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Jesús Asurmendi

«El profetismo»: Desde sus orígenes a la época moderna.


Editorial: Desclée de Brouwer, Bilbao, 1987, pp. 47-56.

Capitulo IV.
Los profetas y la caída de Jerusalén.

Últimos años del siglo VII – período de sumisión a los Asirios sin vitalidad alguna nacional o religiosa.

— 630 a.C. Empieza a haber cambios internacionales, el imperio Asirio se desmorona y resurge la esperanza
sobre Jerusalén y Judá.
— En Jerusalén hay un nuevo rey el joven Josías. Empieza a trabajar en las reformas del país tanto políticas
como religiosas. (Cf. 2 R 22)
o Impone la centralidad del culto en Jerusalén: lo viejos santuarios, ricos de tradición y de gloria son
desautorizados.
o Intenta recuperar los territorios del norte (Israel) para Judá.
o Josías muere en la batalla de Megido frente a rey Necao de Egipto.
o Por consecuencia: la esperanza de independencia política se desvanece, los sueños de restauración
nacional se desmoronan, la reforma ha fracasado.

— Entre el 630 y el 605 fue el tiempo de Josías, veinte años de un resurgir que quedo inconcluso, aparece aquí el
imperio Babilónico.
— Los babilónicos destrona al Asirio. En Jerusalén Joaquín, hijo de Josías ocupa el trono de su padre, pero este
no conoce ni la piedad, ni la justicia.
— El profeta Jeremías será su más temible opositor ( Jr. 22:13-19)
— El rey Joaquín se transforma en un vasallo de Nabucodonosor debiéndole pagar impuestos y tributos.
— El rey Nabucodonosor tiene problemas internos, esto es aprovechado por Judá para dejar de pagar tributos, en
estado de rebeldía y sublevación — una vez solucionado el conflicto interno, Nabucodonosor vuelve contra
Jerusalén,— Joaquín ya ha muerto es reemplazado

Los últimos 8 reyes de Jerusalén _* tomado de la Biblia de estudio Plenitud.

— Ezequías (715-686) Profeta Isaías.


— Manasés (697-642) Profeta
— Amón (642-640) Profeta Nahum.
— Josías. (640-609) Profeta Sofonías / «Jeremías?»
— Joacaz. (609) Profeta Habacuc.
— Joacim. (609-598) Profeta Jeremías Período compartido por varios profetas, Ezequiel,
— Joaquín. (598-597) Abdías, también debe ingresar como narrativa histórica
— Sedequías (597-586) partes del libro del profeta Daniel.
— 605 primera cautividad — el profeta Ezequiel es llevado a Babilonia Cf. Ezeqiel. 1:1-3
Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río
Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. 2 En el quinto año de la deportación del rey Joaquín, a los cinco días del
mes, 3 vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; vino allí sobre
él la mano de Jehová.

— Simultáneamente el profeta Daniel es llevado junto a sus tres compañeros Cf. Daniel 1:1-2
En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. 2 Y el Señor
entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de
su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.

— 587/6 es tomada la ciudad, el Templo es incendiado y destruido. Los dirigentes que quedaban son deportados a
Babilonia.

 Desesperación y esperanza.-

Seguridades conceptuales del pueblo sobre su situación:


1. No ha faltado profeta en Israel (Judá).
2. El Señor está en su santo Templo.

El profeta Miqueas 4-5 afirma la supremacía de Yavé y de su santo monte y de la venida de su salvador.

4:1-5 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más
alto que los collados, y correrán a él los pueblos.2 Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a
la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra de Jehová.3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y será árbitro entre naciones poderosas hasta muy lejos; y
forjarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para
la guerra.
4
Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de
los ejércitos lo ha hablado.5 Pues todos los pueblos andan cada uno en el nombre de su dios, pero nosotros andaremos en el
nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre.

