada corporativa y tengo mi
propio despacho.
En 2022, conocí a Roger Parra, a través del predicador católico Pablo Vivas
(quien hace parte también de Mundo Católico) y me platicó del apostolado de
Adoración en Postración. Cuando escuché todo el testimonio de Roger, la for-
ma como Dios se le había manifestado, y la misión que le había encomendado,
haciéndole ver la trascendencia de las postraciones, me sentí interpelada de
poderlo dar a conocer al público, especialmente como un acto de reparación,
pues entendí lo que el Señor le pedía.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo puedo testimoniar que uno se postra por inspiración del Espíritu Santo, Él es
quien interviene en nosotros y en nuestra poquedad, nos hace saber la grande-
za de Dios, nos la muestra a través de la postración; tiene una elección del Cielo
para que cumplamos una misión.
Señor, mira que nos humillamos ante ti. Por favor perdónanos.
La divulgación de las postraciones no la hago para que sea como una “ex-
plosión”, no lo veo así. Siento un llamado, una interpelación del Cielo, pues es
lo que Dios desea. Él es quien se encarga directamente de darle una difusión
grandísima, no es Cecilia Valderrama.
Durante una de las transmisiones del programa, sentí la necesidad de hacer una
postración universal, con arrepentimiento, a todos los niveles. Allí surgió la idea
de organizar un grupo de WhatsApp, convocando a quienes quisieran registrar-
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Esa primera jornada funcionó muy bien, le pedimos a la gente que nos enviara
fotos y videos. Hubo experiencias de manifestaciones del Santísimo con brillos,
con luz exorbitante sin ninguna explicación, testimonios de sanaciones físicas,
espirituales, personas que tuvieron cambios muy positivos en sus vidas, y lo más
importante, el llamado a postrarse de manera frecuente.
Es tan grande este milagro que personajes y santos de nuestra Iglesia, incluso
han muerto de la felicidad al descubrirlo, como fue el caso del sacerdote Luis
María Andreu, de Garabandal. También el Cura de Ars (San Juan María Vian-
ney) y San Luis María Grignion de Montfort, tuvieron esa gracia, no solo de recibir
la Eucaristía sino de ser Eucaristía para Jesús. Este milagro, es para ir reflexionán-
dolo, meditándolo, y entendiéndolo poco a poco, pues no es cualquier cosa
que Jesús se quede en su cuerpo, sangre, alma y divinidad.
Los innumerables milagros eucarísticos que el Señor nos ha regalado, son una
prueba de que Él está allí; tristemente, nos los ha tenido que enviar, para mostrar-
nos su sangre y su carne, porque nosotros somos incrédulos. De hecho, un libro nos
advierte que, si supiéramos la grandeza de la Eucaristía, pasaríamos día y noche
frente al Sagrario, pues Dios está vivo, presente en la Eucaristía con su cuerpo,
alma, sangre y divinidad. Es el mismo Jesucristo nacido en Belén, el que fue niño,
joven, el obrador de milagros, quien estuvo con los apóstoles, celebró la última
cena, sufrió la pasión, y fue crucificado… es el mismo en otra especie. Todavía un
portento mayor, pues si hacerse hombre es un gran sacrificio y una humillación
para todo un Dios, mayor humillación es que el Señor se haya hecho un pan.
82
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Para mí, el fruto más grande de la postración, es la unidad con Dios y la com-
prensión de tu poquedad frente al Altísimo; es darnos cuenta que debemos
vivir con Dios, pues sin Él estamos perdidos, nada podemos hacer. Entonces, el
sacerdote debe tener una unidad insondable con Jesús, lo cual sólo es posible
a través de la profundidad eucarística, transmitiéndola a los fieles con su humi-
llación, adoración y veneración, con su actitud física que simboliza darse en to-
talidad, logrando esa unidad inefable del alma con Dios. Quién mejor que ellos
para recibir esa unidad, esa simbiosis, esa fusión de la voluntad de Dios con su
voluntad, ese vínculo entre el Cielo y la Tierra. Por eso, los invito a que le den a
Dios todo el honor, la reverencia, la gratitud y la alabanza que Él se merece, en
este Sacramento insigne.
También para este nuevo año, es muy importante reflexionar, estudiar, profundi-
zar, todo lo referente a la Eucaristía, desde el punto de vista humano, espiritual,
teológico, de la revelación privada: qué es lo que Dios ha dicho de la Eucaristía
y cómo debemos adorarle y hacernos Eucaristía junto con Él.
83
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Fuimos cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres, siendo yo el mayor, naci-
dos en el seno de una familia profundamente católica. Antes de casarse con
mi mamá, mi papá no era católico practicante, sabía algo de Dios, pero en su
infancia, ni siquiera recibió el bautizo. Ya viviendo en México, una gran amiga
de mi abuela materna le impartió la catequesis, antes de casarse recibió el Bau-
tismo, la Confirmación, y el día del Matrimonio, la Primera Comunión; es decir, en
pocos meses, fue bendecido con cuatro sacramentos. Después, del Matrimo-
nio, mis padres jamás dejaron de rezar el Rosario todos los días.
Por parte de mi familia materna, la tradición católica ha sido muy fuerte. Mi tío
bisabuelo fue San Rafael Guízar y Valencia, el primer obispo de Latinoamérica
canonizado. También mi tía abuela, hermana de mi abuelo materno, María de
Jesús Guízar Barragán, conocida como la “Madre Chuy”, fue la fundadora de
una congregación religiosa. Después de ser considerada “Sierva de Dios”, aho-
ra es venerable y estamos a la espera de la aprobación de un milagro para su
proceso de beatificación. Además, he tenido otros tíos obispos y sacerdotes.
Entonces, he recibido una influencia espiritual muy fuerte desde la infancia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
A propósito de nuestra beata, vale la pena mencionar que, si bien, Santa Teresa
llegó a tener el matrimonio espiritual con Jesús, la Beata Conchita tuvo cuatro
matrimonios místicos con nuestro Señor, entonces es un fenómeno de la mística
extraordinario.
Por misericordia y gracia de Dios, vengo de esa cuna espiritual… aunque noso-
tros solo ponemos un 5%, pero lo vemos como un “granote”, mientras el Señor
pone el 95%.
Por primera vez me retiré del seminario para comenzar la carrera de Administra-
ción, pero luego volví a insistir, ahora en la Diócesis de Atlacomulco, fundada
también por una mística, donde el primer obispo, Ricardo Guízar Díaz, fue un
primo hermano de mi mamá, quien llegó a ser Arzobispo de Tlalnepantla.
En esa congregación religiosa de los siervos del divino amor, todas las noches
debíamos hacer una hora de adoración al Santísimo. Humanamente era un
poco desgastante, porque implicaba viajar hora y media hasta otra ciudad, re-
gresar luego a casa a estudiar, cumplir además con los quehaceres del hogar,
y en la noche hacer la Adoración. A pesar de eso, fue una experiencia bella,
espiritualmente era una delicia.
85
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡Lánzate!
¡Tengo miedo a fracasar!, le dije.
¡Bueno, pues sí, pero nunca te lo vas a perdonar si no lo intentas!
Entonces, así fue que nació la agencia que luego se convirtió en un ministerio,
como narro más adelante.
Por segunda vez me había retirado del seminario, pero a diario asistía a la Misa,
rezaba mi Rosario y cuando me era posible, iba a hacer oración ante el Santísimo.
Una vez terminé la carrera en Administración y me titulé, volví nuevamente a
sentir inquietud vocacional. Ya estaba en el propedéutico para entrar al semi-
nario mayor de la Arquidiócesis de México, cuando me volvió a asaltar la duda
de si esa era en verdad mi vocación.
En busca de respuestas, me colé en un retiro nacional de líderes de la Renova-
ción Carismática, en el estado de México, yo no había llevado carro porque era
muy viejito y ese día no podía circular, entonces me fui en mini bus público (las
combis como las llamamos acá en mi país), y a la hora de regresar, tuve este
pensamiento:
A la primera persona que salga a buscar su carro, le pido que me dé
un aventón hasta donde se pueda para regresarme a mi casa.
Justo en ese momento, salió una chica muy guapa, Mary Carmen, quien, a pe-
sar de no conocerme, me dio el aventón. Como le había comentado que yo ya
tenía una agencia de turismo, tres meses después del retiro me contactó para
que le ayudara con un boleto de avión, pues su intención era irse por un año a
la India a prestar servicio con las hermanas de la Madre Teresa, en Calcuta. Sin
embargo, no fue posible arreglar las cosas y finalmente el viaje nunca se dio.
Al mes la invité a cenar y ante las circunstancias … ¡qué tal! … tuve el atrevi-
miento de decirle a Dios:
Señor, esta es la última oportunidad que te doy. O me pones en el ca-
mino una buena chica o me meto al seminario, aunque tenga crisis y
todo. Yo te quiero servir, pero no me quiero quedar soltero.
Entonces, en plena cena le dije a la chica:
Oye, tú me gustas. Veo que eres una mujer de Dios, de un gran co-
razón, muy noble. Quisiera que fuéramos novios, pero en vistas a un
matrimonio cercano, porque yo tengo 38 años, ya se me está yendo
el tren. Si tú aceptas, iríamos de una vez pensando en un matrimonio a
corto o a mediano plazo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ella me respondió:
… Y me quedé perplejo con esa respuesta tan decidida de Mary Carmen, quien
también era muy lanzada como yo.
De inmediato, cancelé lo del seminario. A los tres meses le di el anillo y cinco me-
ses después, nos casamos, es decir, a los ocho meses de conocernos. Cuando
conoces a la persona que Dios te manda, no hay nada qué esperar; aunque
reconozco que sí necesitábamos un tiempito más para interactuar.
Sin embargo, como ella y yo éramos muy lanzados, así sucedieron las cosas. Nos
casamos el 23 de julio de 2005 y ya cumplimos18 años de matrimonio.
Los dos primeros años fueron bonitos y al mismo tiempo difíciles, porque nos ha-
bía faltado interactuar, pero nos sirvieron bastante dos retiros espirituales que
hicimos, uno de novios y otro para matrimonios con el padre Jose Luis Villavicen-
cio Rosas (maravilloso), de la parroquia San Juan Bautista, en Toluca.
Pasaron los años y el Señor no nos concedió tener hijos. En algún momento pen-
samos en adoptar, pero las cosas no se dieron. Sin embargo, considero que ten-
go hijos espirituales; además, tenemos a nuestros sobrinos a quienes amamos y
frecuentamos mucho.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Por esa época, ella vivió seis meses en Roma trabajando para una multinacional
americana con la que tenía contrato en México. En ese tiempo, la invitaron a la
canonización de un beato italiano desconocido por ella hasta ese momento…
El Padre Pío; durante la ceremonia, logró estar muy cerca de san Juan Pablo
Segundo.
Así doy testimonio que mi esposa ha buscado a Dios toda su vida, es una perso-
na muy sincera en ese aspecto.
Luego, comprendí que quienes trabajan en ese ministerio, deben llevar una vida
espiritual perfecta, una escrupulosa limpieza del alma, pues el demonio se aga-
rra de cualquier cosa para contaminarnos y fastidiarnos. Ahí pude ver el poder
y la grandeza de Dios. Un laico, puede llegar a someter a los demonios en el
nombre de Jesús, aunque eso en realidad es propio de los sacerdotes.
Llegué a tener opresiones y obsesiones diabólicas, pero con el pasar de los me-
ses y años, después de recibir un par de exorcismos, se me quitaron. Todo eso
me sirvió como formación y fortalecimiento de mi fe. Entendí que nuestra religión
católica es la verdadera y solo en ella podemos encontrar una auténtica libera-
ción. Corroboré el poder de los Sacramentos, de la Santa Eucaristía y compren-
dí que cuando una persona se encuentra en estado de gracia, aunque haya
quedado “enchamucada” por los pecados pasados, la persona se libera con
la Comunión y la Adoración Eucarística diaria.
Los cristianos católicos debemos volver a ser adoradores, apasionados por Je-
sús Eucaristía. La mayoría de los católicos lo hemos dejado de hacer y por eso
somos “tibios”, como dijo el Papa Benedicto XVI, unos “paganos bautizados”.
88
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Luego, entre los 19 o 20 años, cuando tenía una pena grande, cuando estaba
en crisis existencial o experimentaba los “amores místicos o “amores espirituales
al Señor”, queriendo demostrarle mi amor, me sentía motivado a tirarme al suelo
para decirle:
Padre, qué hago, estoy desesperado. Siento una necesidad muy fuer-
te de drogarme, de tomar alcohol. No sé qué hacer.
El padre le respondió:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Luego, durante el Jubileo del año 2000, tuve una experiencia maravillosa, pues
conocí al postulador de la causa de canonización del padre Santiago Alberio-
ne, de los Paulinos, quien era uno de capellanes de la guardia suiza del Vatica-
no. Compartí con él y con el organizador de celebraciones litúrgicas del Papa
Juan Pablo II, Monseñor Piero Marini, quien me dijo:
90
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Durante el viaje, él siempre iba en la parte de atrás del bus, y cuando no estaba
durmiendo, siempre estaba haciendo mala cara. En esa oportunidad, íbamos
con un sacerdote que ahora es un gran místico y amigo mío.
¿Qué te pasó?
Pues oí la voz de Jesús que salía del Santísimo y me dijo: “Yo te traje
aquí. Qué estás haciendo con tu vida”
Me di cuenta que el Señor me había utilizado para llevar a ese hombre hasta
Medjugorje. Para mí, ese fue un signo muy importante para comprender que, si
nos dejamos llevar por el Espíritu Santo, poniendo nuestro granito de arena (ape-
nas un 5%), Él puede hacer cosas muy bellas, aportando el restante 95%.
A este amigo sacerdote, que es como un niño chiquito, por aquella época le
gustaba jugar Nintendo en sus tiempos libres; aunque celebraba sus Misas, para
mí era como un presbítero con tibieza espiritual, igual que yo ahora, pues me
considero una persona “tibia”, quien todavía no llega a la santidad.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Padre, le dará permiso el señor obispo para ir por segunda vez a Med-
jugorje?
Era poco probable que le otorgaran el permiso con facilidad, pero contra todo
pronóstico, nuevamente se lo concedieron. Entonces fuimos y volvió a tener
apariciones en el monte. Allí, la Virgen le dijo:
Entonces, las peregrinaciones con él y con otros tres sacerdotes quienes fre-
cuentemente viajaban conmigo, se fueron transformando en un ministerio de
servicio.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Entonces, con más ganas me postro ante El Señor, no para suplicarle ni para
pedirle nada sino para ser agradecido con Él.
Luego del accidente, salimos a caminar por los alrededores del hospital Sharm
El Sheikh en Egipto, con el padre Gerardo. A ciento cincuenta metros de allí, al
lado derecho estaba estacionado el autobús en que nos habíamos accidenta-
do. Unas personas salieron con intención de golpearnos y no querían que viéra-
mos el bus.
“Yo iba a permitir que cayera un castigo muy grande sobre México
porque el país lo estaba atrayendo con esa maldita ley del aborto,
pero encontré un grupo de personas que podían ser intercesoras y al-
mas víctimas por sus constantes oraciones … este es su sacrificio”
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El Señor nos unió a su Santa Eucaristía a través del Dr. Ricardo Castañón, a
quien habíamos invitado a dictar conferencias a nuestra parroquia. Luego, nos
hicimos más cercanos, le presentamos al padre Gerardo y ahora todos somos
amigos y hacemos un equipo muy lindo y espiritual de trabajo por Jesús Euca-
ristía. En la actualidad, mi esposa y yo somos representantes del Dr. Castañón
en México.
Dile a Mauricio que este año va a tener más trabajo que nunca antes.
Yo dije:
Pues … milagrosamente, fue el año en que tuve más trabajo. Y un año después,
el Señor le volvió a decir al padre Gerardo:
Dile a Mauricio que este año va a tener todavía más trabajo que el
anterior.
Y así fue. Nunca había tenido seis peregrinaciones en un solo año y en esos dos
años las tuve. Ahí me di cuenta que el Señor unió nuestro ministerio de peregri-
naciones a la Adoración Eucarística, a la persona del Dr. Ricardo y al Sacerdote
Místico. Ahora, formamos un grupo grande, unidos al Discipulado de la Miseri-
cordia - DIMI.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Como dice el evangelio, nosotros, los cristianos bautizados, tenemos que ser la
luz del mundo, estamos llamados a ser otros Cristos; si nosotros somos tiniebla, no
podemos iluminar. Jesús es el cirio pascual y nosotros somos la velita, debemos
dejarnos iluminar por Él para después llevar luz a los demás.
Después de que El Señor nos dio la gracia del “hambre de la oración”, nos dio
la gracia de “servirlo en la acción”, nos exige y nos pide trabajar en su reino. A
la par con la oración, El Señor nos puso el campo de acción donde debemos
desempeñarnos y es netamente eucarístico. En ese retiro también estuvo una
mística de Brasil conocida como “Mãezinha” (la madrecita)”, una ama de casa
muy discreta y bondadosa, quien ha pasado por pruebas muy grandes, siempre
de la mano de la iglesia católica; cuenta con la aprobación de su Obispo y es
bastante reconocida, al punto que es inspiración para cientos de grupos de
oración y ha llenado estadios enteros, llevando la palabra de Dios.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El Señor dice que quiere que ustedes sean promotores de esta obra de
la Adoración Eucarística a través del DIMI. ¡Pero qué responsabilidad
tan grande tienen! (esto lo repitió tal vez cinco veces). El Señor les va
a pedir cuentas.
De ahí salimos felices… ese retiro fue una “bomba espiritual”, una maravilla. Para
ese momento, todavía me quedaban residuos de las opresiones de aquellas
obsesiones que conté. Entonces, un sacerdote amigo del Dr. Ricardo, uno de
los ponentes, me hizo oración de sanación y liberación varias veces. Me sentía
apenadísimo, pero fue un privilegio que me concedió sin yo merecerlo. Con ese
sacerdote santo, el padre Armando Echeona, tuve la gracia de recibir la sana-
ción y liberación, para salir al servicio del Señor. Desde entonces, trabajamos
para el Señor, junto al Dr. Castañón y al padre Gerardo.
Por cierto, el padre Gerardo, también ha recibido la gracia de los estigmas, los
cuales aparecen y desaparecen en determinadas fechas, pero siempre, visibles
o invisibles, él ofrece todo, unido a Jesús Eucaristía. Celebra las Misas con una
reverencia y un amor, donde en verdad se siente la presencia de Dios.
… El Señor nos pide desapegarnos de todo cuanto nos estorba para su servicio,
incluso de nuestro propio ego y si es necesario, a veces permite que seamos pro-
bados en la salud, para ser purificados y convertirnos en instrumentos más dóci-
les, tal vez, más o menos inservibles para su Reino. Al final, El Señor “nos regresa
la maleta”, puede ser por ejemplo la salud o algo de lo que nos haya privado
momentáneamente… Él nos devuelve el ciento por uno en bendiciones, solo Él
sabe cómo.
Después del retiro de Cochabamba, esa “bomba espiritual” que nos cambió
la vida a mi esposa y a mí, yo sentía muchas ganas de evangelizar. Entonces,
cuando llegó la pandemia, pensé:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡No te operes!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El padre Gerardo nunca me confirmó el permiso del Señor, pero yo lo di por he-
cho. Entonces, me operé y en plena cirugía, hubo un chispazo eléctrico en uno
de los equipos médicos utilizados por el doctor, lo cual me afectó gravemente,
además de una infección ocasionada por una bacteria que me empezó a car-
comer la carne de la ingle izquierda. La bacteria pasó al páncreas y al hígado,
me puse muy delicado, por lo cual, mi esposa, que es mi segundo ángel de la
guarda, me trasladó a otra clínica.
Allí, tanto el doctor como Mary Carmen, me pidieron permiso para intubarme.
Yo acepté. Al día siguiente, el médico le dijo a mi señora:
Señor, si Tú eres el Dios del Universo, el que todo lo puede, nunca nos
has soltado de tu mano, nada nos ha faltado en ningún aspecto, cómo
voy a desconfiar de ti. No tengo razones para eso.
… ¡Y me da pena que hayan orado tanto por un pobre pecador tan miserable
como yo!
Yo les respondía:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Entonces, empecé a nombrar las advocaciones marianas y cada vez que las
mencionaba, ellos se cimbraban.
... Y temblaban.
Y empecé a ver que detrás de mí, pasaban los santos a quienes he invocado:
el Padre Pío, Santa Gema Galgani, Carlo Acutis, Santa Faustina y otros más. Ellos
me respaldaban, me protegían, pero yo era el que debía comandar la lucha
contra esos demonios.
Él se hacía presente en este que para mí no era un sueño sino algo vívido. Yo
decía:
A él no lo toquen, a él no lo toquen.
La mujer (la enfermera) y los dominios, nos tenían atados al campanario de una
iglesia, y en la parte de abajo ya habían hecho una hoguera para quemarnos
vivos.
Yo en verdad, nunca recuerdo lo que sueño y creo que ni siquiera sueño nada.
Entonces, estos momentos fueron vívidos… yo estuve ahí. Veía los demonios de
patas y agujas largas, con caras muy horribles. Temía por mi vida, pero más me
atemorizaba que mataran a mi esposa y a mis suegros, los amo como a mis
padres (mis papás ya partieron a la presencia de Dios). Los demonios querían
99
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo pensaba:
Tras superar ese episodio, varias veces he ido a citas de control y el médico in-
tensivista tratante, no sale de su asombro. Para él, mi caso es un misterio, pues
siempre me insiste:
Entonces, gracias a las oraciones de todos los que rezaron por mí, estoy vivo. A
todos les agradezco mucho… yo no merezco nada.
Ahora, estoy más enamorado de mi esposa que nunca. Sin ella, no sé qué haría.
En esta experiencia, el Señor me hizo descubrir muchas más cosas del gran valor
de Mary Carmen; a pesar que siempre la he amado, hasta ese momento, yo no
la había valorado ni amado lo suficiente. A veces el demonio, con nuestro pro-
pio ego, nos cierra los ojos y nos impide ver las necesidades de amor y cariño de
la otra persona y el reconocimiento que le debemos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Señor, te prometo que algún día voy a hacer un libro de todo esto que
estoy haciendo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dios se ha hecho tan accesible, que algunos no lo pueden creer. Incluso, recuer-
do a un tío abuelo político (con el tiempo descubrí que era masón), quien una
vez me dijo:
Pues ya, con los milagros eucarísticos, está la prueba para aquellos que piden
comprobación.
A veces creemos que con nuestro propio trabajo podemos avanzar, económi-
ca, social, políticamente. Probablemente avancemos, pero el día que no ha-
gamos oración, quién sabe si el trabajo de ese día quede bendito. Pongamos
nuestro trabajo diario a los pies de Jesús Eucaristía.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En mi vida se interpuso una novia cuya tía era protestante, así terminé conocien-
do ese culto, tragué entero creyendo que todo lo que me decía el pastor líder
era verdad. Esto no resultó ser una iglesia protestante convencional sino una
verdadera secta.
Ya casi llegando a los 30 años, fui liberado por la Santísima Virgen María. Ella in-
tervino en mi vida porque yo había sido consagrado desde muy pequeño a su
Inmaculado Corazón, por parte de mi madre.
¡Hasta dónde puede llegar la locura! pero obviamente Dios no tomó eso como
una ofensa contra Él sino como la oración de un hombre profundamente deses-
perado; eso lo entendí más adelante, aunque yo lo increpaba de una manera
muy violenta.
A los quince días de esa increpación, fuimos liberados. Mi hermana (de sangre),
que también hacía parte de la secta, pero un poco más distanciada que yo y
de todos los del grupo, era la única que creía en la Virgen y en secreto rezaba
el Santo Rosario. De hecho, el líder de la secta le decía a mi hermana:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En una ocasión recuerdo que ese hombre se quedó mirándome a los ojos y me
dijo en forma amenazante:
¿Quién te dijo que tú tienes libre albedrío? Tu libre albedrío soy yo.
Cuando me dijo eso, sentí un pánico tremendo. Yo temblaba porque ese era
el espíritu que él emanaba. La mejor manera de entender esto es imaginarse a
Fidel Castro o a Hitler manejando un rebaño con una Biblia.
Fue un proceso de sanación interior que tomó meses. Al principio sentíamos mu-
cho miedo de que ese hombre se apareciera, nos secuestrara, nos hiciera algo.
Poco a poco nos fuimos reincorporando de nuevo a la Iglesia Católica a través
del padre Roberto Arellano, Director de la Renovación Carismática, en San Cris-
tóbal, quien nos conocía desde muy pequeños. A él le contamos toda la historia
y a medida que se enteraba de todos los acontecimientos vividos en esa secta,
se erizaba, se tomaba la cabeza y me decía:
¡En qué sinagoga de satanás estabas metido, Pablo, en qué hueco del
diablo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Nosotros regresamos justo en junio del año 2000, mes en el que san Juan Pablo
II decretó el Año del Jubileo y se abrieron las puertas de la Misericordia. Nos re-
cibió la Iglesia que es Madre, perdonadora, misericordiosa y con la Sangre de
Cristo, los Sacramentos de la Confesión, el Bautismo, el Matrimonio, la Eucaristía,
el Señor nos volvió a dar la dignidad que el diablo nos había arrebatado, más
allá también de todas las pérdidas materiales de las cuales también fuimos des-
pojados (dinero, propiedades, etc.). Sin embargo, lo material, con el tiempo se
podía recuperar, pero la dignidad, es un bien interior y recobrarla exigía todo un
trabajo de sanación interior.
En ese momento resolví esa situación, lo cual me sirvió más adelante, cuando
regresé a la Iglesia Católica y descubrí la verdad del Santísimo, como narro a
continuación.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡Oh Hijo mío, hoy vengo a rogarte por este hijo tuyo!
Es verdad Hijo mío, pero has de recordar que su abuelo materno (José
del Carmen) me honró y me amó durante toda su vida y tu palabra
dice, Hijo mío, que tu habrás de guardar misericordia hasta la genera-
ción número miiiil (sonó como un eco), de los que guardan tus leyes,
pactos y mandamientos (se inclinó la Virgen). Ese hilo invisible1 permite
que una generación salve a otra.
1
De ahí viene mi sangre colombiana y de allí me viene la salvación. Mi tatara-
buelo fue quien trajo a Colombia la devoción de la Medalla Milagrosa desde
Francia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ahí fue cuando la Virgen salió y me liberó. Desapareció la visión, y fue como si yo
regresara a mi cuerpo. No sé cómo explicar eso. Es como lo que le pasó a San
Pablo cuando fue llevado al tercer cielo:
Aclaro lo siguiente: al inicio del año 1994 había tenido una experiencia similar,
pero fue a través de la visión nocturna como le ocurrió al profeta Daniel y a San
José, cuando Dios les hablaba a través de los sueños. Lo cierto es que han sido
tres las experiencias místicas que he tenido a lo largo de mi vida.
Cuando regresé de esa experiencia donde fui liberado por la Santísima Virgen,
y caí otra vez en la postración en la que me encontraba, arranqué a llorar, en
forma tremenda, no lograba asimilar lo vivido. Fue un quebrantamiento tan bár-
baro… no sé cuánto tiempo duré ahí, perdí la noción. Finalmente me recuperé,
tomé aire, salí de esas “aguas profundas”, empecé a calmarme, a calmarme, a
calmarme, y regresé a casa.
