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* Como un ragiqe salvage e indonable dese Las oscuras grietas he LAS grI5es cluQAges SPMETY CMS como el fuego. a Textos para avivar les lamas de la rebeliéa Nota.Editorial ‘Son tantos los pueblos alrededor del mundo que cayeron sucumbidos ante fa extincién por parte de los genocidios emprendidos face mas de 500 atios desde ef descubrimiento de esta vasta extensién de tierra, fa cual fos conguistadores flamaron América, Muchos pueblos desaparecieron alrededor de este continente, mientras otros todavia existen, alguno de ellos manteniéndose firmes y en ef rechazo a a civilizacién, Otros acoplindose a esta, muchos de ellxs en constante conflicto en fa defensa de sus territorios, tanto que muchos otros adaptindose a (os modelos capitalistas y _extractivistas. Los Selkam fue un pueblo ubicado en ef extremo sur de fa tierra dominada hoy por ef estado argentino ( entre el estrecho de Magallanes +y ef archipiélago de tierra de fuego) ef cual vio su decadencia con las constantes invasiones y exterminios de colonos y enropeos hacia ef siglo XIX, si Bien sus primeros contactos con ef fombre blanco datan del aito 1520, con Magallanes - posteriormente siguieron y continuaron con la Glegada de curas catélicos y protestantes, mineros y ganaderos fambrientos de oro, Todas esta influyo no solo a la disminucién de su principal fuente de alimentacién (focas y animales marinas) sino también af contagio de enfermedades hasta entonces desconocidas, como (a tuberculosis, varicela y ef alcolofisme que llevaren mas répidamente a fa_—extinciin = desu Con fa efiminacién de su fuente alimentaria y su cada vez mds reducido espacio a mediados del siglo XIX fos selR-am tuvieron que recurrir a otra fuente de alimentacién como ser los guanacos, estos y debido al espojo de sus territories por parte de los ganaderos eran muy reducidos +y pasa a ser propiedad privada de las familias colonas ganderas. fin esa 3 situacién no vieron otra opcién de proceder a pasar a la accion proveerse de cualquier método de esa fuente alimenticia para poder sobrevivir. Debido a una sere de saqueos de ganado es cuando se inicio una caceria Gestial contra ellos por parte de los terratenientes de (a zona. ‘Uno de fos tantos personajes siniestros fue e€ minero rumano Julius Popper. Quien disfrutaba masacrando a los originarios para despojarlos de sus terntorios, ef cual documentaba mediante fotografias sus masacres fumanas y las presentaba como fiazaitas ante sus pares Las constantes crecidas colonas por parte de fos ganaderosinflryo aun mas a fa desaparicion de su etnia. or el ato 1894 la familia asturiana Menendes Belety fueron una de fas tantas familias de ta zona en cometer actos horrendos, esta familia junto con ef capataz escocés de apellido Mc Lean, pusieron precio a a matanza de nativns, asi, por cada par de orejas 0 seno, una libra esterlina; y media libra por cada oreia de niio, Tras observar aborigenes sobrevivientes vagando sin orgias optaron por cotizar cabecas, testiculos y érganos -vitales. También se recurrié al envenenamiento de su alimentacién, se sabe que ‘Mc Lean, en una ocasin enveneno con estricnina, a una 6allena varada en las orillas, ocasionando fa muerte por envenenamiento de alrededor de 500 selRam. Otra de estas ocasiones nefastas y aberrantes fue cuando le hicieron creer que fa persecucién, caceria mutilacin exterminio habia llegado a su.fin, y para sellar el acuerdo se invito a wn gran banguete en ef cual los selKam una vez bien comidos embriagados, sucumbieron ante el cobarde tiroteo por parte de la gente de Mc Lean. Se estima que fueron cerca de 500 los muertos fo que se conoce como fa masacre de Santo Domingo. 