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La noción de trabajo decente es un

Trabajo decente concepto en formación. En el presen-


y formación te trabajo, el autor realiza un sumario
de los conceptos que se han ido su-
profesional mando a la formulación primitiva lan-
zada por el Director General de la OIT,
así como las relaciones ineludibles
Oscar Ermida Uriarte entre el trabajo decente y la formación
profesional, proponiendo un enfoque
en el que ésta no solo es un derecho
humano fundamental, reconocido por
las más importantes normas, sino tam-
bién un instrumento económico indis-
pensable para la modernización de las
estructuras productivas y las socieda-
des integradas en un proceso irrever-
sible de mundialización. Oscar Ermida
Uriarte es Especialista de Cinterfor/OIT
y Profesor de Derecho del Trabajo y
de la Seguridad Social.
oeu@cinterfor.org.uy

9
Sumario tor General de la OIT en su primera
Memoria a la Conferencia Internacio-
Introducción. I. Definición del trabajo nal del Trabajo1, puede ser vista como
decente. II. El papel de la formación un objetivo o propósito2 ajeno a un
profesional en relación con el trabajo determinado contenido técnico, tam-
decente. 1. La formación profesional bién puede presentársela como un con-
como derecho fundamental. 2. La for- cepto integratorio que involucra y ar-
mación profesional como instrumento ticula diversos objetivos, valores y po-
económico. 3. La formación profesio- líticas3, o como un “concepto dinámi-
nal y los objetivos estratégicos de la co, cuyo contenido evoluciona con el
OIT. Conclusiones. progreso social y económico de un país
dado”4.

Introducción Como quiera que fuere, parece


claro que, por un lado, estamos ante
1. Si bien la noción de trabajo una noción cuyo contenido no está to-
decente, utilizada por el nuevo Direc- talmente definido -a la cual, por tanto,

No. 151 boletíncinterfor


hay que dotar de sustancia 5- y por otro, sobre la relación entre formación y tra-
que ese concepto aún imprecisamente bajo decente.
definido posee, sin dudas, un indisimu-
lable contenido ético o significación 3. En función de lo que se viene
ética6: promover un trabajo decente de exponer, en estas líneas se analiza-
supone la adopción clara de una posi- rán, en primer lugar, las definiciones
ción valorativa íntimamente relaciona- que hasta ahora se han formulado, per-
da con la dignidad de la persona hu- filado o insinuado del denominado tra-
mana. bajo decente en el marco de la OIT.
En segundo término, se abordará el
Desde este último punto de vista, papel de la formación profesional en
aparece como evidente la coinciden- la consecución del objetivo del traba-
cia con las preocupaciones que ya ante- jo decente.
riormente fundamentaron diversos es-
fuerzos tendientes a incorporar la di- I. DEFINICIÓN DEL TRABAJO
mensión valorativa en los estudios de DECENTE
relaciones industriales, permitiendo
«calificar como éticamente tolerable a 4. Una primera aproximación al
un determinado sistema» 7. significado de la expresión «trabajo
decente» puede ser la puramente gra-
2. Por otra parte, la importancia matical, no siempre adecuada a con-
de la formación profesional viene sien- ceptos técnicos. Sin embargo, en este
1 0 do reconocida crecientemente. Por un caso, el significado literal de la voz
lado se la proclama como derecho fun- «trabajo decente» es, por lo menos en
damental de los trabajadores; por otro, español y en inglés, particularmente
se genera un fuerte consenso en torno apropiado.
a la idea de que la vía alta de la
competitividad económica se basa en En efecto, en inglés una de las pri-
el valor agregado, la calidad y el de- meras acepciones de la palabra «de-
nominado «capital humano»; al mis- cent» es «satisfactory; of an accepta-
mo tiempo, la capacitación es recono- ble standard» (satisfactorio, de un ni-
cida como un factor de empleabilidad vel aceptable), agregándose en uno de
y en cuanto tal, se erige en elemento los diccionarios consultados, el si-
central de las políticas de empleo. Todo guiente ejemplo: «All she wants is a
lo cual se incrementa aún más con la decent job with decent wages» (todo
difusión de las tecnologías informáti- lo que ella quiere es un trabajo decen-
cas y el advenimiento de la denomina- te, con un salario decente)8. Y en es-
da sociedad del conocimiento. pañol, la sexta acepción del adjetivo
«decente» es «de buena calidad o en
En tales circunstancias parece ne- cantidad suficiente»9. Por lo que se
cesario -casi inevitable- preguntarse puede partir de la constatación de que,

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aún en el lenguaje común, un trabajo tección social contra las La primera utiliza-
decente es, por lo menos, aquel sufi- situaciones de vulnera- ción expresa y
ciente en calidad y cantidad. bilidad; y d) el fomento formal de la expre-
del diálogo social12 . sión trabajo decen-
te se daría en la
5. Como se ha dicho, la primera
Memoria del
utilización expresa y formal de la ex- 6. En un docu- Director General a
presión trabajo decente en la OIT y en mento regional apenas la Conferencia
las ciencias del trabajo, se daría en la posterior, el trabajo de- Internacional del
Memoria del Director General a la cente aparece definido Trabajo de 1999.
Conferencia Internacional del Trabajo como un empleo de ca- Allí aparece una
de 1999, que lleva ese título. Allí apa- lidad que respete los de- primera definición:
rece una primera definición: trabajo rechos de los trabajado- trabajo productivo
productivo en condiciones de libertad, res y a cuyo respecto se en condiciones de
equidad, seguridad y dignidad, en el desarrollen formas de libertad, equidad,
seguridad y
cual los derechos son protegidos y que protección social13. Lla-
dignidad, en el
cuenta con una remuneración adecua- man la atención algunas cual los derechos
da y protección social10. diferencias: se sustituye son protegidos y
la idea de trabajo pro- que cuenta con
O sea que, en esta primera -y tal ductivo por la de empleo una remuneración
vez preliminar- formulación, el traba- de calidad; no aparece la adecuada y
jo decente se caracterizaría por los si- referencia a los ingresos protección social
guientes componentes: a) trabajo pro- adecuados, que puede
ductivo; b) con protección de derechos; considerarse subsumida en la de cali- 1 1
c) con ingresos adecuados; y d) con dad del empleo y tampoco figura la re-
protección social. De conformidad con ferencia al tripartismo y el diálogo so-
lo expuesto luego en el mismo docu- cial, aunque ésta también podría con-
mento, habría que agregar un quinto siderarse ínsita en el respeto a los de-
carácter esencial: e) el tripartismo y el rechos de los trabajadores.
diálogo social11 .
Estos caracteres que no figuran en
Sin perjuicio de esto, ya en el do- la definición propuesta en el referido
cumento comentado aparece la deci- documento, son -en cambio- mencio-
sión de relacionar esa noción prelimi- nados y desarrollados luego, incluyen-
nar de trabajo decente con los cuatro do otros de interés, como la formación
objetivos estratégicos fijados para el profesional14 .
programa de la OIT para 2000-2001,
que, se supone, tenderían a la conse- 7. Posteriormente, en el primer
cución de un trabajo decente. Estos informe global correspondiente al pro-
cuatro objetivos estratégicos son: a) la cedimiento de seguimiento de la De-
promoción de los derechos laborales; claración de la OIT sobre los princi-
b) la promoción del empleo: c) la pro- pios y derechos fundamentales en el