En ese momento… ¡buuummmm! fue como un aire que se movió dentro de mí,
con voz de mujer, lo que los santos llaman “locución interior”, y como si los hue-
sos hablaran o como si de ellos saliera aire. Esta voz dijo:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo salí luego del lugar, conversando con mi amigo Luis Miguel y no entendíamos
cómo iba a ser posible regresar a la Iglesia, no lo entendíamos.
¡Pablo!
Yo nunca había organizado ningún evento, no sabía nada de eso, pero la per-
sona que me llamó me insistía:
Doctor, muy buenos días ¿En qué le podemos servir? Yo soy Monseñor
Ángel Delgado, canciller de la Diócesis
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
_________________________________________________________________
2
El padre Luciano Ciciarelli llegó a Bosnia el 28 de julio del 2015, para participar de la
versión número 26º del Festival anual de la Juventud. En el lugar fue visto por muchos
peregrinos con su tradicional camisa azul y su larga barba blanca. Desapareció el 2
de agosto y fue visto por última vez en el Monte de la Cruz en Medjugorje. Ocho años
han pasado desde su desaparición y hasta la fecha se desconoce que ocurrió con el
sacerdote).
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Virgen de Guadalupe:
dame una señal de que has atendido mi oración
Hace unos tres años, había ido invitado a una misión en México, de las tantas a
las que he asistido. A propósito, este ha sido el país que más he visitado en mi-
sión. Ese día sentí algo que nunca me había pasado: mientras nos acercábamos
al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en compañía de mi esposa, sentí
el gozo que experimentaron las niñas en las apariciones de Garabandal (Espa-
ña), un gozo infantil, una llamada interior, una algarabía como si se me fuera a
salir el corazón (muchos místicos y videntes lo han vivido).
Viajábamos en un bus, junto con otras personas, pero cuando llegamos, mi es-
posa y yo nos separamos del grupo, pues mi intención era tener mi propio mo-
mento de soledad con la Virgen.
Fue una experiencia hermosa, postrado, estuve frente a la tilma, lloré, clamé,
especialmente por la liberación de Venezuela, y le dije a la Virgen:
Así lo hice, me postré, ya fuera del santuario, frente a la entrada y ella me toma
la foto.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
* Pablo José Vivas Díaz es egresado de la Universidad Católica (Jesuita) del Tá-
chira y el IUJEL en Venezuela, donde se residió como Administrador en Informá-
tica y luego como Abogado. Obtuvo de la Universidad Santa María, Venezuela,
una especialización en Derecho Mercantil y realizó luego estudios del módulo
complementario de la Maestría en Derecho Procesal Civil. De la Universidad
Libre de Colombia, culminó el Programa de Especialización en Alta Gerencia.
También culminó estudios avanzados en Gobernabilidad y Gerencia Política de
la Universidad George Washington. Posteriormente cursó estudios en la Especia-
lidad de Relaciones Económicas Internacionales por la Universidad Católica del
Táchira, Venezuela. Se desempeñó como Abogado Consultor por espacio de
más de veinte años en el área de la asesoría jurídico-preventiva y profesional en
el campo del Derecho Comercial, Civil e Inmobiliario (Venezuela).
Por Especial Encargo del Reverendo Padre Montfortiano Luciano Cicarelli (Des-
aparecido en Medjugorje), quien fuera el Representante Mundial de la “Con-
secratio Mundi” y Predicador Enviado de Su Santidad Juan Pablo II, asume la
misión de Extensionista Mundial (Promotor Internacional) como Conferencista en
la Predicación y Formación a través de la Santa Palabra de Dios y en la Espiritua-
lidad Mariana, según San Luis María Grignon de Montfort. En la actualidad esto
lo ha llevado por diversos países del mundo difundiendo el mensaje de amor y
esperanza de la Santísima Virgen María.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Conocí las postraciones hace 6 años cuando el hermanito Roger Parra recibió
el mensaje de la Virgen y comenzó a difundirlas en San Cristóbal Venezuela, en
la parroquia Cristo Rey de las Lomas, donde yo asistía y servía como ministro ex-
traordinario de la Comunión.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Días antes yo había asistido a una reunión con el padre Rubén Zuluaga de la
iglesia La Candelaria en el centro histórico de Bogotá; fui a llevarle toda la in-
formación de las postraciones (a propósito, le gustó mucho) y él me invitó a un
retiro espiritual programado para el 30 de julio en dicha iglesia.
No le prometí asistir debido a varias ocupaciones que ya tenía previstas. Sin em-
bargo, cuando el padre me envió la invitación, vi que uno de los predicadores
encargados de liderar el retiro era Pablo Vivas del canal Mundo Católico (ellos
nos han apoyado bastante con las postraciones).
Ese mismo viernes, sobre las cinco de la tarde recibí una llamada de Roger des-
de Estados Unidos para comentarme sobre una señora, la fundadora del ce-
náculo de María del Amor Perpetuo (tiene un portal en YouTube), quien había
recibido un mensaje de la Virgen invitándola a hacer el Rosario en postración.
Esta mujer quería conocer más sobre el tema, pues, aunque ya venía haciendo
la Adoración, no conocía el esquema de las postraciones universales de ÁGAPE.
116
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Al día siguiente, domingo 31, me contacté con muchos hermanos del grupo de
postraciones de toda América Latina y les pedí oración por mi nieto. El lunes 1º
de agosto estuvimos orando en la mañana a través de unos grupos por internet.
Media hora antes que mi esposa y mi nuera tuvieran la cita con el neurociruja-
no, habíamos convocado el Rosario de Sanación y Liberación para pedir por la
salud de Nathanael. Terminando el Rosario, replicó mi teléfono… era mi esposa.
Me daba miedo responder porque no sabía qué noticia iba a darme. En ese
instante sólo pensé:
Ante la noticia, de inmediato solté en llanto. El Señor hizo su obra. Si uno se pos-
tra ante Él completamente y deja por encima de uno al Señor Sacramentado,
Él escucha las plegarias.
Antes, el niño no hablaba, solo decía una sola palabra con la que se refería a
todas las cosas. Hoy, para la gloria de Dios y gracias a los tratamientos, ya habla
bastante, no perfecto, pues todavía algunas palabras no se le entienden, pero
117
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Todo se debe gracias a ese milagro tan grande que conseguimos postrados, ros-
tro en tierra, pues no hay otra palabra… postrados pidiendo tantas veces para
que el Señor nos escuchara y que el niño no presentase ese tumor y los otros
diagnósticos.
Espero que este testimonio sirva de ayuda a todos aquellos quienes también
están pasando por dificultades:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mensaje de
Dios Padre
Entregado a Roger Parra, a través
de la vidente Lucía Phan
el 27 de noviembre de 2017,
en la Iglesia Santo Tomás de Aquino,
Sugarland, Texas, Estados Unidos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Te quiero mucho.
Te amo mucho.
Adiós, hijo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Milagros
de la Adoración
en Postración
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Adriana Castro 6
Postrada ante el Santísimo Sacramento,
Jesús me recordó mi Primera Comunión
donde Él me había dado la Eucaristía
Mi nombre es Adriana Castro, y pertenezco al grupo de Adoración Eucarística
en Postración de la iglesia San José, en San Cristóbal, Estado Táchira, Vene-
zuela.
Conocí las postraciones cuando el doctor Roger Parra nos las enseñó en mi Pa-
rroquia en el año 2018. Empezamos pocos, pero cada día se nos unen más per-
sonas, gracias a Dios. Mi sencilla, pero extraordinaria experiencia vivida en cada
Postración es saber en fe que Jesús, mi milagro de Amor Divino, me regaló el
maravilloso don de sentirle presente, real y vivo en la Santa Eucaristía, y con ello
vivir para adorarle y servirle en cada instante de mi vida.
La oración se ha hecho mi rutina espiritual y mis rodillas, que antes estaban tan
enfermas, ahora El Señor me las ha vigorizado con tan solo postrarme reverente
ante Él, dándole gracias.
126
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
la escena: cómo lo recibí, qué fue lo que sentí, y volvió a decirme que “yo soy la
niña de sus ojos”. Lloré mucho con un llanto de niña. Entonces comprendí que
esta experiencia de la Adoración Eucarística en Postración es milagrosamente
extraordinaria.
¿Saben qué? ahora yo me postro con las mismas rodillas que Él ha sanado, ro-
bustecido y fortalecido para que lo adore. ¡Qué regalo tan extraordinario!
Mientras tengamos este hálito de vida, mientras tengamos los cinco sentidos, las
manos, los pies, y las rodillas para postrarnos ante Dios, ¡hagámoslo! ¡postrémo-
nos!
Postrarse está en toda la Biblia desde el mismo libro del Génesis hasta el Apoca-
lipsis. Postrarse es testimonio de fe de los patriarcas, los profetas, los apóstoles,
los ángeles, y hasta de los demonios que también se postran ante el único Dios
verdadero.
Muchos no lo saben, pero en la Biblia consta que el mismo Jesús se postró rostro
en tierra ante Dios Padre en su agonía en Getsemaní. Postrarse es servir a Dios y
adorarlo en espíritu y en verdad.
127
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Alexandra Bernal* 7
Manifestación durante adoración
en Pentecostés en Melbourne, Australia
El día de Pentecostés (junio de 2022) viví una experiencia maravillosa en la igle-
sia de St Brigid's en Melbourne Australia. Ese día empezamos con una Misa al
Espíritu Santo para la invocación de sus dones. Después de la Misa, iniciamos la
Adoración en Postración y pedimos que los dones del Espíritu Santo se derrama-
ran sobre quienes estábamos allí.
Durante la Eucaristía, empecé a ver unas señales que el Señor poco a poco
me fue presentando. En el techo de la Iglesia, donde hay una imagen de
nuestro Señor crucificado, vi una neblina; pensé que venía del exterior por-
que estábamos en época de invierno, pero al mirar hacia atrás del templo,
no vi nada.
Justo en ese momento, escuché al sacerdote decir esas mismas palabras que
yo decía en mi mente.
Salimos de la Misa, tomamos un refrigerio, algo caliente por el frío que estaba
haciendo, y regresamos alrededor de las 9:30 de la noche para empezar la
Adoración y la Alabanza.
128
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Allí, empezamos la Adoración y de nuevo las oraciones para pedir los dones del
Espíritu Santo. Nuevamente me arrodillé y aunque quería sentarme, sentí que el
Señor me decía:
¡Arrodíllate!
Cuando empezamos a hacer la oración para pedir los dones del Espíritu
Santo, empecé a sentir el fuego en mi corazón, sintiendo cada uno de sus
dones.
Con todo esto que nos ofreció el Señor en la Iglesia, ese día de Pentecostés,
hubo un momento de Postración y Adoración y el Señor expresó, de forma muy
sencilla y a la vez muy enfática, que debemos adorarlo, amarlo con todo nuestro
corazón, con toda nuestra alma; que la alabanza debe ser fuerte, de corazón
contrito, de entregarnos totalmente a Él, que seamos solo de Él. La postración es
algo sublime, majestuoso, y El Señor nos la está pidiendo.
129
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Con toda esta experiencia que viví, me quedo con ese mensaje de nuestro Se-
ñor, de lo maravillosa que es la postración, que no lo dejemos solo, que sigamos
allí, adorándolo, amándolo, postrándonos, alabándolo, porque Él se merece
todo y mucho más.
Las postraciones las conocí directamente por el Espíritu Santo, quien poco a
poco me fue mostrando que yo, sin saberlo, me estaba postrando ante El Señor,
en mi casa, en mi oración diaria.
Cuando llegó el día de Pentecostés que narré inicialmente, estuve todas las
horas de Adoración en Postración, donde ese día Él estuvo muy presente; así lo
sentí muy fuerte en mi corazón.
El apostolado AGAPE lo conocí también, por obra de Dios, ocho días después
de haber tenido esta experiencia con el Espíritu Santo. Una tía mía que falleció
a comienzos de 2023, fue quien me dijo:
Luego, Roger me compartió los mensajes que había recibido de Jesús y María.
También me indicó cómo debía hacer las postraciones y empecé a hacerlas en
mi casa, con mis grupos de oración.
Acá en Australia, el tema es muy difícil porque tenemos muy pocos sacerdo-
tes. A nivel hispano, Melbourne cuenta solamente con tres sacerdotes: el pri-
mero es quien maneja la capellanía hispana; el segundo, habla español, pero
está más inmerso con la comunidad portuguesa; el tercero es el padre Fray
Bernard, quien es mi guía espiritual, es de Polonia y habla español. Ellos tres
cubren toda la comunidad hispana, pero en realidad el acceso que tenemos
es muy limitado.
130
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sin hablar con soberbia, humildemente, pienso que el Señor me ha puesto aquí
para esta misión, ya estoy dando los primeros pasos, cada día le pido a Él que
me dé más de su sabiduría, esa gracia para poder ayudar a tantas personas
que lo necesitan.
Yo estoy libre los lunes, martes y viernes, entonces voy a la Misa que celebran en
inglés cerca a mi casa, pero a veces solo hay un horario a las 9 de la mañana,
de resto, las iglesias las cierran. Solo conozco un lugar donde el Santísimo está
expuesto 24 horas, pero la distancia es enorme; de un barrio a otro el desplaza-
miento es en tren y es más cómodo cuando el traslado se hace en carro, pero
en mi caso, yo no manejo, entonces es más complejo.
Asisto al grupo de oración Agua Viva, todos los miércoles en la noche, de 7:00
a 9:30, haciendo alabanza y adoración a Nuestro Señor y nutriéndome de la
palabra de Dios.
131
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Actualmente, el tema de religión acá está siendo muy sesgado, por todo lo que
está ocurriendo en el mundo. A los niños les están hablando de la Nueva Era,
no se permite infundirles los valores cristianos, ya se metieron con los colegios y
universidades para que no haya ningún tipo de religión, pero sí están motivan-
do a los jóvenes a hacer meditación, yoga, y todo lo que no es de Dios, pues
la intención es abolir totalmente la religión. Por esta razón, se han emprendido
campañas a través de las redes sociales, recolectando firmas para que esto no
llegue a suceder.
Aquí hay mucha flexibilidad en el trabajo y los horarios; incluso, si uno necesita
una hora específica para algo, se la conceden. La mano de obra es muy bien
paga, entonces los jóvenes se emplean en empresas como Mc.Donald´s, cen-
tros comerciales, tienen la posibilidad de ahorrar, viajar, beber, consumir vicios.
Infortunadamente, los australianos y los jóvenes, viven sin Dios. Por eso, hay que
orar mucho por Australia porque a pesar de ser un país con muchas comodida-
des y oportunidades, espiritualmente está demasiado mal.
Cuando yo voy a la iglesia, lunes, martes y viernes, solo somos dos jóvenes y el
resto abuelitos o personas enfermitas.
Las rosas que llevo a casa, pasan de color rosa a violeta. También he tenido ma-
nifestaciones de perfume de rosas en mi hogar o cuando camino por una zona
donde hay edificios y solo moles de cemento, en ese momento, la Virgen me
hace saber que está conmigo. Son manifestaciones de amor, a veces la gente
es muy incrédula.
Entonces, puedo decir que, así como hay desventajas para unos, para mí fue
una gran ventaja llegar a Australia y El Señor me ha quitado todo lo que yo lle-
132
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Hace dos años aquí me consagré al Inmaculado Corazón de María, y cada día
es una conversión, un día más para estar con Jesús y María, enamorarme más
de ellos, sintiendo ese amor verdadero, infinito y sobrenatural. Y así como me
permitieron sentir ese amor que yo antes no sentía, también me regalaron el
amor para con mi familia, mis hermanos, mis amigos e incluso para los que no
me quieren.
Ha sido un proceso y un camino lleno de rosas desde que llegué a Australia. Doy
gracias a Dios por haberme permitido estar aquí, y regalarme este “pedacito
de Tierra Santa”, a pesar de todo el pecado, olvido y abandono que sufre este
país, pero para mí ha sido una tierra prometida, porque el Señor aquí me ha
cambiado.
Aquí existe mucha libertad de cultos, hay mucha gente de Asia, India, musul-
manes, es un país multicultural, pero a la vez que hay tanto culto, también hay
respeto a todas las creencias y diferencias de religiones. Sin embargo, el Ca-
tolicismo representa una muy mínima parte. Estamos orando por los jóvenes e
invitándolos para que lleguen.
Envío un mensaje a los niños, jóvenes, a los padres de familia, porque aquí es
muy latente que los padres dejen que sus hijos hagan lo que quieran. Les dan un
Ipad en lugar de darles la Biblia, prefieren que el niño esté pegado al TV en lugar
de orar en familia, no oran ni le dan gracias a Dios por los alimentos, ni por nada.
Mi mensaje es también para los padres: el único camino es Dios, Él es la vida,
nuestro único amor verdadero y a pesar de las circunstancias y dificultades que
estemos pasando, Él no nos deja, no nos abandona, Él siempre está allí, con ese
fuego de amor divino, que es incomprensible e indescriptible. Por ese amor tan
grande y maravilloso, podemos decir que estamos en esta Tierra que Él nos dio,
sobre la creación con la cual nos bendijo.
A los papitos les digo que sigan en esa lucha, guíen a sus hijos en la oración, el
amor a Dios, a las personas, al prójimo, en enseñarles los Diez Mandamientos, los
practiquen en sus casas, los hagan vivos a plenitud. Esto es lo que El Señor más
me ha recalcado y me ha puesto en el corazón. Los padres y madres podemos
alimentar eso en nuestros hijos desde pequeñitos para que nuestros hijos den
esos frutos benditos, darán una cosecha increíble.
133
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Debemos inculcarles a los niños que Dios es el Papito más grande que puede
haber en esta Tierra, nos lleva en ese camino, juega con nosotros, nos ama,
siempre está ahí, con sus abrazos nos engolosina la vida, y en Él todo lo tene-
mos, nada nos falta. Si algo pasa, Él va a estar ahí, curando tus rodillas peladi-
tas, curando tus heridas, si te caes, tranquilo que Él te va a levantar, va a estar
ahí. Si la herida es muy honda y profunda en tu corazón, no importa, Él la va
a sanar. Lo digo porque hemos tenido heridas desde niños, dolor y cuando
llegamos a la adolescencia y juventud, esa herida que puede estar profunda-
mente honda, el Señor la va a sanar.
Y el mensaje para la juventud: a pesar que el mundo nos deslumbre con tan-
tas cosas que hay, la vanidad, la soberbia, el orgullo, porque en esa etapa nos
volvemos así, rebeldes, a pesar de todas esas circunstancias, siempre miremos
al cielo. Ese azul que vemos en ese cielo es el amor de misericordia que tiene
nuestro Señor Jesús para todos nosotros. A través de ese cielo podemos con-
templar la maravilla del amor de Dios, que es inmenso como el mar.
Juventud: agarren ese rosario, átenlo con todas las fuerzas de su corazón
para que les lleve a una juventud plena, hermosa, que les brinde tranquili-
dad, paz, amor, pues es fácil sentirse desanimado en esa etapa de la vida,
desesperado, sin esperanza y buscamos vicios o caminos diferentes al amor
de Dios. Entonces, con esta arma tan hermosa que nos ha dado la Virgen
María, con Ella y con Jesús podemos superar todos los obstáculos que se nos
presentan.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ana Ruiz* 8
La curación del brazo de mi sobrino Eduardito
Mi testimonio se refiere a la historia de Eduardito, mi sobrino. Él tiene problema en
los codos, pues, a diferencia del común de las personas, nació con sus bracitos
invertidos. Cuando tenía siete años, los médicos ordenaron operarlo, pero otro
doctor se opuso por considerar que estaba muy pequeño.
Una mañana, el niño amaneció con el brazo doblado, como si tuviese la mano
hacia el hombro. La noche anterior, la mamá vino y durmió con el niño, por lo
cual pensé que ella, involuntariamente se había adormecido sobre el brazo de
Eduardito y por esa razón, no podía enderezar su extremidad. Yo le decía:
Él no me respondía. Pasaron los días y nada que bajaba el bracito. Eso nos pre-
ocupó y lo llevamos a un chequeo médico al hospital del seguro social, acá en
San Cristóbal, Venezuela, donde trabaja mi hija. Ella es licenciada en enferme-
ría, e hizo todo lo posible para que lo viera un traumatólogo. Lo atendieron, le
brindaron primeros auxilios, le hicieron radiografías, le pusieron vendas, pero no
mejoró; el niño no bajaba su bracito.
En vista de eso, volvimos donde el médico y su decisión fue operarlo, pero entre
uno y otro trámite, pasaron tal vez dos meses, y en ese lapso de tiempo, el doc-
tor enfermó y falleció.
A través de una amiga abogada, yo había conocido al Dr. Roger Parra, cuan-
do ella organizó un encuentro en su casa y me invitó. Yo asistí, pensando que
136
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
se trataba de una reunión social, pero jamás me imaginé que el propósito era
hablarnos de las postraciones, un tema totalmente desconocido para mí. Escu-
ché atentamente la explicación del Dr. Parra y luego, él me invitó a asistir a la
Iglesia. Yo iba cuando me era posible y así comencé a hacer la Adoración en
Postración.
El Dr. Roger se enteró del caso de Eduardo; le comenté sobre la decisión del
médico de operarlo, le mostré el presupuesto del costo del procedimiento y la
lista de implementos a conseguir, dada por el traumatólogo, para concretar la
cirugía. Sin embargo, como yo no tenía el dinero, el Dr. Parra me sugirió esperar.
Mientras tanto, seguimos asistiendo a las postraciones, tal vez por unos tres me-
ses, incluso con el niño, a quien todo el mundo lo aprecia, pues Dios le dio esa
bendición de darse a querer de la gente.
Ya pasaron más de dos años de este milagro hecho por Dios. Estoy muy agrade-
cida con el Dr. Roger porque gracias a él, pude esperar y confiar en Dios, para
quien no hay nada difícil.
“Ella (Ana Ruiz) fue a la Educación Eucarística a la Parroquia del Perpetuo Socorro
(que en Venezuela se le dice El Santuario), con su sobrino. Ella me pidió hacerle
oración al niño, quien tenía los dos brazos totalmente erguidos de los codos ha-
cia arriba. Allí le hicimos una primera oración, después hicimos otra en la Iglesia
Cristo Rey en las Lomas y una tercera oración, creo que también en el Perpetuo
Socorro. Luego vino el milagro que hizo el Señor. Ella por cierto me dijo que con-
serva todas las placas donde se demuestra cómo el niño nació con los huesitos
invertidos de los dos codos y cómo se fueron enderezando milagrosamente.”
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Andry Vivas* 9
Como Santo Tomás, yo no creía, pero
con las postraciones mi corazón dio un vuelco
El Dr. Roger Parra fue invitado a un programa de radio en la emisora católica
Radio Natividad del Táchira, dirigido por los hermanos de la Fundación Verbo
y Vida, con la cual trabajé casi tres años. El Dr. Roger estaba recién llegado a
Venezuela, muy emocionado, anunciando el mensaje que la Virgen María le
había dado.
Desde hace diez años, he estado muy cercana al Santísimo Sacramento del Al-
tar, pero, cuando viví la experiencia de las seis postraciones, mi corazón dio un
vuelco. Empecé a tener mucha más cercanía con El Señor, a ver las maravillas
que Él da a cada uno de nosotros, a pesar de los obstáculos y dificultades que
vivamos en el día a día.
Por eso, comencé a salir con el grupo de las postraciones a diferentes lugares
y parroquias, a ver también cómo en algunas iglesias y varios sacerdotes nos
cerraban las puertas, no creían, pero otros si nos ayudaban. Pudimos tener ese
regocijo en nuestro corazón, cuando muchas personas se nos unieron a este
gran encuentro. Fue una relación entre Dios, en su Santa Eucaristía y nosotros,
que estábamos empezando a llevar ese mensaje a muchas personas.
138
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
´Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto y fue a refugiarse
allí, siendo pocos aún; pero en ese país se hizo una nación grande y
poderosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusie-
ron dura servidumbre. Llamamos pues a Yavé, Dios de nuestros padres,
y Yavé nos escuchó, vio nuestra humillación, nuestros duros trabajos y
nuestra opresión. Yavé nos sacó de Egipto con mano firme, demostran-
do su poder con señales y milagros que sembraron el terror y nos trajo
aquí para darnos esta tierra que mana leche y miel. Y ahora vengo a
ofrecer los primeros productos de la tierra que tú, Yavé, me has dado.
Los depositarás ante Yavé, te postrarás y adorarás a Yavé, tu Dios."
Es una de las citas que nos permite tener esa creencia total que verdaderamen-
te esto viene del Señor. No quiero dar un testimonio para convencer a nadie sino
para afirmar el mensaje que un día le dieron al Dr. Roger Parra. Como seguido-
res, amantes y buscadores de ese Dios Todopoderoso, ese Trino, puede también
ayudarnos a comprender qué es lo bueno, perfecto y agradable a Dios.
Aprovecho este testimonio para llevarlo a tantas personas que aún no creen,
así como me ocurrió a mí un día, como le pasó a Santo Tomás, para que ellos
también puedan creer.
Dios y la Santísima Virgen les bendiga, les guarde y les acompañe en todo mo-
mento. En mi tienen una servidora.
139
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Vivir lejos de mi familia no ha sido fácil. Tengo la gracia de formar parte de las
adoradoras eucarísticas de una capilla pequeña llamada “Oremus”, a donde
voy todos los martes de 9 a 10.
Tengo apenas siete años de casada por la Iglesia, después de varios años
unida a mi esposo sin matrimonio eclesiástico. Yo le insistía que nos casára-
mos porque no podía comulgar y, gracias a Dios, él aceptó. Hace cuatro
años mi esposo quería separarse de mí, pero gracias al Señor luego cambió
de idea. Él tiene un fuerte vicio: fuma desde hace 31 años. Mi lucha es esa,
me critica porque, según él, yo no lo entiendo. Él no quería ir a Misa ni rezar
conmigo.
Él me decía:
¡Guau! ¿Verdad?
140
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
No dejemos solo al Santísimo Sacramento. Cuando voy allá siento una paz y un
gozo tan grandes que lloro de alegría.
Cómo no amarte, Señor, ¿si has dado la vida por mí? y sé que la vol-
verías a dar.
141
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Angélica Morón 11
y Betty García*
Angélica Morón
Deseo compartir con ustedes este testimonio que me ocurrió a mediados de
2022, en una de las postraciones que hice frente al Sagrario del Santísimo Sacra-
mento, en la Iglesia de mi comunidad de Biscucuy, estado Portuguesa, Vene-
zuela.
Esa postración la hice a escondidas, porque aún no había hablado con el párro-
co para solicitar su permiso, pero gracias a Dios, días después me lo concedió,
fruto de mucha oración.
Betty García
En el momento en que mi madrina estaba en la postración, sentí la necesidad
de acompañarla. Cerré mis ojos y cuando estaba en mi oración personal, sentí
que la Iglesia cambió de color, se tornó como dorada, y me vi en otro lugar. En
segundos, todo se paralizó; la mujer que cantaba, empezó a hacerlo más sua-
ve, hasta que su voz se paralizó.
