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GRACIELA MONTALDO MUSEO DEL CONSUMO Archivos de la cultura de masas en Argentina FONDO DE CULTURA ECONOMICA. ‘MIBxICo - ARGENTINA - BRASIL. - COLOMBIA ~ CHILE - ESPANA _ Estapos Unip0s De AwiéRica - GUATEMALA - PERG - VENEZUELA I. Contaminacion 1. Las BSCENAS En 1929, G. W. Pabst filma en Alemania Die Bilchse der Pando- 1a [La caja de Pandora), una pelicula basada en la obra de tea- tro del mismo titulo de Frank Wedekind, de 1904.' Se trata de Jo que podriamos llamar “una historia del siglo xx", no solo por ‘sus contenidos, sino por la forma en que es narrada, All estén los temas clisicos de Wedekind, por un lado; estén, por otto, las escenas ya también clisicas del cine dramético dela €poca. Pero si por algo impresiona esta pelicula todavia es porque muestra de manera absolutamente transparente un miedo central del s- slo 2: la amenaza que tanto las mujeres como Tas masas repre- ‘sentan para la burguesia occidental y sus valores, yla doxa que el cine, la literatura, la ciencia, tan exitosamente, lograron ins- falar Esa amenaza se traduce en el terror que la contaminacién | Sntre clases y las nuevas relaciones con Ja sexualidad entrafian la conciencia de las sociedades democraticas, regidas por un pio dfuso de igualdad. Masas (y sus variantes: populacho, __ Die Bicise der Pandonces la segunda parte de una obra protagonizada ‘misnso personaje femenino, Lulu, de Frank Wedekind; Ia primera es -Ambas fueron el orjgen de la dpera Lulu de Alhan Berg, de 1935, elcula de Pabst. 33 NSUMO MUSEO DELCO! 34 as de un tini- uke ins eh) 7 a progresiva la co problema: la pI fd veménico que se piensa soberano, pero! : sin, de un poder hege Ja hegemonia esta obligada a ret conviecién también de que ae sor meses como ropidaY efcazmente Ire a oder sobrevivie y evar a cabo un plan. de ret poder sobrevi cata "muestra" el momento en que Ci Jicula “muestra” : manera 1 coconut eho a a on we saun tanado de atencién sobre los ape cat ‘ela ae JL ingreso de las clases mas bajas y de ae ai feds eins sa alsistema productivo y a. Ja vida 0 coe aaa os males humanos, aquellos que Asp lente de caja de Pandora cué cia toma, adem zarla y prestigiarla? ando, evitablement, se abra.Laalveren- a figura de un mito clésico, para universal oe eee tpruni “opteaerctenmem tey eal masa ee hr - ap solo estuvo dos semanas en os Sines al aaa scida el mismo dia del estreno, ice que Se crete, soca Efectos ome ‘ ‘hechizo. Esta idea central aparece Sore ne tae b in jbign el 18 de noviembre, € Set let ¥ La Nacton ar nos valores subsite: “Desiaca a ee ac -tudiados’) dice: "Hay en fa obra, a ae St ab emt ‘empiri oem oe ircccgeetotth erm bacon tpt en a pe ieee cc ie ose Saeco ae de Pandoraappartiene alla Fi ye Fotis nee cope ae he or CONTAMINACION 35 Ta protagonista, Lulu, lleva sobre sf la condena de la be- leza, la seduccién, la sexualidad, y es una condena porque es- tas cualidades le sirven menos para disfrutar que para suftir y hhacer suftir, Pero Lulu es, ademas, una mujer de las clases ba- jas, aliada a una serie de personajes del bajo fondo peligroso y deleznable y que, como ellos, exuda algo intangible, una suet te de fluido que contamina cuanto toca, que impregna a quie- hes se ponen en contacto con ella y los captura dentro de un aura siniestra que Hlevard a todos a la perdicién. La historia es ‘tagica: sus personajes serdn arrastracios hacia la catasteofe por fuerzas que desconocen. Pero es claro que esas fuerzas, desco- nocidas para todos, son fuerzas sociales y sexuales que introdu- ‘cen un cortocircuito general en la comiente de la vida burguesa. Ala carga atavica de la sexualidad y el destino de las obras de ‘Wedekind, Pabst le agrega ef marco de las relaciones sociales: la sexualidad peligrosa de las clases bajas, a pobreza, la falta de edu- ‘cacién. Las fuerzas de Io desconocido que mueven alos seres hu- ‘manos encuentran en la obra de Pabst si no una explicacion, si ‘una causalidad o al menos un encausamiento de los hechos en ‘as tramas sociales en que se desarrollan. Como inovente motor _ de todos los males, la protagonista es una suerte de caballo de Troya que los sectores mas bajos de la sociedad ~identificados las masas~ depositan en la fortaleza de la burguesia. No es, n embargo, un intento de colonizacién, de usurpacion de un Pera dae foiograica)y el 30 (Chi® Lut) de octubre; el 3 (1 prota della Caja de Feandora:il dotior Schoen’), e1 9 (a cata de Pandora ,¢1 10 (La cgi de Pandora pellicola sonora della Flmreich’), A caja de Pandora si proietera al Teatco Porte) el Ld, el 16, ¢l 19 de Pandoraha avuto grande successo nella sua prima esibisione’) ia con grande esto la proiezione della Caja de Pandor) y En Ltatia del Popoto aparecerin dos notas"Losise BYGoks isa del filme La caja de Pandora’ (IA de octubze) y “La te oie de Pandora (19 de octubre). Disponible en linea: . 36 MUSEO DEI. CONSUNO lugar, sino la forma en que los nuevos vinculos entre ite = vividos como una contarninacién, como la dspersién &© Mt que coniagia y exterming, algo mas eta que el dominio POY fuerza la inoculacion de un mal que ls teonias pesto siglo xx habian interpetado como forma de leer Soc or eso la peicua es, sobre todo, una adversencl ¥ AE nari con a muerte dela protagonista a manos de wh CT do, victima de su propia locura, el vinico que puede —_ alguien fuera del sistema de las clases ent conflici. PUT ‘un director de ampliadifasin en todo el mundo y sus PEN tas marcaron buena parte de la produeci6n conjemPorsnt © generaron un pablico atento alas desivas del melodsans, AP Cialmente el melodrama social, que répidamente Sema BA aque mejor se adaptaria ala cultura de las masas. Orgs et tépico de visualizacin que se vols efectivo poraue is Np ‘ign de las masas en escena fue un problema politico, Pe esentaciGn. aes ee oto entremo, un pequefioy singular libro del argentino José Sehastidn Tall6n, poeta y autor de textos inforles 7 {ua un movimiento previo al que Pabst ya habia convest®® £ tun modelo de representacion para el mundo europeo ¥ 0 1 dio de difusién; yo hace -mita del siglo m9 PANT bir la Argentina inmigratoria de principio de siglo. BT ‘una obra escrita en el filo de la fascinacién por fo peligrose contaminacién y su condena moral bacia las nuevas PUTT crlturales. Su titulo es descriptivo, Hl sango ensus cloPat 10 sica prokibida,y desde alli advierte sobre ol problema 00 Ge la masa/mujer a a sala aristocrética, Tallon dese OFT modo fos hombres de as clases alas y medias argentint suburbio, las onl, los “bars de perdicon’ a buses pero también a bailar tango los improvisados “Glin prostibularos- sitios que empiezana proliferar ene 2 siglo. También, como en la pelicula de Pabst, bay ™ CONTAMINACION 37 ‘guesa que es la de la propia familia del autor. Y hay un hombre poderoso en el centro, su padte, que censura lo que representa a las clases bajas y lo quiere expulsar de su casa; pero también hhasta ella se desliza la amenaza de ‘los