4 Para 1895 fos estancieros Megan a un acuerdo con fos curas salesianos que tenian una misién en fa Isla Darwin para evangelizar y civilizar a fos indigenas, eC acuerdo quedo en una libra estertina por cada indigena recluido. Como siempre y una vee més fa iglesia mostro sus cualidades de cémplice y aquella mision se convirtio en una cércel en donde sucumbieron miles de selKam . Otro de fos puntos que en este zine no profundizaremos (en uno a futuro trataremos con mas extension ef tema) fue de los lamados zooligicos hiumanos. a penas contaremos una de las tantas historias y es la de Maurice Matre, un comerciante Belga, ef cual embarco a un grupo de selKam con la aprobacién del estado chileno hacia Europa en donde los presento como canibales traidos de Pert, enjaulados desnudos yante la vista del patitico mundo civilizado de la época. EL sedentarismo, ef cambio de abimentacién y las enfermedades desconocidas traidas por fos colonizadores también fueron factores importantes para su extincién, ‘En 1974 murié la tltima representante pura de esta etnia, Angela Loy. Hasta 1980 quedaban entre 3 5 descendientes que hablaban fa fengua sefnam, aunque ef grado de conocimiento y fluidez variaba en cada caso, Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que fable esta lengua ‘por todo esto, creemos que nosotrxs no tenemos fistoria tenemos memoria y esta estd viva. Creemos también que es necesario recuperar esa memoria activa, recordar las buchas y rebeliones de nuestros pueblos como también ast sus costumbres, sus formas de vida, sus leyenda «asi nos planteamos en La situacin de hacer un rescate de estas, volver a sacar a la fz muchas de las formas de vida, rebeliones, leyendas y ‘mitos trasmitidos muchas veces oralmente dé generacton en generacién. «agut le presentamos ef primer y ojala no ultimo folleto.enfocados en lo anterior escrito esperamos que puede Megar a ser un aporte y un empujsn hacia fa critica af sistema civilizatorio ef cual domina nuestra widas. Otoiio 2013 ~ FLORES DEL KAOZ Ediciones y Re-Ldiciones Cuentos Selk’nam e Osheltén, el mago. pdg 5 e Kupen. pdg. 13 « Laelegia del bosque, pdg 19 Oshelten, el mago. COshelien era un hechicero famoso, no s6lo entre Ios suyos, sino también cenire todas tas tribus de Oncisin, Su fama, que los aios no hacfan mas que acrecentar, Jo representaba como un ser verdaderamente excepeional. En eierta ocasién le pidieron que mostrase alain espitinu de Jos que le infundfan tan raros poderes, y con la mayor tranquilidad se acered al fuego y, tras haber recitado algunas férmulas, se sac6 del ppecho una especie de toreaza que volvié a tragarse antes de que las ‘gentes se repusieran del asombro, Este y otros prodigios lo hicieron célebre, ¥ io hubo dia que no Hegase algtin hombre a sa kaowe, muchos desde alejadas tolderfas, pidiéndole consejos y exorcismos. La tribu eatera Jo colmiba de honores y regalos, y Oshelten se daba ‘buena mafia para merecer y acrecentar tales offendas. Era frecuente cencontrarlo con la cart pintada de amarillo, lo cual indicaba que estaba ‘mathumorado; entonces los ereyentes corrfan a desenojarlo, con pieles ¥ abalorios. En su interior, Osheltent no erefa en sus artes salvadoras, pero vVivia bien, era respetado y wmido, y por nada del mundo revelaria la verdad que se ocultaba bajo tales simulaciones. Su padre, que también habia sido un renombrido johon, to inicié sabiamente en ef engafio, y a sus lecciones habia aitadido Oshelten destreza, sagucidlad, picardfa y un conocimiento de los hombres no por inmitivo menos profundo. En cierta ocasién comenz a lover, oviendo se habfan pasado ya thuchos dias; usustadas, las gentes cottiecon a pedirle que hiciese amainar el temporal, = No, no; es necesatio que Hueva mucho mis: les dijo. '¥ cando al aniochecer abserws que cambiaba el viento y que iba a escanipar ef turbién, convoed a Ia tribu para el rito adecuado, Viejos y ‘mozos pitsiefon brusas en las puntas de sus flechas y disparafon contra 10 1s nabes ionumerables suctazos, La noche se ray de portentosa Iucerits im haz gigantesco de fuegos sagrados traz6 sobre fa sombra maciza uns aumplia cipal luminosa. ‘A ta mafana siguiente brillé-un sol espléndide y, naturalmente, todos «quedaron convencidos de que el cambio se debfa al poder sobrenatirtl del hechicero, Ante este muevo milagro se acrecentaron el asombo de tos habitantes de la tolderfa y ta mégion fama de Oshelten. ‘A pesar de tan provechosos halagos, su tnico hijo, su Minkiol tan ‘quer, se resista a contnuar fo que ya ert una tradcign de familia y feuando ef