5:1-9 Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara hieren en la mejilla al juez de Israel. 2 Pero tú,
Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y
sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad. 3 Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de
dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá a los hijos de Israel. 4 Y él estará firme, y apacentará con poder de Jehová, con
grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque entonces será engrandecido hasta los fines de la tierra. 5 Y
éste será nuestra paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, para hollar nuestros palacios, entonces levantaremos contra él
siete pastores, y ocho hombres principales; 6 y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y
nos librará del asirio, cuando venga contra nuestra tierra a hollar nuestras fronteras. 7 El remanente de Jacob será en medio
de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no se esperan de varón, ni se aguardan
de manos de hijos de hombres. 8 Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el
león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasa, huella y arrebata, y
no hay quien libre. 9 Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos.

— Seguridad histórica de la compañía de Yavé para con su pueblo, pero debía ser acompañada de actos de
conversión y confianza Cf. Ez 11:14-25. Jeremías 29:28

Período de Cautiverio
Jerusalén Babilonia
Profeta Jeremías Profeta Ezequiel

— Jeremías al principio de su ministerio ha predicado el retorno y la esperanza para los habitantes del antiguo
reino de Judá, pero una vez desaparecido Josías y derrumbadas las esperanzas políticas, tanto el profeta de
Anatot como Ezequiel predicaran incansablemente la desaparición de Jerusalén y de Juda si no se someten y
convierten a la verdad.
— El pueblo es ciego y negacionista frente a la realidad, el fetichismo a remplazado a la religión.
[ Después de la caída de Jerusalén, la desesperación se apodera de los judíos: «Nuestros crímenes y nuestros
pecados pasan sobre nosotros y por causa de ellos nos consumimos. ¿Cómo podremos vivir?» (Ez 33:10)— Entonces
es cuando nuestros profetas empiezan a anunciar la “esperanza para Israel”. Lo hacen con el mismo ardor —o
mayor aún, si cabe— con que anunciaron el desastre. Paradoja de la misión profética. El profeta va siempre contra—
corriente. ]
Modelo
Del
período
de los
Misión profética
Profetismo advertencias de Juicios y Castigos; pueblo rebelde, sufre las consecuencias.
Promesas de restauración y de esperanza mesiánicas: pueblo juzgado y
desalentado

El profeta Jeremías: Biografía.

— El profeta nació hacia el 645 a.C en un pequeño poblado situado a una docena de kilómetros al Nordeste de
Jerusalén.
— Perteneciente a una familia sacerdotal, no hay información de haber ejercido ese ministerio.
— Su actividad es muy intensa hasta el día de la caída de Jerusalén.
— No cesa de proclamar la necesidad de arrepentimiento de lo que queda de Israel.
— Predica la sumisión total a Babilonia, como estrategia divina.
— Estas proclamaciones y/ Oráculos son muy mal interpretados por todos los estratos (autoridades), sobre todo
por la primera (605) y segunda (597) deportación.
— Fue torturado y perseguido, con intención de muerte.
— Se salvo de la muerte por alguno amigos (Jr. 26)
— La crisis que afrontó con propósito a su ministerio y misión (cf. 15:10-21; 16; 20:7-18), convirtiéndose en
enemigos de los reyes, sacerdotes, profetas y escribas (cf. C. 21—23)
— Jeremías se opone a todo tipo de alianza con Egipto, pero terminará sus días en Egipto, llevado a la fuerza con
un grupo de judíos que se exilian allí después de haber matado al gobernador judío (Gedalías) puesto por los
babilonios (Jer. 41—44)

Después de la caída de Jerusalén 586, los babilonios tratan bien a Jeremías, lo consideran un «vidente, clarividente en
el nombre de Dios», seguramente a los espías presentes en el país.

 Culto y justicia: ¿Dónde encontrar a Dios?

El discurso de Jeremías capítulo 26 en las Puertas del templo de Jerusalén en el año 609 tuvo profundas repercusiones
sobre su auditorio