bajos fondos’, ya insta~ Jados en la experiencia de la juventud masculina: Yo pertenezco a una vieja familia portefia de Ia clase media ice Tallon— que se dividi6, desde mucho antes de 1910, en ‘oletantes y prohibicionistas [del tango}. Mi padee contintia hoy irreconciliable con el tango, al que concepttia un baile de gente baja en su origen. Mi tfo Koberto, su hermano menor, fue, ala inversa, un hombre del tango. En aquella época el tango daba al hombre que se le aficio- naba una fisonomia psicolégica muy peculiar. Hasta en las personas como mi tio Roberto, que no fue munca, por supwuesto, tun hombre de suburbio, el tango era —como en los carreristas apasionados que vemos hay algo que substancialmente daba un tono a su personalidad. En el modo de ser, de pensar, de sentir, de comprender la vida, se era un hombre del tango. Dentro de nesta clase social, mi tio era un hombre de edu- ‘caci6n discreta; sin embargo, el tango estaba en él de ese modo. Ser un hombre del tango significaba para él, simplemente, ser tun hombre de Buenos Aires. Fra el modo revolucionario que ‘tenfan los jévenes del tiempo de sentirse portefios hasta las rai- ‘ces de su ser? tuna adiccién, el tango pasa a formar parte de la identi- sobrevuela las clases sociales y es algo que no se lige, sino sna vez inoculado, se vuelve “naturaleza’ Tall6n, que abier- mente se asienta en esa sala de clase acomodada y de clara steal, ago ona taps de mca prohida. eos sel ibo Aaya, 1968 pp. 27 25 enlace penenee 38 ‘MUSEO DEE CONSUMO dos clases hegemonia masculina, se propone demostrar oes ioe de tango que nacieron juntas, uno prose Seale tar, para concilals posiciones de padre y dele rt justficar fa version de un tango legitimado em roll la hipétess de que ese tango popula Pe a pues se rata de sna danza de orgen proletaro ee enlos conventillos de immigrants, en Tas families Fe no tenia el desborde amoral y transgresvorne A a cea, ramente con tres érdenes:elcrimen, la sexual oa sino que era la forma de acercar a la pa ae vecinos, Todavia, dice Tallon a mediados de Sh OT centar sus letsas para terminar de aceparel ae eee popular argentina pero debe supimise ct ic rminoso,reitera. Esta es a intencion de su libyos NT TG por primera vez en 1958, cuatro aos despues C2 Ay su autor, cuando sus argumentos morales OME tango ya comienzan a ser obsoletos.Dewda ye TN con la radicion patera, este texto tandio iene ST tuna escrtura de compleja amalgama ent ue 1a cena vanguarsta, gue hay dos abitos He deben cferenciase: el del hampa y el de Poe A ils estabanenefeto,mezeados en eleambin e eat la percepciin burguesa, ya mirada ya"3en Nn Tallén intenta delimitarlas como mundos 5¢P rm tan nn tine ast ce ce coe ee ee cen eae aoe nape Sago ey ae to Scere aie Pe ee a nso Se aia See preza trabajaciona, ese ia formal en Fvsrisio — pobrerio Convers en la bari CONTAMINATION 39 por mostrar que el tango sf tiene una cara decente, Tallon es- ctibe la fabula de cémo el bien coloniza al mal, insertando el centro en los barrios (para frenar el avance de los barrios sobre el centro) y cuenta la historia clasica del tango pero al revés: el camino de conquista del baile no fue de los barrios al centro, sino que, bailado en el centro, coloniz6 al barrio, adecenténdoto. Una fabula paternalista que trata de explicar la disimetrfa social y-su posible sutura: Jas orquestas que se lanzaron al asalto y que fueron tomando calle por calle la fortaleza central conquistaron meramente po- siciones econémicas, empleos de mas provecho. No disipaban. en nada el prohibicionismo. lal vez su proximidad no era en- tendida por los reaccionarios de otra manera que como una ‘nueva manifestacién del dinamismo invasor de los extremos. Las orquestas victoriosas llevaban detrds de ellas al arrabal en pleno. En mi sentir, la verdad es que dichas incursiones de la “miisica maldita” por el centro crearon el prohibicionisino f6- bico. La solucién no estaba en ganar lugares municipales, in- fectindolos de compadritos y compadrones, sino en persuadir ‘conciencias indignadas. ¥ el tinico recurso eficaz para persua- dir tales conciencias radicaba, no en ganar el centro, sino las corillas.¥ fue lo que acontecié, precisamente. La fuerza invasora {el centro sobre los arrabales resulté mucho mayor, en las cer- Ganias del afo 18, y definitiva, Llegaba entonces a su término, ‘gon la brusquedad que le era propia el proceso social atormen- e que dio origen al tango, quiero decir, a su pasién y a su Slledad; y con el proceso, lo peor de lo que he comparado las enfermedades del desarrollo; el compadtito delincuente tmundo® Tallon, Ef ango en sus ekapas... op. cit pp. 80-85 40 MUSEO DEL CONSUMO EH centro domina ~programética y politicamente— Io que el max. gen le ha enviado también aqui como su caballo de Troya, lo so- mete y neutraliza, colonizando sus 2onas probibidas, matando su germen nocivo y doblegando todo su elemento transgresivo.® Enel libro de Tallon, ef bien triunfa, Pero el hecho mismo de que se puedan enuniciar los dos relatos de circulacién del tango (de Ios barrios al centro; del centro a Ios barrios) indica la creacién de una zona de disputa, problemética, que es el lugar donde se producen mezclas de saberes, practicas, experiencias y valores, donde se confrontan légicas diferentes; zonas de contacto” que ‘enfreman —més que comunican— sectores en relacién, pero en pugna. Son espacios de transicion que, culturalmente, comien- van a ser indecisos, aunque siempre estin atravesados por el cjescicio del poder. La burguesia se permite ser atria por el ca- pparé o el tango, pero no por ello va a crear espacios de igualdad; si el margen se apropié de muchas practicas del centro, el cen- tro hard lo mismo con algunas de las del margen. El temor que siente el centro, aun cuando pueda colonizar al margen a trav del poder, es que sabe que el contacto con el otro nunca es una coperacién limpia; siempre existe el temor de que algo "malo" se pegue en la relacién, En esas zonas de conflicto, sin embargo, se producen mt chos tipos de experiencias, algunas de ellas estan marcadas por Jo que Michael Taussig llama “mimesis, esa facultad humana, ‘emrancisco Canaro, en Mis memoria, Mis Bodas de oro com ol tie aucnos Aires, Coregior, 1999}, cuenta su historia musical como eA Gasamiento rao del margen al cenzo: se inicio como mic 6p Pe agundnes de Ranchos y Guamins, muy joven, ego paso ae Cs rng en Ta connotala esquina de Suarez ¥ Necochea, en La Boca.9 = see pegs a centro, tocando a pinipvs ce es aBos vent en 15 08 Ya adecentados cabarésPgal yAnmenooville. La coronacion de es2 Jue Paris {y, con menos énfasis, Nueva Yor. 7? Mary Louise Pratt, en Ojos imperiaes ba ntroducido este tenis F estudiar la produecion de un poder coionial en Tos tersitorios oc (CONTAMINACION spaturaleza que la cultura usa para crear una segunda na- esta ver acosada’? inscripta dentro de historias de vio~ 'y poder, Para Tauss, los procesos de mimesis yalteridada _ que semete la modemidac no