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trabajo (1998), referido a la libertad nes que afectan a los trabajadores18. En
sindical y la negociación colectiva, se este caso destacan la reiteración de la
relaciona íntimamente a la libertad sin- idea de seguridad en el trabajo y la ra-
dical con el trabajo decente, conside- tificación de la necesidad de partici-
rando a aquella como condición y ca- pación.
rácter esencial de éste.
9. Como ya se adelantó, se co-
En efecto, este documento co- metió al Instituto Internacional de Es-
mienza destacando «el cometido tudios Laborales (IIEL) elaborar el
crucial de la libertad sindical y de la paradigma de trabajo decente y formu-
negociación colectiva para alcanzar el lar estrategias para su difusión y pro-
objetivo de un trabajo decente» 15, con- moción. En los primeros documentos
cepto que se reitera más adelante16. oficiales emanados del IIEL luego de
recibir este mandato, aparecen algunas
8. En otros documentos, el Di- reflexiones que interesa reseñar.
rector General de la OIT ensayó nue-
vas definiciones análogas a las antes Por una parte, se dice que la tarea
referidas, que ratifican algunos ele- central del Instituto será ahora la de
mentos, subrayan otros y añaden otros «crear un paradigma de trabajo decen-
más. te» y dotarlo de «una estructura teóri-
ca» 19. Por otra parte, también el Insti-
Así, por ejemplo, la que dice que tuto relaciona ese concepto aún no to-
1 2 «por trabajo decente se entiende el tra- talmente definido de trabajo decen-
bajo que se realiza en condiciones de te con cuatro de los objetivos estraté-
libertad, equidad, seguridad y dignidad gicos de la OIT para 2000-2001, iden-
humana» 17. En ella aparecen nuevos tificándolos como sus «cuatro compo-
conceptos relevantes, como el de se- nentes básicos» 20, y agregando que el
guridad que, como se verá, ha ido co- trabajo decente no es la suma de estos
brando cuerpo en la formulación del supuestos componentes, sino el resul-
trabajo decente, y los de equidad y de tado de su interacción21.
dignidad humana, íntimamente rela-
cionados con el ya referido contenido Finalmente, en el Programa y Pre-
ético de la idea. supuesto del Instituto para 2000-2001
se incluyen dos reflexiones de interés.
Otra definición formulada por el Una, la de que «el concepto de trabajo
mismo Director General de la OIT, decente aúna cierto número de cues-
es la que presenta al trabajo decente tiones que han formado parte de las
como el trabajo productivo en el cual preocupaciones de la OIT desde sus
los derechos son respetados, con orígenes22. Otra, la de que «el trabajo
seguridad y protección y con la posi- decente se refiere tanto a la calidad
bilidad de participación en las decisio- como a la cantidad del empleo» 23.

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10. A la vez, en la Memoria del ro que la seguridad en el Trabajo decente es
Director General a la 89ª reunión de la trabajo, que forma parte un concepto
Conferencia Internacional del Traba- de la calidad del empleo integrativo en cuya
jo, se reafirma que el de trabajo de- -también ya referida-, realización es
necesario combi-
cente es un concepto integrativo en exige cierta continuidad
nar aspectos
cuya realización es necesario combi- o estabilidad de la rela- relativos a los
nar aspectos relativos a los derechos, ción de trabajo y se vin- derechos, el em-
el empleo, la protección y el diálogo cula estrechamente, en pleo, la protección
en un todo integrado24 , agregándose la actualidad, con la for- y el diálogo en un
que constituye una meta, un marco para mación profesional. todo integrado,
la definición y actuación de políticas, Pero ésta, como se verá, agregándose que
un método de organización de activi- tiende a constituirse en constituye una
dades y programas, y una plataforma un componente esencial meta, un marco
para la asociación con otras entidades25 del concepto de trabajo para la definición y
actuación de
decente también por
políticas, un méto-
11. En conclusión necesariamen- otras razones, e incluso do de organización
te preliminar y provisional, puede de- puede ser considerada de actividades y
cirse que el de trabajo decente es un como un requisito o con- programas, y una
concepto en construcción, de carácter dición de la consecución plataforma para la
integrativo y de profundo contenido del objetivo del trabajo asociación con
ético. decente. A estas cuestio- otras entidades
nes se dedica la segun-
Puede agregarse también que en da parte de este trabajo. 1 3
el seno de la OIT se le han atribuido
los siguientes caracteres: Consecuentemente, en su Presen-
tación del Documento de referencia
- trabajo productivo y seguro; presentado por Cinterfor/OIT a la
- con respeto a los derechos labora- XXXV Reunión de su Comisión Téc-
les; nica, el Director General de la OIT se
- con ingresos adecuados; refiere al trabajo decente como aquél
- con protección social; y con condiciones adecuadas y protec-
- con diálogo social, libertad sindi- ción social, en el que se respeten los
cal, negociación colectiva y parti- derechos fundamentales a todos los que
cipación. trabajan y con posibilidad de desarro-
llar un diálogo social transparente,
La seguridad en el empleo es des- agregando: “un trabajo que sea un ins-
tacada por algunos documentos ya ci- trumento de superación permanente, un
tados del Director General, pero tam- lugar para desarrollar sus capacida-
bién en uno de los estudios técnicos, des”(...) “y mantenerse al día con las
en el cual se sostiene que «el trabajo nuevas calificaciones tecnológicas27 .
decente necesita seguridad» 26. Es cla- Como se ve, también aquí aparece,

