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La transici6n del feudalismo al capitalismo Reseiia ¢ historia del debate Dobb-Sweezy Daniel Duarte Introduccién En 1940, con ocasiin de un nuevo aniversario de le revoluci realizé una compilacién de trabajos publicados en la revista Labow que debatian en torno a la verdadera naturales de aquella revels da trescientos afios antes. Entre estos trabajos aparecié un importante - te de Maurice Dobb, economista-historiador de la esencla marzista britani quien sefialé que lo esencial era establecer cud] era el modo de produce que condicioné eu estallido, con el fin de entender el porqué de la rev del siglo xvi. E] término cominmente aceptado hasta entonces para caracterizar aque- Ila etapa histérica era “capitalismo mercantil”, cuyo andlisis mas destace- do habia sido desarrollado por el historiador belga Henri Pirenne. Dobb se incliné a resolver el problema calificando a la Inglaterra de los Tudor y los Estuardo como feudal, al tiempo que sefialaba que en el seno de esa sociedad los elementos que eventualmente caracterizarian la sociedad capitalista bur- guesa se hallaban ya en avanzado estado de desarrollo (Procacci, 1987: 190). Segan Pirenne (1978), con la expansién del islam durante el siglo vm se habfa cerrado el flujo comercial mediterraneo desarrollado durante el Imperio Romano. Se abrié asi un periodo de aislamiento europeo caracterizado por el despertar de un intercambio menor en el interior del continente, y una nueva ideologia, fomentada por la Iglesia, que condenaba el afan de lucro, es decir, el espiritu mercantil. La reapertura del Mediterraneo al comercio occidental se habria restablecido, segin Pirenne, durante el siglo x1, cuando, como producto de las incursiones armadas occidentales por la recuperacién de Tierra Santa, se reconquistaron islas cuya posesién garantizaba la supremacia en el mar. Por consiguiente, el declive y la posterior eliminacién de la sociedad feudal serian consecuencias del desarrollo del comercio y del capital mercantil. Dobb hard una critica a la posicién que el planteamiento de Pirenne supone. 1271 Escaneado con CamScanner Wn of wrwahios sabre of dosarrallo del capitatis . d 6 Mistoriadar RICAN CONENAHIE La ophatan IMperanto on tye, onal ta bargnesta y ol comer Nabtan desgastade las bas ie . ana ostation soetodad fondal, La partionlaridad de esto modo dene onenentira en 1 gio Dabs Nama las waciones de servidimioe wee : relacion seta! eapecttion ein ontemito central os la coereian eye a donde 1a explotaewn y la expropiacion del trabajo excode yolacioner poliGeas, de poder y fies diveetos, lox campesinos, El desmoronamiento de las Raste inverno, on la medi no podian cantoner las troy ote Se dan yy OEE los setore 08¥ los pr edad feudal seria producto on quo las relacianes de produc S productivas que so haban 0, ol elomenty dinaimico son las thersas elemento consorvador, las rolaciones do produccidn, Se necesitarinn de este panto, ama ecanamia de escala que la estrecher del munie mee impedia~ y la existoncia de trabaiadares emaneipados de las rela: sorvidumbre como fetares imprescindibles para ima produccion sobre una nueva base social, Won gu investigacion, Dobl disono la tosis que provos historiograificas mats famosos: hacia el siglo XIV el progresivo aumento de’. sumo do los seriares foudales Neve a que la presion soiorial sobre los sier act Rase aun punto limite, La respuesta campesina se expreso, principalmente. ol abandono de los eampos, devastando asi la economia foudall. A diforoness + aquellos historiadores que haeian hinenpie en la eireutacion moreantil. Dos privilegio el factor de la presidn senorial y Io asonts en el analisis de le su prop ‘ vidn fendales. ¢ desarroltagds 1 proddctivas WV RONO, Kn este cas ) Mediey nizad ria uno de los deb bates a conce cidn materialista de la historia, EL importante factor del descenso demorrate Ss earestias y los distintas brotes de peste bubonica a: como producto de | afectaron en forma casi continua a Europa durante el siglo xiv, reduc poblacisn en mis de un tereio, no era tenido en