Jeremías es amenazado de muerte


26 En el principio del reinado de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de Jehová, diciendo: 2 Así ha dicho
Jehová: Ponte en el atrio de la casa de Jehová, y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen para adorar en la casa de
Jehová, todas las palabras que yo te mando hablarles; no retengas palabra. 3 Quizás escuchen, y se vuelvan cada uno de su mal
camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras. 4 Les dirás, pues: Así ha dicho Jehová: Si no
me oís para andar en mi ley, la cual puse ante vosotros, 5 para atender a las palabras de mis siervos los profetas, que yo os envío
desde el principio y sin cesar, a los cuales no habéis oído, 6 yo pondré esta casa como Siló, y esta ciudad la pondré por maldición
a todas las naciones de la tierra. 7 Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías hablar estas palabras en la
casa de Jehová.
8
Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los
profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás. 9 ¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová,
diciendo: Esta casa será como Siló, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra
Jeremías en la casa de Jehová. 10 Cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la casa de
Jehová, y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. 11 Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a
los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad,
como vosotros habéis oído con vuestros oídos. 12 Y habló Jeremías a todos los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: Jehová me
envió a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído. 13 Enmendad, pues, ahora vuestros
caminos y vuestras obras, y atended a la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra
vosotros. 14 En lo que a mí toca, he aquí, estoy en vuestras manos; haced de mí como mejor y más recto os parezca. 15 Mas sabed
de cierto que si me matáis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad y sobre sus moradores; porque en
verdad Jehová me ha enviado a vosotros para que dijese todas estas palabras en vuestros oídos. 16 Y dijeron los príncipes y todo
el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehová nuestro Dios
nos ha hablado.
17
Entonces se levantaron algunos de los ancianos de la tierra y hablaron a toda la reunión del pueblo, diciendo: 18 Miqueas de
Moreset profetizó en tiempo de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así dice Jehová de los
ejércitos: Sión será arada como un campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de
bosque. 19 ¿Acaso lo mataron Ezequías rey de Judá y todo Judá? ¿No temió a Jehová, y oró en presencia de Jehová, y Jehová se
arrepintió del mal que había hablado contra ellos? Mientras que nosotros estamos causando un gran mal contra nuestras almas.
20
Hubo también un hombre que profetizaba en nombre de Jehová, Urías, hijo de Semaías, de Quiryat-jearim, el cual profetizó
contra esta ciudad y contra esta tierra, conforme a todas las palabras de Jeremías; 21 y cuando oyeron sus palabras el rey Joacim
y todos sus grandes, y todos sus príncipes, el rey procuró matarle; enterado de ello Urías, tuvo temor, y huyó a Egipto. 22 Y el rey
Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él, a Egipto; 23 los cuales sacaron a Urías de
Egipto y lo trajeron al rey Joacim, el cual lo mató a espada, y echó su cuerpo en la fosa común. 24 Sin embargo, la mano de
Ahicam, hijo de Safán, estaba a favor de Jeremías, para que no lo entregasen en las manos del pueblo para matarlo.

«El tema del discurso lo hemos encontrado ya en Amós, Isaías (1:10-20); Oseas (6:1-6); Miqueas (6:1-8). El largo
discurso de Jeremías es uno de los más típicos en lo concerniente a las relaciones entre culto y justicia»

— Jeremías plante que no puede existir una disociación entre el comportamiento cotidiano y el culto.

Jeremías 7:1-7 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2 Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta
palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová. 3 Así ha dicho Jehová
de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar. 4 No fieis en palabras
de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este. 5 Pero si mejorareis cumplidamente
vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, 6 y no oprimiereis al extranjero,
al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en post de dioses ajenos para mal
vuestro, 7 os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.

 Aún queda por recibir lo mejor (Jr 31:31-34) — Solo Yavé puede cambiar la realidad del ser humano.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el
pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y
no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde
el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su
pecado.

— El texto se encuentra entre los Capítulos 30—33, llamado con frecuencia el Libro de las Consolaciones
— Hay una relación entre la Alianza Sinaítica y la nueva alianza de Jeremías, la primera se escribió sobre tablas
de piedras, mientras que la nueva alianza en Jeremías será escrita por Dios mismo en los corazones y nadie
necesitará maestre que se la enseñe. Cf Hebreos 8:8-12, como el nuevo pacto en Jesús.

