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Solideces
Solideces
Una baja solidez puede afectar no solo la apariencia de un producto textil, sino también la
salud del usuario, ya que el cuerpo puede absorber a través de la piel las moléculas de tinte o
los iones de metales pesados desprendidos del tinte.
Se refiere al grado de cambio de color de la tela teñida después del lavado con un
líquido de lavado. Esta prueba simula la resistencia del colorante antes 5 ciclos de
lavado doméstico o comercial acelerado. En las condiciones de tiempo y temperatura
especifica, después de agitar, enjuagar y secar, se procederá a evaluar la muestra bajo
una escala de grises. Lo que puede variar es temperatura, solución de prueba,
procedimiento de lavado, de secado y la decisión de agregar billas de acero o no.
o AATCC 61 2A y 1B
Tamaño de muestra: 5*15 cm
Estas pruebas de solidez al lavado sirven para evaluar la estabilidad del color de los textiles que
deben resistir lavados frecuentes, la pérdida de color del tejido y los cambios en su superficie
que generan los detergentes, así como la acción abrasiva que emulan en una prueba de 45
minutos.
-Tejido de prueba multifibra N°10 DW, con bandas de Acetato, Algodón, Nylon, Poliéster,
Acrílico y Lana.
-Detergente de Referencia estándar WOB sin agente fluorescente de blanqueo y sin fosfato.
-Agua desionizada.
-Muestra a evaluar.
V.11.2. CONDICIONES:
V.11.3. PROCEDIMIENTO:
Esta prueba se lleva a cabo con un perspirometro y sirve para determinar si ocurre alguna
transferencia de color cuando la tela es expuesta a la humedad; la totalidad de la tela se
sumerge en agua desionizada (destilada) junto con una tira de tela multifibra.
- Una muestra de la tela junto con otras telas multi-fibras son sumergidas en agua bajo
condiciones específicas de temperatura y de tiempo (15 minutos), posteriormente se
coloca entre láminas de vidrio o plástico (perspirometro), con una presión específica
(una pesa de 3.575 kg).
- Colocar la muestra en un horno por 4 horas a 37 °C +/- 2.
- Los cambios de color en la muestra y las manchas en la multifibra son observados. El
agua destilada o desionizada se emplea en este método y no el agua que sale directo
de la llave ya que ésta es variable en su composición.
- Evaluar con una escala de grises
Este método es destinado a determinar la resistencia del color de los textiles ante el
efecto de la transpiración. La decoloración que causa la sudoración se focaliza en
ciertos puntos del cuerpo humano: bajo el brazo (axilas), a lo largo de la espalda,
alrededor del cuello y el área de la cintura. El color debe resistir a este fenómeno. La
transpiración tiene un rango amplio de pH que va del 3.5 al 8.0 Se realizan dos clases
de estudios: transpiración ácida y alcalina
Es importante conocer que la sudoración de los humanos puede ser o ácida o alcalina.
Por esta razón es que la prueba se lleva a cabo empleando dos clases de líquidos,
una solución ácida y la otra alcalina. Por lo general la sudoración fresca es acida. La
acción de las bacterias a lo largo del tiempo la transforma en alcalina y, es una
condición particular de cada individuo tener alguna de estas condiciones en exceso.
Solidez del color ante el efecto de la transpiración: Breve descripción del
examen.
- Las muestras del tejido textil en contacto con una tela multi-fibras (algodón,
Nylon, poliéster, acrílico y lana) son tratadas en una solución que simula la
transpiración, con líquido histidina, drenado y colocado en dos charolas sujetas
por 30 minutos a cierta presión en el dispositivo adecuado. Las muestras y la
tela multi-fibras se secan por separado.
La solidez o firmeza de un colorante contra el frote se define como la resistencia de todo tipo
de textiles, teñidos y estampados, al desgaste y a las manchas ocasionadas por otros textiles
como resultado del contacto entre éstos durante el uso
Una tela de color se monta sobre la base del frotímetro y se mantiene en esa posición sujetada
con dispositivo metálico que deja una abertura recta de 10 cms de largo por 2 cms de ancho.
Enseguida, el testigo de algodón blanco se monta sobre una le lengüeta y se sostiene con una
arandela que por lo general tiene un diámetro de 16 mm y se apoya en la muestra con una
fuerza de 9N. Esta lengüeta se mueve 10 veces, de atrás hacia adelante por todo lo largo de la
muestra, en una línea recta sobre la tela seca o húmeda durante 10 segundos (1 frote x
segundo). Se evalúa la tela ya frotada de acuerdo a la escala de grises para determinar si se
manchó. Esta prueba puede aplicarse bajo condiciones secas o húmedas. Existe una lengüeta
alternativa para probar revestimientos textiles y otras telas industriales.
Frote seco: En esta prueba, un cuadro de tela de algodón blanco se fija al aparato y se frota la
tela. Cuando se notan partículas de colorante que permanecen sobre la superficie de la tela,
podemos decir que evidentemente hay un problema. Existe una creencia popular que indica
que los textiles y prendas elaborados con fibras sintéticas no destiñen, entre estas las que más
usamos, como: poliéster, poliamida, acrílicos y que solo destiñen las fibras naturales -algodón,
seda- y las químicas de polímero natural o ‘fibras artificiales’ como el rayón y la viscosa.
Aunque esto teóricamente debería ser acertado, la realidad nos indica otra cosa. Cuando las
telas sintéticas son teñidas se busca por medio de temperatura abrir la molécula de la fibra
para que esas partículas de colorante penetren la fibra y luego al enfriar lentamente, las fibras
se cierran y se endurecen dejando el colorante atrapado adentro, sin embargo si no se hace un
muy buen enjuague luego del proceso de teñido, algunas partículas de colorante pueden
quedar atrapadas entre las intercesiones del tejido y con el tiempo tienden a desprenderse
causando manchas en las fibras adyacentes.
Frote en húmedo: En esta prueba la muestra de algodón blanco es remojada en una solución
de agua destilada y posteriormente pesado y el procedimiento de hace de manera idéntica al
anterior. Pueden ocurrir resultados indicando que los colorantes no se fijaron bien en las fibras
y que se transferirán en cualquier momento durante la acción del frote. Muchas veces lo que
transfiere a la muestra blanca no es colorante, sino pequeñas fibras que se sueltan por acción
del roce. Hay que tener mucho cuidado para diferenciar si la mancha ocurre por transferencia
de partículas de colorante o si es por causa de fibras sueltas. Esto es especialmente importante
cuando se trabaja con colores como el negro, el azul y el vino tinto.
Todo teñido, tarde o temprano, sufrirá decoloración al exponerse a la luz solar. La resistencia a
la luz es el grado al cual un sustrato teñido resiste la decoloración ante la exposición a la luz.
Existen diversos grados de resistencia a la decoloración por acción de la luz.
Todos los tintes tienen cierta susceptibilidad de sufrir daño por el efecto de la luz,
simplemente porque sus colores fuertes son indicativos de que absorben las longitudes de las
ondas y que no los reflejan de regreso. La luz es energía, energía que es absorbida por los
sustratos teñidos o pigmentados y que bien puede servir para degradarlos así como a las
moléculas adyacentes.
El objetivo de este método es determinar la resistencia que tienen los artículos textiles de uso
diario a la saliva artificial. En especial en los artículos que están destinados a ser llevados a la
boca o aquellos que pueden ser llevados o puestos a la boca. Con este test se establece si los
materiales coloreados de los artículos pueden migrar con la acción de la saliva.
Se aplica principalmente a artículos de uso diario, independiente del método con el que has
sido coloreados, especialmente para artículos destinados a bebes y niños pequeños.