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SIGNO SONORO & SIGNO Musicat “ (Un esbozo de psicologia fenomenolégica) Mario Guerreiro Cee ice tt roncricaargonie Dae tarred races i ~ Filésofor *Si un Arbol cae en un bosque distante y no hay nadie para ofr el muido producido, podemos decir que el sonido std presente? — Cientifica: “Evidentemente que sf. El so- rida consiste en ciertos fenomenos fis cos, que pueden producirse, est alguien cerca para oirlos, 0 no. El sonido es un del portugués: Maria Adelaida Jaramillo G. movimiento organizado de moléculas, ‘que tienen orfgen en un cuerpo que vie bra, tal como eb aire, el agua, la piedra, etc — tet aaan roe Cigtacenee ae te jets Sa Pe fren a Ya sabemos que algunos de nuestros lecto: res deben haber tomado partido con el fl6- sofo, ala vez que otros deben haber concor- dado con el clentfico. Ello presupone, que ambos estén hablando del mismo fendme. no, y que se dé un auténtico ditogo. Pero si leemos atentamente este pérrafo, percibire- (1) Tomado de la Revista "Ciencias Humanas', volumen 1, No, 2, editada en julio de 1977, por la Uni- versidad Gama Filho, de Rio de janeiro, Brasil * Doctor en Filosofia, del Instituto de Filosollay Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Ha sido docente de Linguistica y estéica musical, entre otras asignaturas. 77 ‘mos que ambos tienen razén, a pesar de la aparente diferencia, Cada cual se esté tendo a un fenémeno diferente. El clentfico, se est refiriendo a un fenéme- fo fisico, situado en el mundo externo, al paso que el fldsofo, se esta refiiendo aun fenomeno psicologico situado en el mundo interno. El cientifico llama sonido, algo que realmente no depende de una percepién auditiva para ser constatado, El fildsoto Hla ma sonido af efecto producido, en una ‘consciencia, por este mismo fenémeno fist- En otras palabras, el término sonido es am- biguo, pudiendo ‘signficar tanto una causa ‘ondas sonoras), como un efecto (percep- i6n auditiva). Qué extrafta ambiguedad se- ‘mantica es ésta, que permite la identifica- von de una causa con un efecto! pero de- tis de esta ambiguedad, hay una clerta me- taffsica ingenua, el sentido comén, que en- raha ciertos peligros. ecu por ejemplo que la acustica os la ra ‘ma de la fisica que estudia los sonidos, pa- rece ser algo tan anacrénico, como retroce- der en el tiempo a las teorias precientificas sobre el fuego. La actistica- ciencia que se cconstituy6 a partir de ciertos hechos., se in- teresa por las ondas mecdnicas longitudina. les Esto que Hamamos el sonido. es una percepcién efectuada por nuestros drganos auditivos cuando entran en contacto con tna cverta faja de estas ondas.. 1 vamos al campo de la fistologia de la au- dicion, notaremos que estas ondas son con- vertidas -en el odo interno- en ondas eléc- tricas, Estas. a su vez estimulan el nervio auditivo que emite impulsos eléetricos a una rierta area del cerebro, y es solamente aht que ocurre una percepcién, Io que llama. ‘mos sonido, Pero debemos insists nuevamente: Debe- ‘mos llamar sonido, al resultado final de un Complejo proceso de wansformactones, una sintexie que se diferencia totalmente de Ta Causa inilal que desencaden6 el proceso 78 No debemos confundir el efecto con la cau- sal HIPOTESIS DEL UNIVERSO SILENCIOSO Hagamos un esfuerzo de abstraccion Desde un punto de vista extrictamente acts tico, no hay nada que nos haga suponer la existencia de sonidos en el mundo externo, No estamos negando la existencia de ondas mecénicas que se wransmiten a través de ‘cualquier medio (aire, agua, metales, etc), pero no debemos confundimos. con este ‘nombre de sonoras, porque son ellas las que producen el sonido. Ellas slo lo hacen ‘cuando -entrando en contacto con los érga- nos de la audiciOn- producen un fenomeno sintético, Y