Cuando quise subir la mirada hacia el Santísimo, sentí que alguien se aproxi-
maba, lo cual me llamó la atención. Cuando fijé la mirada, estaba ante la pre-
sencia de Jesús. No le vi el rostro, solamente pude verlo desde la cintura hacia
abajo, vestido con esa túnica color champagne, como si fuera el sacerdote;
venía con paso muy lento. Todo era demás increíble y hermoso. Sentí que ve-
nía despacio, muy despacio y cuándo giró cerca de mí, hacia donde estaba
142
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
*Angélica Morón y Betty Garcia, desde la Parroquia San Antonio de Padua y Vir-
gen de Coromoto, en Biscucuy, Portuguesa, Venezuela. TTestimonio disponible
en audio en: https://www.youtube.com/watch?v=KVij5SPGNqU
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Angelina Perera* 12
Desde la primera Adoración, sentí cómo
el Señor tocó mi corazón y me sanó de tanto dolor
Resultó que el señor era Roger Parra. Una amiga me lo presentó, él me explicó
en qué consistía la postración y desde ese momento quedé enamorada de la
Adoración Eucarística; es una de las formas más bellas, sinceras, y sencillas de
adorar a Jesús Sacramentado, porque, El Señor, a través del Espíritu Santo, nos
inspira y lo que allí fluye, es de nuestro corazón.
Al comienzo fue difícil porque la gente nos tildaba de locos, de extraños, inclu-
yendo sacerdotes. Muchas personas no creían en las postraciones.
Sin embargo, como El Señor obra de esa manera tan hermosa, maravillosa, mis-
teriosa, y misericordiosa, ha ido tocando los corazones, ha obrado muchos mi-
lagros a través de esta Adoración Eucarística, porque adoramos a Jesús vivo y
presente, en el Santísimo Sacramento del Altar.
En las postraciones el Señor toca nuestros corazones, nos sana, nos salva y nos
libera de todas aquellas cargas que hay dentro de nosotros. Bien lo dice Él en su
palabra:
Los que estén cansados y agobiados, vengan a mí, que yo los aliviaré.
144
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Tomando las palabras sabias de nuestro Señor, invito a los hermanos a que nos
hagamos fieles seguidores de la Adoración Eucarística de las postraciones. Ten-
gámoslo por seguro que llegará al mundo entero y hasta el Vaticano, por la
misericordia de Dios. Sigamos invitando a muchas personas, sin sentir pena, y no
importa lo que piensen de nosotros.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo no sabía qué hacer porque estamos solos con mi esposo y nuestros 4 hijos de
12, 11, 9 años, y el bebé de 1 año, en Estados Unidos. Sentía que el mundo se me
venía encima, pero también sabía que hay un Dios Todopoderoso quien todo
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
lo puede. Con toda la fe, me postré ante el Señor, descargué todo mi dolor, mi
sufrimiento, esa carga tan pesada que traía en mi corazón, le pedí con una fe
que me hiciera el milagro de curar a mi esposo, sin importar la opinión de los
doctores, pues según ellos, mi esposo ya no se iba a levantar de la cama. Ellos
me veían y no sé si les daba ternura, tristeza o fue mi fe firme, pero ahora sé que
es Dios Todopoderoso.
Si vas, te postras ante el Señor y le entregas todas tus cargas, lo alabas, lo ado-
ras, Él puede hacer la obra.
Fue ahí, en una de las noches en que llegué a la Adoración, cuando el Señor
me tocó y me aseguró que mi esposo se iba a levantar, pero me pedía pacien-
cia. Yo tenía miedo en algunas ocasiones, especialmente cuando mi esposo se
ponía más mal, y le decía:
A veces la gente me dice que yo no lloro, y les parece que no tengo sentimien-
tos, pero la verdad, ya no puedo; solo lloro frente al Señor, en las postraciones;
allí me desahogo y solo Él me “apapacha” con ese amor. Les invito, hermanos, a
que ustedes asistan. Dios hace maravillas, obra en tu vida. Estoy tan agradecida
con Él porque me ha hecho el milagro.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Blanchy Falconí* 14
Si supiéramos de la presencia real de Jesús Eucaristía,
al pasar delante de cada Sagrario, nos postraríamos rostro en tierra
La oración de postración es un hermoso regalo que nos inspira el Espíritu Santo,
quien es el amor entre el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo es el mismo Dios habi-
tando dentro de nosotros, y mientras más busquemos al Señor en la Eucaristía,
recibiéndolo todos los días, comiendo, bebiendo al mismo Cristo, Él mismo nos
va a dar esas gracias sobrenaturales.
Desde que empecé está conversión, el Señor me fue enamorando, como una
miel; cada vez uno desea más estar con Él, con el Amado. En mis oraciones
comprendí lo que era el tiempo cronos (cronológico, cuantitativo, medible) y
el tiempo kairos (representa un lapso de tiempo diferente al tiempo habitual,
Cronos). Llegó un momento en que podía hacer siete (7) horas de Adoración y
parecía como si hubiera sido solo una; se pierde la noción del tiempo y simple-
mente estamos ahí adorando. Nunca lo pude hacer sentada, siempre lo hacía
arrodillada, y de unos meses acá sentía la necesidad porque es cuando el cora-
zón va creciendo en el amor, quieres dar más, quieres abrazar más, quieres be-
sar más a la persona amada, y sentí esa necesidad de postrarme. Luego, supe
de este de este hermoso movimiento de amor mundial (ÁGAPE), que llegó a mi
puerta, porque así obra Jesús, y, como dice la Virgencita en los últimos tiempos,
nos va uniendo a sus consagrados, a sus soldados porque tiene más gracias e
indulgencias, postrarnos ante el Santísimo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Carolina Casique* 15
Mi Dios derramó misericordia en mi hijo
quien fue sanado (de cáncer de páncreas)
Tengo un hijo, Willcar Alejandro Duque Casique, quien hace cinco (5) años salió
de Venezuela para Santiago de Chile. En diciembre de 2020 presentó una sinto-
matología nada normal. Fue hospitalizado y le detectaron un tumor en el pán-
creas. 25 años tenía en ese momento. Eso nos llenó de desesperación e inmensa
preocupación.
En esa desesperación de “mamá a distancia”, porque no logré conseguir la visa
para poder viajar y estar con él, mi hijo tuvo que pasar un proceso de operación
y quimioterapias.
En ese transcurrir, en ese día a día, yo necesitaba ubicar a Dios, y no sabía si Él
me estaba escuchando. Fui a varios sitios donde me invitaron, a pedir, a orarle
y un día alguien me dijo:
Profe (yo soy docente), vamos a la Iglesia Cristo Rey.
Me dieron la dirección y fui un jueves, donde el Santísimo estaba expuesto. Viví
por primera vez la hermosísima experiencia de estar en las postraciones, de estar
presente en ese momento tan sagrado. Desde ahí, les puedo decir que mi fe
aumentó enormemente. Desde la primera postración que hice, destruida como
mamá, en cada postración, sentía que Dios me escuchaba.
Yo me preguntaba:
¿Será que aquí el Señor sí me va a escuchar?
Y empecé a recibir respuestas de Él, porque aprendí que las cosas no se le piden
a Dios cuando uno las necesita. No. A Dios debemos darle todos los días ese
momento sagrado que Él nos pide, y añora que le brindemos.
Empecé a ir todos los jueves y cada vez me sentía más bendecida, con más
entusiasmo, con más energía, positivismo y devoción.
En poco tiempo, el Señor me daba respuesta y aunque en algunos momentos se
nos complicaban las cosas, nos respondía a los dos o tres días. Yo decía:
Señor, aquí estás, me escuchaste todo lo que te pedí el día de la pos-
tración. Me escuchaste.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Invito a todas aquellas personas que están leyendo este testimonio, a creer, y a
asistir a las postraciones los jueves. Busquen ese espacio sagrado con nuestro Se-
ñor Jesucristo. Él es el Rey de Reyes, el Señor de Señores, es todo para nosotros,
y sí escucha nuestras peticiones, súplicas y oraciones.
Hoy, estoy inmensamente feliz de que todo haya salido tan bien como salió.
Mi hijo salió victorioso de esta enfermedad… Dios así lo decidió. Amén, amén,
amén.
* Carolina Casique, miembro de la Adoración Eucarística de las Postraciones,
Parroquia Cristo Rey, Las Lomas, San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Testi-
monio disponible en audio en: https://www.youtube.com/watch?v=ielw0E-62f8
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Carmen Tavárez 16
De tres tumores cancerígenos, ya desaparecieron dos
Mi nombre es Carmen Tavárez y vivo en Tulsa, Oklahoma, en los Estados Unidos.
Desde hace tiempo padezco de cáncer. El día viernes 29 de enero de 2021, a
las 6:00 pm, asistí a una Adoración Eucarística de las Postraciones, en la Parro-
quia Santo Tomás Moro.
El dolor en mi cuerpo y otro dolor fuerte que tenía en mi cabeza se fueron. Tenía
tres días con dolor en mi riñón, no podía caminar y andaba mal. Luego de la
oración me sentí bien.
Cuando llegamos a la casa mi hija me dijo que se sentía bien y que ya casi no le
dolían las ronchas. Al otro día amaneció mejor y ya estaba más limpia. A los dos
días se despertó sin ninguna roncha en su cuerpo… todas habían desaparecido.
Y mi niña, agradecida, ahora va más a Misa y a visitar al Santísimo.
Dos meses después, como a finales de marzo de 2021, los médicos me hicieron
los exámenes por mi cáncer. Yo tenía tres tumores y ya no más me salió uno. En
el hospital me volvieron a hacer otro examen de rayos X para saber si habían
crecido. El doctor nos enseñó la radiografía a mi hija y a mí. Nos dijo que él sólo
veía un tumor. Yo le pregunté:
¿Y los otros?
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Me dijo:
Los otros dos yo no los veo. Desaparecieron. Sólo aparece éste aquí y
no ha crecido, más bien parece un poco más pequeño.
Me sentí como una niña de contenta, y mi hija y yo nos fuimos a darle gracias
a Dios, nos postramos ante el Santísimo en la capilla de San Pedro y San Pablo.
Le doy gracias a Dios por haber puesto al hermano Roger en mi camino porque
él sin decir mucho, nos está enseñando a postrarnos ante el Santísimo. Con las
postraciones Dios sanó a mi hija, me ha hecho superar el dolor por la muerte de
mi hijo, y está sanándome de mi enfermedad, pero lo mejor es que estoy apren-
diendo a adorar al Rey de Reyes.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Claudia Parra 17
Mientras Roger explicaba la historia de
la consagración de Venezuela, tuve una visión en tres escenas
Era la primera vez en mi vida que oía hablar de las postraciones como forma
de Adoración Eucarística. Estaba hablando un señor a quien yo jamás había
visto, y que después supe que se llamaba Roger Parra; en el momento en que
explicaba la historia de la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramen-
to del Altar, recitó el poema de la Plegaria al Santo Cristo de La Grita, también
del Estado Táchira, que yo conozco, y el cual empieza así:
Luego vi una gran cantidad de almas, no se les veían los pies, eran transparen-
tes, como de cristal; eran miles y miles que salían del suelo y ascendían al Cielo.
Sentí que había muchas personas intercediendo en oración por esas almas. Yo
seguía despierta.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Finalmente entendí que esas visiones tienen que ver con la necesidad de pos-
trarnos ante el Santísimo, que laicos y presbíteros de la Iglesia entendamos que
tenemos que volver a los tiempos antiguos donde ante Yahvé se postraban sus
hijos. En Venezuela hay que orar y adorar postrados al Santísimo.
Yo sentí que mi visión era de orden espiritual y moral pero que modificará el
orden político en mi país. Creo que esto no se logrará si no nos postramos ante
Jesús Eucaristía, si no dejamos el orgullo, si no nos reconocemos humildes, pe-
queños, ante Él. Algunas personas de la Iglesia aún no lo creen, pero somos
muchos laicos que sí lo creemos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cristina Mercedes 18
Gómez de Ramírez
Me postré y me dijo al oído: “No es para que
te quedes con la emoción, es para que lo des a conocer”
Soy profesora jubilada. Vivo en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Las
postraciones las conocí por una coincidencia. Una amiga me invitó para el ani-
versario del fallecimiento de su mamá. Yo no tenía los medios para trasladarme
porque para esa época el transporte ya era muy escaso en San Cristóbal. Me
llamó otra amiga, excompañera de trabajo, y me preguntó si yo iba a asistir a
la Misa. Yo tenía toda la intención de ir, pero mi dificultad era el transporte. Sin
embargo, ella pasó a buscarme y finalmente pudimos llegar a la Eucaristía.
No me había dado cuenta que estaban unos amigos míos con quienes yo asistía
los jueves a un grupo de oración; me percaté de su presencia en el momento
de darnos la paz, y me pidieron que cuando finalizara la Misa, no me fuera, que
los esperara afuera, pues necesitaban hablar conmigo.
Al salir de la Misa, me invitaron para el día siguiente, justamente como todos los
jueves sin falta, pues un señor iba a ir explicar un testimonio sobre la Virgen.
Me casé muy joven y para la gloria de Dios, nuestro matrimonio perduró por 47
años. Mi esposo, en ese mes de diciembre había tenido un quebranto de salud
sencillo, una gripe. Pasamos diciembre y a mediados de enero, el médico tra-
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
tante lo internó en la clínica para hacerle un chequeo porque, aunque todos los
exámenes salían bien, mi esposo seguía quebrantado. Estuvo una semana en
la clínica para practicarle los estudios médicos, luego lo llevamos para la casa,
pero otra semana después lo volvimos a hospitalizar y nunca más regresó. Esa
semana, Dios se lo llevó.
Durante mi vida de casada, jamás estuve sola, todo el tiempo, con mi esposo
durante esos 47 años. Ya nuestros hijos estaban casados y solo uno, el menor,
estaba conmigo, pero estudiaba fuera de San Cristóbal.
Mi esposo se fue a vivir con Dios y yo me quedé sola. No puedo explicar, es algo
que me ha costado demasiado… demasiado. Por eso, yo asistía al grupo para
sentirme acompañada, para buscar un apoyo, pero nadie sabía cuál era mi
dolor, ni cómo me sentía.
Llegó el día que el Doctor Roger Parra iba a exponer el tema. Se celebró la
Misa y nos dijeron que iban a hablar de un mensaje de la Virgen. El padre gus-
tosamente y los del grupo nos quedamos en la pequeñita y bellísima capilla
del colegio Santa Eufrasia. El Doctor Roger hizo la exposición de las postracio-
nes y nos explicó la forma de postrarnos. En conclusión, empezamos a hacer
la Adoración en Postración, ese jueves 17 de agosto de 2017.
Yo, desde muy jovencita, y luego con mi esposo, siempre fuimos (y sigo siendo)
muy devotos y adoradores al Santísimo. Yo he hecho los talleres de oración y
vida donde se conocen varios tipos de postraciones.
Una vez el Doctor Roger nos hizo la explicación, el primero en postrarse fue el
sacerdote, quien expuso al Santísimo. A mí me entró una emoción, algo dentro
de mí que no sé cómo explicar. Todos los que estábamos en la capilla nos pos-
tramos. Mi emoción era algo indescriptible. Me sentía muy dichosa de tenerlo,
de estar ahí, sentía que Él estaba vivo y presente; yo estaba como pegada al
piso. En ese momento, escuché que alguien me dijo al oído:
Wauu… yo pensé:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En una ocasión, invité al Dr. Roger a dar testimonio, a la capilla del lugar donde
vivo y donde yo era la encargada. Sin embargo, no le conté lo que había sen-
tido ni escuchado.
Allí empecé con perseverancia hasta el día de hoy, a hacer la Adoración, in-
cluso, en medio de situaciones difíciles, pero nunca imposibles. Comencé a salir
con el Dr. Roger a acompañarlo a diferentes pueblitos en San Cristóbal. Siempre
que íbamos a la Misa, invitaba a la gente pues me emocionaba mucho.
Fue una emoción indescriptible. Me sentí inmensamente feliz y oí una voz que
me dijo que estaba muy emocionada pero que no era para que me quedara
con la emoción sino para darla a conocer.
Para la gloria de Dios, hasta el día de hoy, Dios me tiene en su camino perseve-
rante. A cualquier sitio donde vaya, o a cualquier país, me postro y doy a cono-
cer las postraciones. Nunca he estado inactiva. Algunas personas han quedado
en el camino, otras han seguido, pero para su gloria, Dios me ha colocado ins-
trumentos maravillosos en este camino de bendición.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El año 2021 se me pidió el favor de hacer una conexión con un predicador cató-
lico, con quien tengo una gran amistad, para divulgar la Adoración Eucarística
de las Postraciones, en Latinoamérica, a través de Radio María. De esta manera
ha sido posible darlas a conocer.
Antes de conocer las postraciones, siempre, antes de irse al trabajo, nos íbamos
a la capilla de las adoratrices, a las seis de la mañana, hacíamos Adoración, él
se iba al trabajo y yo me quedaba un rato más.
Yo voy todos los días a adorar al Santísimo, y cada día es una experiencia nue-
va, maravillosa y totalmente diferente. En esas visitas, tres años antes de morir
mi esposo, en su palabra, Dios me hablaba. Después, entendí que me estaba
preparando para su partida. Eso lo entendí, después que él murió. Yo lloraba
cuando leía la palabra, sentía lo que el Señor me decía y le respondía ante el
Sagrario:
Señor, ¿Por qué me hablas esto tan fuerte? Tu sabes que no entiendo
esto tan fuerte, pero estoy aquí contigo.
Después que murió mi esposo, con mi dolor, seguí haciendo las visitas diarias y
un día, una voz me dijo:
¿Ahora sí entiendes?
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Qué me pasó ese día? … Ese día fue una profundidad, un “tú a tú” con el Se-
ñor, un mar adentro, donde escuché una voz que me dijo:
Yo le respondí:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Entiendo que es una Misa que debo mandar a celebrar para el día de
mi cumpleaños… le respondí.
Fijamos la fecha y la hora. Invité a mi hijo, con su esposa, sus tres niños y a cuatro
adoradores (pero solo asistieron dos). Era limitado el número de personas porque
así me lo había advertido la madre. Además, ese día de la Misa, culminaban las
40 horas y estaba el grupo de adoradores eucarísticos que había quedado de
guarda del Santísimo.
Cuando vino el sacerdote, me comentó que los adoradores habían visto que se
estaba alistando el Altar para la Misa que yo había solicitado, y ellos la interpre-
taron como la Eucaristía para culminar las 40 horas.
La madre me preguntó:
Con todo este “corre corre”, no conseguí a nadie que cantara, le res-
pondí.
Ella me dijo:
Ese día la madre sacó a todos los abuelitos a la Misa y a todas las monjitas, y con
los adoradores de las postraciones que habían correspondido para esa hora.
Cuando entré y vi cómo la madre había dispuesto la capilla para ese día, com-
prendí que el Señor había querido darme ese “banquete” para mi cumpleaños.
Concluyo diciendo que he vivido cosas bellas y maravillosas, así como muchas
adversidades, pero Él siempre me da la mano y me levanta.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dorthy Colmenares* 20
Jesús respondió a todas esas oraciones.
Nuestro hijo de diez años fue sanado de leucemia
Hace varios años, mi hijo fue diagnosticado con leucemia. Como madre, mi
sufrimiento era inconmensurable, y antes de llegar a casa iba a Misa y lloraba
junto a mi párroco quien atendía mi tristeza.
Un día, por aquel entonces, mi párroco, el padre Miguel, habló de una Misa de
sanación a las siete de la noche. Yo no sabía de qué se trataban esas Misas,
pero busqué a mi niño y lo llevé.
Para ese momento, los hematólogos habían dicho que se veían células can-
cerígenas infiltradas en la médula y le habían hecho al niño otro examen para
confirmar.
Pasados unos dos meses, unas monjas amigas me informaron que en su parro-
quia se iba a celebrar una Misa de sanación. A la celebración asistimos mi es-
poso, mis dos hijos y yo. Quedamos ubicados de forma separada porque había
bastante gente. Mi esposo quedó con nuestro niño enfermo. Se hizo Adoración
al Santísimo, todos postrados, y nuevamente, mi niño cayó de rodillas cuando
llegó el Santísimo frente a él.
Días después, mi esposo asistió al hospital a buscar los resultados médicos del
niño, y ocurrió el milagro. Cuando él llegó, convocaron a junta médica; los doc-
tores iban y venían y él pensó:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Señor, no sabemos qué pasó, pero todo lo que estaba antes, desapa-
reció.
Nosotros no solo oramos en esas dos Misas, sino que todos los días nosotros, se-
gún nos aconsejaba el sacerdote, debíamos orar de rodillas y así lo hacíamos.
Cuando el niño estaba dormido, yo me arrodillaba junto a su cama y oraba a
mi Señor. El padre me decía que le impusiera las manos, aunque no lo tocara y
así lo hacía.
A todas esas oraciones, Jesús respondió. Por eso, nosotros tenemos que adorar a
mi Señor, siempre postrarnos. Invito a todos a orar de corazón y pedirle al Señor
de rodillas.
Vas a decir que estoy loca, pero cuando comencé a hacer esa pos-
tración, en mi casa había un fuerte olor a incienso.
Mi invitación es a que continúen con las postraciones. Debemos tener fe, seguri-
dad, confianza en Jesús porque Él puede ayudarnos en todo lo que queramos,
diciéndole siempre:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Nos dijo que la Santísima Virgen María le había enviado el mensaje de las postra-
ciones a través de una vidente, lo cual me llamó muchísimo la atención.
A partir de ese día, seguí asistiendo a la Iglesia Cristo Rey Las Lomas a participar
de las postraciones y mi vida cambió casi un 100%. Yo antes iba a la Santa Eu-
caristía todos los domingos, pero muy distraída, no tenía conciencia que ese era
un encuentro con Dios.
Cuando empecé a ir a las postraciones, ya era diferente, ya sabía que ahí esta-
ba nuestro Señor Jesucristo, real y vivo en el Santísimo Sacramento, con su cuer-
po, sangre, alma, y divinidad, entonces yo ya asistía con más amor, respeto, con
más reverencia, y adorándolo con el corazón.
Luego, tuve una fractura en el húmero del brazo derecho a la altura casi del
hombro. Eso fue una mañana que me levanté para irme a trabajar y en la par-
te de abajo de la casa donde vivo, me resbalé, caí y me fracturé el brazo. Me
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
llevaron al hospital, me hicieron todos los exámenes y el doctor dijo que la solu-
ción era operarme, colocarme unos tornillos o de lo contrario, mi brazo quedaría
completamente paralizado.
Señora Elisa, queremos hablar con usted. Si tiene familiares aquí, díga-
les que pasen para que ellos también escuchen.
La doctora les recomendó a mis hijos llevarme para la casa y cuidarme mucho,
porque yo estaba muy delicada de los huesos. Les dijo que yo nunca podría vol-
ver a salir sola para ninguna parte, sino siempre acompañada de otra persona,
por el riesgo de volver a caerme en cualquier momento y llegar a fracturarme,
especialmente la columna, lo cual sería más peligroso. Para la doctora, yo no
iba a poder hacer nada, no iba a ser capaz de volver a levantar ningún peso, ni
siquiera cargar cualquier cosa de 1 kg en mis manos, escasamente, solo podría
“picar un cilantrico” pero no hacer ninguna clase de esfuerzo.
Señor, yo no quiero estar así ni ser una carga para mi familia, para mis
hijos.
Porque prácticamente mis hijos debían estar todo el tiempo conmigo, cuidán-
dome y atendiéndome en todo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El padre le pidió al doctor Roger orar por mí, y así lo hizo. Me senté en una de las
bancas de la iglesia y cuando él empezó a orar por mí, un frío me corrió por los
huesos, desde la cabeza hasta los pies. Cuando terminó la oración, le agradecí
y me vine para la casa.
Para ese momento, como no me podía vestir sola, una vecina del frente de mi
casa venía y me ayudaba, especialmente, a quitarme la camisa, a peinarme,
y a arreglarme. A veces mi esposo me ayudaba, pero como él trabajaba, no
podía estar todo el tiempo pendiente de mí.
Sentí en ese momento una gran alegría, una emoción de saber que El Señor ya
me había sanado, pues cuando el doctor Roger hizo la oración por mí, sentí en
mi cuerpo algo diferente, como si ya estuviera libre de la osteoporosis.
Hasta ese día, yo no podía hacer nada, escasamente lo que lograba hacer con
una sola mano. Después de quitarme la blusa y peinarme, me vestí, me puse otra
ropa para estar en la casa, y comencé a hacer oficio; preparé la comida, y en
la tarde, cuando llegó mi esposo, quedó muy sorprendido; solo me preguntaba:
Yo le dije:
A partir de ese día, para la gloria de Dios, salgo sola, ya puedo barrer, levantar
peso, y hacer mantenimiento en algunas casas.
Todos los sábados voy a la Iglesia Cristo Rey y allá ayudó a limpiar el templo y
me siento bien, para la gloria de Dios. Sé que El Señor me ha sanado del pro-
blema de mis huesitos. Antes, cuando no podía hacer nada, me sentía como
una persona inútil, eso me tenía muy triste, pero a través de la oración y de las
postraciones, Él hizo ese milagro tan grande en mí.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Le agradezco mucho al doctor Roger Parra por todas sus enseñanzas tan boni-
tas y por las postraciones, pues así hemos aprendido a amar al Señor en el San-
tísimo Sacramento del Altar, a saber que, cuando vamos ante su presencia, nos
escucha y nos hace sentir que está vivo y presente.
Mi hija trabaja mucho en el campo, donde viven y tienen una finca con su
familia. Allí, debe atender todas las obligaciones de la casa, buscar la leña, y
estar pendiente de los hijos. Cansada de esa situación, en medio de su deses-
peración y dolor, en septiembre de 2021, tomó una decisión que solamente Dios
sabe la razón.
Él me respondió:
Mi hija
Entonces le pregunté:
¿Qué le pasó?
Qué mi hija está muy grave. La trajeron esta madrugada para el hos-
pital y allá la tienen.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo trataba de buscar razones al estado de mi niña, pensaba tal vez que fuera
una apendicitis o las consecuencias de una mala alimentación, pero mi otra hija
me respondió:
Al lado donde estaba mi hija había un señor hospitalizado desde el día anterior
porque también se había tomado un veneno. Escuché cuando una doctora les
dijo a los familiares:
Ya no hay nada que hacer por su vida. Con eso que él tomó, se le da-
ñaron los órganos. No podemos hacer nada, solo esperar.
Cuando escuché eso, le pedí todavía con más fuerza a Jesús, diciéndole:
Señor, por favor, sana a mi hijita, ella tiene sus niños pequeños, está
muy joven, apenas tiene 37 años.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo pedía por mi hijita y al mismo tiempo por la salud del señor que estaba hospi-
talizado en el otro cuarto ya agonizando.
Como mi otra hija había estado acompañando a Karina desde la noche ante-
rior, y desde donde ellos viven hasta el hospital son casi 3 horas y media, le pedí
que se fuera a descansar. Yo me quedé cuidando a mi niña toda la noche; la
tenían con una sonda y frecuentemente le estaban haciendo lavados en el es-
tómago.
Mamita, perdóname.
Yo le dije:
Después, me ordenaron llevarla para hacerle una serie de exámenes, entre ellos
una ecografía en el estómago. Cuando se los entregué a la doctora, ella me
dijo:
Señora Elisa, a pesar de todo ese veneno que se tomó, su hija no tiene
ningún daño en el estómago, está bien.
Estos testimonios los doy para decirle a la gente que en los momentos más difí-
ciles de la vida, únicamente debemos recurrir al Señor. Sí, muchas personas nos
ayudan, gente de buen corazón, pero en los momentos más complicados, Dios
está ahí, sabe que no tenemos recursos económicos, pero Él, en su infinito amor
y misericordia siempre nos escucha.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Elisandro Corredor 22
Mi hermano Andrey volvió de la iglesia
evangélica a la Santa Iglesia Católica
Saludo a mis hermanos de las postraciones. Bendigo a Dios, primeramente, Rey
de Reyes, Señor de Señores, porque gracias a esta forma de Adoración Eucarís-
tica ha cambiado mi vida y la vida de mi familia Corredor Chacón.
