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3 1 En busca de la causa primera Desde la mas remota antigiedad resulté evidente para el ser humano_ ‘que los hijos siempre se parecian a los padres, a los abuelos e, incluso, los tios. El color de pelo y la piel de la madre; los ojos celestes de ta abuela a sonrisa del padre. También el mal carécter ola mayor habi- lidad para realizar alguna tarea. Frases como “de tal palo, tal astlla” ‘© “tenemos la misma sangre” dan cuenta de la intuicién de que habia algo que se transmitia de padres a hijos. Asimismo, hace unos siete mil afios, en ese periodo conocido ‘comé Neolitico; se comenzé a domesticar animales, a cultivar plan- tas y a efectuar cruzas eligiendo aquellos ejemplares que resulta- ban més beneficiosos para obtener mejoras en la descendencia. A pesar de esos conocimientos, la humanidad vivio durante muchos sigs sin comprender los mecanismos de la herencia. Estaba claro que las vacas siempre engendraban vacas; los gatos, gatos; y los 4lamos, élamos. Pero no se sabia donde estaba la clave, aunque ‘se sospechaba que deberia residir en la semilla. Susana Gallardo v7 El semen y el principio vital Ya en la Grecia antigua se buscaba descubrir la naturaleza del semen ola semilla, que eran considerados como le primera causa 0 mate- ria primordial. Tendrian que transcurrir muchos siglos para que fue- ran descubiertos los espermatozoides y los ovocitos, mientras tanto, habia dos preguntas que pedian una respuesta. Por un lado, si la semilla era aportada por los dos padres por igual, o sélo por uno de ellos. EI segundo interrogante era acerca del origen del semen: si era producido en una parte del cuerpo en especial, 0 si se oF naba en todas sus partes. Uno de los primeros que intenté dar una explicacién a esas pre- guntas fue el médico(ipdcrates (460-377 a.C.), que habia nacido en Cos, una pequefia isla del mar Egeo, y suele ser considerado como "el padre de la medicina”. Para dar cuenta del parecido de los hijos respecto de sus padres, Hipécrates sostenia que las diversas partes del cuerpo producian unas particulas sana agi - las”, que se transmitian ala descendencia en el momento de la con- cepcién haciendo que ciertas partes de la progenie se asemejaran ‘aiesas mismas partes de los padres. De esa forma se intentaba expli- car por qué el hijo tenia los mismos ojos que el padre, 0 el color del pelo o la piel de la madre. En 1860, reviviendo las ideas de Hipé- crates, Charles Darwin postularia una hipétesis sirilar La teoria de Hipécrates se relaciona con su tesis acerca de los ‘cuatro humores (liquidos) que contenia el cuerpo hur ‘gre, la bilis amarilla, la bilis negra y la lemma. Se suponia que el equi- librio entre esos liquidos indicabe el estado de salud de la persona; y.el exceso o déficit de alguno de ellos provocaria la enfermedad 0 la discapacidad. Posteriormente se postulé una relacién entre los humores y el carécter de las personas: se creia que los individuos ‘con mucha sangre eran sociables, aquellos con predominio de flema 18 Historia de los genes eran calmos, los que tenfan abundancia de bilis amarila eran coléri- cos, y los que posefan mucha bilis negra, melancélicos. De més esta decir que los conceptos modernos de “humorismo" y “buen humor" provienen de aquellas ideas. En relacion con la descendencia, Hipécrates pensaba que los. humores surgian de todas las partes del cuerpo, tanto de la madre como del padre, y se combinaban en el semen. Un siglo después, Avistoteles (884-322 a,C.) nego que el semen proviniera de todas las partes del cuerpo. De hecho, los hijos muchas veces se parecen més a sus abuelos, 0 a sus bisabuelos, que a sus padres. {De qué manera estos parientes lejanos podrian haber contribuido con las “semillas” de la came y de la sangre que eran transmitidas de los padres a los hijos? Para resolver este enigma, Arist6teles postuld que el semen del macho estaba formado por ingredientes mezela- dos en forma imperfecta, algunos de los cuales fueron heredados de generaciones pasadas. Para