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explícitamente, el nexo entre trabajo como en sus condiciones de adap-
decente y formación. tabilidad y en sus posibilidades de
conservación del empleo, casi no
necesita fundamentación29 ;
II. El papel de la formación - la relación de la formación con la
profesional en relación con el protección social ha sido destaca-
trabajo decente da por los sindicatos europeos y
recogida en documentos de la OIT,
12. Actualmente la formación como «la necesidad de promover
profesional es considerada como un la educación continua para aque-
derecho fundamental de los trabaja- llos que sufren el riesgo de exclu-
dores -recogida como tal en múltiples sión ante el crecimiento de la so-
Pactos y Declaraciones de derechos ciedad de la información, así como
humanos, así como en creciente núme- para los trabajadores de más
ro de Constituciones-, y al mismo tiem- edad» 30;
po como un instrumento económico - la vinculación cada vez más estre-
que forma parte de las políticas de cha entre diálogo social y forma-
empleo y de las estrategias de produc- ción, ha sido destacada y conver-
tividad y competitividad de las empre- tida en un mandato de la OIT, en
sas. Si a esto se suma que en la socie- la Resolución sobre el Desarrollo
dad del conocimiento el papel de de los recursos humanos adopta-
la educación, la formación y la forma- da en la Conferencia Internacio-
1 4 ción continua es esencial, parece claro nal del Trabajo de 200031.
que no es posible, hoy, apuntar a un
trabajo decente sin formación profesio- De ahí que en algunos de los do-
nal. cumentos antes referidos se haya in-
cluido a la formación profesional -a
Por lo demás, ésta se relaciona veces aludida a través de la fórmula
íntimamente con algunos de los ele- «desarrollo de los recursos humanos»-
mentos o caracteres que la OIT consi- en la idea de trabajo decente32.
dera componentes esenciales del tra-
bajo decente:
1 . La formación profesional
- la igualdad o no discriminación como derecho fundamental
depende, entre otros factores, pero
cada día más, del acceso a la edu- 13. Si el trabajo decente es aquél
cación y a la formación profesio- en el cual se respetan los derechos de
nal, así como a la formación con- los trabajadores, parece claro que para
tinua28 ; la elaboración de aquel concepto es ne-
- el papel de la formación en la cesario atender a estos derechos y espe-
empleabilidad del trabajador, así cialmente a los que son parte de los

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derechos humanos o derechos funda- solamente en la legislación compara-
mentales. da, en las constituciones y en las nor-
mas internacionales, sino que además
Al respecto, Amartya SEN ha su- forma parte de ese elenco de derechos
brayado que la introducción de la no- humanos o derechos fundamentales.
ción de trabajo decente y su promo-
ción como objetivo o propósito, ponen En efecto, hoy en día está fuera
de relieve la importancia de las condi- de discusión que «la educación y la
ciones de trabajo y de los derechos la- formación constituyen un derecho para
borales en un contexto en el cual tal todos», tal como lo establece categóri-
vez estos habrían perdido cierto camente el párrafo 8 de la Resolución
protagonismo o podrían ser objeto de sobre el Desarrollo de los recursos
cierto cuestionamiento, ante la preocu- humanos adoptada en la 88ª reunión
pación por el desempleo creciente y la (2000) de la Conferencia Internacio-
consecuente tentación de crear algún nal del Trabajo.
empleo, cualquiera fuera su calidad. La
postulación del trabajo decente viene El derecho a la formación profe-
a resaltar el propósito de «que las so- sional ha sido reconocido e institucio-
luciones para atajar el desempleo no nalizado dentro del sistema de los de-
sean aducidas para privar de sus con- rechos humanos fundamentales a tra-
diciones de trabajo razonables a las vés de las normas internacionales uni-
personas ocupadas» 33. versales, regionales o comunitarias
sobre derechos humanos, así como de 1 5
Pero SEN ha agregado algo más. las normas internacionales del trabajo
En su opinión, la segunda característi- y también de las Constituciones nacio-
ca conceptual de la iniciativa de la OIT nales35 .
en pos del trabajo decente es que in-
siste en el reconocimiento de los dere- Así, no puede dejar de subrayarse
chos, y no solamente en el cumplimien- que el derecho a la formación profe-
to de los plasmados en la legislación sional está proclamado como tal en
laboral vigente ni en la conveniencia muchas de las más importantes Decla-
del establecimiento de nuevos dere- raciones y Pactos universales y regio-
chos, sino que además se vincula con nales sobre derechos humanos. Entre
la concepción de que existen derechos otras, este reconocimiento aparece en
fundamentales que deben reconocerse las siguientes:
aunque no estén proclamados en la
legislación, porque son consustancia- a) Constitución de la OIT (Preámbu-
les a toda sociedad decente34. lo, 1919 y Declaración de Filadel-
fia, 1944);
14. Pues bien. El derecho a la for- b) Declaración Universal de los De-
mación profesional está reconocido no rechos Humanos (ONU, 1948);

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c) Declaración Americana de Dere- principales pactos y declaraciones in-
chos y Deberes del hombre (OEA, ternacionales y en las constituciones
1948); de un importante conjunto de países de
d) Carta de la OEA (1948, reiterada- América y Europa37, y por tanto es uno
mente modificada desde 1967); de los derechos que un trabajo decen-
e) Carta Social Europea (Consejo de te debe respetar.
Europa, 1961);
f) Pacto Internacional de Derechos 15. Pero además de ser uno de los
económicos, sociales y culturales derechos humanos básicos -lo que por
(ONU, 1966); sí solo es razón suficiente para soste-
g) Convención Americana sobre De- ner que no puede ser calificado como
rechos humanos (OEA, 1978); decente un trabajo en el que no haya
h) Protocolo adicional a la Conven- acceso a la capacitación-, la formación
ción Americana sobre Derechos profesional tiene estrechas relaciones
humanos o «Protocolo de San Sal- con otros derechos laborales funda-
vador» (OEA, 1988); mentales, llegando a condicionar la
i) Carta Comunitaria de Derechos efectividad de algunos de ellos.
sociales fundamentales de los tra-
bajadores (Unión Europea, 1989); En efecto, como se verá más ade-
j) Declaración Sociolaboral del Mer- lante, el mismo derecho al trabajo de-
cosur (1998); pende, cada día más, de la formación
k) Carta de los Derechos fundamen- profesional. Lo mismo puede decirse
1 6 tales de la Unión Europea (2000); del derecho a condiciones de trabajo
l) Tratado de la Unión Europea (úl- dignas y a una remuneración justa. En
tima versión: Tratado de Niza, gran medida, el derecho a no ser dis-
2001); criminado en el empleo tiene mejores
posibilidades de ser alcanzado por tra-
Del mismo modo, las constitucio- bajadores que cuentan con adecuada
nes de muchos países incluyen el de- formación. La formación profesional
recho a la formación en el elenco de también desarrolla importantes víncu-
derechos fundamentales: entre otras, los con el diálogo social y la negocia-
las de Alemania, Argentina, Bolivia, ción colectiva.
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, España, Guate- En otras palabras, la formación
mala, Honduras, Italia, México, Nica- profesional es un derecho humano fun-
ragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portu- damental que en tanto tal se impone
gal, Uruguay y Venezuela 36. por sí mismo entre aquellos derechos
que deben ser respetados en todo tra-
La formación profesional está re- bajo decente; pero al mismo tiempo es
conocida, pues, como uno de los dere- un instrumento que facilita y a veces
chos humanos fundamentales, en los condiciona la realización de otros de-