cuenta, ya que entre los sie XIV y XVI se da un hiato temporal necosario para que en el interior de una clas campesina pauperizada opore una cierta diferenciacién social, wna com cia que creard los elementos para el desarrollo de wna nueva clase capitals El debate planteado por Dobb es retomado por el economista estar dense Paul Sweezy (1987), Sweezy recupers las posturas anteriores a la tess de Dobb, afirmando que el modo de produccion feudal no podia analiears en los términos generales del esquema marxista, dado que en el feudalis” no existian mereancias sino valores de uso. Al no haber mercanctas, noe {fan elementos para acumular: no hay precios, no hay valor y, por lo { no existe el punto de partida para la légica de crecimiento capitabsts ¥ compulsion a la competencia que genera el capital, EL intereambio de vale de uso no permite Ia acumulacién y por eso Swoozy identities el foudalis Como un sistema esfatico. Para este autar, no existian elementos dent! Socedad foudal que fueran desarrollando muovas relaciones sociales ¥ 8! Pudieran minar las relaciones de produccisn foudales. Escaneado con CamScanner 1La transicion del feudalismo al capitalismo 29 El factor que privilegis Sweezy para sostener su hipétesis es el comer- cio mediterrdneo (retomando el esquema histérico tradicional formulado por Henri Pirenne, pero no bajo el esquema conservador y formal de “economia monetaria” versus “economia natural”) que, una vez reactivado, comenzé lue- go de cierto periodo a minar las bases de una sociedad muy estancada. Es decir que, en términos de Sweezy, la sociedad feudal se derrumbs por una intervencién externa, por medio del comercio 0 economia mercantil. Estas son las lineas fundamentales del debate que la historiografia conoce como el “debate Dobb-Sweezy”, una clasica controversia sobre la transicién del modo de produccién feudal al capitalista. A continuacién se examinan con més detalle los elementos de esta polémica. Como definir el feudalismo En su critica, Sweezy interpreté la definicién de feudalismo dada por Dobb como algo idéntico a lo que llamamos servidumbre, cuya caracteristica especi- fica seria la aplicacién de la fuerza (coercion extraeconémica) sobre el produc- tor directo. Para Dobb (1985), la particularidad de este modo de produccién se encontraba en las relaciones politicas, de poder y de fuerza, establecidas entre el sefior y los productores directos, los campesinos: Visto [...] como un sistema de relaciones socioecondmicas, es casi idéntico a lo que generalmente denominamos “servidumbre” |... Podemos decir que el rasgo diferencial de esta forma de explotacién es que la sancién que la respalda, aunque reforzada y perpetuada es, en cierto sentido, una “compulsién extraeconémica”. (466) Por su parte, Sweezy sostenia que la servidumbre en si no era un clemento especifico del feudalismo: una definicién tan amplia carecerfa, por lo tanto, de sentido. “Puede existir”, destaca Sweezy (“Critica”, en Hilton, 1987), “un cierto grado de servidumbre en sistemas claramente no feudales. Es més, considerada como relacién de produccién dominante, la servidumbre ha veni- do asociada en diferentes épocas y regiones a muy diversas formas de organi- zacion econémica” (44). ‘Aunque no estaba de acuerdo en caracterizar como servidumbre a este modo de produccién, Sweezy admitia que la servidumbre era la relacién pre- dominante en la Europa occidental durante ese periodo. Para él, de todas for- mas, el elemento distintivo que permite definir al sistema feudal es el objetivo de la produccién, Este punto de partida lo llevd a poner mayor énfasis en la esfera de la cireulacién y a definir, en consecuencia, al feudalismo como un sistema de produccién para el uso y no para el intercambio. Esta definicién de- jaba por fuera al comercio a larga distancia, que fue considerado por el autor como un elemento ajeno, externo al modo de produccién feudal. Escaneado con CamScanner 30 Cémo caracterizar 6] periodo comprendido por log sini, Vay, ‘Tanto Dobb como Sweezy coincidfan en que, mucho antes de gy y i ct eNcla Wr | uy el modo