Hoy quiero compartir con ustedes la conversión de un hermano mío que era
miembro de una iglesia evangélica aquí en nuestro pueblo de Michelena, esta-
do Táchira, Venezuela. Su nombre es Andrey Ramón Corredor Chacón, él supo
de las postraciones porque yo le hablé de ellas; en el año 2018 me pidió que le
explicara de qué se trataba y luego quiso que lo llevara a la Adoración.
Lo llevé y le gustó tanto que siguió asistiendo y se postraba rostro en tierra junto
conmigo. Al poco tiempo, Andrey decidió salirse de la iglesia evangélica y vol-
ver a la santa Iglesia Católica, donde había nacido y recibido el Bautismo. Sufrió
fuerte persecución por parte de sus antiguos compañeros evangélicos, pero se
mantuvo firme y no volvió con ellos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Elizabeth Rodríguez* 23
Mi esposo fijó su mirada en el copón.
Luego, entre lágrimas me dijo: Él estaba ahí.
Quiero compartir este testimonio de los grandes frutos que ha traído a mi familia
este ministerio tan grande ante Jesús Eucaristía.
En agosto de 2022, mi hija de cinco años empezó con unos problemitas de sa-
lud; nos dimos cuenta a través de las uñas de sus manos y sus pies. Fuimos con su
pediatra, luego consultamos varios doctores, y nos decían distintas cosas. Enton-
ces, asistimos a un lugar inapropiado, donde nunca la debí haber llevado. Ahí
empezó nuestro peregrinar, al ver que la niña no tenía mejoría, y seguía con esos
dolores de estómago, con vómitos y náuseas.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Nos dieron la bendición, y saliendo del templo miré a mi esposo; él estaba llo-
rando inconsolable, como un bebé, no podía hablar. Yo, en 12 años, lo he visto
llorar dos veces, pero lágrimas pequeñas como en el nacimiento de sus hijas o en
alguna preocupación que llegamos a tener.
Nos fuimos caminando hasta la casa y él seguía llorando sin poder hablar. Cuan-
do llegamos, se acostó en un sillón y me dijo.
Estaba ahí Dios nuestro Señor, Eli. Yo lo sentí, cuando el padre levantó
la Hostia y se la dio a la primera persona que comulgó. Me respondió
llorando.
De verdad, le doy tantas gracias a Dios por este canal, por ÁGAPE, este apos-
tolado tan grande de las postraciones universales, pero realmente debemos ir
convencidos. A veces hay dudas en el camino, pero debemos seguir pidiendo a
Dios; las dudas no vienen de Él, las gracias no vienen solas, se las debemos pedir.
Si con apenas tres días de ir e hincarnos ante nuestro Señor Jesucristo, mi esposo
sintió eso tan hermoso, hermanos, vean las gracias tan grandes.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Emira Linares* 24
Nuestro amado Señor se dejó ver en la foto tomada por mi
hermana, se manifestó con su rostro en la Sagrada Hostia
Este testimonio ocurrió en Maturín Venezuela el día 7 de agosto de 2022. Ese día
se organizó en la Iglesia Santa Cruz la postración delante de Jesús Sacramen-
tado. En la mañana, mis hermanas y yo nos dirigimos a la Iglesia para llevar la
devoción. Cuando llegamos a la parroquia, las hermanas Narcisa Rodríguez,
Evelyn Milano, Louis Doccio, Raquel Alarcón, Reina Pérez, Yolis Alfaro, entre mu-
chas otras hermanas, nos recibieron con mucha receptividad. Nosotras les ha-
blamos de las postraciones eucarísticas, de la misión que tiene el doctor Parra
para Venezuela y el mundo, de la liberación a través de las postraciones euca-
rísticas, y de la urgencia de que los fieles de la Iglesia practiquemos Adoración
en todas las iglesias.
Ese día de Dios Padre, nuestro amado Señor se dejó ver en la foto tomada por mi
hermana Reina Pérez (catequista de la parroquia) y se manifestó con su rostro
en la Sagrada Hostia para decirnos:
Estoy aquí, los veo a todos, los escucho a todos, los amo mucho, les
doy gracias a todos los que están presentes y les pido con mi corazón
que las postraciones eucarísticas sean difundidas. Adórenme y repa-
ren postrados, no me dejen solo en el Sagrario. Gracias por estar pre-
sentes, bendiciones.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Estela Flores* 25
Jesús se le apareció, le abrió los brazos,
estaba lista para que se la llevara con Él
Fui invitada por mi amiga Rosa María al grupo de las postraciones, en marzo
18 de 2019. En ese año, mi mamá me llamó de México, diciéndome que tenía
cáncer terminal en el vientre. Yo quise entrar en una fuerte depresión ante esta
triste y frustrante noticia.
Mi mamá solo sufrió seis meses con cáncer y el Señor se la llevó sin tanto sufri-
miento.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En San Lucas, capítulo 7 versículo 38, estamos todos invitados a ir a las postracio-
nes, todos los que estamos enfermos, deprimidos, tristes, agobiados, derrotados,
cansados, afligidos, desahuciados. Si no tienes fe, acércate a Dios postrado a
los pies de Jesús.
Hermana, hermano: estas batallas se ganan. Dile ese sí a Dios que realmente
está vivo en el Sagrario. Él te extiende la mano para levantarte y ayudarte en el
diario caminar. Sin Él, no podemos avanzar.
Gracias Dios mío porque creo en Ti, te adoro, te espero y te amo. Te pido perdón
por aquellos que no creen en Ti, no te esperan, no te adoran, y no te aman.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mis oraciones eran y son todos los días en las postraciones, con fe, porque al
escuchar tantos testimonios que viven diariamente nuestros migrantes, yo temía
por el bienestar de ellos.
En la selva duraron tres noches y cuatro días, atravesando montañas que de-
bían subir agarraditos de la mano, ayudándose el uno al otro y durmiendo en
carpas improvisadas. En el recorrido de la selva, al tercer día, como a las 11 de
la mañana el guía les dijo que pronto saldrían, por lo cual decidieron comerse
todo lo que llevaban para aliviar la carga: atún, manzana, galletas, chucherías.
Pero se llegaron las 5:30 de la tarde y en vista que no salían, les tocó acampar
porque ya se estaba oscureciendo. Mi hija me cuenta que llegó tan agotada
que se metió en una carpa a descansar, con hambre.
Cuando entraron a México, a mi hija le entró miedo por todo lo que se comenta
sobre secuestros, asesinatos, robos, violaciones, pero ella y sus compañeros re-
zaban y todo salió bien, para la gloria de Dios.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Otro milagro que el Señor hizo: mi yerno y mi nieta se hicieron amigos del chofer.
Cuando llegaron a Nueva York, el conductor llamó a una señora y señaló a mi
familia. Cuando llegaron a la parada se las acercó un muchacho y les preguntó
para dónde iban. Le mostraron la dirección. Al rato volvió el joven quien les ha-
bía comprado los pasajes de avión, se los regaló y hasta los llevó al aeropuerto.
Este fue otro milagro concedido por El Señor, porque la idea era que, llegando a
Nueva York, esperaban que un sobrino les entregara un dinero, pero llegó tarde
y no les pudo auxiliar con esos dólares.
Vino otro calvario: estando en el aeropuerto de Nueva York, la tía que iba a ir a
buscarlos dijo que era muy lejos de donde ella estaba, pues eran cuatro horas
de distancia y no podía ir a recogerlos. Les sugirió quedarse en el aeropuerto
mientras los mandaba a buscar al día siguiente.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Franyer Boffil* 27
“Me devolví a auxiliarlos porque usted tenía
un niño en sus brazos” ... era el Divino Niño
El 19 de mayo de 2022, viajando por carretera, se nos descargó la batería del
carro, llegando casi a la represa de Calabozo (estado Guárico, Venezuela).
Como Dios nos ayudó, tratamos de pedir auxilio a las personas que iban pasan-
do. No había señal y los teléfonos estaban descargados.
Habiendo recorrido casi una hora, nos quedamos de nuevo sin batería en una
zona peligrosa, en una carretera sola, como a un kilómetro de una comunidad
denominada Camaguán, en el estado Guárico. El sol ya se estaba ocultando,
eran aproximadamente las 6:30 de la tarde. Pasaban carros y camiones; yo le
decía al Padre Carlos y al chofer:
Cuando los autos pasaban a alta velocidad, la brisa nos hacía tambalear.
Cuando estábamos allí, pasó una camioneta, la persona que iba manejando
el vehículo se quedó mirándonos y siguió. A los 15 minutos, la camioneta regre-
só, yo me asusté, pensé que nos iban a atracar, pero en realidad, se trataba
de personas dispuestas a ayudarnos. Nos remolcaron hasta llegar a Camaguán
con el fin de que pudiéramos llamar a alguien, una vez llegáramos allá.
Señora, ¿y el niño?
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Cuál niño?...
Yo trabajo para el Señor, para la Fundación Divino Niño y sé que Él nunca nos
desampara, pero ese día se manifestó de tal manera que me conmovió muchí-
simo. El niño que el hombre de la camioneta vio en mis brazos, fue el Divino Niño.
Cuando regresamos sanos y salvos, lo primero que hice fue llegar al Santísimo
y agradecerle por permitirnos llegar. El Señor siempre está conmigo y sabe que
siempre estamos trabajando para Él. En adelante aún más seguiré postrándo-
me, trabajando para el Divino Niño, para que su reino crezca todavía más.
Mientras cuento esto, mis lágrimas corren por mi rostro; El Señor ha estado con-
migo siempre pero ese día, estuvo muchísimo más cerca.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
lado era el doctor Roger. Le pregunté por la mujer que estaba a su lado y me
respondió:
Fue muy grande el gozo, tanto del doctor como mío, pues no cabe duda que
allí estaba la Santísima Virgen, también en Adoración.
Yo me acerqué al Dr. Roger Parra para que hiciéramos oración por mi primo y
él me preguntó si era posible que Lisardo asistiera a las postraciones. Mi primo
todavía podía caminar. Yo lo llamé con el temor que no quisiera asistir, pues era
un “católico tibio”, sin embargo, accedió a ir a la parroquia, acompañado de
su hija de 5 añitos. Llegado el momento, él sí se postró justo frente al Sagrario, llo-
rando muchísimo, conversando con El Señor. Cuando terminamos, lo invitamos
para que siguiera asistiendo y también a confesarse porque ya tenía muchos
años de no hacerlo, era muy reacio a los sacerdotes. Sin embargo, logró hacer
una gran amistad con el Padre José Laureano Ballesteros y tuvo una buena
conexión con las personas que estaban empezando a conformar el grupo de
adoradores.
El domingo siguiente, pasados ocho días de haber asistido por primera a las pos-
traciones, Lisardo asistió a la Santa Misa. No recuerdo si ese día se confesó, pero
habiendo terminado la Eucaristía y estando todavía dentro de la Iglesia, me
hizo una señal, quería decirme algo. Se le había reventado uno de los testículos,
pues ya estaban demasiado inflamados.
El Dr. Roger conversó largo rato con Lisardo, y logramos traerlo de nuevo a la
ciudad, a San Cristóbal, hablamos con el padre de la parroquia en un espacio
abierto con árboles y vegetación, y allí mi primo se confesó. A partir de ese mo-
mento, esa idea de suicidarse ya no tuvo más cabida en su mente, empezó a
llevar la enfermedad con paciencia y aceptación, por la gracia de Dios.
182
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Lisardo siguió asistiendo a las postraciones, incluso por la época que le hicieron
una cirugía y le empezaron quimioterapia. Después de eso, nunca perdió la ale-
gría; fue siempre una persona muy alegre, tal vez con la esperanza de sanar físi-
camente pero el milagro consistió en que el Señor lo sanó espiritualmente. Dios,
en su plan divino se lo llevó, pero con la plena confianza de haber salvado su
alma. La enfermedad fue avanzando, al punto que él perdió sus órganos genita-
les, y en ese proceso duró un año. Siempre que Lisardo podía, asistía a las postra-
ciones e increíblemente se postraba, a pesar de la gravedad de su enfermedad.
En esa primera postración, también había una hermanita de la comunidad que
tiene el don de recibir ciertas revelaciones. Ella vio a la Virgen Santísima junto a
Lisardo, abrazándolo, y entendió que “El Señor lo iba a salvar (no a sanar)”
La sanación total de este joven, fue un milagro del Señor. Una vez le dieron de
alta, los médicos estaban muy sorprendidos y él viajó a Venezuela, estuvo en la
Iglesia con su mamá, dio testimonio de su sanación. (El testimonio de Carolina
Casique se puede leer completo en la página 149 de este libro).
183
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Recuperación de la libertad
El testimonio más reciente ocurrió a mediados de agosto de 2022, a una familia
de Trujillo (municipio del oeste de Venezuela). Un joven de ese hogar regresó a
su país, después de permanecer un tiempo en Colombia. Infortunadamente en
Bogotá, al muchacho le habían pedido el favor de llevar un termo a una señora,
hasta el pueblo La Puerta (en Trujillo), desconociendo que en el termo transpor-
taba marihuana. En la alcabala de Coloncito (municipio del estado Táchira,
Venezuela) hubo una requisa y el joven, desconociendo lo que transportaba,
cayó preso en la requisa, y estuvo retenido dos meses y medio.
Fue un milagro porque cuando detienen a una persona por posesión de drogas
le dan mínimo cinco años de cárcel, pero comprobaron que el muchacho no
debía nada. Eso es obra del Señor, quien conoce muy bien el corazón de cada
uno. El muchacho dio su testimonio en la Iglesia y agradeció a todos los que
habían orado por él.
Con las postraciones, mi vida ha cambia notablemente, pero aún me falta mu-
cho, es un trabajo de todos los días, esforzarse por ser cada día mejor persona,
para dar testimonio; a veces es difícil, pero DIOS siempre me da la fortaleza. Pido
al SEÑOR que aumente mi FE y que siempre sea ÉL quien esté junto a nosotros,
mostrándonos el camino, ayudándonos a perseverar.
184
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Gladys Delgado* 29
El Señor me llevó para que ayudara
a mi hermano a prepararse para su encuentro con Él
Conocí las seis postraciones en la Parroquia Cristo Rey en 2018, cuando asistí a
una Misa. Al final, el Dr. Roger dio su testimonio e invitó a las seis postraciones. Me
llamó la atención, para mí era una nueva forma de orar, porque mi encuentro
personal con mi Señor Jesús sucedió hace unos años atrás en la Renovación
Católica Carismática.
Al día siguiente, cuando el Dr. Roger me pidió el apoyo para abrir las seis postra-
ciones, en la parroquia de San Juan Bautista de la Ermita, le dije que ya lo sabía
porque El Señor me lo había revelado. A partir de ese momento se empezaron
las seis postraciones.
Mi experiencia en estos años ha sido una gran bendición para mi vida. Postrar-
me ante su divina presencia frente al Sagrario, ha hecho de mí una nueva perso-
na; he recibido mucha sanación que me ha permitido ayudar a mis hermanos,
como El Señor me lo pidió.
Tengo varios testimonios y menciono dos en particular que los llevo en mi cora-
zón, para gloria de Dios:
185
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
La Virgencita te oyó y tiene para ti el pasaje y los gastos para que ayu-
des a tu hermano.
No lo podía creer. Fue una gran bendición. El Señor me llevó allí para que ayu-
dara a mi hermano a prepararse para su encuentro con Él. Desde que hizo la
Primera Comunión, no recibía los sacramentos. Luego de recibir de nuevo los
sacramentos, se fue a la presencia del Señor. Le di muchas gracias al Señor
porque utilizó a su instrumento para extender el reino de Dios, salvando almas
para Él.
Quiero alabar a Dios y a Mamita María por darme la oportunidad de este en-
cuentro, al postrarme frente al Santísimo Sacramento, para conocer más de su
presencia en la oración, en la palabra, los sacramentos y en la entrega a los
demás.
¡Te adoro y te glorifico Señor, por haber dado tu vida por mí, Amén!
186
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Gloria Ramírez* 30
La oración de intercesión tiene mucho poder. El Señor sanó a mi hijo
Me inicié en este grupo de las postraciones en 2018, en la Parroquia de la Ermita
San Juan Bautista, donde pertenezco al grupo de oración, Morada de Jesús, su-
pervisado por miembros de la Renovación Carismática. Allí conocí una tarde de
martes al Dr. Roger Parra y me habló de la misión que le había encomendado
la Virgen María. Conociendo ya el don de profecía, orando con mucha perse-
verancia y pidiéndole al Señor discernimiento, me fue guiando y entendí que la
misión que le había dado, era del Señor.
Ya tenía conocimiento de la oración y oraba frente al Santísimo, pero nunca lo
había hecho postrada con rostro en tierra. Ha sido una experiencia nunca antes
vivida, un encuentro más cercano con el Señor. He aprendido mucho de este
apostolado, a compartir el dolor de cada uno de mis hermanos en fe y en Cristo
Jesús. Doy gracias a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y a la Santísima Virgen por
todos los dones que me han regalado durante este tiempo que tengo en las 6
postraciones, por todas las enseñanzas en cada una de las revelaciones que
nos han dado a conocer.
Pido a Dios que nos ayude a dar a conocer todas estas revelaciones que han
sido dadas en oración en el grupo de oración Casa Bethel.
Como testimonio, mi vida ha cambiado, ha dado otro giro, y orar postrada es
lo más hermoso que me ha pasado. Cuando estoy postrada ante el Santísimo,
siento esa fuerza que me acompaña, siento la efusión del Espíritu Santo y me
olvido por unos momentos en dónde estoy. Tengo varios testimonios, desde que
conocí este apostolado, pero hay uno en especial que me ocurrió el Jueves
Santo de 2021.
A mi hijo Andrés de Jesús le dio una gripe muy fuerte, con mucho dolor de ca-
beza, tos y fiebres constantes, con los síntomas del Covid. Aunque se le hicieron
exámenes, todo salía aparentemente normal. En ese instante no tenía dinero
para hacerle la prueba del Coronavirus y a medida que pasaba el tiempo, mi
hijo empeoraba, pero tenía miedo de llevarlo al hospital y que se pudiera com-
plicar aún más. Para esa época, el hospital estaba colapsado y morían pacien-
tes a diario. Él me dijo:
No me lleve al hospital… allá me voy a morir
Pedí oración al grupo de las seis postraciones, al de Casa Bethel, al de Morada
de Jesús, a todos los que sabían orar. También pedí ayuda a una doctora inter-
nista, quien lo trató por teléfono, y le mandó un adecuado tratamiento para esa
187
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cada día creo más en Ti, mi Dios. Te adoro más, le alabo y te sigo espe-
rando. Confío plenamente en todas las promesas que me has hecho.
Haydée Rodríguez 31
Jesús me dijo: “no es Roger quien
ha colocado en sus manos esta misión sino el mismo Dios”
Soy Haydée Rodríguez, coordinadora de Ágape Canadá. Estando en Misa cele-
brada en la Catedral de Gatineau, Québec, Canadá, a la 1:00 pm de la tarde,
del domingo 18 de junio de 2023, recibí un hermoso mensaje al corazón. Jesús
me decía:
Jesús insistió diciéndome lo mismo, como haciendo énfasis, para que estemos
conscientes de que nuestro compromiso es con Dios mismo.
¡Bendito, amado, alabado y por todos los pueblos de la Tierra a sus pies
postrados, sea adorado mi Jesús Sacramentado!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Héctor Báez
Era una presencia de Nuestro Señor tan fuerte
32
que sentía mi corazón consumiéndose por un fuego
Mi nombre es Héctor Báez, y quiero compartir brevemente mi experiencia, mi tes-
timonio de aquella hermosa noche de Adoración Eucarística en Postración. Unos
días atrás, el hermano Roger visitó nuestra ciudad de Morelia, en Michoacán,
México, y tuvimos un encuentro en el templo de Nuestra Señora del Carmen. Fue
un encuentro donde él nos habló de la Adoración Eucarística en Postración, sus
frutos, y su testimonio personal.
Llegó luego el momento en que hicimos la Hora Santa en postración con este
esquema hermoso que ya todos conocen de Adorar a Dios Padre, a Dios Hijo, a
Dios Espíritu Santo, al Santísimo Sacramento del Altar, a las Cinco Santas Llagas de
Jesús, y de venerar al Inmaculado Corazón de María.
En lo personal a mí me gusta estar en la presencia de El Señor, y solía vivir esa
sensación de paz en su corazón y en su abrazo. Cuando empezaba a vivir un
período de frío o sequedad espiritual sentía la necesidad de Adorar a Jesús en
el Santísimo Sacramento, pero después esa necesidad espiritual desapareció, se
fue, y me costaba mucho estar en la presencia del Señor; cuando iba me distraía
con suma facilidad.
Ese día, cuando se dio inicio a esta Adoración en Postración, enseguida sentí el
deseo profundo de Adorar al Señor. Ya veníamos haciendo las postraciones, pero
ese momento fue muy particular porque apenas el sacerdote hizo la exposición
del Santísimo, empecé a experimentar ese mismo fuego que había sentido en los
inicios de mi conversión.
Puedo decirles, hermanos, que experimenté un fuego aún mucho más abrasa-
dor, sentí en un instante una atmósfera de paz que rodeó el lugar de una manera
sorprendente. Yo sentía mi corazón ardiendo, ardiendo, y consumiéndose por un
fuego. En verdad, desde que comenzó la adoración créanme que no paré de
llorar. Lloré durante toda la Hora Santa. Era una presencia de Nuestro Señor tan
fuerte. Obviamente que Él siempre está ahí, pero ese era un momento tan espe-
cial que yo sentía mi corazón arder en fuego. No sé cómo explicarlo. Fue una ex-
periencia maravillosa y, por eso, quiero compartirles de viva voz esta experiencia.
Puedo decirles, queridos hermanos, que de verdad en mi corazón se ha avivado,
aún en forma más fuerte, mi deseo de adorar a Jesús Sacramentado en postra-
ción, de adorarlo totalmente rendido a sus pies.
¡Gracias, Roger! ¡Gracias al Apostolado de Ágape! ¡Gracias a Nuestra
Santísima Madre!
190
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Conocí las postraciones en la parroquia Cristo Rey por medio del Dr. Roger Parra,
desde hace cinco años. A partir de ese momento, me sentí en contacto con el
Altísimo y descubrí que es la forma más directa de adorar a Dios. Luego, supe
que, desde los primeros tiempos de la humanidad, tal como lo dice la Biblia, se
habla de postrarse en tierra ante El Señor. En mi caso, yo hago a diario las seis
postraciones de una forma muy sencilla, desde mi casa, o asistiendo a la parro-
quia más cercana.
La sorpresa es que no sufrí ningún daño físico; me aplicaron unos sueros y un tra-
tamiento, pero ni siquiera me inflamé. Prácticamente es la protección de Dios
pues, yo estaba prestando un servicio al mismo Señor, reparando el techo, y
creo que el contacto con Dios a través de las postraciones ayudó mucho para
que nada grave me sucediera.
La otra gran experiencia que tuve fue en enero de 2022, cuando mi esposa y yo
nos contagiamos de Covid 19. Nos hicieron la prueba y ambos salimos positivos.
191
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ella sí estuvo algo enferma, pero yo fui cien por ciento asintomático; en realidad
no sentí síntoma y no tuve ningún efecto posterior al virus.
Creo que también esas son bendiciones que uno recibe de Dios por querer estar
cerca de Él. No me considero un santo sino un terrícola con más defectos que
virtudes, pero eso sí, un constante seguidor de Dios nuestro Señor.
192
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Isidro Herrera 34
Mi sanación del Covid se dio por
las oraciones del grupo de las postraciones
Mi nombre es Isidro Herrera, soy venezolano, pero desde hace varios años vivo
en Buenos Aires, Argentina. Quiero relatarles mi historia personal de lo que me
sucedió con el Covid que contraje durante la pandemia aquí en Buenos Aires.
Doy gracias también a las oraciones de un sacerdote argentino que vive aquí,
el Padre Silvio Rivera, quien a petición de un amigo mío de las postraciones que
lo llamó, él se comunicó conmigo y me hizo oración.
En verdad, yo estuve grave, grave, y puedo decir que, gracias a las postracio-
nes, gracias a las oraciones, hoy en día estoy bien. Hablando de secuelas, sí me
quedó por ahí tal cual dolencia, pero nada grave, nada que tomar en cuenta.
Yo hace algunas semanas atrás hablé con mi primo Rafael Herrera, y él me estu-
vo comentando que está muy agradecido con ustedes por haberme tenido en
oración, eso me ayudó muchísimo, muchísimo. La fe mía, es mi parte espiritual,
yo la respeto mucho, aparte de lo que es la ciencia, la medicina, pero creo que
de mi sanación formaron parte las oraciones del grupo de las postraciones, por
eso logré salir con vida del hospital.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Jacqueline Mejía* 35
Las postraciones llegaron el día en que pensé quitarme la vida
Mi nombre es Jacqueline Mejía. Este testimonio puede ayudar a mucha gente
que probablemente esté atravesando la situación que yo viví. También para
quienes dudan que la Adoración Eucarística de las Postraciones es un milagro
de Dios, que nos acerca más a Jesús vivo y presente en la Eucaristía.
Yo me quedé porque Dios quiso que yo estuviera allí. Recuerdo muy bien
que estaban los adoradores, la señora Nellitza, la señora Nélida y el Doctor
Ricardo. El Señor hizo de ellos los instrumentos para derramar en mi toda su
misericordia.
Después tuve la dicha de conocer al doctor Roger Parra y a muchos otros her-
manos quienes son ejemplo a seguir, verdaderos adoradores e incluso a varios
los considero grandes amigos.
En una oportunidad le comenté al doctor Roger que cuando yo veía los edificios
ubicados cerca de mi casa, me la pasaba pensando cómo podía hacer para
subir, tal vez al más alto, y lanzarme para acabar con mi vida. Pero a partir de
194
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
ese día el Señor me tomó e hizo de mi otra persona; ha hecho grandes milagros
en mí y en mi familia.
No ha sido fácil, pues creo que cuando decides seguir al Señor, encuentras más
obstáculos, pero con su misericordia, es posible perseverar.
Le doy gracias a mi Dios, todos y cada uno de mis días, por haberme permitido
conocer la Adoración Eucarística en Postración y este grupo maravilloso de per-
sonas que la conforman.
Puedo dar testimonio y fe de vida que yo soy un milagro del grupo de las seis
postraciones.
Les mando un gran abrazo. Les pido que me encomienden en sus oraciones
para perseverar en la oración y seguir conociendo y amando cada día más al
Señor.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Janeth Virla* 36
El primer momento en que logré postrarme delante del Señor,
sentí que me quebraba pedacito a pedacito
Mi nombre es Janeth Virla, soy de Maracaibo, estado Zulia Venezuela. Soy una
mujer católica de fe por convicción; realmente creo en lo que he aprendido del
Señor y en la única Iglesia que Él mismo fundó, la Iglesia Católica, creo en sus
mandamientos y en sus palabras.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
rotos, con muros, con la maldad de la gente. Dejé de mirar mi vaso de agua,
dejé de mirar al Señor y empecé a ver lo que los demás hacían o no hacían.
Señor, no sé si soy yo o son los demás, pero quiero conseguir una forma
de servirte.