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rechos que también constituyen el tra- vuelve, ayudando a configurar un en-
bajo decente. torno que lo haga viable. No habrá tra-
bajo decente sin democracia, justicia
16. Por otra parte, el derecho a la social y ciudadanía. Y no habrá nada
formación profesional no solo contri- de esto sin educación, incluida la for-
buye a la configuración del trabajo mación profesional.
decente, tal como se viene de explicar,
sino que, en su aspecto educacional,
es un hecho formativo de la persona 2 . La formación profesional
humana, un instrumento de enriqueci- como instrumento económico
miento, de realización y de desarrollo
del individuo y, por su intermedio, de 17. Pero la formación profesional
la sociedad toda. En el mundo del tra- no es solo un derecho de los trabaja-
bajo, la formación profesional -al igual dores. Es también un importante ins-
que la educación en la sociedad glo- trumento económico que alimenta las
bal- es requisito de ciudadanía, de goce políticas activas de empleo y las estra-
de derechos, de realización de la per- tegias de productividad y competitivi-
sona38. dad de las empresas. Desde esta pers-
pectiva, la formación interesa a gobier-
Esta dimensión mayor -verdade- nos y empleadores.
ramente superior- de la formación está
recogida en el párrafo 4 del artículo 1 Actualmente ya «no pueden
del Convenio Internacional del Traba- obtenerse mayores niveles de produc- 1 7
jo 142 (1975) sobre Desarrollo de los tividad, competitividad y calidad, bajo
recursos humanos, que establece que el enfoque de una limitada y reducida
las políticas y programas de orienta- formación» 40. En efecto, la globaliza-
ción y formación profesionales «ten- ción, la facilidad de traslado de los
drán por mira mejorar la aptitud del capitales -tanto financieros como fijos-
individuo de comprender su medio de y el avance tecnológico, han determi-
trabajo y el medio social y de influir, nado que la mano de obra capacitada
individual y colectivamente, sobre és- sea una de las ventajas comparativas
tos». Tan es así, que se ha destacado más desequilibrantes41. Paralelamente,
que el Convenio 142 viene a procla- el avance tecnológico influye para que
mar el principio de antropocentrismo la competitividad más rentable y dura-
de la formación profesional, en tanto dera se obtenga a través de la calidad
derecho del trabajador tendiente a pro- y el valor agregado y no de la dismi-
mover su desarrollo personal39. nución del costo. Y es claro igual-
mente, que calidad y valor agregado
Así, la formación profesional no requieren también de mano de obra
solamente integra el concepto de tra- capacitada y del aprovechamiento ple-
bajo decente sino que además lo en- no de todo capital humano, lo que in-

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La formación cluye a varones y muje- y de emplearlas apropiadamente en
profesional es un res. Por ello hay una es- esas actividades. De lo contrario, ha-
derecho humano trecha relación entre bría habido un esfuerzo inútil y frus-
fundamental que adecuada gestión de trante, generador de desempleo ilustra-
en tanto tal se
personal, fortalecimien- do, subocupación y emigración 4 3 .
impone por sí
mismo entre to de la competitividad Como puede verse, reaparece aquí un
aquellos derechos empresaria, e igualdad fuerte lazo con el trabajo decente. Es
que deben ser de trato y de oportuni- menester calificar, pero para que esa
respetados en todo dades en el trabajo. inversión sea económicamente renta-
trabajo decente; ble, se debe garantizar trabajo decen-
pero al mismo Por otro lado, es te.
tiempo es un obvio que la productivi-
instrumento que dad de un trabajador 18. Por lo demás, la formación
facilita y a veces adecuadamente capaci- profesional es un importante factor de
condiciona la
tado será muy superior empleabilidad. Si bien la formación no
realización de
otros derechos a la de otro no califica- genera empleo por sí sola, contribuye
que también do. en gran medida a que el individuo com-
constituyen el pita mejor por los puestos de trabajo
trabajo decente Por eso, la Resolu- disponibles o esté en condiciones de
ción sobre el Desarrollo preservar el empleo que posee44. En
de recursos humanos de 2000 estable- este último aspecto, la ventaja es com-
ce en su párrafo 11 que «el costo de la partida por el trabajador y el emplea-
1 8 educación y la formación debería con- dor. Este dispondrá de un trabajador
siderarse como una inversión», del con iniciativa, polifuncional o con ap-
mismo modo que, poco antes, el Di- titudes para la polifuncionalidad, acti-
rector General de la OIT había mani- vo y competitivo, mientras que esas
festado ante la Organización Mundial mismas condiciones permitirán al tra-
del Comercio que «la aplicación de po- bajador adaptarse a los cambios y así
líticas sociales juiciosas, con inversio- disponer de mayores posibilidades de
nes en el desarrollo de recursos huma- conservar su puesto de trabajo.
nos, redunda en altos beneficios, no
solo sociales, sino también económi- De tal modo, la formación es par-
cos» 42. te de toda política de empleo que apun-
te a la empleabilidad en un trabajo de-
Ahora bien, especialmente para cente. Cuanto mayor sea la calificación
los países subdesarrollados, la ventaja del trabajador, mayor será su emplea-
competitiva que significa contar con bilidad en un trabajo decente. Así, la
mano de obra calificada depende, tam- formación profesional también propen-
bién, de la capacidad del país de rete- de, desde este ángulo, a la consecución
ner a las personas que se han formado del objetivo del trabajo decente.