de produccién capitalista como poter cia real, ¢] modg the py i foudal se encontraba completamente en ruinas y ane, POF To tant, jt relaciones sociales no surgieron de modo i 0 de la extincign dey anterior. Se presenta entonees el problema de earacterizay 1, eeu) de In *transieién” que abarea el perfodo comprendido entre jo! Sigg xv. {Bs simplemente Ia decadeneia final del feudalismo 9 taqc otro en particular? Bn general, los historiadores ingleses eoncuerdan Is antesnn elas evlusionesburgueses, com el linite fin sosteniendo que hasta entones ese mode de produceién era a espacio gongrfco de I Buropa oriental. Los sighs vy fas histrieapartiewar sino un periodoespeciin del feudtiy zado por la aparicién y el desarrollo de relaciones capitalistas, aunque subordinadas al modo de produeein feudal. Sogn Dubb, dura tel se desarrll na diferencicin social en el interior del camper ae las rebetiones de este sector permitieron la liberacidn de In Mecanismne extraccion seriorial. La acumulacién de parte de ese excedente quedé a Party de entonces en manos de un sector minoritario del campesinay incentivay do asi la participacién de ese sector en el mercado, Por el contrario, Sweezy afirmé que durante esos si especifica, a la que llamé “produccién simple prevapit tun perfodo que no era ni feudal ni capitalista sino un h dos sistemas que chocan y luchan por i una relacién social predominante. en marcar g| tly aly Mate, iBlos existic una etape alista de mereancias: ibrido donde existiriar Dobb respondi6 que el fac cual es atin claramente feud: Problema de la caracterizac ‘tor que define la etapa es la clase dominante, al para los siglos xv y xv1. En efecto, para Dobbé ion de la etapa de transicién se resuclve explicat lominante durante el periodo, y critics a Sweezy por iquiera esta pregunta esencial, ; jrente a esta critica, la postura que se desprende de la caractorizait de la etapa hecha por Sweezy no ate fundamentada de forma contunles Pero sf es coherente con toda su argumentacién. Si no hay relaciones social ominantes, hay entonces una Pugna entre diversas clases por imponers Escaneado con CamScanner La trangicién del feudalismo al eapitalismo 31 {Por qué no hay otra posibilidad distinta a la mencionada por Dobb, ‘a saber, 14 de que en el perfodo que nos ocupa no hubiera una, sino varias clases dominantes, basadas en diferentes formas de propiedad y enzarzadas en una lucha més 0 menos constante por la prioridad, en ultimo término, por la supremacia? (Sweezy, “Contrarréplica’, en Hilton, 1987: 150) Dobb cuestion6, sin embargo, la existencia de una etapa histérica que no seria ni feudal ni capitalista. Si fuera una etapa intermedia entre el feudalis- mo y el capitalismo, la clase dominante seria una alianza entre una burgue- sia que min no invierte en la produccién -siguiendo el planteo de Sweezy, el Hamad “capitalismo mercantil’- y los sefiores. Pero esta posicién puede ser impugnada: por un lado porque esta alianza habria dado lugar a un Estado burgués y asf las revoluciones posteriores ca- recerian de sentido histérico. Por otro, porque la burguesfa comercial tiene un carécter inherentemente conservador, ya que su I6gica de reproduccién en tanto capital comercial esta inscripta y depende de la propia dinamica del feu- dalismo. Por lo tanto, la clase dominante era feudal, y por esto Dobb caracteri- za como feudal a todo el periodo, hasta tanto no se desarrollen plenamente las relaciones sociales capitalistas como para producir un salto cualitativo cuyos maximos exponentes son las revoluciones burguesas de los siglos xvi y XVIII. {Cémo y por qué se desintegra el viejo orden? Al definir el modo de produccién feudal como algo virtualmente similar alo que calificamos como servidumbre, Dobb afirmaba que el punto central desestabilizador habia sido el abandono masivo de los siervos, quienes hu- yeron a las ciudades como producto del aumento de las presiones seforiales. Bste abandono masivo habria sido, asi, la base del desgaste del antiguo modo de produccién. Pero Sweezy replicé diciendo que los productores directos no abandonarian