Es así como El Señor envió un hermoso ángel a llamarme, para que yo nueva-
mente me enamorara de servirle y sintiera este mismo fuego dentro de mí que
me alegraba los días y me hacía despertar con la misma emoción.
Ese ángel se llama Cristina, es el instrumento a través del cual Dios me llamó y me
permitió conocer las postraciones eucarísticas. Al inicio fui escéptica, pensaba
que esto no era de la Iglesia Católica, pero luego fui conociendo, aprendiendo
y aceptando lo que ella me estaba ofreciendo. Ahí le dije nuevamente “SÍ” al
Señor, a través de Cristina. Ella me puso en contacto con personas súper espe-
ciales que me brindaban paz, sosiego, calma, y con solo escuchar su voz, era
como si El Señor me estuviera hablando.
197
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ese primer momento en que logré postrarme de manera virtual delante del Se-
ñor, sentí que me quebraba pedacito a pedacito, que mi corazón se desgarra-
ba; lloré, lloré, y lloré incansablemente y así como lloraba, El Señor iba sanando
cada herida, cada dolor dentro de mí, me iba fortaleciendo. Él me iba mostran-
do el camino para poder llevar a mis hijos y a mi familia ante la enfermedad que
estábamos afrontando… ahí también vi la mano de Dios. Mi mamá tuvo que ser
operada de un cateterismo y allí vi al Señor sanándola, Él estaba con nosotros.
Cuando logré por fin vivirlo presencialmente, el Señor me reafirmó que no esta-
ba sola y para esto también Él me estaba preparando.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Jenny Cianci 37
Las postraciones me han traído paz, alivio y sanación
Soy Jenny Cianci, Licenciada en educación, comerciante y ama de casa. Vivo
en San Cristóbal, estado Táchira, Venezuela.
Conocí las postraciones en la Iglesia Católica en una visita que realizó el Dr. Ro-
ger Parra con un grupo de personas para difundirlas.
Desde la primera vez que me postré, sentí una paz increíble en mi vida y al pasar
el tiempo, un alivio en mi ser y en mi cuerpo. He vivido momentos de alegría,
sentimientos encontrados, he experimentado amor verdadero, un gozo indes-
criptible, la sensación de estar por un instante en el Cielo… me siento en paz
conmigo misma.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Para Ti, mi dulcísimo Jesús sea toda la gloria, por los siglos de los siglos.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Jesusa Noguera* 39
En postración El Señor me dijo: “Me deleitan las almas sencillas”
Soy Jesusa Noguera, de San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Conocí la devoción
de las seis postraciones providencialmente. Un domingo, después de la Misa de las 10
de la mañana, en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, me encontré con una
amiga que hacía tiempo no veía. Fui a saludarla y ella me invitó a quedarme para co-
nocer la Adoración Eucarística y me presentó al Dr. Roger. Me quedé y empecé a sentir
con mayor profundidad esta Adoración, en un sentido de mayor entrega, no superfi-
cialmente como solía hacerlo, sino cayendo en cuenta de esa presencia divina y real.
En este gran misterio de amor, viendo que El Señor nos dio la gracia de vivir el Cielo acá
en la Tierra, cuando nos acercamos para disfrutar de su presencia, sentí esa paz y ese
gozo que solo Él irradia. Siento el deseo de que muchas almas disfruten estos momentos
únicos. El Señor nos cubre de muchas bendiciones.
En una oportunidad, estando en vigilia de las seis postraciones pensaba:
Señor…cómo quisiera que se te hicieran grandes manifestaciones, como se
le hace a un presidente, con honores.
Y estando en ese pensamiento sentí (escuché interiormente):
¡Me deleitan las almas sencillas!
Sí, en nuestra nada, ofreciéndole nuestro corazón y ser, es el mejor tributo que po-
demos hacerle a nuestro Señor. Que podamos tener el privilegio de postrarnos con
amor y gratitud y en perseverancia, ir acompañándolo, para estar allí en estas seis
postraciones, donde se adora la presencia Trinitaria, su presencia real y divina en el
Santísimo Sacramento, adorar su Sangre Santa y Bendita y la presencia de nuestra
Santísima Madre.
Cuando cerraron los templos por la pandemia que no se podía ir a hacer la Adoración,
desde nuestras casas, colocando nuestro corazón en los Sagrarios, fueron tiempos de
prueba y de tristeza.
Más adelante, cuando comenzaron a abrir los templos y pudimos asistir, sentimos ese ma-
ravilloso regalo de amor, empezamos de nuevo a retomar y a vivir estos momentos únicos.
Queridos hermanos, les propongo que invitemos a otras almas para que tengan tam-
bién esos regalos, que sean lamparitas de adoradores, porque realmente es un bien
para nuestras almas. Extendamos estas maravillas y regalos divinos para que muchos
adoradores lleguen a los pies del Señor.
* Jesusa Noguera, Coordinadora de la Adoración Eucarística de las Postraciones en la
Parroquia Santísimo Salvador, en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Testimonio
en audio disponible en https://www.youtube.com/watch?v=hDurliccDIc
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
José Armando 40
López Caicedo
En una postración, vi a nuestro Señor Jesucristo
… cargaba una ovejita en sus hombros
Soy José Armando López Caicedo, comerciante de San Cristóbal, estado Táchi-
ra, Venezuela.
A través de las postraciones, mi vida cambió, aumentó más mi fe, porque Él está
vivo, presente, real en la Hostia Consagrada. Él es dueño del oro y la plata de
nuestras vidas. Qué gozo se siente tan bonito en el corazón cuando vamos a vi-
sitarlo y adorarlo, bendecirlo, contarle nuestras cosas. ¡Qué paz da el postrarnos
ante Jesús sacramentado!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cuando terminó la ceremonia, salí fuera del templo, con el fin de ir a mi casa.
Por esa época vivía a media hora de allí. Un vehículo pequeño se detuvo y me
ofreció llevarme porque los pasajeros iban para el mismo lugar.
El señor Roger Parra me preguntó quién tendría la llave de la capilla del Santo
Cristo del Tabor, que es un centro de peregrinación del sector.
Le dije que yo tenía la llave porque generalmente asisto a hacer oración y me-
ditación, a acompañar al Santísimo, pues es un lugar apartado de la población.
Ahora, después de tanto tiempo, lo creo así, pero en ese momento no sabía
describir lo que yo sentía. Mis lágrimas se derramaron copiosamente, no de tris-
teza sino de un amor profundo que nunca había conocido.
Han ocurrido muchos eventos y nos hicimos amigos del señor Roger. Desde
entonces, se empezaron a formar grupos de personas que practican las pos-
traciones.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Invito a las personas a que hagan la Adoración en Postración, los exhorto y ani-
mo a realizarlas. Mi vida ha cambiado mucho y en este momento que doy este
testimonio, siento otra vez esa presencia, esa sensación que ocurrió hace tiem-
po, con la presencia del hermano Parra y su esposa María Eugenia, porque solo
al recordar, siento esa energía que se transmite tan fuertemente, que hace ba-
jar las lágrimas por mi rostro.
206
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En la parte de atrás de la Iglesia hay un terreno grande que pega con el río, y
como el terreno no tiene cercas ni portones, casi todas las semanas llegaban en
carros unos delincuentes que mataban una persona y lanzaban el cuerpo al río;
después salían burlándose y disparaban contra las paredes de la Iglesia.
Pero cuando llegaron las postraciones, esos hermanos que eran drogadictos,
unos murieron, unos se fueron y otros cambiaron de actitud. En dos años no
han matado a ninguna persona más en ese terreno. Fue un cambio espiritual
y moral por parte de la comunidad. Hubo más acercamiento de nuestros her-
manos a la Iglesia.
Yo hago una invitación a todos a que abramos las puertas de nuestros corazo-
nes a las postraciones, que son la única manera de adorar a Dios, siempre al
frente. Esas postraciones son maravillosas, la mejor forma de expresión, de ado-
rar y alabar a Dios, a Jesús Nazareno crucificado, a Jesús vivo en la Hostia Con-
sagrada, nuestro Jesús que dio la vida por nosotros, que se entregó por nosotros.
De verdad son bendiciones totales.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Leticia Cabrera 43
El milagro fue la conversión del Padre de aceptar las postraciones
Les comparto lo que para mí es un testimonio de conversión de nuestro sacer-
dote quien es párroco en una Parroquia de la Ciudad Villa de Álvarez, Estado
de Colima, México.
Hace cierto tiempo el Padre de la Parroquia donde asistimos para hacer nuestra
Hora Santa en postración nos dio una tremenda regañada a las personas que
hacemos esta Adoración en su Templo. Nos dijo:
¿Por qué son impuntuales? ¿Por qué son tan pocas personas? La gente
pregunta ¿por qué están tiradas en el piso?
Estas palabras las sentí ofensivas. Guardé silencio. Comprendí que eso no venía
del Padre y que él estaba siendo utilizado por el enemigo. Hicimos la Adoración,
pero con muchos sentimientos en nuestra alma. Algunas compañeras querían
buscar otra parroquia. Me opuse y les dije:
¿Cómo están? Me da gusto que ahora sí sean más, que sean muchas
personas.
209
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En ese momento sentí una profunda emoción. Así lo hizo el Padre. La celebra-
ción estuvo llena del Espíritu Santo. Varias compañeras pudimos sentir un hermo-
so olor a rosas. Al final el Padre nos dijo:
Yo me quedé consternada. Sin embargo, hoy me lleno de gozo, y por eso quise
compartirles lo que Nuestro Señor ha hecho en nuestro sacerdote.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Liliana Papa* 44
Gracias a las postraciones de mi
madre, salí ilesa de un terrible accidente
El martes 9 de noviembre de 2021, iba a buscar a mi hermano para hacer una diligen-
cia juntos, y en la calle 103, en el semáforo del Palmeto, me encontraba de segunda en
la fila, había muchos carros, demasiado tráfico, cuando vi una camioneta como que
caía de cielo y aplastó al carro que tenía al frente, llevándose al carro que estaba a mi
alrededor, y también el que estaba delante de ese.
Eso se volvió un caos terrible que no tengo palabras para explicar. A mi mano derecha
vi todos esos carros aplastados y a mi izquierda, un señor tirado en el piso que después
me enteré, había muerto, porque primero lo arrolló a él, luego, lo embistió un carro,
pasó por encima, salió volando y cayó sobre el carro que estaba justo en frente de mí.
Este es mi testimonio de que Dios siempre nos protege y nos va a proteger. Les pido que
por favor siempre oren por sus seres queridos porque las oraciones sí llegan y protegen.
A mí me protegieron las oraciones de mi madre y mi padre que está en el cielo. Por su-
puesto soy creyente y todas las noches antes de acostarme, hago mis oraciones.
* Liliana Papa, hija de Miriam de Papa, Coordinadora del Grupo de Adoración Eu-
carística de las Postraciones Maracay, desde Miami, Florida Estados Unidos. Testimo-
nio en audio disponible en https://www.youtube.com/watch?v=fiB_BpvSmDA&ab_
channel=AGAPEYouTube
211
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Lisbeyi Berastegui* 45
A las 3 de la mañana, el Señor me despertó
y me dio la logística para hacer las postraciones
Para gloria y honra de nuestro Señor Jesucristo, llevo caminando en su presen-
cia 24 años. Ha sido un caminar bastante difícil; mantenerse en ese caminar es
luchar, es de guerreros. A lo largo de mi vida, el Señor ha puesto muchas herra-
mientas para poder perseverar.
Yo me preguntaba qué sería eso de las seis postraciones y decidí irme con ella
porque quería ver qué era lo que Gloria estaba haciendo, en dónde estaba
metida y qué estaba escuchando.
Me fui con ella y su esposo. Mi primera sorpresa es que Gloria estaba en la Igle-
sia, y pensé:
Qué hermosura cuando expusieron el Santísimo Sacramento y veo que era a los
pies del Señor. Allí empezaron la primera postración, pero yo no me postré por-
que estaba más en plan de observar que de disfrutar. Ya en la segunda postra-
ción sí me postré delante del Señor e iba escuchando. Hubo algo bien simpático
que dijo el hermano encargado de dirigir la oración:
212
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Siempre y cuando sea a los pies del Señor y no se digan cosas que es-
tén fuera de lo que la Iglesia ordena, no nos parece mal.
Cuando llegó la pandemia, sentí que se nos cerraba esta manera tan hermosa
de comunicarnos y de estar entorno al Señor.
213
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Y así pasó. ¡Bendito sea Dios! A mi vuelta a la Iglesia, empezamos a hacer la Hora
Santa en postración en el año 2009, en la Parroquia El Carmen, siendo su párro-
co el Padre David García Limón, mi hermano.
214
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
dijo que ya no tenía cáncer y que iba a darlo de alta. Este hombre fue sanado
por Jesús Sacramentado por su fe y por su amor a la familia. Empezó a practicar
de nuevo el karate, porque es karateca, y luego fue a Corea a una competición
y quedó de campeón mundial, representando a México. Llevó también a su hijo
quien obtuvo una medalla. Su esposa se volvió catequista, en acción de gracias
a Dios.
En otras oportunidades algunas personas también han tenido visiones, han re-
cibido mensajes, se han convertido o han sido sanadas en forma maravillosa,
entre ellos cuatro médicos de cáncer.
Mientras más nos acerquemos al Señor, mientras más nos postremos a sus pies,
más bendiciones y mayor protección tendremos. Les recomiendo asistir a la Hora
Santa y postrarnos ante el Santísimo. Lo que le pidas al Señor en postración te
lo concederá. No sabemos el valor infinito de adorar en postración. No tengan
vergüenza de que se burlen de ustedes, si así fuere, gran mérito tendrán en el
Cielo.
215
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Lourdes Rodi 47
Tras las postraciones, en las fotos
aparece una luz intensa que ilumina todo el altar
Desde nuestras primeras reu-
niones con el párroco de la
Parroquia Nuestra Señora del
Carmen, en Asunción, Para-
guay, el Padre Aldo Bernal, ha
demostrado mucha apertura
para que se realice la Adora-
ción en Postración, así que el 3
de marzo de 2023 iniciamos las
postraciones en la Capilla de
Adoración de la Parroquia.
216
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
varias fotos y vimos que en ellas aparece una luz intensa que ilumina todo
el altar tapando, incluso, al Santísimo. Esta manifestación siguió dándose en
cada una de nuestras adoraciones.
217
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Luisa Botero 48
Con las postraciones estoy viendo
cambios en mi hija que sufre de obsesión diabólica
Mi nombre es Luisa Botero y vivo en Antioquia, Colombia. A través del canal
de YouTube Mundo Católico, el Dr. Roger Parra dio una conferencia sobre las
postraciones eucarísticas y suministró su número de WhatsApp por si queríamos
hablar con él. Como su testimonio, me impactó muchísimo, le escribí para pedir-
le oración por mi hija, que tiene 26 años y desde hace 11, se fue a vivir con un
joven que no le convenía. La mamá del muchacho le hizo brujería a mi hija para
que no lo dejara, y aunque ella lo supo hace mucho tiempo, no creía en eso ni
le daba la importancia del caso.
Fue entonces cuando escuché la conferencia del Dr. Roger Parra y me puse en
contacto con él en búsqueda de ayuda ante mi situación.
218
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mi deseo es compartir esta historia con los lectores de este libro, porque estoy
segura del cambio de mi hija. Ella ni siquiera quería trabajar, pues cada vez que
tenía problemas con ese hombre, se deprimía mucho.
Yo les diría a las mamás que se acerquen a Dios y a nuestra Madre Santísima,
hagamos oración de Adoración y el Rosario con toda fe y confianza en la pos-
tración, porque es lo que nos abre a entregar todo al amor de Dios y nuestra
Madre Santísima.
219
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Luisa Fernanda 49
García Santiesteban
En un mensaje Dios me dijo:
“Con la suficiente fe, vas a volver a mover tu brazo”
Tengo 24 años y soy estudiante de Enfermería en Chihuahua, México. Conocí las
postraciones gracias a una amiga de mi mamá que ya tenía tiempo asistiendo
y nos invitó. Comencé a hacer la adoración en postración a partir del jueves 15
de septiembre del 2022.
Para ser sincera empecé a ir a las postraciones por compromiso con mi mamá.
Yo estaba pasando por una situación difícil. La invitación fue después de ir a
una consulta médica y al no recibir buenas noticias, renegué de Dios argu-
mentando que las oraciones no servían de nada y que jamás volvería a pisar
un templo.
Lo feo para mí sería después de eso, ya que en algún punto mientras me ope-
raban se dañaron mis tres nervios (los que permiten la movilidad del brazo). El
nervio con mayor daño es el radial (permite levantar los dedos y la muñeca).
Total, yo no era capaz de levantar ni el pulgar.
Fui a varias consultas, vi distintos médicos, y cada vez me daban peores noticias.
Por la magnitud de mi daño me mandaron con el cirujano plástico reconstruc-
tivo, y esa consulta fue la gotita que derramó el vaso. En ella me dijeron que
el daño en el nervio radial era severo, que sí o sí debían realizarme una cirugía
reconstructiva, e inclusive era muy probable que necesitara injertos para poder
recuperar la movilidad. Para ello debían abrirme desde el cuello hasta el pulgar
y, aun así, eso no garantizaba recuperar el movimiento.
220
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Eso hizo que saliera de la consulta muy triste y molesta con Dios, porque había
estado orando para que mi situación no fuera grave y no se necesitara algo tan
complicado para resolverlo.
Mi mamá al verme así, al día siguiente me invitó a Misa y a una oración ante el
Santísimo como para que yo hiciera las paces con Dios y no estuviera molesta
con Él.
En primer lugar, con las postraciones me di cuenta que estaba orando mal, pues
siempre pedía por lo que yo quería o creía correcto para mí.
“No te preocupes. Todo va a estar bien. Con la suficiente fe, vas a vol-
ver a mover tu brazo. Alaba a tu Señor… una alabanza tiene el mismo
poder que la oración. Lo primero que harás al recuperar tu movilidad
será aprender a tocar la guitarra, porque quiero que me alabes a tra-
vés de la música y las alabanzas”.
221
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dios toca a los corazones de forma distinta… para qué escuchar de lo increíble
que es, cuando uno mismo lo puede vivir.
Y sin dudarlo volvería a pasar por todo lo malo, volvería a derramar cada lágri-
ma, porque eso me acercó a las postraciones y a Dios. La recompensa ha sido
magnífica a partir del momento en que empecé a adorarlo.
Como joven, desde mi experiencia, mi mensaje para los niños y los jóvenes es
que se acerquen a Dios. No hay mejor respuesta a todas nuestras preguntas o in-
quietudes que Él. La vida mejora en todos los sentidos cuándo Él es parte de ella.
Y si están pasando por cualquier momento difícil, ya sea de salud, escolar, men-
tal, familiar o espiritual, Él es el camino y la clave a todo aquello que nos tiene
intranquilos.
222
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Después de eso, dormía de 1 a 3 horas diarias. Algunas veces podía durar has-
ta tres días sin dormir y al cuarto día, en vez de conciliar el sueño, yo tenía más
energía, algo que no me podía explicar, pero con el paso de los años, ya no
fue así. Aproximadamente, hace unos siete 7 años, igual seguía con insomnio,
pero ya mi cuerpo estaba siempre cansado, sin energía, lo cual fue volviéndose
cada vez más desesperante.
Para mí, estos 37 años han sido pesados y estresantes por este problema, porque
las personas a mi alrededor no me entienden, siempre me dicen:
Muchas veces tomé pastillas recetadas por el doctor para tratar de descan-
sar; empezaba con un cuarto, después la mitad, luego el tercio, hasta llegar
a la pastilla completa, pero llegaba un punto en que ya no me hacía ningún
efecto.
A mí no me gusta tomar medicamentos, pero tenía que hacerlo para dormir por
lo menos un día o un rato. Para mí, dormir 7 u 8 horas, era demasiado, y eso solo
lo lograba muy de vez en cuando, después de muchos días de insomnio.
Por mi parte ya me había resignado que siempre iba a vivir así, pero Jesús me
tenía reservado un regalo muy grande.
223
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Qué me está pasando? ¿Por qué ahora duermo tanto, cuando antes
no dormía casi nada?
… Pero, bendito sea Dios. Desde entonces, ya tengo varios meses que a las 7 u 8
de la noche ya quiero acostarme, incluso, a veces me esfuerzo para no dormir-
me antes de tiempo porque tengo otras cosas que hacer.
Esto para mí es algo grande, pues era muy duro no poder dormir y que la gente
no entendiera que en verdad no era cosa mía.
También tenía un problema con una de mis rodillas, casi no la podía doblar, sen-
tía que mi tendón se rompía. Ahora, apenas siento una mínima molestia, pero,
en verdad no es nada, ya la doblo, puedo caminar bien, puedo usar un poquito
de zapato alto, cuando antes me era imposible.
Nunca pierdan las esperanzas, así como yo ya las había perdido. Dios siempre
va a estar allí y Él sabe cómo, cuándo, y dónde nos sana.
* Luz del Carmen Castro Cannet, desde Coachela, California, Estados Uni-
dos. Testimonio disponible en audio en: https://www.youtube.com/watch?v=_
B6QtVYkYiE
224
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Magaly Belandria* 51
Superación del duelo por la pérdida de un hijo de 11 años
Mi nombre es Magali Belandria. Mi hijo falleció en el año 2015; fue una muerte
repentina, muy dura, muy dolorosa, pues él era muy pequeño, apenas tenía 11
años de edad. Eso afectó terriblemente mi cuerpo, mi mente, mi corazón, todo.
Yo no podía respirar, me levantaba en las mañanas ahogada, llorando, lloraba
todo el día, no tenía ganas de vivir. Tenía muchas dolencias en mi cuerpo, no
podía ni caminar, me dolían mucho las piernas, los pies, y yo le preguntaba al
Señor:
Fui el jueves a la Hora Santa y lo que sentí fue algo increíble. “Lloré muchísimo,
lloré, lloré y no paré de llorar”. Recuerdo que El Señor me regaló el pasaje de
la mujer samaritana, lo tomé para mí y lo guardé en mi corazón. Aunque a mi
cuerpo lo aquejaban los dolores de siempre, sentí que ese día, El Señor algo hizo
en mí.
El Dr. Roger hizo una invitación para ir entre semana, y fue así como seguí asis-
tiendo a las postraciones, especialmente el jueves.
225
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Allí vi a varios niños, entre ellos a mi hijo. Cuando lo llamé, él me saludó con la
mano, estaba tan feliz, jugando, y de repente escuché una dulce voz, muy sua-
ve y acariciadora que me dijo:
Míralo, ¿no ves cómo está de feliz tu hijo? Míralo. No llores más.
Me desperté con una alegría que hacía mucho no sentía ¡Estaba tan alegre de
haber podido ver a mi hijito! Me levanté, ya podía respirar bien, no sentía ese
ahogo. Me fui a la Iglesia, allí encontré al doctor Roger y a Angelina; les expliqué
lo de mis quebrantos de salud, mis dolencias, todo cuanto sentía. Ellos hicieron
una oración por mí. El doctor Parra me ungió con sus manos y fue tan poderosa
la oración que una corriente recorrió todo mi cuerpo. Lo extraño es que, casi de
inmediato desapareció por completo ese dolor intenso en mis piernas, el cual
me afectaba para caminar y manejar. Era maravilloso sentir mi cuerpo sano,
después de tanto tiempo de haber estado enferma, pero lo más grande era
experimentar ese inmenso gozo en mi corazón.
Todo esto fue un proceso, no se dio de la noche a la mañana, fueron varias ve-
ces de ir a postrarme, a hacer la Adoración Eucarística, pues sentía un llamado
del Señor a perseverar, a estar ahí. Yo le decía:
En verdad, yo estoy muy agradecida por las postraciones, porque Dios hizo un
milagro en mí muy grande, muy poderoso. A medida que yo iba sanando, mi
hija también sanaba, porque ella estaba muy mal, demasiado afectada por el
luto.
226
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Como todos saben, las personas quienes emigramos tenemos que estar dispues-
tos a trabajar fuerte, a quedarnos sin nada y comenzar desde cero, con el fin
de buscar un mejor futuro. Así fue, pasamos por situaciones bastante difíciles,
labores muy forzadas, horas de trabajo excesivas, agotamiento físico horrible,
pero siempre con la fe en Dios y en la Virgen.
Otra dificultad que tuvimos fue que nos mandaron a desocupar el lugar donde
estábamos viviendo porque la dueña iba a vender el apartamento… fue des-
esperante, no encontrábamos nada económico, los apartamentos o casas que
se adaptaban a nuestro presupuesto, eran muy lejos de donde trabajábamos y
de donde estudiaban nuestras hijas… eso nos tenía muy preocupados. Pasaron
unos meses, y a la persona que le iban a vender el apartamento no le aproba-
ron el crédito, por lo cual no lo vendieron y pudimos seguir viviendo ahí.
Mi amiga Marlene también me presentó al Señor Roger Parra, quien nos habló
de las postraciones eucarísticas. Cuando comencé a postrarme ante el Santísi-
mo, empezaron a ocurrir muchas bendiciones en mi vida, como cuento a con-
tinuación:
227
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Todos los días, antes de ir a trabajar, pasaba por lo menos 10 o 15 minutos por la
Iglesia y me postraba ante el Santísimo, conversaba con Él, lloraba, me desaho-
gaba, y salía de ahí con una paz inmensa. También, seguía haciendo mi Santo
Rosario todas las noches.
Yo estaba dudosa porque aquí es complicado. Para poder comprar una vivien-
da debes tener un empleo fijo, te piden fiadores y muchos requisitos, pero cono-
cimos a Sofía, una amiga portuguesa, quien trabaja en una inmobiliaria; ella nos
ayudó mucho y me dijo:
A los dos meses de solicitar el crédito, me quedé desempleada, tuve que reti-
rarme porque me cambiaron el horario para la noche y me quedaba muy lejos
de mi casa, entonces no pude seguir ahí. Empecé a trabajar con mi esposo, (él
trabaja en obras) y al mismo tiempo seguí buscando empleo. En medio de todas
estas circunstancias, nunca perdí la fe en mi Señor.
228
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Luego, me llamaron del banco a decirme que nos habían aprobado el crédito
de vivienda. De verdad eso fue para mí muy sorprendente porque yo estaba sin
empleo, mi esposo trabaja por su cuenta, y aquí solo otorgan préstamos cuando
tienes un contrato fijo en una empresa. Por eso, cuando recibí la llamada, dije:
Por eso, siempre digo: no pierdan la fe, amen al Señor, póstrense ante Él, pídanle
perdón, siempre traten de hacer el bien, no le hagan daño a nadie, busquen
mucho de Dios y caminen con la Virgen… Ella abre los pasos y nos guía siempre
hacia el camino del Señor.
Espero que les haya gustado mi testimonio. Muchas personas tienen que saber
lo maravilloso que es estar en el camino del Señor. Dios los bendiga.
* María Angélica Blanco, desde Aveiro, Portugal. Testimonio disponible en audio en:
https://youtu.be/LVqUTP_M8zY
229
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dios me ha dado la salud y hasta la presente me siento muy bien. Pido al Espíritu
Santo que me conceda seguir por los buenos caminos de la luz de Cristo para
dar ejemplo.
Por último, quiero invitar a las personas a que se dejen iluminar por el Espíritu San-
to, que Él las ayude, las anime y vean que no hay cosa más bonita que seguir
los caminos de Dios, no apartarse de Él. Así uno puede conseguir todo lo bueno,
todas las bendiciones, todas las ayudas, confiando y teniendo fe en la Divina
Providencia.