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Pero la inversa también es cierta. tigación genera innovaciones tecnoló-
No solo la formación incide positiva- gicas y productivas. El conocimiento
mente sobre el trabajo decente, sino pasa a ser la base del trabajo humano
que además éste favorece el mejora- y un factor más de producción. Tan es
miento de la capacitación. En efecto, así, que se habla de la irrupción de la
las competencias se desarrollan en gran sociedad del conocimiento. En ésta, el
medida en el trabajo, por lo cual, un acceso al conocimiento y la informa-
trabajo decente es un ámbito y una ción se asemeja, en importancia, a lo
ocasión de aprendizaje, perfecciona- que en la sociedad industrial suponía
miento y actualización. En este plano, el acceso al capital. Como consecuen-
la modalidad de la formación continua cia, la educación acrecienta su prota-
desempeña el rol estelar. Y entonces, gonismo.
así como el acceso a la formación es
un requisito del trabajo decente, tam- Al mismo tiempo, el desarrollo
bién se constata que el trabajo decente tecnológico y en especial de la infor-
asegura la formación continua. Así mática, vienen introduciendo otros
aparecen en escena -otra vez- nuevos cambios importantes en la economía y
derechos laborales cuya eficacia via- en el trabajo. El último Informe de la
biliza la formación en el trabajo, en OIT sobre el empleo en el mundo45 ,
especial, tiempo libre para capacita- recuerda que la tecnología de las co-
ción y guarderías. municaciones y la información (TCI)
incrementan notablemente las necesi-
Entre formación profesional y tra- dades de formación, so pena de ampliar 1 9
bajo decente se da una relación dialéc- irremisiblemente la «brecha digital»
tica, de ida y vuelta, en la cual por una entre los países y aumentar el desem-
parte, la formación es condición y com- pleo y la exclusión. En efecto, el in-
ponente del trabajo decente y por otra forme advierte que aun cuando se sim-
parte, éste brinda el ámbito apropiado plificara y generalizara el acceso a la
para la ejecución de determinadas ac- TCI, el beneficio de la revolución di-
ciones de formación, cada vez más ne- gital será escaso o nulo -y hasta podría
cesarias e importantes, como ensegui- resultar pernicioso- si no se alcanza-
da se verá. ran los niveles de formación adecua-
dos. La incapacidad de asimilar y apro-
19. Por otra parte, hoy en día se vechar la TCI podría constituir uno de
reconoce la incidencia fundamental del los mayores riesgos económicos y so-
conocimiento en el desarrollo. En efec- ciales a los que se estarían enfrentan-
to, las economías ya no se basan úni- do nuestras sociedades.
camente en la acumulación de capital
y fuerza de trabajo: también es crecien- Por tanto, la necesidad de invertir
temente necesaria la acumulación de en formación se vuelve aún más acu-
conocimiento e información. La inves- ciante y si la formación continua ya era

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un requisito de empleabilidad, lo es Corresponde agregar aquí que,
más aún en la era digital. Para que los como ya se adelantó, la igualdad de
nuevos trabajos de la TCI sean decen- trato o no discriminación, que es uno
tes hace falta más formación y espe- de los principios proclamados en la
cialmente más formación continua46. Declaración de 1998, depende, entre
otros factores, del acceso a la educa-
3 . La formación profesional y ción y a la formación profesional. En
los objetivos estratégicos de la gran parte de los colectivos discrimi-
OIT nados o desfavorecidos puede encon-
trarse un déficit de formación. A la in-
20. Como ya se dijo, la OIT viene versa, la discriminación es menos fre-
identificando sus objetivos estratégi- cuente o aguda respecto de los traba-
cos con algunos de los componentes jadores que gozan de empleos de ma-
del trabajo decente. De lo hasta aquí yor calidad.
expuesto parece claro que la formación
es requisito y componente del trabajo Como bien se expresa en el párra-
decente, pero de todos modos puede fo 6 de la Resolución sobre Desarrollo
ser útil señalar brevemente algunas de recursos humanos de 2000, «la edu-
vinculaciones adicionales y especiales cación y la formación de alta calidad
que la formación mantiene con aque- son instrumentos poderosos para me-
llos. jorar las condiciones sociales y econó-
micas generales y para prevenir y lu-
2 0 Ya se indicaron suficientemente char contra la exclusión social y la dis-
las relaciones estrechísimas de la for- criminación, en especial en el empleo.
mación con los derechos fundamenta- Para ser eficaces (estos instrumentos)
les, a tal punto de formar parte de ellos. han de abarcar a todas las personas,
Así, uno de los objetivos estratégicos incluidos los grupos desfavorecidos.
de la OIT es el de promover los dere- Por consiguiente, han de adecuarse es-
chos fundamentales incluidos en la trechamente a las necesidades de las
Declaración de 1998, entre los cuales mujeres y de personas con necesida-
destacan la participación del trabajo des especiales...».
forzoso y del trabajo infantil, siendo
clara la vinculación de la educación y Especialmente en relación con la
la formación con esos objetivos, a tal cuestión de género, se ha sostenido que
punto que el Convenio Internacional la segregación de la mujer está deter-
del Trabajo 182 y la Recomendación minada o alentada, en buena medida,
190 incluyen diversas referencias a su por deficiencias en la formación pro-
papel en la eliminación de las peores fesional tanto inicial como continua47.
formas de trabajo infantil. Así, en algunos casos concretos se ha