porque sf y con tanta facilidad sus lugares de existencia. Tal como vimos, en tanto que la sociedad feudal era para Sweezy basicamente estitica, el factor que carcomié la base del feudalismo no podfa ser interno sino externo. Un nuevo eje del debate se presenté aqui como un punto central. Si la transformacién fue producto (centralmente) de factores externos asociados al comercio, habria sido la demanda de esos bienes la que llev6 al desarrollo de una sociedad de produccién para el intercambio. Si, en cambio, fue producto de una diferenciacién social interna, el vuelco a la produccién se habria pro- ducido mediante la progresiva expropiacién de los medios de produccién del sector desfavorecido, dando lugar a la aparicién masiva de una nueva mer- cancia, la fuerza de trabajo, lo que foments el trabajo asalariado y en segundo término la demanda de bienes. Escaneado con CamScanner 32 Danie, Duar, Para Dobb, en resumen, el derrumbe del feudalismo se sobreexplotacién de los siervos, que abandonaron las tierras ereciente explotacidn se debié al aumento demografico de los componian a las clases sefioriales y especialmente a la presién sobre los productores ante la elevacién de sus gastos suntuari vagancia. Dobb (1985) criticaba a Sweezy porque “ignora (al meny, i i i one Parc mente) la influencia de los conflictos y contradicciones internas en qv de produccién feudal, como, por ejemplo, las luchas y revueltas campo que, bajo distintas formas, fueron virtualmente endémicas en los sigige su decadencia” (469). La mejora en la situacion de cierto campesinade ns conmutacién de la renta (resultado de la resistencia y las rebeliones fag n® Dobb, un episodio central en el proceso de desarrollo de la industria net a domicilio. Fue la mejora en la situacién de cierto grupo de productore. los que él da el nombre de hulaks- lo que aceler6 el proceso de diferenciais: social preparando el terreno para las préximas relaciones burguesas. En sie propias palabras, “un factor fundamental en la decadencia del feudalisms en Europa occidental, y particularmente en Inglaterra, exponente de la er sis de la economfa feudal en los siglos xiv y xv, fue la lucha de los pequenas productores para liberarse de las servidumbres de la explotacién feudal |. Estas tendencias fueron ayudadas y ayudaron, a su vez, a la ampliacion del comercio y de la producciGn para el mercado. Pero en la medida en la cual la desintegracién del antiguo orden continué, y el modo de produccién en peque. fia escala se vio libre de las servidumbres feudales y de la explotacién feudal, él proceso de diferenciacién dentro de dicho modo de produceién se aceleré, y fue precisamente este proceso de diferenciacicn social [...] el que dio lugar al nacimiento de las relaciones burguesas de produccién” (474-475), Para Sweezy, en cambio, el feudalismo era un sistema con un fuerte earic- ter conservador. Aunque la competencia intersefiorial era un elemento impor- tante, la dependencia econdmica y politica de los vasallos para con los sefiores acentuada por la busqueda de proteccidn ante estas guerras por la tierra y los hombres entre los sefiores, Ilev6 a la consolidacién de las relaciones feudales yno a su transformacién. Como ya se sefial6, si la dindmica de competencia y expansién no produjo un cambio, éste debié venir desde afuera del sistema. El elemento disruptivo externo fue, para Sweezy, el comercio de larga distancia: ers miramos hacia el exterior del sistema feudal encontramos una muy Produjo por | ¥ huyeron. 