230
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ese día oré, adoré y me postré al Señor para que yo pudiera llevar a mi niña a
esa actividad en la parroquia. Fui a la Escuela y allí hablé con el papá de mi hija
y le pedí que me permitiera llevar a la niña a la Adoración. Al principio se rehusa-
ba, no quería, pero después doblegó su corazón y se me dieron las cosas. Pude
llevar a mi hija a esa Adoración, y ella tuvo la oportunidad de postrarse también
ante el Señor. Ella cayó en completo reposo, pues estando postrada se quedó
dormida. Fue la primera vez que mi hija en toda su vida se le postró a Jesús. Tenía
una emoción muy grande al vernos postradas juntas, mi hija y yo, después de
varios años sin verla.
Dios sabe en qué momento pone las cosas en su lugar. Les digo que no dejen de
postrarse. Las postraciones son muy importantes porque en ellas demostramos
nuestra miseria, nuestra nada, ante Dios Todopoderoso.
231
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
232
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
233
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Por la tos, hasta tuve que vomitar mucho, era algo muy raro, mi cuerpo sudaba
bastante, pero cuando terminamos la adoración, solo puedo decir que me sentí
mejor. Pasada una semana, ya estaba mucho más recuperada, contenta, feliz,
sin ese dolor de espalda. Sé que fue mi Señor; cuando su mirada se une a la de
nosotros, Él va haciendo milagros y maravillas. Seguí haciendo las postraciones,
día tras día, junto con la Adoración.
Por eso, los invito a que postren su alma, con un amor profundo, con entrega,
con ese algo que nos une a Él, como el día que sentí esa luz, era su presencia,
la unificación con Dios. Invito a todos mis hermanos a hacer lo mismo; hoy, en
estos tiempos tan difíciles, el mundo va a cambiar cuando el ser humano doble
la rodilla ante El Señor. Dios los bendiga y muchísimas gracias por haber com-
partido esta oración de postración. Es maravilloso estar ante los pies de Dios, así
le damos el poder, la gloria, la honra como Rey y Señor, grande y maravilloso.
234
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo sólo me postré y lo seguía viendo. Tenía sus bellos ojos abiertos, un rostro muy
hermoso y estaba muy resplandeciente. El siguiente sábado 10 de febrero yo no
pude ir a las postraciones. Le avisé a mi compañera Ircka.
Es un regalo tan hermoso esto que me está pasando. Éste es mi testimonio. Se los
comparto a los adoradores con todo mi amor, y les digo que Jesús realmente
está vivo, presente, real, en la Eucaristía, y se siente triste por lo que está pasan-
do. Sigamos postrándonos a sus pies, para que nos perdone a nosotros y a su
pueblo tan pecador. Pidamos la intercesión de Mamita María.
¡Amén!
235
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Marlene Bravo* 59
Postrada le repetía: “Sáname Señor”.
Lo cierto es que yo sentí la presencia de Dios
El jueves 25 de agosto de 2022, a las 4:00 p.m. teníamos la exposición del Santísi-
mo Sacramento en la Iglesia San Rafael Arcángel. Era la primera vez que hacía-
mos la Adoración con Postración.
Era algo muy fuerte y me estremecía. Sentí mucho miedo, le pedí al Señor que
me alejara ese temor, y le repetía:
236
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Qué le pasa?
Le respondí:
Salí otra vez, recogí el altar, y le conté a las hermanas Oleida y Mariela lo que
yo había sentido en ese momento. Fue algo que no encuentro palabras para
explicarlo, pero lo cierto es que yo sentí la presencia de Dios.
Yo creo que Él siempre está conmigo, todo el tiempo, pero contar esto a mí
nunca me ha gustado porque estos testimonios traen muchos comentarios. Sin
embargo, no importa, lo importante es lo que yo sentí en ese momento. Cuan-
do me levanté en la mañana, afinqué el pie y bendito sea Dios, ya no necesité
apoyarme en la punta de los dedos.
Aquí estoy a tus pies Señor, orando, gracias porque sé que Tú nos vas a sanar.
Amén.
237
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡Levántate!
Me levanté, extendí mis manos hacia el Sagrario, y comencé a orar en voz alta.
Lo empecé a alabar y entre todas mis palabras que le decía al Señor me vinie-
ron al corazón mis sobrinas Valeria y María Fabiana Mata. Comencé a pedir por
ellas sin saber por qué, solo sentí ese impulso de levantarme y extender mis ma-
nos al Señor. Pedí por ellas con gran fuerza, lloré, alabé al Señor y le pedí:
Ya
Cuando vi el reloj, me di cuenta que eran las 3:20 de la tarde. Llegué a mi casa
y no había nadie. Me puse a trabajar hasta las 6:30 o 7:00 de la noche. Cuando
llegaron mis padres, les pregunté:
238
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mi mamá me respondió:
El accidente había sido tan grave como para que estuvieran mal en ese mo-
mento, porque el carro se volcó, el techo quedó hacia el piso. Cuando los za-
paticos de Valiera salieron del auto, una señora que vivía justo en la calle donde
ocurrió el accidente y presenció todo, corrió, junto con otras señoras, a sacar a
Valeria y a auxiliarlas.
Qué grande eres Señor. Fuiste tú. En ese momento que me dijiste ¡le-
vántate! mis niñas estaban en peligro de morir en un accidente.
Este es mi testimonio y cada vez que hablo del Señor me lleno de gozo. Les re-
comiendo a todas las madres del mundo, a todas las personas que quieren pro-
teger a sus familias, que quieren conocer al Señor, sobre sus obras, sobre cómo
nos ama, les pidió que vayan ante el Santísimo Sacramento del Altar; póstrense,
arrodíllense, con el rostro en tierra.
El Señor nunca nos abandona, acudan a Él, a las capillas de adoración, donde
vean esa lucecita prendida, la cual nos indica que ahí está Él. Póstrense, salú-
denlo, díganle:
239
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El mayor regalo que podamos tener como cristianos, es alabar y visitar al Señor
en el Santísimo Sacramento del altar.
Para aquellas personas que se les hace difícil asistir al Santísimo por trabajo o por
diversas razones, pueden arrodillarse en sus habitaciones, en su sala, se imagi-
nan que están frente al Sagrario y le piden al Señor.
Incluso, los sacerdotes santos dicen que nos debemos arrodillar en dirección
hacia la parroquia más cercana que tengamos.
Que sea Dios quien nos guíe siempre junto a nuestra Mamita María Santísima.
240
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mercedes de Gutiérrez* 61
En pandemia, aprendí y comprendí
la importancia de postrarnos ante el Santísimo Sacramento
Soy Mercedes Gutiérrez, venezolana, nativa de Punto Fijo, estado Falcón. Perte-
nezco a la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, sector Puerta
Maraven. Siempre he estado haciendo vida en la Iglesia, desde que era joven
y después de casada. Fui catequista, ministro de la palabra, de la Eucaristía,
siempre estuve inmersa en algún movimiento.
Hace tres años, una amiga muy apreciada, conversando conmigo me habló
de las postraciones y me preguntó si podía darle mi número telefónico al Doctor
Roger Parra para que conversara con él y me incluyese en el grupo de Postra-
ción Eucarística, las escuchara para ver cómo me parecían. Las adoraciones se
hacían en ese momento de forma virtual porque ya eran tiempos de pandemia.
Yo le respondí a mi amiga:
Gracias a Dios es un ejercicio espiritual enriquecedor, algo que nos llena. En los
primeros 2 años de pandemia, aprendí y comprendí la importancia de postrar-
nos ante el Santísimo Sacramento, cuando tenemos la oportunidad de estar en
nuestras parroquias, de ir ante el Sagrario. También lo experimenté y lo viví en
esos tiempos de soledad, de encierro, entendí que virtualmente e individual-
241
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Tenemos que trabajar, porque en algún momento, como dice un salmo, todas
las naciones se postrarán ante Él; ese será el día de nuestra libertad, de la libe-
ración del mal, que todos podamos sentir la grandeza de nuestro Dios, en todas
sus manifestaciones. Amén.
242
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mi mamá, Consuelo Tabares de Chacón, y yo, junto con otras personas, lleva-
mos más de cuatro años haciendo la Adoración Eucarística en Postración en la
parroquia Santísima Trinidad de Pirineos II, San Cristóbal, Estado Táchira.
Luego, para el día 20 de agosto a las 4:00 pm, fecha en que se conmemora el
fallecimiento del Papa San Pío X, María José fue bautizada por el Párroco Miguel
Antonio Duque Sánchez.
243
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
El padre Miguel Duque, párroco de esta parroquia, ha autorizado para que ha-
gamos esta Adoración al Santísimo Sacramento. Tenemos aproximadamente
cuatro años haciendo esta Adoración extraordinaria al Santísimo.
Hablen con los sacerdotes de su parroquia para que puedan hacer esta activi-
dad tan hermosa. Si no pueden en la parroquia, lo pueden hacer en sus hoga-
res. Jesús, en el Santísimo Sacramento, nos demuestra su amor en todo momen-
to y escucha nuestras necesidades y peticiones.
244
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Miriam Delgado* 63
Misericordia de Dios ante la detección de cáncer de próstata
Doy gracias a Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, al Santísimo Sacramen-
to del Altar, a las Cinco Santas Llagas de Jesús y al Inmaculado Corazón de la
Santísima Virgen María, por haberme permitido conocer la presencia de Dios a
través de estas adoraciones. No sabía en los años anteriores a este encuentro
con Jesús, el tiempo que había perdido por no dedicarme verdaderamente a
las cosas de Dios. Ha sido uno de los momentos más maravillosos que hemos vi-
vido con el grupo de adoradores de las seis postraciones.
Han sido momentos muy fuertes, pero al mismo tiempo lo más bello. El tratamien-
to ha salido muy bien, previsto para terminar en octubre (de 2022). Los exámenes
han salido muy bien. Es el testimonio más hermoso que puedo dar para las seis
postraciones. Gracias Señor Jesús, por tu infinito amor y tu infinita misericordia
con cada uno de nosotros. Te pido perdón por todo lo que todavía no hemos
podido borrar de nuestras vidas. Todavía nos falta mucho para poder imitarte,
Señor Jesús, pero sabemos que, con tu ayuda, todo lo vamos a lograr.
245
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mirla Moreno 64
Las postraciones le quitaron ideas suicidas
a mi hermano por la desaparición de su esposa
Quiero compartir este testimonio que sucedió en octubre del año 2017. Mi fami-
lia y yo estábamos atravesando por dos momentos muy difíciles: el primero fue
la muerte de un sobrino, y el segundo la desaparición física de mi cuñada, la
esposa de mi hermano mayor Jorge Moreno.
Yo iba a Misa diaria y por esos días fui a la Iglesia Jesús Obrero, ubicada en el
barrio 23 de enero, en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela. Al finalizar la
Santa Misa acostumbro despedirme de mi Señor y fui al Santísimo. Recuerdo
que estaba orando un grupo, pero no sabía que era el de Postraciones. En ese
momento Dios me concedía lo que yo quería y, con fe y confianza, Dios me
permitió conocerlos.
Es por eso que recomiendo a todas las personas que están pasando por estas
situaciones que se acerquen a la Iglesia, visiten al Santísimo, y con fe expongan
su situación. El Señor les escucha y Él obra en el corazón de cada uno de noso-
tros. Por eso pido a Dios por el grupo de Postraciones; Dios les permita perdurar
por muchos años y ayudarnos a todos en la oración.
246
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Mónica Gallegos
En la foto, una luz redonda con rayos,
65
envolvía El Santísimo, las imágenes de la Virgen y San José
Mi nombre es Mónica Gallegos. Pertenezco a la Parroquia Nuestra Señora de
Fátima, en la Diócesis de Lurín, Lima, Perú. Quiero compartirles este testimonio
ocurrido el jueves 17 de noviembre de 2022. Nos disponíamos a empezar nues-
tras oraciones de cada una de las postraciones que hacemos en mi parroquia
todos los jueves por la noche. Al empezar sentí en mi corazón que ese iba a ser
un día especial, ya que generalmente somos sólo mujeres y en esa Adoración
había cuatro hombres postrados a los pies de Jesús Eucaristía. Empezamos las
postraciones. Cuando terminé la oración que a mí me tocó, la Adoración al
Santísimo Sacramento del Altar, sentí deseos de tomar una foto y me fui para
la parte de atrás. No había luz en la Iglesia pues había interrupción del servicio
eléctrico. Sólo se iluminaba el altar con un pequeño reflector solar que está en
el techo y emite una luz muy tenue.
Al tomar la foto vi una hermosa manifestación: en mi celular aparecía una Luz
redonda muy grande que envolvía tanto la Custodia donde estaba el Santísimo
como las imágenes de la Virgen y San José. Era claro ver que esa misma luz tenía
la forma de Hostia. Yo filmé y tomé varias fotos. La luz emitía destellos eléctricos,
como rayos, crecía y disminuía, como un corazón que palpita. Fue hermoso
realmente. Comprendo que El Señor está ahí con nosotros en la Hostia Consa-
grada. Él está ahí escuchándonos en cada momento.
Al llegar a mi casa vi las fotografías con más calma y observé que la pared de-
trás del Altar, que es totalmente blanca, en la foto aparece celeste, del color
del manto de la Virgen. Me acordé del hermanito Roger quien tiempo atrás
me había dicho que la Virgen está siempre con nosotros en cada Adoración
Eucarística, postrada a los pies de su Hijo. Ella nos pide que lo amemos, que lo
acompañemos, que nos postremos ante Él para adorarlo, y que oremos los unos
por los otros.
La Virgencita nos dice que Él se siente feliz cuando nos ve postrados.
¡Esta manifestación de amor sea para la gloria de Dios y el bien de
muchas almas!
¡Bendito, amado, alabado y por todos los pueblos de la Tierra a sus pies
postrados, sea adorado mi Jesús Sacramentado!
247
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Cuando inició la pandemia, los templos se vieron cerrados y todo era virtual. Yo
no conocía las Postraciones Eucarísticas, pero el Señor me habló una noche a
través de un sueño y me dijo:
Sentí tanta insistencia que me levanté, eran las tres de la madrugada y me puse
a hacer la Coronilla.
Luego, comencé a buscar por internet qué eran las postraciones: vi que eran
seis, se realizaban en Venezuela y en el mundo, y se hacían delante de Jesús
Sacramentado.
Esa noche sentí que se debían realizar por la erradicación de la pandemia. Hice
el comentario a varios hermanos, pero ninguno conocía esta práctica.
Un día, conversando con la hermana Teresa, me dijo que pertenecía a las pos-
traciones virtuales. Le dije que si me podía facilitar los audios y la información
para realizarlas. Desde allí comencé a practicarlas virtualmente (por la pande-
mia) y luego tuve la oportunidad de realizarlas de forma presencial. Buscamos
más adelante el apoyo de sacerdotes y del obispo de la diócesis para realizarlas
en la parroquia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Siento que fue un privilegio que el mismo Señor me llamara esa noche y me in-
vitara a postrarme.
Invito a otros hermanos a vivir esta experiencia de entrega total a nuestro Señor.
Como dice el salmo 85:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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Nellitza Sanguinetty 67
Una voz que me dijo: “Anda, camina, párate, tu puedes”
Soy Nellitza Sanguinetty, Coordinadora de Casa Bethel y del grupo de la Ado-
ración Eucarística de las postraciones en la Parroquia, desde San Cristóbal, Ve-
nezuela.
Por eso es tan importante que desde niños nos ayuden a reconocerlo, amarlo,
respetarlo, sentir que Él nos está amando desde el Sagrario.
Para mí fue impactante la primera tarde que asistí a las postraciones. Sabía que
lo amaba, pero desde ese momento me enamoré totalmente de esa manera
de adorar a nuestro Jesús y de venerar al Inmaculado Corazón de María.
De allí en adelante reconozco que siento un amor pleno, confiado, total y cada
día en mi encuentro con el Amado, a través de las seis postraciones, me uno a
Él, de tal forma que sé que también Él me espera, lo sé, lo siento, lo vivo.
Por un accidente ocurrido en 2010, se me aflojó una prótesis que me habían co-
locado (en la pierna). En 2011 se iba a hacer el cambio para la segunda prótesis,
pero apareció una infección después del tratamiento y me tuvieron que colo-
car un espaciador. En esa operación, la media antiembólica hizo un torniquete
de tal forma que me lesionó el nervio ciático. Mi pierna quedó completamente
floja, caída, parecía un papel al aire y con “pie de bailarina”.
252
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Aquí dejo mi testimonio, no sin antes pedirles, rogarles, hagan conocer las seis
postraciones, hablen de esta manera de adorar a Dios, Uno y Trino. Oren por las
seis postraciones, protéjanlas con oración, son una obra del Señor y un deseo de
Mamita María.
253
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Noema Aquino* 68
Milagrosa sanación de mi hermana de las secuelas de Covid
Mi nombre es Noema Aquino, soy de Asunción Paraguay y quiero compar-
tir mis testimonios de la Adoración en Postración. Realicé por primera vez la
Adoración en Postración el jueves 18 de agosto de 2022, en una parroquia de
Asunción, ubicada, por cierto, en una zona peligrosa, conocida por asaltos,
robos y drogas.
Nuevamente hablé con ella por teléfono el día viernes (19 de agosto) después
de realizar la adoración. Me quedé muy sorprendida al escucharla hablar nor-
malmente y le pregunté dónde estaba, porque la notaba muy bien. Me res-
pondió que increíblemente ese día jueves ella tuvo una mejoría repentina, ya
no tocía, se sentía mejor, sin el catarro en la garganta y podía hablar bien. Me
sorprendí porque la escuchaba totalmente diferente a como se encontraba el
miércoles anterior.
Puedo decir con toda convicción que mi hermana tuvo una sanación milagro-
sa después de tantos días de estar muy mal. Repentinamente ella volvió a estar
normal, sana, y esto es realmente un milagro.
Quiero dar todo honor y gloria a nuestro Señor por este milagro que realizó en
la salud de mi hermana. Sea bendito alabado y adorado Jesús en el Santísimo
Sacramento del Altar.
254
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Este milagro que Dios realizó en mi vida forma parte importante en todo lo que
hago, digo, pienso y siento. Considero que Él ya me estaba preparando para
este apostolado de las Postraciones Eucarísticas. Bendito sea Dios.
Yo realmente me sorprendí al ver eso porque, desde hacía mucho tiempo ha-
bía tenido ese deseo profundo de adquirir un Rosario del Papa. Lógicamente
me quedé impactada, y aún más me sorprendió cuando la persona me dijo
que quería ofrecerme ese Rosario porque le conmovió verme postrada ante el
Santísimo. Esto lo tomé como un mensaje del Señor, su agrado por hacer las pos-
traciones y el testimonio que estamos dando al postrarnos ante el Rey de Reyes,
Señor de Señores. Alabado sea Jesucristo.
255
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Nohelia Pereira* 69
A mi tercera edad y con una fractura de rótula,
me lleno de amor al postrarme con el alma
Mi amiga Lilian Andara me envió la invitación al grupo de las seis postraciones.
Yo entré como un participante virtual, en pandemia, comenzando a tener esta
experiencia de Adoración a Jesús Eucaristía, única para mí.
A mi tercera edad y con una reciente fractura de rótula que por ahora me im-
posibilita postrarme físicamente, me lleno de amor y devoción, postrándome
con el alma y con todo mi ser a nuestro majestuoso Dios que me llama cada día
a vivir en amistad con Él.
La migración de mi única hija y luego de mis hermanos con toda su familia, nos
dejó a mi mamá y a mí, con una tristeza inmensa. Pero mi constante oración y la
práctica de las seis postraciones, me mantienen fuerte, confiada y esperanzada
en ese Dios a quien adoro y me sostiene.
Con Él, las adversidades que escapan de mis manos no me preocupan por-
que, Él siempre toma el control para ayudarme. Nunca antes había estado tan
256
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Oren mucho por mí, hermanitos, que yo también oraré mucho por ustedes para
que podamos continuar mostrándonos con amor ante la presencia de Jesús Eu-
caristía, quien nos llena la vida, nos quita las penas y nos consuela con ese amor
infinito que tiene por nosotros.
257
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ofelia de Sánchez* 70
Solución de problemas con trabajadores
Conocí las postraciones a través del Dr. Roger Parra, en San Cristóbal, estado
Táchira, Venezuela. Soy miembro del grupo de la Adoración Eucarística de las
Postraciones en la Parroquia Cristo Rey, en Las Lomas.
En la finca familiar tenía problemas graves con ocho trabajadores guajiros, quie-
nes estaban causando daño a la propiedad, a los animales e incluso temíamos
por nuestras vidas, porque estos señores eran violentos, agresivos, vengativos.
Me los traje al Santísimo con nombre y apellido y empecé a clamar al Señor
para que esa situación se resolviera en santa paz. De un momento a otro em-
pezaron a renunciar uno a uno, todos seguiditos. En santa paz se fueron. Eso es
obra de mi Señor y de la Virgencita. Es un milagro.
Recuperación de un vehículo
Otra situación que se presentó fue con un vehículo de mi propiedad que tenía
en una agencia para la venta y cayó en caso de “manos de papel”. Fueron
casi dos años reclamando, yendo a fiscalía. Se lo entregué al Señor en las pos-
traciones, empecé a orar y a bendecir a todas las personas involucradas en
ese caso. Yo le decía:
Señor, si es tu voluntad y ese carrito es para mí… o si no, te lo entrego.
Me abandoné en las manos del Señor y se lo entregué a Él. Después de un año y
ocho meses de haberse perdido el carro, un día, cuando regresaba de un viaje, me
llamaron para confirmarme que el carro había aparecido intacto. Gracias a Dios,
este es otro de los milagros, otro testimonio precioso del cual le doy gracias al Señor
y al grupo de las postraciones, porque me apoyaron bastante en esas oraciones.
Otros favores recibidos
También tuve una situación difícil en la oficina en donde los inquilinos no paga-
ban el alquiler ni la querían desocupar. Además, tenía quebrantos de salud y
problemas en mi hogar. Llevé todas estas situaciones ante el Santísimo y El Señor
me ayudó a resolverlas una a una, gracias a la Adoración Eucarística de las seis
postraciones en la Iglesia Cristo Rey de San Cristóbal. Eternamente estoy agra-
decida con el Señor y la Virgen y con el grupo de postraciones, por su apoyo y
sus oraciones.
* Ofelia de Sánchez, miembro del grupo de la Adoración Eucarística de las Pos-
traciones en la Parroquia Cristo Rey, en Las Lomas, San Cristóbal, estado Táchi-
ra, Venezuela. Testimonio en audio disponible en: https://www.youtube.com/
watch?v=Zzk4fTJRc6M
258
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Señor, no me la abandones.
Me parece mentira que yo haya pasado por tantas cosas, pues dentro de mi
enfermedad, tuve una lucha, pero vencí, con la ayuda de Dios. Todavía no pue-
do discernir... tengo que ir donde mi consejero espiritual, y me pregunto:
259
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yo no tengo palabras, más que los agradecimientos, porque son tantos los ho-
nores y no sé qué misión tendrá Él para mí. Si por mí se tuvo que mover mucha
gente para rezar, quiere decir que se necesita de mucha oración por el mundo
entero. Aunque no conozcamos a nadie, entreguemos todo de corazón. Lo que
el Señor hizo conmigo fue un milagro. Entonces, le digo:
Agradezco mucho a Roger y a toda la gente que con mucha devoción rezó
por mí. El Señor los escuchó a todos e hizo el milagro, porque yo estaba muerta
y volví a nacer.
Regresé de Colombia a Aruba (en octubre 2021) y el médico me dijo que mi últi-
ma terapia era mi familia, mi nieta, mis hijos. Cada día estoy mejor en manos de
mi señor y de la Virgen. El Señor me envió ángeles, por medio de las enfermeras,
los médicos.
Cada día me convenzo más que la oración tiene poder y la oración en pos-
tración tiene aún más poder. Todos somos hermanos en Cristo y aunque no me
conozcan, todos somos familia, por eso les agradezco por haber orado por mí.
Cuenten con mis oraciones… yo también oro por ustedes.
260
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ahora, me encuentro llena de paz, de tranquilidad que solo El Señor puede dar.
Mis hijos aceptaron, sin ningún problema. Hice una buena confesión, y para la
gloria de Dios, ahora estoy recibiendo la Sagrada Comunión.
261
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Patricia Tolentino 73
Pasamos de los obstáculos y burlas
a aceptar y rezar el Rosario en familia
Mi nombre es Patricia Tolentino, soy de México y vivo en el Estado de México,
Municipio de Naucalpan.
Hace 8 años decidí seguir a Jesús y en este caminar empezó ese combate espi-
ritual en donde surgen problemas, obstáculos, burlas, reclamos, sobre todo en la
misma familia, con el esposo y los hijos. Yo los invitaba a Misa, a retiros, a la Hora
Santa y nunca quisieron acompañarme, siempre se mostraron renuentes.
Y yo le dije:
Inscríbeme en el grupo.
Pasaron los días y a mi celular llegaban los mensajes de inicio del Santo Rosario
en Postración, que forma parte del Apostolado Ágape, pero por no saber cómo
entrar al enlace, no lo escuchaba.
262
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ellos aceptaron ir, ahora van conmigo, y desde ese día, lo estamos realizando en
familia. Para mí ese es un gran regalo del Amor de Dios.
¡Gloria a Dios!
263
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En algún momento, estando solo, enfermo en casa, tuve que arrodillarme frente
a la imagen del Corazón de Jesús para pedirle que no me fuese a complicar
más. Fueron eventos fuertes. Comunicándome con el grupo de postraciones,
me concentré en la oración y recibí ayuda, auxilio, de varias personas. Encontré
apoyo tanto económico como espiritual, durante mayo, junio, julio, incluso en
noviembre, cuando todavía estaba complicado. El 19 de diciembre recibí la lla-
mada de uno de los hermanos, informándome que se iba a hacer una oración
especial, en la cual se encomendarían todos los enfermos, incluyéndome.
Siendo cerca de las 9 de la noche de ese día, sentí bastante entusiasmo, ale-
gría y una “explosión de salud”, de mejoría. Desde ese momento, he estado
totalmente sano. Puedo decir que, a través de la oración de las postraciones,
recibí sanación. El lunes 20 de diciembre recibí la llamada de un hermano del
grupo para preguntarme cómo me sentía y puedo informarles que me siento
totalmente sano.
264
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Raúl Lasprilla* 75
El apostolado ÁGAPE ha sido una bendición para nuestra parroquia
Quiero darle gracias a Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, al Santísimo Sa-
cramento del Altar, a las Llagas de Jesús, a la Santísima Virgen María y al Custo-
dio de la Iglesia Católica, San José, por haber puesto en mi camino la Adoración
Eucarística en Postración.
Ruego a Dios que este apostolado siga dando sus frutos para que Jesucristo sea
bendecido, adorado, glorificado, y todos sus hijos a sus pies postrados, amén.
265
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Regina Carmona* 76
Aparición de una niña extraviada
Soy Regina Carmona de la Ciudad de México. A mi hija le llegó a su celular una
foto donde informaban que se había extraviado una niña que era la hija del
vecino de enfrente. Eso nos alteró porque es una niña pequeña. Empezamos a
compartir la información en los grupos para ayudar en la búsqueda de la niña.