anciano, mostrindole el blanco cochel, distintive de su arte a iigico, Io instaba a sucederlo en sus précticas, respondia siempre con = No, yf haim, prefiero irme a vivir con los blancos. = Algsin dia tendrds pesar por habernos abandonado. Pero nada temfa Minkiol. Por ef contiario, a este anuncio pesimista, contestaba: {Fe acuerdas de aquella carreta que corfa sin caballos y que una vez se hos eruzé en el camino casi sin dejamnos tiempo para verla?” Yo quiero tener una carreta ast. -Te acuerdas de aguella pinagun de hierro que ‘avanaba sin remos ni velas, y tan grande que podta llevar mar adentro & toda una tribu? Yo quiero navegar en una piragua as. Te acwerdas de ‘aque! extranjero que mataba a los péjaros con un arpén de fuego que a todos nos dejé asustados? Pues un da, yi hain, yo quioro traerte de regalo muchas cosas asf 2 ~ Ante tu terguedad, yf Taal, nada puedo hacer, Por ti edad, ya eres duetio de tus actos. Vete: pero, al menos, parte mirdndonos para que no olvides el camino por el que has de volver a Oneisin. Y Minkiol partio, Durante cuatro o cited afios nada se supo de él. Ya era hombre cuando volvié a la tolderia, Nadie Jo huibiese reconocido, Palido, macilento, las fuerza’ lo habjan abandonado. Ya.no podfa huehar como lo hiciera en su nifez, ya no podia resistir las largas jommadas de caceria, ya no podia cargar sobre sus hombres el peso de un lefio que animara su fuego. Sus ojos brillaban, pero su brillo no era vivo y relampagueante como en tiempos pasados, sino Iinguido y lacrimoso; sus palabras eran sonoras y vvatoniles, pero las entrecortaba tna tos seca y persistente, A In tarde, ‘cuando el sol se ponfa, eta mayor su desénimo, y' por las noches Le acometfan y sacudian fiebres y delirios atroces. Por su caldeada imaginacién pasaban, en confuso desfile, agudos taifides de campanas, estridentes silbidos de sirenas, zumbidos de motoses, ¥ el deaprecio del ‘uno y el desdén de la otra, y Ia curiosidad de éste y la burla de aquél, La ciudad blanca, que en sus ilusiones habia visto rica y atrayente, se le aparecta, en estos instamtes, como una pesadilla de tormento y fracaso, En fos. primeros tiempos de Su enfermedad, todos se desvivian por atenderto. Para éI los cazadores se arriesgaban, las mujeres estaqueaban Jos cueros mis finos y los nifios recogfan los calafates mas jugosos y las ‘mis sabrosas martillas. Pero tiegé un dia en que todos comprendicron Ia inutilidsd de sus ‘euidaclos: la vida fafa de él y ya la muerte aleteaba impaciente alrededor de su echo. Entonces, segtin costumbres ancestrales que no podtan quebrantarse, se reunieron los principales de ta tribu, y ante la 13 imposibitidad de salvarlo, resolvieron dejarlo abandonado, Su targa ‘enfermedad podta traer maleficia sobre la gran familia; y, ademés, cpara qué tantos desvelos y cuidados si ta salvacién era imposible y atin podta evitarse el emibrujo? Todos destilaron diciéndole su adis; reavivéronle <1 fuego, pusioron a su eabeoera agta pura y came fresca, y se fueron ‘dejdndote solo, absotutamente solo, a fin de que Ia mucrte pudiese entrar Libremente en el desamparado kaawe La caravana se puso en marcha y caminé muchas horas, tratando de encontrar en Ta Ianura inhéspita un lugar donde establecer nuevamente 1a tolderfa ‘Dos sentimientos chocaban en el corazin de Osheltien: someterse a la costumbre despiadada de abandonar al incurable, costumbre que era cl ‘nds obligado a respetar, o volver al pie de la yacija donde agonizaba, on ‘espantosa soledad, of ser para el més querido. Los impulsos naturales pesaron mis que los preveptos de la tribu, y una noche, cuando todos orinfaa ¥ estuvo seguro de que nadie posiria descubrir su claudicacién, se fue en busca del hijo moribundo con el propésito de estar de vuelta sates de que rompiesen las primeras luces del alba Nada més doloroso que este encuentro. Cuando el anciano legs al enferno, compreadié que el fin,era inminente. Los ojos de Minkiol empezaban a penderse en la sombra final; sus manos tasiicidas se slargaban por los eaminos huesudos de los dedos; sus labios agrietados © entreabrfan en wna mueca de desengatio: por su frente resbalaban