2 miembros 9.” que iercieron 108 y sy extra ‘buena razén que justifica el crecimiento de la extravagancia entre la clase feu dal dominante: la répida expansion del comercio a partir del siglo x1 puso a sU E kanes una cantidad y una variedad cada vez creciente de bienes” (474-479) durant, oon de cambio, el comercio de larga distancia, en expansion Pa los siglos xv y x, resulté en la constitucién de ciudades que sco" de eepetishisecign y ac en centros de produccién de mercancfas con Lael I ependiagenas ¥ de divisién del trabajo nuevas, cuyo aprovisionamicn? ductos. De esta a a las cuales ademas abastecfa con sus ua comercio a larga distancia pudo actuar a modo de Escaneado con CamScanner La transicién del feudalismo al capitalismo P fuerza engendradora de un sistema de produccién para el intercambio, frente al viejo sistema de produccién de bienes para el use. La constitucién de las ciudades a partir del comercio de Jarga distancia como elemento de desagregacién del sistema feudal se puede comprender, se- gun Sweezy, si se examinan cuatro factores clav: 1) Las ciudades muestran una eficacia productiva superior 2) Estimulan un cambio en la actitud de los productores que, mediante una “transformacién psicolgica”, busean acumular riquezas como un fin en si mismo; transformacién psicolégica que se extiende a todos los que estén en contacto con los nuevos productores 3) La excesiva pomposidad de la clase feudal dominante y su crecien- te necesidad de ingresos se tornan criticamente incompatibles con el modo de produccién naciente de las ciudades. 4) La constitucién de estos centros urbanos es, para Sweezy, la causa principal del abandono de las tierras, por las oportunidades que pre- sentan a los siervos. Ante este andlisis, el historiador japonés Kohachiro Takahashi critics acertadamente a Sweezy, ya no por su abandono de la dialéctica como forma de entender la evolucién de la sociedad sino porque incluso dentro de su pro- pia l6gica se planteaban inconsistencias muy importantes. Sweezy sostuvo, respondiendo a Takahashi y basdndose en las tesis de Pirenne, que el origen del sistema feudal esta en el aislamiento causado por la expansi6n arabe iniciada en el siglo vu, y que la forma en que se desarrollé ese sistema debe ser entendida a partir del restablecimiento de las relaciones comerciales desplegadas al margen del feudalismo: Fuerzas histéricas que son externas con respecto a un determinado conjunto de relaciones sociales son internas en relacién a otro conjunto més amplio de tales relaciones. Y as{ sucedié en el caso del feudalis- mo europeo occidental. La expansién del comercio, con el consiguiente crecimiento de ciudades y mercados, era algo externo al modo de pro- duccién feudal, pero tan interno como pudiera llegar a serlo con res. pecto al conjunto de toda la economia europeo-mediterranea. (Sweezy, “Contrarréplica”, en Hilton, 1987: 146) La diferente interpretacién de un parrafo de El capital ocupé aqui un Ingar central. Segtin Marx (1994, 1), “el trénsito del régimen feudal de produccién se opera de un doble modo, El productor se convierte en comerciante y el capi: talista por oposicién a la economia natural agricola y al artesanado gremial- mente vinculado de la industria urbana de la Edad Media. Este es cl camino realmente revolucionario. O bien el comerciante se apodera directamente de la Produccién. Y por mucho que este tiltimo camino influya histéricamente como Escaneado con CamScanner (ransito como oeurne, por ejemplo, con el elothier inglés del » coloea bajo att control a los Lejedores, a posar de s¢ independicntes, jo. la Tana y low compra el pato~ no contribuye de por a revolucionar el sy réygimon do produceion vino que, lejox de ello, 1o conse Mato parrafo, citado reiteradamente pay post vy lo Mantiene” ; augumentar las mas disin Linas, auncité in oxtonso debate kobre ln “verdadera via revolues vdel mismo, es fundamental jiMonton hintoricos que sostionen las diversas explicaciones Dobb afirmo que la vin que rovoluciona Jas relaciones soc ra, de produ onary Man alla do la intorpretacion oxogcti ary les es | 1 eapitalista, y por exo el elemento clave de la trans to difovoncincion social eampesina y la industria rural a domicili. Ey es, do ta seyunda via, afirmaba que es improbable que una clase de mereaje que roalice una actividad intermediaria entre productor y consumidor by prin, clin fy, tisquc convertirse en una clase dominante en sentido radical, ya que sus fortun., tondordn a lizarse al modo do produecién existente, sintiéndose induc, prosorvarlo y no a transformarlo, Sweozy, por su parte, luego de sostener en vari articulos la segunda yj, como dotorminanto, Hog