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Banca Comercial II
Banca Comercial II
Banca Comercial
Banca Comercial
Facilitador: Participantes
Los productos bancarios son una parte fundamental del sistema financiero, y su
importancia no puede ser subestimada. Desde la cuenta de ahorros más básica hasta
los productos más complejos de inversión, los productos bancarios son una
herramienta esencial para ayudar a las personas a gestionar su dinero y alcanzar sus
objetivos financieros.
Podemos definir los servicios bancarios como aquellos que un banco o entidad
pone a disposición de sus potenciales clientes. La oferta de productos y servicios
bancarios que se pueden contratar con una entidad bancaria es amplia y merece un
estudio en profundidad para conocer cuáles son los derechos que le asisten como
cliente de estos servicios, cuáles son las principales características de cada uno y a
quién y cómo debemos reclamar si nos encontramos con algún problema.
Cuenta de pago
Servicios de pago
Los servicios de pago incluyen las operaciones más comunes que los
consumidores solemos realizar con las entidades bancarias, entre las que se incluyen
ingresos y retiradas de dinero, transferencias y pagos con tarjetas, el envío de dinero,
los servicios de iniciación de pagos y los servicios de información de cuenta.
Tarjetas bancarias
-Tarjetas de fidelización. Son aquellas que también están asociadas a una empresa
en concreto (aerolíneas, tiendas de ropa), y que ofrecen puntos u otros incentivos para
acumular y después gastar con ellos.
Reclamaciones
En materia de servicios bancarios, el procedimiento que se debe seguir es diferente
del que rige para las reclamaciones generales de consumo. El
consumidor puede reclamar al defensor del cliente u órgano equivalente de la entidad
financiera.
3-Inversiones Crediticias:
4- Análisis de riesgo
Como se calcula: A la hora de calcular el riesgo, si hemos optado por hacer el análisis
cuantitativo, calcularemos multiplicando los factores probabilidad e
impacto: RIESGO = PROBABILIDAD x IMPACTO.
Considera los riesgos que amenazan tu proyecto: Haz una lluvia de ideas con las
personas que estarán involucradas en el proyecto que estás por emprender, y
enumera los riesgos que comúnmente se presentan. Empieza desde lo más simple
hasta lo más complicado, por ejemplo: El proveedor principal no tiene la materia
prima suficiente.
Categoriza los riesgos: Una vez que tengas la primera lista, divide los riesgos.
Puedes clasificarlos con base en la etapa del proyecto, el responsable de cada
tarea u otros parámetros como si se trata de una amenaza interna o externa. Cada
análisis requerirá que utilices distintas categorías, ya que involucra diferentes
actividades y diversos inconvenientes. No te sorprendas si descubres que las
clasificaciones cambian constantemente. De acuerdo con la lista anterior, la
categorización de riesgos sería la siguiente:
Califica cada riesgo: Aquí debes darle un valor a cada riesgo de impacto (con una
escala de 1 al 4 o más si consideras que es necesario) y también establecer el
porcentaje de probabilidad de ocurrencia de cada riesgo. Por eso es importante
que el análisis no lo realices en solitario, sino que consultes a las personas que
más saben al respecto. Para el ejemplo utilizado, se indica el impacto (bajo, medio
o alto) que tiene en el desarrollo del proyecto para que avance de la mejor
manera. Luego de mencionar el porcentaje de probabilidad de que suceda, lo
calificas del 1 al 4, según su nivel de importancia.
Piensa en una respuesta o solución para los riesgos: Un plan B o una respuesta no
tiene que ser perfecta sino realista. Según el momento en que se presenta cada
problema, podrás reaccionar con rapidez o destinar los recursos disponibles en esa
etapa. Aquí también es importante que identifiques el elemento clave que ayudará
a que las soluciones se pongan en marcha.
Calcula de nuevo los riesgos: Con el paso anterior podrás hacer un nuevo cálculo
de tus riesgos. A partir de este, ya tendrás una visión más realista sobre las
amenazas y el impacto que pueden tener en tu proyecto.
Crédito de Consumo: Este es un tipo de crédito que está diseñado para financiar la
adquisición de bienes de consumo y que puedas suplir diferentes necesidades:
cubrir algunos gastos imprevistos, financiar parte de tus estudios, invertir en
bienes y servicios, realizar un viaje, entre otros. El crédito de consumo es uno de
los más populares entre las personas naturales.´
Crédito Personal: Aquí aparece la figura del codeudor. En este tipo de crédito,
además de la persona que solicita el préstamo, otra persona o entidad garantizará
el pago de la obligación. A esta persona se le conoce como codeudor.
6- Arrendamiento financiero: