Aunque puedan parecer tranquilos o discretos, los Mediadores (INFP) tienen
una vida interior vibrante y apasionada. Creativos e imaginativos, se pierden alegremente en sueños, inventando todo tipo de historias y conversaciones en sus mentes. Estas personalidades son conocidas por su sensibilidad: los Mediadores pueden tener respuestas emocionales profundas ante la música, el arte, la naturaleza y las personas que les rodean.
Idealistas y empáticos, los Mediadores anhelan relaciones profundas y
conmovedoras, y se sienten llamados a ayudar a los demás. Pero como este tipo de personalidad representa una parte tan pequeña de la población, los Mediadores pueden sentirse a veces solos o invisibles, a la deriva en un mundo que no parece apreciar los rasgos que los hacen únicos.
No todo lo que es oro brilla; no todos los que vagan se pierden; lo viejo que es fuerte no se marchita; las raíces profundas no son alcanzadas por la escarcha.