finalmente, atacado desde diversos flancos, derar posiblo, aunque no tiniea, la primera via hacia el eapitalismo, ‘Takahashi asumié como propia In postura de Dobb en todos los aspects roxoiiados, pero aclarando que ln industria rural a domicilio -que Dob cia con Ia primera via~ es en realidad obra de comerciantes de las ciuthale por lo cual doberta ser entendida como parte de la segunda via al eapit: Pero on realidad no so constituy6 en una forma de transieidn, y ista mercantil entregaba materins primas al producto 6 producto, controlando desde fuera el proceso de produecién, sin poder pr esta vin modificar las condiciones de produccién para revolucionarl mia continua, como es la necesidad del capital en su desarrollo, Dobb respondié que consideraba al sistema de trabajo domiciliario en al saunas de sus versiones como primera via y en otras como segunda, ya que la industria rural a domicilio no es una forma econémica homogénea sino mis bien un término genérico aplicado a un fenémeno complejo que abarea varios tipos distintos de produccién, Cuando el dueio del telar ya no es el campes no, estamos frente a un sistema Verlag (de produceién “a la orden”) que sigu al Kauf-system, en el cual el comerciante compra el producto terminado campesino dueio del telar. Con el Verlag-system estamos en los inicios de un! relacién social capitalista, ya que el campesino, por medio del proceso de pobrecimiento y de endeudamiento, ha perdido los medios de produccian ys ve obligado a vender ahora su fuerza de trabajo (“Nuevo comentario", Dob? 1987: 140). Contribuyendo al debate, el italiano Giuliano Procacci aporté a las dive’ Bencias entre Dobb y Sweezy que la valorizacién del papel dle las poate empresas en Jos origenes del capitalismo jug6 un rol fundamental en el ceso transicional., aconsi Aso listo a que el capitg individual y retirabs Jas en for Escaneado con CamScanner La tvansicion del foudalismo al eapitaliomo, Para Sweezy, éstas no tuvieron papel alguno: el origen de la produccién industrial capitalista debe buscarse en grandes empresas de “manufactura combinada”, La diferencia en la forma del proceso productivo es para él la cla- ve que diferencia estas grandes empresas de las rurales: en las primeras pode- mos ver el camino al capitalismo, Para Dobb, sin embargo, la industria rural ‘a domicilio -la pequei'a empresa, como la lama Procacci~ es el camino de la transformacién de las relaciones sociales por las razones antes mencionadas. La diferencia no radica en la forma del proceso sino en la clase y el interés ‘econdmiico que las impulse; ésta es la diferencia central entre la primera y la gunda via, segtin Dob. ‘Tanto Dobb como Sweezy, a pesar de las diferentes explicaciones que cons- truyen, concuerdan en que la desaparicién del modo de produccién feudal se da como producto de su decadencia y descomposicién. Ninguno plantea el hecho de que el modo de produccién feudal haya Iegado a su pleno desarrollo y, por esto mismo, haya desplegado al maximo sus contradicciones. Asi, el ‘sistema entré en una de sus crisis con la diferencia de que, para este momen- to, el desarrollo contradictorio de los elementos constitutivos del feudalismo habia resultado en un nuevo tipo de relaciones sociales que avanzaba en su seno, las relaciones capitalistas, producto de la convergencia de diversos fac- tores inherentes al feudalismo, como la tendencia a la centralizaci6n estatal, la diferenciacién social intracampesina y el consecuente empobrecimiento campesino, producto también del avance de los sefiores sobre las tierras y los derechos comunales. Sobre el debate Es importante ubicar el debate en el contexto en el que tuvo lugar. Las discusiones atravesaron centralmente la década de 1950, Estudios sobre el de- sarrollo del capitalismo de Maurice Dobb fue publicado en 1946, pero las res- puestas que iniciarfan el debate surgieron recién en los primeros afios de la década siguiente. “Comentario critico”, la primera respuesta de Paul Sweezy, aparece en la revista marxista Monthly Review en 1950; la “Respuesta” de Dobb, a fines del mismo aio. En 