sg0tas de sudor helado, rocié de un amancoer que ya se abrfa hacia otro mundo, Fy + (Minkiott.. Al reconocer Ja voz, el hijo se reanima, mira honda y fijamente al anciano, ¥ con voz entrecortada te agradece: + Padre, yo sabia que habrias de volver, que tu no podias abandonarme asf = Yi taal, ;por qué te fuiste? ;Por qué no escuchaste mis consejos y Siplicas? Silos robles mis fuertes de nuesttos bosques fuesen ‘rasplantados lejos de nuestra tierra, dé miestra nieve y de muestro viento, se morirfan; si los péces de nuestros rios helados fuesen Hevados a los rates calientes, donde las aguas bullen noche y dia, Se moririan: si se Mevasen las forecillas de muestra praderas, que hosotros tanto amamos, para adonio de otros campos, ean siendo mis fértiles y cuidados, se moririan. 15 ‘Ya lo sé, pero es demasiado tarde; son lecciones que se aprenden ‘cuando ya no sitven para nada, El camino me lievG muy lejos, y ya no tengo tiempo de regresat. Muy lejos de nosotros y de ti mismo, Minkiol, {Ya no tengo tiempo de regar!... Pero por este remordimiento mio, ‘por esta comprensién de mi culpa, por esta penitencia de mi falta, padre, por fitvor, jsélvame! i¥o?... ‘TH que diste luz a los ojos de los ciegos para que viesen estas lejanfas que yo so. veré mas, ti que abriste los ofdos de los sordos para que escuchasen el rumor de las selvas y las olas, tH que moviste las piernas de los tullidos para que danzasen el baile de todas las fiestas; t@ que Menaste de palabras Ia boca de los mudos para que pudiesen proclamar la pena y el gozo; td que dirigiste la flecha a los cazadotes, y devolviste Ia fe a los enamorados, y contuviste el poder de los enemigos; tt que hiciste cesar las tormentas y anticipaste el sol de la primavera, yi haim, jsilvame! (Yo! ~ volvié a exclamar el padre. ‘Y por su mente desfilaron todos Jos embustes que habfan cimentado su fama, El sabia que las formulas indgicas eran palabras huecas, sin sentido; que los animales que expulsaba del cuerpo de los enfermos efan montones de phimas que Heyaba habilmente disimulados en 1a mano; que cuando detenfa las tormentas era porque antes habia observado el cambio de los vientos, Oshelten cra un pobre prestidigitador, y en esia hora trigica, frente a la ‘agonfa del bijo, el engafio no era ya posible y tenfa que confesar 1a 16 ‘gran mentira de su arte, Ia farsa de su vida. {Pero no seria mejor ‘mantener Ie ilusién de Minkiol, confirmarlo en la certeza de que su padre habfa sido un hombre superior, un ser excepcional, un mago ‘extraordinatio? Deciele la verdad seria dejar eae sobre su alma una mayor amargura, ZY si ain, a pesar de su declaraci6n, no le creyese ‘yatsibuyera su negatiya al deseo de abandonarlo.a su suerte? ‘Todas estas preguntas -machacaron velozmiente en el cerebro de shelton, y al fin se resolvi6, Era preciso mitiga la ieremediable agonta yy consolar los apremios filiales con una nueva farsa, Y paso a paso Teprodujo In comedia con que tantas veces habia abusado de Ia ingenuided de Ia wibu, pero ahora con uit acento tan marcado en los fensalmos, con una certeza tan firme en tos gestos, que Minkiol, ba reviviendo'a medida que se sucedian las escenas. Yel hijo san6. ‘Toda la tribu proclamé a Oshelten el os mejor hechicero dle Oneisin, y el johon, ‘que en varias ocasiones estuviera tentado a revelar Ia falsfa de sus poderes, pens6 que era mejor mantener en pie a leyenda, ¥ desde entonces volvi6 a sus précticas con fervor ‘redoblado, convencido de que muchas veces en a vida de Jos hombres se abre una sima profunda que solo puede Hlenarse con 1a imaginacién. Wy Kupen En una solitaria cabafia, a ofillas del lago Winteke, vive una anciana Hamada Kupen. Nadie seria capaz de adivinar su edad: lo mismo puede tener setenta que ochenta o cien afios. Su cara tiene textura de madera vieja; sus dedos sarmentosos casi no pueden maverse y sus piernas cencanijadas ya no dan am paso; pero el brillo de sus ojos negrosrefleja fa inteligencia que se conserva licida como en los firmes dis de madurez, ‘Kupen es pobre y no tiene nada que oftecer, pero regula generosamente

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