boletíncinterfor
podido constatar que el acceso a la for- 21. No es necesario volver sobre
mación es desigual e inequitativo, dado el papel de la formación en la promo-
que los más capacitados son los que ción del empleo y en especial del em-
demandan y obtienen más capacita- pleo de calidad y de la empleabilidad.
ción. Y si bien la participación de la Puédese en cambio hacer una referen-
mujer en la formación viene aumen- cia al papel de la formación como ins-
tando de manera sostenida, aún es in- trumento de protección social.
suficiente, y se concentra en la capaci-
tación para los niveles ocupacionales La implantación de la protección
más bajos y en acciones puntuales o social como objetivo de las políticas
concretas, demasiado específicas 48 . sociales y como principio jurídico pue-
Más aún, la reciente brecha digital ya de ser considerada como uno de los
comentada se sumaría a las dificulta- logros de la humanidad en el siglo XX.
des de género, en cuanto se constata Se trata de permitir el acceso de todas
que el usuario típico de Internet en el las personas a niveles mínimos de se-
mundo es varón de menos de 35 años guridad ante los denominados riesgos
de edad, con educación universitaria, o contingencias sociales, tales como,
con ingresos elevados, radicación ur- entre otras, la enfermedad, los acciden-
bana y angloparlante49. tes, la vejez, el desempleo y la exclu-
sión. La protección social, que inclu-
De todo lo cual se deduce que la ye a la seguridad social y la rebasa,
promoción de la igualdad de género en consiste en la intervención colectiva de
el trabajo pasa por acciones formativas la sociedad a fin de proteger a sus ciu- 2 1
que atiendan especialmente a la dadanos de diversos riesgos y vulne-
empleabilidad de la mujer y a que ella rabilidades, mantener su bienestar y
acceda, también, a un trabajo decen- aumentar su capacidad de hacer frente
te50. En efecto, la formación profesio- a los riesgos. La formación es un com-
nal puede contribuir a mejorar las opor- ponente esencial de este concepto de
tunidades educativas de mujeres y va- protección social, en la medida en que
rones, atendiendo a las singularidades ésta debe prever la rehabilitación de
y necesidades diferentes de unas y los trabajadores afectados por reduc-
otros, y a eliminar los condicionamien- ciones de plantilla, mediante servicios
tos sociales que estimulan la discrimi- de capacitación y seguros de desem-
nación de la mujer en el trabajo. El pleo ofrecidos a los que han quedado
papel de la educación -incluida la for- sin trabajo51.
mación profesional- es esencial, por
ejemplo, para valorizar el trabajo de Aparecen aquí aquellas modalida-
atención y cuidado de niños y ancia- des de formación más vinculadas con
nos y apuntar a que las responsabili- los riesgos sociales, y especialmente
dades familiares sean efectivamente con el desempleo: la formación de
compartidas. desempleados o su recalificación pro-

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fesional, la formación continua, la la formación, compartir responsabili-
recalificación de adultos, y la forma- dades en la formulación de políticas de
ción de jóvenes, entre otras52. formación y educación y concertar aso-
ciaciones entre ellos o con los gobier-
22. El diálogo social, cuarto ob- nos para invertir en formación planifi-
jetivo estratégico de la OIT considera- cada y llevarla a cabo». Y de inmedia-
do además como componente del tra- to agrega que «el gobierno debería pro-
bajo decente, encuentra en la forma- porcionar un marco para el estableci-
ción profesional un tema apropiado y miento de asociaciones y de un diálo-
una ocasión de coincidencia de intere- go social efectivo en el campo de la
ses de los actores. En efecto, la duali- formación y el empleo».
dad de la formación profesional (por
un lado derecho de los trabajadores y Luego, el parágrafo 20 constata
por el otro instrumento empresarial) que «el ámbito y eficacia del diálogo
ofrece un campo propicio para un diá- social y de las asociaciones en el cam-
logo que en momentos de políticas de po de la formación se ven actualmente
ajuste y alta competencia comercial, se limitados por la capacidad y los recur-
vuelve difícil y ríspido en torno a los sos de los actores respectivos», con lo
temas tradicionales de negociación. cual desemboca en el objetivo estraté-
gico de la OIT de fortalecer a los acto-
La varias veces citada Resolución res sociales para promover el diálogo.
sobre el Desarrollo de los recursos
2 2 humanos dedica extensos y acertados En lo que parece ser una impor-
párrafos al diálogo social sobre forma- tante conclusión sobre este aspecto, el
ción. párrafo 20 de la Resolución termina
estableciendo que, «en su calidad de
Entre otras disposiciones, destaca organización tripartita, la OIT debería
el parágrafo 18, según el cual, «los sin- liderar la cooperación internacional en
dicatos y las asociaciones de emplea- la creación de capacidades en pos del
dores (...) deberían contribuir a la for- establecimiento de un diálogo social y
mación haciéndose cargo de sus pro- de asociaciones en el campo de la for-
pias instituciones de formación y ofre- mación». Agrega, finalmente, que
ciendo servicios de educación a sus «tendrían que desplegarse esfuerzos
miembros», para inmediatamente agre- adicionales en beneficio de los países
gar que «particularmente en los ámbi- en desarrollo».
tos del sector y de la empresa, la nego-
ciación colectiva puede ofrecer buenas En cumplimiento de este manda-
condiciones para organizar e impartir to, Cinterfor/OIT ha promovido, en
la formación». El párrafo 19 subraya cooperación con otras oficinas, depar-
que «los interlocutores sociales debe- tamentos y programas de la OIT, la rea-
rían fortalecer el diálogo social sobre lización de un conjunto de estudios

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sobre este tema y ha comenzado a pu- 24. Tampoco es posible alcanzar
blicar la Serie «Aportes para el Diálo- altos y persistentes niveles de produc-
go Social y la formación» 53. tividad competitividad, sino a partir de
la inversión en capacitación.

Conclusiones 25. Al mismo tiempo, la forma-


ción profesional se revela como un es-
23. El de trabajo decente es un pacio de convergencia de intereses
concepto aún en construcción, de pro- generalmente contrapuestos, como lo
fundo contenido ético y que tiende a son los de empleadores, trabajadores
resaltar la importancia de los derechos y gobiernos y de acciones o política
del trabajador y de la calidad de las de las diversas organizaciones que en
condiciones de trabajo. El trabajo de- número creciente vienen ocupándose
cente no puede ser sino el trabajo en de esta materia. Ofrece así, la forma-
cantidad y calidad suficientes, apropia- ción, una atractiva oportunidad para el
das, dignas y justas, lo que incluye el diálogo social y la articulación de po-
respeto de los derechos, ingresos y líticas.
condiciones de trabajo satisfactorias,
protección social y un contexto de li- 26. Esa dinámica de formación y
bertad sindical y diálogo social. trabajo decente tiene una dimensión
especial que no ha sido desarrollada en
Por su parte, si la formación es uno este documento, pero que debe ser se-
de los derechos humanos y además ñalada. Es la recién referida de la 2 3
constituye un requisito fundamental mundialización y la regionalización54 .
para el acceso al empleo de calidad, La Resolución de la Conferencia In-
circunstancia ésta que se acrecienta en ternacional del Trabajo de 2000 sobre
un contexto de mundialización, Desarrollo de los Recursos Humanos
regionalización, tecnologización y de lo indica también en su párrafo 2, al
advenimiento de la denominada socie- establecer que «se reconoce cada vez
dad del conocimiento, aquella deber más que la mundialización presenta
ser, necesariamente, parte esencial del una dimensión social que requiere una
trabajo decente. respuesta social» y que «la educación
y la formación son componentes de una
Así, hoy en día no hay trabajo de- respuesta económica y social a la mun-
cente posible sin formación adecuada. dialización».
Y del mismo modo que ésta es condi-
ción y componente de aquél, un traba- Así es que, por ejemplo, tanto en
jo decente es también, un ámbito en el la Unión Europea como en el Merco-
cual se desarrolla la formación conti- sur, cada uno en su medida y a su ma-
nua, la actualización y la recalificación nera, el tema de la formación ha sido y