Aristételes, el semen se producia en el cuerpo masculino ‘partir de la sangre, y era un vehiculo adecuado para transportar_ el pneume, principio vital que iniciaia el desarrollo fetal. El pneuma poseeria un calor que estimularia el crecimiento, del mismo modo que él sol estimula el crecimiento en las plantas. Por su parte, la materia del cuerpo seria aportada en forma exclusiva por el fluido menstrual de la mujer. Dé este modo, Arist6teles consideraba que el macho en todas las especies aportaba el principio vital 0 alma; y la hembra coo- peraba con la materia, ademas de hospedar al niho en su vientre y darle alimento. El filésofo sostenia que, en la fecundacién, el semen masculino se mezclaba con el fluido menstrual, que para élerael “semen femenino”. En esa mezcla, el principio masculino le daba forma a la sustancia amorfa femenina, a partir de la cual se desarrollaba la progenie. Susana Gallardo. 9 Esta mayor jerarquia del principio masculino sobre el femenino se relaciona con la situacién de la mujer en la Grecia antigua. Esta era considerada como un ser inferior, sin derecho ala ciudadania, que era relegada al rol de esposa y madre de los futuros ciudadanos; en otros casos podia ser una amante culta de lujo, por ejemplo, las hetairas; 0, también, una simple esclava o prostituta. Respecto del modo en que el padre y la madre contributan al desa- rrollo de la crop nao BED (130-200 d.C.), nacido en Pér- ‘game, Asia Menor (hoy Turqula}, se diferenciarla de Aristoteles al inten- tar explicar por qué los hijos se parecen tanto a su madre y ancestros matemos como al padre y ascendientes paternos. Para Galeno, ambos progenitores aportaban forma y materia, y ambos eran capaces de con- jesarrollo del embri6n, lo que se conocié como “teoria de las dos semillas”. Pero la semilla masculina y la femenina no tenfan la misma jerarquia, hipotesis que, por otra parte, estaba en consonancia con las, _ ideas de la época, Para él, los érganos sexuales de la mujer tenfan una correspondencia inversa con los del hombre, y de ahi su “menor per- feoci6n”. Galeno creia que la diferencia entre los sexos se reducia a una cuestién de temperatura. En su opinion, las mujeres eran més frias que los hombres y, por ello, més pequerias, recubiertas con menos pelo, y.con érganos reproductivos interns. En los hombres, el calor interior haria que los érganos reproductivos fueran externos. “Los ovarios, o “testiculos femeninos”, al ser més pequefios y tener una semilla.” menos perfecta”, requerian de la influencia de la semilla masculina para dar lugar a la generacién y comienzo del desa- rrollo fetal. Crefa que, si a sernilla femenina no fuera imperfecta, los machos serian innecesarios, pues las hembras podrian generar por su cuenta. Para Galeno, ser hembra significaba tener una semilla més débil, incapaz de engendrar. Otro tema de discusi6n era si el individuo que iba a ser ya estaba preformado en el semen masculino. Aristételes neg6 la preexistencia. 20 Historia de los genes Para sostener su idea se basaba en los experimentos de diseccién con animales que habia realizado. Por ejemplo, abriendo huevos fertiliza- dos, en diversas etapas de su desarrollo, habia observado el proceso de crecimiento de los ernbriones de los polos y de sus organos, y habia comprobado que éstos no estaban ya preformados. Las ideas de Aristételes y Galeno, que conservaron una gran auto- ridad durante la Edad Media, encor sncontrarian la sintesis ¢ en uno de los _ autores més representativos de la medicina islémica medieval: el édico y lésofopetsa Avicena (980-1037). Este, sibien percbi6 que Galeno tenfa un conocimiento profundo de los temas de anatomia, también simpatizé con la hipdtesis aristotélica de que el macho yla hembra, la materia. La solucion que encontro ria de las dos semillas de Galeno (una mesculina y ia pimera. Galeno reiné como autoridad suprema en medicina desde él siglo XI hasta el XVI, primero en el mundo arabigo y luego en Occidente. ero en el siglo XVI, la escuela de medicina de Padua (italia) efectu6 ‘conocimiento