se deinen en txminos de civliza- fn 0 primitivismo, ni se Tocalizan en el centro o el margen, sino axca y distante de la zona de contacto (que concibe dentro del ;ceco de expansién del colonialismo europeo); ast, la mimesis ‘gn espacio permeado pot la tensi6n de poder en la que no es fil decir quién es el imitador y quién el imitado, cual es la copia tango del bajo fonclo en la sala familiar ya hablan de un irre- e proceso de reconfiguracién de clases ¢ identidades a tra- de las praczicas de la cultura masiva, en el que la aceptacién 1e a regafiadiontes— de la mezcla habilita apropiacién y pero también el estigma de quedar impregnado por algo del otto, una tara contaminante que afectara has- sta de la Epoca. desde estas figuraciones que quisiera plantear el proble! Fes sociales y culturales y las zonas de contacto entre tipo de relacién social en la cual la cultura tiene un rol Por eso es siempre el nombre de un objeto ambiguo, lorky Londres, Routed Routledge, 1993, p. xv, Todas las taducciones de @ ertenecen, salvo que se especifique lo contrario. rea 2 MUSEO DEL CONSUMO relaciones conilictivas. Se trata de la forma aglutinan —temporalmente~ en nt teniendo efectos en la escena social nds general, Estos pueden no ser inmediatos nt permanent pero generan algunos nuevos Hipos de conductas socoeat oo Jes. Son disparadores. Revisitando ideas de Breves jpaiers del pueblo, acques Rancitre discute en Aisthesis 18 co tradicional de la modernidad, que s¢ identifica: constituido a partir de cen que energias sociales s¢ ‘leos activos que terminan Con a conquista, por cada arte, de sa autonornia, Ja cal act vasa en obras ejemplares que constituyen una ruptura en e! rite dela historia, al separarse a Ja vez del arte del pesedoy de las formas “esetzadas” de la vida prosaica. Quince ahs trabajo mean evado a conlusonesexactaments Sve movimiento propio del régimenesgtico el gue a sostencooos suefos de novedad aztstica y fusion entre eLartey la vida st fa idea de modernidad, tiende a borrar las espec- suimidos bajo sees. fhoidades de las artes y desdibujar las fronteras que las separan ‘ene si, asi como las apartan de la experiencia ordinaria? “Maabria que agregar que ese movimiento ~modemo- ue vende Jbernado por fa violencia, a borrar las fronteras suele estar gol a Tacha la negociacién, que se desarrlla en sociedades espec ws y que lo ejercen sujetos parti oe quel separacin entre précticas responce a fos modos a dist a ipamiento de las sociedades modernas, pero que las 0 x vv, las discipinas cienticas, las producciones masivas parton mas de lo que se permiten enunc por lo propio de su campo espectic jntegradas por mucho de lo que niegan. >yacques Rancine, Aithess sca del gen ettica dla ‘Aires, Mananstal, 2013, p12 iculares. Lo que parece claro es jar o estan atravesadas ico, asi como también estéft CONTAMINACION i Hay problemas que se resisten mas que otrosa perder su ca- pacidad de confrontacién, y eso es lo que pasa cuando las masas aparecen en escena. No solo no hay sutura entre la estética y la politica, sino una exposicién de los desacuerdos entre la cultura ¥ la politica. Lulu no parece traer a la imagen Ia idea de pueblo, sino la de masa: los males que dispersa la caja de Pandora son inflexiones de algo informe, algo que no se puede controlar por- que despliega una potencia mniltiple y contaminante, ciega, que niella misma puede dominar, que habla en otra lengua y que no es posible aracar con las armas tradicionales de la sociedad bur- guesa, que termina arrastrada a la degradacién. Por eso es el cine cel mejor discurso para hablar de ello. La tradueci6n de la obra de Wedekind al lenguaje de los nuevos medios, donde la sofistica- i6n formal no era todavia, en Ios inicios del nuevo lenguaje, un obstéculo demasiado arduo para ser parte del consamo masivo (aunque a la prensa argentina le fatiga), pone en contacto las va- ‘has superficies que estén involucradas en la trama: desde la aris- tocracia y la alta burguesfa hasta el hampa y el asesino en serie, pasando -y poniendo en el centro como demonio y victima~ a la mujer del pueblo. Los “dos tangos" de Tall6n, la guerra entre ellos y la victo- ‘Ha dela decencia sobre el pecado que su libro postula, son tam- ign las dos formas en que la elite argentina se ve amenazada: pueblo que vive en fos conventillos y que baila el tango en fiestas familiares venciendo el poder amoral, perverso y pe- os0 de la masa, ese remolino de gente de los bajos fondos exhibe obscenamente sus deseos, su corporalidad, bailan- ta misma danza. Solo la apropiacion de la burguesfa — Us primer intento de pensar en esos atefieies © encuentia & lesen bro setion Zonas cies. Popalisme y ensayos cut woe aires, Fondo de Cultura Econérnica, 2010- como consumidoras, los 7 CONTAMINACION “5 a int el nuevo fenémeno, Traducido rapidamente amu- ches idiomas y agen una edicién tras otra, el libro se con- oo primeros bestsellers cientificos."' Su autor fi nso a pcloasaca yuno deo pn feel nde des mass como etlema sca {eon tive presi cent (asus Merri soln en riy Raymond Poincaré, Paul Valéry, Henri Bergson), eee bin supo divulga su ideas a través de una novedora puesta ‘en circulaci6n del discurso cientifico de la época Contrada, % sete eseapasinembargp a creo de novedad del fensinens ie las clases populares en la f i cinteenneremon nt “12 como sefiala en la introduccién, es el verdad: ro problema que las masas vienen a poner en escen. sobre cual Le Bon advierte. Mas que de un sujeto poltica se aa tun nuevo fenémeno que el discurso viene a caus ase = sible, explicar, dominar. ¥ es un libro escrito en dldlogo cael Francia (la Comuna, el affaire Dreyfus) que a la vez. des \ el aff : ) ve fara Le Bon las masas son la gran amenaza del mundo con- lidad, a ningiin plan. Son puro ins tinto, una fuerza cie~ He se deja arrastrar adonde la lleven sus propios os n lireccin mmalaer lagu direcci6n; pertenecen, también, a la es- “ icin. Sus caracteristicas son la impulsi- bilidad, la incapacidad de razonar, la ausencia de 1925 el bro de Le Bon tenfa 26 impresiones en francés y Sido traducido a icido 4 13 idiomas (treo, ind, arabe yjapo Pea a 1995, Ps, oat so es [1895], Paris, se Seg i fs eure 46 ‘MUSEO DEL CONSUMO jucio y de espfritu critico que Le Bon también ve en Jas formas wefertove de la evoluci (mujeres, salvaje, nos, primitivos) tilas no admiten que nada se interponga entre la realizacion ¥ deseo (come la fuerza que impulsa a Lulu o a Tos bailarines de tango), aunque se malogren en el camino Tete libro fundador detect6 un objeto modemno que el s- lo xx exploré a través de las ciencias politica, la historia, los audios de medios. En Légica de las multitudes, Arlette Farge ¥ Jacques Revel analizan politcamente los comportamientos de vmavas gomo mecanismos, come formas de actuacién de los Por primera vez, un grupo completo de la sociedad encuentra que su unién es su fuerza y su poder frente a quienes lo opri- ‘men. Por primera ver, dicen Marx y