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Aceptado que continúa siendo encara- conclusión metodológica de que es
la formación do como esencial55. necesario incorporar a los medidores
profesional forma del trabajo decente algunos indicado-
parte de la noción Cabría todavía aler- res de la formación.
de trabajo decente,
tar respecto del hecho
que es condición
para el alcance del siguiente. Si no hay tra- Así, sería necesario medir índices
objetivo del trabajo bajo suficiente y decen- de alfabetización, de escolaridad y de
decente y que te en todo el mundo, los formación profesional inicial. También
además ésta países más desarrolla- habría que medir la frecuencia y ex-
supone acceso a la dos verán crecer indefi- tensión de la formación continua y de
capacitación, nidamente sus proble- los programas específicos de forma-
se impone la mas de inmigración no ción para colectivos tales como des-
conclusión deseada. Y ello sin en- ocupados, mujeres, jóvenes, etc. Tam-
metodológica de trar a considerar la cues- bién sería recomendable cuantificar el
que es necesario
tión teórica de que la grado en que la negociación colectiva
incorporar a los
medidores del globalización de la eco- regula la formación y el nivel de parti-
trabajo decente nomía debería suponer cipación de los actores sociales en su
algunos indicado- la de la fuerza de traba- gestión.
res de la formación jo.
28. En todo caso, y volviendo a lo
27. Aceptado que la formación conceptual, es claro que en el marco
profesional forma parte de la noción actual en el cual educación y trabajo
2 4 de trabajo decente, que es condición tienden a coincidir cada vez más56 ,
para el alcance del objetivo del traba- “la educación y la formación son la
jo decente y que además ésta supone piedra angular de un trabajo decen-
acceso a la capacitación, se impone la te57.♦

NOTAS
1 OIT, Trabajo decente, Memoria del Director General a la 87ª reunión de la Conferencia Internacio-

nal del Trabajo, Ginebra 1999.


2 STANDING, Guy, Modes of control: a labour-status approach to decent work , OIT, Ginebra, nov.

2000, p. 1.
3 OIT, Proposal for a Decent Work Pilot Programme (DW/PP), Ginebra, 10 oct. 2000, policopiado

como «borrador», p. 2.
4
OIT, Trabajo decente para la mujer. Una propuesta de la OIT para acelerar la puesta en práctica
de la Plataforma de Acción de Pekín, Oficina para la Igualdad de Género, policopiado s/f, p. 10.
5 La OIT ha encomendado al Instituto Internacional de Estudios Laborales (IIEL) la elaboración del

paradigma de trabajo decente y ha constituido un grupo de trabajo especial al efecto (conf. lo expuesto
infra, nº 7).
6
SOMAVÍA, Juan, Discurso del 1º de mayo de 2000 en presencia del Papa Juan Pablo II, Comuni-
cado de prensa OIT/00/15. Allí se aprecian varias alusiones a la dignidad humana y al ejercicio consciente
del sentido moral.

boletíncinterfor
7 Por su orden, LOCKE, Richard, KOCHAN, Thomas y PIORE, Michael, Replanteamiento del estu-

dio comparado en las relaciones laborales: enseñanzas de una investigación internacional, en Revista
Internacional del Trabajo, Ginebra 1995, vol. 114 Nª, p. 180; ERMIDA URIARTE, Oscar, Relaciones
laborales: nuevas variables e indicadores, en revista Judicatura, Montevideo 1999, Nº 40, ps. 56 y 63;
GRUPO BOLOGNA/CASTILLA-LA MANCHA, SECRETARÍA PRO TÉMPORE, Concepto y medición
del trabajo decente, policopiado, Montevideo 2001, párrafos 1 y 5.
8 Oxford wordplace dictionary, Oxford 1993, p. 165. V.t., trabajo de EGGER, Phillipe y

SENGENBERGER, Werner, publicado en este mismo volumen.


9 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, 21ª ed., Madrid 1992. Conf.

BARRETTO GHIONE, Hugo, Diálogo social y formación: una perspectiva desde los países del Mercosur
y México, Serie Aportes para el Diálogo Social y la Formación, Nº 7, Cinterfor/OIT, Montevideo 2001,
párrafo 3 (en prensa).
10 OIT, Trabajo decente, cit., p. 15.

11 Ídem, ps. 15-16.

12 Ídem, ps. 4-5.

13 OIT, Trabajo decente y protección para todos. Prioridad de las Américas, Memoria del Director

Regional a la 14ª Reunión Regional de los Estados miembros de la OIT en las Américas, Lima 1999, p. ii.
14 Véase infra, Nos 10 y 11.

15 OIT, Su voz en el trabajo. Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT

relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo , Ginebra 2000, p. VII.


16 Ídem, p. 2.

17 SOMAVÍA, Juan, Un trabajo decente para todos en una economía globalizada: una perspectiva

de la OIT, documento presentado a la Tercera Conferencia Ministerial de la OMC (30 nov. - 3 dic. 1999),
http://www.ilo.org e incluido en SOMAVÍA, Juan, Perspectives on decent work , OIT, Ginebra 2000, p. 1 y
sigs. (en esta publicación pueden consultarse varios de los documentos del Director General de la OIT sobre
este tema, aquí citados).
18 SOMAVIA, Juan, Introduction, en «Globalizing Europe. Decent work in the information economy.