de la anat logia, Los méximas representantes de ésaescucla Girola o I k més an a Rae por haber sido el pr- mero en describir correctamente las propiedades de la sangre al ser cistrbuida por todo el cuerpo a través del bombeo del corazén. Harvey postulé el lerna ex ovo omnia, que significaba que todas las cosas provienen del huevo, Este mécico inglés identiios al huevo como el rudimento de la vida, y explicé la reproduccién sexvel en términos andlogos a lo que sucede en los animales oviparos, como las aves y los reptiles. Pero no pudo responder la pregunta sobre el origen ultimo del huevo en los organismos viviparos, eS decir, los que se desarrollan en el vientre materno. El descubrimiento Susana Gallardo a de los ovocitos en los ovarios seria realizado siglos después, en 1827, por el biélogo alemén Karl Emst von Baer (1792-1876), considerado ~ el fundador de la embriologia. Respecto de la formacién del embri toms la teoria de Hipécrates y de Galeno de que todas las partes del cuerpo con- tribuyen al desarrollo del futuro ser, y acuii6 el nom ~ tism. Lo que sostenia esta teoria es que el embrién se formaba a partir de una mezcla més 0 menos homogénea de sustancias materna ypaterna y, alo largo del desarrollo, esa materia se iba diferenciando progresivamente y los distintos érganos iban tomando forma. Pero ante la hipétesis del epigenetismo surgia una pregunta: gedmo podia ser que el organismo humano, que es una méquina tan com- pleja, pueda desarrollarse a partir de materia indiferenciada? A fina- les del siglo XVII se intent6 dar una respuesta a este interrogante, / Y Se pens6 que los rasgos de los organismos adultos podrian estar _ predeterminados desde la concepcién. Esta hipotesis, que no era nueva (ya circulaba en tiempos de Aristoteles), se conocid comofteo- De paso, cabe distinguirepigenetismo de epigenética, Este ultimo t€rmino hace referencia, eh un sentido amplio, al estudio de todos aquellos factores no genéticos que intervienen en la determina- cién de la ontogenia, es decir, del desarrollo del individuo. El término fue acuftado en 1953 por el genetista escocés Conrad Hal Wadding- ton (1905-1975) para referir al estudio de las interacciones entre los, genes y el ambiente. Mufiecasrusas y homuneulos 1119.09) ry e Losgireformacion ; creian que el semen o los ovarios femeninos albergaban{ar hombre muy pequefo (0 una mujer mindsculaljcon 22 Historia de los genes ) todos sus érganos, y éste sélo necesitaba crecer en tamafo, lo cual, en los humanos, tenia lugar durante los nuave meses de embarazo. ‘Se creia que sucedia lo mismo con todos los demés seres vivos; es rms, estaban convencidos de que todos los organis mos, los pasados, los presentes y los futuros,existian desde el primer acto cteadory este- ban ala espera de ser activacios mediante la fecundaci6n. En una vaca, estar preformadas todas las vacas futuras descencientes de ella, En el fruto de un naranjo, todos los naranjos del futuro. En otras pala bras, los embriones de las generaciones sucesivas de una especie determinada se quardarian, uno en el interior de otro, al igual que las rmuriecas rusas, que encajan ala perfeccion una dentro de otra. Cada uno se desarrollrfa cuando le llegara el momento. En los seres huna- nos, esa entidad preformada y diminuta se denominé “hornénculo”, ‘que es el diminutivo latino de hombre; 0 sea, hombrecito. Esa teoria hoy resulta absurda, Sin embargo, siquiones adherian a ‘ela pensaban que la futura estructura del embrién estaba predetermi- rnada mediante informacién codificada en el vulo fertilizado, no cestaban tan lejos de la verdad. Actualmente sabemos que la informa- cién esté inscripta en una estructura quimica que se va decodificando ‘alo largo del desarrollo del embrién. Lo que, sin embargo, estaban lejos de conocer era dénde residla esa estructura preformada. ‘Ahora bien, os preformacionistas no se ponian de acuerdo averca del tio donde se almacenaban esas supuestas miniaturas: podria ser en los ovarios femeninos o en el esperma masculino, en uno u otro, pero