Alianza divina de Yavé con su Pueblo


Moisés en el desierto del Sinaí Jeremías Judá / Ezequiel Babilonia
Tablas de piedra Corazón de carne
«hombre exterior» «hombre interior»

Jeremías 31:31—34 Ezequiel 36:25—27 Tito 3:4—7

Tal estado de calamidad espiritual, religiosa y moral del pueblo cf. (2:8; 5:4-5; 9:2.5.23; 22:16; 24:7) requería una
trasformación profunda de acción divina como la anunciada en Jeremías

Promesas:

1. Restauración de Israel y Judá (30) Libro de las consolaciones de Yavé para su pueblo.
2. Salvación del remanente (31) Observar en contraste con el Libro de Emmanuel en
3. Seguridad del retorno (32) Isaías ( 9—12)
4. Excelencia de la nación restaurada (33)

— La novedad de la alianza anunciada es importante, hay que situarla con la relación a la primera: si la antigua
había sido escrita sobre tablas de piedra, quedando en el exterior del hombre , la nueva alianza —la Ley del
Señor, su voluntad— será impresa en lo más profundo del hombre, formando parte de lo más íntimo de su ser.
— Ya no habrá distancia entre el hombre y la voluntad de Dios. Esta novedad es tanto más grande cuanto que,
para Jeremías, el mal está escrito hasta entonces en el corazón del hombre.

— Según (Jr. 17:1) «El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está
en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares»

Esto quiere decir que hasta ahora el hombre era incapaz de hacer el bien… todavía tenemos una convicción
profundamente enraizada en Jeremías.

Jeremías 5:21-25 Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye: 22 ¿A mí no
me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual
no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. 23 No obstante,
este pueblo tiene corazón falso[enfermo] y rebelde; se apartaron y se fueron. 24 Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora
a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la
siega. 25 Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.

Jeremías 8:4-7 Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al
camino? 5 ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido
volverse. 6 Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada
cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla. 7 Aun la cigüeña en el cielo conoce su
tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.

Jeremías 13:22-23 Si dijeres en tu corazón: ¿Por qué me ha sobrevenido esto? Por la enormidad de tu maldad fueron
descubiertas tus faldas, fueron desnudados tus calcañares. 23 ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así
también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?

—buril de hierro, es un instrumento de acero hierro prismático y puntiagudo, que sirve a los grabadores para abrir y hacer
líneas en los metales.

 Presentación: contexto histórico. (1-3)


1
Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín. 2 Palabra de
Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado. 3 Le vino también en
días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, hasta la
cautividad de Jerusalén en el mes quinto.

 Misión y función del profeta (1:4—19)


4
Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: 5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué,
te di por profeta a las naciones. 6 Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. 7 Y me dijo Jehová:
No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. 8 No temas delante de ellos, porque
contigo estoy para librarte, dice Jehová. 9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis
palabras en tu boca. 10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para
arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
11
La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.[a] 12 Y me dijo Jehová:
Bien has visto; porque yo apresuro [b] mi palabra para ponerla por obra. 13 Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez,
diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte. 14 Me dijo Jehová: Del norte se soltará el mal
sobre todos los moradores de esta tierra. 15 Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice
Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en
derredor, y contra todas las ciudades de Judá. 16 Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e
incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron.
17
Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo
quebrantar delante de ellos. 18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y
como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra. 19 Y
pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.

— En (4-8) se puede hacer un contraste con el modelo de profeta registrado en la memoria de Israel (Dt 18:18) « Profeta les
levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le
mandare» el eco de este texto abalaba el ministerio de Jeremías, como un profeta de una nueva dispensación.

— En (9-10) es similar al texto de «Isaías 45:1-7 Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano
derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no
se cerrarán: 2 Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de
hierro haré pedazos; 3 y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy
Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. 4 Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu
nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste. 5 Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí.
Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, 6 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no
hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, 7 que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la
adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto».

— En este relato de vocación Yavé se presenta como alguien que esta presto y atento (11) y en un segundo término la visión
y el proyecto a realizar por Jeremías (17-19)

La acción y la misión del profeta no solo consiste en anunciar desgracias y en «molestar a la gente honrada» es también ser
un portavoz de la Esperanza.
Arrancar y derribar para edificar y plantar es la misión desgarradora que emprenderá el profeta, esto ,lo
expondrá frente a su familia, amigos el pueblo y pero aún las autoridades políticas y religiosas, estará casi solo, salvo por su
amigo Baruc, quien será un apoyo en momentos duros, junto a un puñado de personas que saldrían a su auxilio.

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