En ese momento mi hija me dijo:
266
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Ricardo Francisco 77
Moncada Izquierdo
He tenido una que otra visión al momento de postrarme
Soy Ricardo Francisco Moncada Izquierdo, abogado desde hace 25 años, co-
rredor de seguros nacionales e internacionales desde hace 28 años, e interme-
diario inmobiliario. Vivo en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela.
Por invitación del Dr. Roger Parra, a quien distingo desde hace varios años, co-
nocí las postraciones en 2018. Él me empezó a invitar en enero, sin embargo,
no fue sino hasta julio de ese año que asistí por primera vez y en septiembre
comencé a ir todos los días de la semana, excepto el domingo porque no se
hacían postraciones en ninguna parroquia. Incluso, muchas veces iba a varias
adoraciones en el mismo día.
Empecé a hacer la Adoración porque allí sentía la paz que necesitaba, estaba
pasando por un momento muy duro en mi vida, donde experimentaba ansie-
dad, desesperanza, desaliento, abandono, pesimismo y fracaso; se juntaron, el
divorcio, el cierre de mi oficina, las muertes de mi hermano y de una tía muy
querida, pero en la presencia sagrada de mi Señor, había paz, tranquilidad,
amor y su abrazo.
Desde que comencé a hacer las postraciones y hasta ahora, siempre he sentido
esa paz y un gran gozo. He tenido una que otra visión al momento de postrarme,
siento una gran seguridad, un deseo de estar allí, de no querer irme, de tener
más tiempo para la Adoración Eucarística.
En el año 2019, el Dr. Roger y yo, empezamos a hacer una lista de milagros reci-
bidos a través de las postraciones y hasta septiembre de 2022, habíamos con-
tado cerca de 102 milagros físicos, pues consideramos que los de conversión no
eran cuantificables, pues eso depende mucho de si la gente cree o no.
267
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Creo entender que Roger tenía una gran preocupación con respecto a lo que
estaba haciendo en ese momento y no tenía certeza de si debía quedarse en
Estados Unidos (donde se había radicado por motivo de la pandemia) o regre-
sar a Venezuela.
Dudé mucho en decirle a Roger el mensaje pues no sabía su origen, pero luego,
al pasar los días, sentí una fuerza interior, una necesidad de obedecer y comen-
tarle la visión que tuve y el mensaje que Dios le había enviado.
Esa fue la primera vez que tuve ese tipo de experiencias, y me asusté porque no
sabía de dónde venía esa voz en mi cabeza, y pensé:
268
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Con las postraciones, las prioridades en mi vida han cambiado mucho, pues
ahora, nuestro Dios es el primero, antes que cualquier cosa.
269
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Rover Ontiveros 78
Postrado escuché una voz sobrenatural que hablaba con Roger
Mi nombre es Robert Alfredo Ontiveros Varela. Soy docente licenciado en edu-
cación, mención Ciencias Biológicas; ya estoy jubilado. Vivo en San Cristóbal,
estado Táchira, Venezuela. Conocí las postraciones cuando se estaban inician-
do. Asistí a la Santa Eucaristía un jueves (de la cual soy devoto ferviente), y al ter-
minar la Misa, dieron inicio a las postraciones. Permanecí sentado en la banca y
observé lo que estaba aconteciendo.
También doy testimonio de haber oído la voz de una persona conversando con
el doctor Roger, en varias oportunidades, durante la postración. Me sorprendió
mucho y guardé silencio. Yo permanecía inclinado en la postración sin decir
nada a Roger, pero como sucedió en varias ocasiones, sentí curiosidad y en una
de ellas levanté la cara, vi al doctor postrado, pero no había nadie cercano a
270
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
La voz era clarita, muy dulce, pero yo no entendía el significado de sus palabras.
Roger le contestaba en otra lengua.
Cuando terminamos esa postración, le dije a mi hija que había escuchado a Ro-
ger conversando con esa persona. Lo sorprendente fue la respuesta de mi hija:
Yo también lo escuché.
A mí me dio miedo, no sabía que era eso. Levanté la cara y miré, pero no había
nadie. Mi hija también percibió esa experiencia.
Mi vida cambió con las postraciones en el sentido que me acercó más a la San-
ta Eucaristía, se acrecentaron mi fe y mi devoción. Es un ejercicio de Adoración
muy hermoso al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo, a la Santísima Virgen María, a las
Cinco Llagas de Jesús. Es como recorrer toda la pasión de Cristo junto con su
Santa Madre. Estoy cien por ciento seguro de la presencia real de nuestro Señor
Jesucristo. Las postraciones le han hecho mucho bien a mi alma y a mi vida es-
piritual.
271
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Santa Hermelinda 79
Yendis Bailón
Sanada de un prolapso vaginal
Mi nombre es Santa Hermelinda Yendis Bailón. Soy de Cumaná, estado Sucre,
Venezuela. Soy técnico medio en Administración de personal con estudios de
secretariado. En la actualidad me encargo de cuidar a mis nietos mientras mi
hija trabaja.
Conocí las postraciones eucarísticas desde hace muchísimos años, porque tra-
bajé, en la Infancia Misionera, cuando mis hijas eran niñas. Allí estuvimos bas-
tante tiempo; sabíamos que debíamos adorar al Santísimo, asistir a la hora de
Adoración, al jueves eucarístico, arrodillarnos, hacer las oraciones, y ya, pero
nunca recibimos una explicación ni tuvimos un conocimiento del significado de
la postración.
Anteriormente, yo iba muy pocas veces a Misa, pero ahora sí voy de domingo
a viernes, y cuando no puedo ir, es algo que me entristece, me duele mucho,
pues se me ha convertido en una necesidad.
272
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Tampoco podía sentarme en una silla normal, porque cuando lo intentaba, sen-
tía como si tuviera un balón adentro, sumado a ese fuerte dolor. Debía perma-
necer acostada en un mueble o sentada de lado, apoyada con almohadas.
Ante la situación, mi hija preparaba la comida, me ayudaba en lo que podía y
se iba.
Por esos días, yo me había comunicado con el hermano Roger Parra dos veces
para varios temas, pero especialmente para pedirle oración.
273
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Puse seis (6) almohadas, hasta que poco a poco logré una posición cómoda
y finalmente me postré en mi cama, en dirección al templo, tal como lo hizo
el profeta Daniel. Ese día, hice todas las oraciones que acostumbro a hacer y
en total, con paciencia, me postré cuatro veces. Hice la Coronilla de la Divina
Misericordia, el Santo Rosario, la Coronilla de Reparación, la oración a San José,
y entre una y otra oración, descansaba, me levantaba y volvía a postrarme.
Empecé a sentir una muy leve mejoría y continué haciendo la postración, en
dirección al templo.
El miércoles 17 de mayo, terminé de hacer la tarea con los niños y ellos pasaron
para la habitación, cada uno en su mesa, mientras yo estaba acostada en la
cama. Ellos me traían sus cuadernos para orientarles y revisarles las tareas. Ter-
minamos a las 6:05 de la tarde y recordé que la Reserva del Santísimo la hacen
antes de las 6:30 pm, porque a esa hora ya empieza la Misa y el Señor queda allí
expuesto.
Les pedí a los niños que levantaran sus cosas y arreglaran sus bolsos para el co-
legio. Uno agarró la Tablet, el otro la laptop y se quedaron juiciosos en la sala,
pues ya saben que cuando les pido no interrumpirme, es porque voy a hacer
oración.
Señor, voy a orarte desde aquí; sé que hoy, a esta hora, comienzan los
preparativos para hacer tu reserva y el sacerdote, bendice a todos los
que están allí.
Tomé la Biblia, hice la oración del Magníficat, la oración de Sacarías que está en
San Lucas y la que hizo este profeta cuando llevaron a Juan al templo. Continué
con una parte de la oración de Tobías, capítulo 13 y también el Salmo 6.
Sáname Señor
274
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
La presión de los cinco dedos en mi cabeza duró tal vez 10 segundos y luego
sentí un escalofrío en esa misma parte, en forma circular. Yo seguía en la misma
posición, sin levantarme y solamente le dije:
Cuando acabé de orar, miré el reloj y eran las 6:31. Me levanté con precaución
con el fin de prepararle la cena a los niños, pues debían acostarse temprano
para ir al colegio al día siguiente. Cuál fue mi sorpresa que, al ponerme en pie,
di dos pasos y ya no sentí el peso en la parte baja ni la sensación de que todo se
iba a salir, solo tenía una pequeña molestia, algo muy mínimo, como un pellizco.
Gracias Señor
El lunes siguiente, mi yerno tomó la jarra de agua para llenarla y al sacarla por
segunda vez, se le cayó el botellón, se rompió y se derramaron en la cocina 19
litros de agua. Yo, instintivamente, agarré una escoba y empezamos a sacar
el agua, limpiamos el piso, la cocina, la sala, y no me dolió ni una pestaña,
cuando antes ni siquiera podía levantar una vasija de un litro, sacar el vaso de
la licuadora y mucho menos barrer, como dije anteriormente. Realmente, es
impresionante.
275
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Hoy, día en que estoy dando este testimonio, mi yerno se va a quedar con los
niños para que yo pueda ir a la Iglesia a confesarme, empezar nuevamente a
asistir a la Misa y a mi Comunión diaria, a agradecerle a mi Señor.
El mensaje para los lectores es que nuestro Señor está en cuerpo, sangre, alma
y divinidad en la Hostia Consagrada. Cuando nos arrodillamos, nos postramos
delante de Él, reconocemos su majestad y así debemos hacerlo, pues, a pesar
de todo, de que le hemos fallado, Él está allí, para perdonarnos, para recibirnos
con los brazos abiertos, como el buen Padre que es; aunque no lo veamos físi-
camente, Él está allí, la prueba está en lo que hizo en mí y en lo que ha hecho
en tantas personas. A la distancia, Él obró un milagro en mí.
Cuando yo me postré ante Él, no lo hice esperando un milagro, lo hice con todo
el amor, la fe, reconociéndolo, sabiendo que está allí. Se me presentó esta si-
tuación tan difícil y hubo la oportunidad que obrara un milagro en mí, lo cual le
agradezco infinitamente.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Silvia Muñoz 80
Las postraciones son acogidas en Estados Unidos
Mi nombre es Silvia Álvarez de Muñoz. Me encargo de preparar el breakfast (de-
sayuno) en un hotel. Mi esposo Lucio Muñoz, trabaja en el “Deli” de una tienda
de comida.
Somos de México, pero vivimos en Tulsa, Oklahoma, EE. UU. En nuestro pueblo,
siempre, el primer viernes de cada mes hay Adoración al Santísimo y nos gusta-
ba mucho ir, por eso, cuando llegamos a Tulsa y abrieron la capilla de Adora-
ción, nos apuntamos para tener varios días de Adoración.
Un día recibí la llamada del señor Roger preguntándome si podría hacer las
postraciones en nuestra hora de Adoración y aunque yo no sabía de qué se
trataba, acepté, pues me imaginé que era algo bonito y no me equivoqué, es
lo más hermoso que hemos hecho: postrarnos ante el Santísimo.
Doy gracias al señor Roger que nos explicó todo y nos mostró cómo postrarnos.
Primero Dios, por eso, seguiremos haciéndolo.
Desde el momento que empezamos a postrarnos, siento que valoro más todo,
nos está ayudando a acercar más a nuestra familia y a otras personas a la Ado-
ración. Nos postramos con tanto amor y fe, que mi Padre Dios está actuando en
todo y en todos. Ojalá toda la gente supiera la hermosura de alabarlo a Él de
esta manera.
Un día, al llegar con mi esposo a la capilla del Santísimo, encontramos a una se-
ñora hincada, llorando y así permaneció por largo rato. Yo sentía tristeza al oírla
llorar, me acerqué y la abracé, ella solo apretó mis manos, me hinqué de nuevo.
Al rato se levantó, se acercó a mí y me dijo:
Sí señora, le contesté.
Otra vez llegamos con mi esposo a la capilla del Santísimo, donde estaba un se-
ñor hincadito. Se veía en él una desesperación, quería llorar, pero sólo apretaba
sus manos. Mi esposo se acercó a él y le dijo:
Llore si quiere llorar, mire con quién estamos, con el Rey de Reyes, há-
277
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sí, le contesté.
Cantemos “el vaso nuevo”. Luego me dijo: Cantamos “las cien ovejas”
Ese y tantos otros momentos hemos visto y vivido en el Santísimo, y desde que
llegó el señor Roger a enseñarnos las postraciones, más testimonios de diferentes
personas hemos escuchado. Él es un hombre con mucha fe, varias personas le
piden ayuda para que ore por sus preocupaciones, incluso él pregunta si al-
guien necesita una oración para brindarles su ayuda.
Es que, Dios es tan grande y misericordioso que solo necesita personas con mu-
cha fe para manifestar todo lo que Él tiene para nosotros.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Simón Lara* 81
Libre de la lujuria y la pornografía
que destruyó mi matrimonio
Mi nombre es Simón Lara, soy del grupo de las seis postraciones en Tulsa Oklaho-
ma. Asisto a la parroquia de San Pedro, San Pablo y Santo Tomás Moro.
Hace pocos años tuve muchos problemas con mi matrimonio, le falté a mi es-
posa y cuando ella se enteró, se alejó de mí, me abandonó y me sumí en el
dolor. Gracias a Dios, unos hermanos de la Iglesia me aconsejaron ir a los pies
del Santísimo a rezar, a pedirle por mi familia, por mi esposa, por mi matrimonio.
Yo, herido, acudí a una pequeña casa donde tenían expuesto al Santísimo y ahí
fue cuando empecé a adorar al Señor, a sentir todo su amor, su grandeza ante
nosotros los hombres. Él comenzó a transformar mi vida y a limpiarme.
También tuve algunas dificultades con el enemigo, pues empecé a sentir miedo,
a creer que no podía mejorar como persona, como hombre; pensé que aquel
mal me perseguiría por mucho tiempo, que no era capaz de liberarme. Sufría
por el abandono de mi esposa y por la destrucción de mi matrimonio. Me había
quedado solo en mi casa, pues no tengo ningún familiar en este lugar, entonces
era mucho mi dolor. Solo tengo un hijo con mi esposa el cual sigo viendo todos
los fines de semana, pero El Señor vino en mi rescate y me mostró su misericor-
dia, su amor, su bondad. Él ha transformado completamente mi vida, me ha
convertido en un mejor hombre, en un mejor cristiano, mejor padre, mejor hijo, y
aunque aún no tengo a mi esposa conmigo, en un mejor esposo.
Todo este cambio ha sido a partir de asistir ante su presencia. Cuando vi por
primera vez al hermano Roger y al grupo de las postraciones, me preguntaba
si la Iglesia aprobaba esa forma de Adoración diferente. Sin embargo, en mi
corazón sabía que estar postrado ante El Señor era agradable a sus ojos, pues
279
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Pero el Señor nos levanta, viene en nuestro auxilio, nos toca, nos dice:
El Señor ha cambiado mi vida completamente, ahora soy libre, soy feliz, sigo en
mi casita solito físicamente después de tres años, pero espiritualmente El Señor
está conmigo, palpable en la forma Eucarística; su cuerpo, alma, sangre y divi-
nidad nos acompañan, se hace parte de nosotros cuando lo comulgamos. Así
es de grande El Señor. Me acompaña junto con mi Mamá María. Así soy feliz,
encuentro el verdadero gozo y la paz que antes no tenía.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sofía Ochoa 82
En una adoración vi el alma de un sacerdote
que está purgando postrado ante el Santísimo día y noche
Mi nombre es Sofía Ochoa, soy de Guadalajara, Jalisco, México. Les comparto
mi testimonio sobre lo que me sucedió una madrugada como a las 4:00 am, es-
tando postrada ante el Santísimo en una parroquia aquí en mi ciudad.
Yo le respondí:
Entonces le dije:
Después yo le pregunté:
Y me dijo:
“Sí”.
Cerré mis ojos y vi como en una visión, un ataúd y unas velas. Entonces la voz
me dijo:
281
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Entendí entonces que en la parte de abajo de esa capilla están las criptas de la
Parroquia. Me dijo:
Aquí estoy enterrado, pero yo tengo que estar aquí día y noche ante
el Santísimo.
Entonces le dije:
Ahorita vengo.
¿Y qué sabe?
Él me contestó:
Ya vino para acá la persona que estaba ahí contigo. A través tuyo
pudo venir conmigo a pedir ayuda.
Le dije:
¿Cómo, Padre?
Él me dijo:
Claro que no lo entiendes porque esas son cosas que Dios permite. Él
ya me explicó quién es. Quédate tranquila. Es un sacerdote que fue el
señor cura muchos años en esa parroquia, y está allí purgando. Dios
le permitió en su Misericordia que no fuera al purgatorio sino que ha
estado allí purgando en Adoración a Dios, por dos motivos: primero,
porque hizo malos manejos administrativos, y segundo, porque no to-
maba conciencia ni trataba con delicadeza el milagro hermosísimo
de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Por esto, ahí está purgan-
do este sacerdote postrado ante el Santísimo día y noche.
282
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Le dije:
Y me respondió:
Muchísimas gracias.
Le dije que mi Director Espiritual iba a oficiar misas por él y que yo también iba a
mandar a decir otras misas en otros lugares. Me quedé ahí postrada al lado de
él un rato, pero él tendrá que estar ahí postrado ante el Santísimo hasta que Dios
lo permita. Quedó de avisarle al Padre cuando él ya pudiera irse al Cielo.
Yo mandé a celebrar sus misas, y aunque ya sé quién es y vi sus fotos en esa mis-
ma capilla, no puedo decir su nombre por respeto. Éste es mi testimonio.
283
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Verónica Lesme* 83
Visiones de la pandemia: “El Señor me mostró
que los Sagrarios y las Iglesias se iban a cerrar”
Desde el 2014, yo realmente estaba buscando tener alguna comunidad de ora-
ción en donde pudiese rezar el Rosario, era una necesidad en mi interior. Dios es
tan misericordioso y bueno conmigo, me ha regalado mi esposo, mis hijos, una
carrera, la cual para mí no es un trabajo. Soy bailarina y coreógrafa, amo lo que
hago: simplemente llevo amor a las niñas, a través del movimiento del cuerpo,
es algo muy gratificante. Bailo desde los 7 años y el baile siempre ha sido una
entrega, una alabanza para Dios.
Yo quería devolverle a Él lo que me había dado por tantos años, por eso, esta-
ba buscando esa comunidad de oración. Así fue como me llevó a un grupo de
amigas donde intercedemos por los sacerdotes, la Iglesia y los enfermos. Em-
pezamos a reunirnos todos los viernes y de a poquito el Señor fue suscitando en
nosotras esa emoción de ir entregando más y más.
Después comenzamos a hacer ayuno los viernes, ofreciendo ese sacrificio por los
sacerdotes, orando el Santo Rosario, postrándonos frente a Jesús. No sé cómo
explicar ese sentimiento tan grande en el corazón. Yo amo a mis hijos y el amor
de una madre no puede dimensionarse, pero este amor es algo mucho más que
el amor por mis hijos.
El Señor fue tan misericordioso conmigo y con mi familia, pues nos fuimos esos
primeros meses de pandemia para una finca (una estancia en el campo, como
la llamamos acá). Dentro de esa propiedad tenemos una pequeña y humilde
capillita, ahí me postraba y rezaba.
Estuvimos seis meses sin volver a la ciudad. Allí El Señor también nos dio una
purificación tremenda: renunció todo el personal, el campo se nos quemó,
en fin, fueron experiencias que jamás en la vida pensamos que fueran a su-
ceder.
284
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sólo puedo decir que con El Señor todo es llevadero, todo es fácil; así se te cai-
ga el mundo, debes alabarle y agradecerle por eso que te está sucediendo. Él
se glorifica en eso, te da esperanza y aunque todo parezca muy malo para los
demás, cuando estás con Él, no sientes eso. Él te llena de su amor, camina a tu
lado, te levanta, te sostiene y te dice:
285
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
de los abortos, orando por más vocaciones sacerdotales, por las familias, por la
Iglesia.
Muchas bendiciones, Dios les bendiga. Seguimos orando los unos por los otros.
286
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yesenia Cristina 84
Goyo Viera
Cuando el Santísimo estaba frente a mí,
deseaba postrarme en el piso ante Él.
Soy Licenciada en Administración de RRHH. Actualmente estoy jubilada y soy
ama de casa. Vivo en Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela.
Conocí las postraciones a través de una gran amiga, a quien otra persona la
había invitado a unirse a los grupos de Adoración. Yo acepté participar.
En febrero de 2022, el Dr. Roger Parra me pidió realizar una oración para com-
partirla en el grupo de Adoración Eucarística virtual y así lo hice, preparé la ora-
ción para venerar el Inmaculado Corazón de María. A partir de ese momento,
quedé enamorada, creo que ese fue el “anzuelo” y desde entonces la Adora-
ción en Postración se ha convertido en la prioridad de mi vida.
Era y sigue siendo algo indescriptible, pero obviamente no lo podía hacer, decía
yo, porque nadie lo iba a entender.
287
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
hacer, ese fue el gran y esperado momento para rendirme a sus pies, en Adora-
ción… por fin ese día llegó.
Por otro lado, siento que “el anzuelo” fue la Virgencita, mi Madre del Cielo; yo
era reacia a rezar el Santo Rosario, era muy escéptica, buscaba razonar todas
las cosas. Justamente, al saber y entender de dónde nacieron las postraciones,
aunado al servicio que Dios eligió para mí en el Apostolado, estoy totalmente
segura que es aquí donde Dios me ha plantado, para su gloria y honra.
288
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yudith de Lizcano 85
Cuando buena parte del pueblo se postró, comenzaron
a llegar muchas bendiciones a nuestra parroquia de El Piñal
Al inicio del año 2021, en el oratorio del Santísimo Sacramento del Altar, en la pa-
rroquia San Rafael de El Piñal, Estado Táchira, Venezuela, un grupo como de ocho
personas comenzamos a hacer la Adoración Eucarística en Postración. Este pe-
queño grupo luego fue aumentando de manera incomparable. Ya asistían mu-
chos feligreses del pueblo a postrarse y realizábamos las postraciones, dirigidas por
la señora Eufemia de Zambrano. Junto con la Adoración Eucarística también re-
zábamos el Santo Rosario. Algunos domingos, al finalizar la Misa, el párroco, Padre
Yhonny Arias, nos permitía realizar algunas oraciones de postración, y buena parte
del pueblo se postraba.
Una de las cosas que más impactó en el pueblo era ver cómo la gente se postraba
en la Iglesia, a los pies del Santísimo. En la Adoración pedíamos por el cese de la
pandemia y las necesidades de la parroquia y de todo nuestro pueblo.
289
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Yuri Zúñiga 86
El 24 de febrero de 2023 nació mi niña,
después de haber perdido dos bebés
Mi nombre es Yuri Zúñiga, soy mexicana, y vivo en Tulsa, Oklahoma, Estados Uni-
dos. Quiero compartir con ustedes mi testimonio. Soy casada y tengo dos hijos, un
hombre de 16 años y una mujer de 14, aunque siempre mi esposo y yo quisimos
tener más hijos. A los once años de haber tenido la niña, salí embarazada, pero
perdí a mi bebé. Fue un dolor muy grande. Como a los dos años volví a quedar
embarazada pero también perdí a mi nuevo bebé… fue más doloroso todavía. A
mi esposo también le dolió mucho.
Yo estaba muy mal después de estas dos pérdidas. Creía que nunca más podría
tener otro hijo. Me daba ansiedad, no comía, no dormía. La verdad es que inclu-
so ya no tenía más deseos de echarle ganas, tenía malos pensamientos sobre mi
vida, sentía deseos de no querer seguir adelante. Me sentía muy triste. Estaba en
una depresión fuerte.
Hasta que un buen día mi hermana me habló de las Postraciones Eucarísticas y
fuimos. Hicimos Adoración al Santísimo y me postré en el suelo. Le pedí perdón a
Dios. Cuando terminó la Adoración el señor Roger, junto con un hermano llama-
do Simón, me hicieron una oración de sanación.
El señor Roger me dijo que Dios me iba a regalar un nuevo bebé, pero yo no le
creí. Sin embargo, desde ese día me sentí mejor, pude empezar otra vez a co-
mer, a dormir, y al poquito tiempo recibí la noticia de que estaba nuevamente
embarazada. Me puse demasiado feliz. Pero después me llegaron pensamientos
de que iba a perder también el nuevo bebé porque los mismos doctores me de-
cían que era demasiado pequeño. Me mandaban a hacer ultrasonido a clínicas
especializadas y eso me angustiaba.
Seguí yendo a las postraciones y un día el señor Roger me volvió a hacer oración.
Ahí él me dijo que mi bebé nacería sano. Así fue, gracias a Dios, el día 24 de fe-
brero de 2023 tuve una niña que nació bien, sana, grande, gorda.
Hoy bendigo y le doy gracias a Dios, Nuestro Señor, porque ya tengo a mi hermo-
sa hija en mis brazos. Ella ha unido más a toda la familia.
¡Bendito y alabado seas por siempre mi Señor Jesús!
¿Quién cómo Tú, mi Señor? Nadie. Nadie es como Dios. Solamente Tú
eres el único que nos puedes sanar, que nos puedes ayudar en todas
nuestras necesidades, y en cada una de nuestras enfermedades. Tú eres
el único que nos puedes sanar y nos puedes sacar adelante. ¡Amén!
290
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Durante las tres oportunidades pude leer las mismas palabras en letras muy gran-
des:
”Libertad” y ”Venezuela”.
Más abajo de las letras vi al hermanito Roger postrado rostro en tierra sobre el
piso, y a su lado me vi yo.
Sé que esto me lo permitió ver la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo, y Dios
Espíritu Santo, para la gloria de Jesús Sacramentado.
291
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Zulay Uzcátegui 88
Un hombre alto, de pelo largo, manto blanco,
abrió sus brazos y nos protegió del malandro
Mi nombre es Zulay Uzcátegui, coordinadora de las postraciones en Colón, Es-
tado Táchira, Venezuela. Yo tenía ya más de un año de hacer y dirigir las pos-
traciones en mi pueblo, cuando me sucedió, junto con mi esposo, el testimonio
que voy a relatar:
El día 4 de julio de 2018, mi esposo Carlos Arias Pérez y yo, íbamos a hacer mer-
cado y a comprar mercancía a Cúcuta, Colombia. Esperábamos el autobús en
la parada de la carretera Panamericana, a las 5:00 am, pues había que madru-
gar para tomar el transporte. Estábamos rezando el Rosario, como lo hacemos
cada vez que salimos. El autobús no llegó temprano. Ya eran las 6:30 am, en-
tonces Carlos me dijo:
Y yo le dije:
Esperamos un poco más. A las 7:00 am, como de una maleza que hay al frente
de la parada, salió un malandro (delincuente) con una pistola en la mano y me
dijo:
¡Esto es un atraco!
Yo no le creí. Luego me dijo que le diera el koala (bolso) y le dije que no. Él me
volvió a insistir, pero le dije:
292
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿A quiénes mataron?
Y otros dijeron:
Del suelo los vecinos recogieron tres casquillos percutidos de balas, pero, increí-
blemente, y sólo por la protección de Dios, a mi esposo y a mí no nos pasó nada.
No estábamos sangrando, no teníamos ni una sola herida, ni siquiera un rasguño.
Las balas fueron disparadas, pero no sabemos qué se hicieron. Sólo estaban los
casquillos percutidos, vacíos y aún calientes. Sólo sabemos que nos protegió
Jesús Sacramentado.
293
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
294
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
295
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
La Adoración en
Postración bajo la
óptica sacerdotal
297
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
298
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
299
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
“Si ustedes comen de ese fruto, serán como Dios”, les dijo.
Ahí está el inicio de nuestro problema, querer ser como Dios, estar a la altura de
Dios, no ser humildes ante Él.
A lo largo del Antiguo Testamento, vemos cómo los hombres llamados por Dios
a ser testigos suyos, buscaron darle el lugar que Él se merece. Así, conseguimos
varios textos y salmos donde los hombres se postraban, en señal de rendición y
humildad ante El Señor, aceptándolo como su Creador, eso es lo que significa
la postración.
Llegamos ahora a nuestros días. Tenemos un misal que llamamos “Ritual de Or-
denaciones” y allí, cuando se habla de ordenación sacerdotal y episcopal, apa-
rece un momento donde el candidato al Presbiterio o al Episcopado, se postra
en el piso delante de toda la comunidad, en señal que el hombre es nada ante
Dios, pero que con Él todo lo podemos.
300
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Entonces, en esa postración se invita a imitar esa postura del niño, del feto que
está pegadito a su mamá. Cuando nos postramos, somos como un niño, confia-
mos en el Señor, lo aceptamos como el Capitán de nuestra vida.
Por eso, estas postraciones que se están volviendo a divulgar de una manera,
diría yo muy pública (pues mucha gente lo ha venido haciendo privadamente),
demuestran la humildad del hombre y su deseo de que Dios siga gobernándo-
nos, siga siendo nuestro Rey, nuestro Señor. Nosotros pecadores nos postramos
delante de Él, permitiéndole ser el Capitán de nuestras vidas.
El Señor bendiga a todos los promotores de las postraciones para que sea Dios
quien gobierne nuestras vidas. Felicito a los que están llevando esta práctica
piadosa a varias partes del mundo, entre ellos el Doctor Roger Parra. Dios lo ha
elegido para multiplicar la Adoración Eucarística en Postración.
301
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Presbítero Carlos 91
Macías Sánchez
Formación y ejercicio del ministerio
Soy el Padre Carlos Macías Sánchez y fui formado en Filosofía en el Seminario San
Ignacio de Antioquía de la Arquidiócesis de Coro, estado Falcón en Venezuela.
Luego fui enviado a la Universidad de Navarra en Pamplona España, la cual lleva
la prelatura del Opus Dei, donde obtuve el Bachillerato en Filosofía. Soy Licencia-
do en Teología de la U.C.S.A.R. Universidad Santa Rosa de Lima de Caracas.
Además, tengo varios encargos pastorales: Capellán del colegio Santa María Mi-
caela de las Hermanas Adoratrices; Capellán del Comando de Zona de la Guar-
dia Nacional Bolivariana número 35; Vicario Episcopal de la Vida Consagrada;
Miembro del Consejo Presbiterteral; Miembro del Colegio de Consultores; Vicario
General y Maestro de Ceremonias de la Diócesis de San Fernando de Apure.
302
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
nando de Apure; ella tenía contacto con el Dr. Parra cuando él era el abogado
de la congregación en la ciudad de San Cristóbal.
La gente toma conciencia de esto ante el Santísimo Sacramento, por eso, es tan
importante que nosotros los sacerdotes demos a conocer esta realidad.
303
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Por ejemplo, en el Santuario Diocesano del Dr. José Gregorio Hernández he visto
personas de 70 años que, a pesar de su edad, se postran durante toda la Ado-
ración y se levantan como si nada.
He oído que también se han dado manifestaciones bellísimas a lo largo del mun-
do. En principio parecía que todo estaba estancado, pero ahora ha ido flu-
yendo. Es decir, El Señor está haciendo esto suyo y nosotros también estamos
ayudando.
Mi testimonio particular
Yo, aunque tengo una discapacidad, porque hace seis años perdí mi brazo
derecho en un accidente de tránsito, me postro y me levanto por mis propios
medios, pero no soy yo, por supuesto, sino es El Señor que me da la fuerza y me
levanta.
304
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Probar no cuesta nada, hacerlo una vez y ver cómo se dan las cosas, saber si
es viable o no y eso va a ayudar mucho a tener una espiritualidad profunda,
arraigada en aquel que es el centro de nuestra vida, nuestro Señor Jesucristo
Sacramentado.
305
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Hay un decreto divino que ha puesto a Nuestro Jesús como el Rey supremo y
eterno. La liturgia del Domingo de Ramos y la del Viernes Santo lo proclama an-
tes de la lectura de la Pasión de Nuestro Señor:
Dichosos los que aprendieron a doblar la rodilla ante Él, en el tiempo, y dispusie-
ron su ser para adorarlo por la eternidad; pobres de los que no aprovecharon el
tiempo para aceptarlo, será su piedra de tropiezo por toda la eternidad.
Sabemos que Jesús es el Rey de Reyes y que su gobierno es eterno, por lo tanto,
gobierna siempre. Aunque lo redujeron brutalmente a la Cruz, desde allí regía
el universo; pero hoy que vemos que la sociedad e incluso hasta sectores de la
propia Iglesia se descristianizan y se preguntan:
¿Jesús gobierna? Sí, igual que en la Cruz.
¿Él tiene su trono en este mundo? Sí, en el Sagrario, como el Santísimo
Sacramento del Altar.
¿Pero ahí ni se oye ni pasa nada? Se equivocan, ahí hay más actividad
que en una alcaldía o una gobernación o una universidad. Desde ahí,
Él nos mira, nos oye, nos ama y nos salva.
Tal vez alguno piensa que yo tuve alguna experiencia mística para expresar lo
que dije en el párrafo anterior; la verdad es que, si fuera por algo así, animo a
todos a desconfiar de lo ya dicho. La experiencia personal de alguien en los ca-
minos de la fe no da ninguna certeza, por muy genuinas que sean.
La certeza en los caminos de la fe se encuentra en las palabras, espíritu y vida
de Nuestro Señor. Yo creo más en lo que Jesús dice que en lo que yo pienso o
experimento.
Cuando San Pedro quizás contemplaba todo lo vivido en su ministerio, dijo del
Maestro:
“Y en cuya boca no se halló engaño” (1Pe 2,22).
306
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¡Amén!
Le dice a su Maestro:
Después de presentar que Jesús es Rey, que su reino aquí es eucarístico y que su
trono está en el Sagrario, no queda otra cosa más que aprender a postrarse en
la presencia del Santísimo Sacramento del Altar. Esta postración es un llamado
a la humillación voluntaria, para liberarse de la conducta aprendida del diablo
de querer igualarse a Dios y hasta estar por encima. Por lo tanto, el Rey de Reyes
se humilla más haciéndose pan que cuando se hizo hombre, un hombre es más
atractivo que una simple “tela” de pan; se humilla tanto, porque tanta debe ser
la humillación voluntaria nuestra para saldar las cuentas pendientes de la pre-
tensión de ser como Dios.
Conclusión
Las postraciones ante el Santísimo Sacramento son una escuela de fe y un
entrenamiento para la Adoración eterna en el Reino de los cielos. Además,
liberan, sanan, centran, guían, alegran, perfeccionan, santifican, entre otros
efectos benditos para sí mismos y para la Iglesia que le adora en ese pedazo
de pan.
307
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Tengo el proyecto de construir el salón parroquial, que mucha falta nos hace, y
escuché la voz del Señor:
308
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Me ordené y llegué a una población llamada Borotá (en las montañas andinas
del Táchira) donde me asocié con unos misioneros de la Cruzada del Espíritu
Santo, institución fundada por el padre irlandés Thomás Walsh. Allí en ese puebli-
to en la parroquia Santa Rosalía de Palermo, fui ordenado diácono el 10 de mar-
zo de 1996. El 15 de marzo de 1997, en San Cristóbal fui ordenado Sacerdote, ya
hace más de 25 años. Me encuentro ejerciendo en la Diócesis de San Cristóbal
en la población Boconó y Caño Amarillo en el norte del estado Táchira, donde
soy rector de la comunidad Santa María Madre de Dios.
Con el Dr. Roger también fui al interior del país, a algunas parroquias lejanas,
a la costa de Venezuela, en Valencia, una ciudad cercana al litoral Atlántico;
estuve acompañándolo y asesorándolo. Luego se formó una comunión entre
parroquias con las personas encargadas de guiar las postraciones.
309
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En San Cristóbal se llegó a formar una comunidad y no solo en esa región sino
con los encargados de coordinar las postraciones de algunos pueblos rurales de
la diócesis.
La iniciativa del Dr. Parra comenzó en 2017 y para 2019 ya varias parroquias ce-
lebraban la Adoración Eucarística en Postración. Es una inspiración que él tuvo y
lo ha llevado a recorrer toda América, dando a conocer este apostolado. Inclu-
so estuvo hospedado en mi casa de Medellín (Colombia) llevando esta misión.
La Revolución Espiritual
Ha sido una gran manifestación del Espíritu Santo, pues Él es el motor que mue-
ve la evangelización; en la medida en que se va adorando también se va for-
mando comunidad y ha sido un sentimiento de alegría de la gente, encontrarle
sentido a la Adoración Eucarística en Postración. Ya no es un monólogo donde
los sacerdotes somos los únicos que hacemos la Adoración y hablamos todo el
tiempo; ahora también los laicos participan, hacen oración y se nota la efusión
del Espíritu en los diferentes carismas que reciben las personas.
Crecimiento de la comunidad
Concretamente en San Cristóbal hubo manifestaciones de conversión de per-
sonas que empezaron a hacer las postraciones y se acercaron más a Dios, a la
Iglesia, a los Sacramentos. Ha ayudado mucho a acercar a los fieles a la fe.
Testimonio personal
A mi hermana, quien me acompaña siempre en la misión, le resultó una masa
que se encapsuló en el oído y era necesario extraerla. Acudimos a la ciencia
310
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Se había tomado una muestra para biopsia, y aún con el resultado de la pato-
logía, el médico reconoció que ya no había ningún rastro del hallazgo inicial,
pues toda la masa había salido, había desaparecido por completo. Eso ocurrió
a finales de 2018 o principios de 2019 y creo, fue fruto de pedirle tanto a Dios que
mi hermana no necesitara esa cirugía.
311
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Presbítero Jhon 95
Jairo García Orozco
Las postraciones: una herramienta en la misión como exorcista
Nací en Palmira Valle, Colombia. Cuando tenía 10 años de edad, se dio el
“boom” de la migración de colombianos especialmente a países como Vene-
zuela y Estados Unidos, los cuales tenían en ese momento economías relativa-
mente estables.
Dios está detrás de todas las cosas. En el grupo de catequistas hay tres personas
adultas, maestros jubilados, que conocían al Dr. Roger Parra y siempre me pe-
dían prestadas las llaves para hacer las postraciones delante del Santísimo Sa-
cramento. Yo tenía oración con la gente y hacíamos otro tipo de penitencia, el
Rosario de la Santa Faz, el cual se hace de rodillas y cuando se menciona cada
misterio, se abren los brazos derechos, completamente en cruz, sin doblarlos…
esa era mi penitencia junto con los feligreses.
Somos seis millones de colombianos viviendo en Venezuela, sin contar los que
emigraron a Estados Unidos, entonces a mí me tocó vivir eso en carne propia de
312
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
niño y pasar necesidades como las que están pasando hoy los venezolanos en
el exterior.
Cada vez acuden más personas, les gusta, acogen la Adoración en Postración.
Aquí no soy yo quien está haciendo oraciones de sanación ni liberación, no soy
yo, es directamente Jesús Sacramentado, por eso yo estoy feliz.
Pero el mayor milagro que he visto de Jesús en la Eucaristía es cómo está atra-
yendo a la gente y cómo se van felices de haberse postrado. Para mí eso ha
sido un testimonio, un amor, una entrega y como párroco, es una alegría ver la
respuesta de los fieles en esos momentos de Adoración.
Para nosotros es una alegría postrarnos delante de Jesús, sólo delante de Él,
toda rodilla se dobla y ahí el demonio está vencido, sentimos la presencia del
Señor y se dan las liberaciones.
313
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Dando ejemplo
Cada sacerdote tiene su estilo, su pensamiento, su apostolado, y ya ellos se
están dando cuenta, pero no es fácil. Todo lo que venga de Dios y por amor a
Dios, va a tener un ataque de satanás, pero ellos ya saben de la labor que esta-
mos haciendo en nuestra parroquia, lo saben porque yo estoy en Instagram, y la
gente de las parroquias viene, está hablando de su alegría al postrarse frente a
Jesús Eucaristía que es real. Estoy convencido que algún día empezarán a creer.
Desde que comenzamos las postraciones, que son obra de Dios, no hemos pa-
rado.
Como sacerdotes, a veces no nos gusta este tipo de oración, pues vemos en
la gente tal vez un poco de fanatismo o exhibicionismo y nos cuidamos de esto
porque muchos pueden llegar a pensar:
En mi caso me gusta, pues como estoy en un barrio muy humilde, de gente muy
hermosa, muy pobre, ellos se postran con todo el amor, no lo hacen por apa-
rentar ni para que los demás los vean como santos; aquí tenemos necesidad de
cambiar muchas cosas y con oración lo estamos logrando y lo vamos a lograr.
314
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Por eso, más que la postración física, que no es algo cultural, común para la
región e incluso otros pueden ver como un elemento de distracción, o como
posición no idónea para orar por el hecho de que alguien esté levantando sus
glúteos, se ha dicho que lo verdaderamente importante es la postración espiri-
tual, es decir el abandono, el reconocer nuestra pequeñez delante de Jesucris-
to, orar, alabar, bendecir a Dios, y darle gracias; esto lo pueden hacer también
de rodillas, de pie o sentados. Por tanto, he visto que esta manera de orar da
frutos, pues ha llevado a muchos a crecer espiritual y humanamente, también a
ser más conscientes de la Presencia de Jesús Eucaristía, así como de su ser en la
Iglesia, siendo discípulos de Jesús.
Pido al Señor que no se quede en una novedad o innovación y que las personas
se sigan acercando verdaderamente, a saciar su sed de encuentro con Jesús.
Bendigo al Señor por este grupo, elevo plegarias para que muchos se acer-
quen y puedan vivir su experiencia de ser de Jesús y para Jesús; también, para
poder contagiar, animar a otros a descubrir la grandeza y riqueza que es orar
ante la presencia del Señor Sacramentado. Que sea la actitud, la entrega, la
disposición y no tanto la posición, las que lleven a acercarse al Señor, amarlo y
seguirlo. Por esta razón, les he apoyado y seguiré apoyando a este grupo de las
postraciones, porque no hay nada mejor que descubrir cuánto Dios nos ama, al
punto de querer quedarse por siempre con nosotros en esa Hostia Consagrada.
Gracias Dios por tanto amor y gracias a todos los que se esfuerzan por dar a
conocer a Jesús Presente y Vivo en la Eucaristía. Con mi cariñosa Bendición,
Lcdo. Pbro. José Alirio Zambrano, Párroco de San José, diócesis de San Cristóbal,
Venezuela.
315
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Presbítero José 97
Laureano Ballesteros B.
Sin vida eucarística no hay vida cristiana
Nací en Rubio, Venezuela una hermosa población del Estado Táchira. Tuve la for-
tuna de estudiar los primeros años de mi escuela en el Colegio Monseñor Arias,
de San Cristóbal, luego, junto con mi familia pasamos a Colombia. Mi papá y
mis abuelos eran colombianos y mi mamá Venezolana. Tuve la posibilidad de
estudiar en el Colegio Salesiano de Cúcuta, donde aprendí arte, música, de-
portes, scouths, la alegría, la vida de San Francisco de Sales, el amor a María
Auxiliadora.
El Padre Alemán Miguel Miller (al igual que otros sacerdotes), veía desde mi in-
fancia que yo tenía vocación sacerdotal. Mi familia estuvo de acuerdo y fui a
dar al Seminario de Pamplona, en Norte de Santander, muy hermoso, dirigido
por padres que habían sido educados por sacerdotes Eudistas. Allí transcurrió mi
niñez desde los 11 hasta los 17 años.
Hice una tesis que para mí fue un gran descubrimiento y para la universidad una
gran ayuda, sobre el método no directivo de Carl Rogers, aplicado al Consejo
Pastoral Counselling; se trata de una manera de ayudar a las personas que han
perdido la razón de vivir, los principios cristianos que alegran la vida y especial-
mente a los jóvenes con problemas de farmacodependencia, cualquier otro
problema de vicios o miedos que conducen al suicidio.
Con base en ese conocimiento fui párroco, primero en Cúcuta del barrio la
Libertad, donde trabajé varios años en la Iglesia de la Sagrada Familia bajo la
coordinación de Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, quien fue cardenal en Bogo-
tá. Él me ordenó sacerdote y trabajé a su lado muchos años. Luego, él mismo
me trasladó a otro sector urbanizado de Cúcuta, con casas de última genera-
ción donde no había capilla. Allí fundamos la parroquia del Espíritu Santo, con
un hermoso templo circular en el corazón del altar, símbolo del centro de la vida
316
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Hicimos también un edificio con varias ayudas para brindar apoyo a los jóvenes
farmacodependientes. Yo busqué el apoyo de sacerdotes franciscanos para ir
a Bogotá a estudiar la metodología de ayudar a un joven para que saliera de
la droga. Como yo había hecho una tesis sobre el tema, me resultó muy fácil,
cómodo y positivo y por eso se hizo en Cúcuta el Centro de Orientación Juvenil
San José, un asilo para jóvenes farmacodependientes, el cual todavía funciona.
El nuevo obispo lo ha rehabilitado y me da una gran alegría brindarles ayuda a
los jóvenes desde ese lugar.
Más adelante, el obispo de San Cristóbal, Marco Tulio Ramírez Roa fue a Cú-
cuta, nos conocimos, se enteró que yo había nacido en Venezuela, pero ya
llevaba 26 años trabajando en la capital nortesantandereana. Él me propuso
ir con ellos al vecino país para ayudarlos a trabajar con una parroquia. Con-
sideré que ya había cumplido una bonita misión en Colombia, por eso se me
hizo fácil venir a San Cristóbal (mi actual lugar de residencia), donde fundé la
parroquia Divino Maestro, en la Universidad de Táchira, la cual depende del
gobierno.
317
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
(la primera del Estado Táchira en celebrar oficialmente esta Adoración). A tra-
vés de las postraciones alabamos al Señor, pedimos su perdón, su bendición y
protección, la liberación de Venezuela, le agradecemos por estar presente en
la Eucaristía, y a su Santísima Madre la Virgen María.
Dios llama a Roger para que le vuelva la cara a la Iglesia, para que baje al suelo
la frente de la soberbia, el orgullo y la prepotencia, y para que adoremos a Dios,
en Espíritu y verdad, como Él se lo merece. Además, porque la Iglesia necesita
hacer un acto verdadero de fe, humildad y alabanza ante el Señor, que está
realmente presente en la Eucaristía.
318
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Otra cosa muy buena es que los jóvenes y niños participan también en estos
eventos, los formamos, les enseñamos cómo se alaba, se adora y se pide. Cada
vez que comienza la Catequesis de los niños de 10 y 11 añitos, los sábados, lo
primero que hacemos es llevarlos al Sagrario, para enseñarles que allí está “el
amigo que nunca falla”, con oraciones de Santo Domingo Savio y Carlo Acutis.
En cuanto a los testimonios, el primero es que Dios toca el corazón de las per-
sonas de una manera increíble. Cuando una señora que no ha estudiado, que
escasamente ha ido a la escuela o no tiene ninguna formación, toma la pala-
bra y empieza a alabar al Señor, uno se queda perplejo, de ver cómo salen de
sus labios frases tan bien equilibradas, tan bien talladas y pulidas que se con-
vierten casi en un himno. Hombres con una simplicidad, gente que vive muy
humildemente, pero cuando toman la palabra lo hacen con un poder, fuerza y
seguridad y hasta terminan cantando sin tener voz. Uno se pregunta… ¿cómo es
esto?, se queda uno admirado, perplejo, emocionado. La misma gente hace
el oficio de los apóstoles de llevar a otros al Altar, para adorar y trabajar cer-
ca del Señor. Es algo muy sencillo, no son milagros prodigiosos de resucitar un
muerto, detener una tempestad o algo así. Es la vida normal, pero purificada,
orientada y marcada por la presencia santificadora del Señor que, especial-
mente, hace la vida alegre. Los cristianos que participan de las postraciones,
son alegres y eso es una buena prueba que sí están cerca de Dios, como decía
San Juan Bosco:
Cuando un cristiano es muy bravo, medio histérico … ojo… ahí no está Dios,
porque nuestro Señor es amoroso, misericordioso, humilde, sencillo, nos hace la
vida muy alegre, le gustan los chistes sencillos (no la vulgaridad), el buen humor,
la simpatía, ahí está presente Dios.
319
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
cabeza ante El Señor, que es la fuente del amor, la humildad y la alegría. Si nues-
tras Misas, si nuestra relación con el prójimo, si nuestras oraciones, el Santo Rosa-
rio, la lectura bíblica no van acompañados de serenidad, paz y alegría, estamos
matando al Espíritu Santo. El Espíritu Santo está llorando y gimiendo porque mal-
tratamos a los hermanos si no dejamos que el amor circule entre nosotros.
Una señora me llamó desde Estados Unidos cuando vio la Misa que transmiti-
mos todos los domingos desde la parroquia. Ella se quedó asombrada por algo
que me parece lo más lógico, pues nuestro deber es decirles a los fieles que la
Misa es como una escuela, la más elemental y hermosa que Jesucristo mantiene
abierta, especialmente todos los domingos. A la señora le llamó la atención que
se explicara cuando se daba inicio a cada una de las partes de la Eucaristía:
1. Palabra de Dios, Homilía y Credo.
2. Se ofrece el pan, el vino y los fieles dan una limosna.
3. El amén que precede el Padre Nuestro, la Comunión.
Esto hace parte del esfuerzo de orientación y educación que las mismas postra-
ciones nos piden, porque adoramos a alguien que es ordenado, quien nos dejó
el mejor tesoro como es su presencia en la Eucaristía y sigue siendo en la Iglesia
el centro de referencia de nuestra vida.
Sin Misa dominical no hay vida cristiana
Recordemos lo que decía Carlo Acutis:
¡La misa es la autopista al Cielo!
Que Carlo Acutis nos ayude y nos inspire para que cuando estemos adorando
al Señor de rodillas y dando gracias por sus beneficios, nos abra la autopista que
algún día nos permita conocer su Bello Rostro y el de su querida Madre, allá en
el Cielo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Sabemos bien que en medio de las dificultades que el mundo pueda tener y
de los problemas que puedan existir en medio de esta pandemia, la presencia
sacramental de Jesucristo, en el Santísimo Sacramento del Altar, nos hace re-
cordar aquella hermosa postración tomada del Antiguo Testamento, cuando El
Señor, a través de Abraham nos muestra el sacrificio de su hijo Isaac; cuando el
joven levantó la mirada hacia su padre y le dijo:
¡Dios proveerá!
Jesús hoy nos quiere decir lo mismo: Dios nos ha proveído de tiempo, talento y
tesoros para amarle y adorarle. Estamos viviendo tiempos difíciles en la historia,
donde el hombre siempre ha querido estar lejos de Dios, lejos de la salvación
divina. Pero El Señor, por ese gran misterio insondable para el hombre, y a veces
desconocido para la humanidad, se presenta a través de gente sencilla y humil-
de que nos manda a adorarle y a amarle.
El Arca de la Alianza vino a ser el primer Sagrario, donde estaban el maná, las
tablas de la Ley, y el bastón de Aarón, pero ese maná, como dijo El Señor Je-
sucristo, quedó en la historia, sus padres lo comieron y murieron, mas nosotros
amamos a Jesucristo en la Eucaristía, así como dice la encíclica Gaudium et
Spes:
Y ese misterio tan grande y poderoso, se reveló en una mujer vietnamita muy
sencilla que, según relató el Dr. Roger Parra, queda para nosotros como un re-
cuento de la vida espiritual y mística de la Iglesia.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
¿Cómo esa mujer interpeló al hermano Roger? ¿Cómo le habló sobre ese gran
plan de Adoración al Santísimo? Esto me trae a colación el recuerdo de que to-
dos los santos se postraron ante El Señor. Es tan bello ver la Adoración a Jesucris-
to en la Eucaristía, que, hasta el mismo Santo Tomás de Aquino, sacó ese bello
cántico del Pange Lingua, que en su último verso comienza así:
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
quien está presente, vivo, real, en el Santísimo Sacramento del Altar. Por eso nos
escucha, nos entiende, nos fortalece, no nos deja caer en las tentaciones de
este mundo y nos libra de todo mal.
Dios bendiga a esa mujer vietnamita que inició este camino de Adoración, pos-
trada a los pies de Dios, en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo y de la
Santísima Virgen María.
Yo los animo a seguir orando, a que sigamos postrándonos. Hay barreras que
debemos superar, y recuerden lo que dijo el Papa Pablo VI:
Pues nosotros tenemos que abrir las ventanas para que ese humo salga y entre
la luz, que es Nuestro Señor Jesucristo. ¡Que viva Jesucristo uno y verdadero en
la Hostia Santa y Consagrada! ¡Sea por siempre bendito, amado, alabado y
adorado! Que todos los evangelizadores de las postraciones, apóstoles de la
verdad, en medio del valle de lágrimas, nunca nos rindamos. Somos una, santa,
católica y apostólica Iglesia romana, obediente al Santo Padre y a sus obispos.
Sepamos que donde está Pedro, está la Iglesia y allí está la roca:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia. Y los poderes del
infierno no prevalecerán contra ella.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
La increencia o la duda son derechos que existen en las personas, y que no pue-
den o no deben ser cuestionables, pero no por eso Dios deja de existir, o deja de
ser Dios. El mismo Señor Jesucristo nos dice que si no le creemos a Él, entonces
creamos a las obras que Él hace. Y ahí está parte del gran detalle, porque lo
que para nosotros es imposible, para Dios no lo es.
Es una gran bendición ver y sentir cómo las personas que se dejan llevar por Dios,
experimentan transformación en sus vidas y crecimiento de su vida espiritual, a
través de las postraciones. Porque, como lo afirmó alguien, para estar de pie
delante de los hombres, primero hay que estar de rodillas y postrados delante
de Dios.
Perseveren, aunque tengan que llorar. Bienaventurados los que lloran por la
causa de Nuestro Señor Jesucristo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
En el año 2004, leí el mensaje del Papa Juan Pablo II para la Jornada Mundial de
las Misiones, el cual coincidía también con un Congreso Eucarístico Internacio-
nal celebrado en México. El Papa decía:
Con las postraciones comprendí un poco más lo que decían San Juan Pablo II.
Los apóstoles anuncian lo que vieron, al Señor Vivo, sus llagas abiertas ante ellos.
Nosotros vivimos de la fe y a través del pequeño pan, debemos ver al Señor
resucitado. Ese fue un llamado grande a la fe… se me abrió esa pequeña luz y
entendí lo que decía el papa San Juan Pablo II, “expertos en la celebración” en
adoración y contemplación; creer como San Pablo.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Secreto
mi fuerza invisible
en la adversidad,
luz en la tiniebla,
mi escudo ante el mal;
tesoro escondido
que nadie sabrá,
guardado en mi alma
por siempre jamás.
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¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
Felizmente casada por la Iglesia Católica con Juan Carlos Páez Ariza. De
esta bella unión matrimonial nacieron sus hijos Juan Nicolás (20 años) y
Laura Sofía (13 años).
¡Soy Jesús, Estoy Vivo!
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