Report of the Director General», Sixth European Regional Meeting, ILO, Geneva 2000, vol. I, p. X.
19 I.I.E.L., Informe del Director, Ginebra 2000, párrafo 9.
20 Ídem, párrafos 14-15. Esta idea es recogida en el Informe de la 42ª Reunión de la Junta Directiva

del Instituto (GB, 279/17, 279ª R.), Ginebra 2000, párrafo 4.


21 Ídem.
2 5
22 I.I.E.L., Programa y presupuesto para 2000-2001, Ginebra 2000, párrafo 32.
23 Ídem, párrafo 34.
24 Reducir el déficit de trabajo decente. Un desafío global, Memoria del Director General, OIT, 89ª

reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra 2000, párrafo 3.5.


25 Ídem, párrafo 1.1.
26 STANDING, Guy, ob. cit., p. 39.
27 SOMAVÍA, Juan, Presentación, en Cinterfor/OIT, Formación para el trabajo decente, Documento

de Referencia Nº 1, XXXV Reunión de la Comisión Técnica, Brasilia 2001, p. 1. Véase también el libro
que con el mismo título publicara Cinterfor/OIT en la colección “Trazos de la Formación” Nº 12, Montevi-
deo 2001, p. 7.
28 OIT, Trabajo decente para la mujer..., cit., p. 14.
29 OIT, Globalizing Europe..., cit., p. 28.
30 Ídem, p. 27.
31 Resolución sobre el Desarrollo de los recursos humanos, adoptada en la 88ª reunión (2000) de la

Conferencia Internacional del trabajo, especialmente párrafos 18 a 20.


32 SOMAVÍA, Juan, Un trabajo decente para todos en una economía globalizada..., cit., párrafo 30;

OIT, Proposal for a Decent work programme..., cit., ps. 38 a 40, 42 y 68.
33 SEN, Amartya, Trabajo y derechos, en Revista Internacional del Trabajo, Ginebra 2000, vol. 119

Nº 2, p. 131.
34
Concepción ésta a la que responde la Declaración de la OIT de Principios y Derechos Fundamenta-
les en el trabajo, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo de 1998.
35 BARBAGELATA, Héctor-Hugo, (ed.), BARRETTO GHIONE, Hugo y HENDERSON, Humberto,

El derecho a la formación profesional en las normas internacionales, Cinterfor/OIT, Montevideo 2000, p.


11.

boletíncinterfor
36 Ídem, ps. 35-36 y 161 y sigs.
37 Ídem, p. 43.
38 En Derecho, persona es el sujeto de derechos, el titular de derechos, que puede y sabe ejercerlos.

39 GARMENDIA ARIGÓN, Mario, Legislación comparada sobre formación profesional. Una visión

desde los convenios de la OIT, Cinterfor/OIT, Montevideo 2000, ps. 20-22.


40 OIT, Trabajo decente y protección para todos..., cit., p. 38.

41 REICH, Robert, El trabajo de las naciones, trad. esp., Buenos Aires 1993, ps. 13, 18, 83-84, 139,

153 y 256 a 259.


42 SOMAVÍA, Juan, Un trabajo decente para todos..., cit.

43 MORDELKI, Daniel, Hoy, dentro de quince años, en «Bitácora», suplemento de «La República»,

Montevideo 24.XII.2000, p. 16.


44 Conf. párrafos 3 y 9 de la Resolución de 2000 sobre Desarrollo de recursos humanos y ERMIDA

URIARTE, Oscar y ROSENBAUM RÍMOLO, Jorge, Formación profesional en la negociación colectiva,


Cinterfor/OIT, Montevideo 1998, ps. 13-14.
45 OIT, El empleo en el mundo, 2001. La vida en el trabajo en la economía de la información,

Ginebra 2001.
46 Conf., también, OIT, Globalizing Europe..., cit., p. 27.

47 OIT, Trabajo decente para la mujer. Una propuesta de la OIT..., cit., p. 14.

48 VALENZUELA, María E., Calidad del empleo de las mujeres en los países del Cono Sur, docu-

mento policopiado presentado al Seminario Internacional «Diálogo social, tripartismo e igualdad de opor-
tunidades en el Mercosur», Santiago 2000.
49 SILVEIRA, Sara, Políticas públicas de equidad de género en el trabajo en los países del Cono

Sur, www.cinterfor.org.uy. Véase también, de la misma autora y en el mismo sitio, La política formativa
con dimensión de género: avances y desafíos para el nuevo siglo, ponencia presentada al Primer seminario
latinoamericano sobre género y formación profesional, Panamá 2000.
50 Otra cuestión importante, pero que no es este el lugar para tratarla, es la de si el trabajo decente para

la mujer es el mismo que para el varón.


51 Informe del Secretario General de la ONU, El mejoramiento de la protección social y la reducción

de la vulnerabilidad en el actual proceso de mundialización, Comisión de Desarrollo Social, 39º período


de sesiones, 13-23 febrero 2001, cit. por BARRETTO GHIONE, Hugo, Diálogo social y formación..., cit.,
2 6 párrafo 3.
52 Véase también supra, párrafo 11.
53 En ella se han publicado ya los siguientes títulos: ROSENBAUM RÍMOLO, Jorge, Negociación

colectiva sobre formación en el Mercosur, Montevideo 2000; CAPPELLETTI, Beatriz y otros, Actores
sociales y formación en Argentina, Montevideo 2000; DIEESE, Diálogo social sobre formação no Brasil,
Montevideo 2000; REYNOSO CASTILLO, Carlos, Diálogo social sobre formación en México, Montevi-
deo 2000; CÉSPEDES, Roberto, Diálogo social sobre formación en Paraguay, Montevideo 2001; y
ROSENBAUM RÍMOLO, Jorge, Diálogo social sobre formación en Uruguay, Montevideo 2001. Actual-
mente está en prensa el Nº 7 de esta Serie: BARRETTO GHIONE, Hugo, Diálogo social y formación: una
perspectiva desde los países del Mercosur y México.
54 Como lo destaca SEN, Amartya, loc. cit., ps. 138-139
55 Véase ERMIDA URIARTE, Oscar y BARRETTO GHIONE, Hugo (coords.), Formación profesio-

nal en la integración regional, Cinterfor/OIT, Montevideo 2000.


56 «Learning and working become related pursuits» OIT, Globilizing Europe..., cit., p. 1.
57 OIT, Resolución...cit., párrafo 3.

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