Engels, ese grupo no es lo- ‘al, sino global, pues la opresién identifica a hombres, mujeres J nifios a lo largo y ancho del planeta, Este colectivo, que no “estd unido por vinculos comunitarios, sino por fuerzas desata~ das, mis radicales y generates, universales, no tardaré en hacer aler sus derechos. Pero la proclama comunista, que solo puede e derrocando a la clase dominante por medio de la re- plucién, tiene un programa, objetivos; es la canalizacion de la a en funcién de una nueva organizaci6n, Las masas en: ‘en Marx y Engels un llamado a la unién, una subordi- allos objetivos del partido. El proletariado no es la masa; £0, participa del mismo campo seméntico y problemné- f 10s comienzos de las politicas emancipatorias: hay fuer- devas desatadas por las revolticiones, que se mueven en sin direccién, o se reprimen o se redirigen, my Bredrich Engels, Manijfeto del Partido Comuniste, Mac a Nueva, 2000, p.61 MUSEO DEL CONSUMO influyemte libro de Max Nordau, Degeneractén, desarro” tla una teoria sobre el arte como enfermedad y diferencia; St vie de diagnéstico y alerta sobre el mal que los artistas hacen & ta sociedad desvidndola de sus principios, ereando simnalacros apariencias, y termina pronosticando el fn de} are modemo y sSiudando la aparicion de un arte regenerador en el siglo HH problema de tener un arte degenerado esque Is masas To con- Brenan ¥, al hacerlo, adopten sas valores. Las masas, para Nor du, son miméticas, epiten fo que ven. Sefiala que el arte sin Ser propiamente una enfermedad de la “mente humana’, es una des- rracion incipient deslizante, dea perfecta salud. Para él, la mas “ha del progreso se caracteriza por la expansion de la conciencia y la contraccién del inconscient, el frtalecimiento del deseo y 2 debilitamiento de los impulsos, 1 incremento de la autores: ponsabilidad y la represién del egofsmo. Por elo cconeluye que In funcign de los intelectuales ser lade hacer exposiciones Pov pulares de los pensamientos de los expertos que cocupan lugares prominentes Jo hace hacia ein del bro, en up capitulo titula- Ape Terapéutica’. Frente al fantasma, la presencia del saber fren- tea los simulacros del arte, un arte que ensefe alas masas, Is” ‘eluque y las cure, es hable en su mismo lenguaje para estes ev un intercambio ranspazente, precisamente lo contrario dele aquese propore el ate modemista ya cultura de masas ? La fume Gian pedagdgica del arte y la cultura debe ser ejercica por wit Site intelectual y la sociedad queda claramente dividia en (8 ‘hinos culturales: los que saben y los que tienen que aprende entre ambos y desiguales grupos se encuentran los saberes 0 poco a poco se hardn cada vez mis snsutuclonales ¥ hhabré no 2» Aungueno del odo diferente de logue estimula late soci de prdtca en done Ta funcion ~edweatva- iene un Inga cP a oe tie a pedagogin. Harte no debe sz forma, sino que lebe = ‘a uncidn de propositos, intenciones, eas. CONTAMINACION 3 mas muy claras, por tanto, de cémo acceder a ellos. La sociedad de la cultura es el reverso especular de Ja sociedad del diner pocos nen mucho ya enrega del saber y del ane debe estar siempre condicionada antes de egar a las masas. " Frente alos artistas que habian usado el concepto de dege- pera en sentido postivo-comotrangresgn des no sas burguesas-, Nordau quiere restituirle toda su peligrosidad xy por ello toma el concepto de las ciencias naturales; la cat tia os bastante anterior y fue introducida por Bénédict mie tin More, viene de fa cencia de las enfermedades mentale 7 ge define como una desviacén, Las formulaciones de Morel Ai su Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et mora. les de Vespéce humaine son muy claras: De acuerdo a naestas reencias la idea de una degeneracién de nuestra naturaleza es inseparable de la idea de una desviacién de ese tipo primitivo, que encerr 5 mismo los elementos de la continuldad de Taespecie’? La idea expuesta de la manera mas simple dice que la degeneraciOn de la especie humana es tna desviacton over de un tipo primitivo, original: site - [El ipo degenerado] (no me canso de repetir esta verdad) de- Ste oleae demntener ena humeniad le caen a saris del progres, sino que adends oun gad ‘més grande a ese progreso, por su contacto con la sana de la poblacién, La duracién de su existendia es It Como lade todas las monstrnostdadies : — masase dan lamano, pues es en su interior donde duos *ratos" pueden refugiarse. La masa tiene también Ags Morel Tit des ies nlc denies pines ec hie 89 Naor York os, 9 2 54 MUSEO DEL CONSUMO ‘un caricter relacional, se define como tal porque existen Tos que sicotan y hacen visible su diferencia; como sehala Alexis de TOS aquevile en Dela demoeracia en la América del Norte Va groseria sevfos hombres del pueblo, en los paises cvilizados, no procede solamente de que son ignorantes y pobres, sino de que siendo tales se encuentran diariamente en contraste con los hombres dnstrados scos'" Las diferencias del pobre con el rico, del Bsr aro con el civilizado, solo se representan cuando hay un esce- sario comin en donde mutuamente se hacen visibles unos alos otros, cuando se aspira a la igualdad. ‘José Ortega y Gasset tuvo en el mundo hispano, durante las primeras décadas del siglo xx, un gran espacio intelectual. En 11930, en un contexto europeo y mundial mucho mas problems tico que el de Le Boo, publicé La rebelion de las masis (en 1957 Jnconpora al ibro-un *Prologo pata franceses" y un “Epilogo para ingleses’ para advertir al mundo occidental sobre el peligro que Jas masas representan. Ortega plantea el problema en términos nde sencilos atin que Le Bon: "Mi tesis es, pues, esta: la perfec: ‘én misma con que el siglo xix ha dado una organizacién a cler tos érdenes de la vida es origen de que las masas beneficiarias no la consideren como organizacién, sino como naturaleza"* Fl peligro noes a existencia de las masas (hecho incontratable que él mismo sefiala: de 1800 a 1914 la poblacién europea 2 Gende de 180 millones 2.460 millones), sino la apropiacién que fllas han hecho de un ugar, I legitimidad con que han inves” tido su palabra y su agencia, la ceencia de que haber entrado 4 4 Invida politica les dé derechos de emancipacién. Para Ortegs Jugar de las masas en la vida politica no fue sino una concesion de las elites; ellas deberian volver a tomar las riendas. En une 1 Alexis de Tocquerille, Dela democrtcia... op. ct P. 4 2 joss ontege y Gass, La rebel de las masas en Obras compe (19291933), Mads, Revista de Occidente, 1947, p- 179 ‘CONTAMINACION = idea ya muy repetda, pero con una imagen que la reactual sefala que “la mayor parte de los hombres no ten opinion, y es preciso que esta le venga de afuera a presiéx, como ae [ubrifcanteen las miquinas"® El pueblo no representa un pro- blema tan grave; las masas si porque han tomado por anita ugar ilegftimo y lo han naturalizado, ; El hombre-maquina del fin de siécle se ha convertido en w rnaguinara delbienodelmal una vermis la masa sel vehicula del terror 0 la sumisi6n. En la Europa de la época Ortega oe liza algo que estaba sucediendo desde el sigo xvi (y él tiene ‘un programa “europeo” que no deja de alimentar con este libro; Europa frente a Estados Unidos en primer lugar, y frente al resto de América por afiadiduta) y lo describe nazante del presente: SET La muchedumbre, de pronto, se ha hecho visible, se ha insta- Jado en los lugares preferentes de la sociedad, Antes, si exist, pasaba inadvertda, ocupaba el fondo del escenario social ahora se a adelantado a as bateras,es ela el personaje prin- pal. Ya.no hay protagonistas: solo hay coro.”" sostiene—“actiia directamente sin ley, por medio de ma- presiones, imponiendo sus aspiraciones y sus gustos’?# Ortega queda bien en claro (cerranda el ciclo de tnrerpreta- & habia iiciado Gustave Le Bon) que las masas no son @5; las minorfas, los hombres que se resisten a masificarse, anecen del otro lado del sistema y son quienes, sintiéndo- merced, deben alertar sobre ellas, éPor qué llama “rebe- 56 MUSEO DEL CONSMO producto de la Revolucisn Francesa, se yan tomado en serio su Tuga, se han emancspado dela ssbordisaciona a elie ycomien- sen.amaniobrar por cuenta propia, Una vez més, vemos en 630% wna el despliegue de las fuerzasliberadas por la politica modema tla necesidad de reprimmicas.Quind Lat rebelion de las masas, el "tno bro que fue posible escribir sobre las masas desde 12 PO” wicign de a elite, es el tara reconocimiento de un raundo ue tee cambiado, pero también la temprana advertencia de que 10 peor no ha ocurrido todavia ‘Aquello que aterrorizé ale politica tradicional fue la post ble dimensién emancipatoria de las mases. Martin Breaugh, e” Lexpérienceplébdionne, Une sore discontine dee iberté poli- tique,usa la palabra “plebe" para refers aos sectors que toda iano son pueblo, las masas;sostene que “la plebe es nombte je una experiencia, la del acceso a a dignidad politica humana ‘i categoria socal ni afiemacién identitaria, a plebe designa of “acontecimiento politico de primer orden: pasaje de un estas : infrapoltico al del sojeto politico completo y segs: a Co deneia plebeya, en tanto que pasaje de un estatuto infant) 9 ‘uno politico, representa una prueba ce a transgresiOn del or den politico de la dominacién,transgresion de Ia que eLimpol so primero nace de un deseo de libertad’ La procesulidad de In accion de las masas, de su devenir incluso, es su pode gana terreno a través de acciones emancipatorias S46 feacion es lo que pertusba al conjunto de aparatos del Ess teas instituciones, también a los individuos particulates * Lo peor no ocureé después en manos de Js coleette ae re ee masas son pores aciones Gestuct ap varpion slendo victims, pero también cOmplices, de Jos nnocidios del siglo X% staan Breaugh, Lespérienceplbéenne. Une histoire G8 ibertépoktigue, Paris, Payot, 2007, P11. 8 5 pid p35. CONTAMINACION Ss Breaugh, entonces, la experiencia plebeya (que se sobreimy me ala accién de las masas) no es un fenémeno fechado (no. 7 ‘una experiencia moderna), sino plenamente politico. La amena- za que estas formas de aparicién entrafian no tarda en obtener respuestas de los sectores tradicionales.** En Ia historia argentina, las masas aparecen en el discur- «0 bistoriogrAfico y sociolégico como un factor positivo en las uchas de Independencia, aliadas a los pattiotas contra el ene ‘igo comin; las masas posteriores a 1810, devotas de los cau- ills, sera, sin embargo, la imagen del terror, porque rompen el pacto con las elites, “se rebelan’, se autonomizan. Macho aa tes de las multitudes finiseculares, las masas aparecen en la es- cena cultural para testimoniar la barbarie, para ponerse en el "jugar de peligro gracias a su capacidad de manifestacién; como 4 todas las mass, eso inmatera To que las une, un factor de ‘comuni6n, 1a produccién de una comunidad. Ese inmaterial su contracara en un exceso de materialidad cuando ellas fa como confrontacion con el poder ya habia sido Wr : Bee comtaiesty scl dues vests a ea pees tbs seat como en sociedades modernas, mulitudinaias, tecnologiza~ sates pin de ng contoaci rmovimen’o stencia xe vuelvapllgrosa para ser primero rneutralizada Snead epoca esa cen de coaceién. Pore Por eso masa y violencia estan indiso- ‘MUSEO DEL CONSUMO 58 elites no perdonan en cl fenome- se manifiestan.® Algo que 'a if s de las masas es su exceso de comporalidad su manifestacion. no de las i Maria Ramos Mejfa, es un. multitudes argemtinas, de José a wacieto al pie del de Le Bon, pero “nacionalizandol trad ‘Seong a tora de las masas como un problema argenin? Por feso las masas de Ramos ‘yas. Ellas cumplieron y cu s Mel pt Jecarrollar la nacionalidad, “La multitad es funcion de- por excelencia, porgu es el recurso y la fuerza 10s vrefosy de los angnimos’ pero es un nivel inferior db dese ree histsrio de un puebio, Porello, para que la lea de“puel Srgertino® pueda desarollarse entre Tas masas del pats, compues- evpaavormente por campesinos ¢ nmigrantes (gualinents in ferires en el diagnéstico de Ramos Mejia) bay que educarlas € ies el deal de la nacionalidad, porque Mejia no serén completamente negati= :mplen una funcién social en la historia mocratica inocula vannacionalidad se va formando por el lento acarre de clemens tos politicos, sociales : ee deve melo ect, evel que habia 1 la rd disefiando. Lo que conviene €= por bruscos ¢ mol plasnagerminatico qu favorecer esa sedimentaci6n y no contrariarla inusitados declives* reno ota arr eps crea 2 gue a verson spas Se oF Sm Seo in se coma en be yescas ‘Esteban Echeverri pa era aan sia a er fsa do at Aas eae) SE Se) nan x wn ep hss pee nucvarete voit festa popula Pe Sata eo dela nae oo pens Sate y econéinicos, de todo el mundo, al ‘CONTAMINACION o En un pais joven, fas masas son el mal necesario para construir un futuro pleno, Es el relato que el liberalismo argentino esta desarrollando para el nuevo Estado, a integracion a través de fa educacién comin, fa conversion de las masas en pueblo. Lamasa tiene muchas y diferentes representaciones, y como sintoma y significante se expande y circula, Lo que en términos politicos es un movimiento indetenible, en términos culturales y estéticos se verd como una proliferacién. Es decir que la presen- ‘dade lamasa en el campo politico y cultural va. alterar las vie- jas formas de Ta hegemonia no solo como algo externo al campo, que se agrega y pelea por un espacio, sino, mas concretamente, por su apariciGn en el interior mismo de los valores y las préctl- ‘cas de la cultura y la politica modernas, De un lado y de otro, el muevo escenario politico moderno es visto como un entramado de fuerzas nuevas que inevitablemente triunfaran, a aparicién de las masas capturadas por el aparato cientifico ‘ya a ser teorizada en funcién de otros fenémenos contempord- la aparicién del proletariado, del crimen urbano, los enfer- is mentales y sexuales y los adictos como problema social y olitico, y también, al lado de fos reclamos de las feministas y de breros. La “cuestién social” implica a todos los nuevos su- que se hacen visibles por fuera del modelo burgués como sviaci6n, que debe ser estudiada cientificamente, como un permanente, potencial, siempre amenazante, En Euro- -desarrollan disciplinas para poner en circulaci6n nuevos #8 sobre lo social, que se basan en el diagnéstico y la pre- os nuevos males. Susanna Barrows dice que solamente cada de 1890 “se escribieron al menos 93 libros sobre alco- 9,55 sobre el alcohol y 372 sobre mujeres (incluyendo 149 sus enfermedades ehigiene)’* Teorias, estudio, 5, Disurting Mirrors. Visions of the Crowd it Late Nine- ‘New Haven y Londres, Yale Universiy Press, 1981, p. 45 60 MUSEO DEL CONSUMO CONTAMINACION a ai rpotan en otras partes delamundo que también ven 414m universo auténomo, sino a una préctica politica que esta agnéeticos rebotan en oeas POT demizacin, inscripta en el mismo registro del mercado, el consumo y la crecer sus poblaciones al 1 cultura de la representacién, es decit, las formas ya mediadas por la industria cultural; un registro donde la politica necesita Sree dela escena de representacién ampliada que es laesfera pabli- ‘ca modema. Seré en esta interseccién en que claramente en- “aderarlas sujetos, hay otras dimensiones que e) pen= contremos a as masas del in de ice, pero aun Is de perodos For eo er gon introduce sobre las masas. Norazonan 010 anteriores también estaban ubicadas fuera de la racionalidad semiento de Le PoP aja, sa imaginacién es muy POderO=8 Y de la politica porque actuaban deslumbradas por los aspectos hacen de a po expecticul las fascinan yf eal ete sizabélicos, por los rituales, pos la puesta en escena del poder por elle tenroy el spect eal Canocerelaedeim- § de idery por su propia capacidad de agencia Las mass revo- sobre clas tai pinacion es conocer, al mismo tempo, eLarte fucionarias son el ejemplo Pres a ie Le Bon. Por es0 oda su diagnosis, su si ‘Sigmund Freud, en 1920, publica Picologia de las masas y oe oe véutica se extienden al campo de las re -andlisis del yo. Al discute parte de la teoria de Le Bon, hacien- fomatologiay we gs con el verdadero alimento de as masss do precisiones disciplinarias y tomando al libro como sintoma presentaciones lls son esta ny awavésdeelasse | delproblemade as socedades contemporineas Las masas, dice Si moneda ee el ier, su itagen 01s slats | Freud, son producto de las sociedades modernas, que han he- ruanifiestan La vor ponte ie no poderoso 18s Cons- cho que ss cludadanos, cada ver més, dominen sus instintos gue circulan sobre (on sefalafonathan Crary en su c&sico. ¢t individvo, dentro de la masa, pierde parte de las represiones yen come te encepvin. Atencio, expetdcul Y cuts qe lacultora impone y entonceslibera su energia libidinal de ee een ‘dentro de la percepcion moderna, aque- -adjudica. Freud subraya los vinculos afectivos y libidinales fa ae wrar alucbiacione’ colectivas" tanto a través {que uinen a los individuos en la masa, las relaciones espiritua- sepia ooespe Te masa como un Tugar para el const alr vita, del conjunto de pesiones que los hacen adhe wee oe ice Crary.” El espacio de sa actuacién no & = yn lider o aborrecer a un enemigo, sentise protegidos en en os también el del consumo (deitsion) ordel grupo que es un espacio de iberaciin ante are solo el de la pov Teun fenémeno donde lo politico reer sin de la vida moderna. Frente a las reacciones de la psico- no se trata entonces de un Ten E dual, lo que experimenta el individuo dentro de la procesos que involucran la afecividad, la libido, que 2 Jonathan Crary, Suspensions of Perception. Aten et as fa Visualizarse en relaci6n con los comportamientos wre Carnbridge (oa) y Londres, mrt Press, a 8 den i re na, pce 9 es MO did, Akal, 2008} seu sz0 AL CONSE CCONTAMINACION 6 a sa ion Food ul efrenlt de58cO- lst ha sy sala por nso: como fenmeno més que acon niega a hacer un juicio ‘moral sobre las mas sistico de la psicologia de las neurosis. cemporaneos, 92 NEB gran. Las masas son algo més que ; Gos indicus qBe 8 SREY TT previsible;elandisis del De agufa las masasconsumidoras dels productos de laindus tana cS eae ne es, como sefala Galini una for- ‘ria cultural, hay solo un paso, asf como hay solo un paso para speonsciente en poutica BASSE Tee" puede sertambignuna —_—_—_dentificar esos productos estigmatizados en el especticulo con trade i 4 oe niscomplejodecompone- | a inifeencactn entre To rea lo real Son modemas ~dice manera cetica de FoVSE WT socal, Eso que Laclau des | reud-,porgue vven en elite defo smbolico, Crary soste- tes que se revelan e013 ON pales que unen al grupo son, = neque Iatencién se vuelve un problema especticamente mo- taca en Freud: 128 PE mor que se han desviad de st 0+ derno a causa de la imposibilidad historia de pensar la idea de Gham pubiones eA gordo con Freud un mode- | __ presencia en I percepcién la atenciénseré tao una simular ls tenieacione’>* Para Laciau, lo que | __ln de la presencia como un sustiuto temporal y pragmatico F frente a su imposiblidad ® Sila “atenci6n” forma parte del con- peconsin las teflexiones So : e la calidad entre homogeneidad social (0 ine junto de précticas que la modernidad afecta y lo hace porque senegal * Ietenciacion socal’*"Y aunque el problema establece una relacién extremadamente mediada con lo que an- y diferes diferenciacion Yes central en Freud, éLesté también muy ‘es parecia mas cercano, entonces son las mediaciones las que de as densicaonss 65 SO piva que las masas inaugsan: ppasan al primer plano. Como si la enfermedad modema fuera, nteresado ent 8 novedad ps __ precisamente, el exceso de las mediaciones, el alejamiento de la sttades no han conocido jamds la seddela 4° experiencia, elanhelo de posser aquello que noes sino un trazo vsones, as cuales no pueden renuncia. Da yuna huella de otra cosa.‘ Esta experiencia, que podia seme- por iin, 1 a usiones, ‘ Ke seo tereal sobre fo real, y 0 isreal acta “Tienen una visible ema fuerza que lo real. Tienen wna 2a clon enue ambos Este predomi vol 7: (1916-1924), Madi, Biblioteca Nueva, 2007p. 138 ion ente 2 1a atencion dee Crzy~ no e slo uno de lo tpitos examinados sd la usin sustentada por et deseo por la psicologia de fines del siglo xx sino que es una in fundamental de su conoctiento, La atencion se estudio en tee de respuesta los esis maguinamtente prodcios, menudo os Pr elo sostene que I tenon funciona tanta como un modo sacra deo soi en eins pis acme un ese de este ala, co para Gal a eer Geo oe de igh Xx, que Se cara sabes) a ag que ore tues PAG eons socal Yc fexpericrica que deviene la enfermedad que padecen sujetos espe- spade ei emai eel aid eli cuando san los nls yan, y ae pn IS ae en AY J i atacads sea os aay sein nos eerda Seana cuales a, SEO SANE oe perce scenioaue 1 ee The Future of Negi snaiza la nose cons aquela a, cree ana ee Cll ue te produce por los desplazamieatos nas que la socie= ge ea, at tapos Jnaugura viendo los wlores que coral celasin com ol hoa, ra a eadcon, en medio dela csperson moderne {MUSEO DEL. CONSUMO ra aa en términos benjaminianos, es ahora a op las masas.Sus Valores son diferentes de aque- de ear estéica, pero introducen Ja lengua de fo esté- ios de I trib los productos de un consumo generalizalo, C0 Pare i clasico, La nacionalizacion de las masas, Geor En un Hija la claciones entre la masa y los rtuales de a ge Mosse 2g de qué modo los Estados nacionales implemen nacre onias paris, desis, crearon mitos,emblemas, o> tason cere pa gran canta de otras précticasculeuales que rumen gnifestacin publica al orden de a nactén (as fabri gator prtidos poitcos ha 10 mismo en sus propias inst: cas ee pero también al de Ia esta Mosse dice que lo dhe ruciones), ’ salidad el climax de las “nue- cel “estilo fascista” fue en re se at icas” basadas en la idea emergente de siglo XVI de [a politica wat prania popular. La politica se convierte er realidad en una sot jon seculaizada en la que desborda el simbolismo y el es- fs rereismo, De ests stuales paricipan 10s ‘ciudadanos a través sivales, fiestas, ; - de es pales, sea también que Jos actos politicos ean 10s mente efectivos porque se les consideraba muy atracivos i estéticos. Desde la Revolucion Francesa ~subraya, ace idad de darles a los festivales nacionales una di: cexisti6 la neces ere banal eran conju de acs cae toe ala comunidad a través de simbolos, tuales Ts io estético ocuparé ali un lugar central : Prac relacionar las categorias de nimero y estética, ¢$ Pa ble entender de qué modo los productos cules come Tener una operatividad nueva en Ta experiencia dela areca esti la conexi6n funcional entre obra J 0° eonalizacin econémicay la distraceién proporcion’ ta ndustria Coltural “En Ja magia de las imagenes desfiles, reuniones en tomo a monumen= 7 mocratica y de separar las festividades nacionales def CONTAMINACION ra masas, el deporte —toda la cultura del cuerpo, la del aveekenc- es una forma primaria de existencia™ Esta condena entratia, sin embargo, un reconocimiento: la ierenunciable buisqueda de identificacién en las sociedades anonimizadas; sera en el perié- dico donde Kracauer encuentre tun sitio para la produccién de una teora fragmentaria de la modernidad, medio, como sabe- ‘mos, que marcé las grandes renovaciones culturales del cambio de siglo. Guy Debord, en 1967, desarroll6 su teoria del mundo social dominado por el espectaculo basandose en un esquema ‘unidireccional del poder, donde las masas son solo consumido- ras de imagenes a través de las cuales se convierten en sumisas ryesclavas. Las criticas a su teoria reconocen, sin embargo, que el espectéculo organiza la experiencia moderna, ‘Las masas son también objeto constante de representaci6n, ‘como lo sefiald Walter Benjamin; la masa, que jams puede “ver- sea si misma’, solo puede ser reproducida, desde un exterior, para ser vista y verse ella misma en la fotografia y el cine, Sero Jhacer masa es estar dispuesto a volverse materia de representa ‘cién, a abandonar, aunque sea momenténeamente, la condicion dual para entrar en el reino de la teproductibilidad, lo que a también perder su identidad, desviarse de su esenciay ertirse en objeto de representacién.*® De alli que también Sed 2006 sin Here Mindi compl, eturdoy,muchos mes sete 1907101 por Sagar telly fares Kenyon Tonto de Eber on cote porcine not delngr tomar dela! garde aciade cans Sti exo na nay eres knoe ey os des ntaeny publ ytnan como inanpones eh, Dorel cine Han ines pomocomls de, prechamens el yt ovine us nso pre a. La gee elas que cai pois cals, qu ace pores ene #4 sets ibma arcmacon qu esa pata se gueon 6 MUSEO DEL. CONSUMO Jas ideas de simulaci6n, actuaci6n, Fantasma, manipulaci6n, st vmutaero esten siempre rodeando ia idea de masts ¥ formen parte del campo seméntico que designa su negatividad. Su irrealidad se vuelve su extrema realidad, su caractet de ausencia enfatiza su presencia reprogucida MeClelland ba puntualizado este de- sanvollo de potentes imagenes tdentficatonss ‘Laexplicacion que hace Platon en Lat Repilblica de a democta- cia como gobierno de las masas qne dlegenera en tirana prepara f eamino para el congunto de las imagenes de Jas masas: la nea que acosaa Cito hasta la muerte mass pide san green el cco; las masas de legionasios ‘amotinados buscando figuien que Tevante la prpurs las masts Tideradas por salva- 10s morines de Nika que jes en los desiertos de la Antighiedad ‘asi Te cuestan el fmpero a Justiniano; 8s ‘muchedumbres del fin del Imperio romano haciendo disturbios POF Jos papas; las srascibles masas medievales en Jas ferias ¥ festivales; las crane das populares... la barbarie de las masa durante las guerras frente a las ejecuciones publicas las re de religién; las masas. ‘de Whilkite la Igle- ducen para cubris también esta zona de 1a novedad. Por eso las mass gon huésped frecuente de las novelas 18 ficcién cre6, desde el siglo x1x, su propia imagen de los problemas de lo so- tial y os reprodujo como parte del sistema de la realidad. La fhecidn nasrativa junto con el saber cientifico se OcuPe de los ‘nuevos problemas sociales. Todos es0s grupos que D9 ccabian en tl modelo del ciudadano burgués eran percibidos come inracio- ‘ales, impulsivos, incivilizados, violentos, sedientos de sangre y poligrosos, y estan stujetos a escrutini0 Habra para ellos un. sco discurso que no solo se encuadra en formates “cen os” también se divulga a través de revistas y Obras de ficcién. Th gu cldsico ensayo sobre Gustave Courbet, mater del pueblo, “7 J Clark piensa en estos cruces. Alli analiza en detalle el pasa- je de una estética romntica a una realists en Ja obra del pintor ‘a rravés del uso de la conografia populat dorsosuce en su pincura, Clark posta asi que el pueblo? brace presente configurando una nueva forma de realismo a través de ere de acura masiva, a través de wn esl, 2 aves damentaimente, de un “gusto” libro de Lovis Chevalier, Classes laboriewses et tangereuses a Paris pendant la penne motte de x° sidde, Georges Didi-Hiuberman, Pueblos expuestos puch figuras Be sires, Manantial, p. 150, cy Manantal Posen quel Ineratra“socat del S00 sop eats en las antipodas del reais § pores de tlaraars= “fant ropa cs ls ola eaidad dice, peo re na Ste its ‘eeraon Is inerpetain deo sos como una spensit PS a -y masiva que Courbet ‘CONTAMINACION a a a Precusos may iluminador sobre el carécter ret6r Siar fe las masas (cardcter retorico que Laclau tam- ign sefiala para los fenémenos ligados al populismo}. Las c {que comenzaron a ser llamadas “peligrosas’y las cla rig jadoras solian ser confundidas en las sociedades one oni siglo xvitt y principios del xrx. Chevalier, por ese ae dia no solo archivos politics y criminales, sino Gee taidea ihe et bn an Ts carci poe {que alli encuentra el conjunto de i cout ages eco souls ue busca vt ld politica, representacién, justicia® De acuerdo con su cdi i archivos, los sectores socialmente més bajos estan, en ia hd da de as elites, de la politica y lajusticia en el mismo bere qe Jos criminales y se sienten ~en tanto identidad colectiva— at ‘nos a ellos al comprobar la distancia que los separa del sod Ja sociedad. En las sociedades modemas, el campo ioe ‘: sociedad progresivamente igualitaria es el de la ia desc: fianza. Si en los comienzos la sociedad modema es una sociedad Ja sospecha, lo es porque nadie tiene asegurado su Iu aunque de manera yale, es poste cantar al Ia amenaza del otro se : experiment d Seagrupacin de ea dferena en un colectvo habia so — cade omien ne a gt e serie aed gic as er tceyee ae ieoscasael thymine tists re ite nse sap saps a ee ee Ha pon ee pes raen las revoluciones, las revueltas, las iaieeat 7 MUSEO DEL CONSUMO aislamiento como “quiste”(o tumor, malta) socal en el cuer- po orgénico de la sociedad, como sostiene Glowbio ‘Agamben en Estado de excepeion ‘Lac oseilaciones y transacciones del nombre serdn ofa 35% del problema “masa’, Las masas no son exaclament® Jo mismo que el pueblo, las multitudes, el proletariado, Su empleo nunca togré converts el término en cientfico, aun cuando se lo us6 ¥ oer has veces com sinonimo de los teins proplamente politicos, que tienen definiciones en su campo disciplinario. Pre- eetnente porque no es un tein pottico pero rita) mundo de la pdliticaes que la cultura lo tom6 a su cargo in mucha ne scesided de definisto, aunque dandole sensidos valoralivos cada tex que lo utiliz6. Como término que no llega a la definicién, s:qel eelato “EL homie dela muti’ Eagar allan Pos ap hcips St esr Sear eptiamente ena fic sobre as ass: PO eseena ue oni potas calles dena gan ciudad Okie por oe Sidaa que otorga el anonimato wbanoperdiendghs fos cientos aap due abarotan las calles de una gran ciudad nazar del re- te aeshe mera person, destumbrado ante fa variedad! dv fencuentraen Jao sae ve pasar po calle a tcaves dea virion 06 ‘café de Londres, massa oe Fearn, angus CO a Pood, se coneesta A inter ge aigue incansablemente por diferentes Zonas ° ciudad, desde oe ae nan hasta el alba. Pro, en verdad el nombre iamultitud ein as Becton intorpladora de a Moderidad- Son 205 hombres en esa a alzade ya prseguidr, quien hace creme 2 eo upachoso 3 el que sxpecha. Hl epigrafe de a Buse ce ced mafheuy, de ne pouvoir ete sea Esta Pan HOTS de no poder gard maha una de as inpostiiades de la vide moder. Fes a ey an rina va, constidaplenamente eno A890 ater, UReread todas las fronnesas telat es, ambi, cotonizacion dd Set y tosis a aves dela mada, cule ide Londres esd pee cenuo de peoduccin de la visuaidad moderns 5 frag sre Spo que la Gena tendré que deci en Su propo lenges lamas $ertsconactdo, portadora de un peligro en ciemes, ‘pombrar ni defini, y por ello prosuce un felato fue traduci Foules”y aparecié en 1857 en el volumen saat pea de Baudelaire, la mubiond también opera com dela experiencia moderna. CONTAMINACION n se lo encuentra en la literatura, el periodismo, el ensayo cult ral ocientifico e incluso en la proclama politica assets no es un término cientifico, sino que ademas viene del | % je coloquial, que en espaiol(y en varias lenguas) se ha usado despectivamente subrayando la materialidad de lo que desig- na, y, ala vez, su cardcter informe. Es el nombre de una ne; vidad; sin embargo, la categoria se legitima cuando se des se su funci6n del nombre al genitivo: la sociedad de masas, a teriormente, la cultura de masas se convierte en una ‘orm descriptiva, centrada en el ntimero, en la cantidad. Son los sui 'c ‘tos que entran al consumo, que es una forma de unificacién ‘ Jo informe. El potencial politico de las masas pronto se vio in tersectado por su capacidad consunidora, El terror del nme: yo podia canalizarse, neutralizarse, a través de su participacién en el mercado. Es alli donde las masas se pacifican y eae “tran estabilidad. ae Para Pierre Bourdieu, los bienes culturales, los bienes sim- ‘pélicos pueden funcionar como el dinero. Bs un “capital” que cultural estan predispuestos, consciente y deliberadame lenar la funci6n social de legitimar las diferencias sociales [a det gusto y del consumo cultural —dice— se basa en una jn que no es estética: tiene que abolir la frontera sa- que hace de la cultura legitima un orden separado, : ila relaiones queen elecconesapaernemente ds ‘en miisica, peinados, comida, pintura, literatura, deportes. reintegraciOn de la estética al mundo del consumo la que HO esa frontera, EI consumo es, en el caso de inte a 0 maestria en el desciframiento de los cédigos; ‘entienda la percepcidn estética como necesariamen- ca. Por Hea. Por el contrario, a ‘estética popular” quiere trazar \ n MUSEO DEL CONSUMO relaciones entre la obray Sa vida (a diferencia del arte ausSnomo smoderno y las Vanguardias), y subordina la forma 1a funcién, vechagando la tradicién Kantian, que distingue lo que Bust de To que gratfica, distingue el desinterés (que constitve la au- renomia moderna del arte) del interés por el cual tod obra de iote debe tener una funcin. Esasfronterasfuertemente dein: tadas por la modernidad se retrazan, emvonces, €0 el mercado, onde se constituyen nuevos sistemas de legtimacién, nuevas construcciones de valores, Vichara Wightman Fox y T.J-Jackson Leats, en The Cure of Consumption. Critical Essays tm American HSI07, 1880-1980, fijan el origen de la cultura del consumo en las elites urbanas il las dos tkimas décadas del siglo x1. Sostienen que Ja cutee ‘a del consumo es una ética, un estndar de vida y una estrue= tara de poder, y también “un nuevo conjunto de sanciones PAM control de a sociedad por parte de a elite: #1 campo de los sctedios del consumo es, por fo menos, dob, Por un lado, es famos hablando de una disciptina del saber, “consumer culture’ que se refiere a formas de comportaniensos sociales mediados por el mercado, habitos especificos de grupos consumidores, pero por off0,a las producciones culturales centendidas como ton objeto particular de consumo; la cultura, que durante siglos pertenecié al mundo de la vida espiritual, la sensibilidad, la es fora privada cruza la fromtera que colocaa esos bienes al alcan: | Jos, sino de quienes puedatt comprarlos El consumo ~S0 fensmeno mutifactico que involucra un vasta rango de PE ss nichard Wightman Fox y..Jacson Lats (@s, The Cole Fo sunpton, Cris! Essays fn American Histor, 1880-1980 NuCWS s Pantheon Books, 1983, p-2 incon Ho eibajs sobre esta perspectva se encuentra oC Culture de Celia Lacy y Consumer Culture in Lavin America editadde poo Sinclair y Anna Cristina Pertierta CONTAMINACION a ticas como comprar, usar, desplegar y desear, todo lo cual ca complejas relaciones entre sujetos y entre sy jetos a id cultura de consumo masivo, como una forma his i rad 2 tar del consumo, represenalafnterpencracén sn preceentes dees einnton ci interseceon de merce barges imine onan sing, en el marco del desarrollo del tiempo libre, En k me ‘mos capitulos, las masas como problema social, como. i La erie conetbieits Canta ed ie eeesa

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