si el sonido es un fendmeno sintético, un fendmeno que emerge en el interior del ce rabro, como podemos suponer la existencia de éste en el mundo exterior’ Hagamos un fesfverzo_ aun mayor e intentemos. darnos ‘cuenta de que estamos queriendo situar en fel mundo exterior una cualidad percibida! Seria esto posible? Intentemos desvinculanos de nuestra pet Ccepcion, intentemos evalua la distancia que existe entre un cierto orden de fenomenos fisicos y todo un proceso de transferencia de ‘energia que acaba resultando en alguna co sa que nuestros ofdos perciben. Ast, la dis tancia que existe entre estos fenomenos fis 0 y el sonido, es la misma que podrtamos concebir, entre Ia harina de trigo y el pan Por el hecho de que el pan sea el resultado de una masa de harina de trigo llevada al hhorno, nadie lo identificara como harina! Siendo ast, podemos estar perfectamente de acuerdo con un pensamiento cientfice v su poner fa hipstesis de un universo completa "mente silencioso. Talver. esta hipotesis pue da parecer enteramente descabellada, Peco snsemos bien. Mas absurdo serfa suponer la existencia de sonidos en el mundo exter Pasemos al fenémeno de los colores. Qué @s el color? La ffsica nos dice que existen ciertas ondas. elect icas. Nuestros ojos son sensibles, a una cierta faja de estas ‘ondas, situada en los limites del infrarrojo y cl utravioleta. Cuando entramos en contac {0 con ciertas radiaciones situadas en estos limites, imos entonces, los colores. ero el fenémeno color es otro fenémeno sintético, exactamente como el sonido. No debemos suponer que estas ondas dei es- pectro son rojas o azules, amarillas o ver- des. Las ondas electromagnéticas no tienen color. Ellas producen el color, al entrar en ‘contacto con nuestra percepcidn visual. Est esbien diferente. Salgamos ahora por fa calle, y oigamos los sonidos de los pitos de los carros, de las mé- quinas, de las melodias que circulan en el aire, etc. Hagamos un esfuerzo para conce- bir que esto que estamos percibiendo, no se identifica con aquello que pasa afvera. El sonido esta dentro de nosotros. El sonido s6- lo pasa a existir dentro de nosotros. Allé ‘fuera estan las fuentes fisicas (no debemnos llamarlas fuentes sonoras, porque en sf mis- mas no suenan Para todos los efectos, allé afuera existen ‘ondas mecénicas que viajan a tavés de la atmésfera, y son convertidas en impulsos eléctricos en el oido intemo y emergen co- ‘mo sonidos en nuestro mundo interno. En el ‘mundo exterior existe siempre un profundo silencio. Es dentro de nosotros, que nace es- teuniveiso maravilloso que es la sonoridad. ‘A partir de este esfuerzo de abstraccién, es- ‘amos capacitados para comprender los ver- sos de un gran poeta: “Nuestros ofdos atentos crean momentos, dentro de nuestro ser de etemo ssilencio* (William Wordsworth). LAS BASES DE LA ACUSTICA, La formacion de una ciencia acéstica, tiene tuna larga historia. No pretendemos seguirla, Rodemas esablecer quel gran paso fut por Jean Baptiste Fourier que, en 1601, estaba invesigando a manera por Ia ‘cual e! calor fluye a través de un objeto. Co- mo vernos, este cientfico ni siquiera estaba interesado’en los estudios sobre el sonido. Por medio de un riguroso anlisis mater 0, -el andlisis de Fourier, como es conoci- do hoy., se redujo cualquier serie de ondas, por mis complejas que fuesen, a una serie de simples ondas de seno. La suma de las ondas de seno es igual a la compleja onda original, {as constantes mateméticas y una serie de fendmenos fisicos, cuyo resultado fue el punto de partida para fa formacién de una Ciencia acistica. Sin esto no serfa posible, entre otras cosas, un andlisis de fos armoni- 0s. De Fourier para ad, esa ciencia seni quecié ampliamente, pero los presupuestos pistemlogicos permanecieronbisicamen: te