no en ambos, es decir, suponian que no hebia mezcla. ‘istas Se incinaban por el esperme, y ubicaban al homtncul;rien- ‘ras que los(ovilista8 jo situaben en el dvulo. Para los ovulistas, si évulo femenino era el que contenia el futuro ser humano en miniatu cel semen del macho sélo contribuiaa estimular su crecimiento En bio, los espermistas creian que la contribucién de la madre sel taba a servi de incubadora, dar calor y nutientes para el ernbri Susana Gallardo ‘crecimiento. En un momento parecian tener preeminencia los ovulis- tas, porque, de otro modo, habia que admitir que en cada eyaculacion masculina se perderia un numero inmenso de miniaturas humanes. El preformacionismo parecié afianzarse, en especial la linea esper- ‘mista, cuando a fines del siglo XVII el holandés Anton van Leet wen- ~ hoek (1632-1723), habiendo pulido las lentes que permitieron divisar el mundo microscépico, pudo ver por primera vez los espermatozoides, ‘que con su cabeza y su cola mévil mostraban un ligero parecido con los tan mentados hominculos. Mezcla de caracteres Pronto aparecerian voces en discordancia con la teoria preformacio- nista. En 1745, el fisico y astrénomo francés Pierre-Louis Moreau (deMaupertuis }1698-1759), a través de su libro Venus Physique, se jpropuso desbaratar la hipétesis de la preformacién, y afirmé algo que en ese momento parecia novedoso: que en la herencia, el padre y_ la madre realizan un aporte equivalente, Ademés, sugeria que los organismos vivos no habian sido creados por un ser superior, sino por el més ciego azar. Maupertuis se habia anticipado mas de Un siglo a las ideas que constituirian las bases de la genética, Pocos afios después, otro trancés( Georges Louis Lec, conde de Buffon (1707-1788), también refutd al preformacionismo. En su Historia natural, general y particular, en 36 volumenes (con 8 tomos adicionales que vieron la luz luego de su muerte), postuld la existen- «ia de lo que denoming “moléculas orgénicas": ciertas unidades pri- “mitivas que darian lugar a todos 1 Seres vivos, uniéndose a lo largo "del desarrollo del embrién. Esas entidades, a la manera de un molde interno, permitian mantener las caracteristicas de cada especie a tra- vés de las generaciones. 24 Historia de los genes Por su parte, Charles Danwif}) que para completar su teoria de la evolucién necesitaba una explicacién coherente acerca del meca- nismo mediante el cual las caracteristicas de una generacién pasan a la siguiente, postul6 una hipétesis que explicaba la heren- cia. Efectué la primera presentacién de su conjetura en 1868 (casi diez afios después de la publicacién de EI origen de las especies), ‘en el capitulo final de un libro sobre la variacién en animales y plan- tas bajo la domesticacién. A su teoria le dio el nombre de (-€ig) término que, en virtud del prefijo griego pan, indicaba que todas las células del cuerpo contribuian a la herencia a través de unas par- ticulas que bautiz6 como §émulas)y que se almacenarian en los 6vu- los o en los espermatozoides. Esta hipétesis proponia que cad érgano y estructura del cuerpo producia gémulas, que llegaban a los gametos a través de la sangre. La pangénesis suponia que las gémulas podian alterarse bajo la accion de las condiciones ambientales, lo cual daba lugar a variacio- nes individuales al azar; asimisrno, la herencia de los caracteres adqui- ridos encontraba un fundamento fisiolégico, pues las Gémulas reco- gian los cambios que sufren las partes del organismo de las que proceden. Precisamente, el naturalista francés Jean-Baptiste Lar (1744-1829) habia propuesto que las plantas y los animales podian transformarse en respuesta a los cambios en las condiciones del ambiente, y transmitfan sus nuevos caracteres a su descendencia. ‘Ahora bien, la teoria de la pangénesis suponia la herencia combi- nada o mezclada, pues se crefa que los rasgos de cada uno de los progenitores se fusionaban en los descendientes. Esta idea seria refutaba posteriormente. Susana Gallardo 25

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