1952 Kohachiro Takahashi se involucré con su “Contribucién al debate” y dos nuevos textos —“Nuevo comentario” de Dobb y “Contrarréplica” de Sweezy- se editaron el aiio siguiente. Ambos autores se habfan formado en el marxismo en un cuadro histérico complejo. Las posiciones politicas que tomaron se reflejan en el debate y estiin cruzadas por un mundo donde la guerra se presentaba como la expresién mas violenta de la fase superior y terminal del modo de produccién capitalista, cuyo resultado inmediato era la divisién del mundo en dos bloques. Por un lado un capitalismo en estado critico, decadente, que, con la Segunda Guerra Mundial, parecia haber legado al limite en la posibilidad de su desarrollo, Por otro, “un Estado obrero estropeado”, segtin la expresion de Leén Trotsky (1972: 6). Escaneado con CamScanner Daniel Dune Bl debate de marras, entonees, corresponde a un periodo de suey derrotas del movimiento obrero, un eontexto en el eual Ia prodtcin en de los intelectuales que se reivindieaban marxistas tendié a adguiriy east risticas mas abstractas y ajenas al propio movimiento del proletariadg, Antes de 1920, las revoltciones rusa y alemana habian mostrad Portante vinculacion de los intelectuales ala clase obrera, a tal punta yrs tiempos de la n internacional, Luxemburgo y Kautsky, por igual, se hay burlado de los Kathedersozialisten los socialistas de edtedra», que ensenat en las universidades, sin ningun compromiso de partido” (Anderson, ges 64), Sin embargo, el stalinismo y el nazismo fueron factores clave pars in’ dar a toda una vanguardia que vineulaba a la clase obrera con una direet politica revalucionaria. Los Juicios de Mose, Ia logada al poder de Ben Mussolini en Italia, Adolf Hitler en Alemania, Francisco Franco en Espo’ la Segunda Guerra y las purgas stalinistas' terminaron de desvincular ah clase obrera del materialismo histérico. Jean-Paul Sartre firm, ans 4. pués, que entre 1924 a 1968 “el marxismo no se detuvo’; Perry Anderson, por su parte, consideré que “avanzé mediante un interminable rodeo lo de toda préctica politica revolucionaria. Este divorcio estuvo determinady por toda la época histérica [..] También fue, inseparablemente, un resultan de la stalinizacién de los partidos comunistas, herederos formalmente de revolucién de octubre, lo cual hizo imposible una genuina labor teérica dent de Ia politica aun en ausencia de todo levantamiento revolucionario, lo ques su vez, contribuy6 a impedirlo, Asi, la caracteristica del marxismo cecidenis en su conjunto es que se trata de un producto de la derrota. Bl fracaso des revolucién socialista fuera de Rusia, causa y consecuencia de su corrupis dentro de Rusia, es el trasfondo comin a toda la tradicién tedrica de eae periodo” (56-57). Ese divorcio entre la teoria marxista y la préctica revolucionaria, com producto del fracaso de la revolucion proletaria internacional y la burocratiza cién de los partidos comunistas del mundo bajo el control directo del Kremlin imposibilit a los intelectuales afiliados al marxismo realizar una eriticad recta al régimen stalinista, refugiéndose en universidades y permanecienih alejados de la practica politica concreta (Anderson, 1979: 65). si; lo una in Nadie escapa a su tiempo Con la creciente escisién entre la teoria y la practica, producto de una de rrota sin parangén de la clase obrera —centralmente en la década de 1930-: ; movimiento comunista dirigido por la burocracia de Moscti se irguié com" heredero de los revolucionarios de 1917. 4 Riexti 1. Sobre Ia profundidad contrarrevolucionaria de las purgas stalinistas véase Pablo “Genocidio y trabajo esclavo en la uRss stalinista’, en este volumen. ' Escaneado con CamScanner La transicién del feudalismo al capitalismo ” Los criticos y los revisionistas de la “salida revolucionaria” se aferraron al proceso de burocratizacién para caracterizar que toda revolucién obrera podia resultar sdlo en una dictadura infame y que el socialismo tantas veces pregonado no podia ser mas que una “utopia irrealizable”. Mientras mas se afianzaba entre los intelectuales este concepto de utopia, mas se silenciaban, entre quienes se oponian a éste, los crimenes del stalinismo. Los partidos comunistas occidentales siguieron la direccién del Kremlin y, aunque muchos intelectuales nunca aceptaron la direccién stalinista, tampoco la combatieron activamente. Maurice Dobb, desde 1924 hasta su muerte en 1976, fue uno mas de los tantos intelectuales afiliados al Partido Comunista britanico. Paul Sweezy, por su parte, milité como compaiiero de ruta del Partido Comunista de la Unién Soviética (pcus) en Estados Unidos. Rechazé la ortodoxia intelectual stalinista aunque, desde su revista Monthly Review, realizé un apoyo rela- tivamente acritico a la Unién Soviética stalinista y acepté la concepcién del socialismo como la de un Estado planificado impuesto desde arriba (Gasper, 2004). Perseguido en la década de 1950 durante la “caza de brujas” abierta en su pais contra el comunismo, debié comparecer, por pedido del senador Joseph McCarthy, frente al attorney general, pero se negé a responder a las acusacio- nes, Se libr6 de prisin gracias al pago de una fianza y fue amenazado con ir ala corte. Finalmente fue sobreseido en 1957. Los intelectuales organicos a los partidos comunistas occidentales comen- zaron a debatir cuestiones subsidiarias para no entrar de Ileno en la critica de sus propios partidos, ni atacar fuertemente a la direccién stalinista para no ser censurados. Se mantuvieron en silencio aceptando la direccién del rcus frente a los argumentos de la lucha frente al fascismo primero, y la coexisten- cia pacifica después. Los cuidados que Maurice Dobb ponia a su discurso como militante del Partido Comunista inglés lo obligaron a evitar un aporte importante para el debate. Fue Paul Sweezy quien lo hizo explicito cuando antes de iniciar su critica planteé que ellos debatian sobre la transicién del feudalismo al capitalismo porque lo que realmente les preocupaba era la transicién vigente, actual, del capitalismo al socialismo. Tras este debate histérico concreto se desarrollaban tensiones més profundas, acerca de la concepcién sobre qué es el capitalismo y cémo funciona, para poder determinar cémo debe actuarse politicamente para su superacién. La diferencia en el énfasis en la esfera de la circulacién o de la produccién, que sostuvieron Sweezy y Dobb respectivamente, no sélo los enfrenté histo- tiogrdficamente sino que de ahi se derivaban diferentes caracterizaciones del capitalismo. Nos parece éste un punto central ya que instala el problema del conocimiento y su sentido. Asi, el debate de la transicién es un debate sobre el qué hacer, es un enfrentamiento de distintas maneras de explicar el cambio social y de concebir el mundo social que llevan a formas contrapuestas de actuar en la practica, a politicas enfrentadas en un sentido no retérico Escaneado con CamScanner 38 Daniel Dung, La desvinculacién de la teoria con la practica revolucionaria, y la rec de los teéricos en las universidades lejos de la vida del proletariado, os jy." en ultima instancia imposibilité a ambos autores comprender la profandies lad contrarrevolucionaria que significé el stalinismo. Esta puede ser otra ensefianza del debate sobre la transicién, Referencias bibliograficas “Anpenson, Perry (1979), Consideraciones sobre el marxismo occidental, Madrid, Spi, Veintiuno. Maurice (1985), Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, México, Siply Doss, Veintiuno. _ (1987), “Respuesta” (1950) y “Nuevo comentario” (1953), en Rodney Hilton (ed), ob cit. Gasren, Phil (2004), “Radical Economist’, International Socialist Review, 35, mayo junio. Hu.ros, Rodney (ed.) (1987), La tronsicién det feudalismo al capitalismo, Barcelona, Critica. Marx, Karl (1994), El capital, México, Siglo Veintiuno, vol. 11. Pirexxe, Henri (1978), Historia econémica y social de la Edad Media, México, Fondo de Cultura Econémica. Procacct, Giuliano (1987), “Perspectiva sobre el debate”, en Rodney Hilton (ed), ob cit. ‘Swerzy, Pav (1987), “Critica” (1950) y “Contrarréplica” (1953), en Rodney Hilton (ed) ob. cit. 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