iguales: Una asociacion de una formula matematica a un esquematismo visual. Los instrumertos utilizados en este campo, sea Para medir frecuencias fiscas o detibeles, dispensan_ completamente. la experiencia auditiva. Poderos asegurar no sin iron, fe un individu mente sordo po- fa realizar descubrimientos brillant en el ‘campo de la actstica, ya que en ningun mo- memo tendra fa necesidad de utilizar 8s oldos. Talvés un clego encontrase dificultad por- ‘que no podria leer las indicaciones de un ‘osciloscopio. Pero un sordo no tendria el menor problema, toda vez que los instru- inenosesartanpresatando grficos visu les semejantes al grafico estadistico de una poblacion, Esta es la mayor prueba de que la perce clon audtva, en nada contibuye para fa elaboracién de una ciencia acsica, ¥ de- bemos continuar insisiendo en esta impre- cision de decir que la acistica estudia los sonidos? Sera mas exacto decir que ella nos 79 permite comprender determinados fenéme- fos fisicos (ondas mecénicas) y que estos fe- ndmenos causan (después de una transfe- rencia de energia y de un complejo trayec- to}, el surgimiento de cierto tipo de percep- cidn: Los sonidos. LAS BASES DE LA FISIOLOGIA AUDITIVA La fisiologta de la audicion, en su formula- ci6n cientifica modema, tiene su momento importante en las investigaciones de Hem- holtz(1821-1894), fisico,fisiblogo, psicolo- fi ose alendn. Sinvidnose de cenoe 108 que ya habjan sido elaborados por 1a acts, [a fsiologta puede realizar un estudio. cientico del fendmeno,auditivo. Pero debertamos decir que la fisiologfa estu- dia el sonido? No, pues su campo de inves- tigacion acaba justamente donde el sonido comienza. La fisiologfa nos explica el com- plejo mecanismo, que despues de una ta. Yyectoria através del ofdo extemno, medio, € Intemo, llega al cerebro donde ocurre una percepcion del fenémeno sonoro. Pero ni lafsiologta, ni mucho menos la psi- ccologfa, fueron capaces, hasta ahora, de ex- plicar como se da este paso de un estimulo eléctrico a una percepcion. Es decir, como tna determinada estimulacion de un cierto punto de un area cualquiera del cerebro re- servada alos sonidos, produce una cualidad percibida. LAS TEORIAS PSICOLOGICAS La mayor parte de las teortas psicoldgicas de la percepcién, caen dentro de la critica hecha por los fenomendlogos (desde Hus- seri, hasta Sartre, Merleau-Ponty, etc). En primer lugar, casi todas se basan en una sociaci6n Ingenua, En segundo lugar restan significado a los fendmenos que estudian, reduciéndolos a cieros hechos constatables, En tercer lugar, presuponen una pasividad del sujeto, como mero receptor de estimu- tos. En'cuarto, dan poco lugar a la conscien- cla como factor constitutivo de la experien- cla, Enel caso especfico de la percepcin audi- tna le aovan ds al de eos eabo- rados por la actntica y por la fsologt, pre- {Graco oxpliear iets onomonce sua os exvernadamente complejoy por una re Ghccina cienosfendmenosfecos bastante tsaquematicos donde todo lo ue importa es tna relacion cuantitatva, Todo esto es lo que pretendemos profundi- zat, a partir de la psicologfa fenomenol6gi- a PUNTO DE PARTIDA DELA PSICOLOGIA FENOMENOLOGICA ‘A pesar de las diferencias de método entre los fenomendlogos, existen ciertos presu- puestos generales que permanecen desde Huss Emon Huis, 1859-1930), hasta ye 1, Un rechazo a las psicologtas elemen- tales y asociativas, que pretendian ox- plicar un todo percibido, a partir del des- membramiento de las impresiones sensibles. 2. Un rechazo a considerar al sujeto pst coldgico, como un mero receptor pa- sivo de estimulos y no como un autentico agente dentro de un proceso dialectic. 3. Unrechazo a aceptar, que una inves- tigaci6n que comienza a partir de he- chos, puede tener acceso al dominio de lo sensibl 4. Unrechazo a reconocer que los fen6- menos psicol6gicos son metros hechos constatables despojados de una significa- cin, 5. Un rechazo a considera posible Cconstitufr una ciencia psicologica, sin ‘que ésta esté fundamentada en una antropo- logta filosofica. Estos son algunos de los presupuestos gene- rales. Pasamos ahora a establecer las lineas fenerales para un abordae del fener {a percepeién auditva, ABORDAJEINICIAL En primer lugar debemos situamos en ef ‘campo del propio fendmeno, tal cual él apa- rece en ta consciencia. El propio Husserl, criticando las. teorlas psicologicas de su tiempo, nos dé una indicacién clara: "Yo no veo impresiones de colores, pero si veo las cosas coloridas; yo no ogo impre- slones de sonidos, pero si, la cancién del cantor.” as clencias ficas, por necesidad de su ia ondamentcion, abordaron el pro: ema del color, apart de una sbacSin matemstca endo at, como ya menciona: oe la ean teresa en ete de otumen clras radaconet expectica, Che pueden ser medias en termine de on: Bltad de onda a iiologia, a parti de cer fos heehosesablecidos por fa fea, propo- ne que tales radiclones una ver encuen- {tan ls Gganos de la vision, producen ese fenomeno que lamamar tol ero el problema esque no vemos “colores en sosvac’, sparados de Cas extras, Ti mucho menos vemos impresiones ol dae como querian las piclogas semen: {alex Que vemos entoncest Cosas color de vos clare» cia hon resentanirtegrado a fos objeto elo Ua manzana © eo) de unos bis et) ‘Tampoco olmos "sonidos en abstracto’, - pparados de los objetos sonoros. Oimos el Sonido de este piano, o de aquel violin. ¥ si {5 del caso ofr una melodia cantada, no of- ‘mos una sucesion de notas: ofmos ia can- Ur obtite enw torand ca ver mas fuerte, juntamente con la orquesa Que Seva llenando de volumery legend aun mal covantey seco. ‘A pane dela postlacin del signocinesté- Sica, como examinariamos este aso" Dita mosque ta do uns cinexec c- paz de mabilzar un psguismo euforco y Sbstinado, pues el crescendo como move mien mustea- asoclado a un obsinat, pueden desencadenar este tipo expecta Se reaccine una pasion contend que se inflam, os iberada, Clendo en los mies aprsionadores de ura tension que se va volviendo insoponable porlarepetcion! Desde que haya una participacion afectiva [profunda, estamos seguros de que el bolero, puede inducira la mobilizacion de este psi- ‘quismo euforico y obstinado. Pero. hasta ‘aqut, estamos apenas en el campo de una reaccién cinestésica y de una motivacion psicol6gica que pueden propiciar diferentes Presentimientos, exactamente como en el aso del "movimiento ascendente". Veamos ‘que en et caso del movimiento ascendente, siempre esta presente algo que se infla, ce ce vertical y vertiginosamente, y finalmente fencuentra una liberacién (en ‘un final apo- teésico, por ejemplo). Tal cosa no ocurre, bajo ninguna hipdtesis, en el caso de una asociaciOn entre un obslinalo yun cre- scendo! 3.3. Psicologia de la misica y la estética ‘musical:conclusion Estuvimos hasta ahora moviéndonos dentro del campo de la psicologta fenomenologica de la masica. Esto presupone una audicion ‘marcada por una intensa participacién afec- tiva, donde los fendmenos sugerentes estan presentes, propiciando reacciones psicologl- ‘cas mas 0 menos precisas (como fos esfor- zamos en demos) Pero tiene toda la razén Hanslick, al recha- Zzat esta audicién fuertemente compromett- dda, proponiendo una apreciacién estética de la mésica, como "formas sonoras en movi- miento*, dentro de un juego elegante y cal- cculado de contastes pensados. El problema es que Hanslick estd interesado en hacer tuna distincién fuertemente acentuada entre lo que seria una "percepcion psicolégicat y la "percepcién estética’. La percepcién psicologica esta siempre rela- ionada con factores. extramusicales, Las teor'as de Hegel y Schopenhauer, en este sentido, se muestran valiosas para’ una psi- ccologta de la mdsica, al mismo tiempo que son desastrosas para una estética musicall Esto se jusifica por una razon muy simple: ‘Ambas,inluenciadas por el romanticiamo ‘alemén, presuponen una cierta concepeién de la masica como mero factor expresivo individual: La expresion de los sentimientos ‘que se traducen en las ondulaciones de la melodia y en el pathos comunicado por el ants, Dealt, tiva,t feel ema dela participacion afec- ria que estar presente! 89 ara la esttica mutica, es més oporuno Siempre, presyponer una audicioneducada, Yolcada ala aprecacion de quello que la Tdsica comunica por medio dels sonidos, dont de cletas categoria estticas Dees. te modo, e factor importante en la Toccata Yuga en Re enor xa conancttn a ca precisa, asociada al juego conta: puntsice de la fuga, haber desarola: Goiya la exprsion de a categoria enttica, es el majestuoso El movimiento ascen- Emre aqu verticado, ena como un ele- ‘mento importante en la compesicin. Pode- thos admit ast mismo, que él ene tna {an imporancia para expresar un al apo- fEésco coma culminacton del juego cor trastrte dela tiga, Pero este mismo ele- to, podia ear presente en una Compo- Scion’ extemadamente mediocre, produ. endo el misin efecto pstcolegio, per no produciendo los efectos estéticos que hicie- fon de esta toccata, una. de ls mayores Comnposciones ongantias de Bach, de toda mustogratia de este insrumeme, Insistamos en este punto. Tanto una gran omposicién, como una composicién me- ace pueden dencaanat og moe efectos psicoldgicos, pero no producen los rmismos efectos estticos. SI nuestro interés es la psicologta de la mo sica, estaremos interesados en los efectos psicologicos que pueden ser desencadena- os por cualquier plera musical, inde. pendientemente de su valor esttico. Pero si nuestro interés es la estética musical, los efectos psicologicos pasan a un segundo plano: son meros expedientes de los cuales puede servirse un artista, para comwunicar un ‘mensaje estético. Evidentemente que una aucicion fuenemen- telnvoluctada con la accion musical ha de {Star mucho mae volcada alos efectos pe. cag aos fess fo que 1 pudenos pretender una separa ‘Son absolute ene ambos, pues no pode tos tener una apreciaion fan objetvay tan ‘Gescomprometida de los fatorer psicologi- ‘cos, como proponen ciertos estetas como Harslick y Ferruccio Bussoni.(1 3) La historia de la masica es 1a misma prueba de esto, cuando clertos compositores son devaluados y otros revaluados, a partir de una jon més clara de la crtica, en lo ‘que se reflere ala utilizacion de meros efec- 10s sensacionalistas, y a la utilizacion de efectos, orientados a una finalidad estetica precisa, De cualquier forma, el problema de la rela- ‘clon entre la psicologia del are y la estética, debe tomar como punto de partida, que no hay una identidad entre "percepcién psico- Togicat y "percepcién estética’. Sino admiti- mos esta dsr, corrmos el ego de ingresar en un psicologismo siempre ligado a factores extra-artisticos. Pero tenemos también que admitir una intrincada relacién entre ambas formas de percepcion. LIOGRAFIA: 1, Sarte LP Esbozo de una Teorta de las Emo- 2, Meleau Ponty.M. Fenomenologia de la Per- ‘cape, 3, Sartre J.P, Limaginaive. 4. Bachelard, G. Lair et les songes. 5. Moles, A. Teorfa de la Informacién y la Per- cepcisn estetica. 6. Eco, Humber, Obra Ablena 7. Greloas, Al Semintica estructural. 8, Hegel, GW. Esttica. 9. Fauconnet, A Laesttica de Schopenhauer. 10. HanslickH. De lo bello en la misica. 11, Krehbiel HE. Como escuchar la misicat 12, Caspeaux, O.M.Una nueva historia de la masica. 13, Lang PAH. Historia de a Masica Occidental.

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